Véase en este artículo, por si no queda lo suficientemente claro, un matiz claro de denuncia ante la situación precaria de Madrid en el nivel internacional de cara a los artistas musicales de primer nivel. Como Lady Gaga, por mucho que recuerde con cariño aquella actuación que tuvo que doblar en el club Ocho Y Medio en los tiempos promocionales de “The Fame” en la capital, no aparece por Madrid ni a tiros (ni en la gira de “Born This Way” ni en la de “Artpop” ha venido), vimos la posibilidad de ver algo parecido en nuestra semana de vacaciones en Ibiza; ya saben que aquí hace tiempo que confesamos nuestra debilidad por Lady Gaga, por mucho que ello nos haya restado credibilidad ante los ojos de muchos.
Paseando por el paseo marítimo de Es Canar, municipio en el que estuvimos alojados, vimos que en el pub Charlie’s se anunciaba una actuación de una artista que tributa a la señorita Germanotta. Por lo visto tenía que hacerlo bien, ya que en el cartel promocional había citas a la propia Lady Gaga y su equipo de management que hablaban en positivo de Donna Marie, que es el nombre artístico de la cantante que tributa a la autora de “Poker face”.
Vimos el anuncio del show al poco de llegar a la isla y se llevaría a cabo un par de días antes de que nos marcháramos. Durante nuestra estancia en la isla, entre viajes en coche escuchando “Come Into My Life” de Gala y “Actually” de Pet Shop Boys (futuros discos a comentar en el otoño, ya se lo anticipo) viendo carteles que anunciaban que el día 19 actuarían Spandau Ballet en Sant Antony de Portmany y otras cosas, fui madurando la posibilidad de que nos pasáramos a ver el show de Donna Marie. Finalmente decidimos tomarnos algo en el local y ver la actuación la noche de marras.
Comenzó la actuación y estábamos en la barra del fondo del local frente al escenario. En una de esas veces que me fui por los laterales para sacar alguna foto, vi que había una mesa libre en 2ª fila y para allá que fuimos. Donna Marie se presentó en el escenario con la peluca azul de la era de “Born This Way”, botas altas acordonadas y un body muy a lo Gaga de su 3er. disco de estudio. No obstante, abrió el show con “Just dance”, donde ya demostró solvencia a la hora de imitar la voz de la original.
En sus coreografías no se exigía tanto como la verdadera Lady Gaga, pero los pasos característicos sí que los daba y bien dados, como fue en el caso de “Bad romance”, que es de los temas con más reconocimiento de baile dentro del imaginario de Lady Gaga. Donna Marie seleccionó, haciendo memoria, además de las ya citadas “Marry the night”, “Telephone”, “Marry the night”, “Judas”, “Born this way” y “The edge of glory”. Se pasó por el arco del triunfo “Artpop”, del cual no rescató ni “Applause” ni nada (me hubiera gustado ver cómo hubiera hecho el “Do what u want”; una pena).
Hizo un parón tras el cual regresó para cantar parte de las canciones de la banda sonora de “Sonrisas Y Lágrimas” (desconozco si Lady Gaga ha hecho eso alguna vez o si es que Donna Marie ha formado parte del reparto de dicho musical en alguna ocasión), y para este momento salió con un vestido blanco y puro que rompió con la estética arriesgada de Gaga (vean la foto de aquí abajo). Luego, acto seguido se quitó el vestido blanco y con una chupa de cuero sobre el atuendo anterior terminó con otros 2 temas de Lady Gaga, que no recuerdo bien si fueron “The edge of glory” y “Born this way”.
Estuvo unos 35 minutos Donna Marie sobre el escenario de Charlie’s y nos entretuvo bien. No tiene mala voz, pero si nos ponemos a comparar su tono con el de la original Lady Gaga (la cual siempre he dicho es una grandísima cantante, con una gran voz), palidece. Le echo en cara que para los más fans como nosotros no hubiera metido algún tema más arriesgado del repertorio como “Scheibe” o “Paparazzi”, y también es feo que dejara completamente marginado a “Artpop”. No obstante, me lo pasé bien y me gustó asistir. A falta de que Lady Gaga venga a Madrid algún día de estos, es lo más a mano que tuve (a no ser que algún día si visito Roma, París o Londres, también dé la casualidad de que Lady Gaga esté por allí en esas fechas; no suelo desplazarme por conciertos fuera de Madrid, la verdad).
Es una vergüenza que Madrid sea ninguneada por Arcade Fire, Madonna, Pet Shop Boys, Katy Perry o la propia Gaga en sus últimas giras. Y ya si nos ponemos con U2 es simplemente vergonzante para Madrid que Barcelona vaya a tener 4 fechas y la capital ninguna. Esto es lo que nos queda a los madrileños: una ciudad que en su día estuvo en la cabeza de la cultura internacional y que a día de hoy es ignorada.
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