ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Seguimos con Morrissey, tras haberles contado no hace mucho su peripecia en directo en Madrid en su actual gira. Hoy toca meternos de lleno en el fabuloso último disco que el artista de Manchester ha editado.
Normalmente cuando Morrissey vuelve tras un periodo superior a 5 años sin nuevo material, suele dar en el clavo. Lo podemos establecer como norma tras ver su retorno en 2004 con “You Are The Quarry” desde 1997 y confirmar ahora el hecho con “Word Peace Is None Of Your Business” desde el correcto “Years Of Refusal” de 2009. Nos sorprendió Mozz hace unos meses cuando se atisbaba la posibilidad de la edición de un nuevo disco tras estar mucho tiempo sin contrato discográfico ni nadie que le quisiera en la decadente industria de la música. Si a eso le sumamos sus problemas de salud de los últimos tiempos, la sorpresa era si cabe mayor.
El caso es que Mozz tenía cosas que contarnos (al igual que dijo al comienzo de su actuación en Madrid hace unos días atrás) y esta vez con bastante acierto. No es que “Ringleader Of The Tormentors” o “Years Of Refusal” fueran malos discos, pero el caso es que bajaron algo el nivel respecto al aclamado “You Are The Quarry”.
El caso es que considero, tras un generoso número de escuchas, que “World Peace Is None Of Your Business” es si cabe mejor trabajo que el disco de una década atrás. De acuerdo, digan lo que ustedes quieran, que son libres para ello, pero esto es cuestión de gustos y yo hoy (como siempre), intentaré justificarles los míos.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “World peace is none of your business”: Un lp que comienza recordándome inevitablemente a mi disco preferido del artista, “Vauxhall And I”, ya me invita a pensar que la cosa va bien encaminada. Y es que noto un paralelismo brutal entre la canción título que abre el disco y el “Now my heart is full” de 20 años atrás. Estamos ante una canción llena de emoción, cantada por Morrissey con brutal delicadeza y una fuerza y ampulosidad más que notable. Sin duda una buena forma de comenzar el disco.
2. “Neal Cassady drops dead”: Ahora los aromas me recuerdan a “Maladjusted” con la cáustica y rockera “Neak Cassady drops dead”. Hubiera cuadrado muy bien en el divergente en opiniones disco del año 1997. Puede ser considerado como un tema de cierto relleno (por ejemplo, Alfredo Morales, seguidor de Mozz, me ha comentado que no es de su agrado), pero en todo caso creo que dentro del conjunto queda muy bien.
3. “I’m not a man”: De un momento ciertamente rock pasamos a un tema intenso y oscuro que es “I’m not a man”, donde Morrissey vuelve a afilar su pluma en la letra escrita. Me da por pensar que esta canción, con notable sector de coros desaforados en el tramo final, es de las favoritas del artista, sobre todo por el momento tan destacado y por cómo la interpretó en su concierto madrileño. Es de esas composiciones que tardan en entrar y que en las primeras escuchas quizás no agraden mucho. Tras un número suficiente de escuchas a mí al menos me ha terminado por sonar bastante bien.
4. “Istanbul”: Quizás uno de los mejores momentos del disco sea “Istanbul”. En esta canción de cierta reminiscencia árabe (más allá de la evidencia de su título) demuestra un Morrissey excelso en lo compositivo (nuevamente bien acompañado, con mucho apoyo de Boz Boorer, como en sus mejores tiempos). Es una canción de gran potencia, con posibilidad de ser single si se lo plantean. El estribillo es soberbio a la par que bastante sencillo. Con detalles como “Istanbul” se puede medir el buen estado de Mozz en lo que a nuevas canciones se refiere.
5. “Earth is the loneliest planet”: Quizás el momento que menos me convenza del disco hasta ahora es “Earth is the loneliest planet”. Peca de repetitiva y sobre todo creo que le sobran mucho los coros del tramo final. Sin ser horrenda, es un momento que no aporta demasiado, a pesar de que en su inicio, al comenzar con estribillo, levanta un interés que al menos a mí se me termina por apagar tras escucharla completa.
