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viernes, 14 de noviembre de 2025

Lady Gaga - Mayhem (2025)

ANTECEDENTES E INTRODUCCION.
Si algo se puede decir de la carrera de Lady Gaga es que siempre consigue sorprender. Divas hay muchas en el mundo del pop, de hecho, pienso que el mercado está realmente saturado. Ahora bien, una artista tan completa como Gaga es difícil de encontrar, claramente inconformista, nos tiene acostumbrados a proyectos inesperados que van apareciendo entre los discos principales de estudio de la artista y que no siempre son del agrado de sus fans que preferirían discos de pop bailable que al final es el punto fuerte de la artista y lo que le ha proporcionado el éxito. 

Siempre que se trata el lanzamiento de un álbum de una estrella del nivel de Lady Gaga, uno se enfrenta a ponerlo en relación con sus etapas anteriores para intentar, de alguna manera, ponderarlo en su justa medida. En este caso Gaga viene de una etapa en la que ha diversificado notablemente su carrera consolidando una carrera como actriz, realizando discos de jazz y tocándolos en directo, aparte de otras actividades menores como dedicarse a publicitar cosméticos, lo cual le ha debido proporcionar sus buenos dividendos.

Podríamos dividir la carrera de Gaga en una primera fase completamente mainstream donde apenas tuvo competidores y en la que casi cada disco que sacaba era número uno. Sería la etapa del 2008-2011 que comprende los álbumes “The Fame” (2008), “The Fame Monster” (2009) y “Born This Way” (2011). Es digamos su etapa imperial donde tanto critica como público masivo estaba con ella.

Tras esta etapa llego “Artpop” (2013), álbum que, si bien no está a la altura de la producción anterior, no mereció ni mucho menos las tibias críticas que obtuvo ya que el disco incluía muy buenos temas pop, aunque la campaña de promoción fue un auténtico desastre. En todo caso fue un álbum que, a pesar de colocar más de dos millones de copias, que se dice pronto, acabó con el reinado de Gaga y produjo una gran crisis en la artista que la iba a llevar a reformular su propuesta.

El siguiente paso fue dejar a un lado la mayoría de sus ya habituales artificios y realizar un disco más maduro donde se reivindica como compositora e intenta huir de las performances escandalosas. Este disco sería “Joanne” (2016), donde nos muestra una nueva faceta con canciones mucho más desnudas y un sonido no tan sobreproducido como nos tenía acostumbrados. Una especie de nuevo comienzo que dejo bastante fríos a los fans que no terminaban de reconocer a esta nueva Gaga. Podemos ver, en parte, el proceso de creación de este álbum gracias al documental de Netflix “Five Foot Two”, solo apto para muy fans de la diva por lo tremendamente sentimentaloide y victimista de semejante artefacto promocional.

Su último álbum de estudio antes de este “Mayhem” fue como todos sabemos el muy reivindicable “Chromatica” (2020), donde en plena pandemia, vuelve la Gaga que todos sus fans estaban esperando. Un disco con grandes temas para la pista de baile, colaboraciones de lujo (Ariana Grande, Elton John, Blackpink) y una clara puesta en valor de eurodance de los 90, un disco muy fresco con el que sus fans se reconcilian con la artista, era justo lo que le pedían a Gaga y esta se lo dio, de una forma más simple y desenfadada que en los primeros discos pero totalmente efectiva.

5 años han pasado desde “Chromatica” pero desde luego Gaga no se ha quedado quieta, numerosas apariciones en películas y sus correspondientes bandas sonoras (“La Casa Gucci”, “Top Gun”, “Joker Follie À Deux”), series para Tv, etc.

En agosto de 2024 realizó un sonado dueto con Bruno Mars en el tema “Die with a smile” que superó cualquier expectativa posible y se ha convertido en uno de los mayores éxitos en su carrera. Con todo, esta colaboración era algo puntual y no parecía anticipar ningún nuevo álbum. De hecho, tuvimos que esperar hasta marzo de este año para tener entre nuestras manos este Mayhem que pasamos seguidamente a analizar.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Disease”: Realmente es el primer single del álbum y en mi opinión el tema más contundente del mismo. Es aquí donde más se notan las influencias góticas y de rock oscuro, y esa gran influencia que han sido NIN a la hora de componer temas como este. Sin duda, también es el tema más caótico del disco donde Gaga recita las estrofas y una segunda voz bastante macabra la dobla llegando a un estribillo sublime, donde podemos constatar que Germanotta no ha perdido ni un ápice de sus cualidades vocales. El sonido es en parte de rock duro, pero muy electrónico, muy pasado por secuenciador. Tiene algo de los temas rock de “Born This Way”, pero creo que en “Disease” ha llevado parte de este sonido al extremo, de manera que suena mucho más desafiante y agresiva que cualquier tema de ese álbum. Las capas y distorsiones que posee la canción también han contribuido a ese sonido más duro, todo un acierto. Los detalles de los coros o autocoros en el tema es otro de los puntos fuertes de Gaga que sabe muy bien cómo crear ciertas atmosferas aprovechando estos recursos. Ya lo hizo en temas como “Bloody Mary” o “Paper gangsta” con éxito y aquí vuelve a acertar. “Disease”, con una letra bastante simple pero muy efectiva ya que posiciona muy hábilmente las frases repetidas, es un tema que trata de manera bastante obsesiva sobre convertirse en el antídoto, a través del amor, para superar los problemas de salud mental o de otra índole; un tema, el de la salud mental en el que Lady Gaga siempre ha estado muy implicada. Si musicalmente es todo un triunfo, el acompañamiento visual no es para menos con un video ciertamente perturbador, valiente y para bastante gente hasta desagradable. El clip intenta transcribir a partir de los personajes interpretados por Gaga, ese ambiente de enfermedad mental y desesperación, también el deseo de escapar de los propios pensamientos que, a veces, nos atormentan. Nuevamente Gaga arriesga con una presentación totalmente inesperada en ella y que quizás haya tenido que ver en la discreta acogida del single que no ha conseguido grandes logros salvo en el Reino Unido donde llego al número 7. En cualquier caso, un auténtico temazo que ya forma parte de lo mejor del repertorio de la diva.

2. “Abracadabra”: Después de la contundencia de “Disease”, Gaga nos saca ya toda la artillería y llega el tema más comercial del álbum, Gaga mantiene la contundencia de “Disease”, pero en este caso quiere hacernos bailar sin contemplaciones y los elementos house están muy claros. Además hay otros elementos que podríamos calificar de electro dark, nuevamente la influencia de NIN está presente además de Siouxsie and the Banshees, ya que la melodía de “Abracadabra” incorpora elementos del tema “Spellbound” (1981) de la banda británica. “Abracadabra” ha sido comparada con temas como “Bad romance” o “Poker face” ya que incorpora ese recurso vocal de repetir las silabas una por una de la palabra principal creando una especie de melodía, aquí lo hace mientras una línea de sintetizador bastante caótica nos lleva a la siguiente fase de la canción. “Abracadabra” es una celebración de la vida, del recurso del baile como metáfora de superación de las dificultades, un tema tremendamente adictivo que tiene el marchamo del éxito desde la primera escucha, y así ha sido. Gracias al éxito incontestable de “Abracadabra”, el álbum se ha visto propulsado a tener un resultado realmente bueno a nivel de ventas. Nuevamente el acompañamiento visual ha sido definitivo y esta vez creo que ha contribuido positivamente a la buena recepción de esta canción. Se plantea una especie de batalla entre dos cuerpos de baile cada uno capitaneado por una versión de Lady Gaga, una más amable vestida de blanco y otra mucho más siniestra, la famosa mujer de rojo que representa los impedimentos para conseguir nuestros objetivos. De nuevo otro trallazo absoluto y después de tanta intensidad nos adentramos en una nueva fase del disco.

3. “Garden of eden”: Aquí empieza una nueva parte del disco, mucho más sutil y menos contundente que el comienzo que hemos tenido, aunque los elementos de electro rock siguen presentes. Aquí se trata de un tema que reposa en una base electro aderezada con unos toques de guitarra en la que se nos describe una especie de ligoteo en una fiesta. La verdad es que no se parece a nada anterior de la discografía de Gaga, salvando muchísimo las distancias puede que tenga algún toque de “Manicure” tema del injustamente valorado “ArtPop” pero “Garden of eden” es mucho más experimental como se puede apreciar en la parte final con esos sintetizadores más oscuros.

