Tradición sana la de desconectar de la actividad 2.0. Lo venimos haciendo desde hace unos años y este 2015 no será una excepción. El equipo de “DMR” nos tomamos vacaciones, dejándoles como último post el artículo sobre el programa de Eladio Y Los Seres Queridos con su audio insertado para que lo escuchen.
Retornaremos a la actividad normal la semana del sábado 11 de abril (si bien en redes sociales puede que hagamos algún comentario, siempre relacionado con la música), donde regresaremos con un nuevo programa de radio ese citado día. Durante esa semana iremos promocionando el mismo. En RUAH podrán escuchar estos próximos días en nuestros horarios de emisión la repetición del accidentado programa que realizamos sobre Keane y que por motivos que ya sabrán no dispuso de las repeticiones habituales.
Disfruten de los pasos de las procesiones, de las torrijas, del buen o mal tiempo que les haga y sobre todo descansen y duerman bien los días que no tengan que trabajar. Todo esto es lo que haremos nosotros. Presidiendo este post, una foto de paisaje bucólico por el que creo que estaré a partir del miércoles durante unos días. Nos vemos a la vuelta de Semana Santa. Pásenlo bien.
El mismo día que emitimos el programa sobre “Silly Symphonies” de Mendetz con entrevista a Stefano Maccarrone, tras su estreno realizamos una nueva entrevista en esta ocasión con el músico Eladio Santos para hablar de su último disco en su personal grupo Eladio Y Los Seres Queridos.
“Orden Invisible” fue la excusa perfecta para tributar a esta banda. Eladio Santos nos atendió ese 31 de enero de 2015 sobre las 17.30h desde el teléfono fijo de su hotel en Segovia donde esa noche actuaba la banda. Primero tuvimos unos problemas con el teléfono móvil, pero con la línea fija del hotel solventamos dichos problemas y llevamos a cabo el programa del tirón. La foto que preside el post es un selfie que realicé mientras que editaba el audio del programa en los estudios de RUAH.
Mucho dio de sí la entrevista. Eladio Santos, amable y paciente al teléfono, nos desgranó muchos aspectos de su último trabajo de estudio y muchas otras cosas concernientes a Eladio Y Los Seres Queridos. El programa se estrenó en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) el 28 de febrero a las 16.00h, habiendo posteriores redifusiones en el mismo dial los miércoles 4 y 11 de marzo a las 23.00h y el sábado 7 de marzo a las 16.00h en la misma estación de radio.
Aquí les dejamos el link a donde está alojado el programa en Ivoox por si desean descargárselo y el reproductor insertado por si lo quieren escuchar aquí sin moverse a ningún otro lugar: http://www.ivoox.com/dmr-6-10-audios-mp3_rf_4269679_1.html
¡Hoy es mi estreno! Comenzaré por presentarme. Soy Mariano González y hasta ahora he participado en Discos, Música y Reflexiones en calidad de lector del blog y de contertulio en los programas radiofónicos. Bien, ahora debuto como partícipe a la hora de publicar los post de análisis de discos y lo primero de todo, como es de ley, es agradecer al dueño de esta bitácora que haya confiado en mí para esa tarea. Muchas gracias, por lo tanto, a mi buen amigo Víctor Prats por esta oportunidad, espero que lo que pueda escribir esté a la altura del blog y que nuestros lectores puedan disfrutar tanto como yo escribiendo. De momento hoy empezamos con un grupo que ha venido creciendo conmigo: Héroes del Silencio. Puedo decir que mi primera experiencia tecleando ha sido gratificante. Espero que les guste.
La mayor parte de las objeciones a Héroes Del Silencio suelen estar relacionadas con su tendencia al exceso o a la exageración en sus canciones, de tal modo que para sus detractores sus melodías no son más que exhibiciones de épica y teatralidad sin mucho poso. Si bien no tiendo a idealizar a mis artistas predilectos y no trato de esconder sus defectos (la arrogancia por ejemplo, otra de sus populares características), he de decir que su faceta más excesiva sí que me suele suscitar interés.
De ahí que haya elegido “El Espíritu Del Vino”, su tercer álbum, como disco a comentar; es su disco más ambicioso, grandilocuente y exagerado. Se nota en la longitud del tracklist (16 canciones), en la duración de algunas canciones y en el tono general en que está ejecutado. Hablando de la ejecución, una característica fundamental del disco es el notable endurecimiento de las guitarras respecto a álbumes anteriores de tal modo que muchas de las canciones beben directamente del hard rock. Ya se podía intuir algo en el disco anterior (“Senderos De Traición”, 1990) y concretamente en temas como “Entre dos tierras” y “Decadencia”, si bien al productor de ambos discos, Phil Manzanera, no le agradó del todo este viraje a sonidos más duros.
Hablando de su disco anterior, no se puede ignorar que había supuesto un triunfo comercial; había dejado dos clásicos del rock español (“Entre dos tierras y “Maldito duende”) y empezado a abrir el mercado fuera de España. Uno de los hombres clave de ese éxito bien pudiera ser el ya mencionado Phil Manzanera, guitarrista del Roxy Music y también productor en España de algunos discos de, por ejemplo, Elefantes y Antonio Vega. Consiguió una producción más directa, particularmente en lo que a bajo y batería se refiere, y acercarse más al sonido que la banda tenía en directo. Una de las quejas del grupo, respecto del primer disco “El Mar No Cesa” de 1988 (que me parece bueno, por cierto), era que no conseguía captar la energía de los conciertos. En cualquier caso “Senderos De Traición” sigue siendo una referencia del rock patrio.
Uno de los atractivos del disco es que aguanta sucesivas escuchas sin apenas desgastarse, fruto sobre todo de una composición más intrincada y compleja que hace que las canciones dispongan de múltiples recovecos muy difíciles de captar en solamente unas pocas escuchas. Tanto es así que de cara a la gira el grupo decidió contratar a un guitarrista adicional, el mexicano Alan Boguslavsky, para poder ejecutar más fácilmente los complejos arreglos de guitarra del disco. Además es un LP que se muestra versátil y arroja variedad en su música. Podemos encontrar arreglos árabes, hindúes, cuerdas, baladas a base de piano… No solamente de rockers vivían los Héroes.
El disco, por otra parte, tiene ciertos toques esotéricos en varios aspectos. Por un lado si nos fijamos en el artwork del disco y más concretamente en libreto, vemos que cada canción tiene asociada un dibujo a modo de carta de tarot (o más bien símbolos). Incluso en las letras se hace mención a elementos más o menos ocultistas: posos del café, las líneas de las manos, magia chamán, etc. Si a todo esto le sumamos la voz cavernosa de Enrique Bunbury, y cierto oscurantismo musical el resultado final desprende algo de “goticismo”. Mencionar también la portada, en la que sale la calle Alfonso de Zaragoza distorsionada por una bola de cristal color vino. Existió una edición especial donde el álbum venía acompañado con una botella de vino.
Haciendo un poco de hincapié en las letras, es patente desde las primeras escuchas que el tono barroco del disco también les afecta a ellas. Ya de por sí desde sus más tiernos inicios el grupo ha mostrado inclinación a la simbología, siendo este disco el más enigmático e impermeable en el apartado lírico. Menciones a la cultura oriental, a la magia, al exceso y con múltiples referencias literarias (ya iremos viéndolas a lo largo del análisis de canciones). De hecho parece que es posible que el título del disco derive del poema de Baudelaire “El Alma Del Vino”. No obstante “El Espíritu del Vino” era el sobrenombre con el que se conocía hace siglos al alcohol.
