Antes de nada, explicar una pequeña cosa que afecta a la dinámica tradicional del blog. A partir de este momento, los artículos de conciertos serán publicados en días distintos al día en el que publique el artículo de revisión del disco protagonista de la semana, que como bien saben, y salvo contingencia de algún tipo, tradicionalmente es el sábado. Los artículos de crónicas de eventos son especiales, y como tales serán posteados en días distintos, para también en parte no saturarles en demasía, puesto que sé de la longitud de los artículos que publico; he llegado a la conclusión de que si a un post de revisión de disco normal le sumamos uno de un concierto, pueden terminar con la vista cansada frente a sus pantallas de ordenador. Aclarado esto, a lo que vamos.
Con el presente artículo, Dr. Sapo completa la “triple corona” de “Discos, música y reflexiones”: artículo de revisión de disco, programa de radio (incluyendo entrevista) y ahora crónica de concierto. Fue hace unos meses cuando les hablamos por 1ª vez del proyecto liderado por Miguel de Lucas. Este año 2010, como ya sabrán muchos de ustedes, ha visto la edición de su 3er. trabajo discográfico, “No Hay Fronteras”, y la extensa gira de presentación del mismo llegaba este pasado jueves 11 a la sala Galileo Galilei de Madrid.
Fuimos acreditados como medio para cubrir el evento y aquí les dejo la crónica de lo que nos ofrecieron Miguel y sus compañeros de Dr. Sapo. La hora fijada para el concierto eran las 21.30h, con actuación previa de teloneros, de los cuáles llegué a saber su nombre en el mismo concierto. La banda en cuestión era Ecco, y he de advertirles que resultaron de lo más interesantes y animados. Ahora les explicaré.La puntualidad se cumplió casi escrupulosamente, siguiendo el esquema de actividad que previamente me confirmó el propio Miguel de Lucas vía e-mail. Es decir, a las 21.30h en punto salían a escena los teloneros, el grupo Ecco. Quizás algunos dirán que veo todo con buenos, ojos, pero Ecco, así se llamaba la formación que nos ofreció el aperitivo o primer plato de la noche, fue un grupo que convencieron a la sala Galileo Galilei. Gran parte de la culpa la tuvo la energía a raudales que provenía de parte de su vocalista. Durante la media hora que estuvieron en escena, César Sánchez, así se llama el vocalista de Ecco, se comió completo las tablas de la sala Galileo, moviéndose sin parar, pero con cuidado de no pegarse un leñazo por culpa del cableado que minaba el escenario. Su lenguaje corporal incluyó poses dinámicas, movimientos rápidos y desafiantes y sobre todo destaca en su figura una voz potente y profunda, que en algunos momentos me evocaba al Bunbury que lideraba a los Héroes Del Silencio más gloriosos. En lo musical, Eco muestra una razonable intensidad musical, cercana quizás a los Sôber no tan metaleros, aunque también hubo lugar para piezas más amables en su sonido como una denominada “El escultor de agua” (o al menos así la recuerdo), que me agradó especialmente. César el vocalista, lejos del divismo, entre canción y canción se dirigió a la audiencia para introducir cada una de las canciones; esa cercanía siempre se agradece. Por sacar una pega, extramusical en este caso, quizás el hecho de que me pareciera entender en uno de los mensajes que César soltaba al público que sean simpatizantes del Real Madrid; a un atlético como yo (como ya saben ustedes) y más en la semana en la que se confirmó que seguimos con la racha de sequía ante nuestros vecinos, no me hizo mucha gracia; lo intuyo por el hecho de que al presentar a sus 4 compañeros en escena, al referirse al teclista Andrés dijo: “Más blanco que yo, y ya es decir, tiene todas las teclas blancas…”. Bueno, no se puede ser perfecto. Dejando estas pequeñas bromas de lado, decir que Ecco me divirtieron y me agradaron durante prácticamente toda su actuación. De todas sus canciones, menos quizás una, todas me mantuvieron muy atento a su ejecución en escena y su sonido y envoltura sonó muy agradable a mis oídos. Les garantizo que cuando el telonero no me agrade, lo diré abiertamente; no