4. “Perfect celebrity”: Parece que el sonido y estética gótica empiezan a desvanecerse a partir de este tema que tiene muchas influencias del sonido pop de los ochenta, algo que Gaga nunca ha negado, pero que aparecen aquí combinadas con potentes guitarras para dar forma a toda una crítica a la cultura de las celebrities y me da la sensación que concretamente al grupo de las divas que tan habitualmente son amadas hasta la exageración para después terminar odiadas por su mismo público o el de otras divas. Gaga pareciera reírse de su personaje en esta canción que a pesar de ser bastante comercial tiene en su letra cierto sentimiento de autoflagelación.

5. “Vanish into you”: Suena mucho como posible tercer single del álbum, pero ya veremos si al final esto es así. Últimamente Gaga solo suele poner la carne en el asador con los dos primeros sencillos. Melódicamente es inapelable, una melodía pop que atrapa desde el primer momento y donde no hay descanso. Ya de entrada tenemos la voz de Gaga que se muestra más poderosa que nunca, en un tema donde Gaga nos habla de una conexión tan fuerte con la persona amada que podrías desvanecerte en ella, una visión totalmente poética además de romántica.

6. “Killah”: Se trata de una colaboración con el músico francés Gesaffelstein, un dj y compositor que ha trabajado para Kanye West, Daft Punk, The Weeknd o Jean Michel Jarre por solo citar unos pocos. Junto a Gaga construyen un tema de puro electro-funk que parece una mezcla entre el “Fame” de Bowie, pero que también suena mucho a Prince. Uno de los aspectos de este “Mayhem” es que las influencias están más claras que nunca y que Gaga no tiene ningún reparo en mostrarlas. En cualquier caso una canción muy disfrutable.

7. “Zombieboy”: Se trata de un tributo a Rick Genest, el llamado “Zombieboy”, un conocido modelo famoso por llevar todo su cuerpo tatuado, desgraciadamente fallecido en 2018. La canción tiene un marcado estilo años 80 que puede recordar a la Madonna de esos años, incluso las guitarras son tremendamente ochenteras. En todo caso se trata de toda una celebración, una canción positiva y divertida, que es el mejor homenaje que Gaga podía hacer a su amigo.
8. “LoveDrug”: Como su título indica es una especie de comentario sobre el poder del amor como adicción para bien y para mal. En realidad, es un tema muy pegadizo donde encontramos influencias rock y dance mezcladas de forma muy hábil creando un tema que puede recordar a algunos del álbum “Born This Way”. En todo caso una canción bailable que nos muestra una Gaga capaz de reciclar de manera inteligente etapas anteriores de su carrera.

9. “How bad do U want me”: Escuchando la melodía de esta canción es inevitable que nos venga a la cabeza el “Only you” de Yazoo, no se trata de un sampleo, más bien es una reinterpretación en plan homenaje que la verdad funciona muy bien, aunque el estribillo va completamente por otro lado lo cual le da un contraste a la canción muy interesante. El título de la canción hace referencia a la imagen de chica mala que proyecta Lady Gaga ante los medios y la persona real que se esconde detrás, de alguna manera es de esas canciones que es una especie de dialogo con su público.

10. “Don't call tonight”: Este tema nos muestra un sonido bastante ochentero pero combinado con sonidos más actuales y unas muy oportunas guitarras rítmicas a lo chic. Todo esto unido a la potente voz de Gaga nos deja un tema que podría ser un single perfectamente. A nivel de letra Gaga juega con el desencanto para finalmente superarlo y conseguir cierto empoderamiento.

11. “Shadow of a man”: Muy conectada con la canción anterior en cuanto a sonido ya que los sonidos de los 80 ahí siguen, más presentes incluso, con un pequeño toque de ese caniche metal ochentero. También sigue el tema del empoderamiento ya que claramente Gaga no quiere estar bajo la sombra de un hombre que es algo que siempre declaró a lo largo de su carrera. Sin duda otra canción que podría ser otro single.

12. “The beast”: Gaga ha dejado los temas más lentos o medios tiempos para la parte final del disco. En esta balada el piano es protagonista y Gaga suena realmente emotiva. Trata, en mi opinión, sobre el hecho de irse transformando poco a poco en una relación, algo que a veces no es nada agradable pues te obliga a aceptar tus defectos y en definitiva tu propia naturaleza.

13. “Blade of grass: Seguimos con otra balada que nos va mostrando el camino hacia el final del disco. Aquí destaca sobre todo el piano que esta omnipresente en toda la canción, así como algunos toques de guitarra acústica. Nos encontramos ante una canción emocionante sobre el hecho de pasarse la mayor parte de la existencia sola para finalmente encontrar a la persona con la que vas a compartir tu vida. La voz de Gaga suena casi rota sobre todo en un estribillo bastante épico al que se van añadiendo diferentes elementos haciendo que el tema suene muy cinematográfico.

14. “Die with a smile”: El tema sin duda más criticable del disco, se trata de una balada muy comercial que tiene el aliciente de contar con Bruno Mars, que ya de por si es una baza para el éxito. El tema es azucarado a mas no poder, pero también hay que decir que es muy efectivo. Eso sí, no encaja ni a tiros con el resto de temas del disco y eso que Gaga se ha cuidado de posicionar los temas más lentos al final, pero ni aun así. Se nota claramente que nunca formó parte del proyecto, pero el asombroso éxito mundial que consiguió ha hecho inevitable su inclusión para poder impulsar las ventas del álbum, pero más bien lo podríamos considerar un bonus track.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Mayhem” es un disco magnifico de una variedad muy rica, desde sonidos electro goth a pop ochentero pasando por glam o techno. En cuanto a producción está bastante compensado, incluso es una producción elegante por momentos y no peca de esa sobreproducción muy característica de varios de sus discos y que restaba puntos al resultado final.

Aunque la estética de esta etapa de Gaga es claramente gótica, esto no es reflejo del álbum. Sí es cierto que “Mayhem” hasta cierto punto hace honor a su nombre y existe ese desorden, pero siempre en el buen sentido. Lo que hay es una serie de registros diferentes que nos hacen remarcar la versatilidad de la artista, pero todo está perfectamente encajado en el disco salvo el comentado “Die with a smile” que está metido con doble calzador.

Tanto critica como publico han acogido este álbum con verdadero entusiasmo y claramente la artista se encuentra en uno de sus mejores momentos, donde puede literalmente hacer lo que le dé la gana. “Mayhem” ha sido número 1 en 23 países en el momento de escribir este artículo. Ya “Chromatica” sería muy bien recibido y nos devolvería una Gaga con ganas de hacernos bailar y que echábamos bastante de menos. En este sentido “Mayhem” no es un álbum continuista, sino que aparece como una nueva era en la carrera de la diva y sin duda es uno de sus mejores discos.

La buena acogida del álbum ha propiciado una gira mundial donde todo el papel está vendido, una absoluta barbaridad que pone de manifiesto la enorme demanda que tienen los shows de Gaga y el excelente momento de popularidad que está viviendo en esta nueva fase que la tendrá bastante tiempo ocupada. Y después, ¿quién sabe? Gaga, afortunadamente, es imprevisible y nos podrá dar más de una sorpresa, ya sea musical o de otra índole.

Texto: Alfredo Morales.
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Concierto Miqui Puig. Madrid (07-11-2025)