El resultado comercial del disco fue dispar, dentro del mercado español supuso cierto bajón respecto a “Senderos De Traición” , que había facturado 400.000 copias, pero obtuvo un excelente resultado foráneo y particularmente en Alemania donde afianzaron la presencias que poco a poco ya iban obteniendo. En cualquier caso aunando los criterios artísticos y comerciales (el disco de todos modos entró al número uno) no se puede decir que el disco fuese mal ni mucho menos.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Nuestros nombres”: Comenzamos el disco con un sonido de la banda afinando los instrumentos y escuchando la frase: “¡Joder, que zoquete!”. Siempre creí que era un rifirrafe entre miembros del grupo, pero parece ser que lo que ocurrió es que Bunbury tropezó con un cable. Inmediatamente entra un potente y metálico riff de guitarra que nos da ya la impresión de meternos de lleno en el hard rock. Furiosa y apasionada canción donde Bunbury canta y a veces literalmente grita mientras Juan Valdivia hace un excelente trabajo a la guitarra. La letra está llena de reproches (“tu sola presencia me enferma y me vacía”) aumentando la fiereza del conjunto. Fue primer single. Como curiosidad, hay quien dice que si reproducimos invertida cierta parte de la canción se escucha “La odisea parece oír lo que piensa”. No suelo corroborar los mensajes ocultos, ni idea de si es cierto. Eso sí, al final de su disco en directo “Senda 91” hay uno bastante claro. ¡
2. “Tesoro”: Primer cambio de tercio del disco. Las guitarras se tornan cristalinas y el peso de la canción lo llevan unos excelentes arreglos de cuerda y el persistente ritmo de la batería de Pedro Andreu. Es una canción oscura debido a la pétrea voz de Enrique Bunbury y al tono misterioso de los mencionados arreglos de cuerda. Enigmática y corta, uno no puede evitar sentir quedarse con ganas de más.
3. “Los placeres de la pobreza”: Tras unos breves acordes de música oriental y un sonido de tos de Enrique Bunbury volvemos de lleno al rock duro. Es una de las canciones del disco de tempo más rápido, lo que unido a la potencia de las guitarras hace que la canción sea un auténtico trueno. Mención aparte merece el excelente punteo de guitarras de Juan Valdivia, uno de los más complejos del disco al llegar a tener tres melodías distintas. Buen detalle el de los coros subrayando el estribillo. La letra parece ser una llamada a las barricadas o al compromiso, dice en un momento: “detesto a los tibios de vocación”. Se hizo un vídeo para el recopilatorio “Zaragoza Vive” aunque no fue single exactamente.
4. “La herida”: Segundo single. En esta ocasión el inicio a base de armónica y guitarra acústica nos lleva a sonidos cercanos al rock americano de ejecución solemne, sobria y de ritmo lento; a pesar de ello la batería se hace bastante patente. La interpretación de Bunbury va subiendo de intensidad hasta que se produce un primer y moderado cambio de ritmo a base de introducir impetuosas guitarras eléctricas. Cuando ya parece que la canción llega a su fin se produce un segundo y atronador cambio de ritmo donde guitarras, armónica y batería parecen iniciar una enfebrecida carrera. Bunbury se va limitando a repetir el estribillo. Quizá el resultado no sea muy armónico pero los cambios de ritmo le dan un toque peculiar al tema. En el single se elimina el segundo cambio de ritmo.
5. “La sirena varada”: Tercer single del disco. Es una mezcla entre un medio tiempo no muy lejano de algunas canciones del disco anterior con algunos ramalazos de contundencia. No tiene la vehemencia de otros cortes salvo un buen punteo de guitarra y un estribillo donde Bunbury hilvana frases de una manera bastante dinámica. Es uno de los clásicos del disco y de los que más ha calado con el devenir de los años, no en vano es una hermosa canción. Líricamente parece estar inspirada en la obra teatral homónima de Alejandro Casona.
6. “La apariencia no es sincera”: Nuevamente un medio tiempo, aunque en esta ocasión las guitarras son un poco más hoscas y llevan el ritmo de las estrofas. La interpretación vocal de Bunbury es contenida, fría lo que le da al conjunto un tono un tanto lúgubre. La intensidad aumenta en el estribillo y en el subsiguiente punteo. Eso sí, en modo alguno están justificados los siete minutos de la canción; la mayor parte de ellos son repeticiones del estribillo con alguna variación ligera en tono o intensidad. Lástima, pues se trataba de una canción con potencial y buena atmósfera que de haber sido “afeitada” podría haber sido una pequeña joya oculta. En esta ocasión el exceso no es beneficioso.
7. “Z”: Del exceso pasamos al defecto. La canción se trata de un instrumental de guitarra de 52 segundos donde la melodía tampoco es nada del otro jueves. En el disco “Rarezas” (1998) podemos encontrar otra instrumental de esta época llamada “Acústica” que está más desarrollada, aunque pensándolo bien tampoco es precisamente un temón. Mejor pasamos a la siguiente.
8. “Culpable”: Un corte de rock muy clásico que, salvando las distancias, puede tener las hechuras de los Rolling Stones. Buen riff y pegadiza melodía vocal (excelente estribillo) para una de los temas más joviales del disco. Todo está bastante medido y acaba siendo una canción eléctrica pero amable. Eso sí, la canción es un canto al exceso y a la vida disoluta aunque con la lírica un tanto rebuscada de Bunbury: “¿Querrán las glándulas lascivas declararme culpable?”. Dura 6 minutos pero se hacen llevaderos.
9. “El camino del exceso: Habrán advertido la palabra clave, “exceso”. Una nueva alabanza a la vida al límite, inspirada en su letra por el poeta, pintor y grabador William Blake cuya divisa era: “El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría”. Toma ya. La canción es un retorno en toda regla al hard rock con un contundente riff de guitarra con la salvedad de que además es mucho más rítmico que los anteriores, lo que unido al tempo de batería le da un toque muy dinámico. El estribillo es un momento potentísimo donde aflora todo el barroquismo de la banda. Los punteos del final de la canción acaban poniendo una adecuada rúbrica eléctrica. En la letra de esta canción, por cierto, está contenido el título del álbum.
10. “Flor de loto”: Cuarto single del disco. El inicio es muy reposado, a base de guitarra acústica, el bajo de Joaquín Cardiel y ligeros toques orientales (sitar incluido).También empieza con una interpretación comedida de Bunbury y por si fuera poco la letra es una de las más transparentes y asimilables del disco. Una vez llegado al estribillo entra un potente riif de guitarra eléctrica, Bunbury rompe su equilibrio para acabar casi a grito pelado. Sería el clásico tema de estrofas tranquilas y estribillo contundente, hasta la explosión del subidón final que le da una semblanza de “balada heavy”. En la versión del álbum existe una estrofa adicional, acorde con la premisa patente en el disco de retorcer un poco la estructura. En la versión single perdemos esta estrofa y esta especie de proverbio que en ella se contiene: “Fácil es buscar, fácil no encontrar”.
11. “El refugio interior”: ¡Qué título tan rimbombante para una cosa tan sencilla! No es más que un instrumental de poco más de minuto y medio, a base de un solo de batería y, como efectos sonoros, rumores de gente que parecen estar riéndose de una forma un tanto… psicotrópica. Salvo dejar en primer plano una poderosa percusión no aporta mucho al conjunto; no obstante casi enlaza con la siguiente canción…
12. “Sangre hirviendo (*editado)”: “Sangre hirviendo (*editado)” una de las canciones más heavys del disco. Al acabar tan abruptamente el anterior tema casi pilla de un improviso un riff potente y primitivo que no es sino el inicio de un auténtico vendaval eléctrico y vocal. La interpretación de Bunbury es la más furiosa y visceral del disco y lo mismo se podría decir de la furibunda guitarra de Juan Valdivia. En realidad la gracia, en este caso, no está en una melodía particularmente brillante sino en la vigorosa ejecución, incluso podríamos decir que a veces se atropella un poco. De todos modos como rocker cumple bien. Eso sí, me gusta el detalle de los tenebrosos coros que se escuchan en el solo de guitarra.
