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viernes, 4 de marzo de 2022

Fleetwood Mac - Mirage (1982)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Ya ha pasado demasiado tiempo desde que Fleetwood Mac pasaron por este blog por última vez. Para esta ocasión escojo “Mirage” de 1982, un trabajo que supuso una mirada a “Rumours” un lustro después de su edición y todo ello tras haber pasado por el arriesgado “Tusk” de 1979.

El quinteto clásico formado por Lindsey Buckinham, Stevie Nicks, Christine McVie, John McVie y Mick Fleetwood buscaron de alguna manera centrar el tiro de su siguiente obra con unas formas más reconocibles y que pudieran gustar más en general a sus seguidores de recorrido.

De alguna forma, “Mirage”, de divertida portada con Lindsey moviéndose entre Christine y Stevie (y con contraportada formada por John y Mick mirando circunspectos), es como el hermano menor de “Rumours”. En general es un trabajo bien medido y que también reportó algunos pequeños clásicos para el repertorio de la banda, donde destaca sobre todos “Gipsy”. Veamos sus canciones una a una.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Love on store”: Muy buen arranque, bastante animado (como en su día suponía “Second hand news” en “Rumours” de la mano de “Love on store”. Composición de Christine McVie, con ella a la voz principal y unas acertadas guitarras rítmicas eléctricas que nos conforman una pieza pop rock muy luminosa, suavecita y de estribillo atinado, sin necesidad de que sea muy evidente.

2. “Can’t go back”: Seguimos con ritmo de la mano de Lindsey y la primera de sus aportaciones. Bien apoyado por coros y con una línea melódica bastante pegadiza. La voz de Lindsey en “Can’t go back” se muestra en su registro más alto y agudo, lejos del tono más oscuro que mostrará en “Big love” del siguiente disco. Canción divertida y luminosa, que sigue conformando un trabajo de mucha claridad.

3. “That’s alright”: Dentro de este arranque positivo y con mucha luz, ahora es lugar de que Fleetwood Mac, gracias a la firma de Stevie, nos entregue un episodio de reminiscencias country. “That’s alright” es una canción muy llevadera con la que oímos por primera vez la voz de Stevie Nicks. De sonido algo cálido y sensual, es el episodio único en su género que nos encontraremos dentro del lp.

4. “Book of love”: “Book of love” resulta algo llorona en el sentir que transmite. Ofrece algunos momentos interesantes de guitarra eléctrica a cargo de su compositor, Lindsey. Los coros ayudan a conformar esa sensación algo triste. Aunque en “Mirage” casi todo es luminoso, también hay espacio para piezas de calado diverso como la presente; yo personalmente, me quedo con otros episodios.

5. “Gipsy”: Llega el turno de la que es el gran clásico de este disco. Se anota el tanto Stevie Nicks. La canción es muy amable de sonido, con una envoltura muy emotiva. Hay espacio para detalles instrumentales que resultan bastante interesantes, como son por ejemplo ciertos punteos o acordes de la guitarra eléctrica acompañando a la correctísima interpretación al micrófono de Nicks. No viene mal que un disco tenga en su haber una pista que sea abanderada, y con “Gipsy” y “Mirage” estamos ante ese caso.

6. “Only over you”: Regresamos a los terrenos de Christine McVie con otra pieza cargada de delicadeza. “Only over you” es placentera, de lenta cadencia y muy sencilla. Tiene ese encanto clásico de las composiciones de Christine, basado en lo amable y placentero de su sonido. Todo ello siempre en perfecta concordancia con el timbre y tono de la voz de su autora. Es una de las piezas que más claramente reflejan el sentir general de “Mirage” como obra.
7. “Empire state”: Mediado el disco nos llega “Empire state”, una pieza de las de Buckinham. Es el capítulo más, diría cómico de “Mirage”. Resulta algo exagerado el estribillo, con Lindsey arrastrando algo la voz. Por otro lado, en las estrofas, resulta saltarina y juguetona. Tiene un carácter distinto, socarrón y algo exagerado. Queda bien como contrapunto a la seriedad que nos llegará a continuación.