La distancia geográfica no era tanta, pero sí la distancia temporal. Desde que acudimos en la primavera de 2017 a la sala Costello a ver la presentación del notable lp “Escuela De Capataces”, no habíamos tenido ocasión de volver a Miqui Puig en el escenario. Nos hicimos eco de la fecha fijada para este pasado viernes 7 de noviembre de 2025 ya hacía un tiempo, pero fue en la semana previa cuando fuimos cogiendo impulso y generándonos muchas ganas de ver la propuesta que Miqui estaba explicando en algunos medios.
El concierto estaba previsto para que se hubiera llevado a cabo en la sala Changó, pero pocos días antes se cambió el recinto a favor de la sala Upper del Teatro Magno, un sitio que no conocíamos y que considero se ajustó perfectamente a la propuesta para la ocasión.
El concierto estaba planteado como una sesión sin pausa. Es una fusión entre 2 de las facetas artísticas principales de Puig, la de cantante y músico con la de dj. Miqui se presentó puntualmente a las 21.00h sobre el escenario acompañado de 2 músicos y arrancó hora y media de música, lleno de himnos de la trayectoria de Miqui Puig y Los Sencillos, tal y como rezaba la promoción del evento.
Se empezó con fuerza con la contundencia de temas como “Raros” y situando también en esos primeros instantes la acertada “Los Módena”. En esos primeros compases, para empezar a buena velocidad, se seleccionó también “Todo va bien (de momento)” de Los Sencillos. Realmente no fue un inicio, sino una línea a seguir durante todos los minutos de actuación. No hubo espacio para baladas, momentos íntimos o incluso medios tiempos. Todo se expuso en alto nivel de potencia, bases y ritmo.
No tardó mucho en aparecer “Bonito es”, que sonó rápida y briosa. Con todo, fue de las canciones que tuvo vuelta en el tramo final, algo como sucedió con “Vos trobava a faltar”, que apareció levemente en los primeros segundos del concierto y que fue a su vez de las encargadas en poner el broche a los 90 minutos de partido de presión alta junto a la efectiva y muy apropiada “Viva acid house”.
Siguiendo comentando el tramo inicial, muy al principio apareció Jeanette sobre la pantalla de fondo, lo cual nos avisaba que venía ni más ni menos que un clásico de la talla de “La puta canción de amor en la que el chico gana” de aquel maravilloso debut en solitario “Casualidades”. Muy importante es otro himno de los últimos tiempos (aunque ya haya pasado un tiempo desde que se editó “Escuela De Capataces”) como es “El chico que gritaba acid”; su “no hay futuro, no queda hielo” es verso relevante de la discografía de Puig y bien reflejado quedó en la noche, además expuesto en la pantalla de fondo.
Hay que destacar muy en positivo la pantalla de fondo, las cuales se aprovecharon muy bien con proyecciones de cine clásico, muchas del género musical de baile, que acompañaban bien la puesta en escena de las canciones; en este apartado, me gustó mucho cuando pusieron una escena de la soberbia “Network” de Sydney Lumet. Miqui Puig es un tipo con un conocimiento cultural brutal, no solo en el sector de la música, y las proyecciones escogidas pusieron de manifiesto lo dicho.
Muy curioso fue descubrir una versión en italiano del “Eyes without a face” (“Occhi su di me”) de Billy Idol. Arriba les hemos insertado el momento. Otra versión fue el “No estaría mal” de The Free Fall Band, grupo al que Miqui hizo discurso en su defensa y valía en la introducción. Cerrando de comentar el apartado de versiones, tampoco faltó el “Se fuerza la máquina” de Gato Pérez, muy querida por los seguidores de Los Sencillos.
Hubo, ya avanzada la actuación, un combo muy efectivo que destacó dentro del aluvión de potencia (ahí es nada) que fue encadenar “Drama” y “Doctor amor”. En lo personal me gustó mucho que apareciera por ahí, aunque no en versión larga, “Phutbol”; quedó bordada con mi querido Maradona en la pantalla de fondo, calentando antes de un partido en los tiempos del Nápoles.
En el tramo final sumaron también lo suyo que estuvieran presentes “El sirviente” y “Totalmente a favor”, la cual no me esperaba tanto que fuera de la partida. Al acabar el concierto me compré el libro “Yo No Quería Ser Miqui Puig”, con las memorias musicales de Miqui, el cual amablemente me dedicó a mi familia, aprovechando para saludarnos después de tanto tiempo.
Fue una gran noche para Miqui Puig, llevando a cabo esta particular rave, como alguna asistente calificó al espectáculo cuando saludaba a Miqui al terminar el show. Buena respuesta por parte del público, tanto en asistencia como en actitud. Le confesé a Miqui que este show fue uno de los más intensos que he vivido y he asistido ya a unos cuantos conciertos a estas alturas de mi vida. Me dio la sensación de que Miqui y sus músicos tuvieron que terminar agotados, como también lo terminamos los asistentes, aunque muy satisfechos del espectáculo y repertorio vivido.
Espero que no pase tanto tiempo hasta que tenga una nueva ocasión de volver a ver a Miqui Puig en directo. A buen seguro la propuesta que nos traiga será novedosa con respecto a las ocasiones previas que he tenido con Miqui. Miqui es una persona inquieta, nada acomodaticia y eso es algo que se nota y muy de agradecer para los que gustamos de seguir su trayectoria y acudir, cuando la vida nos lo permite, a verle sobre un escenario. Hasta la próxima sr. Puig. Terminamos agradeciendo a Pilar González y Gloria González de G-News que contaran con “DMR” para poder informarles de este concierto.
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viernes, 7 de noviembre de 2025

Realización programa Miguel Bosé “Bandido”

Ahora sí. Este sábado 8 de noviembre de 2025 arrancará nuestra 17ª temporada. Será a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). Esperamos que el programa sea de su agrado y no falten a la cita, la cual ha tenido que ser aplazada en 2 ocasiones por motivos personales.
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jueves, 6 de noviembre de 2025

DMR cubrirá el concierto en Madrid de Miqui Puig (07-11-2025)

Aunque la distancia física entre la sala Costello y la sala Upper del Teatro Magno es escasa, la distancia temporal entre el último concierto en el que vimos a Miqui Puig, aquella noche junto a su ACP, y la cita de mañana sí que es mayor.

El hecho de que no veamos a Miqui en directo desde 2017 es uno de los alicientes personales que se suman a que la propuesta del show ("Canciones, solo himnos y hits"), según lo comentado por el sr. Puig en entrevistas recientes, es realmente interesante.

Se ha producido un cambio de recinto, ya que originariamente el concierto se iba a celebrar el la sala Changó. Anoten bien: Sala Upper del Teatro Magno en la calle Cedaceros de Madrid. La fecha, mañana 7 de noviembre de 2025 y la apertura de puertas es a las 20.00h.

Agradecemos a Pilar González y Gloria González de G-News que hayan contado con "Discos, música y reflexiones" para poder informar de este notable concierto de un artista al que admiramos desde hace más de 3 décadas y así poder narrarles en días posteriores con extensa crónica.
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viernes, 31 de octubre de 2025

Depeche Mode - Some Great Reward (1984)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Vuelta en “DMR” a uno de mis grupos favoritos. Escogimos hoy un disco para nada menor. De hecho, diría que “Some Great Reward” es el trabajo que marca el inicio de todo.

Tras tomar Martin Gore las riendas compositivas en “A Broken Frame”, salvando los muebles, e ir afinando el tiro con “Construction Time Again”, donde ya encontramos aciertos plenos como “Everything counts”, en 1984 el cuarteto, ya bien afianzado con Alan Wilder, daría un paso más allá, sellando un disco que demuestra una evolución madurativa y que va dando pistas del viraje más oscuro que tendrán sus composiciones a partir de ahora.

Es el final de la primera etapa, si cabe más definido por el recopilatorio que se editó tras este lp y que además es el último que muestra un enfoque claramente pop, más allá de los matices que tiene.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Something to do”: El disco empieza frenético con “Something to do”. Oscuridad y obsesión a partes iguales, con un ritmo de base latente y agitado, que nos pone ya acelerados desde el comienzo de “Some great reward”. David afronta una interpretación con cierta desesperación en su tono, bien escudado en coros por Martin en el reiterativo estribillo. En las partes instrumentales se aprecia el toque industrial techno que es definitorio del estilo de la obra.

2. “Lie to me”: Pasamos ahora a un pasaje más sugerente y sombrío. Diría que “Lie to me” es incluso sensual y hasta sexual. Se aprecia no solamente en su melodía instrumental y sus arreglos, sino también en la interpretación de David Gahan. La considero una joya oculta, siendo una de mis predilectas del disco desde primeras escuchas. Martin percute en coros nuevamente.

3. “People are people”: Llegamos al primer single del disco, no solamente en orden de aparición a nivel de promoción, sino también en el track list del lp. Esto es un signo de que “Some Great Reward” es un disco pleno de confianza, ya que no precisa de situar en los 2 primeros lugares uno de los singles para arrancar con fuerza y aplomo. “People are people” muestra ese estilo techno-industrial, claramente en las percusiones y sonidos metálicos, conformando una canción rotunda, contundente, pero de estructura fuera de lo habitual. David canta de forma casi sincopada, con buen apunte de una frase de Martin Gore. Me gusta mucho en general, pero el final, precisamente con esa frase de Martin repitiéndose en primer plano con David de fondo también en forma cíclica, es fabuloso. Contó con un videoclip muy de la marina o de la armada, con el grupo maniobrando en un portaaviones.