13. “Tumbas de sal”: Esta canción me parece, como poco, curiosa. Está construida en base a un riff de guitarra en su vertiente de rock más clásico mientras que la voz de Bunbury suena extraña y distorsionada (¿quizás un megáfono?) a la par que recita una delirante letra donde lo mismo habla de discotecas (“las bebidas psicoactivas no bombean suficiente, ni las danzas agresivas ofrecen lo mejor de ti”) como de magia chamán o… tumbas de sal, claro. El estribillo cambia el tercio para oscurecerse de repente y pasar a tener un tono un tanto fantasmal. La mezcla de rock clásico, toques oscuros, letra extraña y vocales distorsionadas arroja como resultado final un curioso combo. Además hay que añadir el mérito de que poco a poco va ganando fuerza y músculo.
14. “Bendecidas 2”: “En tu ausencia las paredes se pintarán de tristeza y enjaularé mi corazón entre tus huesos”. La canción dura 37 segundos y consiste en repetir esta frase en diferentes tonos durante este tiempo. Poco más que decir ¿no? Siguiente, por favor.
15. “Bendecida”: ¿Por qué “Bendecida 2” aparece en el tracklist antes de “Bendecida” a secas? No tengo ni la más pálida idea, pero por lo menos tenemos una canción merecedora de su nombre y no un mero interludio. Es una canción perteneciente al lado sentimental del disco, para lo que usa un tono musical similar a “Senderos De Traición”. Se mueve en territorios colindantes a la balada y al medio tiempo, y aquí sí que vemos a unos Héroes más comedidos. No es un tema en exceso memorable pero tiene momentos bonitos; particularmente me gusta el estribillo y la frase “Bendecida fue la causa de mi fortuna”. Está dedicada a la expareja de Bunbury Bendetta Mazzini y los “Lagos de Phokara” que se mencionan en la letra es un lugar de Nepal donde fueron de viaje en una ocasión. En el siguiente disco encontraremos a “Bendecida 3”, que es ni más ni menos “La Chispa Adecuada”
16. “La alacena”: La última canción del disco tiene su propio nicho particular en lo que a estilos se refiere, pues la producción se ve dominada por los arreglos orquestales y el piano. Originalmente fue una idea del bajista Joaquín Cardiel posteriormente traducida a piano por Copi Arellano, teclista del grupo durante la grabación del álbum. La canción resulta elegante y supone un final de disco altamente melódico. La interpretación vocal es apasionada sin resultar muy barroca. Creo recordar que el título de la canción hace referencia a un local de Zaragoza donde la banda se solía reunir.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Puede que nos encontremos ante un disco imperfecto en algunos aspectos, pero que cuyas imperfecciones suscitan en cierto modo algo de interés. Sí, hay canciones minúsculas que son poco más que interludios, letras impenetrables y esotéricas, estructuras complejas… Pero son todos esos recovecos los que confieren al disco un aire enigmático, extraño, que me resulta atractivo.
Hay otra característica muy distintiva en “El Espíritu Del Vino” y que trataré de sintetizar en una sola sentencia: suena demasiado heavy para un público pop, pero demasiado pop para un seguidor del heavy ortodoxo. Quizá eso pudiera hacer desertar a ambos nichos musicales, heavies y poppies, por no verse reflejados enteramente. No obstante también esto me parece un aspecto positivo, el hecho de tender puentes estilísticos no creo que sea nada malo; sobre todo si la mezcla se hace a base de buenas melodías e ideas atractivas. Y este disco las tiene en abundancia, quizá no todas buenas… Pero las tiene.
La gira fue muy extensa, cosa normal si tenemos en cuenta que el disco tuvo resonancia en diversos países de Europa y Latinoamérica, y densa tanto en fechas como estilo de vida; téngase en cuenta que tanta referencia a los excesos no es baladí. La consecuencia de tan intensa gira, aunque la cosa quizá viniera de atrás, fue el empeoramiento de las relaciones entre los componentes del grupo. Ya de por sí alguno de ellos no parece precisamente un prodigio de sutileza en las relaciones sociales, pero en el mundo del rock no es desde luego el primer caso de ego o de arrogancia. Y en el interior de Héroes se albergaban poderosos egos.
A posteriori llegaría “Avalancha” (1995) con nuevos bríos hard rockeros aunque estructura más clásica y también nuevo productor: Bob Ezrin (productor de Lou Reed, Alice Cooper, Pink Floyd…). Lamentablemente el deterioro de las relaciones en el grupo también se renovó y acabo disolviéndose tras la gira del disco, que fue editada en el LP en directo “Parasiempre” (1996). Después vino un irregular LP de rarezas “póstumo” (en el año 1998), recopilatorios, reediciones de conciertos (entre ellos uno en Alemania correspondiente a la gira de “El Espíritu Del Vino”) y una gira de reunión que aportaría sustanciosas ganancias monetarias a los componentes… Y hasta ahora.
Volviendo al disco que nos ocupa es conveniente, creo, darle un número nutrido de oportunidades. “Senderos De Traición” entra prácticamente a la primera escucha, pero con “El Espíritu Del Vino” conviene ser paciente; sobre todo porque la recompensa potencial es mucha y creo que el descubrir esos pequeños recovecos realmente es un proceso divertido si se pone dedicación. Para servidor éste es su disco más interesante, aunque si se es un neófito en la banda es mejor quizá empezar en otro sitio.
Con nocturnidad y alevosía los hermanos Rafa Filete y Xoxé Tétano, esta vez sin la 3ª componente de la banda Leli Loro (a la par pareja de Xoxé), de baja laboral por estado de gestación, se presentaron el pasado viernes 13 en la sala Moby Dick. Y es que, por lo que me comentó Alfredo Morales, avisaron pocos días antes de este concierto sorpresa, en el que suplirían la notable baja de Leli con Mariana Scaravilli, una chica de aspecto parecido a Leli, pero de pelo moreno (muy moreno. Negro). Alfredo Morales, quien junto a mí elabora este artículo compartido, me informó el jueves del evento y por lo visto las entradas habían volado por internet; no en vano, la Moby Dick es muy chiquitita y solamente lo sorpresivo del concierto hacía lógica la decisión de tocar ahí tras reventar una sala más grande en octubre como fue la sala But (club Ocho Y Medio). Por fortuna, el mismo viernes se ve (todo esto según me narraba Alfredo por e-mail) que Los Ganglios anunciaron que en taquillas, a partir de las 21h, sacarían más entradas a la venta.
Alfredo estuvo allí puntual, ya que nosotros llegábamos un pelín justitos y consiguió las 3 entradas que precisábamos. Había artista invitado, en esta ocasión el señor Raúl Peligro. Salió a escena con un look muy Antonio Lobato (ahora que ha empezado la F1 otra vez), con una irreverente camiseta de “Mi Pequeño Pony”. Raúl Peligro se reveló como un controvertido rapero que fue de menos a más en su actuación con canciones que hablaban de chocolate en tono algo reggaetonero o muchos pares de zapatillas en el haber de una persona. En su media hora de actuación, la cual observaron muy atentamente Xoxé y Rafa pegados a la barra del bar cercana a los camerinos (durante la cual Xoxé muy pacientemente atendió a fans de Los Ganglios que le saludaban y le solicitaban fotos; nosotros no estimamos darle más la coña, aunque le teníamos justo delante), Raúl fue poco a poco metiéndose al público en el bolsillo, cosa que se apreció con las ovaciones más y más fuertes que se iba ganando al final de sus canciones.
Dentro de su repertorio me gustó mucho una canción dedicada a Isaac Peral y su submarino, muy oscura y reminiscente (créanme) de El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados. Fue en el tramo final donde tocó techo con una canción dedicada a gatitos, con un hilarante video proyectado de una tía completamente histérica con el asunto de los gatos y muchos mininos (entre ellos ese que toca el piano al que también tributan los propios Ganglios en “LOL”, pero que en el video de Raúl adoptaba poses de mayor virtuosismo). Ahí ya intuí que se ganó a mi amigo Alfredo Morales, gatófilo declarado. Miren abajo a Raúl Peligro y detrás proyectada a la histérica de los gaticos.
