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viernes, 26 de octubre de 2018

Casasola - Lo Que Nos Pasa (2018)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
La escena indie en España está mostrándose, desde hace ya algún tiempo, como el campo musical más fértil e interesante que se pueda escuchar a día de hoy por estos pagos. A la mayor proyección de grupos con una carrera sobradamente cimentada, hay que ir añadiendo bandas nuevas y florecientes que van aportando un satisfactorio dinamismo al panorama independiente.

Hoy analizaremos el debut de uno de estos grupos, Casasola. Casasola son cinco chicos cordobeses (Eduardo Zorro, Daniel Ceballos, Israel Arroyo, Antonio López y Antonio Gómez). Compañeros del Conservatorio de Música de Córdoba y de la Escuela de Música Moderna de Córdoba, y unidos por inquietudes y afinidades similares comenzarán a ensayar y a cimentar un proyecto en común.

Los ensayos de Casasola tenían lugar en un casa del barrio de El Brillante, de Córdoba, que al ser segunda residencia estaba vacía todo el año salvo en verano (de ahí el nombre del grupo, ensayaban en una “casa sola”). Poco después las cosas empezaron a ir rodadas; conciertos y certámenes en Córdoba y Málaga; después, en 2015, el productor Dan Hammond les escucha en Instagram y se interesa por ellos hasta tal punto que casi de inmediato se ponen a trabajar juntos. Todos los denuedos acaban cristalizando en su primer larga duración, “Lo Que Nos Pasa”, lanzado éste mismo 2018 con unos justificados buenos augurios.

¿Y a qué suena Casasola? Entre sus gustos primigenios están Nirvana o Red Hot Chili Peppers; posteriormente se añadirían, por ejemplo, Arctic Monkeys o Radiohead. Al escuchar “Lo Que Nos Pasa” notamos un pop rock directo y cálido, escrito con una caligrafía seductora y motivadora para el oyente. Si quieren referencias, tienen la chispa eléctrica de Supersubmarina y los ribetes melódicos de algunos pasajes de Lori Meyers. Si bien estas pistas son más para situar unas coordenadas que para etiquetar o encasillar a Casasola.

En las diez canciones que componen “Los Que Nos Pasa” encontramos pasajes inquietos y ágiles cercanos al rock, o incluso al punk pop, y contrapesos sosegados más destinados a la introspección. Y es justamente esa soldadura la que hace que Casasola triunfe con mano ganadora en inspirados medios tiempos directos y bien construidos. La música tiene corazón y más allá de sus evidentes virtudes instrumentales, Casasola se las apañan para transmitir toda la gama de sentimientos que pretenden de manera honda y honesta. Para poner todo esto un poco más en claro pasemos a analizar las canciones.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Lo que me pasa”: Comienza el disco con unos cortantes y eléctricos acordes, para dar paso a una melodía más dulce y evocadora. La electricidad vuelve para remarcar el estribillo, inspirado y de una calidez utópica. De eso va la canción, de la evocación de un lugar tranquilo donde estar con amores y amistades. El disco, por lo tanto, empieza de forma enérgica y bella. Es un justificado single.

2. “Cada vez que nos encontramos”: El segundo corte es uno de los temas más celebrados de la corta carrera de Casasola. La instrumentación sigue siendo potente, pero hay una aureola de fatalismo patente, sobre todo, en las estrofas. El estribillo es más animado; triunfa en aunar la suavidad acariciante de la melodía vocal con la inquieta base instrumental. Hermosa sin ser plañidera, se las apaña para permanecer fácilmente en la memoria del oyente.

3. “Los puentes de Venecia”: Sabe aportar detalles interesantes, como la interacción de guitarras de los primeros compases (que se repetirá luego), y confirma la facilidad de Casasola para las melodías sedosas. Se me antoja una canción con más recovecos que las anteriores, pero metida de lleno en la esencia pop. Qué buenos son esos acordes de guitarras casi funk que sirven de puente para llegar al estribillo.

4. “Emma Watson”: Esta canción, con nombre de actriz, engrosa algunas características que ya se habían insinuado. Es más épica y contundente; las guitarras son más ásperas; la batería más dinámica y compleja. Se acerca sin complejos al indie pop movido y rotundo. Es una canción clásica para el grupo y cuenta con un curioso vídeo dirigido por David Sadness, quien también ha trabajado con Supersubmarina, Izal o Love of Lesbian. Si no lo han visto estén atentos y entenderán porqué es un clip muy apropiado para una canción llamada “Emma Watson”. De mis favoritas del álbum.

