ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Hay grupos a los que se les nota la intención de querer
dominar el mundo y se puede ver cómo miden sus pasos discográficos tras un
éxito notable. A otros se les nota todo lo contrario y creo que en este 2º
conjunto podemos meter a los canadienses Arcade Fire. Tras editar “The Suburbs”
y confirmarse como la sensación del momento en 2010, el grupo ha decidido ir
por libre en el lanzamiento de su 4º disco de estudio.
Dejando totalmente de lado sus momentos ampulosos y las
canciones-himno que les caracterizaron en sus primeros discos (sobre todo en el
1er. y 2º disco), el grupo encabezado por el matrimonio compuesto por Win
Butler y Regine Chassagne, opta por desarrollar su lado bailable y rítmico, el cual
se podía ver en pasajes tales como “Sprawl II (mountains beyond mountains)” de
“The Suburbs”. El 3er. disco de Arcade Fire era ambicioso en el sentido de ser
un trabajo amplio en el abanico de los géneros que trabajó el grupo. A día de
hoy, tras escuchar este “Reflektor” da la impresión de ser un disco bisagra
entre los comienzos del grupo y el, quién sabe, futuro de la banda.
Creo que en el grupo siguen, si no los mismos, casi todos
los componentes habituales de esta nutrida formación musical (o al menos eso
parecía verse en el videoclip de “Reflektor”, la canción título que ha sido a
la par el primer single de la obra). No tan extenso como “The Suburbs”, pero sí
generoso nuevamente resulta “Reflektor”, con lo que decido pasar a hablar ya de
sus canciones.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Reflektor”: La canción título, primer single además,
marca las pautas generales del disco y las líneas maestras de los mejores
pasajes del lp, que serán los más bailables y electrónicos. Es una canción
larga, como la mayoría de las del lp, con intensidad y rabia tamizada con
cierta nocturnidad y misterio en sus formas que no se pueden obviar. A pesar de
ser muy generosa en duración, cierto es que no se hace pesada en absoluto. Su
videoclip, con el grupo provistos de sus versiones cabezudas, vagando por el
campo y conduciendo camiones añejos por caminos perdidos en mitad de la noche,
también resulta chocante y llamativo. Un buen anticipo de disco, que sin duda
llama la atención de cualquiera que haya seguido hasta la fecha la trayectoria
del grupo, y que también ayuda a formarse una idea bastante fiel de muchos de
los sectores que forman parte del nuevo disco, los que a la par son los más
destacables (al menos para nuestro gusto personal).
2. “We exist”: Destacando por esos latigazos de guitarra
eléctrica que me recuerdan en parte a los The Clash, “We exist” es un tema que
a la larga se ha terminado convirtiendo en uno de mis favoritos del disco.
Tiene un cierto carácter agrio dentro de una melodía de férrea base. Buena
simbiosis vocal entre Regine y Win. Algunos efectos sonoros evocan al leve
carácter clásico del sonido primigenio del grupo, pero hay que afinar mucho el
oído para caer en esos detalles.
3. “Flashbulb eyes”: Tema experimental y bizarro es
“Flashbulb eyes”. Sonido de laboratorio y retrofuturista para una canción
dotada de una base rítmica notable, aderezada con notas sintéticas extrañas y
notas de guitarra eléctrica que se amoldan a la peculiar melodía de esta pieza
de reducida duración.
4. “Here comes the night time”: Arcade Fire en este nuevo
disco han metido una especie de suite inconexa llamada “Here comes the night
time”, dividida en 2 partes separadas dentro del disco. Esta primera parte
comienza acelerada y desaforada, para solamente retomar ese frenesí en su
sector final. El resto de su duración resulta pachanguera e ingenua, sin que
sea un pasaje demasiado memorable del disco. Sí reconozco que en su tramo
final, con toda la fanfarria activa y Win manteniendo el ritmo al micrófono,
resulta más notable.
5. “Normal person”: Igual que en “We exist” veía algún
retazo punk en las guitarras eléctricas, “Normal person” quizás sea el tema más
punk del disco. Regine se hace notar acompañando a Win en ciertas partes en
esta canción de poderosas guitarras eléctricas.
