ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Tenemos hoy por aquí a una banda de fuerte carisma en Estados Unidos, The Doobie Brothers. Reconozco que no sé mucho de la trayectoria del grupo más allá de discos como el que hoy nos ocupa y temas sueltos de su repertorio de grandes éxitos. Lo que sé es que en los días que el grupo editó este “Minute By Minute” el grupo lo comandaba el cantante y teclista Michael McDonald, un tío con un gran carisma, que como muestra de ellos ha hecho algún cameo muy gracioso en series como “Family Guy” (en nuestro país conocida como “Padre De Familia”.
Recuerdo que en su día, cuando compré este disco “Minute By Minute” en cd era poco menos que un ítem descatalogado del catálogo de Warner (lo sé porque en esos días, comienzos de 2004, trabajaba en el departamento de discos de unos grandes almacenes). Me viene ahora a la mente que a una cliente le conseguí el disco, pidiendo un traslado de un ejemplar desde un centro perdido en la península ibérica.
Yo, sin embargo, creo que me lo compré en la difunta Madrid Rock, en una remesa generosa, que tenían todos un piquetón de troquel de importación en el canto de la caja del cd. El precio, a pesar de ser de importación, era amable y creo que no llegaba a los 8,95 eur. (como mucho esa cantidad). Le di mucha caña o escuchas en aquella primera mitad de 2004 y periódicamente lo he recuperado en estos 10 años que lleva en mi poder. Por fin llega el turno de analizar este disco tan llevadero, ligerito y tan perfecto para los días en los que mejora el tiempo y se acerca el verano (aunque aún nos quede soportar los rigores alérgicos de mayo y comienzos de junio a algunos).
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Here to love you”: A base de un buen repiqueteo de teclados comienza el disco de la mano del tono entre lo agudo y la sensación asustadiza tan característica del señor Michael McDonald. Un buen tema, de factura de pop ingenuo, que durante buen rato presidirá este “Minute By Minute”, alejado de tiempos anteriores del grupo donde las formas eran más rudas. Dispone de sus notas de saxofón para concederle elegancia a este “Here to love you”, el cual abre el disco con mucha solvencia. Los coros femeninos escudan a ratos, sobre todo en el tramo final, a McDonald, sumando a la armonía de este tema de inicio de álbum.
2. “What a fool believes”: Quizás junto a “Long train running”, “What a fool believes” es el otro gran clásico de la trayectoria de los Doobie Brothers. Por él se recordará básicamente a este disco. El grupo ahondan en el pop de sensaciones ingenuas, sobre todo por esos tecladitos tan juguetones e infantiloides que por otro lado tan bien quedan a este tema. Los cambios melódicos, leves y no acusados, son una maravilla. El estribillo, con McDonald y los coros en el tono de falsete más agudo posible, es simplemente un clásico de la historia del pop. Reconozco que esta fue la canción que hizo que me interesara por este grupo, el cual me sonaba solamente por ser uno de los que se incluían en aquellos recopilatorios de “Esta Noche Cruzamos El Mississippi”, que con ahínco promocionaba Pepe Navarro en sus días más gloriosos en televisión. “Siempre es mejor que nada, nada de nada”, esta es una de las frases del estribillo que más se me quedaron en la retina y que más me gustan tararear mentalmente al recordar esta “What a fool believes”.
3. “Minute by minute”: Después de 2 temas con su cierto frenesí melódico pop, aunque dentro de esa envoltura leve y delicada, llegamos a un tema de medio tiempo. La canción título “Minute by minute” se mueve dentro del soul con gracia, aún sin perder ciertos matices en forma de notas sueltas de toques muy pop, para no perder la óptica sonora general de este disco. McDonald se relaja en el micrófono, al igual que los coros que lo acompañan y nos sirven para enjugar correctamente las buenas y emocionantes sensaciones que nos transmitieron las 2 canciones de apertura de este lp.
4. “Dependin on you”: Girando al pop orquestero de corte más clásico, sobre todo por los coros réplica que hacen la sombra al otro vocalista del grupo Patrick Simmons, que toma las riendas vocales por 1ª vez en el disco, “Dependin on you” ofrece momentos de buena elegancia instrumental en torno a los 2 minutos de duración. Ese sector instrumental, con notable solo de guitarra, es mucho más interesante que su estribillo que quizás carece de demasiada gracia. Si bien es cierto, “Dependin on you” mantiene el carácter del disco, confiriendo hasta el momento una unidad sonora muy bien llevada, medida y trabajada. Michael McDonald aparece en forma de coro auxiliar, pero como siempre de forma muy reconocible por su timbre vocal.