se piensen que uno regala los elogios por que sí. Arriba del presente párrafo, una imagen de Ecco en mitad de su actuación.Sobre las 22.20h, tras la notable actuación de Ecco, llegaba el turno de Miguel de Lucas, Kike Corman, Fernando Vasco y David a la batería, sustituyendo a Loren; Dr. Sapo con su formación actual, vamos. Tras afanarse el grupo mismo en colocar sus instrumentos, la máquina sonora comandada por Kike, Fernando y David comenzó a funcionar y Miguel haría acto de aparición montado en esa minibici tan graciosa, que a su vez es protagonista de la portada del último disco de la formación de nombre “No Hay Fronteras”, que ya revisamos en el blog y que tuvo su programa de radio en el que entrevistamos al propio Miguel. ¿Se han fijado en el floripondio que escudaba el mastil del micro de Miguel de Lucas en la foto que figura arriba de este párrafo?El comienzo fue semejante al del disco. Tras la intro sonora, hasta que Miguel empuñó su guitarra y se dispuso ante el micro, comenzaron los compases de la canción que da título al 3er. disco “No hay fronteras”. Miguel es un tío muy salao, se lo digo yo que le conozco en persona, y ese carisma con mezcla de cierta macarrería simpática estuvo patente en cada una de las interacciones que tuvo con el público entre canción y canción. Pudo permitirse incluso llamar la atención, cual profesor de instituto o primaria, al público del fondo de la sala que estaban rajando cuando él nos estaba contando alguna historia. La actitud de Miguel provocó que el concierto se caracterizara por una magnífica comunión entre audiencia y grupo, ayudando a darle un toque cálido y cercano al show, cosa que ya de por sí es fácil de conseguir en un recinto como la sala Galileo Galilei. A continuación, Kike Corman al bajo.Durante la hora y media que Dr. Sapo estuvo tocando, dispusieron un repertorio sin fisuras, en el que incluyeron todos y cada uno de los temas de sus 3 discos que más agradan a sus seguidores. No faltaron “Al tran tran” o “Territorio apache”, cuya interpretación de la última citada se la marcó en solitario Miguel de Lucas, mientras que Fernando Vasco se marcaba una coreografía flamenca o un baile de sevillanas al margen derecho de Miguel; debajo de estas líneas pueden ver una imagen que representa ese momento. Fernando Vasco, por cierto, se ha dejado crecer el pelo de forma considerable respecto a las fotos promocionales de hace unos meses y nos llamó la atención el fuerte parecido físico que mostraba con el mítico Frank Zappa, al menos en la portada de su disco “Does Humor Belong In Music?”. Al menos así me lo indicó mi amigo acompañante de la noche y parte de razón tenía. Fernando hizo las veces de “segundo de a bordo” de la velada, también marcándose alguna intervención graciosa al micro mientras que Miguel nos contaba algo a los asistentes entre canción y canción, como cuando puntualizó que “como nos gusta hablar de follar” en lugar de follar a secas como afirmaba el propio Miguel. Kike Corman por su lado estuvo en un plano más reservado, centrado en su bajo y David a la batería tampoco se afanó en quitar protagonista a Miguel y Fernando que se erigieron en los principales animadores de la noche. También cayeron piezas como “Perdí las alas”, que fue muy celebrada por la sala. En el apartado de los ya clásicos del repertorio del grupo, agradó especialmente “Luna de menta”, que se dispuso en la parte inicial del show y que precisamente es protagonista de un anuncio o cuña de RUAH del programa “Que Te Den Por El Fútbol”. Esta canción fue uno de los momentos mejor recibidos en la sala y en la que la gente se mostró más animada. Se sumó el hecho de ser un tema muy rítmico y bueno y por otro lado el situarse en la parte inicial del show, cuando la audiencia está más calentita y nerviosa.Dr. Sapo alterna emotividad con marcha y buen rollo. En el primer sector de canciones hubo sitio para “Mundo mágico” o “Bajo el sol”. Faltó por ejemplo “Uno y dos son tres”, que en su día Miguel se marcó en acústico en nuestros estudios de Radio Universitaria de Alcalá de Henares. A lo largo de la