6. “You already know”: Continuando en la onda del pachangueo
que nos dejaba en gran parte de su metraje “Here comes the night time” en la
primera de sus partes, llega “You already know”. Esta canción no va a ningún
lado en particular y de alguna forma acerca a Arcade Fire al pueblo llano, ya
que es una pieza que está muy lejos del nivel de exigencia que se la ha visto
al grupo hasta la fecha en cualquiera de sus canciones. Confirma de alguna
forma un sector algo flojo del disco que todavía durará unos minutos más.
7. “Joan of Arc”: En “Joan of Arc” Arcade Fire presentan una
canción nuevamente anárquica, que de alguna forma es la prima hermana de
“Normal person”. De hecho, el comienzo es a troche y moche, muy atropellado.
Luego el tema se normaliza, y aunque tiene un cierto carácter agrio y algo de
encanto, lo cierto es que es otro tema que tampoco nos contenta del todo. A
estas alturas quizás se puede haber perdido la fe en Arcade Fire, o al menos en
este disco que nos entregan, pero todavía no le den al “stop” y continúen
escuchando, que lo mejor viene a partir de ahora.
8. “Here comes the night time (part 2)”: Con la 2ª parte de
“Here comes the night time” comienza el resurgir del ave Fénix de Arcade Fire
en su “Reflektor”. Si desde que escuchamos las 2 primeras canciones hasta ahora
hemos atravesado un sector de canciones muy discretitas de nivel, el grupo
sellará una 2ª mitad de lp muy notable. Centrándonos en esta 2ª parte de “Here
comes the night time”, pasamos del pachangueo y de la locura de la 1ª parte a
un rollo misterioso y verdaderamente nocturno muy sugerente y elegante. Su
decadencia sonora y melódica hace grande a esta canción que nos permitirá
adentrarnos en un universo de melodías más oscuras y bailables que, aunque
igualmente están muy alejadas de los himnos del grupo tradicionales, nos
permitirá experimentar muy buenas sensaciones sonoras, las cuales, también hay
que advertirlo, cristalizarán cuando hayan concedido al menos unas 5 o 6
escuchas tranquilas a este disco.
9. “Awful sound (Oh Eurydice)”: En “Awful sound (Oh
Eurydice)”, Regine toma quizás el protagonismo vocal de forma más clara en el
disco en algunas partes de esta canción para ayudar a conformar la pieza de
sonido más triste de “Reflektor”. Su sonido es muy melancólico y sentido en
varias partes. Esta pieza forma una suite con extraña compañera de cama con la
siguiente pieza; quizás lo verán de forma más clara por sus complementos de
nombre en el título con lo indicado entre paréntesis.
10. “It’s never over (Oh Orpheus)”: Quizás la pieza que más
me gustó de primera escucha y que a día de hoy me sigue pareciendo una de las
mejores del disco es “It’s never over (Oh Orpheus)”. Aquí Arcade Fire apuestan
claramente por el ritmo y el baile (no en vano, un día que fui a Fnac Callao,
poco después de que saliera el disco, en una pantalla había un video
promocional del grupo tocando en un discoteca, que de forma clara pone sobre la
mesa las intenciones de estas nuevas composiciones). Regine sigue fuerte en esa
pieza en el apartado vocal. Alterna notas de teclado muy sensibles con unas
bases y otras notas muy rotundas y potentes que conforman un entramado sonoro
que roza la perfección. Tiene retazos de intensidad a golpetazos melódicos y
vocales que le dan mucha presencia y cuerpo. Buena base rítmica, con notable
línea del bajo en ese apartado.
11. “Porno”: La pieza de mayor misterio y sensaciones
sonoras sutiles es “Porno”. Quizás su título puede llevarles a equívocos o
ideas preconcebidas de que se vayan a encontrar una pieza distinta en sus
formas. Sin embargo, Porno resulta muy interesante y más aún al insertarse en
medio de 2 de los pilares de soporte de “Reflektor”. Su nocturnidad e
introversión es otro ingrediente distinto que suma al buen sabor de boca que
deja la 2ª mitad del disco. Se crean unas atmósferas de teclados realmente
fabulosas, que navegan entre lo nocturno y lo meramente onírico.
