ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Ahora que estamos en una época donde el tiempo se ha detenido y nos confinamos,
todavía un poco desorientados, no es mal pasatiempo darse a la nostalgia. La idea de
escribir sobre el debut de Scissor Sisters me vino de repente y también me vino
además la evocación de cuando los conocí. El resultante fue ensimismarme en 2004.
Vayamos por partes. Al grupo lo conocí en el mítico programa “Plásticos Y Decibelios” dirigido por Julián Ruiz. No recuerdo si finalmente el célebre periodista musical lo proclamó disco del año, pero junto con “Hopes And Fears” de Keane juraría que fue el más radiado.
De aquel año, y de aquel programa recuerdo la recalcitrante y agradable manía de
Julián Ruiz de prestar atención a ciertas canciones. Una de ellas fue “Nothing wrong
with you” de los Finn Brothers, otra “Flawless” de George Michael, “Everybody’s
changing” de Keane… Tampoco es mala la frase de Julián Ruiz sobre una banda de
Las Vegas, The Killers, que “no comprendía por qué no sonaban tanto como The
Strokes” (las vueltas que da la vida). Por su parte bandas que ya tenían un carrera casi
legendaria, añadieron a su discografía obras de no mucho fuste y que están lejos de
sus mejores creaciones: hablo de U2, R.E.M. y The Cure, sobre todo.
Pero vamos a lo que vamos. ¿Qué nos ofrecieron Scissor Sisters en su debut? La
infravalorada pretensión de divertir. Partiendo de unas coordenadas a caballo entre el
pop, el glam, el dance y la electrónica demostraron dominar los registros más lúdicos y hedonistas. No debemos caer en el error de creer por ello que las canciones están mal hechas, compuestas con desidia o que adolecen de talento y consistencia melódica. Lo que sí demuestran es facilidad para el estribillo y la luminosidad pop fuera de toda duda.
En este, su primer disco, salvo por un par de detalles posee una consistencia a prueba
de bombas. A la banda en general quizá le haya perjudicado la imagen un tanto
petarda que proyectan, en el sentido de que el público más adusto puede que los
encuentre algo chillones y horteras. La banda, es de suponer, construye su imagen a
su gusto y también como elemento identitario. A nadie se le escapa que Scissor Sister
es una banda relacionada con el mundo LGTBI, por temática, imagen y cuestiones
personales. El mismo nombre de la banda hace referencia al lesbianismo.
El caso es que el homónimo debut tuvo un gran éxito, particularmente en Reino Unido
y Europa en general. A pesar de ser neoyorquinos, siempre han tenido más
predicamento en el Viejo Continente que en EE.UU. La actitud pacata de ciertos
agentes comerciales de EE.UU como el Wallmart, que prohibió que se vendiera el
disco en sus tiendas, tampoco ayudó. En cualquier caso canciones como “Laura”,
“Confortably numb”, o “Take your mama out” sonaron con fuerza en muchas plazas
europeas.
La formación para su debut es clásica: Jake Shears (cuyo verdadero
nombre es Jason Sellards) es la voz y el entusiasta maestro de ceremonias del grupo;
Babydaddy (cuyo verdadero nombre es Scott Hoffman) es el músico versátil que toca
teclados, bajo y guitarra; Ana Matronic (llamada realmente Ana Lynch) se ocupa de
algunas voces y percusiones; Delmarquis (Derek Gruen) es el guitarra principal y
Paddy Boom (de nombre Dereck Gruen) es el batería. Éste último abandonó la
formación en 2008 y fue sustituido por Randy Real (Randy Schrager). El grupo se lleva dando un descanso desde 2012, pero al parecer no están disueltos.
Recuerden que los Scissor Sisters, cuando están en forma, son un acicate para la
diversión y el lado luminoso de la vida. Queda prescrito para cuando lo necesiten.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Laura”: Se trata de un buen muestreo de lo que nos espera. Pop alegre, algo
crápula, pero de sólida construcción Tiene pequeños detalles como el
irresistible piano inicial, las guitarras con efectos wah wah que se oyen
eventualmente y la irresistible pista vocal de Jake Shears. Fue su primer single,
siendo lanzado a finales de 2003, unos meses antes que el disco. Un pequeño
clásico de la banda.
2. “Take your mama”: Otra vez un pop auténticamente reluciente, aunque esta vez
con un corte más clásico, algo más calmado pero igualmente risueño. Se
añade, además, una pizca de rock. Es casi imposible no tararear la canción
mientras se escucha. Tiene un saborcillo añejo, de años 70, que es un encanto
añadido. También empiezan a verse algunos recursos de la banda, como el
falsete de Jake Shears. También fue single, obteniendo un razonable éxito en
Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. La letra hablaría de la aceptación de
la condición sexual en ambientes conservadores.
3. “Confortably numb”: Rara vez una canción me ha provocado sensaciones tan
dispares en una primera escucha. Es una versión del famoso tema de Pink
Floyd. Era oír el falsete radical de Shears, el tono techno discotequero y pensar
que era como una mofa. Casi una parodia. Luego me lo tomé más o menos de
buenas y comencé a echarme unas risas. El paso final fue acatarla como un
buen número de baile donde los Scissor Sister se meten de lleno en el dance.
Teniendo en cuenta que el original proviene de una melancolía épica y oscura,
hace falta tenerlos muy bien puestos para hacer esta cabriola estilística. Hoy la
escucho con simpatía.