5. “Ansiado mar”: Hay algo hedonista y sumamente agradable desde las primeras referencias al mar y al tiempo primaveral. Tras la frenética canción precedente, “Ansiado mar” nos transporta a un lugar cálido a través de un pop cristalino sin trampa ni cartón. Es la canción que me apetecería escuchar en un atardecer en la playa. Los poco más de tres minutos se hacen cortos; una de las sorpresas del disco.
6. “Un día bueno”: Hora de recargar baterías y salir al ataque. Esta canción, que representa el momento más rabioso y roquero del disco, no elude unas guitarras crujientes y un tempo rápido y continuo. Podría verse como una aproximación al punk pop o al indie enfurecido de los primeros Arctic Monkeys. La brevedad de la canción no hace sino resaltar la sensación de chispazo, de fogonazo de rabia.

7. “La etapa”: Nos encontramos ahora con un eficiente contrapeso de la canción anterior, lo que era rabia ahora es introspección y lo que era fulgurante ahora es medido y reflexivo. El tono, si acaso, sube en el estribillo y en algunos desarrollos. Me recuerda un poco a U2 o algunos grupos como Travis o Coldplay; también a los Radiohead más cercanos al clasicismo.

8. “Satisfacción”: Retorno al medio tiempo melódico y animoso, que trae consigo un estribillo con algunas revoluciones más. Sencilla y agradable, descubrimos no obstante una sorpresa en el último tercio de la canción. Se trata de un cambio de ritmo suavemente deslizado que da paso a uno de los momentos más intensos del disco; Eduardo Zorro canta obsesivamente “siento tanto que no siento nada” a la par que la banda toca con más intensidad. Buenos detalles en este tema. Fue lanzado como sencillo allá por 2017.

9. “No necesito más”: Es un pop clásico, entre los efluvios británicos y la suavidad del sur. Sin necesidad de reinvención de ningún estándar, Casasola usan eficientemente nos códigos canónicos para componer una melodía resultona y ensoñadora. Buen sabor de boca antes de llegar al peldaño final.

10. “Memorables”: Los primeros instantes parece que nos traerán una canción recogida y melancólica, pero no tarda mucho en aparecer una materialización distinta. Casasola se dejan llevar (y consiguen que nosotros también lo hagamos) por una aterciopelada melodía, envolvente y, en el mejor sentido de la palabra, sedante. Es como una invitación al sosiego y a la evasión que además finaliza con un buen segmento instrumental. Sin duda algunas es una acertada manera de cerrar el disco.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Casasola ya han recibido parabienes de artistas consolidados como Supersubmarina o Carlos Sadness, y viendo el resultado de su primer LP, “Lo Que Nos Pasa”, creemos que con merecimiento la banda cordobesa puede considerarse una de las agradables sorpresas de entre las bandas emergentes.

En el análisis hemos hecho hincapié en que el disco suena evocador, acariciante, cálido; y efectivamente “Lo Que Nos Pasa” es un disco agradable y fácil de escuchar y, lo más importante, resiste bien las repetidas escuchas; no se trata de material fungible que se depaupera tras la primera escucha. A título personal llevo escuchando el disco desde este verano y me sigue pareciendo un debut muy sólido.

Recomendamos seguir la pista a Casasola si gustan del buen pop independiente con algún aderezo rock. De momento, “Lo Que Nos Pasa” merece la pena. Escúchenlo.

Texto: Mariano González.
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miércoles, 24 de octubre de 2018

Concierto Javiera Mena. Madrid (19-10-2018)

