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lunes, 25 de marzo de 2024

Concierto Depeche Mode. Madrid (12-03-2024)

En esta ocasión las crónicas y críticas en general sobre el primero de los 2 conciertos que Depeche Mode han ofrecido en Madrid dentro de su tour mundial “Memento Mori Tour”, han sido favorables o muy favorables. Desde ya les indico que aquí no nos vamos a alejar de dichas valoraciones en positivo. Y es que siendo la 5ª vez que veía en directo al ya dúo de Basildon, compuesto por David Gahan y por Martin Gore tras el fallecimiento de Andy Fletcher, tengo serias dudas de si ha sido la ocasión que más me ha gustado de todos los shows que he visto a la banda, a pesar de la ineludible ausencia de Fletch sobre el escenario.

Con el tiempo justo para acceder y localizar nuestros asientos, llegué al Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid para no perdernos tampoco a la artista invitada, Suzie Stapleton. No sé si de alguna forma cerré el círculo con DM al verles en graderío, cosa que hice solamente (y de forma voluntaria aquel día) en 2001 en el Palacio Vistalegre. En 2006, 2009 y 2014 estuve en el pie de pista del mismo recinto de esta ocasión (en 2017, con solo una fecha programada, me fue imposible coger entrada).

A las 20.30h, 10 minutos más tarde de lo que se anunciaba en la web de la promotora del concierto, aparecía esta australiana, de fuerte contraste entre su propuesta musical y su actitud con respecto al público entre canción y canción. Suzie se mostró amable, cercana y simpática, incluso hablando en un aceptable español, entre tema y tema. Su estilo es contundente y algo sombrío. Con una formación de bajo, guitarra y batería (lejos de lo que supone el artista principal al que introducía), Suzie nos ofreció media hora de intensidad y un ejercicio de contundencia, teniendo en cuenta los pocos medios o apoyos que tenía sobre el escenario. Discreta, en el buen sentido de la acepción, y lejos de molestar, no supuso mal aperitivo para lo que vendría media hora después.
Con puntualidad de Basildon, a las 21.30h clavadas, se apagaron las luces, comenzando la intro. Poco a poco fueron saliendo los componentes del cuarteto que son DM en directo, con sus músicos que les llevan así como si nada acompañando cuarto de siglo en sus giras. Christian Eigner, Peter Gordeno, Martin Lee Gore y un poco más tarde, desatando ya la locura con solamente pisar el escenario, ese frontman para la historia de la música llamado David Gahan; un tipo el señor Gahan que puede encontrarse perfectamente en el top 10 de hombres espectáculo de la historia del rock, y codearse sin ningún tipo de rubor con leyendas del nivel del propio Freddie Mercury.

Empezó el grupo como pronosticamos los 3 amigos (Mariano González entre ellos) que nos juntamos para asistir a la cita, con el tema de apertura del disco, la oscura y quizás familiar lejana de “Clean”, “My cosmos is mine”. Para arrancar situaron también anexa el single “Wagging tongue”, otro de los temas del aceptable “Memento Mori”, que probablemente sea el trabajo que más haya gustado en general a los fans desde “Playing The Angel”. Fueron 4 los temas de este último disco, incluyendo también a la sesuda “Speak to me”, haciendo de rogar, bien avanzada la actuación el efectivo y emotivo primer single “Ghosts again”.
Ya en el tercer lugar del setlist situaron el primer clásico, el cual nos trasladó a aquellos días de inspiración a la par que de cierta turbiedad en la banda de la era de “Songs Of Faith And Devotion”. “Walking in my shoes” siempre acierta con su épica arrolladora y ampulosa emotividad. Para entonces, David ya estaba demostrando que no iba de farol y que el cierto bajón en actividad que le noté una década atrás, centrado más en la faceta vocal y dejando de lado tanto vaivén en las tablas, no fue el indicativo de una bajada o trayectoria de descenso en su hiperactividad escénica, ya que más de 10 años después de aquella noche lluviosa de enero de 2014, David se mostró tan inquieto y animoso como en 2001 en el Exciter Tour cuando les vi en la plaza de toros cubierta del barrio de Carabanchel.