6. “Staircase at the university”: Creo que Mozzer hacía tiempo que no trataba la educación en sus composiciones. Con la luminosa “Staircase at the university”, aunque no se mete en tanta harina como en momentos como “The headmaster ritual”, sí que nos concede un guiño agradable a su sonido más añejo. Por sus reminiscencias y por buenos detalles instrumentales, tales como unos bonitos acordes de guitarra en el tramo final, resulta un pasaje agradable dentro del disco.
7. “The bullfighter dies”: Aquí escribe uno que ni es taurino, ni antitaurino, ni todo lo contrario. Quizás lo que no me guste o me parezca horrendo más que las corridas de toros son los toros embolaos (esos eventos en los que al pobre animal le ponen bolas con fuego en la cornamenta). Pero que no sea una cosa u otra no quita para que diga que “The bullfighter dies” sea la peor canción del disco. La melodía es cutre de cojones y el estribillo suena infantiloide y plano. No sé qué dice Mozz de “Gaga en Málaga”; ya es mala leche que me envíe a la Germanotta a Málaga sin pasar por Madrid la muy perra. Con todo, he de reconocer que en directo en el concierto me gustó mucho más que en estudio.
8. “Kiss me a lot”: Otro single potencial es “Kiss me a lot”. Es una canción directa, con fuerza apoyada en sus arreglos de metales de viento. Es de las canciones que más fácil se quedan de “World Peace Is None Of Your Business” y lo hace de forma permanente. Podría tratarse por tanto del momento de pop más accesible del disco, con el que Morrissey quizás pueda cazar nuevos adeptos para su causa musical.
9. “Smiler with knife”: Única en su concepción, lenta, con cierta oscuridad y misterio, “Smiler with knife” supone un giro sonoro notable en el disco. La diversidad sin exageraciones dentro del lp está resultando a Morrissey y con esta pieza consigue otro momento de bastante personalidad del disco.
10. “Kick the bride down the aisle”: Toca ahora solemnidad y seriedad de la mano de “Kick the bride down the aisle”. Esta canción tiene arreglos de toque clásico y orquestal que le conceden elegancia. El ritmo pausado y tajante de Morrissey hacen el resto para ofrecer al disco un pasaje bastante sesudo.
11. “Mountjoy”: “Mountjoy” tiene su principal problema en pasarse algo de duración. Su sensación luminosa, con apoyo claro en la guitarra acústica, es bastante acertada. No destaca por disponer de un estribillo notable ni otras cosas, también hay que decirlo.
12. “Oboe concerto”: Termina el disco con “Oboe concerto”, la cual desconcierta en sus primeros momentos con esos sonidos electrónicos. Sin embargo, la canción adopta un cariz que nuevamente nos trae sensaciones familiares a los seguidores de Mozz, ya que su medio tiempo y cierto tono irónico nos puede evocar a muchos temas de su discografía. Parece que Mozza ha buscado jugar con nuestro subconsciente a base de recuerdos y la verdad es que el tiro le ha salido bien.
Bonus tracks.
13. “Scandinavia”: Los bonus tracks están a la altura del disco o incluso pueden superarlo. Personalmente y sobre todo en las primeras escuchas en lo que más me gustó. Por tanto, recomendamos encarecidamente que se compren la edición deluxe, que merece mucho la pena. Comenzamos con un ejemplo de solemnidad y ampulosidad con “Scandinavia”. Morrissey se muestra quizás de la forma más exagerada al micrófono en lo que llevamos de disco. No es un mal inicio de propinas.
14. “One of our own”: La melodía de teclado inicial de “One of our own” ya nos indica que esto va a sonar bien. Pasamos de lo grandilocuente a lo íntimo y misterioso. Aquí vuelve a verse el gusto de Mozz por los gangsters claramente. Me encantan los parones sigilosos de Mozz en varios momentos de la canción. Sin duda otro temazo y que podría estar con justicia en el track list principal de “World Peace Is None Of Your Business”.