4. “It doesn’t matter”: Llega un capítulo casi de despedida de la primera etapa de Depeche Mode con esta pista cantada por Martin Gore. Tiene un toque juguetón, pero a la par ofrece algo amargo en lo que transmite, le noto cierta angustia. Buena compañera de álbum para seguir sin patinazos y nos sirve de hito para luego prestar atención a “It doesn’t matter two”, canción del siguiente “Black Celebration”, donde el enfoque ya es claramente oscuro y sombrío.

5. “Stories of old”: Quizás la canción menos evidente del disco, lo cual es mucho decir, sea “Stories of old”. Ofrece giros realmente interesantes, con partes tremendamente acertadas y claros aciertos melódicos. Aquí acaba la cara “A” y creo que es muy acertado cerrar así este primer sector del lp, en el que solamente hay un single entre las 5 canciones. También la considero una pequeña joya oculta, siendo curiosamente una de esas canciones que se te olvidan con el paso del tiempo, pero que cuando recuperas el disco te alegran sobremanera la escucha.
6. “Somebody”: Es curioso arrancar así la cara “B”, pero es que “Some Great Reward” es un disco que rebosa seguridad. “Somebody” es una balada preciosa, con Martin a la voz, basada en una sencilla y emotiva melodía de piano. Un pequeño clásico y que fue single como doble cara “A” con “Blasphemous rumours”. Videoclip muy sencillo, con Martin en primer plano cantando. 7. “Master and servant”: Seguimos con singles y en este caso con otro capítulo lleno de efectos de percusión que marcan la personalidad de “Some great reward”. Es una canción donde lo que brilla no es el estribillo, sino pasajes de las estrofas donde la letra acierta de pleno. El videoclip muestra al grupo con imágenes en croma de edificios, llevando el juego del amo y el esclavo más a lo social que a lo sexual, con cierta lógica para evitar censuras.

8. “If you want”: Igual que el disco arrancó obsesivo, en penúltimo lugar nos presentan a esta “If you want”, que es la hermana de disco de “Something to do”. No sabría decir muy bien con cuál quedarme de las 2 en este sentido de sonido acelerado e inquietante. Quizás me convenza un poco más “Something to do”, pero “If you want” es un episodio destacado dentro de la obra en el sentido de afianzar las pautas principales de la obra, en ese nervio de base rítmica y toque techno-industrial.

9. “Blasphemous rumours”: Disco grande “Some Great Reward” que acaba a lo grande con otro de los singles del disco. Es curioso que se acabe con la canción que yo considero que fusiona de forma más clara las 2 etapas de Depeche Mode. Y es que el estribillo, con un toque de pop ingenuo, contrasta de forma brutal con el oscurantismo de las estrofas, no solamente en la nocturna melodía, sino también en la controvertida letra. Gran canción con videoclip oscuro, con alguna luz de neón de fondo que ilumina la oscuridad presente. Final de disco colosal.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
El resultado del disco fue exitoso. Los singles funcionaron bastante bien y el grupo ya contó con una gira internacional notable de la que quedó un ítem en vhs ya mítico titulado “The World We Live In And Live In Hamburg” (parafraseando la letra de “Somebody”).

Más allá del resultado comercial, que también es importante, el disco supone que en el 4º paso de su disco y 3º desde la marcha de Vince Clarke, el grupo ya se había asentado y madurado. El sonido es innovador, rompedor y las melodías son bastante acertadas. Las letras de Martin también funcionan bien y comienzan a ser más incisivas y menos ingenuas, notando una gran distancia entre lo hecho 2 años atrás en el 2º disco de estudio del grupo.

Ya desde la portada, quizás mi favorita del grupo, con esa pareja de recién casados en mitad de un polígono industrial, se aprecia que el disco tiene algo especial. Lo que vino después fue el viraje a la oscuridad tras los 2 singles nuevos que se incluyeron en el recopilatorio que ponía el fin a esta primera etapa del grupo. “Black Celebration” es mi disco favorito del grupo, pero “Some Great Reward” me parece un trabajo impresionante y que marca un inicio de camino por parte de DM muy interesante en lo creativo que se alargará más de una década. Imprescindible.
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viernes, 24 de octubre de 2025

2º aplazamiento programa Miguel Bosé “Bandido”

Debido a motivos personales familiares muy graves de uno de nuestros colaboradores, nos vemos obligados a posponer por 2ª vez el arranque de nuestra 17ª temporada. Esperamos que el día 8 de noviembre de 2025 podamos finalmente iniciar la nueva andadura.
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viernes, 17 de octubre de 2025

Katy Perry - 143 (2024)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
La única vez que Katy pasó por aquí fue con el mayúsculo “Teenage Dream”, que incluso tuvo su programa de radio en nuestras primeras temporadas. Reconozco que a Katy le dejé de seguir la pista principal hace más de una década. Me quedé, si no recuerdo mal, en el “Chained to the rythm” de “Witness” de 2017 ni más ni menos. Sin embargo, cuando me enteré de que este año venía por Madrid y a falta de oportunidades con Lady Gaga, decidí animarme a intentar coger entrada y tuve suerte (que en los días actuales no es moco de pavo).

Por ello, en los últimos tiempos he intentado ponerme al día con la discografía de Katy Perry y he estado metido en “Smile” y “143”. Hablando de los antecedentes, “Smile” es un disco difícil para la artista, encuadrado en una época personal y general con muchas aristas. Sin embargo, creo que es un disco válido y que deja momentos reconocibles dentro de lo que es la obra de Katy, aunque a ratos se ve un punto de madurez en ciertos pasajes, lo cual deriva de lo explicado en lo personal y en aquellos días de pandemia dura.

Con el disco que hoy nos ocupa, último hasta la fecha y el que motiva el tour mundial al que asistiré el día 11 de noviembre de 2025 en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, Katy recupera más su sentido pop y lúdico, además arriesgando en ciertos episodios menos inmediatos a priori. Vamos con él.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Woman’s world”: El disco arranca con un tema potente. Uno de los singles, con llamativo videoclip de factura muy feminista. Me llama la atención que la factura de esta canción me evoca más a Lady Gaga que a la propia Katy. No sé si serán las bases o las notas del estribillo. La canción es rotunda y potente y muy pegadiza.

2. “Gimme gimme”: Llegamos a la primera pieza con tintes de neo rap y la primera colaboración, en este caso con 21 Savage. No está mal “Gimme gimme”, siendo una pieza claramente fácil de recordar incluso en la primera escucha. En el sentido pop no es que sea la canción más atinada, pero no es el terreno en el que se mueve.

3. “Gorgeous”: Ahora le toca un dueto con Kim Petras, no dejando de lado el sector más rapero de “143”. Resulta curiosa la canción, con un toque oscuro y farragoso. Sin ser el estilo musical que más me llame del álbum, he de reconocer que tras varias escuchas, no es una pieza que me moleste.

4. “I’m his, he’s mine”: Más colaboraciones, ahora con “Doechii”, y poco a poco se va alejando del rap, aunque no del todo y además más adelante se volverán a esas formas. Creo que este single es el más arriesgado de todos, más allá del llamativo videoclip con Katy volando y tumbada en el capó de un coche en movimiento. No siendo precisamente mi sencillo favorito de “143” está fuera de todo debate que es una canción llamativa y que no deja indiferente. Muchos no cogieron el punto a su cierto ritmo sincopado en la melodía vocal ni a sus tarareos.

5. “Crush”: La canción más disco de todo el álbum es “Crush”. Muy movida, rítmica, bailable y con unos tarareos nuevamente, al igual que pasó en la predecesora. Las bases son muy animadas y el estribillo es verdaderamente atinado, con Katy moviéndose en tonos agudos de su registro vocal.

6. “Lifetimes”: Creo que “Lifetimes” es de las mejores canciones del disco. Es una canción sin discusión, sencilla, con una estructura directa y un buen sentido del ritmo. Escogida como single, contó con un videoclip de esos que causan envidia, con Katy disfrutando de Ibiza y Formentera, bien sea en sus paradisiacas playas o en sus animados locales nocturnos. Lo de vomitar en los ferrys es algo que yo experimenté 10 años de lo que Katy muestra al acabar el videoclip. Creo que ya puede ser considerada como uno de los clásicos de la cantante que ha dejado este “143”.
7. “All the love”: Tema muy bailable este “All the love”, con un estribillo directo e impecable. Es de esas canciones que suelen agradarme dentro de los listados de los discos, es decir, de esas que no son singles, pero que tienen un cierto encanto. Una pequeña joya oculta, sin mayores pretensiones, pero que acierta en el ritmo y melodía.