4. “Mary”: Drástico viraje emocional. El cuarto corte del disco hace parada y fonda
en una sentida y elegante balada. El protagonismo recae en la voz Jake
Shears y en piano. Ahí algo del espíritu de Elton John, salvando las distancias.
El final de la canción se va haciendo cada vez más emotivo. La canción está
dedicada a Mary Henlon, la mejor amiga de Jake y que moriría en 2006 de una
aneurisma cerebral. Fue single de alguna repercusión en Reino Unido e
Irlanda.
5. “Lovers in the backseat: Canción hedonista y juguetona que aún así tiene una
intro misteriosa a base de teclados oscilantes. Las estrofas parecen un poco
mareadas, pero el estribillo es de altísima calidad; de los mejores del disco.
Volvemos, por lo tanto, al pop pero de una manera menos bullanguera que en
los compases iniciales del disco, habiendo cierto espacio para la atmósfera.
6. “Tits on the radio”: A bailar todo el mundo. Y al son de un estilo muy tributario
de la música disco. La novedad está en que la mayor parte de la canción la
canta Ana Matronic. Y lo hace de una manera robótica, casi hablando. En el
estribillo aparece la voz de Jake Shears, que con solo una frase casi cambia de
rumbo la canción. Aunque el elemento fundamental para que todo resulte
divertido es la dupla formada por la sección rítmica; bajo y batería son
esenciales para dar el toque definitivol. Bailable, curiosa y kitsch.
7. “Filthy/gorgeous”: La canción más petarda del disco. Comienza con una
electrónica galopante, se acompaña falsetes extremos y alguna guitarra glam.
Bases machaconas y una búsqueda del sentido de la diversión pueden
ayudarnos a digerir mejor este tema. Se pasa un poco en el fiesteo, pero una
mirada desprejuiciada nos puede ser útil. Fue el último single del disco,
lanzado en Enero de 2005, y fue el de mayor éxito en el Reino Unido. Su
buena acogida fue mayor en los clubes de ambiente gay.
8. “Music is the victim”: Más orgánica es esta canción que incluso tiene un poco
de deje a lo T.Rex. No se olvida del baile y mediante un elevado sentido del
ritmo los Scissor Sisters nos transportan a una canción frenética. Ligera y
divertida, pero también cercana a la intrascendencia. Se oye fácil y se olvida
pronto.
9. “Better luck”: Otra ración de pop divertido y altamente melódico, de nuevo
basado en una reluciente pista vocal y los toques justos de instrumentación.
Más brillante, si cabe, en las estrofas, se trata de una de esas canciones
aparentemente intrascendentes pero que resultan realmente agradecidas.
10. “It can’t come quickly enough”: Una de mis favoritas del disco y también una de
las más solemnes. La primera vez que la escuché se me vinieron a la cabeza
los Pet Shop Boys. Los Scissor Sisters usan unas bases electrónicas
pertinaces, elegantes e hipnóticas. Prueba de manera contundente que el
grupo puede atreverse con estados de ánimo de estimable diversidad.
11. “Return to Oz”: Y aquí tenemos otra sorpresa. La canción comienza como una
pieza folk casi en la onda de Simon & Garfunkel, se va transmutando en un pop
melancólico y acaba siendo una épica bombástica con profusión de arreglos y
un emotivo punteo de guitarra. Inusitadamente seria, los Scissor Sisters se
desenvuelven bien también en estas lides. Se nota que querían cerrar el
tracklist regular de una forma tajante y grandilocuente. Afortunadamente salen
con bien de la tentativa.
12. “A message from Miss Matronic”: Los tres últimos cortes que vamos a
comentar son bonus tracks de la edición de Reino Unido. La razón es que los
tengo tan incorporados a las escuchas del disco, sin solución de continuidad,
que para mí son casi parte normal del tracklist. De momento comenzamos con
un mensaje de Miss Matronic dándonos la bienvenida a la escucha de estos
extras. Sin más. Son 30 segundos. Algún grito sí que hay, eso sí.
13. “The skins”: Una de las propinas es este movidito electro-funk, sin más
pretensiones que hacer bailar y procurar una sencilla diversión. El riff de
guitarra es pegadizo y las bases electrónicas contundentes. No molesta.
14. “Get it, get it”: Las coordenados no se mueven mucho. Es un tema dance sin
demasiadas complicaciones y con todos los recursos para moverse al compás.
En fin, no hay ninguna joya oculta en los bonus tracks pero se escuchan con
agrado y no estorban.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Un debut más que interesante que entiende muy bien los códigos del pop y que
demuestra la capacidad del grupo para crear melodías sencillas pero de gran mérito.
Hay alguna pequeña irregularidad, pero nada grave. Detrás de la imagen frívola hay
unos buenos músicos con cosas interesantes que decir.
El siguiente paso fue “Ta-Dah” (2006) y tampoco les fue mal. Es un disco sólido del que quedan dos pequeños clásicos para la banda: “I don’t feel like dancing” y “She’s my man”. Después, sin tener nunca grandes bajones de crítica, el impacto del grupo fuera del Reino Unido fue apagándose algo. “Nightwork” (2010) aún mantenía el tipo, pero en España pasó desapercibido. El disco “Magic Hour” (2012) y su single “Only the horses”, colaborando con Calvin Harris, sí que tuvo cierta repercusión; recuerdo ver el vídeo con cierta frecuencia. Y desde entonces… descanso y proyectos en solitario. No está de más poner un poco de Scissor Sister en nuestra vida y vislumbrar de vez en cuando el lado luminoso de las cosas.
Texto: Mariano González.
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