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domingo, 30 de septiembre de 2018

Concierto Revólver. Barajas (15-09-2018)

Fue prácticamente en el mismo día del año, pero en 2009. 9 años ya; parece mentira cómo pasa el tiempo. Aquel día no me imaginaba que tardaría tanto en volver a ver a Revólver en directo. Fue una noche de sábado de las fiestas de Móstoles en el parque Finca Liana cuando dentro de los últimos coletazos de la gira del disco “28 Gramos” pudimos ver a Carlos Goñi sobre el escenario por última vez. Grato recuerdo lejano tenemos de aquella noche, lo cual envolvía de cierta nostalgia este evento que les voy a narrar al haber transcurrido tantos años; de alguna forma, es como reencontrarte con un amigo de toda la vida al que no ves hace mucho tiempo.
Y es que a Carlos Goñi pudimos verle bastante frecuentemente en aquella segunda mitad de la pasada década. En 2005, dentro de la promoción de “Mestizo”, estuvimos a finales de junio en 2 ocasiones (Torrejón y barrio de Bilbao en Madrid -donde incluso pudimos saludar al término a Carlos, quien amablemente accedió a hacerse una foto con nosotros-) y al poco, en julio de aquel mismo año, otro concierto más en un centro comercial de Alcorcón. En 2006 estuvimos en Coslada con Revólver ya presentando su 3er. Básico y luego fue en 2009 con la ya comentada ocasión mostoleña.
Desde aquella cita de hace 9 años, la vida siguió para nosotros y para Revólver también. Lo siguiente en estudio sería “Argán”, disco con cierto riesgo al atreverse con matices sonoros del norte de África, y luego habría cabida para un trabajo eléctrico en directo “En Joy”. 2015 nos deparó el fabuloso “Babilonia”, álbum en el que creo que he oído al mejor Carlos Goñi desde “Sur” y al que debo una revisión de disco en este blog, la cual llevaré a cabo más tarde o temprano. El más intrincado “Capitol” data del año pasado y es el trabajo de cuya gira en la que aún se enmarca este show.
Por motivos personales, tuve que hacer un buen encaje de planes para poder acudir al concierto que protagoniza este post (la ocasión merecía la pena) y tiré para el recinto ferial de Barajas, del cual Celtas Cortos tenían la exclusividad de mis visitas hasta la fecha (2011 y 2015).
A las 22h en punto salí de mi casa en pro de coger el 115 en el puente de la CEA. Por medio segundo pensé en subirme de nuevo a casa al salir de mi portal, puesto que estaba lloviendo, amenazaba seria tormenta y darme el paseo hasta Barajas para nada (si se suspendía la cosa) como que no. Pero me arriesgué y menos mal, ya que paró al rato y las nubes nos respetaron; como luego quedará muy saturado insertar todos los vídeos de golpe entre los párrafos que narran en sí la actuación, aquí debajo les pongo el que grabé de “Odio”.

El bus iba plagado de juventud que acudía a la zona por otros motivos menos saludables que ver a Carlos Goñi en las tablas. Iban hablando de conciertos de Los 40 donde estaría Aitana y otros artistas de nueva aparición y yo internamente me reafirmaba en mi gusto musical imaginando lo que Revólver ofrecería en unos minutos.
Tras bajar del atestado bus, llegué al recinto. No había mucha gente frente al escenario a eso de las 23h y me asusté un poco al ver un cartel en el que ponía que el concierto sería a las 01:00h y no a las 23:30h; se ve que era un error y el evento arrancó a la hora que sabía de antemano. Pude hablar en la primera fila donde me situé (en el extremo izquierdo) con una pareja sobre experiencias previas de bandas míticas que hemos visto en nuestra vida. Yo les comenté que a Revólver era la 6ª vez que lo vería, siendo ellos primerizos en estas lides.
Algo pasadas las 23:30h subió a escena Carlos y su banda para arrancar con la efectiva “Sara”, la cual suponía un inicio bastante lógico de show. Mayor sorpresa y agrado me supuso el 2º tema dispuesto para la cita, que fue “Tú y yo”. No había reparado en ella en la previa, y ciertamente es una de las canciones que sin ser de mis favoritas, siempre me resulta especialmente agradable de rescatar. Quizás sea la canción que me quede de la ocasión, como por ejemplo me sucedió con “Esperando mi tren” en el Barrio de Bilbao de Madrid en 2005; y es que “El Dorado” es mucho “El Dorado”.
Fue un concierto de éxitos sin parar. Revólver superaron las 2 horas de actuación y tras este comienzo, siguieron ofreciendo piezas de alta alcurnia de su discografía. Quizás la única que jugó en desventaja ante tanta jerarquía fue “BlackJack” de “Capitol”. Y como dijo Carlos, es una canción reivindicable del último lp, lo que pasa es que todo lo que la acompañó es de un rango y abolengo de quitar el hipo.

