ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Si en un primer momento había pensado consagrar este artículo al primer álbum del dúo que nos ocupa, finalmente me pareció mucho más interesante y actual dedicarlo al que es su tercer y último álbum “Woman”, editado a finales del año pasado y con el que han estado girando este 2017.
Gaspard Augé y Xavier de Rosnay comenzarían su andadura musical en el primer lustro de la pasada década, de forma discreta, dedicándose a realizar remixes de artistas diversos como Daft Punk,
Franz Ferdinand, Fatboy Slim e incluso Britney Spears, destacando el famoso “We are your friends” de Simian que fue todo un éxito gracias al remix de Justice.
Después de su debut en formato single con “Waters of Nazareth” en 2005, su primer álbum tendría que esperar hasta 2007, pero sin duda valió la pena. “†” o “Croix” fue todo un revulsivo para el mundo de la música electrónica de baile en general y del french house en particular; una reformulación en clave disco, que no le hacía ascos a sonidos más duros como el big beat y que resulto ser todo un éxito con temas como “D.A.N.C.E.” o la inquietante y polémica por su video “Stress”.
Crear una continuación después de un primer álbum tan notable y acertado no era tarea fácil pero “Audio, Video, Disco” (2011) no decepciona y sorprende con ese sonido tan electrorock, incluso en algunos momentos lo podíamos calificar de electroheavy si se me permite esta denominación. Justice para este segundo álbum decidieron no repetirse y realizaron un disco con sonidos muy interesantes. Aun así y a pesar de singles tan redondos como “Civilization” no consiguieron emular la popularidad de su primer álbum, aunque tampoco les fue mal: se hartaron de girar por todo el mundo y demostraron que tenían cuerda para rato.
Para llegar a su tercer álbum “Woman”, el cual vamos analizar, han pasado nada menos que cinco años. Se ve que como sus compatriotas Daft Punk, Justice están abonados a la llamada ley del mínimo esfuerzo.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Safe and sound”: El álbum comienza con un tema sorprendente para lo que nos tiene acostumbrados el dúo. Se trata de todo un numero disco totalmente festivo que nos podría trasladar perfectamente a finales de los años 70 y que sin duda parece influenciado por los últimos Daft Punk, lo cual no es problema para que sea un tema totalmente disfrutable, muy divertido y una forma de empezar el álbum por todo lo alto.
2. “Pleasure”: El sonido años 70 continua con este tema en el que son ayudados por Morgan Phalen, vocalista de Diamond Nights que cumple con solvencia su papel. La fiesta parece que no decae y Justice nos traen un pegadizo tema donde la guitarra rítmica a lo Chic impregna toda la canción dándole un especial dinamismo, además de esas palmas y coros que acentúan aún más el sentimiento de celebración.
3. “Alakazam!”: El por qué titularon este tema como un personaje de Pokemon es algo que se me escapa. El caso es que aquí cambian de registro con un tema totalmente electrónico con unos bajos tremendamente potentes e hipnóticos, próximos a la música trance. Guarda ciertas similitudes con su tema “Stress” de su primer álbum, pero en este caso el resultado es mucho más luminoso; solo hay que ver ese final tan melódico con pequeño toque épico incluido. Sin duda una delicia para las pistas de baile más alternativas.
4. “Fire”: En este tema Justice nos demuestran que siguen teniendo esa originalidad y esa pegada de sus inicios. Un tema que sin grandes artificios logra que se te ponga una gran sonrisa en la boca y se te quede bien grabada la melodía en la cabeza. Respaldados por el cantante Romuald y mirando descaradamente y sin complejos al “robot rock” de Daft Punk, consiguen un tema a medio camino entre el electro, el rock sintetizado y el funky. Si encima a eso le añades un simpático video con los dos protagonistas más una jamona madura, tenemos entre nuestras manos el mejor tema del álbum o casi.
5. “Stop!”: Estamos sin duda en la parte más accesible del álbum. Este tema, donde Johnny Blake de Zoot Woman es invitado en la parte vocal, podría ser todo un himno pop. Su letra es una auténtica celebración de la música en sí misma. Los teclados marcan la melodía desde el principio y sin necesidad de acelerar demasiado el ritmo, consiguen un tema bailable con tintes soul gracias sobre todo a la magnífica voz de Blake. Sin duda otro de los puntos fuertes de este álbum.