A mí me ganó del todo con las 2 siguientes, primero con una canción donde pasó de la voz de pito modificada de la canción de los gatitos a una voz muy grave de ogro donde la frase principal del estribillo entendí que decía algo como “mi primo tiene edad para party” (o a saber qué, porque no se entendía muy bien; bueno, he buscado por internet y por lo visto no dice “edad para party”, sino “2 agapornis (unos pajaritos)”... Con la voz distorsionada no se pillaba) y a continuación con un tema inédito, que no sé si dijo que había compuesto en el mismo día y que dispuso de un videoclip dedicado al icono choni de los últimos tiempos que es la potente Ylenia de “Gandia Shore” y “GHVip”. Ahí termino de rendirse Alfredo también, ya que él y yo somos defensores de las féminas oriundas de los polígonos, esas que recuerdan a la Lady Gaga más gloriosa, la de su disco de debut “The Fame” y el video de “Just dance”. Y es que ademas Ylenia es mucha Ylenia, ¡qué coño! Rubricó Raúl Peligro su show con una canción en contra de la natalidad “Yo no quiero hijos”, cuyo mensaje directo sirvió para poner el punto y final arriba arriba.
Arriba vemos siempre desafiante Xoxé Tétano, esta vez con el micro principal a lo Madonna/teleoperador. En esta ocasión Los Ganglios no tardaron tanto como en la otra ocasión que les vimos meses atrás. En apenas 5 minutitos ya teníamos ahí a Xoxé y Rafa junto a la debutante Mariana suplente de Leli, dispuestos a darlo todo una vez más. Xoxé nos enseñó su sirena bacala, una nueva adquisición que complementa al bocinazo sonoro que de cuando en cuando mete en los shows. El grupo siguió con su proyección de diapositivas, pero esta vez metieron gifs animados, que a gente como a mí (aficionado como bien saben a los cutremontajes) nos encandilaron a base de bien (sobre todo uno de un ojo superpuesto en una pareja dándose el apellido del nombre artístico de Rafael). Comenzaron rompiendo con ese temazo que es “Mimetic motherfucker”. Una canción realmente acertada. En todo. Una melodía directa y muy cañera, con un mensaje que sigue siendo de rabiosa actualidad, por mucho que el grupo utilice nombres viejunos más propios de los años 90 (Los “Cortina”, los “Albertos”). No me pude resistir a grabarla y aquí se la inserto a continuación.
Más o menos el repertorio fue parecido al de la sala But, sobre todo en el sitio que ocuparon los hits más destacables del grupo. “LOL”, “Hay”, “Color de rosa” y “El subiduki” estuvieron troncalmente casi en los mismos lugares del minutaje de la actuación. Hubo alguna permuta de canciones de orden y alguna ligera variación en temas a incluir o no. Otra de las canciones de menor relumbrón que fue quizás la que más me llegó en el concierto y me ha venido a la mente recurrentemente estos últimos días ha sido “Hipi, punki o mod”. Abajo Rafa Filete a su guitarra con una cara de mala hostia que a ver quién se atrevería a decirle nada a este buen pacense.
En el tramo inicial se incluyó otra canción muy carismática que es “El Molino”, un tema muy punkarra (de los más punk que tienen Los Ganglios) dedicado a un barrio de Montijo y a sus particulares fiestas con los muchachitos hartos de vino, escenarios para liarla y mucho “tirititiriti”. “La cumbia de Félix y Jacques” no tuvo el honor de abrir en esta ocasión el show, pero no tardó mucho en aparecer. Se repartieron caretas impresas en folios de los protagonistas para que la experiencia fuera total. Yo me quedé con una de nuestro héroe patrio que guardaré como oro en paño, souvenir impagable.
No podía faltar, por Dios, “Amelie Poulain”, con su nueva versión “Al final” como intro (con un tono más agrio y trágico, más apropiado quizás, ya que estar tonteando tanto tiempo para al final no mojar el churro no deja de ser una cierta tragedia) o como tema previo para darle más intríngulis a la cosa. La foto de aquí arriba, si se fijan bien en la proyección, muestra un gif animado de un ojo insertado en modo cutremontaje, lo cual celebramos sobremanera Alfredo y yo, ya que los seguidores de “DMR” saben bien, por nuestros post de programas de radio, lo aficionados que somos a los cutremontajes y su consecuente humor particular. Abajo vemos a una amenazante Audrey Tautou cuchara en mano viendo a Los Ganglios en mitad de la canción que le dedican.
Se celebraron momentos tales como “El regalo” (donde poco faltó para que Xoxé se cargara un foco de la sala al tirar al público un “Adoquín del Pilar”) o “VHS”, con buen abucheo de rigor al DVD y “Babieca hiede”, ya en el tramo final, con una improvisada coreografía de unos “ganglilivers” que trajeron unas máscaras de caballo y se subieron al escenario recreando una escenografía muy animal, como adjetivó en su día el propio Alfredo Morales a un sector de danza del pasado concierto de Pet Shop Boys en Gijón. Aquí se comprobó, más fuerte que nunca, la potencia de los coros de Rafa Filete, el cual sufrió mucho de las mezclas en la sala But, donde su micro apenas tenía fuerza. Los coros de “Babieca hiede” a cargo de Rafa hicieron temer porque la Moby Dick se pudiera colapsar y venirse abajo. Abajo los caballos liándola en el escenario.
La gente quería más y más y tras “El subiduki” hicieron que el grupo retornara para tocar otra más. El público coreó de forma notable “El Quijote, el Quijote”, para que el grupo tuviera a bien meterse con uno de sus últimos singles y de gran éxito entre la masa seguidora que es “El Quijote P”, con ese videoclip tan hilarante, con imágenes de la en verdad existente película alternativa de animación que ridiculiza la mítica serie de dibujos animados. Yo, de hecho, fui uno de los que con su vozarrón propiciaron la moción. Pero Xoxé Tétano resolvió rápidamente diciendo “No, El Quijote no, que es muy fea”. Tenían por lo visto que repetir, pero al menos me compensaron gratamente tocando de nuevo ese temazo (corto, pero intenso) que es “El Molino”. Supongo que “El Quijote P” la acabarán metiendo en futuros shows, ya que es algo más sencillo que el puntazo que por ejemplo supondría que Xoxé se metiera en la piel de Sarraceno XVI y Los Ganglios interpretaran “Soy el Papa negro”. Lo que les dejo a continuación es la primera interpretación que hicieron Los Ganglios de “El Molino” que fue la que grabé; los videos se ven de puta pena, pero es lo que hay (hay muy buenos videos del concierto en Youtube sin necesidad de buscar muy a fondo, pero nosotros tiramos de nuestra precaria producción propia).
Y con esto el grupo finalizó un show que pone de manifiesto que Los Ganglios tienen tirón y mucho. Tras el concierto nos fuimos a apretarnos unas hamburguesas a un local a la vuelta de la manzana de la sala y debatimos entre Alfredo Morales y servidor sobre la posibilidad de que quizás con la debida antelación y promoción Los Ganglios incluso podrían atreverse con una Riviera. Este concierto fue imprevisto y sorpresa. Por nuestro lado hubieran podido acudir unas cuantas personas más a las que mi novia y yo hemos convertido en “ganglilivers” cuando han visitado nuestra casa y les hemos puesto en la SmartTV a través de Youtube varias de las ingeniosas creaciones de este trío compuesto por 2 pacenses y una sueca, sustituida en esta ocasión por Mariana, con mucha solvencia, por cierto (muy bien en los coros de voz modificada y en ciertas intro).
Los Ganglios llevan un 2015 de actuaciones por toda España y la cosa no para. El grupo por el boca a boca cada vez llega a más gente y a muchos hechizan, como es nuestro caso. Además cobran un precio más que razonable por sus actuaciones. Pocos grupos por 12 euros pueden ofrecer tanta diversión y cachondeo, aparte de canciones con melodías que son lo siguiente a pegadizas. A ver dónde organizan su próximo jaleo en Madrid; tengo curiosidad. Y ahora le cedo la palabra o la tecla a Alfredo Morales, que les expondrá su visión del show.