gira de Dr. Sapo, y como explicó el propio Miguel de Lucas entre canción y canción en algún momento, hay sitio para shows acústicos en el que él solito se enfrenta al público. Quizás ahí es donde hay cabida para este tema y por ello el concierto de la sala Galileo Galilei, quizás uno de los puntos clave de la gira, se concibió como un concierto dinámico, ágil y acelerado. Abajo vemos a David en su batería.Uno de los momentos más importantes de la noche vino cuando llegando al final del concierto, (bueno, finalmente resultó ser el final verdadero y definitivo, ahora les explicaré) Dani de Despistaos hizo acto de aparición, de forma arrolladora, por cierto, para cantar a dúo con Miguel el tema en el que ya colaboró hace tiempo “Por ser el primero”. Dani barrió el escenario durante los minutos que estuvo sobre el mismo y mostró una intensidad y entrega apabullante. Brutal. Estupendo final de concierto, de no ser porque en principio ahí no terminaba el show, sino la parte central o troncal del mismo. Quedaban los bises (3 en concreto), que se quedaron inéditos por asuntos burocráticos o contractuales del mundo nocturno y de las salas de concierto. Vaya tela…Poco antes de que se interpretara “Por ser el primero” y aprovechando el impass para presentar a los componentes de Dr. Sapo, el grupo regaló al público varias camisetas promocionales de la banda y el disco, de distintos colores. Yo cogí una, con tan mala suerte que era una talla “M”, que regalaré a alguien que le valga. Hablando de camisetas, y siguiendo con ese punto humorístico que tiene Miguel, hay que comentar la camiseta negra con la que Miguel salió a escena, en la que rezaba el lema “Rana tu padre”. Con un par, ¡claro que sí! Respondiendo a la pregunta que Zappa lanzaba en su día y que antes he mencionado con eso del parecido razonable entre el guitarrista de Dr. Sapo Fernando Vasco y el propio Zappa, sí, el humor tiene cabida en la música (y si no que se lo pregunten a Nacho Cano y aquel disco que lanzó en su día de título “Amor Humor”; otro con un par).El repertorio superó finalmente de sobra la quincena de canciones y también desfilaron por el set list personajes ya clásicos del repertorio de Dr. Sapo como Rogelio el caracol, Pepito o Tarzán y sus problemas en la ciudad. La controvertida “Zurraspas”, llegó de la mano de una introducción vocal demasiado gráfica por parte de Miguel, que de no ser porque llevaba el estómago vacío, me hubiera revuelto las tripas. “Decir te quiero” también apareció finalmente por la parte final del concierto, para conceder otro gran momento de la noche.Solamente eché de menos a “Un erizo como yo”, aunque ésta estaba programada en el bis previsto y “El árbol del amor”. No obstante, lo que se pudo escuchar a lo largo de la hora y veinte minutos que duró el concierto, fue altamente satisfactorio, y Dr. Sapo no escatimó a la hora de poner todas sus cartas sobre la mesa. Explicaré lo del bis. Al estar en primerísima fila, pude ver el set list y comprobar que había 3 temas de propina (“Si mi sol”, “Sam” y “Un erizo como yo”). Sin embargo, cuando se terminó el dueto con Dani de Despitaos, vi que algo no iba bien. Parece ser que desconectaron el micro y la corriente del escenario y se encendieron las luces de la sala, invitando al personal a abandonar el recinto. Miguel no lo tomó bien, terminando en calzoncillos en el escenario en señal de protesta ante la negativa por parte del gerente de la sala a dejarle al menos interpretar un tema más, cosa que a su vez el público pedía insistentemente. No hubo forma y ahí se acabó el show, o bueno, realmente tras interpretar “Camisetas”. Si no se creen lo de la intensidad con la que salió a escena Dani de Despistaos, les dejo como prueba la siguiente fotografía.Tras la actuación, hablé escuetamente con Miguel, al cuál saludé y agradecí la acreditación para nuestro blog y programa de radio para el concierto. Pude preguntarle rápidamente por la gira y por el incidente de los bises. Por lo visto el motivo del jaleo final es que contratas un tiempo de actuación, hasta una hora determinada y de ahí no