ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Ya a estas alturas de la película creo que puedo confesarme: soy muy fan de Of Monsters And Men. Cierto es que en su día tenía alguna reserva tras conocerles con la ciertamente masiva “Little talks”; me preguntaba qué clase de grupo serían. Cuando accedí de pleno a su primer lp en su formato internacional “My Head Is An Animal” se me disiparon las dudas y las ideas preconcebidas, las cuales por otra vertiente me llevaban a pensar que me encontraba ante unos ligeramente ventajistas que se sumaban al carro estilístico de los Arcade Fire. Para nada.
Si quieren revisar mi humilde crítica sobre el debut de OMAM, visiten el post que ya publicamos por aquí en su día. Hoy nos toca meternos en su más que solvente continuación discográfica. Recuerdo cuando fui al cine a ver la 2ª parte de “Los Juegos Del Hambre”, quedé sorprendido al reconocer a los chicos en los títulos finales con su soberbia “Silhouettes”, que con acierto han recuperado en la gira de este 2º disco que hoy nos ocupa. Este tema no hizo más que deleitarme mientras contaba los días hasta que el nuevo material viera la luz.
Y lo primero que vi en, no sé si “Hit Tv” o todavía “Kiss Tv”, el videoclip de “Crystals”. Está claro que es una canción de empuje y muy rotunda (a tener en cuenta la percusión), pero no estábamos claramente ante un hit que moviera muchas masas como sí que enganchó en su día “Little talks”. Si bien, a mí me satisfacía y me causaba curiosidad ante lo que hubiera de compañía en el nuevo disco. Tardé un poco en hacerme con él en formato original y edición deluxe (a precio irrisorio en el mes de agosto de este pasado 2016), pero la espera ha merecido mucho la pena. Estamos ante un muy buen disco que creo que satisface a los que fuimos conquistados por estos islandeses con su debut. Vamos con él.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Crystals”: En esta ocasión OMAM empiezan con el single de adelanto, desmarcándose de la estructura de su primer disco muy claramente (en aquel, “Little talks” se situaba mediada la obra). Creo que “Crystals” sobre todo triunfa, o tiene su punto más fuerte en los puentes de conexión con el estribillo. El estribillo resulta un poco parco, y se base nuevamente en coros que son muy marca de la casa. La percusión, como ya he dicho en la introducción, destaca muy claramente. Nanna se muestra en el micrófono en un tono más engravecido de lo habitual, y deja de lado de los agudos. Correcto single de adelanto. Creo que bien escogido.
2. “Human”: De lo ampuloso pasamos al cierto misterio de los primeros compases de “Human”, donde Ragnar se presenta con ganas en las voces. Pero los primeros instantes no dejan de ser una intro. “Human” es otro de los trallazos del disco, que ayuda claramente a diseñar una primera mitad de disco arrolladora. El estribillo es mucho más acertado que el de “Crystals”, en el que Nanna ya ayuda en los coros a Raggi. Buen tema y que en directo tiene que ser una buena dosis de intensidad para la estructura del show.
3. “Hunger”: “Hunger” empieza desde lo íntimo, con Nanna en las voces. Parece que nos encontramos ante una balada, pero no. Tras las 2 primeras estrofas, la canción va ganando intensidad para llegar a un estribillo donde se alcanza una más que respetable potencia. Ragnar se queda en un segundo plano haciendo los coros de respaldo a Nanna. No es single, pero haciendo un paralelismo con el deporte del ciclismo, “Hunger” es una buena gregaria dentro del conjunto del álbum: no desentona y ayuda a hacer equipo a buen nivel. El final es brutalmente épico con la repetición de ese “me estoy hundiendo” a dúo por Raggi y Nanna, si bien termina de forma recogida e íntima.
4. “Wolves without teeth”: Ya lo comentamos hace un tiempo en esas reflexiones que de cuando en cuando lanzamos en nuestros perfiles de las redes sociales: “Wolves without teeth” nos encanta. Es el 3er. single de “Beneath The Skin” y aquí sí que OMAM aciertan de pleno, creo, en la diana del sentido del ritmo en el estribillo. Se trata de otro tema donde Ragnar y Nanna equilibran en lo vocal y que dispuso de un videoclip impersonal para el grupo, pero muy elegante, con bailes que quedan visualmente perfectos para la melodía de este tema, sin duda uno de los mejores del álbum.
