No se pueden imaginar ustedes lo que un servidor esperaba
que saliera a la venta el regreso discográfico de Ultravox con su formación
clásica de los años 80. Ya cuando anunciaron unos años atrás que Christopher
Cross y su bajo, Billy Currie y sus teclados, Warren Cann en la batería y Midge
a las guitarras, teclados y voces se reunían para hacer una gira, me llevé una
gran alegría, la cual se disipó al ver que no incluían una sola fecha en
España. En mitad de esa gira, las buenas sensaciones vividas por los
componentes les llevó a afirmar que se meterían a trabajar en nuevo material, y
este año 2012 “Brilliant”, retorno de la formación, ha visto la luz.
Lo que sucede es que muchas veces, cuantas más ganas tienes
de algo, más fácil es que las altas expectativas se vean en parte no cumplidas.
“Brilliant” es un trabajo muy digno. Puede estar perfectamente al nivel de
otras entregas de compañeros de era y de música electrónica muy recientes como
el “History Of Modern” de OMD o el “Credo” de la Human League ; es
decir, trabajos que suenan bastante bien y que, aunque están lejos de los
mejores momentos del grupo, no palidecen y de hecho superan algunos otros
patinazos que estas formaciones crearon en los días en los que estaban más de
moda.
No obstante, Ultravox en los años 80, aquellos que
comprendieron entre 1980 y 1986, no sellaron un solo álbum flojo. En parte, y
como afirma mi buen amigo El gato Kilo sobre Pet Shop Boys, más bien lo que
hubo son discos más o menos buenos. Algunos lacran con facilidad a “U-Vox” de
1986 (que por cierto, por fin he conseguido comprarme en original y encima con
la edición deluxe a 5,99 eur.; cosas buenas que tiene que un grupo saque nuevo
disco, que el resto de su catálogo vuelve a las estanterías y a buen precio),
pero, como muchos sabrán desde los inicios de este blog, defiendo a capa y
espada y para más información lean el post que allá por 2008 le dediqué por aquí.
“Brilliant” es extenso. Son 12 canciones, cuando los discos
del grupo en los 80 no solían superar los 10 temas de extensión, solamente
yéndole a la zaga el magnífico “Rage In Eden” de 1981, del que tengan por
seguro que tendrá su post por aquí tarde o temprano y también su respectivo
programa de radio, si aún seguimos en antena para cuando hipotéticamente le
llegue el turno. Vamos a repasar sus composiciones y luego entraré en la
valoración global o en conjunto de la obra.
El inicio es muy bueno ya que “Live” es reminiscente de los
días del lp “Vienna” (un poco “Passing strangers”, si nos ponemos optimistas),
y si se paran a pensar, es un tema que perfectamente podría estar incorporada
en ese clásico álbum. Se puede escuchar a Midge en sus registros altos de toda
la vida, cosa que no sucederá mucho en el disco (y que a la par es lo que más aleja
a Ultravox en la actualidad de su pasado) y la elaboración de melodías
sintéticas, conjugadas con las cuerdas eléctricas, sin olvidar la potente
batería de Warren Cann (que desde 1985 no escuchábamos en el grupo), demuestran
un buen nivel compositivo. Quizás “Flow” evoca más bien al Midge Ure en
solitario post-Ultravox, que al propio grupo. Es el primer momento en donde
vemos que Midge no arriesga para alcanzar los niveles de exigencia vocal a los
que llegaba en los 80. En parte puede se recordar a “Flow” en sus formas, con
la carga perenne de las guitarras, siendo encargo de los sintetizadores más
bien los adornos melódicos, más que la línea principal de lo meramente
instrumental. Con todo, y tras el paso de las escuchas (más que nunca muy
necesarias en este disco), se le va cogiendo el punto. En 3er. lugar Ultravox
presenta “Brilliant”, canción que da nombre al disco, de factura curiosa, ya
que Midge resulta irreconocible en esta composición. En las partes ajenas al
estribillo queda bastante bien ese tono susurrante y si se paran a escuchar la
melodía, podemos deleitarnos con una acertada línea de teclados a cargo de
Currie. Confirma una correcta apertura de disco, aunque la épica de Ultravox
solamente la hemos podido escuchar de momento en “Live”. Baja un punto en el
nivel de exigencia la también de factura misteriosa “Change”. Y quizás no está
mal en sus estrofas esta sosegada pista, pero al estribillo le falta un poco de
empaque. Lo que sí nos podremos estar dando cuenta es que la factura de las
melodías y la distribución de los sonidos y elementos, es exquisita y de muy
buen gusto. “Rise”, 5ª composición es una pieza alegre de techno pop, pero que
evidencia otra vez que Midge está lejos de los registros altos de los años 80
al micrófono. Los sintetizadores resultan saltarines y las programaciones son
marca del sonido que Ultravox sellaron hace 3 décadas. Después llega la
composición “Remembering” de sonido crespuscular y decadente, en el que las
notas de piano clásico se hacen notar sobre los sonidos otoñales que aporta una
de las piezas más lentas de “Brilliant”.