“CADA CONCIERTO DE LOS GANGLIOS ES UNA FIESTA”:
El viernes pasado asistimos a una fiesta inesperada y digo bien “fiesta” porque cada concierto de Los Ganglios es una fiesta. Lo confieso, soy fan fatal de ellos. Son el grupo que necesitábamos, me gustaban muchos esos dibujos de estilo superhéroe de la Marvel que tenían en sus web para identificar a cada miembro del grupo; en ese sentido me recuerdan a los Pegamoides donde todos eran estrellas aunque Alaska destacase por ser la cantante. Aquí es Xoxé quien destaca. Es inevitable, ya que hace una labor concienzuda explicándote el porqué de esas canciones a ratos surrealistas (“Granadas de mano”, “Canción oriental”…) y a ratos muy realistas (“El Molino”, “El subiduki”..).
Con muy pocos días de antelación anuncian un concierto en la sala Moby Dick de Madrid y en tiempo record venden todas las entradas anticipadas, no era de extrañar ya que meses antes habían llenado la sala But en la fiesta de “Esta Pasando”. Desgraciadamente no pudimos hacernos con entradas anticipadas. Todo parecía perdido y la gente se lamentaba en las redes sociales. Entonces los propios Ganglios a través de su página Facebook nos comunican que habría unas ciento y pico entradas disponibles en taquilla. Aquí se nos abrió el cielo, era arriesgado pero desde luego un concierto de los Ganglios bien vale un viaje al horrible barrio de Nuevos Ministerios donde se encuentra ese templo del mal llamado Santiago Bernabéu. De todas formas en caso de fracaso siempre quedaba la opción de emborracharse por la zona cantando a grito pelado algunos de los hits del grupo.
No fue necesario y conseguimos 3 entradas, una para el señor Abacab, otra para el que escribe estas letras y finalmente la tercera para una nueva adepta a la ya legión de fans de Los Ganglios, la señorita Susana, la cual ya ha hecho su parte de labor en lo que concierne a difundir la música porc. Esta labor tendrá seguramente como resultado que nuevos fans se vayan sumando una y otra vez y es que Los Ganglios no te pueden dejar indiferente; no es que tengas que amarlos u odiarlos, pero sin duda están lejos de la vulgaridad pop a la que estamos acostumbrados en este país. Una vez dentro de la sala me sorprendió lo pequeña que era. Recuerdo haber estado allí hace siglos y en mi cabeza sin duda era más grande, pero no; yo calculo que como mucho podrían entrar unas 300 personas que desde luego entraron y bien, ya que en poco tiempo eso se puso hasta arriba.
Como telonero estaba un tal Raúl Peligro que no conocíamos de nada y que esa noche nos ganó totalmente, portando una camiseta de “Mi pequeño poni” y con un portátil que disparaba la música, Raúl realizaría un show que iría de menos a más, una mezcla de electro, rap y letras crudas y realistas salpicadas con mucho sentido del humor. Hubo desde luego momentos memorables en su actuación, ya desde el mismo comienzo con ese tema donde critica claramente los fundamentalismos en los gustos, ya sabéis “lo que me gusta a mi es lo bueno y lo tuyo una porquería”, pasando por esa invasión de “lolcats” que me ganó totalmente, o la reivindicación del poder choni con Ylenia y La Gavia; ahí ya caí rendido a sus pies y ya tenía un fan más. Para terminar de rematarme se despide con un tema llamado “Yo no quiero hijos”, frase que he repetido millones de veces a lo largo de mi vida y que tantas satisfacciones me ha dado (no hay más que ver la vida de mis coetáneos y felicitarse una y otra vez por mi sabia decisión).
Los propios Ganglios estuvieron viendo el concierto de Raúl Peligro y parecieron disfrutar; me han comentado que Xoxé está últimamente interesado en el rap, así que esa mezcla de rap, pop y electrónica debió ser de su agrado. Con Xoxé estaba como no su hermano Rafa y una chica con el pelo moreno y una camiseta con la palabra “LOL” en letras grande. En un primer momento pensé que Leli se había cambiado el color del pelo; luego me di cuenta que no era ella aunque sin duda parecía una versión morena de la teclista, misma estatura, misma vestimenta… El público aprovechaba para pedirle a Xoxé fotos a las cuales este accedía a pesar de estar disfrutando del concierto de Raúl Peligro.
Con poco tiempo entre actuación y actuación, Los Ganglios suben al escenario y mis sospechas se hicieron realidad, Loli había sido sustituida por la nueva incorporación Mariana (que así dijo Xoxé que se llamaba, aunque vete tú a saber, porque como es sabido a Los Ganglios les gusta jugar con los nombres). Empezaron con la enérgica “Mimetic motherfucker”, una canción que aunque relate hechos del pasado esta sin duda y por desgracia de actualidad con tanta corrupción a nuestro alrededor. Comienzo de fiesta que continuaría con esos muchachitos cometiendo todo tipo de excesos en las fiestas de “El Molino”, un acelerado tema punk que consigue que tengas ganas de irte a las fiestas de Montijo para verlo en primera persona. Como otras tantas, una canción aun no publicada que espera su momento. A este grupo pertenece también “Granadas de mano” que juraría comparte el mismo fondo musical aunque esta vez el argumento es totalmente distinto, pues este tema es la historia de un gracioso que le da por tirar una granada en el terrario y empiezan todos los bichos a escaparse, siendo eso un sindios.
Los hits no podían faltar, los Ganglios han conseguido llevar a esta categoría un número no pequeño de sus canciones, temas que son coreados de principio a fin por el público; eso tiene un mérito tremendo teniendo en cuenta que esas canciones jamás han sonado en emisoras comerciales. “Hay” como siempre nos trasladó a ese futuro inhóspito donde no hay nada de lo que nos prometieron, pero sigue habiendo cosas horribles como machetes, puñales, piojos, peperos, etc. Siguieron con el tema del futuro negro con “Badajoz 2222” donde nos describen una Extremadura postnuclear donde la gente lucha por su vida de forma desesperada. Tampoco podía faltar “la cumbia de Felix y Jacques”, un festivo homenaje a esos dos grandes hombres donde no faltaron las caretas de los dos protagonistas.
El grupo estuvo más que eficiente en todo el concierto, Xoxé con doble micrófono (uno en plan Ralf Hutter y otro normal), Rafa muy activo en guitarra y coros mientras que Mariana hacia el papel de Leli sin ninguna dificultad incluso poniendo la voz femenina en “Al final” y haciendo varias partes de vocoder en algunas canciones. Precisamente estrenaron en directo esta “Al final” de su último álbum “Lubricante”, a la cual continuó “Amelie Poulain”, algo totalmente lógico pues “Al final” es claramente la primera parte de “Amelie”; curioso lo de hacer a posteriori no la segunda parte de una canción sino la primera. No podía faltar el “momento Rausan” con “El regalo”, donde el grupo regala al público varios ítems del famoso establecimiento, entre ellos una valiosísima funda para el pasaporte. Desgraciadamente nunca he conseguido hacerme con ella en los conciertos así que habrá que hacer un viaje a Barcelona con parada en tan ilustre lugar del universo porc. Tampoco podía faltar su particular homenaje a la cinta “VHS”, que aunque todos los que tenemos una edad sabemos que era una porquería de formato, lo cierto es que reconforta más y mejor que el DVD.
Hubo varios cambios con respecto al anterior concierto madrileño en la sala but, en la Mobydick tocarían “Canción oriental”, haciendo Mariana la voz femenina y estrenarían “Galletas y cereales” sobre el drama de la clase obrera que no puede acceder a productos de marca y se tienen que conformar con el pájaro de Auchan, o lo que es peor, la manita verde que te avisa que si te lo comes no morirás pero que, bueno, para tu salud tampoco va a ser. A mitad del setlist como de costumbre sonó quizás su tema más popular “LOL” que el público celebraría de forma muy entusiasta. Canciones sobre la decadente condición humana como “Viejo sátiro hipertenso” o “Calvario” fueron coreadas y aplaudidas a rabiar, la segunda incluso más que “Babieca hiede” (otro de los hits de “Lubricante”) que contaría además con coreografía espontanea de caballos. No faltó la bocina bacala de Xoxé ni canciones como “El bakalao”, la historia del primo bakala de Xoxé y Rafa que se dedica a componer canciones de puto bakalao que duran diez minutos.