8. “Nirvana”: Es curioso que a ratos “Nirvana” me evoca a “Paninaro” de Pet Shop Boys, ¡qué cosas! Es una de las canciones quizás más oscuras, aunque de factura pop, de “143”. No tiene una estructura fácil, con puentes que rompen mucho el ritmo y con otras partes donde las notas de base son rotundas y potentes. No es un mal complemento de disco para afrontar el tramo final.

9. “Artificial”: Llegamos a otro de esos capítulos de cierto toque de rap de los últimos tiempos que abundaron sobre todo en el arranque del disco y que precisamente no son los que más me enganchan por cuestión de gusto personal. Lo que más me gusta es el puente de la canción, lo demás no conecta demasiado conmigo, siendo el tema de este estilo que menos me llama la atención del lp. Otra de las colaboraciones del disco, en este caso con J.I.D

10. “Truth”: Mucho mejor me entra “Truth”. Empieza con el estribillo, donde destacan los coros agudos que le dan un punto muy acertado. “Truth” se sigue moviendo en este punto de cierta oscuridad que nos acompaña desde hace unas cuantas canciones y que muestra a “143” como un trabajo en parte más nocturno o sombrío. No obstante, si no han escuchado aún el disco, no se piensen que Katy Perry se ha marcado su “The Dreaming” de su tocaya Bush; por ahí no van los tiros. En definitiva, una canción digna que apuntala el conjunto del disco en su papel de canción gregaria que no es single.

11. “Wonder”: “143” acaba propiamente con “Wonder”. No me convence excesivamente este cierre por el giro repentino que pega el disco tras una parte más oscura que a ratos resulta muy interesante. Aquí nos metemos en una canción de corte emotivo, curiosamente con unas bases muy movidas. El estribillo es claro y de fácil memoria. Remata la canción y el minutaje principal del disco con la voz de Katy aniñándose. Bien es cierto que es una canción lógica de cierre, pero lo que no me cuadra es por la deriva que el disco había tomado tras “Lifetimes”. Hay bonus tracks por ahí que resultan bastante interesantes y que hubieran sido merecedores perfectamente de formar parte oficialmente de “143” y de su listado principal como la muy pop, ligera y luminosa “I woke up”, la sensual y relajada “Has a heart” (notable joya oculta, quizás mi preferida de los bonus), la llevadera y amable “No tears for New Years’” o la bullanguera y animada “Ok”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
El disco se presenta con una portada llamativa con Katy envuelta en transparencias plásticas y rodeada de una aureola rojiza. “143” no ha tenido un resultado como en su día “Teenage Dream” o “Prism”. Lejos de ello. De hecho, alguna crítica bastante feroz he visto en contra del disco. Creo que es un trabajo que está bien, más allá de que quizás ciertos riesgos no salgan del todo bien. Es una obra reconocible de Katy Perry, con un estilo en general que no se va mucho de su halo y que partiendo del transcendental “Smile”, busca a ratos divertirse dejando también espacio para partes más intrincadas.

Se compone de canciones en muchos casos inferiores a 3 minutos, con lo que es bastante inmediato en general incluso en los episodios menos directos. Además, ha dejado claramente canciones que ya son pequeños hits o clásicos dentro de la obra de Katy, como los singles “Woman’s world”, “I’m his, he’s mine” y para mí, sobre todo (no en vano da el nombre a la gira) “Lifetimes”.

Ahora nos queda ver qué tal está sobre el escenario Katy Perry y qué espectáculo nos tiene preparado. Veremos qué tal reacciona la masa de fans a las canciones de “143” y qué escrutinio de temas, además de los singles, incluye de las 11 canciones que lo forman.

Katy sigue siendo una estrella mundial y con una repercusión enorme incluso a nivel publicitario, ya que más allá de haber anunciado alguna plataforma de comida a domicilio, es actualmente imagen de algún perfume, compitiendo en ese terreno con mi también admirada Dua Lipa. Habiéndome puesto al día con su discografía, creo que Katy no lleva una mala trayectoria discográfica, siendo bastante coherente con su trayectoria en general. Ahora me queda en poco menos de un mes poner remedio a que en junio de 2009 no me animara a ir al mismo recinto cuando giraba esta chica con su “One Of The Boys”.
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sábado, 11 de octubre de 2025

Aplazamiento programa Miguel Bosé "Bandido"

Por motivos personales que afectan a uno de nuestros colaboradores, tenemos que aplazar el programa previsto para hoy sobre "Bandido" de Miguel Bosé.

Confiamos llevarlo a cabo lo antes posible, una vez se solucione la situación actual. Hoy a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) podrán escuchar una vez más la repetición del último programa de la pasada temporada dedicado a The Smiths y su disco "The Queen Is Dead".
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viernes, 10 de octubre de 2025

Temporada 17/ Programa 1: Miguel Bosé y "Bandido" (1984)

Empezamos la temporada 17 por la puerta grande de la mano de un artista y un disco sin discusión. "Bandido" es el punto de arranque de un nuevo Miguel Bosé, más internacional y atrevido en su propuesta musical. Un disco excelente, apoyado en 2 canciones míticas, pero que ofrece mucho más.

La cita será este sábado 11 de octubre de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), nuevamente en riguroso directo. Está previsto que seamos más de 2 voces los que debatamos sobre Bosé y este notable ítem de su discografía.

No falten a la cita. Les esperamos.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: https://www.ruah.es/emision-online/
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lunes, 6 de octubre de 2025

DMR estrena su 17ª temporada en las ondas

De momento, continuamos. Una temporada más. Este próximo sábado 11 de octubre de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) empieza la 17ª temporada de radio de "Discos, música y reflexiones".

No hay novedades. El funcionamiento seguirá siendo el mismo. Cada 2 sábados un nuevo programa, con nuestros parones por Navidad y Semana Santa y llegando hasta comienzos de junio, dando lugar, salvo imprevistos, a entre 11 y 15 nuevos capítulos.

Las ganas están renovadas y nuestra ilusión por realizar esta altruista tarea de difusión cultural sigue en pie. Acompáñennos, pues tenemos en mente discos muy interesantes para analizar durante esta temporada. Les esperamos en el debut este sábado; en próximos días informaremos sobre qué disco hablaremos. No falten a la cita.
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viernes, 3 de octubre de 2025

David Bowie - Earthling (1997)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Los 90 fueron una década peculiar para David Bowie. Tras la experiencia de formar una banda, con el proyecto Tin Machine, su retorno en los años 90 no tuvo un éxito comercial notable, al menos en los resultados en listas. Desapercibido no pasó, porque eso sería poco menos que imposible, pero no tuvo un pelotazo como en los 70 o en los 80. O sea, a modo de ejemplo, un “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (1972) o “Lets Dance” (1983).

Ello no quiere decir que los noventa fueron una época yerma, o carente de interés. Al contrario, esta década tiene algo de fascinante, donde Bowie usa su innato sentido de la libertad para expandir más sus sonidos. Podemos comenzar mencionando “Black Tie White Noise” (1993), en general bien recibido y que era una mixtura de varios géneros, utilizando el cimiento de unir rock y electrónica, con excursiones al soul, hip hop o jazz. Su single principal “Jump they say” es un pequeño clásico y aún se recuerda como uno de los éxitos del Bowie de la época.

La cosa se puso más extraña con su siguiente disco, con un intento de banda sonora publicada como disco regular y una de las obras más ignotas del inglés. Se trata de “The Buddha Of Suburbia” (1993), que no tuvo mucho éxito o movimiento. Tras algún recopilatorio en 1995 llegó “Outside”, un disco con algo de kamikaze. No por nada significó el retorno de Brian Eno como colaborador y asociado artístico. Fue una inmersión profunda en la electrónica, de una manera más fiera y marciana, con bastantes toques industriales y vanguardistas.

Encima era un disco largo, de más de 70 minutos, y de carácter conceptual, siguiendo un hilo tan abstracto y distópico que cuesta encontrar sentido de la unidad. Pero es interesante y quedan momentos inspirados. Recuerden su dueto “Hallo spaceboy” con Pet Shop Boys (mucho más pop que la áspera versión del disco) y “The hearts filthy lesson”, que mostraba su lado más industrial y fue utilizada por David Fincher en los créditos finales de “Seven”.

