ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Aunque a mí lo que me tira realmente es la electrónica en todas sus diversas formas, he de reconocer que últimamente las que me están realmente sorprendiendo es una serie de cantantes femeninas que consiguen hacer perfectos singles de pop efectivo y bastante atemporal: Lana del Rey, Charli XCX o la incombustible Rihanna. Pero para mi gusto, si bien destacaban como creadoras o intérpretes de temazos en forma de singles, los álbumes no eran tan fáciles de digerir.
Por eso ha sido toda una sorpresa descubrir a Marina Diamandis, más conocida como Marina And The Diamonds. No nos equivoquemos, es simplemente un pseudónimo; no se trata del típico “fulanita y su banda”. Marina ha conseguido a través de sus tres trabajos publicados hasta este momento, transmitir una consistencia difícil de ver en un mundo del pop dominado por la inmediatez y las melodías obvias.
Marina se estrena discográficamente con el álbum “Familly Jewells”, un disco muy pop que juega con el indie y el mainstream. Aun conteniendo muy buenos temas, le falta definición y pegada. Todo lo contrario que su segundo trabajo “Electra Heart” donde se mete en la piel de un personaje inventado para contarnos su historia. En esa ocasión Marina tira hacia el electropop de forma clara bajo la producción de Dr. Luke o Captain Cuts entre muchos otros. El resultado es excelente, creando un trabajo enormemente comercial y muy variado donde se alternan momentos lúdicos con otros mucho más dramáticos. “Electra Heart” es un álbum que sin duda pasará por este blog porque es imposible ignorar un disco de pop tan sobresaliente, pero a lo que vamos hoy es a repasar el también excelente tercer disco de Marina titulado “Froot”. ¿Por dónde ha tirado Diamandis después de lo conseguido con su segundo álbum? Pues así lo veo yo.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Happy”: El álbum comienza con una balada. ¿Sorprendente verdad? El tema empieza con un piano que va construyendo poco a poco la canción contrastando un ambiente triste con frases positivas como “I believe in possibility” o “finally I have found a way to be happy”. La canción va adquiriendo más y más grandiosidad a medida que pasan los minutos en un maravilloso in crescendo que permite a “Happy” dejar de ser una inofensiva balada y convertirse en un tema bastante épico en el que Marina pone a prueba su gran voz de una forma muy emotiva que compensa de alguna forma la parte más kitsch de la canción con esos coros un tanto recargados que repiten de manera reiterativa algunas partes de la letra. El resultado final es un auténtico triunfo a la hora de abrir un álbum de manera poco convencional y también como un auténtico antídoto contra la depresión, “Happy” es una auténtica píldora de esperanza capaz de subir el ánimo del espíritu más sombrío; casi dan ganas de pedir a la Seguridad Social que la recete. Esta canción cuenta con un video oficial y es que, como podemos comprobar si repasamos la discografía de nuestra protagonista, a Marina le encanta esto de hacer videos para sus canciones, sean singles o no. En este caso el video es una toma acústica en directo (pero sin público, es decir planificada al milímetro por la discográfica). En esta versión la canción pierde en grandiosidad y elocuencia pero a cambio podemos disfrutar de una preciosa interpretación más sosegada y llena de detalles emocionantes.
2. “Froot”: “Froot” es la canción que da su título álbum y quizás la que era más obvia para abrirlo aunque el contraste entre “Happy” y esta última es sin duda otro de los puntos fuertes de este álbum que juega claramente a sorprender. Digámoslo claro, “Froot” es un auténtico temazo de baile donde los ritmos disco, unas guitarras a lo chic y sobre todo el juego de voz de Marina cambiando de registro según la estrofa, hacen de “Froot” un tema irresistible que no puede dejar indiferente. Dura 5 minutos, quizás mucho para una perfecta canción pop y no es tan inmediata como los singles de “Electra Heart”, pero qué duda cabe que este comienzo de álbum es de los mejores que hemos oído en esto del pop más o menos comercial. “Froot” estaba planeado como el single principal del álbum y ha contado con un video donde vemos a Marina que nos muestra cómo se puede ser realmente sexy y a la vez tener clase y no caer en mamarrachadas como otras. El video es una delicia para la vista donde Marina es la absoluta protagonista aunque también aparece un tío que básicamente su función es hacer bulto en plan “Les mannequins”.