El concierto acabó como tenía que acabar, con la obsesiva “Color de rosa”, mi canción favorita de los Ganglios, la cual en directo suena atronadora multiplicando sus bpms. El grupo se despide y un fondo con una imagen bastante friki de Franco en amarillo queda fijo en la pantalla. Como era de esperar el grupo volvió para hacer el número bakala de Kike el Makineto, es decir “El subiduki”, un clásico para la despedida, había gente a mi lado que se reía con lo del “nokia to puntero”, porque claro ahora los nokias se han quedado un tanto antiguos, pero la canción está ambientada años atrás cuando los chavales se reunían con los coches tuneados, unos litros y música mákina a todo trapo y en esa época los nokias si eran bien punteros.
El show estaba acabado pero el público quería más y más. De la mitad hacia el final del concierto el público demandaba sin parar “El Quijote P” una de las canciones más desternillantes y bailables de su último disco. Ya al final del concierto los gritos del respetable pidiendo la canción no dejaron indiferente a Xoxe que dijo “el Quijote no que es muy fea”; seguramente no la tenían preparada, los Ganglios hacen lo que les da la gana con sus setlist y son capaces de dejarse fuera hits como “La guapa y los ninjas”. También es verdad que “El Quijote P” no es una canción fácil de hacer en directo ya que tiene varias voces y mucho vocoder, pero supongo que el grupo tomaría nota y quizás la tengamos pronto en el setlist. Como el público estaba realmente eufórico, a pesar de tener costumbre de acabar con “El subiduki”, decidieron repetir “El Molino” con sus muchachos y sus excesos, así acabo un concierto donde los Ganglios volvieron a demostrar su poder de convocatoria en tiempo record y lo bien que son acogidos cada vez que vienen a Madrid. Salí medio afónico de tanto cantar. Si Los Ganglios actúan cerca de su domicilio no se los pierdan, no les dejaran indiferentes.
Es un placer poder informar a nuestros seguidores que “Discos, música y reflexiones” crece. Y creo que es conveniente oficializar estos cambios. Desde esta semana, de forma definitiva se suman como colaboradores, no solo del programa de radio (que ya son tertulianos desde que comenzamos con los debates radiofónicos), sino del blog (con correspondientes artículos escritos), Mariano González y Alfredo Morales. Tras el programa que dedicamos este pasado sábado a Visage, nos reunimos las partes y acordamos lo que ya habíamos comentado desde hace unas semanas atrás.
Desde ahora, ellos entran en la terna de escritores de artículos de discos (la génesis y núcleo matriz-origen de “DMR”) y también acudirán a conciertos de los que posteriormente informarán por escrito con sus respectivos artículos en el blog (en el caso de Mariano González, evidentemente, cuando se recupere de su convalecencia física).
Los artículos irán desde ahora firmados al pie. Yo mantendré mi apodo de Abacab, pero cuando sea Alfredo o Mariano los autores del texto, ello vendrá bien especificado al final del texto. Arriba les he dejado una sección que comprende a Mariano y Alfredo de una foto tomada en el coloquio que ya hace tiempo realizamos sobre Eurythmics y su “Revenge”.
Lo dicho, esto es una buena noticia que me llena de satisfacción y que dará una mayor proyección al blog. Además, no voy a ocultar este motivo ya que soy extremadamente sincero, estas incorporaciones me van a venir muy bien para tener una menor carga de trabajo a la hora de mantener el ritmo de publicación que nos hemos autoimpuesto en “DMR”. ¿Para qué negarlo?
Mariano González y Alfredo Morales, bienvenidos oficial y formalmente al blog de “Discos, música y reflexiones”.
Controvertido programa el que realizamos en esta 6ª temporada sobre el hasta la fecha último disco de estudio de Keane. El día que estaba fijada su realización, el 14 de febrero a las 16.00h en la sintonía de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), tras las introducciones al disco del primer bloque de servidor y Mariano González (por este orden), justo antes de poner el primer tema que iba a sonar, “Silenced by the night”, el ordenador central de nuestra radio se saturó y se reinició.
Ahí no residió el problema, ya que tras el reinicio no se emitían sonidos por un error informático que nos fue imposible solucionar en ese momento. La emisión se tuvo que suspender definitivamente y pudieron seguir escuchando la continuidad de nuestra emisora con la repetición ya comenzada del programa dedicado a Mendetz.
Retomamos el programa, con redifusión del primer bloque (que milagrosamente conseguimos salvar gracias a las bondades del programa Audition 1.5) en primer lugar el 28 de febrero de 2015, 2 semanas después, en horario especial a las 12.00h, ya que a las 16.00h se producía el estreno de la entrevista del programa con Eladio Y Los Seres Queridos.
Ahí ya todo salió bien. Además, este desastre inicial nos permitió contar en la nueva intentona con nuestro colaborador Óscar Cañas que en el día original de emisión no pudo asistir por motivos de salud. Repuestos de la contrariedad del día 14 de febrero de 2015, 2 semanas después conseguimos finalizar lo comenzado y yo creo que quedó un buen programa. Cutre-montaje fotográfico de rigor nuevamente debido a la baja que por estado físico supone Mariano González en el estudio presencialmente.
Consecuencia de este error, el programa no ha vuelto a ser emitido en RUAH. Tendrá su momento en el parón que haremos de 2 semanas por vacaciones de Semana Santa, lo cual ya les vamos adelantando en estas líneas, pero que en su momento informaremos a bombo y platillo con post de rigor al respecto. Les dejamos link a Ivoox a continuación junto a la inserción del reproductor por si desean escucharlo aquí directamente: http://www.ivoox.com/dmr-6-9-audios-mp3_rf_4216844_1.html
Repasando el texto escrito por nuestro compañero Alfredo Morales de la crónica del concierto de Sleep Lane y After The Rain, se me produjo un shock. Dicho shock vino provocado de leer que Steve Strange, líder de Visage, había fallecido unos días atrás consecuencia de un infarto en Egipto.
Por ello, en tributo a personaje tan clave y carismático de la nueva ola y del movimiento neorromántico de comienzos de los 80, este sábado a las 16.00h en nuestro programa nº 11 de la 6ª temporada de “DMR” en las ondas dedicaremos el espacio a analizar el disco de debut de Visage, de mismo nombre que la banda y dentro del cual está la inmortal canción “Fade to grey”.
En aquellos días Midge Ure y Billy Currie de Ultravox apoyaban mucho a Steve Strange dentro de Visage en la composición de canciones. Suponemos que estaremos a la altura de la figura del personaje que nos ocupa (o al menos ese es nuestro ambicioso propósito este sábado) y para ello habrá más de 2 voces (las que habitualmente les acompañan de Mariano González y servidor de ustedes) para acudir a este funeral radiofónico al señor Strange.
Tras varios meses sin ver en acción al grupo, comprobamos que La Broma Negra sigue creciendo a todos los niveles. Se ve desde la formación, ya que si en la sala Maravillas en mayo de 2014 vimos que Álex Gómez y Carlos Caballero ya incluyeron acertadamente al teclista David Infantes, ahora comprobábamos que Javier Pellín se ha sumado a la batería, dando lugar a una interesante formación de cuarteto que amplifica la potencia de LBN en directo.
Nos gustaba que el evento se diera lugar en la mítica sala Honky Tonk. Hacía por lo menos 11 años que no pasábamos por allí. Nos perdimos la actuación que un mes antes ofreció el grupo en Alcalá de Henares en la sala Tic Tac, pero en este sábado no podíamos fallar. Además, era la última ocasión de ver a La Broma Negra antes de enfrascarse en grabar el próximo álbum, centrados en la promoción del notable “Déjanos La Luz Encendida”.
