Volviendo a vivir la experiencia que ya estrenamos meses atrás, gracias a una idea de Juan Ceñal/Ordago13 de “10 Historias 10 Canciones”, esta semana volvemos a proceder al intercambio de colaboraciones con otro blog; recordarles igualmente, que aquel al que le apetezca y se atreva, está invitado a hacernos la propuesta de intercambio. En este caso, hemos procedido a intercambiar colaboración con el blog “En Bromerio”, un blog muy variado y de una notable calidad literaria en sus artículos, en el cual puedes encontrar post de muy diversa clase; no en vano, en los Premios 20Blogs participa en la categoría de blogosfera, que es una especie de cajón desastre. El significado de su nombre, a grandes trazos sintetiza la esencia del mismo: medio en broma, medio en serio. Existe lugar a la crítica, a la historia y también a cierta ironía que le da un toque especial. Hoy será su titular Nat, quien venga a traer al blog a un artista que a día de hoy difícilmente pasaría por “Discos, música y reflexiones”, debido a que un servidor anda un poco pez en su vida y milagros: el grandísimo Ray Charles. Nos presenta uno de sus primeros trabajos “Yes, Indeed!!” de 1985. Se agradece especialmente que este artículo cubra esa laguna que a día de hoy figuraba en el blog.
Esta semana, por tanto, no hay artículo de revisión de disco al uso por mi parte en el blog (más allá de la propina de crónica del concierto de Hombres G en las fiestas de Alcalá de Henares), y la entrada de intercambio la podrán leer en el enlace que les dejo a continuación: http://enbromerio.blogspot.com/2010/09/discos-musica-y-relfexiones.html. Me ha dado por hacer un análisis de algo que tiene su parte de broma y su parte seria, para estar acorde y seguir la lógica de intercambio de colaboración. He decidido tributar al excelente y simpático videoclip de la canción “Down under” de Men At Work, dedicándole una entrada especial en esta colaboración que hemos llevado esta semana con “En Bromerio”. Espero que se pasen por el blog de Nat, para que además de leer el post de un servidor, echen un ojo a su trabajo, pues merece la pena. A continuación, les dejo con las palabras y la revisión realizada por Nat. Confío en que les guste.
“Ray Charles el genio de Georgia que me cautivó con su gran canción “Hit the road”. Probablemente una de las mejores canciones de la historia. Aprendí a tocar hace años el piano, algo básico, que me permitió dar mi primer concierto con una banda que hacíamos versiones sin ningún tipo de profesionalidad. Sigo sin tener ningún tipo de profesionalidad y casi sin tocar… Pero aquella vez, elegir temas como éste le dio una calidad que jamás hubiera imaginado. Una simpleza que sólo saben hacer las personas extraordinarias. Seguí escuchando sus canciones, me leí su biografía y cuando volví a escuchar “Hit the road” lloré. Ahora estaba más cerca de sus sentimientos, de su vida. Un niño que vio la muerte de su hermano y que a los 7 años se quedó ciego. Ese mismo niño que aprendió a tocar el teclado en la tienda de su vecino Pit y que después marcharía sólo a un colegio interno durante años donde estudiaría música. Su madre con la preocupación que fuera independiente, fue duro con él y le instó siempre a valerse por sí mismo. El mundo le estaba esperando. Cuenta que jamás tuvo perro ni usó bastón y dice que llegó a conducir. El mismo Ray Charles que imitaba a Nat King Cole en una época llena de racismo. Teniendo en cuenta que tiene editados más de 40 discos me ha sido muy difícil saber de cuál podría hablar. Aún así creo que todo lo que diga será poco para un genio como él y que en algún momento flaquearé, porque es realmente difícil, pero ha sido bonito intentarlo con alguien que no sólo me ha hecho disfrutar con su música sino también aprender con su vida y su grandeza. Ese mismo Ray que confesó sus miedos y sus inseguridades y que me enseñó que hasta las personas tan seguras de si mismas y que han llevado el concepto del éxito a lo más alto también sufren debilidades y que creer en ti puede hacer que consigas lo que te propongas…