3. “I’m a ruin”: Hablando de perfecta canción pop, aquí la tenemos. Recuerdo que cuando la escuche por primera vez me acorde de “Diamonds” de Rihanna y lo cierto es que las dos canciones no se parecen mucho, pero me acorde de esa canción porque ambas canciones están tan bien construidas que si realmente te gusta el pop te tienen que gustar estas canciones. En cuanto a “I’m a ruin” se trata de un medio tiempo que estalla con el estribillo, un estribillo difícil de quitarse de la cabeza, nuevamente el trabajo con las voces es digno de señalar. El tema del arrepentimiento y la duda están muy presentes en la canción, cuyo gran mérito es conseguir finalmente dejar una sensación de optimismo teniendo en cuenta que la canción en sí la podemos considerar bastante triste. “I’m a ruin” como era de esperar ha sido uno de los temas elegidos para promocionar el álbum contando con un video rodado en Lanzarote donde podemos ver a Marina en plan bravo samurái en una especie de desierto o nadando; básicamente haciendo el chorra pero cuando eres joven y guapa pues se te perdona todo.
4. “Blue”: Nuevamente cambiamos de registro y volvemos a un estilo más bailable, mucho más cerca de “Froot”, pero con menos giros que esta. Igualmente se trata de otro de los temas con madera de hit. En un primer momento ese tecladito y la voz de Marina pueden resultar algo infantiles; nuestra protagonista suele jugar mucho con esto y aquí lo hace hasta regalarnos otro de esos estribillos en los que su voz adquiere potencia y las melodías cobran todo el protagonismo. Aunque podría haber sido un single de “Electra Heart” lo cierto es que “Blue” suena mucho más orgánica que la mayoría de los temas de ese álbum. Hasta ahora se puede considerar el ultimo single extraído del álbum y como tal tiene su divertido video donde podemos ver a la siempre bella Marina disfrutar en un parque de atracciones con ambiente años 60.
5. “Forget”: Aquí las guitarras adquieren más protagonismo y no es que nos encontremos ante un tema rock, pero sí que nos vamos alejando del pop con reminiscencias disco para entrar en una fase del álbum donde Marina nos demuestra su madurez como compositora sin caer en ejercicios aburridos de adult-oriented-rock. “Forget” es la prueba. Aquí la canción está construida de una forma en la que el estribillo es una parte muy simple del tema, pero que funciona gracias al poder de unas estrofas muy personales en las que Marina recuerda los errores del pasado y esa lucha que significa aceptarse como uno es y perdonarse. “Forget” ha sido uno de los singles del álbum y cuenta con un video en plan Marina y su banda bastante poco original, aunque bien es cierto que captura la energía de la canción.
6. “Gold”: podemos decir que “Gold” se trata de un pequeño divertimento de Marina, que nos ofrece una especie de electro con influencias caribeñas con un estribillo poco claro y una letra en la que se habla de libertad y al mismo tiempo de estar con la persona amada, lo que podríamos considerar feminismo inteligente. Después de algo tan intenso como “Forget”, “Gold” cumple la función de tema ligero y agradable que sirve de ecuador a la segunda parte del álbum.
7. “Can’t pin me down”: “Can’t pin me down” es otro de los puntos fuertes del álbum donde una vez más podemos comprobar el grado de madurez de la artista, consiguiendo aunar conceptos como feminismo con hacerle la cena al marido o ser una muñeca rusa. La forma de cantar aquí es un tanto chulesca y descarada, pero es que la canción lo requiere pues Marina simplemente se reivindica así misma tal como es, con todas sus contradicciones, respaldada nuevamente por una excelente melodía pop que envuelve esta especie de declaración de principios. Nuevamente las guitarras rítmicas tienen un papel importante demostrando una distancia con el sonido más sintético de “Electra Heart”.
8. “Solitaire”: Si algo caracteriza a “Froot” son los continuos cambios de estilo entre sus tracks: después de la alegre y positiva “Can’t pin me down”, tenemos justamente lo contrario. “Solitaire” es uno de los dos temas que podríamos considerar oscuros en este álbum. Aquí tenemos la historia de una persona inadaptada pero que se acepta a sí misma, como si ya no sintiese vergüenza de lo que es y no tuviera ningún problema en hacerlo saber. A pesar de la dureza de la letra, el fondo musical es amable. Un suave medio tiempo inofensivo y un contraste de voces entre las estrofas (voz grave) y el estribillo donde pone a prueba sus agudos.