Cometí el error de ver hace casi un año ya el concierto que ofrecieron en un festival de Barcelona, pensando que a lo mejor en esta ocasión no pasarían por Madrid. Bien es cierto que desde entonces, el setlist algo ha cambiado, pero no radicalmente. No obstante, no recordaba bien ciertas cosas, pero sí las notas iniciales de la versión de “Everything counts” de esta gira; por ello, cuando arrancaron allá en la parte inicial del concierto, ya sabía lo que venía, que para mí es uno de los momentos más especiales de la noche. Nuevamente intenté que, coreando el final de la canción, se consiguiera algo como en el disco en directo “101”, pero no se hizo tan largo el singalong de la gente.

Lo que no recordaba es que “Just can’t get enough” estuviera en los bises, lo cual me agradó especialmente. El bis, con 4 temas, fue un acierto. Estuvieron presentes la efectiva “Personal Jesus”, con la que se puso el punto final a las 2 horas y cuarto de actuación (la más larga que les he visto, creo recordar que las 4 anteriores estuvieron en las 2 horas exactas o algún minuto menos), la épica mesiánica de “Never let me down again” (primera vez que pude ver el braceo de la gente desde lo alto del graderío, que no vean cómo impresiona; las 3 veces anteriores estaba cerquita del escenario abajo y no se palpaba más allá de tu entorno cercano) y la versión íntima de “Waiting for the night”, en perfecto dueto de David y Martin en el borde de la pasarela de extensión del escenario.
Cosa a destacar dentro de lo ofrecido es ver que “Playing The Angel” se confirma como un disco importante de la banda, consolidándose cada vez más en el colectivo general, ya que fue uno de los que más representación tuvo con 3 de sus canciones “A pain that I’m used to” (si bien en versión remix), “Precious” y “John the revelator”. Todas muy bien recibidas por el público. Curiosa fue la participación flamenca y zapateada de la bailaora Belén López en mitad de “Enjoy the silence”. Se ve que la banda estuvieron la noche anterior de fiesta flamenca en la capital y salió de Martin y David, al ver actuar en directo a Belén, invitarla a hacer algo en el show. Hubo algún silbido suelto, pero está claro que fue mejor recibido este guiño a nuestro país que lo que por lo visto sucedió en 1997 en el estadio Vicente Calderón cuando The Edge de U2 en pleno “Pop Mart Tour” se atrevió a tararear “Macarena” de Los Del Río. De hecho, esta folclórica anécdota, fue parte de los telediarios del día siguiente.

Además del ya comentado single bandera de “Construction Time Again”, mi momento particular favorito de la actuación fue ese combo “Black Celebration” que ya avanzado el show dispuso DM, con la canción título y su rutilante primer single, que de alguna forma, cambió o supuso el cambio en el estilo y dirección artístico-musical de la banda, “Stripped”. “Black celebration” no sonó en su versión más potente, pero nos sumergió en ese capítulo nocturno y oscuro tan arrebatador de la historia del grupo. “Stripped” brilló en medio de una iluminación rojiza, con sus sintetizadores tan ampulosos en perfecto estado de forma, y con un David Gahan muy atinado, dejando menos el micro a la audiencia y cantándose toda la parte final, como debe de ser. Simplemente con estas 2 canciones metidas seguidas en un listado de temas a interpretar, yo ya daría el notable a la actuación directamente; lo que pasa es que como hubo mucho más, la nota sube al sobresaliente, bordeando la matrícula de honor o mención honorífica.
En su día, cuando hace unas giras el grupo tocó una versión light de “Halo”, hablamos a nivel particular en nuestro círculo de amistades de “caída de huevos”, Alfredo Morales, con quien estuvimos telemáticamente haciendo programa de radio el pasado sábado, nos advirtió que en esta gira no había de eso. Enmendaría en parte el mensaje de calma de Alfredo, ya que al menos a medio gas, o dejándome una sensación agridulce al menos, que “Strangelove”, tema que aún no había visto en directo en las 4 veces previas, sonase en versión íntima por Martin, no es lo que más me hubiera gustado. Mejor así que sin que saliese, y además hay que decir que Martin Gore defendió muy bien el tema a la voz y que Peter Gordeno escogió muy bien la modulación de sus teclados para que el tema tuviera la fuerza necesaria de su melodía.

Mucho mejor fue en ese tramo protagonizado por Martin que rescataran “Somebody”, el bonito 4º single de “Some Great Reward”, ese gran disco de su primera etapa que raramente es recordado en sus shows. Así que, que decidieran recuperar esta delicada y sentimental pieza, fue bajo mi punto de vista otro de los momentos destacables del show en lo que se refiere a lo no troncal o esperado de una actuación de Depeche Mode. Nuevamente Peter Gordeno estuvo soberbio en la parte instrumental. David Gahan, cuando retornó a escena, pidió un fuerte aplauso a la audiencia mencionando la angelical voz de su compañero.