12. “Afterlife”: Dentro del disco, al igual que entre “Normal
person” y “Joan of Arc” podíamos ver algo de parecido o hermanamiento entre
canciones, con “It’s never over (Oh Orpheus)” y la presente “Afterlife” nos
puede pasar algo parecido. Estamos ante otra canción de formas movidas y muy
rítmicas. Los coros lisérgicos de Regine en el estribillo tan marcado y
reiterativo que también canta con Win en las frases principales, son muy
notables. Aunque la canción quizás peque algo de ser repetitiva, creo que es
uno de los mejores momentos de “Reflektor”. Ayuda a enaltecer a la obra y
aunque no tiene mucho que ver con los Arcade Fire de los himnos para masas, a
nosotros nos gusta bastante esta variante del grupo (cosa que ya apuntamos en
su día cuando analizamos “The Suburbs”). “Afterlife” me gusta desde sus
primeros segundos, por cierto, muy parecidos a los de la canción título del
álbum, con ese sonido descolgado y descabalado a base de sintetizadores
nerviosos. Por momentos es muy hipnótica y oscilante, por los ya citados coros
de Regine.
13. “Supersymmetry”: El capítulo final de “Reflektor” es a
modo de epílogo con una pieza liviana, casi imperceptible y más aún tras la
escucha de la animada y movidita “Afterlife”. “Supersymmetry” funciona bien
como despedida, sin sobresaltos o locuras. Es una forma de decir adiós hasta la
siguiente ocasión de forma elegante y sobria.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Tras “The Suburbs” Arcade Fire se ganaron el estatus de gran
grupo o gran esperanza del panorama musical mundial. De esta forma, cualquiera
de sus nuevos discos es esperado con ganas y se analiza con lupa. Con mucho
menos recorrido o historia de la banda en cuestión, este “Reflektor” ha sido un
disco que ha causado unas sensaciones parecidas a las que en su día causó el “Zooropa” de U2 a la gente. Un disco algo incomprendido y que muestra una evolución del
grupo.
La repercusión de “Reflektor” se aprecia en hechos como que
el videoclip de la canción título y single de presentación se ha puesto hasta
la saciedad en Kiss Tv (y eso que es un video de casi 8 minutos), pero la gente
ha acogido a este trabajo con cierta tibieza. Cierto es que tiene un sector muy
anodino en el tramo central de la obra, pero por su comienzo y 2ª mitad, creo
que es un trabajo que en conjunto está bastante bien. Yo le daría algo más de
un 7 sobre 10.
Veremos si el grupo tiene bemoles de continuar la senda que
han marcado o retornan forzados por la crítica a sus formas coreables y
ampulosas de antaño. Este disco, de portada clásica con esa imagen de estatuas
(que no me he molestado en buscar por ahí, pero que me atrevo a adivinar que es
una representación de Orpheus y Eurydice, con sendas odas en el disco), no
permite a Arcade Fire terminar de consolidar su liderato mundial musical (cosa
que quizás hubieran logrado con algo parecido a lo que han ofrecido los Of Monsters And Men con su disco de debut). En tanto a su gira de presentación, salvo festivales puñeteros, no tenemos ningún concierto individual de gira programado por nuestro país para intentar rememorar aquel ya mítico concierto de 2010.
Este nuevo disco lo que sí demuestra es gallardía y valentía
a la hora de ofrecer una propuesta musical con el riesgo que conlleva “Reflektor”.
Igualmente, “Reflektor” pone de manifiesto que Arcade Fire pueden sellar otro
tipo de música con maestría, aunque ya de eso nos dieron ideas en “The Suburbs”.
¿Qué será lo siguiente?
De nuestro programa de radio informarles que este sábado a
las 16.00h y el próximo miércoles a las 23.00h en la sintonía de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), podrán escuchar la redifusión del
programa que dedicamos a “Cardio” de Miguel Bosé. El siguiente sábado 10 de
mayo habrá nuevo programa en directo, con lo que la próxima semana no habrá
artículo de revisión de disco, sino post promocional de lo que haremos en las
ondas.
1 comentario:
Para ver tu artículo, creo que me gusta mucho su estilo de escritura, ja, ja, siempre voy a apoyar a su artículo, repostar.
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