Javiera tiene cogido el gusto a la calle Barceló de Madrid. Se va moviendo de número contiguo al otro, marchando de la sala But al Teatro Barceló (antiguo Pachá) y retornando a la sala But. Y nosotros encantados de que así sea, ya que ambos recintos son de nuestros predilectos para conciertos en Madrid. Nos enteramos en agosto que el viernes 19 de octubre era el momento de presentar “Espejo” en la capital y corrimos a comprar nuestras entradas. Hicimos bien, porque si no se agotaron las entradas poco faltaría: el aspecto de la sala era de lleno total y con un público totalmente entregado a Javiera.
Hubo artista invitado, cosa que desconocimos hasta el momento en que subieron a las tablas (no indagamos por las redes en días previos). En este caso Nos Miran, en la imagen superior de este párrafo, estuvieron algo más de media hora en escena con su propuesta melódica de matices electrónicos, con lo que no estaban muy en discordancia con lo que Javiera Mena profesa en estilo. Marta y Sergio, armados con su guitarra y sus sintetizadores, nos dieron un paseo por su obra, con canciones más reposadas y otras más moviditas. Hicieron buen uso de la pantalla de fondo para acompañar las canciones de sus proyecciones. El público fue de menos a más con ellos y cuando más cómodos estábamos con su música, tocaba la lógica hora de la despedida.
El set se dispuso rápidamente para que sobre las 22.20h aprox. saliera al escenario Javiera Mena, en este caso acompañada de 2 músicos vestidos con camisa a rayas y con gorra (es curioso cómo me recordaban a la figura de Martin Doherty de Chvrches, más aún cuando a las pocas horas el grupo escocés serían protagonistas con su disco de debut del estreno de nuestra 10ª temporada de radio). No hubo cuerpo de baile y eso propició que viéramos a una Javiera mucho más teatral y activa que en otras ocasiones previas en las que estaba un gran porcentaje del tiempo de concierto en su set de sintetizadores; me imaginaba para el momento de la canción título del último disco una coreografía a cargo de la propia Sheila Jordá (la Lady Susana del vídeoclip), pero eso tendrá que esperar para futuras ocasiones.
Javiera salió con look entre rockero y algo glam, con un pantalón y americana de rojo intenso en texturas plastificadas o de charol y con botas blancas. Solamente en los bises se deshizo de la parte superior para quedarse con un top negro. En esta ocasión no solamente vivió de los teclados, sino que en varias piezas se puso encima la guitarra eléctrica para interpretar varias de las canciones de su último disco.
Hablemos del repertorio ofrecido. Tenía mucha curiosidad en saber cómo gestionaría Javiera el hecho de tener otro disco más en su cuenta y ver la criba con temas de trabajos anteriores. En este sentido, “Espejo” contó con una presencia notable, como debe ser si estamos en un concierto de presentación del mismo. Sonó prácticamente íntegro salvo “Aire” y “Cuando no la esperas”. A su favor, hay que apuntar que todas las canciones ganaron un punto o 2 en el directo. Arrancamos con esa bienvenida que es “Cerca”, para posteriormente ponerse íntima y sentida con una de nuestras predilectas “Alma”; ya saben que los conciertos en los que en el 2º lugar del set list los artistas me incluyen uno de mis temas favoritos, hacen que me quede grato recuerdo de los mismos. El audio de la cámara de mi móvil es horrible, pero aún así grabé, sin prestar mucha atención a la pantalla, “Alma”; ahí se la dejo.
En el primer sector del concierto, con mucho acierto, se intercaló entre las novedades la ya clásica “Sincronía, Pegaso”. Javiera estuvo genial en ese sostenido de “Pegaso” que hay entre el tramo final, provocando la ovación de la sala. Si sigo hablándoles de “Otra Era”, estuvo muy representado por sus otros 2 estandartes, la propia canción título (una canción que jamás se podrá quemar y que emociona en cada escucha o vez que la vives en un concierto) y “Espada”.
No obstante, en lo referente al penúltimo disco de estudio hasta la fecha de Javiera Mena, para mí el otro momento memorable de la noche, en lo personal quiero decirles, vino de la mano de “Los olores de tu alma”; es una pieza que no había visto aún en directo y me supuso una cierta sorpresa muy agradable.
Pero volvamos a hablar del último disco. Los singles de “Espejo” estuvieron a la altura, siendo quizás la que más ganó en la toma en directo “Dentro de ti”. La canción título va adquiriendo galones de pieza clave dentro de la discografía de Javiera, cosa que se ve en que estuvo reservada para los bises e “Intuición” se incluyó como a mitad de concierto también obteniendo un buen feedback en general. Estuvo también muy acorde la hipnótica y bailable “Escalera”, un momento de baile y desenfado que puso a ritmo a la sala But. “Todas aquí” sonó muy emotiva y con “Noche” Javiera nos advirtió antes de empezar la misma de la alineación de planetas “Jupiter-Venus-Tierra-Luna”, que a alguno le dejó con la cara rara.
Gustó mucho en general que Javiera Mena optara por recuperar “Mujer contra mujer” de Mecano, subiendo a 2 el número de covers de la noche con la siempre presente “Yo no te pido la luna”, muy coreada por la sala. El bis, contó con “Luz de piedra de luna”, siempre una canción efectiva para el tramo final de los conciertos de Javiera, y de la que grabé un generoso fragmento que insertamos a continuación.
Claro, Javiera va teniendo cada vez más fondo de armario y sus conciertos no son de “metraje Springsteen”, con lo que se van echando cosas de menos. En lo personal, eché en falta que “Sufrir”, sin duda una de las canciones más celebradas del disco “Mena”, por 3ª vez no fuera de la elección de la noche cuando yo he acudido al ritual. Sí que por el contrario fue agradable escuchar una toma actualizada de “Primera estrella”, con lo que de alguna forma podemos decir que una por la otra.
El concierto estuvo muy bien. Duró lo adecuado (en torno a la hora y media) y dio la sensación de mucha intensidad y entrega. Pudimos ver a una Javiera muy activa, encargándose de llenar el escenario sin necesidad del acompañamiento de bailarinas con sobrada solvencia. Lo pudimos ver muy de primera mano, ya que logramos situarnos en primera fila, justo en el extremo izquierdo del escenario.
Con este concierto, se saca en conclusión que Javiera Mena está creciendo mucho en repercusión a nivel nacional, cosa que ya se apreció en el concierto de San Isidro en 2017, si bien había que tamizar el resultado con el hecho de que aquel show era gratuito. Si comparo este concierto con el del Barceló de 2016, se nota un cambio; aunque el aforo se complete, el sentir de la gente en esta ocasión es ya de ser fans de la artista (y no lo digo solo porque en aquella ocasión me tocó sufrir a 2 tías pasadas de vueltas en mis inmediaciones). La masa de “menistas” o “javierivers” (no sé cómo llamar a los fans de la artista, dentro de los cuales me incluyo... Mejor menistas, ¿no creen?) aumenta con cada visita. Y nosotros nos alegramos. Estupenda experiencia y ya estamos esperando la siguiente; por fortuna, Javiera ya nos dijo que nos estaremos viendo en breve.
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