Ni pretendemos, ni (por vida personal) podemos ser un lugar de referencia para la difusión de noticias inmediatas. El concierto del que les hablamos fue ya hace 2 meses, pero publicamos esto cuando, repito, podemos.
Tirando de memoria, el concierto de Dua Lipa estaba previsto que se hubiera celebrado no recuerdo muy bien si el 24 o 25 de abril de 2020 (dudo del día, ya que el día antes o después, tenía a Nick Cave en el mismo recinto –menudo contraste hubiera sido-). A su vez, en esa primera fecha, el show hubiera sido el inicio de gira mundial. Entonces, en febrero-marzo de 2020 vino lo que ya saben ustedes y se empezó a aplazar la cita. Primero al 14 de febrero de 2021, luego a octubre de 2021 y posteriormente al 3 de junio de 2022; con tanto cambio, días antes de la fecha definitiva de celebración, dudaba si la entrada original nos valdría. La reimprimimos y salió con la fecha final, para ir al Palacio de los Deportes sin temores de acceso denegado.
En una tarde de las de calorcito agradable, sin los extremos de días previos, nos presentamos en la plaza de Felipe II sobre las 19.30h. Tras un susto previo al acceso, debido a la pérdida momentánea de una blusa por parte de mi mujer (que por fortuna se resolvió, no sin ello haber provocado cierto nerviosismo lógico), accedimos al pabellón por la calle Fuente del Berro. Nada más entrar, se nos dio una muestra del perfume que anuncia la protagonista de la noche, cuyo anuncio pusieron alguna que otra vez en las pantallas del Palacio.
Llegamos con tiempo para no hacer el feo al artista invitado. En este caso, Griff era el acompañamiento escogido para ir cogiendo tono a la velada. Ciertamente fue un ejemplo de buena concordancia entre el plato principal y el entrante, ya que la vocalista de Griff, aunque con un color de voz distinto, sí que nos ofreció un repertorio de media hora de un pop que no chirría en exceso con lo que nos ofrece Dua Lipa. Quizás es un estilo de pop más edulcorado que el de Dua Lipa, que ofrece otros matices, pero sumó bien como complemento. El repertorio, salvo una cover de Whitney Houston y su “I wanna dance with somebody” (que no sería la 1ª vez que sonara, de una u otra manera, en el recinto esa noche), fue totalmente propio y agradable de oírse.
Acabada la actuación de Griff, llegó José Antonio Sánchez, nuestro tertuliano en la versión radiofónica de “DMR”, el cual no pudo apurar para ver el show de la artista invitada. Tras un breve retraso, que no llegaría a 15 minutos, se apagan las luces y arranca el show con un vídeo de presentación sobre el telón de fondo en el cual se presentaba a todo el staff que sobre el escenario iba a acompañar a Dua Lipa. Principalmente pudimos ver al extenso cuerpo de baile que acompañaría a Dua, todos ellos con su nick o apodo, además de su nombre (todo un poco al estilo Tarantino, o al menos eso me vino a la mente).
Y se arrancó con la fuerza arrolladora de “Physical”. Quizás la canción de más músculo y frenesí de “Future Nostalgia”. Bien pensado, es la pista más adecuada para la apertura del show. Dua Lipa entró en escena igual de arrolladora que la propia canción, vestida con un ajustadísimo conjunto rosa y con su larga melena morena al aire. Ya aquí, en el estilismo, se aprecia un notable cambio respecto a lo que Dua ofrecía 3 años atrás, cuando en sus conciertos salía con deportivas tipo skater, pantalón ancho, muchas veces de chándal y un top. La presencia actual va acorde a su crecido estatus de diva mundial de mucha mayor relevancia. En este sentido, apuntamos que Dua Lipa cambiaría otras 3 veces de look, ofreciendo algún vestido corto, algún leve guiño al pasado, con alguna minifalda más de sport y también abundando en los destellos plateados, cual bola de discoteca, en concordancia perfecta con muchos de los sonidos que nos da el lp “Future Nostalgia”.