El disco “Yes, Indeed!!” es un disco básicamente lleno RB y soul publicado en 1958 por la discográfica Atlantis. Esta fue la época en la que se trasladó a Seattle y estuvo enganchado a la heroína durante 17 años. Comienza con el tema “What would I do without you?”, sonando el piano con una cadencia de tres notas y un soul en su voz que nos recuerda lo que toda persona que alguna vez haya estado enamorada habrá sentido porque ¿qué haría yo sin ti? Empieza a sonar el saxo y así comienza el segundo tema “It’s all right” acompañado de un grupo de coristas llamadas The Raelettes que hace una canción de lo más sugerente y sensual que propone a las mejores noches de amor. Ray Charles aportó el verdadero estilo soul, la mezcla del góspel y del blues, de lo religioso y lo profano y haría un estilo único indiscutible. “I want to know” es la tercera canción que conforma este álbum siguiendo la estela de la anterior que en sus matices nos acerca a un estilo más blusero. “Yes, Indeed!!” es el tema que le da nombre al disco con un ritmo más animado que empieza a darle baile al disco. Excelente es el sólo de trompeta a la mitad del tema que nos demuestra el elenco de músicos con calidad que por aquella época llegó a reclutar. “Talking about you” nos lleva de la mano del swing para decirte lo mucho que hablo de ti y de cómo me amas, de cómo te amo. Porque Ray Charles es música pero en su vida también fue amor y desamor. Se casó dos veces y tuvo 9 hijos con 7 mujeres. “Swanee river rock” nos sumerge en un río de nostalgia como si recordara en la época que casi no tenía para comer y el dinero se lo gastaba en discos e imitaba a James Brown y Nat King Cole, cuando aún le quedaba mucho camino por hacer.Un excelente blues es “Lonely Avenue” que junto a “Blackjack” y “The sun’s gonna shine again” hacen de ellas las canciones más bluseras y negras de todo el disco. “I had a dream” nos transporta a esos miedos que todas las personas tenemos cuando queremos a alguien. “I want a little girl” quizás sea la canción que mejor nos refleja los deseos del hombre, a la inocencia y al placer de tener lo puro y bello en el estado más ideal. Maravilloso es el piano que con sus manos golpea para hacer sonar “Heartbreaker” con una escala blusera a ritmo de swing que nos recuerda a Charles Brown. Y nos despide este disco de nuevo con las Raelettes y buen acompañamiento de vientos en “Leave my woman alone”.
Espero no haber aburrido mucho y tampoco haber metido demasiado la pata. Ha sido un placer poder formar parte de “Discos, música y reflexiones”. Espero que surja otra oportunidad para repetir. Porque detrás de un gran blog, como es éste, no me cabe duda que se encuentra una gran persona como es Victor…”
5 comentarios:
Hola, bueno acabo de publicar tu artículo... con unas horas de retraso... pero ahí lo tienes
Muchas gracias por todo, ha sido genial...
Felicitaciones a ambos!! Vengo del blog de Nat, ¡¡muy buen intercambio!! MUy bueno! Muy en serio!
Saludos
Algún día tengo que probar, pero me da miedo no estar a la altura.
Por cierto, genial entrada, felicidades al autor. Ray Charles, un músico que hay que recordar.
Un abrazo
No te preocupes, Nat, no sólo no has aburrido sino que tu semblanza es muy bella: nos has recordado que hasta el más genial de los artistas es una persona, con todo lo bueno y lo menos bueno que ello implica. Como bien dices, todos tenemos miedo...
Sería muy lindo poder escuchar aquí I want a little girl como la has retratado :)
Felicitaciones por el intercambio ¡y que se repita!
Saludos, Paula
Nat, el retraso fue mínimo e insignificante, con lo que no hubo problema. Fue un placer realizar este intercambio. Gracias igualmente a ti por todo.
Los peque de la BiBliO, celebro que os haya gustado. Sed bienvenidos al blog!
Serreina, por supuesto que estarás a la altura; solamente con leer tu blog estoy completamente seguro de ello. La verdad es que Nat se lo ha currado y Ray Charles es un inmortal de la música sin lugar a dudas. Un abrazo también para ti.
Paula, nada que objetar a tu comentario. Esperemos efectivamente que se lleven a cambio más intercambios de colaboraciones. Yo, encantado.
A todos, gracias por escribir.
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