5. “Don’t stop to wath the wheels”: Ahora sí que llegamos a un tema que rompe con la línea de “Minute By Minute”. En “Don’t stop to wath the wheels” The Doobie Brothers parecen retroceder en el tiempo unos cuantos años para sellar un tema de factura rockera clásica e intensa. Buenos riffs de guitarra y una labor al micrófono de actitud muy rockera a las voces por parte de Patrick Simmons que repite protagonismo vocal en este episodio que media el disco.
6. “Open your eyes”: Michael McDonald regresa a las voces para volver a dar personalidad al disco con la canción “Open your eyes”, muy llevadera y rítmica. Nuevamente retornamos a esas formas sonoras livianas y ligeritas que tan características son de “Minute By Minute”. Si además el tema dura poco más de 3 minutos, casi no tenemos tiempo ni de pararnos a degustar la pieza.
7. “Sweet loving”: Alternancia vocal para llegar a “Sweet loving”. Un tema que a ratos parece ser decididamente una balada, pero que en otros momentos parece derivar al pop ingenuo que es sello personal de la obra. Hay varios coros acompañando a Patrick Simmons en las voces principales.
8. “Steamer lane breakdown”: Ahora es turno de un tema instrumental de claro sonido country. De alguna forma es un tema que choca con el resto del conjunto, pero que sirve como una especie de interludio de desconexión para posteriormente afrontar el tramo final de “Minute By Minute” con ganas, ya que “Steamer lane breakdown” resulta muy animada y bailable.
9. “You never change”: De “You never change” lo que más destaco son los cambios rítmicos tan acusados que nos ofrece. Más cercana al soul que al pop, esta pieza ofrece un buen dueto vocal a cargo de McDonald y Patrick Simmons en perfecta conjunción. En ciertas estrofas se acelera de forma muy interesante, para ofrecernos un estribillo más marcado y trabajo. Buen tema de tramo final, donde The Doobie Brothers suenan quizás más serios y sesudos en todo el disco. Hay ciertas notas de guitarra jalonadas por toda la melodía, cuya factura cálida es una cosa a tener muy en cuenta en el haber de esta pieza. Bajo nuestro punto de vista ésta es otra de las canciones a tener muy en cuenta de “Minute By Minute” y que termina por calar pasadas muchas escuchas, así que tengan paciencia.
10. “How do the fools survive?”: El término “fool” está muy presente en el disco, no solo en el título del gran clásico de la obra ni en el del tema de cierre “How do the fools survive?”, sino que en fragmentos de la letra de otras pistas, como en “Sweet loving”, lo pudimos escuchar de forma clara. El caso es que “Minute By Minute” parece tener un cierto carácter conceptual por la abundancia de este término y por su compacidad de sonido en general. Con “How don the fools survive?” The Doobie Brothers cierran el álbum de forma genial. El tema recuerda también en parte al “Here to love you” de inicio, con lo que la sensación de disco conceptual se acrecienta. El cambio de ritmo de las estrofas al estribillo, con un Michael McDonald empleándose a tope en el micrófono es otra genialidad marca de la casa. La obra termina con ese toque ingenuo y liviano, que en definitiva también es algo que se puede asociar a la gente que se la puede tildar de “fool”.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Realmente, ya les confesé en la introducción, no soy un erudito en la historia de los Doobie Brothers, con lo que tampoco les puedo hablar mucho de lo que vino después para el grupo. Lo que sí fue evidente es que este disco funcionó más que bien en su día. Es cierto que gran parte del éxito se debió a “What a fool believes”, pero sería injusto decir que el disco es una mera comparsa para justificar un acompañamiento al citado clásico del grupo.
“Minute By Minute”, disco de portada de fotografía grupal de los Doobie Brothers en blanco y negro, con un serio Michael McDonald en su semblante, resulta optimista, divertido, ameno y ligero. Es un trabajo muy bien medido, inmediato y que no se hace nada pesado. Su sentir es de pop ingenuo (me he repetido con esta idea más que la cebolla en el artículo, soy consciente), aunque también incluye sus momentos de variación estilística para no resultar excesivamente monotemático en sus melodías y sonidos.
Resulta un disco muy apropiado para estos días que comienzan a ser muy luminosos y en los que se empieza a tener ganas de vivir más la vida que en los fríos días de invierno que hemos dejado atrás hace muy poco; este año más aún debido a las 13 jodidas semanas seguidas de 5 días laborables, sin ningún festivo intercalado, desde que tuvo lugar la festividad del 7 de enero hasta la tardía Semana Santa que vivimos semanas atrás.
De nuestro programa de radio, este sábado a las 16.00h y el miércoles a las 23.00h en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), podrán escuchar la redifusión del programa-entrevista que tuvimos con Nicolás Pastoriza hablando de su último disco de estudio. Aparte de esas redifusiones, solamente nos queda un programa para poner el punto y final a nuestra 5ª temporada. Estén atentos.
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