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viernes, 2 de febrero de 2018

Death Cab For Cutie - Codes And Keys (2011)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Curioso ejercicio el que afronto con este artículo, dándose por primera vez en la historia del blog la casualidad de que no tenga ni repajolera idea de la historia del grupo que nos ocupa. Con esto, lo de “antecedentes e introducción” quizás no tenga demasiado sentido; más bien, va a ser una intro personal que permita explicarme ante ustedes del motivo de elegir esta obra para hoy.

Gracias a la cadena Kiss TV o Hit TV, tuve acceso a ver el videoclip de la canción “You’re a tourist” de la banda Death Cab For Cutie. Una perfecta canción pop, con una línea de guitarras de tremendo gancho y un buen desarrollo en general. Hablando de todo un poco a nivel musical un día con Mariano González, dio la casualidad que al sacarlo a colación por mi parte me informó que tenía el disco en su poder. Me lo pasó y accedí a él.

No sé ni de dónde son (creo que de América), ni el nombre de su cantante, ni cuántos discos tienen, ni nada de nada. No he querido tirarme el pisto cogiendo datos wikipédicos y si desean saber más información general del grupo, este blog no es el lugar. Aquí me voy a centrar a hablarles exclusivamente de música, de lo que contiene “Codes And Keys”, que más allá de la fabulosa “You’re a tourist”, tiene mucho más y que ha servido de banda sonora personal desde allá por 2013 hasta ahora en mis paseos por Madrid con mi reproductor mp4 a cuestas (llevo mucho tiempo con su escucha, con lo que creo que ya estoy en condiciones).

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Home is a fire”: Es curiosa la apertura que plantea la banda para iniciar el disco. Es uno de los temas más latentes y misteriosos de la obra, ya incluso desde sus primeros segundos con esa leve e inquieta percusión. La canción puede evocarnos a un “Untitled” del debut de Interpol, en tanto a su papel de canción que no despega y que es una especie de vestíbulo al resto de la obra.

2. “Codes and keys”: Avanzamos al pop más luminoso, dejando la leve penumbra de la apertura “Home is a fire”. La canción título tiene arreglos fabulosos, de formas vagamente orquestales o manieristas. El disco empieza a desplegar sus alas y “Codes and keys” puede que sea una de sus piezas más relevantes.

3. “Some boys”: No nos bajamos del estilo más vivaz y “Some boys” de hecho sube algo la apuesta. Es una de las canciones más inmediatas y sugerentes del lp. De buen gancho, sencillez y efectividad. A ratos es quizás una de mis favoritas.

4. “Doors unlocked and open”: Es momento de dejar el sonido más optimista y pop, y apostar por un sonido que sin dejar de ser vibrante, apuesta por un rictus más serio. Con unas líneas de ritmo que podrían tomar sus influencias de los Joy Division menos obtusos, “Doors unlocked and open” vira hacia un ejemplo de canción con brío y que desemboca bastante bien, en una subida de intensidad patente, notable y correctamente ejecutada.

5. “You’re a tourist”: ¿Qué les voy a contar de la canción que me abrió a este disco? “You’re a tourist” es una canción compuesta melódicamente sin mácula. Tiene un desarrollo sencillamente fabuloso, con unos acordes de guitarra eléctrica tremendamente acertados y de potente magnetismo. El videoclip, de luces y travellings psicodélicos, no es que sea muy original, pero no queda nada mal. Es curioso que una canción que no tiene un estribillo claro (más bien lo es la primera estrofa), funcione tan bien. Hay un momento de reflexión a mitad de pista que tampoco desentona para luego afrontar el tramo final, donde el decaimiento instrumental de los instrumentos mantiene la nota media alta de la composición.

6. “Unobstructed views”: Volviendo al sector menos potente del disco, “Unobstructed views” es una pieza de recogimiento, sosegada melancolía y aspecto reflexivo, en la que hay apuntes y matices sonoros que son dignos de reparar en ellos. Puede quedar algo sepultada en las primeras escuchas por ser la sucesora en el track list de la mayestática “You’re a tourist”, pero esta composición casi instrumental (hasta la mitad no entran las voces), es merecedora de valorarse bien.
7. “Monday morning”: Del cierto y lejano tono trascendental de “Unobstructed views”, pasamos a “Monday morning”, un pop facilito, no muy acelerado, que nos permitirá afrontar capítulos memorables en siguientes pasos. Esta canción es sibilina y sencilla, pero tiene también su gancho y termina captando bien la atención sin necesidad de desplegar excesivos alardes. Menos aquí resulta más.