5. “Empire”: Segundo single del disco. Potente y también solemne. Brillan a partes iguales tanto Nanna como Raggi en las voces. Es una digna canción, donde el estribillo es algo más remarcable que el tan sencillo que ofrecía “Crystals”, pero estimo que hay ejemplos más poderosos (más allá del sentimiento que transmita “Empire”) en el disco.
6. “Slow life”: Buena melodía en formato de medio tiempo supone “Slow life”, donde lo más destacable es la cierta sensualidad que se aprecia en su ritmo y en la forma de cantar de Nanna (cosa que ya se veía en la anterior “Wolves without teeth”). Su estribillo no es el punto más fuerte que ofrece, pero su gracia reside en su músculo sonoro con mucho aplomo en las bases y en las notas de las guitarras eléctricas. “Slow life”, aunque tiene cierta fuerza en su estribillo, es cierto que nos supone la barrera entre el comienzo rabioso y arrojado del disco y la 2ª parte donde OMAM van a ofrecer una distinta variedad de estados de ánimo, que van a abundar en algunos momentos en la melancolía de forma sublime.
7. “Organs”: Tenía que haber lugar para un lugar de recogimiento donde pudiéramos escuchar la Nanna más cálida y cercana. Demostrando que estamos ante una de las cantantes con más personalidad dentro del pop rock internacional en la presente fecha, “Organs” sirve a Nanna una estructura acústica para servirnos una pista del estilo de “Love, love, love”; no obstante, aquella bonita canción era una especie de disculpa y en esta ocasión es lo contrario, un reproche a la parte contraria. Contrapunto al conjunto del disco y el episodio más relajado de la obra, que siempre resulta agradable e incluso necesario. Por cierto, ya sabrán los seguidores que el grupo suele hacer vídeos de todas sus canciones en formato semejante para el disco en cuestión y de paso mostrar las letras de las canciones; en “My Head Is An Animal” eran devenires de monstruos y en “Beneath The Skin” son actores que hacen playback de los temas. Es importante ver el de “Organs”, porque la protagonista es la propia Nanna en primer plano.
8. “Black water”: Quizás “Black water” sea la composición más voluntariosa del disco. Con Nanna y Ragnar en casi igualdad técnica de protagonismo vocal, estamos ante un capítulo muy luminoso, con una decidida apuesta por los coros como elemento de reclamo. Es curioso que vaya entrándome cada vez más con el paso de las escuchas. Y es que creo que esta “Black water” remata bien, y que una canción acabe de buena forma siempre ayuda. De primeras quizás les resulte algo simplista o facilona, pero luego hay mucho más. Es cierto que descuadra, ya que su sentido tan luminoso y positivo no es el que más queda del disco, que a mi juicio transmite mucha potencia y cierta oscuridad en formas elegantes.
9. “A thousand eyes”: La canción más inquietante es “A thousand eyes”. Un tema que empieza con Nanna a capella y que se marcha igual, pero que entre medias tiene una subida casi imperceptible de la intensidad que va de menos a más hasta llegar a un punto de barroquismo orquestal muy solemne que estoy seguro sería muy del agrado del gran Richard Wagner si a día de hoy estuviera entre nosotros. Inquietante y el verso suelto del disco, pero que queda muy bien, más teniendo en cuenta que precede a la auténtica joya de la obra bajo nuestro punto de vista.
10. “I of the storm”: Si se quieren poner a buscar paralelismos con “My Head Is An Animal”, vale, les aceptamos que puedan decir que “I of the storm” sea la “King and lionheart” de “Beneath The Skin”. Pero eso creo que sería dejar de lado los detalles y cosas muy evidentes. Y es que “I of the storm” es una balada desesperanzada en su melodía, pero que no abunda en la melancolía épica de “King and lionheart”. Aquí nos encontramos ante una melancolía calma apoyada en unas notas cristalinas de teclados que se superponen a una base rítmica que discurre con su pesar. Nanna se muestra gloriosa en el micrófono, sobre todo en los sostenidos de registros altos del estribillo. Una auténtica joya. A día de hoy es nuestra pista favorita, por encima incluso de la celebérrima y 3er. single “Wolves without teeth”.