Ofrece un fuerte contraste pasar a una de las canciones de
factura más rockera, con unos efectivos coros en su conjunto, de título
“Hello”. Las texturas de esta “Hello” son oscuras y en la misma hay que poner
en relevancia la melodía que perfectamente tejen entre las guitarras de Midge y
los teclados de Currie. Gusta principalmente encontrarnos al Midge de las
grandes ocasiones en el terreno vocal, aunque la producción se nota que busca
dar un empujón necesario al efecto de grandeza recuperada que muestra Ure en
“Hello”. Quizás a esta “Hello” le sobra algo de duración; más cortita hubiera
quedado mejor. Muy triste y casi en lo que podríamos ver como un, en parte,
segundo capítulo de “Dancing with tears in my eyes” y la historia que narraba,
llega “One”, que abre con su estribillo “es
duro creer que ha llegado la hora…” y que es ejemplo de la madurez de
Ultravox a la hora de volver a atreverse a componer tras tanto tiempo. Es una
canción decadente, con partes instrumentales de factura más clásica realmente
aprovechables, y sobre todo melancólica principalmente por su estribillo;
melancolía es lo que más claramente deja en el poso esta “One”. Es turno de la
controvertida y algo experimental “Fall”. Se le reconoce al grupo el mérito de
intentar algo nuevo, pero quizás no sea demasiado atinada, aunque si se
considera como un ejercicio previo a otras cosas que puedan venir en el futuro,
habrá que darlo por bueno. Las melodías de piano y la rotundidad de las bases
reporta un regusto desangelado y vagamente trágico a la canción. Con mucha
fuerza entra “Lie”, con todos los instrumentos sonando más fuertes y
consistentes que nunca, desde la guitarra de Midge a las melodías de Billie, y
sobre todo con una batería muy contundente de Warren (quizás su mejor momento
en el disco). Midge se esfuerza nuevamente a tope (dentro de sus límites
actuales) en la voz, sobre todo en su sencillo y directo estribillo. La factura
de la pieza es claramente oscura, pero su empaque melódico y el barroquismo de
su factor meramente instrumental, suman claramente para dar cabida dentro de
“Brilliant” a un ejemplo de techno pop guitarrero directo, que aunque está
lejos de cosas como “The song (we go)” o “A friend I call desire” de “Lament”, sí que deja
un buen sabor de boca. En esa onda, pero con unos teclados menos ambiciosos,
sigue “Satellite”, donde las guitarras son el instrumento más protagonista,
aunque también destacan unos arreglos parecidos a violines que entendemos mete
Currie en su tramo final. Quizás “Contact”, muy bonita, pero muy melancólica
(no tanto como la previa “One”) sea un final demasiado intenso, pero es que
contemplando y habiendo escuchado las 12 canciones que forman parte de
“Brilliant”, quizás no cabría otra en esa posición. La melodía es sencilla,
clara y cristalina y Midge se nos despide susurrante al micrófono. Me gustan
mucho otros sonidos como de violín que se disponen en su mitad.
Con este “Brilliant” de Ultravox ha pasado como con tantos
otros discos de grupos de hace unas décadas que han vuelto. Vamos, que ha
pasado sin pena ni gloria. En España, salvo los que somos muy fans y seguimos
la actualidad de Midge y el resto de los componentes, nadie se ha hecho eco.
Quizás por ello sea justo que Ultravox ignoraran a España en su tour de reunión
“Return To Eden” y hayan hecho lo mismo con la gira europea de este
“Brilliant”; no obstante, yo sigo creyendo que una sala La Riviera la podrían llenar,
siempre y cuando se promocionara algo el concierto.
He hablado con algunos de los pocos seguidores acérrimos de
Ultravox que conozco y les he preguntado qué les había parecido “Brilliant”.