Con este concierto, podemos ir encontrando sentido al título del 2º disco de la artista, “Future Nostalgia”. Voy a intentar explicarme. Dua Lipa tiene nostalgia del futuro, tal cual. Es decir, que por lo menos ahora, no tiene mucho interés en mirar a su pasado y apuesta por lo presente. Esto se aprecia en que del disco de debut o de singles de dicha etapa, apenas hubo espacio para 4 canciones. Me agradó mucho, pero me sorprendió igualmente en su momento que casi nada más arrancar, Dua Lipa decidiera gastar el cartucho de “New rules”. La canción con la que conocí a Dua Lipa sonó en el 2º lugar del set list, y daba una clara pista de que no iba a apoyarse en ella para los momentos culminantes de la noche. Su representación contó con una sugerente representación en vídeo sobre la pantalla de fondo de la propia Dua conduciendo un descapotable y enumerando los números de las 3 reglas; muy apropiado y visual.
Del pasado, que por la trayectoria de Lipa es muy reciente, cayó también “Be the one”, que fue quizás la primera canción de la cantante que sonó con cierta resonancia en su momento, más o menos hacia la mitad de show, y también aparecieron casi unidas umbilicalmente “One kiss” y “Electricity”, en un momento en el que el show se fue al final de la pasarela que se abría paso en mitad del público de pie de pista (nosotros, como ya se ve en las fotos, ya apostamos por ir sentados y dejarnos de apreturas y otros engorros de estar en el foso), momento en el que se bajó un cuadro de luces sobre Dua Lipa y su cuerpo de baile, de tal forma que se daba a la zona donde se producía la interpretación un aspecto como de club nocturno o discoteca intensa. Me gustó mucho el momento de “One kiss”, canción que por cierto ha adoptado como otro de sus himnos la afición de uno de los equipos que me gustan: el Liverpool FC.
Y con esto se acabó el pasado. La cosa empezó a quedar evidente cuando sonaron algunos acordes de “IDGAF” mientras que los highrollers ofrecían algunos de sus pasos en la pasarela mientras que Dua Lipa cambiaba de vestuario y no volvió a sonar. El primer disco no iba a tener pues más protagonismo en la noche. Para mí, una pena, puesto que esperaba disfrutar en directo de la propia “IDGAF” o al menos de “Lost in your light”. Incluso esperaba alguna concesión menos evidente como “Begging”, pero no. No era la ocasión. En todo caso, a continuación les inserto el vídeo que grabé de “One kiss”.
Con lo que centrémonos ahora en lo que sí hubo. Y lo que hubo fue una representación completa de “Future Nostalgia”. Eso también tiene sus cosas buenas, una de ellas que canciones menos evidentes que los muchos singles exitosos que ha tenido, también sonaron. Estuvo muy bien poder ver cómo resultaba en directo la sugerente y elegante “Pretty please”, que se situó en la primera parte del show, y casi en el mismo momento la veraniega “Cool”, muy apropiada para la época del año en la que finalmente se celebró el concierto.
De lo actual, Dua Lipa no se pasó en exceso, ya que por ejemplo no incluyó en el show la recién salida del horno “Potion”, nuevamente a duo con Jan Oblak. Perdón, Calvin Harris. Sin embargo, hubo espacio para temas como “We’re good”, pensado para la reedición de “Future Nostalgia”, que dispuso de uno de los momentos efectistas de la noche, con una langosta hinchable gigante (evocando a la protagonista de ese videoclip recreando la última noche del Titanic) que acompañó a Dua Lipa durante la interpretación; aquí debajo la prueba.
Muy llamativo fue cuando en uno de los retornos al escenario, Dua Lipa se montó en una plataforma que la hizo desplazarse por el cielo del Palacio de los Deportes para interpretar “Levitating”, uno de los mejores singles sin lugar a dudas de “Future Nostalgia”. Todo muy apropiado, vean justo a continuación.