8. “Straight back”: Joya oculta con mayúsculas. Se la anota en este caso Stevie Nicks. Una pieza genuina de su autora, de esas en las que el misterio, la elegancia e incluso la oscuridad casan a la perfección. Tiene un cierto halo de ensoñación en su seriedad que resulta muy especial. No fue single, de ahí lo de joya oculta, pero lo hubiera merecido con creces. Quizás a ratos sea mi capítulo favorito de la obra. Quedan varias canciones, pero creo que este nivel no se vuelve a alcanzar.

9. “Hold me”: Otro de los capítulos destacados de “Mirage” es “Hold me”. Single de éxito, con un videoclip bastante gracioso con la banda en pleno desierto, con Mick y John en tareas de arqueología, con Stevie tumbada en un diván y con Christine y Lindsey más centrados en tareas vocales. Es una canción de estribillo muy sencillo, basado simplemente en su título, pero muy juguetona y saltarina. Muy luminosa y que destila buen ánimo.

10. “Oh Diane”: El clásico que aporta Lindsey es “Oh Diane”. Buen ejercicio pop-folk, dando lugar a una balada sin pretensiones, pero que en esa falta de pomposidad es en donde reside su punto fuerte. Dispone de un estribillo de esos sencillos que tiran del título de la canción, pero que resulta muy adecuado sobre la línea de guitarra fok que se apodera del sector instrumental de la pieza. En definitiva, otra de las canciones que quedaron para el recuerdo de este álbum.

11. “Eyes of the world”: Quizás “Eyes of the world” sea la canción más movidita del disco. A cargo de Lindsey, tiene una base rítmica muy saltarina y briosa. La guitarra eléctrica del propio Buckinham suena incluso juguetona. No es que sea la composición más llamativa del disco, ni mucho menos, pero su toque algo exótico aporta variedad a la obra, dentro de que sea una pista igualmente positiva y que transmite muy buenas sensaciones.

12. “Wish you were here”: “Mirage” cierra de forma amable y acogedora gracias a otra aportación de Christine McVie, que vuelve a acertar, jugando en su terreno, con la sentida a la par que muy relajada, “Wish you were here”. Es una pieza de estribillo muy bonito y acertado, sin precisar de que sea muy evidente o efectivo. Creo que es una buena rúbrica a “Mirage”, ya que se mueve en sus sensaciones o sonidos principales, ayudando a encajar aún más su enfoque y evitando que nos despiste en sus últimos instantes.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Con este disco, el quinteto no consiguió alcanzar el nivel de exigencia del disco que puede inspirarle de 5 años atrás, pero “Mirage” sirvió para volver a centrar la dirección de la banda, encontrando un punto de partida válido para afrontar el resto de la década de los 80. Sin ser uno de los discos de mayor relumbrón de su historia, sí que es un trabajo que resulta y que aportó al menos otros 3 clásicos para el repertorio Fleetwood Mac.

Puede que, a pesar de no ofrecer un conjunto de canciones complicado (como a veces sucedía con “Tusk”), “Mirage” no es demasiado inmediato que se diga. No es un trabajo que busque la comercialidad sin más, a base de estribillos directos. Por ello, es un lp que precisa de numerosas escuchar para reparar en sus atmósferas y apreciar sus matices.

El siguiente paso sería un lustro después con “Tango In The Night”, el que quizás sea su gran obra de la década y un hito dentro de su trayectoria. Personalmente me gusta más que “Mirage”, ya que aquí la banda sí que adapta a su historia los sonidos de la década, obteniendo un resultado estupendo y plagado de hits.

“Mirage” es un disco que puede definir perfectamente a Fleetwood Mac, al menos en su etapa del quinteto clásico. No es ni mucho menos el más exitoso o de relumbrón, pero en su momento sirvió para que la banda se reencontrara nuevamente con su estilo y entregaran un álbum elegante y muy positivo.

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