Hablando ya de “Earthling”, es un disco que continúa la línea sonora de “Outside”, pero más focalizado y con una naturaleza más terrenal. A lo industrial y al drum and bass, se une por ejemple el jungle. No obstante, es un disco agreste, que juega bastante con la distorsión y tiene un enfoque del ritmo potente y peculiar. Creo que es una de las joyas escondidas de la discografía de Bowie. Es vanguardista sin ser obtuso, melódico sin caer en clichés, y con unas más que interesantes ideas donde también es partenaire Brian Eno y el guitarrista Reeves Gravels, (ahora en The Cure) Aprovechamos, pues, para ir desmenuzando la obra canción a canción.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Little wonder”: Inmejorable forma de comenzar un disco. Una canción galopante, enérgica, bailable y distorsionada. Las guitarras de Reeves Gabrels lanzan acordes ruidosos, la percusión es rapidísima y los acordes electrónicos son punzante. Eso sí, el estribillo es pura energía rock, permitiéndose incluso aumentar de intensidad en las diversas repeticiones. Tiene más partes instrumentales que la versión single, que constituyen una especie de trance bailable. El vídeo está dirigido por la siempre peculiar Floria Sigismondi. La letra es una especie de jueguecillo de fluir de conciencia donde Bowie mete a capón los nombres de los Siete Enanitos en diversos contextos.

2. “Looking for satellites”: Bajamos un poco las revoluciones en lo que al inicio parece una canción estrambótica, fumada y algo robótica. Luego entra un estribillo que le da vidilla, pero en general esta canción destaca sobre todo por su estructura extraña y su flirteo con la vanguardia. No hay más que fijarse en los extraños sonidos de guitarra de Reeves Gabrels, y en su solo final. Lo bueno es que según se avanzan las escuchas se van pillando más detalles.

3. “Battle for Britain (The letter)”: Ritmos jungle bastante ágiles y frenéticos. De hecho, los primeros momentos casi parecen un calco de “Little wonder”. Después se convierte en un rock electrónico, cosa nada extraña para la época, que se corona con un extribillo con un tono muy característico de Bowie. Por ahí en el medio hay un especie de improvisación pianística de jazz y otras lindezas que al final dejan la canción como un todo abigarrado y peculiar. Tiene algo como de nerviosos y psicótico. 

4. “Seven years in Tibet”: El patrón de percusión recuerda al de “Nightclubbing” de Iggy Pop”. Tiene arreglos muy familiares para Bowie, como esos saxofones oscilantes que aparecen de cuando en cuando. Es una canción, de hecho, con muchas coordenadas del británico. Ojo, a la furibunda entrada de guitarras y batería en el estribillo, momento en que la canción se convierte en un rock alternativo noventero, pero llevado al terreno Bowie. Interesante canción. Fue single, y se inspira en un libro del mismo nombre, en la que también se inspiró la película que casi se estrenó por aquellas fechas, interpretada por Brad Pitt, pero que no tienen nada que ver entre sí.

5. “Dead man walking”: Canción de potentes bases electrónicas y orientación dance, que se mezclan a las mil maravillas con las guitarras de Reeves Gabrels, que suenan casi industriales. Es uno de los momentos más lúdicos del disco; una canción contundente y divertida, con el toque marciano justo y una sensación menos laberíntica. Fue el tercer single del disco.
6. “Telling lies”: Las bases jungle, como en otros momentos del disco, dan un toque de rapidez algo paranoica. Esa sensación se intensifica más si cabo, con algunos de los efectos y ruidos que dibujan la canción. El estribillo es más o menos memorable, aunque la estructura del resto de la canción puede despistar un poco.

7. “The last thing you should do”: Es una canción que se reconvierte, comenzando como un tema dance, elegante, misterioso, para luego pasar a convertirse en un trallazo de rock industrial de guitarras abrasadoras, transformarse en una especie jugueteo con beats, y acabar rescatando la parte inicial. A esta canción se le va cogiendo la gracia, aunque al principio sea algo áspera y tenga esa estructura peculiar que tienen muchas de las canciones de “Earthling”.

8. “I’m afraid of americans”: La canción más directa del disco, y uno de sus momentos más recordados. Entre el techno y el rock industrial. Tenemos entre manos un pelotazo de unas estrofas tranquilas, pero algo inquietantes y un estribillo arrollador y enérgico que es casi una catarsis. La letra es una sátira de algunos aspectos de EE.UU a través del dibujo del personaje de un tal Jonny. Se nota que Bowie frecuentaba a Trent Reznor, líder de los Nine Inch Nails (habrá que hablar de ellos algún día), pues la canción tiene un deje que puede recordar a la banda señera del rock industrial. Además, el propio Reznor hizo seis remezclas distintas de la canción y a aparece en el vídeo musical aterrorizando al pobre Bowie. Existe una versión previa que entró en la banda sonora de “Showgirls”.

9. “Law (Earthlings on fire): El colofón del disco apela a su faceta bailable, con bases electrónicas contundentes y filigranas de guitarras distorsionadas por encima. Puede resultar algo machacona, pero mete un chute de adrenalina notable. Así debe entenderse, para que cobre más sentido; es una canción como de garito chungo, una despedida sudorosa y cinética, aunque no sea particularmente suntuosa.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Earthling” puede llamarse, sin lugar a duda, como una joya escondida dentro de la discografía de Bowie. No se trata de una referencia demasiado esotérica o ignota, pero son muchos los títulos míticos de Bowie que pueden opacar a este disco., y es refrescante perderse en la discografía de ciertos artistas. La recompensa es encontrarse con un disco algo marciano y notablemente peculiar, pero contundente, y nunca aburrido. Combina perfectamente la tendencia de mezclar rock y electrónica de la época, y añade un estimulante toque de vanguardia.

Más normalillo es el siguiente disco, “Hours” (1999), dentro de lo que cabe. Fue el primer disco que estuvo enteramente disponible para descargárselo (legalmente, se entiende) antes de la salida en formato físico. También influye en el sonido del disco el que primariamente fuera banda sonora de un videojuego. A destacar “Thursday child” o “Something in the air”, que quedaba muy bien en los créditos finales de “Memento”.

El siguiente álbum trajo unas críticas bastante buenas, y una resonancia en Estados Unidos como hacia ya tiempo que no tenía. Hablamos de “Heathen” (2002) al que suele vinculársele la etiqueta de disco “post 11-S”, si bien tan triste acontecimiento en principio no fue una inspiración directa. En este disco ya no estaba Gabrels, volvió Tony Visconti a la producción, y en consecuencia todo parecía más clásico. Se dejó sentir en las radios “Slow burn” y algo menos “Everyone says Hi”.

“Reality” (2003) llegó casi acto seguido, con un sonido directo y buenos momentos de rock. Acaso su desempeño comercial pudo ser mejor si la elección de singles hubiera sido más amplia. “New killer star” solo salió en DVD y “Never get older” lo hizo solamente en Japón. Lo que siguió a esto fue un hiato musical de 10 años, al que puso fin “The Next Day” (2013), tras no pocos rumores sobre su retirada de la música. El disco fue grabado en secreto, incluyendo acuerdos de confidencialidad, y obtuvo unos resultados de ventas bastante buenos, además del beneplácito de la crítica. Sorprendió un poco la melancolía y la nostalgia del single “Where are we now?”, contrarrestada por otros momentos más movidos como la canción título.

La historia de “Blackstar” es triste, ya que como recordarán coincidió con la muerte del propio Bowie. De ahí que el single “Lazarus” resulte estremecedor. Es difícil glosar la carrera o la grandeza de David Bowie en un solo artículo. Es tan inabarcable en su genialidad que podría estudiarse su música durante décadas y quedarse corto. De momento aquí nos hemos centrado en un disco relativamente poco conocido, pero con muchos detalles a disfrutar. No dejen de escuchar a Bowie. Nunca.