9. “Better than that”: Al igual que en “Forget” aquí las guitarras toman más protagonismo demostrando lo bien que se puede mover Marina por distintos terrenos. La batería también tiene su buena dosis de protagonismo consiguiendo una sensación de dureza sobretodo en el estribillo. Marina nos cuenta la historia de un hombre que no es más que otra víctima de una mujer con piel de cordero, pero que esconde un verdadero diablo. La canción tiene su dosis de reproche. Marina no termina de ser condescendiente con el protagonista y le hubiera gustado otro comportamiento por su parte, porque al fin y al cabo él podría haberlo hecho mejor.
10. “Weeds”: Como vemos el disco tiene una carga personal muy importante y en este tema, “Weeds”, Marina parece estar hablándole a su expareja y de un lado decirle cuanto le echa de menos, pero por otra parte parece darse cuenta de la imposibilidad de pasar página, pues cada vez que lo intenta el recuerdo permanece.
11. “Savages”: Marina cierra con dos temas que ya forman parte de lo mejor de su producción. En “Savages” vuelve a explotar esa parte infantil. Su virtuosismo vocal todo combinado en una canción de temática cruda donde la cantante nos recuerda que detrás de nuestra parafernalia no somos más que animales y que nuestra evolución puede llevar a hacer el bien o todo lo contrario. A pesar de ser un tema muy melódico es complicado que funcionase como single por ser demasiado duro y existencialista, pero sin duda es toda una delicia para los oídos que no nos importaría estar escuchando una y otra vez.
12. “Immortal”: El tema existencialista termina a la vez que lo hace el álbum con esta preciosa balada, esta vez verdaderamente oscura sobre todo en su estribillo con ese “I’m forever chasing after time but everybody dies, dies”. Al igual que la canción que inagura el álbum “Happy”, “Immortal” va adquiriendo más dramatismo a medida que transcurre llegando a su culmen hacia el final. El deseo de vivir para siempre, o de al menos hacerlo en la mente de la persona amada, es tratado de una manera que combina deseo y resignación, aunque finalmente el mensaje lo podemos considerar positivo en el sentido de que lo único que no muere en esta vida es el amor que hemos dado a lo largo de la misma. El tema, aunque no es propiamente un single, vino acompañado de un video clip con imágenes que suponemos son de nuestra protagonista durante su infancia y de sus familiares aunque vete tú a saber.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Después de “Electra Heart” Marina Diamandis tenía muy difícil hacer una continuación al mismo nivel tanto compositivo como comercial. En el primer caso la prueba ha sido superada gracias a su empeño en superarse como compositora, despojándose del rol de su anterior álbum para entregarnos un disco mucho más variado, personal, sincero y emocionante.
Marina ha demostrado que no necesita colaboradores de peso como Diplo o Dr. Luke para continuar su carrera; incluso el haber cambiado de registro para este álbum, con un sonido más orgánico, le ha dado mucha más credibilidad. Sin embargo, comercialmente no se ha llegado a los niveles de éxito alcanzados anteriormente. El álbum aún no ha dado ningún hit a la altura de “Primadonna” o “Hollywood” por ejemplo; una pena aunque tampoco se puede quejar del resultado comercial del álbum y además hay que tener en cuenta que se publicó en marzo de este mismo año, con lo cual aún le podría quedar un poco de recorrido, de hecho Marina está de gira y no parará hasta principios del año que viene; desgraciadamente nuestro país no forma parte de la misma y Marina no pasará de los Pirineos.
De todas formas si lo que se aspira es a ventas tipo Katy Perry o Rihanna, es muy complicado que Marina las produzca algún día; demasiado excéntrica, demasiado comercial para ser tomada totalmente en serio por el público indie recalcitrante, demasiado rebuscada para llegar a todas las masas. A mí siempre me han gustado este tipo de artistas que nadan entre dos aguas; es todo un mérito el saber hacerlo. Lo más importante a recalcar de “Froot” es que demuestra la enorme versatilidad de nuestra protagonista como compositora: temas para la pista de baile, ejercicios de pop rock de influencia noventera, baladas épicas… Al álbum no le sobra absolutamente nada, doce canciones soberbias que pondrán de nuevo el listón muy alto para un próximo trabajo, pero esto ya le paso con su segundo álbum y Marina consiguió superar la prueba, luego podemos tener muchas esperanzas en su futuro.
En definitiva “Froot” actúa como enorme paso adelante en su carrera, mientras que a la vez contribuye a diferenciarla de otras artistas con las que fue comparada desde el principio como Lilly Allen o Florence And The Machine. Con “Froot” Marina ha terminado forjando un estilo vocal, musical y como letrista realmente propio.
Texto: Alfredo Morales.