Llegamos puntuales a la sala, tras una madrileña tarde que pasamos con unos buenos amigos en el museo Reina Sofía y posteriormente cenando a temprana hora unos buenos bocatas de calamares en la Plaza Mayor. A las 21h salimos del centro para la calle Covarrubias, con la pena de estar en solitario, ya que nuestro amigo y colaborador Alfredo Morales finalmente no pudo asistir por motivos familiares que le llevaron a no encontrarse en Madrid este pasado fin de semana.
Nosotros siempre estamos a la hora anunciada, que en este caso eran las 21.30h, aunque en estos casos siempre se retrasa la cosa. El concierto comenzó en torno a las 22h y la Honky Tonk ofrecía un aspecto notable de aforo, aquel que para la sala supone calidad, ya que más gente se hubiera tenido que situar en una distancia y posiciones que por la disposición de columnas de la sala no les hubiera permitido ver correctamente al grupo, por mucho que dispusieran del circuito de cámara con pantallas que tiene la Honky Tonk.
Carlos Caballero nos sorprendió con su actuación más intensa, entregada, arrebatadora y teatral de la ya notable lista de shows de LBN que hemos visto. Carlos en otras ocasiones se ha mostrado en una actitud más de pose, sobriedad y solemnidad, pero en la sala Honky Tonk apostó por el arrojo y la fuerza desde el minuto 1. Y se mantuvo ahí hasta el final del show. Según me comentó tenían muchas ganas de volver a tocar en el centro de Madrid, ya que internamente para él le había quedado un poso amargo del concierto en la sala Maravillas por fallos en el sonido y retorno que no le permitió estar a gusto en las tablas (aunque para nosotros, de puertas afuera -ya se sabe que las sensaciones son distintas-, nos pareció un completo éxito aquel directo). Carlos demostró en el escenario que las ganas eran patentes y se mostró cómodo con el nuevo set de LBN en escena, con mucha complicidad con el batería Javier Pellín.
Otra cosa que pudimos constatar es que La Broma Negra, elija lo que elija para el repertorio, acierta. Y hay ocasiones como en este concierto de la sala Honky Tonk donde arriesgan tanto en la elección de temas como en su colocación en el set list. Días después, repasando de memoria la actuación, pude ver que temas como “Los reyes en su cama no morirán” u otros hits de su discografía como “Hay más de una manera de provocar un incendio” de los que prescindieron. Y no se les echó en falta, ya que el grupo supo agradar incluyendo piezas como “Fantasma”, esa oda a Edgar Allan Poe, o “Los muertos” en el sector inicial de la actuación; canciones ambas más propias del final de concierto y que así ya las habíamos vivido en actuaciones pasadas. La Broma Negra en ese sentido son un poco como Morrissey o The Cure; es decir, que siempre merece la pena ir a sus conciertos ya que entre uno y otro van a existir notables diferencia de repertorio, aunque aún respeten el estatus de algunos temas irrenunciables. Abajo una foto donde se ve a LBN en directo y a su vez en la imagen de la pantalla del circuito cerrado de la sala en la columna.
En ese apartado de temas innegociables estuvieron temas como “Protege tus secretos” o “Nieto de maestro de escuela”, canciones que a día de hoy son clásicos de La Broma Negra y que cobran una mayor trascendencia a cada actuación que ofrece el grupo; no obstante, no exijan nada a Carlos Caballero y Álex Gómez, acompañados de David Infantes y Javier Pellín en el presente momento, ya que según me confesaron en conversación privada en la puerta de la sala tras acabar el concierto, no es extraño que haya días en los que les dé por dejarse uno de estos temas fuera del set list. Por otro lado se compensaría, eso seguro.
Álex Gómez y su guitarra mítica nos cogió en el sector contrario al que nos pusimos. Sus cuerdas eléctricas a ratos ofrecieron momentos de gran gloria y a favor suya jugaron las mezclas de la mesa confiriendo la importancia que se merece a su papel. Inciso importante en este punto para poner de manifiesto el perfecto e inmaculado sonido que desplegó LBN en esta actuación; aplausos para el técnico del sonido y para el grupo por la larga y exhaustiva prueba de sonido que llevaron a cabo por la tarde, sobre todo para encajar con la nueva incorporación en la batería de Javier Pellín. Lo que sí notamos es que Álex no aportó tanto en los coros como en otras ocasiones; por ejemplo nos sorprendió que en “He tocado el cielo” dejara de lado ese apartado. Eso sí, en “Tos de medianoche” estuvo sembrado en la introducción de la canción con el consecuente grito desgarrador que cede el testigo a la solemne interpretación de Carlos Caballero.
David Infantes y Javier Pellín juegan de alguna manera el papel que en OMD juegan Martin Cooper y Malcolm Holmes. En segundo lugar, pero muy necesarios. Y muy bien conjuntados con Álex y Carlos, los líderes de LBN. Parece mentira que lleven tan poco tiempo en rodaje con el dúo que hasta hace muy poco eran los que se bastaban y sobraban para mantener a La Broma Negra sobre el escenario y sobre todo en el caso de Javier, el batería, el cual debutaba con LBN en este concierto. Positiva su inclusión, y el mantenimiento de David, sin duda alguna. Arriba del párrafo una imagen de David en los teclados al comienzo del concierto y abajo vemos a Javier en la batería tras Carlos en primer plano.
Hablábamos de clásicos antes. Creo recordar que “Cenicienta” llevaba un tiempo desterrada de los set list que el grupo ofrecía últimamente a los que hemos asistido o al menos ahora me viene esa sensación. Para esta ocasión, esta canción que en su día en el Café La Palma dispuso de una coreografía anexa de representación, volvió a brillar con justicia; no sé si es que en actuaciones previas pasó algo de puntillas o es que no estuvo incluida en efecto en los repertorios. Aquí sí que sonó y bien además.
Nos gustó mucho nuevamente el papel que jugó “Balas para matar el tiempo” dentro de todo lo ofrecido por La Broma Negra en la noche del pasado sábado. Tanto nos gustó que hicimos un video de este clásico, primer single en su día del disco “El Envenenador De Manzanas” y aquí se lo insertamos. Como siempre, disculpen la pésima calidad del sonido y de la imagen de nuestro video.
El escrutinio de temas, por lo general abundó por lógica en desgranar bien el disco de la presente gira “Déjanos La Luz Encendida” y también dispuso de una dosis generosa de temas del previo “Desilusiones De Grandeza”. Hubo hueco para otros temas como “El envenenador de manzanas”, que como curiosidad se obvió en su momento cuando le llegaba el lugar prefijado en el repertorio y que se subsanó de manera solvente como único bis a cargo de David Infantes en los teclados y Carlos Caballero en el micro, prescindiendo de Javier y Álex que se pusieron a recoger sus instrumentos para dejar libre el escenario de cara a otro concierto que había programado para las 00.30h.
Al efecto había un apuntador entre el gentío que reclamó en un par de ocasiones este último tema comentado, pero que no hizo las veces tan efusivas del núcleo duro de seguidores de LBN, que en esta ocasión, como apunte a no dejar de incluir, faltaron a esta velada; recordemos su efusividad reclamando “Una mujer enamorada es otra forma de terrorismo”. Por cierto, este tema fue uno de los que repuntaron el final del show y repertorio. Y si bien no hubo núcleo duro, sí que hubo un par de guiris que fueron al concierto, con un aspecto muy parecido al de un Andy Fletcher de Depeche Mode en la era de “Construction Time Again”, de los que sobre todo uno estaba pletórico y se vino muy arriba en las primeras filas del público. Carlos se afanó en que el público, a priori retirado del escenario, se congregara rozando las tablas y lo consiguió sin necesidad de insistir mucho. Al bueno de “Fletch” le tuvo que coger un momento por banda para frenarle en su efusividad desaforada, cosa que no sé si provocó que estos hooligans se marcharan antes del final de la actuación. Arriba del párrafo vemos una curiosa foto que sacamos con Carlos y el amenazante doble de “Fletch” en primer plano. En la siguiente foto, la de despedida de la actuación, con Carlos Caballero al fondo yéndose a los camerinos, se ve parte del público de LBN, donde hay algún ejemplo de MILF, que ya puso de manifiesto el señor Alfredo Morales en su contracrónica del concierto del grupo en la sala Maravillas y algunas otras chicas que aún no son MILFS, pero que en el futuro lo serán. Con el debido respeto.