Luego hay que hablar de los terceros o cuartos singles de los discos de relumbrón. En esta ocasión la quiniela incluyó a “Behind the wheel”, con proyección íntegra de su videoclip sobre la pantalla de fondo, la cual estaba presidida por una “M” gigante, “In your room” y “Policy of truth”. Me gustó mucho que recuperaran el tercer single de “Violator”, totalmente acertado y que sonó en su versión más catódica. Por cierto, mencionar que “Behind the wheel” estuvo dedicada a Andrew Fletcher, con momento al menos para mí muy emotivo con proyección de una fotografía de Andy en las pantallas. Descanse en paz.
Tras el bis de 4 canciones, las luces tardaban en encenderse y pensamos que quizás hubiera lugar para un tema suelto, al estilo de lo que pasó con “Goodnight lovers” en 2006, pero no. Salimos ordenadamente del recinto y nos fuimos a cenar comida turca a la zona de Manuel Becerra, lo cual es una pequeña tradición personal de las últimas veces que hemos ido a concierto a este recinto.

Yendo al detalle de lo comentado al inicio de esta crónica, la crítica ha sido también unánime al loar a David Gahan. Reitero el repunte de estado de forma que le he notado respecto a 2 giras atrás. David bailó, se movió de lado a lado (no le pude sacar una sola foto buena), incluso giró con cierta velocidad con su palo de micro, cambió alguna vez de chaleco y aunque no terminó con torso desnudo, sí que se quitó la americana inicial (de hecho con “Walking in my shoes”, 3ª canción, ya no la llevaba) y tras el par de temas interpretados por Martin, ya regresó sin la camisa blanca y solamente con su chaleco en la parte superior. Vocalmente, impecable, salvo quizás en “Precious”, donde le noté algo errático, pero esto solamente por buscarle un momento de imperfección en una actuación memorable.

Martin Gore ofreció un perfil más bajo en su actuación. Incluso en su momento de protagonismo no cayó en el divismo, y logró emocionar desde la humildad y la buena ejecución. Bien a las guitarras, teclados y providencial en los coros y segundas voces que cuando tienen lugar adornan a la perfección la inmutable voz de David, que se mantiene en los mismos tonos y registros, imperecedera al paso del tiempo.

Eigner y Gordeno ya son de la familia y los 2 cumplen de sobra. Eigner da buen músculo con sus zurriagazos de batería y Peter supone un perfecto apoyo instrumental a Martin. Por cierto, hubo un momento en el que Eigner dejó las baquetas y se puso a los teclados también, cosa curiosa que no recuerdo de ningún otro concierto previo de los que he estado.

Veía este concierto como una forma de despedirme de una de mis bandas pódium en directo. Pero al menos por mi lado no va a quedar; hay que apuntar que alguna persona que conozco que fue al 2º concierto 2 días después, no notó tanta excelencia y entrega. Se ve que muchos fans que repitieron han afirmado que en este primer concierto fueron a divertirse y en el 2º a trabajar. Se rumorea que este concierto pueda ser el dvd oficial, porque por lo visto estaba Anton Corbijn por ahí dirigiendo. En fin sea como sea, quedé tan satisfecho de este concierto que si hay ocasión de otro concierto en Madrid (que no sea en festivales), allí intentaré estar. No sé si esta gira la ven Martin y Dave como un último baile y finiquitarán la historia de DM, viendo una continuación sin Andy más allá de este disco y tour homenaje como algo difícil de ejecutar. Ya lo veremos. En todo caso, si este ha terminado siendo la última vez que veré a DM en directo, no me podía imaginar una mejor despedida. Por si no nos volvemos a ver, gracias chicos. Y si queda alguna bala más, hasta la próxima, que allí pelearé por estar.
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viernes, 15 de marzo de 2024

DMR cierra por vacaciones de Semana Santa 2024

Ya llega nuestro tradicional descanso por estas fechas, que se extiende algo más de la semana propiamente. De hecho, por otros motivos personales, la actividad de “DMR” no retornará hasta la semana del sábado 20 de abril de 2024, cuando retomaremos la misma de la mano de un nuevo programa de la actual temporada 15 de radio.