11. “We sink”: “Beneath The Skin” se desmarca de su predecesor también en estructura. Con “We sink” logra cerrar con un capítulo épico y ampuloso, donde se pone toda la carne en el asador. Eso se ve en el estribillo, de los mejores del disco por cierto, donde Raggi y Nanna unen fuerzas (nunca mejor dicho por la intensidad que le ponen). “Yellow light” era un final melancólico y calmado y este que propicia “We sink” abunda en el sentido contrario.
Bonus tracks.
12. “Backyard”: Tremendo acierto es “Backyard”. Una cierta balada relajada, íntima y quizás lejanamente oscura (muy lejanamente). Poco recargo instrumental y nuevo ejemplo de acierto vocal de la pareja de chico y chica que están presente en los OMAM. Perfectamente podría haber sido parte del track list principal de “Beneath The Skin”. Simplemente por ella es un debe obtener la edición deluxe.
13. “Winter sound”: Menos remarcable es “Winter sound”. Si bien es un capítulo que ofrece mucho de las pautas sonoras más características de Of Monsters And Men, quizás no sea demasiado atinada. No molesta y está lejos de ser un borrón, que quede claro. Peca quizás algo de acelerada e incluso los registros tan altos que afronta Nanna pueden chirriarnos de alguna manera en el estribillo. No obstante, es propina y no nos podemos quejar: si muchos grupos tuvieran piezas como ésta en sus discos…
14. “Black water (Chris Taylor of Grizzly Bear remix)”: Pues el remix que hace Chris Taylor de “Black water” tampoco es que aporte mucho al original. Salvo algún arreglo electrónico en la producción, se aprecian pocos cambios y más bien supone un intento de afianzar el papel de la canción dentro de la obra al concederle esta propina.
15. “I of the storm (Alex Somers remix)”: Lo más bizarro, y casi innecesario, es la forma de arte moderno en la piel de remix que se ofrece de la gran joya de la corona del disco “I of the storm” firmada por Alex Somers. Con una estructura instrumental casi ínfima, se basa en lo vocal en una voz retorcida del estribillo que viene casi del fondo de un pozo. No sé por qué me evoca a la obra de teatro “Arte” y el debate que se plantea en torno a un cuadro blanco. En fin.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Aunque, reitero, me considero muy fan y admirador de Of Monsters And Men, intentaré ser juicioso. Y es que el resultado de “Beneath The Skin”, disco de portada muy corporativa con las iniciales del grupo en tonos grises y blanquecinos, a nivel internacional dista mucho del logrado con el anterior “My Head Is An Animal”. Salvo en los sectores más independientes de público, el disco casi no ha llegado (aunque Crystal haya hecho fuerza para lograrlo). En el anterior disco “Little talks” lo escuchó casi todo el mundo (aunque no identificaran muchos a la banda).
Más allá de llegar a las masas, creemos que el resultado artístico es altamente satisfactorio. Estamos ante un disco que sin dejar de lado las marcas sonoras de OMAM, se aparta de cierta forma de “My Head Is An Animal”. Su estructura es completamente distinta y los sentires que transmite también. Este disco transmite una mayor sensación de potencia en general, sobre todo debido a ese quinteto de apertura (sexteto si me apuran por la fuerza puntual de “Slow life”).
Por España solamente pasaron por el festival de Bilbao (todavía sigo tirándome de los pelos por lo pronto que me cogió aquel concierto en La Riviera en junio de 2013) patrocinado por una de sus entidades bancarias y para colmo creo que la actuación fue algo reducida por no sé qué problemas. De conciertos de gira al uso en salas ni Madrid (por supuesto), ni siquiera Barcelona, que es claramente la ciudad referencia para que visiten la península las bandas internacionales.
Personalmente hemos quedado muy satisfechos con este 2º disco de Of Monsters And Men y ya estamos deseando escuchar el siguiente paso, que a día de hoy (al menos en lo que llevamos de milenio), para las bandas el 3er. disco es el paso del Rubicón en el que casi todos sucumben o pasa algo. Espero que con estos islandeses nuestros no suceda y sigan en el buen camino. Me dolería mucho que se malograran como otras bandas que tanto admiraba y que bien se han vuelto poco interesantes o que han perdido gran parte de su inspiración rítmica. Veremos. Estaremos muy atentos.
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