te puedes pasar. Evidentemente Miguel me dijo que se fue algo mosqueado por ni siquiera dejarle tocar uno de los 3 temas de los bises que habían pensado incluir. Sobre la gira, me confirmó que su concierto favorito fue uno en Oviedo, curiosamente ante solamente 12 personas. En ese apartado me explicó que muchas veces más que de la cantidad de gente que acude, depende de la actitud de los mismos. Razón no le falta: más vale una sala a medio llenar y que esté animada y metida en el concierto, que un recinto a tope lleno de zombies inertes que ni sienten ni padecen ante tu música. No pude hablar más, ya que Miguel salió al centro de la sala y las numerosas seguidoras y amigos personales de Miguel de Lucas le solicitaban una y otra vez, ante lo que me pidió comprensión. Viendo lógico la situación y teniendo en cuenta que había que regresar a casa para madrugar el viernes, consideré lo más adecuado dejar a Miguel con sus fans, liberándole de tener que prestarme atención.Gran concierto de Dr. Sapo, únicamente empañado por el asunto del “no bis” que acabo de comentarles. Merece la pena asistir a un concierto de esta banda de Guadalajara por varios motivos, pero principalmente porque vas a pasar un buen rato en compañía de sus animadas y simpáticas canciones y el buen rollito que desprenden. Deseamos mucho éxito a Dr. Sapo en lo que les queda de gira de presentación y en proyectos futuros. Como siempre, espero que les haya gustado el post de este evento; éstos, son unos artículos que en toda ocasión considero muy especiales.
Fuimos acreditados como medio para cubrir el evento y aquí les dejo la crónica de lo que nos ofrecieron Miguel y sus compañeros de Dr. Sapo. La hora fijada para el concierto eran las 21.30h, con actuación previa de teloneros, de los cuáles llegué a saber su nombre en el mismo concierto. La banda en cuestión era Ecco, y he de advertirles que resultaron de lo más interesantes y animados. Ahora les explicaré.La puntualidad se cumplió casi escrupulosamente, siguiendo el esquema de actividad que previamente me confirmó el propio Miguel de Lucas vía e-mail. Es decir, a las 21.30h en punto salían a escena los teloneros, el grupo Ecco. Quizás algunos dirán que veo todo con buenos, ojos, pero Ecco, así se llamaba la formación que nos ofreció el aperitivo o primer plato de la noche, fue un grupo que convencieron a la sala Galileo Galilei. Gran parte de la culpa la tuvo la energía a raudales que provenía de parte de su vocalista. Durante la media hora que estuvieron en escena, César Sánchez, así se llama el vocalista de Ecco, se comió completo las tablas de la sala Galileo, moviéndose sin parar, pero con cuidado de no pegarse un leñazo por culpa del cableado que minaba el escenario. Su lenguaje corporal incluyó poses dinámicas, movimientos rápidos y desafiantes y sobre todo destaca en su figura una voz potente y profunda, que en algunos momentos me evocaba al Bunbury que lideraba a los Héroes Del Silencio más gloriosos. En lo musical, Eco muestra una razonable intensidad musical, cercana quizás a los Sôber no tan metaleros, aunque también hubo lugar para piezas más amables en su sonido como una denominada “El escultor de agua” (o al menos así la recuerdo), que me agradó especialmente. César el vocalista, lejos del divismo, entre canción y canción se dirigió a la audiencia para introducir cada una de las canciones; esa cercanía siempre se agradece. Por sacar una pega, extramusical en este caso, quizás el hecho de que me pareciera entender en uno de los mensajes que César soltaba al público que sean simpatizantes del Real Madrid; a un atlético como yo (como ya saben ustedes) y más en la semana en la que se confirmó que seguimos con la racha de sequía ante nuestros vecinos, no me hizo mucha gracia; lo intuyo por el hecho de que al presentar a sus 4 compañeros en escena, al referirse al teclista Andrés dijo: “Más blanco que yo, y ya es decir, tiene todas las teclas blancas…”. Bueno, no se puede ser perfecto. Dejando estas pequeñas bromas de lado, decir que Ecco me divirtieron y me agradaron durante prácticamente toda su