8. “Portable television”: Con sus notas de piano en sonido continuo, “Portable television” da lugar junto a la previa “Monday morning” a un sector o combo algo naif, pero ciertamente encantador dentro de “Codes And Keys”. Se hace uso del recurso de los coros para darle algo más de empaque y se va sumando algo de instrumentación a medida que avanza la pista, casi sin que nos demos cuenta de ello.

9. “Underneath the sycamore”: He aquí mi favorita del disco, si dejamos de lado a “You’re a tourist”. Para mi gusto, “Underneath the sycamore” es la canción más atinada y accesible del disco. Melodicamente es perfecta. No hay aquí lugar para arreglos y matices sutiles, pero dentro de una elegancia y caballerosidad se maneja fabulosa, con un estribillo de fácil recuerdo que incluye su propio título.

10. “St. Peter’s cathedral”: Personalmente, después del gustazo sonoro que siempre me supone la escucha de “Underneath the sycamore”, la íntima y algo triste en su sonido “St. Peter’s cathedral” me pilla a contrapié. Es quizás uno de los “peros” que le pongo al disco en su orden, que no a la canción, la cual creo que hubiera quedado mejor simplemente permutando el orden con la predecesora. Es una composición trascendental y de atmósferas sentidas que nos acerca al inminente final de la obra.

11. “Stay young, go dancing”: Death Cab For Cutie deciden poner punto y final con un folk floreado y muy luminoso con “Stay Young, go dancing”. En cierta forma, es una buena orden o consejo el que nos da la banda con este título. Además, el carácter tan amable y amistoso de la pista creo que ayuda a terminar la obra bien, quitando hierro al asunto, ya que “St. Peter’s cathedral” sería demasiado densa para haber cerrado el conjunto.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Pues ahora, lo mismo que en la intro. Ni idea de cómo funcionó (más allá de que aquí en la tv que tenemos de emisión de videoclips sí que llegó), ni de lo que el grupo hizo después, ni nada de nada. Lo dicho, para más información genérica de Death Cab For Cutie vayan a otros lugares.

Aquí, en estos últimos párrafos solamente voy a exponer mis reflexiones personales y conclusiones sobre este más que válido lp. Les dije que será desde 2013 o así que lo tengo y lo llevo escuchando. Dirán ustedes, que sí que he tardado en ponerme con él. Y es que la cosa es que lo he escuchado al aire libre y en largos paseos que por unos u otros motivos me doy en solitario por la ciudad en la que vivo.

El caso es que “Codes And Keys” no es un disco de fácil asimilación, y menos en lugares externos. Hay algunas pistas que sí permiten su disfrute en el aire libre, pero otras son más dignas de escucharlas en casa, con recogimiento y buenos alimentos.

Estamos ante un lp que en sus 11 pistas tiene un tremendo equilibrio pasando por numerosos estados de ánimo. Hay ejemplos de pop de potencia, de pop sencillo, de folk, de experimentalismo, de psicodelia, de recogimiento. Vamos, que tienen donde escoger. Solamente le pongo el ligerísimo punto de mejora en que yo personalmente hubiera cambiado el orden de la canción 9 y 10 entre ellas.

Les prometo que cuando tenga más tiempo, accederé a conocer más (tanto de su historia como de su música) de Death Cab For Cutie, y quizás dentro de un tiempo les pueda hacer un post de otro de sus discos comentándoles algo más de la banda al respecto, pero es lo que tiene que uno guste de ser sincero y no confeccionar este blog a base de copiar información general del grupo del que hable porque sí.

Evidentemente, la información la consigues al leer otros lugares o libros, o escuchar programas de radio, etc., pero como no ha sido mi caso, tras casi 10 años de actividad de “DMR” he tenido a bien hacer un post en estas condiciones: sobre un disco que conozco muy a fondo, de una banda de la que apenas sé nada aparte de la notable obra discográfica que hoy les he propuesto.

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