Javiera tiene cogido el gusto a la calle Barceló de Madrid. Se va moviendo de número contiguo al otro, marchando de la sala But al Teatro Barceló (antiguo Pachá) y retornando a la sala But. Y nosotros encantados de que así sea, ya que ambos recintos son de nuestros predilectos para conciertos en Madrid. Nos enteramos en agosto que el viernes 19 de octubre era el momento de presentar “Espejo” en la capital y corrimos a comprar nuestras entradas. Hicimos bien, porque si no se agotaron las entradas poco faltaría: el aspecto de la sala era de lleno total y con un público totalmente entregado a Javiera.
Hubo artista invitado, cosa que desconocimos hasta el momento en que subieron a las tablas (no indagamos por las redes en días previos). En este caso Nos Miran, en la imagen superior de este párrafo, estuvieron algo más de media hora en escena con su propuesta melódica de matices electrónicos, con lo que no estaban muy en discordancia con lo que Javiera Mena profesa en estilo. Marta y Sergio, armados con su guitarra y sus sintetizadores, nos dieron un paseo por su obra, con canciones más reposadas y otras más moviditas. Hicieron buen uso de la pantalla de fondo para acompañar las canciones de sus proyecciones. El público fue de menos a más con ellos y cuando más cómodos estábamos con su música, tocaba la lógica hora de la despedida.
El set se dispuso rápidamente para que sobre las 22.20h aprox. saliera al escenario Javiera Mena, en este caso acompañada de 2 músicos vestidos con camisa a rayas y con gorra (es curioso cómo me recordaban a la figura de Martin Doherty de Chvrches, más aún cuando a las pocas horas el grupo escocés serían protagonistas con su disco de debut del estreno de nuestra 10ª temporada de radio). No hubo cuerpo de baile y eso propició que viéramos a una Javiera mucho más teatral y activa que en otras ocasiones previas en las que estaba un gran porcentaje del tiempo de concierto en su set de sintetizadores; me imaginaba para el momento de la canción título del último disco una coreografía a cargo de la propia Sheila Jordá (la Lady Susana del vídeoclip), pero eso tendrá que esperar para futuras ocasiones.
Javiera salió con look entre rockero y algo glam, con un pantalón y americana de rojo intenso en texturas plastificadas o de charol y con botas blancas. Solamente en los bises se deshizo de la parte superior para quedarse con un top negro. En esta ocasión no solamente vivió de los teclados, sino que en varias piezas se puso encima la guitarra eléctrica para interpretar varias de las canciones de su último disco.
Hablemos del repertorio ofrecido. Tenía mucha curiosidad en saber cómo gestionaría Javiera el hecho de tener otro disco más en su cuenta y ver la criba con temas de trabajos anteriores. En este sentido, “Espejo” contó con una presencia notable, como debe ser si estamos en un concierto de presentación del mismo. Sonó prácticamente íntegro salvo “Aire” y “Cuando no la esperas”. A su favor, hay que apuntar que todas las canciones ganaron un punto o 2 en el directo. Arrancamos con esa bienvenida que es “Cerca”, para posteriormente ponerse íntima y sentida con una de nuestras predilectas “Alma”; ya saben que los conciertos en los que en el 2º lugar del set list los artistas me incluyen uno de mis temas favoritos, hacen que me quede grato recuerdo de los mismos. El audio de la cámara de mi móvil es horrible, pero aún así grabé, sin prestar mucha atención a la pantalla, “Alma”; ahí se la dejo.

En el primer sector del concierto, con mucho acierto, se intercaló entre las novedades la ya clásica “Sincronía, Pegaso”. Javiera estuvo genial en ese sostenido de “Pegaso” que hay entre el tramo final, provocando la ovación de la sala. Si sigo hablándoles de “Otra Era”, estuvo muy representado por sus otros 2 estandartes, la propia canción título (una canción que jamás se podrá quemar y que emociona en cada escucha o vez que la vives en un concierto) y “Espada”.
No obstante, en lo referente al penúltimo disco de estudio hasta la fecha de Javiera Mena, para mí el otro momento memorable de la noche, en lo personal quiero decirles, vino de la mano de “Los olores de tu alma”; es una pieza que no había visto aún en directo y me supuso una cierta sorpresa muy agradable.
Pero volvamos a hablar del último disco. Los singles de “Espejo” estuvieron a la altura, siendo quizás la que más ganó en la toma en directo “Dentro de ti”. La canción título va adquiriendo galones de pieza clave dentro de la discografía de Javiera, cosa que se ve en que estuvo reservada para los bises e “Intuición” se incluyó como a mitad de concierto también obteniendo un buen feedback en general. Estuvo también muy acorde la hipnótica y bailable “Escalera”, un momento de baile y desenfado que puso a ritmo a la sala But. “Todas aquí” sonó muy emotiva y con “Noche” Javiera nos advirtió antes de empezar la misma de la alineación de planetas “Jupiter-Venus-Tierra-Luna”, que a alguno le dejó con la cara rara.
Gustó mucho en general que Javiera Mena optara por recuperar “Mujer contra mujer” de Mecano, subiendo a 2 el número de covers de la noche con la siempre presente “Yo no te pido la luna”, muy coreada por la sala. El bis, contó con “Luz de piedra de luna”, siempre una canción efectiva para el tramo final de los conciertos de Javiera, y de la que grabé un generoso fragmento que insertamos a continuación.

Claro, Javiera va teniendo cada vez más fondo de armario y sus conciertos no son de “metraje Springsteen”, con lo que se van echando cosas de menos. En lo personal, eché en falta que “Sufrir”, sin duda una de las canciones más celebradas del disco “Mena”, por 3ª vez no fuera de la elección de la noche cuando yo he acudido al ritual. Sí que por el contrario fue agradable escuchar una toma actualizada de “Primera estrella”, con lo que de alguna forma podemos decir que una por la otra.
El concierto estuvo muy bien. Duró lo adecuado (en torno a la hora y media) y dio la sensación de mucha intensidad y entrega. Pudimos ver a una Javiera muy activa, encargándose de llenar el escenario sin necesidad del acompañamiento de bailarinas con sobrada solvencia. Lo pudimos ver muy de primera mano, ya que logramos situarnos en primera fila, justo en el extremo izquierdo del escenario.
Con este concierto, se saca en conclusión que Javiera Mena está creciendo mucho en repercusión a nivel nacional, cosa que ya se apreció en el concierto de San Isidro en 2017, si bien había que tamizar el resultado con el hecho de que aquel show era gratuito. Si comparo este concierto con el del Barceló de 2016, se nota un cambio; aunque el aforo se complete, el sentir de la gente en esta ocasión es ya de ser fans de la artista (y no lo digo solo porque en aquella ocasión me tocó sufrir a 2 tías pasadas de vueltas en mis inmediaciones). La masa de “menistas” o “javierivers” (no sé cómo llamar a los fans de la artista, dentro de los cuales me incluyo... Mejor menistas, ¿no creen?) aumenta con cada visita. Y nosotros nos alegramos. Estupenda experiencia y ya estamos esperando la siguiente; por fortuna, Javiera ya nos dijo que nos estaremos viendo en breve.
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viernes, 19 de octubre de 2018