El concierto puso la guinda al pastel con “Don’t start now”, el que fuera primer single y de adelanto del disco y que permitió dejar el listón en lo más alto. Sonaron muy bien otros singles como “Love again” (con ese sampleado del “Your woman” de White Town, recuerdo de adolescencia personal) o “Hallucinate”. Pasaron más de puntillas otros episodios como “Break my heart” o la canción título, que no deja de ser bastante arriesgada.
Con la opción de contar con un vídeo colaborativo en el telón de fondo, Dua Lipa nos ofreció el dueto que ha hecho con Elton John para hacer una fusión de 2 de los clásicos de la leyenda del pop británico, “Rocket man” y “Sacrifice”, y dar lugar a “Cold cold heart”. En esta ocasión el cuerpo de baile y Dua Lipa se sentaron en las escaleras a la plataforma superior del escenario y entonaron la canción de forma relajada. También apareció en el telón de fondo Angèle, a la cual confundí en un momento con Kylie Minogue (toma ya), para darnos otro capítulo sugerente y sensual con “Fever”. Flanqueando este párrafo 2 imágenes que muestran el momento de las participaciones en vídeo comentadas.
Ya saben de mi devoción por el primer disco de Dua Lipa, al cual considero una grandísima obra, por lo que quizás mis momentos de la noche favoritos fueron “New rules” y, si también la consideramos del primer disco (al menos está en la edición de 2 cds que yo tengo) “One kiss”. No obstante, de “Future Nostalgia” y su puesta en escena me gustó mucho el momento de “Pretty please” y fue palpable la potencia de la apertura de “Physical” o el cierre de “Don’t start now”. También me quedará en la retina el brillo de “Levitating” y su viaje aéreo en plataforma o el capítulo langosta gigante de “We’re good”, aunque esta no sea de mis pistas favoritas de la última etapa de Dua Lipa.
Fue hora y media más o menos de show. Un gran espectáculo que demuestra la evolución de Dua Lipa hacia ser una diva que compite con las grandes que llevan más de una década en esto (Lady Gaga, Katy Perry, Rihanna…). Lleva un cuerpo de baile inmenso y ofrece varios cambios de vestuario, lo cual ya de por sí demuestra ese paso adelante. También se ve, que más allá de mis gustos y anhelos (que hubieran deseado una mayor representación de canciones del disco anterior), que Dua Lipa es una artista que confía plenamente en lo que hace y no se apoya, al menos de momento, en lo seguro. Su apuesta por el disco actual fue firme y eso demuestra valentía.
Al acabar el show, nos fuimos a tomar algo a la plaza de Manuel Becerra y José Antonio tiró rápidamente para la costa levantina, a Gandía, en súbito viaje nocturno, lo cual evitó que hiciéramos una tentativa por intentar conocer a Dua Lipa, lo cual intuyo hubiera sido muy difícil, pero que en ocasiones previas logramos en el mismo recinto con gente como The Killers o Franz Ferdinand, por ejemplo.
Tras más de 2 años de espera, la misma mereció la pena. Fue un gran espectáculo. Dua Lipa canta muy bien en directo (se notaba, más allá de las acusaciones de playback por una caída en Milán semanas antes; señoras y señores: además de cuerpo de baile lleva un grupo de coristas que la apoyan, por si no se han dado cuenta algunas/os) y aguanta muy bien el tipo con todo el trabajo físico de baile que afronta. Ya he dicho que eché de menos a muchas de las canciones del disco homónimo de debut, pero Dua Lipa es un poco en ese sentido como Najwa, que se centra en las piezas de su último trabajo y se olvida de lo anterior. En ese sentido, tengo curiosidad por ver qué ofrece en el tour de su 3er. disco. Supongo que haré por ir a verla nuevamente cuando llegue la ocasión, quién sabe si dentro de 2 o 3 años. Ya se irá viendo.