La Broma Negra completaron una hora y casi 40 minutos de buen concierto. Un show muy intenso desde comienzo a fin, propiciado a partes iguales por la actitud potente de Carlos Caballero, la acertada inclusión de Javier Pellín como batería y el impecable sonido del que gozaron los chicos en esta ocasión. Tanto antes como después del concierto pudimos hablar con los líderes del grupo Álex Gómez y Carlos Caballero y en sentido formal hicimos una pequeña entrevista que les insertamos a continuación y que también les trascribimos por si la prefieren leer a escucharla. Termino agradeciendo una vez más al grupo que cuente con “DMR” para poder informar de sus andanzas.
Entrevista a La Broma Negra.
Discos, música y reflexiones: Nos encontramos en el exterior de la mítica sala Honky Tonk. Acabamos de acudir al concierto de fin de gira de presentación del último disco de La Broma Negra “Déjanos La Luz Encendida” y, bueno, yo creo que ha sido nuevamente un éxito de convocatoria, de repertorio musical, buena música y estamos aquí en el exterior de la sala pues con el vocalista del grupo, con Carlos Caballero, con el teclista que ahora acompaña a La Broma Negra en directo David Infantes y con el nuevo batería Javier Pellín, que también se ha sumado a La Broma Negra conformando el cuarteto en directo, una nueva propuesta musical del grupo. ¿Cuáles son las impresiones de este último concierto de gira de presentación de “Déjanos La Luz Encendida”?
David Infantes: Hombre, pues la verdad es que sobre todo, bueno, cerrar una serie de conciertos, también con ofrecer una variante un poquito de cuando arrancamos, la incorporación de Javier, también incorporar canciones que no estábamos tocando al principio, canciones antiguas… También hombre, la verdad es que ha sido un poquito una revisión de todos los conciertos que hemos venido haciendo en estos últimos meses, y bueno había que hacerlo en Madrid, había que hacerlo en una sala lógicamente de trayectoria contrastada. La verdad es que muy contentos.
DMR: Mencionas el set list y la verdad es que a nosotros nos ha sorprendido, siempre sorprende La Broma Negra con su repertorio, y a nosotros nos ha sorprendido mucho la inclusión de temas como por ejemplo “Los muertos” y Edgar Allan Poe (“Fantasma”) al comienzo del concierto. Normalmente unos temas que utilizabais en el final de las actuaciones, también porque son final de disco. Entonces, ¿cómo ha sido esa idea de reestructurar el set list de esta manera? ¿Intentar sorprender? ¿Porque os ha dado así?
Carlos Caballero: Tú sabes que has venido a varios conciertos y sabes que cambiamos el set list de un concierto para otro, de una semana para otra. Y hemos hecho incluso conciertos que hemos tocado 15 canciones en un concierto y 15 distintas en el concierto de la semana siguiente. Mmmm, funcionamos así. Lo hacemos por nosotros principalmente y también por la gente que si viene se encuentre con otra historia totalmente distinta y yo creo que las canciones funcionan bien al principio, al final… Es verdad que esas canciones en los discos a lo mejor cierran los discos de una manera un poquito más solemne o lo que sea, pero en directo funcionan en cualquier posición.
DMR: Hablábamos, bueno, hablábamos en esta pequeña entrevista de concierto de fin de gira, pero me ha chivado un pajarito ya por ahí que no es del todo así, que dentro de poquito tenéis prevista una actuación por ahí en una sala en la que habéis estado no hace mucho tiempo. Casi un año después de esa actuación, ¿qué podéis decirme?
Carlos Caballero: (risas) Javier poco.
David Infantes: Sí, efectivamente es una cosa que un poco estábamos negociando en las sombras, sobre todo lógicamente por que bueno había que poner toda la carne en el asador para el concierto de hoy, pero bueno, sí, a falta de confirmar un pequeño detalle sí que parece que vamos a estar en el Festival del Día Gótico que organizan nuestros amigos de Melodías De Sombras y la verdad es que bien, bien porque compartir el escenario con grupos contrastados, bueno también un público más especializado, un público que, bueno, por diversas circunstancias hoy no ha acudido al concierto y la verdad es que, bueno, se puede entender como un complemento importante al concierto de hoy como cierre de gira.
DMR: Bueno y, Javier, te incorporas a La Broma Negra en el set list, en el repertorio en directo, ¿cómo ha sido esta primera actuación junto al grupo en la sala Honky Tonk, ni más ni menos, con este concierto de fin de gira? ¿Cuáles son tus impresiones? ¿Cuáles son los planes de futuro junto a estos caballeros?
Javier Pellín: Bueno, pues la impresión ha sido buena. Ha sido todo un concierto fluido. Me ha gustado la marcha que tienen, ¿no? Me gusta como se mueven, ¿no?. Eh… Me ha gustado. Se puede decir que estoy encantado. Esa es la palabra.
DMR: Muy bien, pues nada, desearos que vaya la cosa muy bien. Sé que ahora en breve os ponéis a grabar vuestro siguiente disco. A grabarlo, a editarlo y, bueno, y también vais a tener esa especie de epílogo en la sala Maravillas no dentro de mucho, casi un año después, curiosamente de...
Carlos Caballero: En mayo también el díaaa...
Carlos Caballero y David Infantes: 22.
Carlos Caballero: sí, el 22 de mayo.
DMR: Sí, la otra vez tocasteis justo el 23 de mayo.
David Infantes: Este año por suerte no tenemos que repartirnos a los seguidores del fútbol y hacerles elegir entre la música y el fútbol y sabemos, no por nosotros, sabemos que siempre va a ganar el fútbol.
Carlos Caballero: Sí, sí, es cierto, pero bueno, no pasa nada.
David Infantes: Por suerte si que es cierto que con muchas ganas de volver a dar ese fin de gira, habrá sorpresas en el set list, seguro, seguro.
Carlos Caballero: Sí, seguro porque grabamos en abril y en mayo seguro que algo metemos, algo metemos. Depende de circunstancias, pero bueno, queremos sacar el primer single la primera semana de mayo entonces va a depender un poco de... Tenemos confianza en ese single. Queremos hacer algo especial de video, queremos hacer… La canción en sí es especial. David, ¿es especial?
David Infantes: Sí, sí, sí.
Carlos Caballero: Es una canción que tenemos ahí, queremos un poco petar un poco… No sé. Queremos… Vamos a ver qué pasa. Estamos ahí un poco desquiciados con el nuevo álbum. Vamos a ver. Y seguro que si todo va bien en ese concierto meteremos, meteremos alguna canción.
DMR: Pues nada, nosotros “Discos, música y reflexiones” confiamos en estar allí para dar nuevamente cuenta de lo que nos propongáis sobre el escenario. Desearos mucha suerte Carlos, David, Javier y nada pues, también tenéis pendiente una visita a la radio, lo sabéis, ¿verdad?
Carlos Caballero: Cierto y ahí nos vemos a finales de mayo más o menos a lo mejor nos vemos en el programa.
DMR: Perfecto.
Carlos Caballero: Os contaremos ahí todo lo que haya pasado de aquí a entonces.
DMR: Pues nada chicos, muchísimas gracias como siempre por contar con nosotros y estamos aquí para lo que queráis.
Carlos Caballero: Más gracias a vosotros por estar siempre ahí.