Temporada 10/ Programa 1: Chvrches y “The Bones Of What You Believe” (2013)

Ya tenemos 2 dígitos en nuestro haber en el número de temporadas de radio que llevamos a las espaldas. Empezamos la temporada nº 10 con ilusiones renovadas y muchas ganas de conceder a discos que consideramos buenos un espacio de reivindicación y homenaje en las ondas. Seguimos con nuestra periodicidad bisemanal, horario de 16 a 17h y en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH).

Para arrancar, nos ha parecido correcto hacerlo con una de las bandas que más nos gustan en la actualidad y de la que nos hemos hecho fans en los 2 últimos años. Con el trío escocés de música electrónica Chvrches y su fantástico debut, empezamos la andadura de la 10ª temporada este sábado 20 de octubre de 2018.

Será un mano a mano entre Mariano González y Víctor Prats en el que debatiremos sobre el disco, también del presente de la banda (con disco lanzado este presente año) y seleccionaremos 4 de sus fabulosas canciones para su reproducción íntegra.

No nos fallen, les esperamos.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: http://www.online.ruah.es/
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lunes, 15 de octubre de 2018

DMR estrena su 10ª temporada en la radio

No es ninguna sorpresa. Sorpresa hubiera sido en el sentido contrario. Y es que tras finalizar la 9ª temporada el pasado mes de junio, teníamos claro que queríamos seguir en la brecha radiofónica y por ello, tal como vaticinábamos, en este mes de octubre llegamos a nuestra 10ª temporada.

No se esperen novedades, por mucho que la cifra que acumulamos pueda inducir a pensar en ello. El propósito sigue siendo el mismo: reivindicar la escucha de los discos al completo, si análisis y puesta en valía y comentarles lo que buenamente podamos aportar, que ustedes puede que ya sepan o no.

Durante la temporada confiamos en poder ofrecerles contenidos de su agrado. Tenemos muchas bandas y discos en mente. Mañana desvelaremos qué grupo tendrá nuestro honor particular de abrir la campaña. Seguimos en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) y mantenemos igualmente nuestro horario de emisión, bisemanal, los sábados de 16 a 17h. Contamos con su compañía una temporada más y de verdad que la tenemos en mucha estima.
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viernes, 12 de octubre de 2018

Javiera Mena - Espejo (2018)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Como justo dentro de una semana estaremos puntuales en la sala But de Madrid para ver a Javiera Mena presentar su último disco “Espejo” hemos pensado que sería muy adecuado atrevernos con nuestra crítica del mismo, tras llevar ya varios meses escuchándolo.

Es evidente el crecimiento que “Otra Era” reportó a Javiera Mena a todos los niveles. Ese gran disco editado en 2014 permitió llegar a un mayor número de seguidores, obtener muy buenas críticas sobre su conjunto dentro de la prensa y también haber llegado al círculo de los premios internacionales siendo nominada al Grammy Latino a mejor canción, si bien se dio la injusticia de no llevarse el galardón (y es que “Otra era” es una canción que merecía eso y más).

Tras una promoción larga, 4 años de giras y actuaciones muy destacables (nosotros pudimos verla en 2 citas memorables en Madrid, una en el Teatro Barceló y otra en el escenario Puerta del Ángel en San Isidro 2017), llegaba la hora de meterse en estudio para dar el siguiente paso.

Y hay algunas novedades notables. Una de ellas es que Javiera ficha por una multinacional y la otra que Cristián Heyne no está a su lado para aportar su granito de arena a la obra tras un largo tiempo colaborativo. El resultado de la espera ha sido “Espejo”, un trabajo que por estas tierras esperábamos con ansias por todo lo que nos gustó “Otra Era” y también “Mena” (si bien nosotros descubrimos a Javiera con “Otra Era” en 2015 y empezamos por el disco contemporáneo, escuchando posteriormente el notable lp de título homónimo al apellido de la artista).