Texto: Mariano González.
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viernes, 26 de septiembre de 2025

Concierto Fangoria. Torrejón de Ardoz (21-06-2025)

Ya me cuesta llevar la cuenta de cuántas veces he visto a Fangoria en las fiestas populares de Torrejón; de memoria: ¿2007, 2011, 2015, 2019 y la que nos acontece? Revisaré, porque no estoy seguro. Esto pone de manifiesto que Alaska y Nacho Canut no aburren y que siempre apetece verles una vez más; de lo contrario, no hubiera hecho el esfuerzo de acudir (cuando llevas vida de familia con niños de 2 y 4 años, los planes nocturnos se hacen cuesta arriba).
El concierto empezó con 25 minutos de retraso, cosa extraña en las fiestas de Torrejón, y el motivo era el riesgo de fuerte tormenta que había; finalmente la cosa quedó en un poco de lluvia, pero el viento tampoco se pasó de vueltas, con lo que no hubo problemas durante la hora y media de show de Fangoria.
Fue un repertorio en el que el grupo no se dejó ninguno de los temas potentes y que también apostó por lo más relevante del repertorio de Alaska Y Dinarama/Los Pegamoides. Sorpresas fueron por ejemplo “Hombres” del “Naturaleza Muerta” de 2001, un tema muy destacable, pero que no siempre se incluye en las giras de la formación.
Lo demás abarcó desde hits más recientes como “Dramas y comedias” o “Absolutamente” hasta ejemplos de ya una cierta antigüedad como “Retorciendo palabras”, quizás mi favorita de la discografía de Fangoria.
La sorpresa fue para mí que hicieran una versión de “Historias de amor” de OBK, que no les quedó mal. Del repertorio ochentero destacó mucho “Rey del glam”, que me evocó a mi admirado Tino Casal (se suele comentar que la canción está dedicada a él) y “¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?”, mi mayor debilidad de Dinarama. También me gustó mucho escuchar otra vez “Perlas ensangrentadas” (cuyo vídeo hemos situado arriba de este párrafo), que no es tan evidente en un setlist de Fangoria como sí lo son “Ni tú ni nadie” o “¿A quién le importa?”, que, lógicamente, tampoco faltaron a la cita.

Buen espectáculo en general. Nacho Canut, como siempre, discreto desde sus teclados, Rafa Spunky con un mayor protagonismo en instrumentos que en giras pretéritas y Alaska bien en las voces y siguiendo las coreografías del notable cuerpo de baile que les acompañan. No podemos obviar a la artista invitada Tavi Gallart, que acompañó a Fangoria al saxofón, lo que dio mucho lustre a la interpretación de “Perlas ensangrentadas”, y que también dispuso de unos minutos de protagonismo que aprovechó para ofrecernos su tema “La rara eres tú”.
Se llegó al final. Olvido nos emplazó a comernos patatas en su nombre en la feria y unos minutos después de hacer caso a Alaska y comernos un bocadillo para cenar dentro del recinto, vi a mi amigo David con quien incluso pudimos hacernos una foto con una de las bailarinas del cuerpo de baile de Fangoria.
No sé si habrá más ocasiones de Fangoria en Torrejón de Ardoz, pero si se da la circunstancia, no me importará seguir sumando experiencias de concierto con ellos, ya que estamos ante una apuesta segura.

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martes, 12 de agosto de 2025

DMR finalizó su 16ª temporada en la radio

El pasado sábado 7 de junio de 2025 a las 17.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) finalizó la emisión en directo que había arrancado a las 16.00h habituales de nuestro último programa de radio dedicado a “The Queen Is Dead” de The Smiths, lo que suponía a la vez el final de la 16ª temporada de radio.

Han sido 11 programas de radio los que hemos podido realizar desde que arrancamos en el mes de octubre de 2024 esta temporada. En la gran mayoría las voces que opinaron solamente fueron las de Mariano González y Víctor Prats, solamente apoyadas por la de Julián Fernández en el inicio de temporada y por la de Carlos Caballero en el final de temporada.

La nueva dirección que parece adoptar la Universidad de Alcalá de Henares con respecto a su radio, hace que a la presente fecha nuestro futuro sea incierto. La intención es la de continuar ad infinitum mientras que tengamos una emisora en la que grabar y emitir, pero eso no está del todo en nuestra mano. Con un poco de suerte, nos volveremos a escuchar en octubre y si no… Pues esto habrá sido todo.

Les dejamos el link de nuestro perfil en Ivoox donde podrán encontrar todos nuestros programas y también el listado concerniente a nuestra 16ª temporada a continuación: http://www.ivoox.com/escuchar-audios-abacab_al_7681_1.html

DMR 16-1: La Unión - “El Maldito Viento” (1985).
DMR 16-2: Fleetwood Mac - “Tango In The Night” (1987).
DMR 16-3: Especial DMR en directo (junio-octubre 2024).
DMR 16-4: Javiera Mena - “Otra Era” (2014). DMR 16-5: Chvrches - “Screen Violence” (2021).
DMR 16-6: Manel - “10 Milles Per Veure Una Bona Armadura” (2011).
DMR 16-7: Russian Red - “Agent Cooper” (2014).
DMR 16-8: La Orquesta Mondragón - “Bésame, Tonta (B.S.O.)” (1982).
DMR 16-9: Pulp - “His ‘N’ Hers” (1994).
DMR 16-10: Roxy Music - “Avalon” (1982).
DMR 16-11: The Smiths - “The Queen Is Dead” (1986).
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viernes, 25 de julio de 2025

Programa The Smiths “The Queen Is Dead” (Temporada 16/ Programa 11)


Llegamos al final de nuestra 16ª temporada y quién sabe si de nuestro proyecto radiofónico. Ante la incertidumbre, la intención era cerrar con un programa grande y qué mejor forma que de la mano de un disco tan monumental como el 3er. lp de estudio de The Smiths.

De última hora se sumó Carlos Caballero, líder de La Broma Negra, quien vía telefónica acompañó a Mariano González y Víctor Prats en el coloquio que se llevó a cabo en riguroso directo el pasado sábado 7 de junio de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH).

Fue un programa de buena música y de varias muestras de pasión y reverencia ante este disco tan fabuloso. Por si no pudieron escuchar el directo ni las redifusiones posteriores en el mismo dial, aquí les insertamos el reproductor para su escucha directa y el enlace a su alojamiento en Ivoox por si prefieren optar por su libre descarga: https://www.ivoox.com/dmr-16-11-the-smiths-the-queen-is-audios-mp3_rf_153778358_1.html
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sábado, 28 de junio de 2025

DMR cumple 17 años

A un año de la mayoría de edad. Desde que arrancamos en junio de 2008, aunque suene a tópico, no nos planteábamos llegar hasta aquí. Realmente nuestro funcionamiento habitual, por motivos personales o familiares, resulta difícil de mantener y cada vez más. La novedad última al respecto es que las crónicas de eventos ya son caso sustitutorio de artículo semanal para las revisiones de disco, cuando hasta este último año eran artículos extra o añadidos. La vida no nos da.

La temporada de radio pudo superar la cifra mínima aceptable (salvo pandemia de por medio) de 10 programas, si bien no hemos podido llegar a los 15 deseados.

Aunque nuestro proyecto radiofónico está en el aire, la actividad del blog como tal esperamos mantenerla, por mínima que sea la misma. Así que a celebrar un año más de difusión cultural por nuestra parte, de forma totalmente altruista y desinteresada. Esperemos que sigan acompañándonos como hasta ahora. La foto del presente post conmemorativo, utilizando la portada de un single de Eurythmics que nos viene muy al pelo, la verdad.
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viernes, 20 de junio de 2025

DMR cierra por vacaciones 2025

Salvo algún artículo excepcional de balance de la temporada de radio y el correspondiente a la subida del último programa de la misma sobre “The Queen Is Dead” de The Smiths, que aún está pendiente, nos toca descansar durante 3 mesecitos que nos vienen muy bien para atender otros aspectos más personales y así retomar la actividad a finales de septiembre o comienzos de octubre con muchas más ganas y fuerzas renovadas.

Disfruten del verano, de la buena música y, a recomendación muy particular, no duden en recuperar en formato podcast los programas de nuestra 16ª temporada de radio, los cuales vienen muy bien para la hora de la siesta o antes de dormirte por la noche (de hecho, incluso les puede ayudar a conciliar mejor el sueño).

Retornaremos a finales de septiembre o comienzos de octubre. Les deseamos un muy buen verano. Yo estoy deseando pisar la playa de la foto que encabeza este post...
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viernes, 13 de junio de 2025

Mike Oldfield - Discovery (1984)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Mike Oldfield, a principios de los años 80, había encontrado una fórmula para sus discos, que era una especie de convenio entre su discográfica, Virgin, y el propio artista. En estas obras seguiría habiendo largos desarrollos instrumentales y secciones de rock progresivo, pero también canciones pop perfectamente aptas para sonar en las radios.

“QE2” (1980) era algo distinto, pero a partir de “Five Miles Out” (1982) comenzaría este proceder, y podíamos encontrar una canción de casi 25 minutos como “Taurus II” y temas pop como “Family man” que podría pasar por ser el primer clásico pop-rock de Mike Oldfield (si bien es justo decir que la canción es recordada por la excelente versión de Hall & Oates), Con “Crises” (1983), de nuevo vuelve una cara completa instrumental, pero el lado pop surge con una fuerza enorme. “Moonlight shadow” se convirtió en un éxito internacional y aún hoy suena con bastante frecuencia en las emisoras “remember”. La angelical voz de Maggie Reilly era uno de los elementos característicos de estos singles.