Mientras tanto, a nivel excepcional, solamente publicaremos la crónica del concierto de Depeche Mode en Madrid del pasado día 12 de marzo de 2024. Descansen, coman muchas torrijas, que al menos eso haremos nosotros. Cogeremos fuerza para el tramo final de esta temporada de actividad que se alargará hasta mediados de junio. Luego vendrá el descanso veraniego, como también sabrán los que nos siguen.
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domingo, 10 de marzo de 2024

Programa Spandau Ballet "Heart Like A Sky" (Temporada 15/ Programa 7)

Siempre que hacemos un programa sobre Spandau Ballet nos supone un gustazo. La lástima es que cada vez nos quedan menos ocasiones o discos para dedicar programas. En esta ocasión, el pasado 24 de febrero de 2024 a las 16.00h (como siempre) en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), escogimos el último trabajo de larga duración inédito de la banda, su trabajo de 1989 "Heart Like A Sky".

Pudimos debatir Mariano González y Víctor Prats sobre los últimos coletazos del grupo y del conjunto de este disco que quizás esté bastante infravalorado para lo que realmente contiene; en nuestra humilde opinión, es un álbum que merece la pena y nuestras reflexiones fueron encaminadas a defender nuestra postura.

Por si no pudieron escuchar el directo o redifusiones posteriores en el dial de RUAH, aquí les dejamos insertado el reproductor con su podcast y también link a su alojamiento en Ivoox para su libre descarga si así lo prefieren: https://www.ivoox.com/dmr-15-7-audios-mp3_rf_125613488_1.html
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viernes, 8 de marzo de 2024

Temporada 15/ Programa 8: Austra y "Future Politics" (2017)


Es la 2ª ocasión en la que dedicamos un programa de radio a la banda liderada por la fantástica cantante Katie Stelmanis. Para este próximo sábado 9 de marzo de 2024 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) hemos escogido el que fuera último trabajo con gran parte de lo que se podría considerar como formación clásica de Austra.

"Future Politics" es un disco muy bueno, con toques bastante oscuros, que le confiere un aire de malditismo y misticidad que le van muy bien. Está lleno de buenas canciones, con una producción excelente, que podremos escuchar bien en primer plano o bien en 2º mientras que los que nos reuniremos vamos debatiendo sobre el grupo y este lp en particular.

No falten a la cita, ya que además será el último programa que haremos hasta el 20 de abril; este año, por la Semama Santa y por otros motivos personales, nos vamos a juntar con un parón de mes y medio sin actividad.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: https://www.ruah.es/emision-online/
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viernes, 1 de marzo de 2024

Chvrches - Screen Violence (2021)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Retornamos al trío escocés Chvrches, aunque desde este disco tanto en videoclips como en conciertos se hacen cuarteto acompañados por el batería Johnny Scott, para de momento ponernos nuevamente al día en tanto a revisión de su obra discográfica de larga duración.

Nos toca su último disco editado hasta la fecha, hace 2 años y medio. “Screen Violence” vino a tomar el relevo del controvertido “Love Is Dead”, un disco que no puso de acuerdo por primera vez a la crítica. Ya comentamos en su momento, tanto en el programa que le dedicamos como en el artículo que existe en este blog, que, sin ser un trabajo erróneo, sí que ofrecía matices de producción algo pasados de vueltas que distorsionaban o saturaban el espectro elegante que el grupo ofreció en su pluscuamperfecto “Every Open Eye”.

“Screen Violence”, sin ser rupturista en esas formas, sí que modula algo más las percepciones sonoras y les imprime de un toque más maduro, reflexivo y eleva las impresiones más oscuras del sonido del grupo. Editado en los días de pandemia dura, es un trabajo que salió adelante con valentía (como casi todo lo editado en ese periodo) y se defendió con un conjunto de canciones bastante mejor ensamblado que “Love Is Dead”. Son 10 temas los que incluye; vayamos paso a paso viendo cada uno de ellos.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Asking for a friend”: Normalmente el grupo suele acertar con los temas de apertura. Sin llegar al fasto que supuso en su día “Never ending circles” en “Every Open Eye”, “Asking for a friend” es una más que atinada pieza para abrir boca. La producción, siendo muy semejante a la de “Love Is Dead”, se la nota algo más centrada en momentos decisivos. Quizás el mayor acierto de esta canción sean las segundas estrofas, ya que estamos ante un tema que agrada sin tener un estribillo. Las paradas y arranques de la melodía dan de lleno en la diana de conseguir un buen efecto y también hay lugar para una parte instrumental de fuerte colorido sintético que brilla con fuerza. Buena canción inicial.