Por ejemplo, así como les voy comentando de forma bastante desorganizada y a salto de mata, “Calle mayor”, con una locución previa de Carlos bastante acertada, supuso quizás la mejor toma en directo que yo he experimentado de la misma en las veces que he presenciado un concierto de Revólver; quizás el otro momento especialmente memorable que extraigo de la velada. Y ya si nos vamos al final del concierto, con un bis de apoteosis formado por “No va más”, “San Pedro” y “El Dorado”, creo que sobran más razones; flanqueando este párrafo les dejamos 2 de las joyas del bis y más adelante parte del trallazo final de “El Dorado”.

La gente acompañó a Carlos muchas veces, en la mayoría sin que él lo solicitara expresamente, en los coros. En este sentido, hay ya muchos temas que toman ese protagonismo. Recuerdo que en 2005 la que se llevaba la palma era “Tu noche y la mía” (la cual tenía que grabar a modo de recuerdo también y a continuación se la inserto; el vídeo con audio más aceptable, que el resto son de la cámara del móvil y su micrófono es así así... -esos reprodúzcanlos a bajo volumen), la cual por cierto se situó en el tramo acústico antes de parar para los bises. Aquí la gente se desgañitó con los arranques de “El roce de tu piel”, “San Pedro” o “Dos por dos”.

El concierto discurrió sin apenas bajar el pedal del acelerador en lo que a clásicos se refiere. Por ejemplo, por ahí estuvo “Si es tan solo amor” y seguidita “Mi rendición”. He de comentarles algo de “Si es tan solo amor”: un buen amigo mío de toda la vida, David, el cual es muy fervoroso en los conciertos a los que acude, estuvo conmigo en julio de 2005 en el centro comercial Opción de Alcorcón viendo a Revólver; antes de continuar con la anécdota de mi amigo, permítanme que les inserte una bonita foto en tonos cálidos del pasaje acústico del concierto.
Él se situó en la primera fila y frente al micro de Carlos y no paró de gritarle en varias ocasiones el título de la canción señalada, a lo que Carlos, supongo un poco harto ya, le mandó al orden con un grito que despertó las risas de las primeras filas. La cosa es que si no es por David yo no me hubiera enterado de este concierto. Por motivos suyos personales, él no pudo asistir, cosa que siento, y más aún cuando en esta ocasión sí que cayó esta pieza de la banda que tanto le gusta.
En el tramo acústico estuvo la siempre efectiva y emotiva “Faro de Lisboa”, que dio paso al bis. Siempre resulta placentero por ejemplo divertirse con “Odio” y ver cómo el pobre Carlos debe sufrir en estos conciertos en los que farolas de luces amarillas alumbran el extrarradio en donde se celebran. Sin duda “Odio” fue otro de los momentos en los que el público hizo suyo el estribillo a pleno pulmón.
No hubo nada de “21 Gramos”, “Argán”, “Mestizo” o del soberbio “Babilonia”. Supongo que ejemplos muy válidos de estos discos se los reservará Goñi para conciertos en los que acudan los fans más acérrimos y no en los que se acerque cualquier curioso que conozca superficialmente su trayectoria, por lo que nada se puede decir; el setlist fue más que acertado para una ocasión como esta; a nivel fotografía, este primer plano que les sitúo acto seguido de Carlos han de reconocerme que no me quedó nada mal.
Al terminar pude saludar de pasada al director de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), Daniel Fernández que andaba por allí tremendamente excitado por la emoción del concierto vivido y que atisbó mi presencia durante el mismo sin que yo me percatara y sin saber de antemano que iría al mismo. Tiré sin mucha dilación hacia la parada del N4 para retornar a mi zona y descansar, ya que la jornada, por motivos personales, había sido de aúpa.

No me dio la impresión de que hubiera pasado tanto tiempo. Ciertas marcas del proceder de Carlos en escena siguen presentes: por ejemplo, el siempre envidiable brindis con agua que hace a mitad del concierto. Último primer plano de Goñi, el cual le refleja dándolo todo en el tramo que no grabé en vídeo de “El Dorado”.
Físicamente está casi igual que en 2009 (¿quizás el pelo algo más gris?) y en lo que a voz e interpretación instrumental estuvo sin mácula, y eso que el día antes en Zamora nos confesó que estuvo al borde de la afonía, de la cual felizmente se repuso, debido por lo visto a sus tozudos genes en cierto porcentaje maños.
Pues claro que sí: mereció nuevamente la pena desplazarse hasta donde fuera para ver a Revólver en directo. Espero que no pasen 9 años de nuevo, a lo que probablemente cuando se fije un concierto en teatro o sala de Madrid, es muy seguro que saque mi entrada, sobre todo por ver un repertorio más para los avanzados en la discografía de la banda donde pueden caer cosas más recónditas de su repertorio y ver a Carlos moverse en otro tipo de conciertos que no sean envueltos de sonidos de verbenas, los cuales Carlos se los tomó con muy buen humor en esta ocasión. De momento, y hasta la siguiente que sea, un placer por mi parte nuevamente sr. Goñi.
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domingo, 2 de septiembre de 2018

Concierto Phoenix. Madrid (26-07-2018)