En “Discovery” (1984), la plantilla es muy similar, solo que la parte instrumental se reduce a “solamente” doce minutos y pico, y hay algo más de hueco para el pop. También hubo razonable éxito para el single “To France”. Poco a poco Virgin con Richard Branson a la cabeza presionaría a Oldfield para centrarse cada vez más en lo pop y menos en lo instrumental, lo que derivó en grandes fricciones entre el sello y el artista, que acabaron en ruptura total.

“Discovery” tiene una producción estupenda, a cargo del propio Oldfield y de Simon Phillips quien también toca la batería en el álbum, y sigue sonado elegante, atmosférico y, a ratos, misterioso. A pesar de sus reticencias, que cada vez irían a más, a las canciones pop rock de formato convencional, el músico inglés tiene pericia para componerlas y un buen puñado de ellas suenan bastante bien. “Discovery” es precisamente un botón de muestra. Más allá de la conocida “To France”, hay elementos de gran interés en este aspecto. Y no olvidemos la parte instrumental con “The lake”. El disco está grabado en Suiza, con el Mont Blanc a la vista, y cuyo ambiente parece influir en algunos aspectos de sonido del LP.

Los músicos para la grabación de “Discovery” fueron Mike Oldfield (que toca todos los instrumentos excepto la batería), Simon Phillips en la batería, y Maggie Reilly y Barry Palmer en las voces.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “To France”: El gran éxito del disco, y una afiliada habitual a las radiofórmulas, lo cual no es algo que juegue en contra. Sería fácil mirar por encima del hombro a la canción, pero no sería justo. El engarce entre lo acústico, el punteo eléctrico del final, las sutiles pero sofisticadas bases sintetizadas, y la voz de Maggie Reilly dan como resultado una muy buena canción. Le puede restar un poco de magia que ya la hayamos escuchado un montón de veces, pero su mérito original permanece intacto. ¿La letra podría hablar de María Estuardo?

2. “Poison arrows”: Unos sonidos sintetizados sirven de puente entre “To France” y esta canción. Y ese tono misterioso se mantiene al inicio intacto con la añadidura de unos interesantes redobles de batería. De improviso estalla el rock, con un inesperado punteo de guitarra de Mike Oldfield, casi bordeando el rock duro. La canción entonces coge una fuerza de la que ya no descansa, ofreciéndonos una razonable cantidad de intensidad. Muy buen tema, donde tampoco desentona la voz del cantante británico. Barry Palmer.

3. “Crystal gazing”: Su melodía se construye principalmente por la unión de una producción ambiental y la voz angelical de Maggie Reilly. Diría que tiene alguna remembranza de “Foreign affair, del disco anterior, pero incluso más ligera. Ambientes muy cuidados y unas pocas, pero adecuadas notas de guitarra de Mike Oldfield.

4. “Tricks of the light”: La canción más leve, saltarina y pop del disco. En realidad es un dueto en el que participan las dos contribuciones vocales de “Discovery”, Barry Palmer y Maggie Reilly. Las estrofas las domina un riff de guitarra modificada que casi parece un teclado. La voz que Maggie Reilly es tan excelente como siempre, Barry Palmer cumple su parte, y al final tenemos un pop sencillito y al pie. Que no es tan fácil como parece. Fue el segundo single del disco.
5. “Discovery”: Como contrapunto, este tema es el más áspero y roquero del disco. Se trata de una incursión en el hard rock, cosa, más o menos normal en el Mike Oldfield de la época, recordemos “Shadow on the Wall” en “Crises”, su disco anterior No llega al nivel de ésta, aunque tiene algunos punteos de guitarra nada desdeñables. Barry Palmer se esfuerza poniendo una voz lo más aguerrida posible, y la batería de Simon Phillips golpea con fuerza. No es el punto fuerte del disco, pero aporta variedad al conjunto.

6. “Talk about your life”: Nuevo giro estilístico, en esta ocasión hacia terrenos reposados, atmosféricos y delicados. Es la balada del disco, y no queda nada mal. La producción está enfocada a resaltar los encantos vocales de Maggie Reilly, adornados de una ligera melancolía. Así como quien no quiere la cosa, Mike Oldfield introduce algunos acordes de “To France”, quizá para un efecto de continuidad o de simulación de una suite.” Es una canción realmente bonita y a reivindicar.

7. “Saved by a bell”: El comienzo tiene también tono de balada, pero coge más músculo en el estribillo casi a modo de medio tiempo. La mezcla entre estrofas reposadas y estribillos vehementes marca todo el tono del tema. Menos eficiente que la canción anterior cuando trata de emocionar, es una muestra aceptable, aunque algo genérica.

8. “The lake”: Esta última canción recoge las querencias progresivas e instrumentales de Oldfield. Aunque es casi la mitad de larga que sus émulos en discos anteriores, sigue asomando la patita el talento del británico para los largos pasajes instrumentales. Y bueno, doce minutos tampoco son moco de pavo. Comienza con suaves ráfagas de sintetizador, creando un ambiente casi onírico para dar pie a un breve piano que ejerce de puentes hacia un segmento dominado por unas guitarras eléctricas galopantes. A continuación, llega una sutil melodía de corte casi oriental, para dar un poco de reflexión. Y así, se van sucediendo paisajes tranquilos y otros más tormentosos. Instrumentalmente gana presencia sobre los demás instrumentos la guitarra eléctrica, pero los guiños sintetizados, con Fairlight incluido, quedan bastante bien. La canción trata de capturar las sensaciones que en Oldfield causó la contemplación del Lago Lemán, que se encontraba cerca del estudio de grabación.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Fue una época laboriosa para Mike Oldfield, que poco antes de ponerse con “Discovery”, tuvo que terminar con prisa la banda sonora, posteriormente nominada al Óscar, de “Los Gritos Del Silencio”. En el disco que nos ocupa la producción, y la ingeniería de sonido son los propios de un disco excelente, obteniendo un sonido nítido y sugerente. Las canciones pop-rock funcionan bien en su mayoría, no hay un punto flojo claro y en sus mejores momentos “Discovery” es capaz de brillar.

El encono entre Virgin y Mike Oldfield aumentaría con el paso de los discos. Su siguiente álbum de estudio, “Islands” (1987), supone un cierto bajón. Tiene predicamento la canción homónima, cantada por Bonnie Tyler (que a mí me parece un tema bastante mediano), pero en general es un disco que causó indiferencia. Si acaso podemos destacar alguna sorpresa como “North point” o el largo instrumenta dividido en dos partes “The wind chimes”, que de nuevo vuelve a superar la veintena de minutos, lo que a Richard Branson debió de sentar más bien regular.

Su siguiente referencia fue quizá el disco más denostado de Mike Oldfield, incluso por él mismo: “Earth Moving” (1989). Ni una canción instrumental, ni rastro de rock progresivo salvo quizá el detalle de “enlazar” dos canciones independientes: “Nothing but/Bridge to paradise”. Richard Branson tuvo su “álbum pop” finalmente, pero también muy flojillo.

Mike Oldfield tendría su venganza con el extrañísimo, y cada vez más valorado, “Amarok” (1990). 60 minutos justos, completamente instrumentales (salvo coros, etc) reunidos en una sola pista. Como botón de muestra se puede escuchar el fragmento del recopilatorio “Elements” (1993), y su música extravagante, imprevisible y algo marciana. Las pullas de Mike Oldfield a Richard Branson están disimuladas, pero son vehementes. Así, por ejemplo, hay un mensaje en morse que decía “Fuck off, RB” (imaginen quién es RB).

Su disco de 1991, “Heaven’s Open”, volvía a la forma de canciones cortas junto con otra de casi 20 minutos, la tirando a experimental “Music from the balcony”. Este disco sería su última referencia con Virgin, y hay un sentir liberatorio en las letras. Si acaso, ha quedado la canción título, cantada por el propio Oldfield, y que aparecía en el recopilatorio “Elements”. Por cierto, es el único disco de la carrera del británico que firma con el nombre de Michael Oldfield (no Mike).

Es demasiado extenso repasar la carrera de Mike Oldfield. Añadiremos que ya con Warner sacó “Tubular Bells II”, y desde entonces ha sacado obras inspiradas por el folk celta, los sonidos dance baleáricos, o incluso por libros de ciencia ficción, entre otros estilos y temáticas. Una carrera sin duda interesante.

Texto: Mariano González.
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