En “Espejo” se nota una evolución clara respecto a lo propuesto por Javiera en “Mena” y “Otra Era”. Tampoco es que se haya dado a cantar fados portugueses o rancheras mexicanas. El cambio no es radical, pero sí que hay cosas que suponen un punto de partida de donde venía la artista. Ahora atrevámonos con sus canciones una a una.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Dentro de ti”: El disco empieza con el que fue el primer single de adelanto. Un medio tiempo relajado, que podría evocarnos a “Pide” de “Otra Era” para que de alguna forma puedan situarse. La canción va ganando fuerza, terminando en un registro algo más alto que termina agradando. Contó con un videoclip con Javiera con distintos y variados looks en estudio. Correcto single, apto para cualquiera, sin necesidad de ser fan.

2. “Espejo”: Quizás podríamos decir que la canción título sea la que sirva de puente entre los discos previos de Mena y el presente. Es una canción más electrónica y con más beats que juega entre el cierto misterio (sin llegar a los niveles de “Otra era” o “Sincronía, Pegaso”) y la sensualidad. Ha terminado siendo el 3er. single, con acierto, del disco. A propósito se ha grabado un acertado videoclip, en el cual Javiera se hace acompañar de la gran bailarina y bellísima Sheila Jordá, muy destacada dentro del cuerpo de baile en directo de Javiera, sobre todo al sorprender a cualquiera con su performance en “Sincronía Pegaso”. ¿Quizás la mejor canción del disco? No sé. En todo caso sí que es la más directa y una de las que más claramente brillará en los conciertos de la gira, cosa que podremos comprobar en breve.

3. “Cerca”: Situándose entre medias de la 1ª y 2ª canción llega “Cerca”. Quizás haya algunos coros algo estridentes, pero en conjunto estamos ante una pieza pop muy luminosa, con mucha fuerza que permite que “Espejo” siga abriendo sus brazos al oyente con muy buena disposición.

4. “Alma”: Javiera decide ponerse íntima en el 4º lugar del set list con la que quizás sea la mejor canción del disco (al menos en lo que a letra se refiere). Javiera canta con tremendo sentimiento, narrando una situación dolorida derivada de un revés emocional o sentimental. De las que escuchas una y otra vez sin cansarte.

5. “Intuición”: Quizás la pieza más arriesgada del disco sea “Intuición”. En esta pieza Javiera, acompañada de Li Saumet, se atreve con ritmos latinos más cerca del reggaetón que de la electrónica más propia suya. Es una canción que termina gustado, una vez superado el factor sorpresivo de las primeras escuchas. Más riesgo supuso incluso que fuera el 2º single, partiendo bastante de las formas más accesibles de “Dentro de ti”. Un punto a su favor fue la frivolidad de grabar el videoclip por Benidorm, en su gran parte en ambientes nocturnos, con Javiera (muy guapa con flequillo) moviéndose por sus calles y locales de luces tenues.
6. “Aire”: Giramos a la electrónica más cercana al “universo Mena” de la mano de “Aire”. Se utilizan muy bien los sintes y se utilizan de forma acertada los cambios de ritmo. Es una canción que sin necesidad de recargarse con miles de bases, consigue un resultado bailable notable y elegante. Quizás otro de los pasajes más llamativos del disco.

7. “Escalera”: El experimentalismo regresa con “Escalera”. Una composición muy electrónica, con poca letra y que consigue un efecto trance notable. Si bien, hay que apuntar que sus formas son ligeritas y ambient. Otra canción realmente elegante y que demuestra la evolución sonora dentro de la electrónica que Javiera Mena ha experimentado en esta obra: vean o noten la diferencia con las bases de piezas de “Otra Era”.

8. “Noche”: Tras 2 piezas muy electrónicas, nocturnas y bailables, pasamos a “Noche”, que curiosamente resulta mucho menos nocturna en sus formas que sus 2 predecesoras. Retornamos a los medios tiempos, siendo de alguna forma una pieza de transición para afrontar el tramo final donde la emoción volverá con más punch.

9. “Todas aquí”: Creo que “Todas aquí” es la canción que sin ir más adentro tiene las formas más emotivas del disco en su melodía. Considero que está correctísimamente situada en el penúltimo escalón del disco. Es muy destacable como consigue Javiera transmitir en el micrófono en esta canción, siendo el pasaje del disco donde más entregada la vemos en la voz.

10. “Cuando no la esperas”: “Espejo” cierra con acierto con “Cuando no la esperas”, una pieza íntima, que puede evocar a un plácido amanecer. Destaca sobre todo en ciertos registros altos con los que Javiera Mena arranca sus estribillos. Considero correcta la disposición de las 2 últimas canciones y en general la de todo el disco (ya saben que por aquí prestamos mucha atención al orden de las canciones propuesto); recuerden que “Otra Era” terminaba muy muy arriba con “Espada”. Yo creo que es mejor terminar de esta forma, más reflexiva y cálida.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Espejo” supone, como ya hemos apuntado, el salto de Javiera Mena a las multinacionales. Eso ya de por sí nos permite adquirir su disco en España en tiendas de discos, viéndolo en sus estanterías (cosa que no sucedió con “Otra Era”, el cual tengo gracias a que me lo compré en el stand de merchandising al final del concierto del Teatro Barceló en 2016.