actuación. De todas sus canciones, menos quizás una, todas me mantuvieron muy atento a su ejecución en escena y su sonido y envoltura sonó muy agradable a mis oídos. Les garantizo que cuando el telonero no me agrade, lo diré abiertamente; no se piensen que uno regala los elogios por que sí. Arriba del presente párrafo, una imagen de Ecco en mitad de su actuación.Sobre las 22.20h, tras la notable actuación de Ecco, llegaba el turno de Miguel de Lucas, Kike Corman, Fernando Vasco y David a la batería, sustituyendo a Loren; Dr. Sapo con su formación actual, vamos. Tras afanarse el grupo mismo en colocar sus instrumentos, la máquina sonora comandada por Kike, Fernando y David comenzó a funcionar y Miguel haría acto de aparición montado en esa minibici tan graciosa, que a su vez es protagonista de la portada del último disco de la formación de nombre “No Hay Fronteras”, que ya revisamos en el blog y que tuvo su programa de radio en el que entrevistamos al propio Miguel. ¿Se han fijado en el floripondio que escudaba el mastil del micro de Miguel de Lucas en la foto que figura arriba de este párrafo?El comienzo fue semejante al del disco. Tras la intro sonora, hasta que Miguel empuñó su guitarra y se dispuso ante el micro, comenzaron los compases de la canción que da título al 3er. disco “No hay fronteras”. Miguel es un tío muy salao, se lo digo yo que le conozco en persona, y ese carisma con mezcla de cierta macarrería simpática estuvo patente en cada una de las interacciones que tuvo con el público entre canción y canción. Pudo permitirse incluso llamar la atención, cual profesor de instituto o primaria, al público del fondo de la sala que estaban rajando cuando él nos estaba contando alguna historia. La actitud de Miguel provocó que el concierto se caracterizara por una magnífica comunión entre audiencia y grupo, ayudando a darle un toque cálido y cercano al show, cosa que ya de por sí es fácil de conseguir en un recinto como la sala Galileo Galilei. A continuación, Kike Corman al bajo.Durante la hora y media que Dr. Sapo estuvo tocando, dispusieron un repertorio sin fisuras, en el que incluyeron todos y cada uno de los temas de sus 3 discos que más agradan a sus seguidores. No faltaron “Al tran tran” o “Territorio apache”, cuya interpretación de la última citada se la marcó en solitario Miguel de Lucas, mientras que Fernando Vasco se marcaba una coreografía flamenca o un baile de sevillanas al margen derecho de Miguel; debajo de estas líneas pueden ver una imagen que representa ese momento. Fernando Vasco, por cierto, se ha dejado crecer el pelo de forma considerable respecto a las fotos promocionales de hace unos meses y nos llamó la atención el fuerte parecido físico que mostraba con el mítico Frank Zappa, al menos en la portada de su disco “Does Humor Belong In Music?”. Al menos así me lo indicó mi amigo acompañante de la noche y parte de razón tenía. Fernando hizo las veces de “segundo de a bordo” de la velada, también marcándose alguna intervención graciosa al micro mientras que Miguel nos contaba algo a los asistentes entre canción y canción, como cuando puntualizó que “como nos gusta hablar de follar” en lugar de follar a secas como afirmaba el propio Miguel. Kike Corman por su lado estuvo en un plano más reservado, centrado en su bajo y David a la batería tampoco se afanó en quitar protagonista a Miguel y Fernando que se erigieron en los principales animadores de la noche. También cayeron piezas como “Perdí las alas”, que fue muy celebrada por la sala. En el apartado de los ya clásicos del repertorio del grupo, agradó especialmente “Luna de menta”, que se dispuso en la parte inicial del show y que precisamente es protagonista de un anuncio o cuña de RUAH del programa “Que Te Den Por El Fútbol”. Esta canción fue uno de los momentos mejor recibidos en la sala y en la que la gente se mostró más animada. Se sumó el hecho de ser un tema muy rítmico y bueno y por otro lado el situarse en la parte inicial del show, cuando la audiencia está más calentita y nerviosa.Dr. Sapo alterna emotividad con marcha y buen rollo. En