Las respuestas en ningún caso fueron efusivas, a las que yo proseguía en todos
los casos con mi juicio, el cual les transmito aquí a modo de conclusión:
“Brilliant” creo que es un disco muy elaborado y rico en melodías, de altísima
calidad instrumental, aunque el grupo no haya conseguido dar lugar a sonidos de
clara inmediatez. Por ello es un disco que precisa de varias, muchas, detenidas
escuchas y a buen volumen, para poder sumergirse en el entramado de melodías y
matices que tiene.
No obstante, yo creo que uno de los fallos, y me duele
reconocerlo, estriba en que Midge ya no es el que era en los 80. Midge ya no
alcanza los registros vocales tan excelsos y altos que tenía hace 25 años. Y
algo que, aparte de las melodías, definía y encumbraba a Ultravox, era la
magnífica voz del sr. Midge Ure. Aquí, salvo en 2 o 3 temas, y no en toda su
extensión, oímos a un Midge lejos de sus mejores momentos. Si al factor del
desgaste vocal de Midge le sumamos la poca inmediatez de las melodías, tenemos
como resultado un disco que de primeras escuchas no va a gustar a casi nadie y
que solamente la paciencia permitirá que se acceda a sus bondades, que por supuesto
las tiene.
Su portada está perfectamente en conjunción con el sentir
gris y oscuro de la mayoría de las canciones que incluye, que como curiosidad
todos los títulos de las mismas coinciden en consistir en una sola palabra.
Esperemos que Ultravox sigan en activo y en unos años den lugar a un nuevo
disco. Estoy seguro de que un hipotético siguiente lp superaría a “Brilliant”,
que quizás ha pecado un poco de ambicioso y presunción en el título que se le
ha concedido. Tanto como brillante, no, pero sí que es aprovechable y para nada
emborrona el pasado glorioso de Ultravox.
Hoy a las 16.00h tanto en RUAH como en &radio podrán
escuchar la repetición de la 2ª mitad del programa de estreno de nuestra 4ª
temporada que hicimos sobre “Aidalai”. El miércoles próximo tendrán igualmente
la última oportunidad de escucharlo si hoy se lo pierden. Y el siguiente sábado
10 de noviembre a las 16.00h tendrá lugar nuestro 3er. programa de la
temporada. En los próximos días les informaremos sobre qué disco y sobre qué
artista o banda irá. Permanezcan atentos a nuestros perfiles de las redes
sociales.
2 comentarios:
Bueno, para mí, y coincido con otros amigos ultravoxistas, es lo que tenía que ser -salvando las distancias- la continuación lógica de "Lament". Pero no voy a criticar "U-Vox". Es verdad, es distinto, pero había cosas salvables.
Ahora bien, creo que son los propios Ultravox, los que durante la gira que mencionas -mi mujer y yo los vimos, en el Admiralpast de Berlín, en un increible concierto de la gira previa a este álbum-, son ellos los que en el tracklistening apartaron cualquier tema de U-Vox.
Por cierto, que impresionante oír en directo el fastuoso instrumental "Astradine". Sé que luego Midge Ure vino a Alzira, cerca de Valencia, en solitario a un concierto, con otros artistas, al que no pude ir.
A decir verdad, después de ver a la formación original -desde Vienna, me refiero- (no me olvido del gran John Foxx) creo que ir a ver a Midge Ure sólo, debe dejar un regusto raro, pues se me hace indigesto oir sus temas folk-celtas (que alguno metió ya "el canalla" en U-Vox) junto con la grandeza cuasi eucarística, como lo definía Adolfo Marín "el tecno eucarístico de Ultravox" en su libro sobre la música industrial y el tecnopop (1984)
Postdata: Adolfo Marín, en realidad creo era el pseudónimo de un integrante del grupo español industrial Metrakilato.
Cvb, yo debería haber asumido un viaje a Europa y haber visto esa gira (no haberme quedado sentado esperando que algún promotor los trajera). "U-Vox" me gusta y lo defiendo mucho; es quizás uno de los casos en los que me quedo más solo como abogado de causas perdidas. Si bien, es un disco controvertido, con el grupo en descomposición y que supongo traerá malos recuerdos al cuarteto Cann-Cross-Currie-Ure.
Estoy muy de acuerdo con esa definición de Adolfo Marín. Yo no hubiera podido clasificar mejor a los Ultravox. Monumentales.
Gracias por escribir.
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