Hemos podido ver a Javiera Mena presentar el disco en el Primavera Sound, con bastante éxito y también pasó por Madrid en otro festival, el Tomavistas. Ha estado de gira este verano, alternando la misma con la preparación del vídeo de “Espejo”, que se estrenó a finales de agosto y ahora toca afrontar la parte del tour en salas, llegando a Madrid en una semana. Es decir, que a nivel de repercusión, “Espejo” consolida el logro de “Otra Era”, lo afianza y permite que Javiera Mena esté en una situación de cierto estatus dentro de la música independiente (ya no tanto con la entrada en discográficas mayores).

Por internet se ven valoraciones de los seguidores a modo de comparación con “Otra Era”, en el sentido de que si no es tan bueno, y demás. Lo que está claro es que “Espejo” es una evolución del sonido de Javiera. Influye lo que ella sienta a la hora de componer y las circunstancias, las cuales seguramente son muy distintas a las que se tenían cuando se afrontó la composición y grabación de “Otra Era” y más aún con “Mena”.

¿Quieren que me moje? Bueno, sí, si tengo que escoger entre “Otra Era” y “Espejo” me quedo antes con “Otra Era”. Si bien, “Espejo” es un disco muy bien pensado, variado, correctamente ordenado, con tremendas canciones en su conjunto (“Espejo”, “Alma”, “Escalera” por ejemplo) y que creo que está lejos de ser un paso atrás en la carrera de Javiera Mena; más bien es todo lo contrario. Remarco: evolución. Quizás lo que menos me guste del disco sea su portada; sin duda a Javiera Mena es muy fácil tomarla otra instantánea en la que salga mucho más favorecida.

Desde “DMR” consideramos que Javiera Mena ha dado forma a un disco notable. Si establezco un paralelismo con mi grupo favorito The Cure (salvado los estilos, lógicamente), “Otra Era” sería su “Disintegration” y “Espejo” su “Wish”. Ahora nos queda ver cómo funciona en directo y disfrutar de la siempre interesante propuesta musical y visual que Javiera dispone en sus shows. Será justo dentro de una semana. Aunque en esta ocasión vamos como público general y no como medio de comunicación acreditado como en 2016, haremos crónica de lo que vivamos; si les interesa, visiten nuestra página en días sucesivos tras el concierto.
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viernes, 5 de octubre de 2018

Yelle - Pop Up! (2007)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Tenía ganas hace tiempo de dedicar un artículo a uno de mis descubrimientos de la década pasada a nivel de electro pop francés. Se trata de Yelle, un grupo que casi nadie se tomó en su día en serio; aún siguen sin hacerlo, pero poco a poco ha ido tejiendo una carrera que alcanza ya a tres álbumes y lo que es más importante, haber conseguido traspasar las fronteras de su Francia natal. Yelle puede permitirse tocar por numerosos países europeos (un gran ejemplo fue su concierto en la sala Bad de Madrid hace unos años con lleno total) y recorrerse Estados Unidos obteniendo un éxito considerable, con el mérito de por el momento negarse a cantar en inglés por el simple motivo de considerar que sus canciones perderían fuerza y credibilidad con forzadas traducciones; además la tarea no sería fácil teniendo en cuenta la buena cantidad de argot que contienen las letras del grupo.

Yelle se empieza a gestar al principio de la década pasada con el encuentro del Dj Grand Marnier y la cantante Julie Budet. Eligen el nombre Yelle como las siglas de “You Enjoy Life” es decir YEL, pero al final deciden feminizarlo y quedaría como Yelle, lo que ha dado a identificar el proyecto básicamente con Julie Budet, a pesar de tratarse de un grupo y no de un proyecto en solitario.

A finales de 2005 son descubiertos en el hoy olvidado Myspace, auténtica plataforma para darse a conocer en esa época, gracias al tema “Je veux te voir” y la popularidad del grupo va en aumento durante 2006. La originalidad del grupo mezclando electro, pop, rap y diversos samplers elegidos con muy buen tino, no deja indiferente, además de un sentido del humor e ironía poco habituales en el terreno musical francés. Finalmente al proyecto se une el productor y músico Tepr (Tanguy Destable), otro enamorado de la electrónica y el hip hop, transformándose Yelle en un trio y preparando su debut en forma de álbum mientras empiezan a dar numerosos conciertos en Francia.