el primer sector de canciones hubo sitio para “Mundo mágico” o “Bajo el sol”. Faltó por ejemplo “Uno y dos son tres”, que en su día Miguel se marcó en acústico en nuestros estudios de Radio Universitaria de Alcalá de Henares. A lo largo de la gira de Dr. Sapo, y como explicó el propio Miguel de Lucas entre canción y canción en algún momento, hay sitio para shows acústicos en el que él solito se enfrenta al público. Quizás ahí es donde hay cabida para este tema y por ello el concierto de la sala Galileo Galilei, quizás uno de los puntos clave de la gira, se concibió como un concierto dinámico, ágil y acelerado. Abajo vemos a David en su batería.Uno de los momentos más importantes de la noche vino cuando llegando al final del concierto, (bueno, finalmente resultó ser el final verdadero y definitivo, ahora les explicaré) Dani de Despistaos hizo acto de aparición, de forma arrolladora, por cierto, para cantar a dúo con Miguel el tema en el que ya colaboró hace tiempo “Por ser el primero”. Dani barrió el escenario durante los minutos que estuvo sobre el mismo y mostró una intensidad y entrega apabullante. Brutal. Estupendo final de concierto, de no ser porque en principio ahí no terminaba el show, sino la parte central o troncal del mismo. Quedaban los bises (3 en concreto), que se quedaron inéditos por asuntos burocráticos o contractuales del mundo nocturno y de las salas de concierto. Vaya tela…Poco antes de que se interpretara “Por ser el primero” y aprovechando el impass para presentar a los componentes de Dr. Sapo, el grupo regaló al público varias camisetas promocionales de la banda y el disco, de distintos colores. Yo cogí una, con tan mala suerte que era una talla “M”, que regalaré a alguien que le valga. Hablando de camisetas, y siguiendo con ese punto humorístico que tiene Miguel, hay que comentar la camiseta negra con la que Miguel salió a escena, en la que rezaba el lema “Rana tu padre”. Con un par, ¡claro que sí! Respondiendo a la pregunta que Zappa lanzaba en su día y que antes he mencionado con eso del parecido razonable entre el guitarrista de Dr. Sapo Fernando Vasco y el propio Zappa, sí, el humor tiene cabida en la música (y si no que se lo pregunten a Nacho Cano y aquel disco que lanzó en su día de título “Amor Humor”; otro con un par).El repertorio superó finalmente de sobra la quincena de canciones y también desfilaron por el set list personajes ya clásicos del repertorio de Dr. Sapo como Rogelio el caracol, Pepito o Tarzán y sus problemas en la ciudad. La controvertida “Zurraspas”, llegó de la mano de una introducción vocal demasiado gráfica por parte de Miguel, que de no ser porque llevaba el estómago vacío, me hubiera revuelto las tripas. “Decir te quiero” también apareció finalmente por la parte final del concierto, para conceder otro gran momento de la noche.Solamente eché de menos a “Un erizo como yo”, aunque ésta estaba programada en el bis previsto y “El árbol del amor”. No obstante, lo que se pudo escuchar a lo largo de la hora y veinte minutos que duró el concierto, fue altamente satisfactorio, y Dr. Sapo no escatimó a la hora de poner todas sus cartas sobre la mesa. Explicaré lo del bis. Al estar en primerísima fila, pude ver el set list y comprobar que había 3 temas de propina (“Si mi sol”, “Sam” y “Un erizo como yo”). Sin embargo, cuando se terminó el dueto con Dani de Despitaos, vi que algo no iba bien. Parece ser que desconectaron el micro y la corriente del escenario y se encendieron las luces de la sala, invitando al personal a abandonar el recinto. Miguel no lo tomó bien, terminando en calzoncillos en el escenario en señal de protesta ante la negativa por parte del gerente de la sala a dejarle al menos interpretar un tema más, cosa que a su vez el público pedía insistentemente. No hubo forma y ahí se acabó el show, o bueno, realmente tras interpretar “Camisetas”. Si no se creen lo de la intensidad con la que salió a escena Dani de Despistaos, les dejo como prueba la siguiente fotografía.Tras la actuación, hablé escuetamente con Miguel, al cuál saludé y agradecí la acreditación para