Más de una vez he confesado mi admiración por el proyecto Trust o Tr/st comandado por Robert Alfons. Creo que ha supuesto un revulsivo para el pop electrónico aunque su música bien podría ser clasificada como electro gótico, un cruce entre Depeche Mode, Joy Division y The Cure, pasado por los ritmos robóticos de unos Crystal Castles; un ejemplo claro de cómo tener influencias y a la vez un sonido muy personal, porque es difícil encontrar grupos en la misma línea que Tr/st, podríamos citar Austra, al fin y al cabo Maya Postpepski , en un momento dado, compaginó ambos grupos, pero las diferencias eran más que notables pues Robert Alfons y Katie Stelmanis son dos cantantes y compositores muy diferentes.
Pude ver por primera vez a Tr/st hace ya 6 años en Burdeos. En ese frío mes de enero de 2013 el grupo presentaba su primer álbum “TRST” en el IBoat, un barco habilitado como sala de conciertos. Ya por esa época Maya Postepski, fundadora del grupo junto a Alfons, había decidido dejar el proyecto y concentrarse solo en Austra. Así que Alfons se quedaba solo comandando el proyecto. Si ya me sentía atraído por la música de Tr/st, ese concierto fue una absoluta confirmación.
Después llego la gira del segundo álbum “Joyland” (2014) con la que tuve la ocasión de verle dos veces en Madrid, la primera justo antes de lanzarse el disco a la venta, y la segunda con el disco ya en la calle. Sin embargo tras esta etapa frenética de actividad llegaría un parón donde Alfons solo nos ofrecería alguna canción suelta o algún concierto esporádico pero no llegaba el esperado nuevo álbum. Al final hemos tenido que esperar la friolera de 5 años para volver a ver a Robert Alfons en directo presentando un nuevo disco, se trata de “The Destroyer Part. 1” con el que por fin se ha decidido a hacer una larga gira por Europa y América. En cuanto me enteré estuve valorando que fecha me era más accesible y esta fue el 12 de abril en la sala Caracol de Madrid.
Llegamos pronto a las inmediaciones de la sala, prácticamente no había gente con lo cual nos fuimos a tomar algo a un bar cercano que tenía buena pinta. Estábamos debatiendo sobre que político es más pop, si Pedro Sánchez y sus viajes al FIB a costa del contribuyente o Albert Rivera y su sorprendente relación con Malú cuando de repente vemos a un grupo de personas llegar y cuál es nuestra sorpresa que vemos al mismo Robert Alfons acompañado de su banda y demás gente de su equipo. Con su alta estatura y delgadez Alfons no pasaba para nada desapercibido. Estaba claro que le apetecía cuidarse la voz con alguna cerveza antes del concierto. Estuvieron bastante tiempo allí, nosotros decidimos no interrumpirlo y dejarlo tranquilo, ya habría tiempo tras el concierto.
Cuando por fin llegamos a la sala ya había bastante expectación y nos costó bastante encontrar un buen sitio para ver bien el concierto, mientras una Dj hacía de preámbulo al concierto me dirigí a ver si había puesto de merchandising; en efecto lo había, y en él pude ver varias camisetas, el nuevo álbum en vinilo y en cassette, este último formato se ha vuelto a poner otra vez de moda; supongo que como elemento decorativo pues dudo mucho que nadie de los que estábamos allí tuviera a estas alturas un reproductor de cassetes. Curiosamente no estaba el Cd, así que pensé que tras el concierto me haría con el vinilo.
Pronto las luces se apagaron creando ese ambiente oscuro que tanto gusta a Alfons y sonaron las primeras notas de “Colossal” una de sus nuevas canciones y también una de las más marcadas por ese estilo gótico tan característico de este proyecto. Para continuar dan un giro hacia la pista de baile con “Unbleached” canción que destapó en su día Alfons como su reencuentro con Maya Postepski después de bastante tiempo sin colaborar, un reencuentro que ha sido muy productivo ya que cinco de los 8 temas de “The Destroyer Part. 1” están firmados mano a mano entre los dos.
Ya con solo dos temas, Alfons había conseguido crear esa atmosfera lúgubre donde las emociones, las penas y las frustraciones encuentran su desahogo en la pista de baile.
Si bien el concierto iba a estar dedicado a sus últimas canciones, no podían faltar un pequeño repaso por sus discos anteriores. Así llego “Bulbform”, uno de los temas más experimentales que creo en su primera etapa junto a Postepski y que fue todo un estruendo industrial que inundo toda la sala. Le siguió “Bicep” un tema de hace dos años y que ha tenido a bien incluir en el nuevo disco, posee un estribillo bastante accesible con el que Alfons consiguió transmitirnos toda su energía y es que está claro que Robert ha vuelto después de tanto tiempo lleno de fuerza y sin haber perdido ni un ápice de su carisma, no pararía de moverse un segundo sobre el escenario.
El tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta, pues estábamos completamente sumergidos en el juego oscuro, hedonista y liberador de Tr/st. Llegaron nuevos temas remarcables como “Poorly coward”, que demuestran lo bien que sabe moverse Alfons a la hora de buscar ese sonido que lo hace diferente, ese sonido escalofriante que contrasta con la entrega de su performance, haciéndonos a todos participes de su mundo particular.
Uno de los mejores momentos sin duda fue cuando rescato el tema que abre su álbum de debut, me refiero a esa especie de Frankenstein cibernético que es “Shoom” y digo esto pues siempre me pareció que este tema estaba compuesto de tres partes independientes magistralmente ensambladas.
Íbamos a comprobar durante todo el concierto que los temas antiguos iban a ser muy bien recibidos, lo que indica que Tr/st ya cuenta con un público completamente fidelizado. Además Robert cuido mucho estos temas añadiéndoles un sonido diferente sin traicionar en ningún momento la base original.
En el ecuador del concierto y con muy buen tino coloco dos medios tiempos para dar un poco de respiro a toda la descarga de techno y beats a la que estábamos siendo sometidos. Así llegaron la sosegada “Wake with” y la austera “Are we arc?”, uno de los singles del segundo álbum “Joyland”, que destaca por los contrastes entre sonidos más apacibles y otros de bases duras. Los ritmos techno más contundentes volvieron con uno de los nuevos temas de “The Destroyer Part 1”: se trata de “Grouch” que destaca por esos potentísimos bajos y un estribillo con influencia ochentera, fue uno de los temas nuevos más celebrados sin duda.
Le siguió “Rescue mister” el primer single extraído de su anterior álbum “Joyland” que nos envuelve en unas eficaces bases techno mientras Alfons juega de forma magistral con su voz logrando ese falsete llevado al extremo en el estribillo que si no supiéramos que es él pensaríamos que se trata de una mujer. Tampoco podía faltar en este concierto uno de los temas favoritos de los fans, se trata de uno de los singles de su primer álbum “Dressed for space” con su inmejorable base rítmica y esos toques de sintetizador tan sutiles y a la vez tan melódicos.
Era obligada la interpretación de “Destroyer” tema que da título al nuevo proyecto de Tr/st y que sonó sobria, austera y sin adornos, incluso prescindió del imaginativo puente de la misma. Alfons se despedía con “Gone”, uno de los temas más celebrados de su último álbum. Utilizó una versión distinta con una primera parte donde las densas capas de sintetizador tomaron todo el protagonismo y se prescindió de la percusión para luego lanzarse completamente sin prescindir de ningún elemento original de la canción e incluso potenciando más aun la parte rítmica que había estado relegada al principio.
Tras un pequeño descanso, Alfons y compañía vuelven para interpretar dos temas. El primero fue el reciente “Control me”, un medio tiempo donde la voz de Alfons suena realmente enérgica, llena de vida. El punto final y la locura colectiva del público lo puso “Sulk”, tema que cierra su álbum de debut y que es todo un valor seguro para rematar un concierto con esa combinación de sintes ochenteros y sonidos intensos y perturbadores.
Desgraciadamente no hubo más y eso que pude observar en el setlist que había ignorado dos canciones “Gloryhole” del primer álbum y “Peer pressure” del segundo. Toda una pena pues se trata de lo mejor de su repertorio, pero por el motivo que fuera no sonaron esa noche.
Tras el concierto tenía muchas ganas de hacerme con el vinilo del nuevo álbum, pero cuando llegué se había agotado absolutamente; todo un éxito, vaya, pero yo me quedé sin mi disco y me va a tocar pedirlo a alguna tienda online.
Como no teníamos prisa, nos quedamos en la salida junto a otros fans esperando a Robert Alfons y su troupe. Después de un rato saldría y se quedaría unos minutos con nosotros haciéndose fotos y firmando algún que otro disco. Luego encaminaría sus pasos hacia una gran furgoneta con cristales tintados y a seguir con la gira europea que le llevaría el día siguiente a París donde tenía programados dos conciertos.
Robert Alfons o Tr/st seguirá presentando su último trabajo durante este año y esperemos que lo volvamos a ver pronto en directo. En teoría debería haber una nueva cita cuando por fin salga a la luz “The Destroyer Part. 2” sobre el mes de noviembre, si es que no se retrasa este lanzamiento. Robert Alfons ha vuelto con un gran proyecto bajo el brazo y esa noche el público madrileño demostró que a pesar de la larguísima espera, no le había olvidado.
Texto y fotografías: Alfredo Morales.
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