Un domingo siempre es un día jodido para la celebración de un concierto (siempre y cuando el lunes no sea festivo de ámbito nacional). Por esa idea preconcebida y por el panorama que presentaba la sala Costello a las 21.25h del pasado domingo, pensé que el concierto de presentación en Madrid del debut discográfico del proyecto del músico canario Tomás Hernández, Tom’s Cabin, podría ser un fracaso de audiencia. Por fortuna, me equivocaba y, aunque fui el primero que llegué a la Costello (de hecho servidor parecería un fantasma en aquel momento de vacío del local, ya que saludé al dj que estaba en su cabina y el menda no me dijo ni “hola”), a los 20 minutos, el local estaba hasta los topes. En esos instantes, Tom’s Cabin, con su formación de cuarteto en directo, pisaba el escenario de la céntrica sala madrileña. En la siguiente foto les vemos afinando unos minutos antes de que salieran definitivamente a escena para arrancar con el concierto.
Pasé el domingo interiorizando el disco de debut para no ir al concierto más perdido que un burro en un garaje. Hasta el día del concierto, solamente había escuchado unos pocos segundos de uno de sus temas en el anuncio del que ha dispuesto el grupo en Kiss Tv en los últimos meses; un recurso éste, que se ha muestra como un efectivo medio de difusión y propaganda en la presente era del panorama musical patrio. Me dio tiempo durante el domingo a darle al menos 4 repasos íntegros a los 33 minutos de duración del disco homónimo de Tom’s Cabin, 2 por la mañana y 2 por la tarde, antes de partir hacia el centro en tren de cercanías. Me transmitió una calma y sensaciones muy agradables, acordes con el día tan bueno, meteorológicamente hablando, que tuvimos el día del concierto.
Llegamos con la citada puntualidad ya comentada antes, puesto que el comienzo estaba fijado para las 21.30h. Por cierto, se agradece mucho a Tom’s Cabin que, saliéndose de la triste norma del retraso exagerado en el comienzo de muchos conciertos, a las 21.45h comenzaran con su repertorio. Tomás Hernández, en su directo al frente de Tom’s Cabin, se acompañó en escena de Iñaki de las Cuevas y Pablo Cebrián en las cuerdas (se alternaron bajo y guitarras en varias ocasiones) y de Carlos Barrera en la batería (el cual también se agenció el bajo en uno de los temas sentado desde su batería). Es importante destacar que Pablo Cebrián ha sido el productor del disco y de alguna manera quien ha sido el mentor de Tomás Hernández a la hora de desarrollar Tom’s Cabin como proyecto musical. Precisamente, abajo un plano protagonista del señor Cebrián.
Comenzó el grupo con “Hummingbird hawk-moth”, último single y último videoclip del grupo. Tom’s Cabin completaron más de una hora de actuación, sin necesidad de relleno innecesario, como en clave de humor comentó el propio Tomás, a la hora de dirigirse al público, la obligatoriedad de cumplir al menos una hora de actuación para que la gente pudiera percibir que la entrada y su precio le ha rentado o cundido. A continuación el músico Iñaki de las Cuevas.
Dentro de esa hora repasaron, por lógica, de comienzo a final, aunque no con el mismo orden del disco, todo el lp. Tom’s Cabin presentaron incluso un tema nuevo, de título “Halloween”, bastante destacable. Para completar el repertorio, nos regalaron 3 versiones, incluyendo la versión de Metallica “For whom the bell tolls”, la cual sirvió para que el grupo se despidiera del escenario antes de retornar para los bises.
El bis estuvo perfectamente diseñado, incluyendo un tema muy bonito del primer disco de Tom’s Cabin como es “Song in my head”, el cual ya nos habíamos percatado en nuestro escrutinio particular que íbamos realizando, que aún faltaba por sonar; no en vano, es uno de los capítulos del primer disco de Tom’s Cabin que más nos agrada. Con esta pista se inició la propina, para rematar y terminar el concierto por todo lo alto con el tema más conocido del grupo, aquel que ha sido sintonía de ese anuncio en Kiss Tv que antes he mencionado, que no es otro que “The brave”. Sonó intensa, con su irresistible mezcla de folk y toques country a partes iguales. A muchos agradó si cabe más el final en sí con una versión de Paolo Nutini de su tema “Jenny don’t be hasty”.
Personalmente del concierto nos gustó mucho el pasaje que protagonizó el tema “The forest”, el cual vino justo después de la primicia de escuchar el nuevo tema “Halloween”. Fue notable la intensidad que mostró esta pieza en varios de sus pasajes. Y es que ese es uno de los aspectos que marcan el directo de Tom’s Cabin: la alternancia entre lo íntimo y sensible y el arrojo y el nervio. Pudimos ver a Tomás Hernández moviéndose con soltura y sin contrastes chocantes entre estos 2 perfiles. Cierto es que hay canciones que se prestan más a un perfil que otro, como por ejemplo la calma y mesura que se pudo percibir cuando se interpretó “Am I your son?”, una de las canciones que más se quedan en la retina tras las primeras escuchas del disco. Sin embargo, otros momentos, como la citada “The forest”, permitían diferenciar partes de notable diferencia de intensidad y recogimiento.
También hubo lugar para la sensualidad y la capacidad de seducción que imprime Tomás al interpretar “Olivia”. Esa oda dedicada a detalles del físico de dicha musa de color castaño. ¿Quién sabe si la auténtica Olivia era una de las muchas chicas guapas de aspecto indie que acudieron a la Costello a ver a Tom’s Cabin? La siguiente imagen muestra uno de los momentos de arrojo e intensidad que protagonizó Tomás Hernández.
El concierto de presentación del debut discográfico de Tom’s Cabin en Madrid fue un éxito. Creo que hasta la fecha es el concierto que más fervor he notado en la sala Costello (y a esa sala ya he ido a unos cuantos, incluyendo el también muy exitoso que dieron Kuve hace un par de meses rodeados de artistas invitados). La acústica de la sala Costello es con total seguridad uno de los puntos a favor de este local a la hora de poder disfrutar de un concierto. Al igual que el disco se nota pulido y bien tratado, Tom’s Cabin sonaron realmente limpios en directo y salvo algún pequeño fallo técnico de petardeo en alguna fase en los bises, todo sonó razonablemente bien.
Se apreciaba al finalizar la actuación, cuando el propio Tomás Hernández, tras despedirse del escenario, retornaba para ofrecer el disco a todo aquel que lo quisiera comprar, que la gente que desafió a la siempre agreste noche de domingo para acercarse al concierto, quedó satisfecha. Nosotros no tuvimos tiempo para más y al término salimos escopetados para retornar al municipio de Torrejón de Ardoz en transporte público más allá de las 23h, lo cual es una aventura tremenda con la frecuencia de paso de los metros y de los jodidos autobuses que dan servicio al Corredor del Henares. Todo con la perspectiva de un lunes madrugador por delante en mitad de este periodo del año tan “cojonudo”, desierto de alguna puta fiesta que nos permita descargar tantas semanas laborales de 5 días seguidos.
Para nada nos arrepentimos de acudir al concierto de Tom’s Cabin en la sala Costello. Fuimos testigos de una actuación muy bien llevada, muy bien interpretada y con una sala en la que cabía poco más que un par de personas más si acaso, lo cual siempre ayuda a que la sensación de buen concierto se acreciente por el ambiente que lo rodea. Terminamos agradeciendo a Cookie de Promociones Sin Fronteras, a la cual saludamos apresuradamente cuando nos marchábamos de la sala, que nos tuviera en cuenta para poder informar de esta actuación.
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