nuestro blog y programa de radio para el concierto. Pude preguntarle rápidamente por la gira y por el incidente de los bises. Por lo visto el motivo del jaleo final es que contratas un tiempo de actuación, hasta una hora determinada y de ahí no te puedes pasar. Evidentemente Miguel me dijo que se fue algo mosqueado por ni siquiera dejarle tocar uno de los 3 temas de los bises que habían pensado incluir. Sobre la gira, me confirmó que su concierto favorito fue uno en Oviedo, curiosamente ante solamente 12 personas. En ese apartado me explicó que muchas veces más que de la cantidad de gente que acude, depende de la actitud de los mismos. Razón no le falta: más vale una sala a medio llenar y que esté animada y metida en el concierto, que un recinto a tope lleno de zombies inertes que ni sienten ni padecen ante tu música. No pude hablar más, ya que Miguel salió al centro de la sala y las numerosas seguidoras y amigos personales de Miguel de Lucas le solicitaban una y otra vez, ante lo que me pidió comprensión. Viendo lógico la situación y teniendo en cuenta que había que regresar a casa para madrugar el viernes, consideré lo más adecuado dejar a Miguel con sus fans, liberándole de tener que prestarme atención.Gran concierto de Dr. Sapo, únicamente empañado por el asunto del “no bis” que acabo de comentarles. Merece la pena asistir a un concierto de esta banda de Guadalajara por varios motivos, pero principalmente porque vas a pasar un buen rato en compañía de sus animadas y simpáticas canciones y el buen rollito que desprenden. Deseamos mucho éxito a Dr. Sapo en lo que les queda de gira de presentación y en proyectos futuros. Como siempre, espero que les haya gustado el post de este evento; éstos, son unos artículos que en toda ocasión considero muy especiales.
5 comentarios:
Dr. Sapo!! Los conoces, abacab? Soy fan de ellos en facebook! Jaja, Mi buena amiga Andrea Reinoso que lleva la revista ACORDES cuya publicación empecé con ella y sigo publicando en mi blog, les conoce, son geniales!
Un abrazote!!
Manu UC.
Buen relato, realmente fue un gran concierto, el que más he disfrutado de Dr Sapo con diferencia!! Y creo que la presentación del nuevo batera fue una muestra de su rápida adaptación al grupo.
Aunque no estoy muy de acuerdo en que Ecco fueran precisamente geniales, creo que gran parte del público coincidíamos en que el vocalista, César, emulaba en movimientos, gorgoritos y timbre al típico Bumbury de antaño.
En general, una crónica mu detallada de una noche en la que lo pasamos como enanos!! Un saludo!
Sin duda leyendote dan ganas de asistir a un concierto de Dr.Sapo, abacab esa de un erizo como yo...no es de espinete ;) al youtube que voy de cabeza a comprobarlo. Un abrazo rojiblanco amigo
Otro grupo que me descubres.
Ya lo estoy escuchando, y me esta gustando lo poco que he escuchado por el momento.
Y Felicidades, ya vas acreditado a los conciertos. Pronto escucharemos tu programa en una cadena nacional, y si no tiempo al tiempo.
Saludos
Voy a ir respondiendo, que esta semana, contra todo pronóstico, hay muchos comentarios y se me acumulan para el sábado y no puede ser! jejeje
Manuel, pues claro que los conozco! Miguel, el cantante, es un crack de los pies a la cabeza. Otro abrazo para ti.
Acordes, bueno a mi sí me gustaron Ecco, dejando de lado que también coincida con vosotros en esas influencias musicales que ya he mencionado en la parte de la crónica que he dedicado a ellos. Sí es cierto que lo pasamos bien; fue un buen concierto. Saludos!
Jairo, afirmo que Dr. Sapo es una banda que te gustaría. Y estás en lo cierto de que esa canción pertenece a Espinete. Otro abrazo colchonero para ti.
Serreina, dentro del panorama nacional Dr. Sapo destaca por su frescura. En ese aspecto no te decepcionarán. Buf! Ójala un día se cumplan tus pronósticos, pero lo veo negro-negro eso de acceder a una cadena nacional... Eso sí, al menos voy consiguiendo que el blog vaya siendo acreditado en listas de prensa de conciertos, lo cuál ya es un triunfo.
A todos, gracias por escribir.
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