Quizás fuimos demasiado optimistas al pensar que nos iban a conceder la acreditación. El caso es que de las 5 solicitudes que realizamos al festival, solamente conseguimos la del día de Simple Minds, cuyo trabajo reportamos por aquí oficialmente. Lo que sucedió es que nuestro contacto de la organización nos informó 3 días antes que lamentablemente no podían acreditarnos para informar de Phoenix y ya no quedaban entradas para entonces.
No soy amigo de reventas, y aunque no es lo mismo que estar dentro opté, como en otras tantas ocasiones previas, en asistir a los aledaños para disfrutar del audio del concierto, cosa que ya hice con Kraftwerk, que fue otro de los capítulos que solicitamos y no nos fueron concedidos; está claro: “DMR” somos un medio humilde y Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), donde nos encuadramos, también lo es; esto hizo que nos quedáramos en un resultado de 1 de 5, que menos da una piedra, de lo que igualmente estamos agradecidos a la organización y esperamos que nuestra crónica informativa (al igual que el programa de radio temático que hicimos sobre el festival) haya sido de su agrado.
Al grano. A eso de las 21:45h estábamos en el perímetro del recinto Mariano González (véanle arriba en su palco) y servidor para proceder a la escucha de lo que los Phoenix iban a ofrecer. Hubo teloneros, que incluso hicieron una notable versión de “Lobo-hombre en París” de La Unión, con un cantante de voz potente y grave, que no sabría ponerles nombre. No les escuché demasiado, ya que antes de que empezaran Phoenix, por motivos personales, me di un garbeo por el campus de la Universidad Complutense. Aquí, lógicamente, no les vamos a poder narrar los movimientos de Thomas Mars o Christian Mazzalai en escenario. Con algo de retraso, a eso de las 22:15h arrancaba el show, con una intro muy graciosa (sampleada del videoclip de “J-boy”). Y el concierto arrancó brutal. Tenía 6 canciones anotadas en mi lista de “debes” y 4 de ellas se situaron seguiditas tras la apertura con la también disfrutable “J-boy” de su último lp “Ti Amo”.
Desfilaron por este orden “Lasso”, “Entertainment”, “Lizstomania” y “Trying to be cool”. No podía salir de mi asombro. Ya solamente me quedarían “If I ever feel better” y “1901”, que se reservaron para el tramo final del concierto e incluso los bises. De esta forma, con estos 4 gigantes de su discografía, Phoenix enloqueció al recinto (se oían los bramidos de las masas muy agitadas) y se quitaron presión para comenzar a bucear por otros territorios de su último disco y dando un tremendo protagonismo a “Wolfgang Amadeus Phoenix”, del que sonaron prácticamente todas las piezas (incluso las 2 partes de “Love like a sunset”).
En este último particular, de su disco de 2009 brilló mucho “Armistice”, o al menos así me lo pareció. En el tramo final de la actuación aparecieron “If I ever feel better” (previa a los bises) y un poco antes la rutilante, obsesiva y divertida “Ti amo”. A propósito, mientras que Thomas Mars (que se dirigió al público lo justo y debido, pero con acierto) nos introducía a “If I ever feel better”, una pareja que se iba del concierto, al vernos ahí escuchando, nos dieron sus entradas, ya que no iban a volver (se perdían los 15 minutos de bises y el ya comentado hit de sus inicios).
Fui a la puerta yo solo (a Mariano González no le iba a darse el paseo sin saber si nos iban a dejar pasar) y tras explicar la situación a un chavalito imberbe de la organización de la puerta y a un rudo segurata con acento del este, me mandaron a paseo con viento fresco; se empeñaron en pasar las entradas por el lector, cuando ya les advertí que eran 2 tickets de gente que había estado dentro. En fin, con estos colectivos de merluzos mejor no rechistar. Regresé con Mariano a nuestra posición para escuchar los bises, ya que no me dejaron verlos.
Y con “1901”, alguna baladita más en los bises (“Fior di latte”) y con el ejercicio de mayor obsesión sonora con “Ti amo di piu”, Phoenix ponían el punto y final a algo menos de hora y media de show, que no se hizo nada corto. Tocaron mucho, con un repertorio realmente solvente. Posteriormente completé la experiencia viendo en Youtube un concierto de la gira que está colgado con el mismo setlist (o casi) y así me pude hacer una idea de lo visual (desde nuestra posición se veía mínimamente la esquina superior derecha de la pantalla del fondo).
La próxima vez que aparezcan Phoenix por Madrid, me sacaré la entrada, para evitar decepciones de última hora. Bueno, salvo que para entonces estemos en un medio de comunicación más grande (tipo M-80 o Radio 3) o que “DMR” hayamos conseguido un posicionamiento cercano a Jenesaispop o Muzikalia que nos garantice un mayor nivel de éxito al solicitar acreditación para eventos de este tipo. Aún así, reiteramos lo dicho antes: agradecemos a la organización del festival que sí contaran al menos con “DMR” para la gran noche que ofrecieron Simple Minds el 30 de junio.
De lo que Phoenix dieron de sí no podemos contarles mucho más. Nos dio la impresión de gran concierto y la verdad es que disfrutamos mucho del audio, el cual me pareció un hilo musical perfecto para el entorno del campus universitario; seguramente mucho estudiante habrá paseado con música de los de Versalles en sus reproductores musicales camino de las facultades.
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