Como muestra del sentido del humor tan propio del grupo, no es extraño que fueran invitados por el comediante Michael Youn (alias Fatal Bazoka) a participar como invitados en su single “Parle à ma main”, que consigue una enorme popularidad llegando al número uno en Francia y Bélgica, lo que ayudaría a la popularidad del grupo.

Finalmente hubo que esperar a septiembre de 2007 para ver por fin publicado el primer álbum de Yelle, al cual titularon “Pop Up!” un título efusivo y alegre que transmite perfectamente el contenido de este debut que pasamos a analizar.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Ce jeu”: El disco comienza de manera curiosa con unos silbidos electrónicos bastante coloristas acompañados de palmadas y una pequeña línea rítmica de bajo para inmediatamente meter un descarado sampler del “Let me go” de Heaven 17, el cual no abandonan durante toda la canción, hasta el punto de que pareciera una nueva versión de “Let me go” con otra letra. En cuanto a la misma se trata de un juego de reproches entre una pareja que parece bastante cansada de una situación que no termina de avanzar. Se trata de una canción un tanto inocente que encuentra su contrapunto en los potentes bajos de “Let me go”. La canción contaría con un colorido video clip donde Yelle despliegan toda su imaginería retro y kitsch, un montón de cambios de vestuario que estarían muy presentes en sus shows y que le sacan mucho partido a Julie Budet. En cuanto a Heaven 17 parece que no les gustó mucho “este juego” básicamente porque jamás fueron consultados para el uso de este sampler y es que parece ser que Yelle le echaron bastante morro ejerciendo como sinvergüenzas sin fronteras.

2. “A cause de garçons”: Si el álbum comienza de forma notable y original, la continuación no puede ser más enérgica con un auténtico pepinazo electro lleno de desenfado, que por un lado nos trae a la mente el pop de chicle de cantantes como Lio (“A cause des garçons” no está muy lejos de “Amours solitaires”) y por otro el sonido electroclash minimalista que tanto dio que hablar por esa época. La canción contaría con un curioso video clip donde no aparece ninguno de los miembros de Yelle, sino unos bailarines que se esmeran a fondo mientras suena un remix de la canción.

3. “Dans ta vraie vie”: El álbum no deja descanso y llega uno de los temas más incisivos del mismo. Metales sintetizados y un ambiente que parece querer imitar el hip hop de atmosferas chungas sirven de base para que Yelle realicen una vuelta de tuerca y hagan una radiografía humorística, un tanto despreciativa e irónica de un tipo de sujetos que influenciados por el rap que en ese momento arrasaba en Francia y que tenía a veces una buena carga sexista, llevaban una vida de tipos duros acorde a estas canciones. Yelle se dedica de forma burlona a quitarle el velo a uno de estos personajes y demostrar que bajo esa apariencia se esconden la inseguridad y la timidez.

4. “Tristesse / Joie”: Un bonito comienzo con esos teclados sugerentes son el preámbulo de uno de los temas más pop y elegantes del álbum: producción detallista y brillante y una melodía de esas que permanecen inevitablemente en la cabeza. La incomprensión entre dos personas es el tema de fondo en un juego hábil de frases que aunque naif es muy efectivo. Como ocurría en “A cause des garçons” nuevamente vemos la influencia del pop francés de los 80 pasado por el electro. En suma una canción tan válida para la pista de baile como para una escucha menos agitada en nuestra casita.

5. “Mal poli”: Después de un tema elegante, otro que es casi todo lo contrario. Aquí no hay sutilezas electroclash desnudo, simple y un tanto irritante donde los reproches son continuos “¿quien te ha dado permiso para tutearme? ¿Cuando hemos comido en el mismo plato?” o “tu aliento a borracho me coloca”. La canción es el relato de una noche de discoteca desde el punto de vista de una chica a la que no dejan de molestar los moscones de turno convenientemente colocados y de alguna forma también expresa el desengaño en lo que se refiere a los príncipes azules. Musicalmente no es gran cosa, una canción divertida sin más que ahonda en el sentido del humor del grupo.

6. “Les femmes”: No es casual la posición de esta canción; justo detrás de toda una declaración quejándose de los hombres, llega este guiño lésbico “si los chicos no me abren su corazón, iré a buscar por otro lado”. Más claro imposible. En esta pequeña historia nuestra protagonista se siente atraída por otra chica y se deja llevar a otro mundo donde felicidad y dudas se mezclan. Esta vez el grupo elige crear un tema sugerente, delicado y lleno de matices electrónicos sobre todo al final donde se recrean en una serie de variaciones que benefician al tema. También podemos apreciar la voz de Julie más desnuda al no haber demasiados artificios ahogándola y constatamos lo bonita que suena casi sin ningún soporte.
7. “Tu es beau”: Esta vez el grupo se olvida prácticamente del electro y nos ofrece un tema reposado donde tenemos guitarras marcando el ritmo lento de la canción y saxo que está presente durante toda la canción dando un toque bastante cálido. La canción cuenta la relación entre dos personas que están muy lejos de ser compatibles pero que de alguna manera, van a disfrutar de lo que les depare. Julie suena entre sensual y burlona en un tema que al final casi se les va a los seis minutos sin que lo hayamos notado.