2. “He said she said”: He aquí el primer single. En aspectos de sonido y producción, muy parecida a “Asking for a friend”; es decir, “He said she said” parte de las texturas del disco previo, pero se aprecia una leve evolución a un sonido más pulcro y menos rimbombante. Fue curioso ver a Lauren Mayberry con un look rubio, que le hacía parecer curiosamente más enérgica y ¿violenta? (¿tendrá que ver con el título del disco?) en el sencillo videoclip de la canción. Aquí sí que hay un estribillo claro, que funciona bien.

3. “California”: Lauren baja el tono en este medio tiempo (por decirlo de alguna manera), que ofrece una melodía más envolvente y con menos golpes de sintetizador. De alguna forma, podríamos decir que es la canción más ñoña del disco, o, para que no suene peyorativo esto que digo, la que tiene un toque más emotivo. Viene muy bien su papel para desmarcarse del combo de apertura, puesto que las 2 primeras canciones tienen un enfoque bastante parecido y aquí se vira hacia otros terrenos sonoros, siendo solamente el punto de partida, ya que ahora vendrán más lugares distintos musicalmente hablando.

4. “Violent delights”: Claramente lo digo: “Violent delights” es una de las mejores piezas de “Screen Violence”, lo cual no es decir poco. Tiene una potencia instrumental arrolladora, que se conjuga con una Lauren Mayberry emocionante y emocional en el micrófono. Es el capítulo más potente con distancia de la obra y curiosamente el único episodio en el que vamos a escuchar en las voces a Martin Doherty, en esta ocasión haciendo unos coros en el tramo final antes del último arreón en forma de su arrebatador estribillo. No he podido ver hasta la fecha al grupo en directo, ni me ha dado por ir a buscar este tema en directo en YouTube, pero me imagino que la interpretación de esta canción en los conciertos debe de ser un trueno de intensidad. Es uno de los hitos dentro del camino de la escucha musical de inicio a fin de “Screen Violence”.

5. “How not to drown”: Llegamos al ecuador del disco con su 2º single y con lo que es para mí un hecho muy remarcable. Y es que el caso de que se diera la fusión entre el líder de mi banda favorita de siempre con uno de los grupos de más reciente creación que más admiro, no puede ser baladí en mi foro interno. Y si encima la colaboración es un acierto objetivamente, pues, ¿qué más puedo pedir? “How not to drown” vio como Robert Smith de The Cure se sumó a Iain Cook, Martin Doherty y Lauren Mayberry para dar lugar a una colaboración muy acertada. Es una canción sesuda, reflexiva, emotiva y hasta con un cierto toque nostálgico. En todo caso es un tema muy sentido, sobre todo en su larga salida o parte final. El estribillo en forma de dueto funciona muy bien y también hay lugar para alguna estrofa con Robert en solitario a las voces. Recuerdo que en esos días pandémicos el grupo hizo un directo por internet en el que conectaron con el propio Robert Smith. El videoclip también contó con la presencia visual de Robert, con una Lauren aún de rubia con un vestido verde a modo saco de patatas que no le favorecía demasiado (lejos quedan los looks de la gira de “Every Open Eye” que tan bien le quedaban a esta chica). En alguna página afirmaban que quizás fuera la mejor canción de la historia de Chvrches. Yo, no me voy a dejar llevar por la emoción de ver la fusión entre esta banda y Robert Smith, pero sí que creo que es una composición estupenda y es una de las que ennoblece y suma mucho al conjunto que supone “Screen Violence”.
6. “Final girl”: El título de esta canción me evoca de forma muy tonta y estúpida a una situación de enfrentarse a un videojuego y que en la última pantalla llegas a enfrentarte al último rival, en este caso la chica final… Uy como lea esto alguna feminista muy susceptible. No deja de ser una chorrada lo que acabo de decir, pero es lo que me vino a la mente al leer el título por primera vez. Bobadas al margen, “Final girl” es un medio tiempo pop, que en otras bandas no dejaría de ser un tema pop sin más, lo que pasa es que en este “Screen Violence” hay tanta potencia en otros episodios, que la percepción que se queda es de un tema relajado. Tiene muy buen estribillo, que curiosamente es largo, y que además tiene una especie de epílogo de perfil más bajo. Creo que es otra canción que acierta y nos consolida una parte central del disco de alta exigencia en su creación.