15. “Drag the river”: Morrissey ahora nos ofrece un medio tiempo de bonita y delicada factura llamado “Drag the river”. Es otro de los pasajes que más aprecio del nuevo disco en su formato deluxe. Cambia mucho el sentir respecto a su predecesora, pero tiene un toque muy especial en el giro al estribillo. Músicamente también está llena de buenos detalles en forma de notas o acordes que saben atinar en el momento adecuado. Una clara joya oculta dentro del disco.
16. “Forgive someone”: Vuelvo a apoyarme en paralelismos para justificar gustos. Adoro la suavecita y pop “Forgive someone” ya que me recuerda mucho su sentido al de la gloriosa “I don’t owe you anything”. Es una de esas canciones nada pretenciosa, en formato de medio tiempo, que Mozz ha sabido de tanto en tanto facturar con genialidad en su historia. Para mí es otro de los ejemplos del disco que me ayudan a poner en alza el nuevo producto de Morrissey y otro pasaje que se podría haber metido en el track list principal.
17. “Julie in the weeds”: Con “Julie in the weeds” se completa una suite de 3 temas que me ha dejado personalmente encandilado con el nuevo disco. Me gusta mucho ese Morrissey o aquellos Smiths que se mueven en estos compases. En esta pieza tenemos bonitas estrofas, estribillo algo más intenso y un final de canción que quizás pueda abusar de delicadeza, pero que personalmente me parece una maravilla.
18. “Art hounds”: Morrissey termina con frenesí, el que nos reporta sin reserva alguna la acelerada “Art hounds”. Sobre todo esta sensación viene de la mano de su machacón y obsesivo estribillo, donde casi vemos a Mozz desesperado al micrófono repitiendo ese “te veré”. Muy buena canción de cierre, ¿por qué? Porque te deja con ganas de más y no te da la impresión de que ahí pueda terminar la cosa. Pues sí acaba la música. Habrá que esperar a la siguiente para más.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Triunfo compositivo, tibieza mediática y de ventas y desastre discográfico. A grandes trazos serían las conclusiones que no encuentro. Claramente el disco es de lo más atinado de Mozzer en mucho tiempo. Igual que dije que tras los parones Morrissey parece que siempre acierta, escribiendo el artículo más bien diría que en los años que terminan en “4” es cuando da en la diana (véanse “Vauxhall And I” de 1994 y “You Are The Quarry” de 2004).
El problema es que en los medios no ha trascendido mucho, aunque aquí, cuando se acercaron sus actuaciones en la península (donde esta vez no hubo cancelaciones), se anotó unas afiladas e incisivas entrevistas (por ejemplo en El Mundo declaró que el anterior monarca Juan Carlos I debería estar en la cárcel por cazar elefantes) y por otro lado lo de “desastre discográfico” viene asociado a que al poco de publicar el disco ha vuelto a quedarse sin contrato discográfico porque le echaron de la compañía, en teoría por no estar de acuerdo con sus declaraciones públicas precisamente.
Todo esto nos genera una incertidumbre, sobre todo si le sumamos los confesados o reconocidos problemas de salud que Mozz ha tenido últimamente. Veremos qué sucede. De momento podemos quedarnos contentos tanto por el nuevo disco, aunque su portada perruna no es de las más acertadas de su trayectoria, como porque en esta gira Morrissey, al fin, decidiera dar un concierto en Madrid, aunque se demostró que por aquí no tiene ya demasiado tirón (o no tanto como para atreverse con un Palacio de los Deportes). El presente es bueno. El futuro ya lo veremos.
La próxima semana habrá el 2º programa de radio de nuestra 6ª temporada. Será a las 16.00h en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). Pronto desvelaremos sobre qué trataremos. De momento esta semana podrán escuchar el sábado a las 16.00h y el miércoles a las 23.00h en dicho dial la repetición del primer programa de esta nueva temporada que dedicamos a Of Monsters And Men y su debut “My Head Is An Animal”.
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