8. “Je veux te voir”: La canción que comenzó todo y quizás la más contundente de todo el álbum, en realidad una respuesta irónica, burlona y despreciativa al hip hop francés de la época y más en concreto al grupo TTC y su cantante Cuizinier. Yelle consideraban las letras de estos grupos absolutamente machistas y no se cortan en ridiculizar a Cuizinier aludiendo al tamaño de su pene o al hecho de que su éxito será efímero o a ser “ridiculizado por una chica que rapea mejor que tu”. Entre el rap, el electro y los constantes golpes de efecto “Je veux te voir” es irresistible y aunque su sonido es muy deudor de esa época aún sigue conservando sus ganchos, sobre todo el potente estribillo, fluido y sarcástico. La canción contaría con un muy logrado vídeo que es toda una auténtica locura donde podemos ver a Julie imitar algunas de las poses más tópicas de los videoclips de hip hop para seguidamente irse a una mega fiesta a darlo todo; es sin duda de esos videos que dibujan una sonrisa.

9. “Amour du sol”: Si en el álbum tenemos varios guiños a la canción francesa de los primeros 80, este “Amour du sol” es el homenaje más claro porque ni siquiera se molestan en tratar el sonido de una forma más actual; de hecho Julie canta “yo canto en francés, de los años 80, no me gusta el pasado pero estaba muy bien”. En cuanto al texto es simplemente una celebración de la juventud, del simple hecho de disfrutar absolutamente de la vida cuando el futuro ni siquiera forma parte del vocabulario. El mérito es que una letra tan simple que incluye algún que otro guiño a la cultura dance, encaje tan a la perfección con esa melodía flexible y ochentera sin perder un ápice de clase.

10. “Mon Meilleur ami”: Aquí nos encontramos con una gamberrada ingeniosa de puro electro donde después de hacer un sentido homenaje al vibrador, contándonos sus más que probadas virtudes: “aprecio la garantía y el placer que me das”, “te hablo como a un hombre dulce y sensible”. Pues bien, finalmente la canción da un giro malicioso e intencionado para descubrir que en realidad se estaba refiriendo al mando de la televisión, un gracioso golpe de efecto. Curiosamente esta canción, a pesar de no ser single, contaría con un curioso video donde vemos a Julie bailando de forma endiablada, en la cama de una habitación con el techo lleno de mini bolas de discoteca.

11. “85ª”: Titular una canción con el número de la talla de sujetador puede resultar algo bastante estrambótico. No lo es tanto cuando se trata de una canción de autoafirmación que reivindica los pechos pequeños, como los de la protagonista, y no está dispuesta a pasar por quirófano. Con un planteamiento como el relatado es normal que nos encontremos con tema de techno bastante acelerado y con un toque de desenfado presente por los apenas dos minutos y medio de canción.

12. “Jogging”: Parece que el tema de la belleza física se impone para acabar el álbum y aquí tenemos un tema de claras influencias house perfecto para la pista de baile y para hacer ejercicio que es de lo que trata esta canción, de hacer ejercicio para ser más atractivo según los cánones de la sociedad actual. Como no podía ser de otra manera, a la canción no le faltan detalles humorísticos como “escalar el Mont Saint-Michel” o “no huelo mal pero más fuerte que la sal del mar” y es así entre ritmos acid muy de los 90 y frases ingeniosas que acaba este debut de Yelle.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Pop up!” fue sin duda una bocanada de aire fresco en un pop francés que se había quedado un tanto anquilosado. También significó tener un grupo exportable, y eso que Yelle siempre se negaron a traducir sus canciones al inglés, pero como en el caso de Stromae, no tuvieron problema en hacerse un hueco en Europa y también en Estados Unidos cantando en francés, lo cual es todo un mérito.

Si alguien pensó que Yelle era una anomalía que duraría poco, su álbum “Safari Disco Club” (2011) les consolidaría como uno de los grupos de electro pop francés más interesantes, haciendo gala de ese french touch elegante y refinado.

Su último álbum “Completement fou” (2014) era la constatación de que Yelle tiene una identidad propia, aun producidos por Dr. Luke (Kesha, Katy Perry, Flo Rida) siguen conservando un sonido muy personal. Pronto tendremos un nuevo álbum de Yelle. Ya se han adelantado varios temas como “Ici et maintenant”, “Romeo” o “Interpassion” y la cosa realmente promete, estaremos atentos.

Texto: Alfredo Morales.
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