7. “Good girls”: Considero a “Good girls”, pero que su compañera de título no plural que la precede. Sin embargo, fue el tercer single. No es que sea un horror de canción, pero creo que no le viene bien el núcleo entre el que se encuentra. En aspectos de sonido, creo que es la pista que más nos puede recordar a “Love Is Dead”, si bien creo que no se pasa tanto en el efectismo.

8. “Lullabies”: Con “Lullabies” llegamos al verdadero medio tiempo del disco. Un tema delicioso, sencillo, casi íntimo dentro del conjunto de “Screen Violence”, con un estribillo bonito y muy bien ejecutado por una sentida Lauren Mayberry. También acompaña muy bien la melodía y la producción, que no cae en excesos. Muchas veces los versos sueltos de Chvrches quedan muy bien, puesto que ahora me viene a la mete “Deliverance” dentro del conjunto de “Love Is Dead”. No es que se parezcan “Lullabies” y “Deliverance”, ni mucho menos, pero sí que comparten sensación de ser una pieza alejada del principal que ofrecen Chvrches en el disco al que pertenecen y el efecto de contraste que producen es un completo acierto.

9. “Nightmares”: Después de habernos deleitado con la calidez de “Lullabies” nos metemos en un tema que podría ser prima segunda de “Science/Visions” de “The Bones Of What You Believe”. “Nightmares” concuerda bien con su título, creando una cierta sensación de desasosiego y oscuridad en este tramo final de obra y de paso nos regala el último episodio de intensidad y potencia instrumental. Vienen a apuntar el lado oscuro que tiene “Screen Violence”, con lo que su papel y situación dentro del listado creo yo que no es cuestión del azar.

10. “Better if you don’t”: Siempre lo digo: ¡qué importante es acabar bien un disco! Y con “Better if you don’t” el grupo lo consigue. Curiosamente lo hacen con otro verso suelto, y sobre todo en producción. Estamos ante un tema de factura casi desnuda, que no en vano termina con Lauren cantando la última palabra de la letra, “again”, en vacío. Tiene un efecto de eco en la producción que le confiere lejanía y una envoltura a la vez que se mueve entre el misterio y lo fantasmagórico que la hace sumamente atractiva y notoria. Una de mis preferidas de la obra, con lo que acabar así la escucha del disco y más cuando al no haber bonus tracks se hace el silencio, es estupendo. Broche de oro.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Pues igual que “Love Is Dead” no supuso un avance en el espectro social de Chvrches, creo que este “Screen Violence” tampoco supone una ampliación de su base de fans, pero sí que a lo mejor ha logrado que alguno que perdiera parte de la fe con “Love Is Dead”, la haya vuelto a recuperar.

Por tanto, este lp es un disco que consolida posición del grupo, más que avanzar hacia un fenómeno más masivo. De hecho, que se editara en la época en la que se editó, no ayudó a que tuviera una promoción habitual. Quizás los días en los que fue compuesto influyan de forma decisiva en ese toque más oscuro y sombrío, dejando de lado que la presencia de Robert Smith nos lleve directamente a querer sentir algo parecido.

Por mi parte considero que es un disco de muy alta nota. Yo le doy más de un 8 sobre 10. No creo que llegue al sobresaliente, como el primer y 2º disco del grupo, pero no se queda lejos. Es un trabajo coherente, de sonido mejor medido y conciso (10 canciones, un número perfecto para el conjunto de un lp). Incluso su portada, también de cierto enfoque oscuro o chungo, con ese brazo que intenta apoyarse en una ventana con cortina de gradulux en tonos rojizos, me gusta.

Veremos qué viene después de esto en formato de lp, puesto que el grupo volvió a editar un single individual titulado “Over” pasado un tiempo tras la edición de “Screen Violence”; en el videoclip, por cierto, Lauren volvía a su color castaño de pelo, dejando la estridencia visual que nos causó verla de rubia en los vídeos de este estupendo álbum que acabamos de comentar. “Screen Violence” merece mucho la pena. No es el mejor trabajo del grupo, pero creo que la banda vuelve a emprender un camino ascendente en su creación. Esperemos que se confirme esa tendencia en el siguiente lp, el cual no deberá tardar mucho tiempo en ver la luz. Como siempre, esperaremos impacientes.
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