6. “Chorus”: La segunda parte del álbum empieza con un tema que como su nombre indica la parte vocal son simplemente coros. Podrían ser coros de iglesia perfectamente, lo cual no desentonaría nada con la iconografía del dúo. Durante los siete minutos que dura “Chorus” Justice no dejan prácticamente descanso a nuestros sentidos, aumentando y ralentizando el ritmo constantemente. A veces parece que estamos ante un tema dance, pero pronto esta ilusión se desvanece y aparecen numerosos detalles como un intenso piano o guitarras sintetizada. Un tema sin duda muy creativo y experimental.
7. “Randy”: Nuevamente nos encontramos con el lado más pop del dúo, esta vez acompañados una vez mas de Morgan Phalen, que se encuentra como pez en el agua entre esa mezcla de pop, electroclash, cuerdas disco y funky. El tema es muy retro, tanto que parecería un producto de finales de los 70 pero hecho con la tecnología actual. De alguna manera recuperan el sonido del principio del álbum que se había ido perdiendo poco a poco entre el eclecticismo de los diferentes temas que incluye este “Woman”.
8. “Heavy metal”: Curioso tema que se dedica a pasar por las computadoras los típicos punteos heavys, para seguidamente arremeter con un ritmo dance que cesa para volver otra vez a los comentados punteos heavys. En ese sentido entronca un poco con el sonido más rock de su segundo álbum “Audio, Video, Disco”, pero poco a poco la canción se va desmarcando de ese sonido desarrollando ampulosas melodías que llevan el tema a territorios menos radicales a nivel musical.
9. “Love S.O.S.”: La canción romántica del álbum. Esta vez acompañados de la voz de Romuald, Justice crean un tema muy repetitivo cuyo gancho es un sonido de sirena sutilmente encuadrado en la canción, pero que no pasa desapercibido y consigue captar totalmente la atención del oyente; hasta el punto que no tienes ganas de que Romuald pare de cantar una y otra vez ese estribillo que es siempre igual pero que no cansa.
10. “Close call”: Justice cierran el álbum de forma delicada con un precioso instrumental que demuestra la versatilidad del dúo a la hora de pasar de un extremo al otro. Como hemos visto, melódicamente recuerda a esos imaginativos instrumentales de grupos como Air o Röyksopp lo cual es bueno. Muy bueno. A pesar de la intención de crear un tema más pausado para cerrar el disco, no pueden evitar llenarlo de diferentes efectos que van y vienen durante la canción. Un gran final para este “Woman”.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Woman” es un álbum en el que Justice demuestran su versatilidad para asumir diferentes tipos de música y pasarla por su filtro dance. Esta vez han optado, al igual que sus compatriotas Daft Punk, por un sonido retro disco con influencias funkys, pero a diferencia de “Random Access Memories” del dúo robótico, la propuesta de Justice es mucho más amplia y no se queda en ese sonido, sino que ofrecen una serie de nuevas propuestas sin renunciar a lo producido anteriormente en sus dos primeros álbumes. En “Woman” tenemos momentos que nos pueden recordar a su debut y otros (los menos) a “Audio, Video, Disco”.
En definitiva “Woman” cumple perfectamente como un tercer álbum, que por un lado reafirma su estilo y por otro lo amplia de forma hábil e inteligente, demostrando la enorme imaginación que posee el dúo a la hora de crear sonidos poco convencionales. Es de agradecer esa búsqueda de nuevas formas de expresión musical, en lugar de conformarse con los logros ya conseguidos a nivel artístico. En “Woman” aciertan claramente aplicando su visión de la electrónica a sonidos disco, funkies e incluso de rock progresivo.
El álbum, sin conseguir la popularidad de su primer disco, ha conseguido no pasar desapercibido y sobre todo proveer de canciones a su espectacular show en directo que muchos pudieron degustar por ejemplo tras el concierto de
Depeche Mode en el BBK de este año.
Justice siguen siendo un peso pesado en lo que se refiere a esa electrónica francesa imaginativa, ecléctica y en general elegante, que lleva más de diez años dando sus frutos. Solo les podemos reprochar su poca actividad en estudio, esperemos que esto cambie y no pasen otros cinco años hasta su próximo álbum. Sería una pena.
Texto: Alfredo Morales.