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sábado, 27 de febrero de 2010

1996 Matchbox 20 - Yourself Or Someone Like You

Digamos que hubo un tiempo, no hace muchos años, en los que el mundo de la música andaba revuelto, aunque inmersos en aquellos días no nos percatásemos de aquello. Mirando ahora en perspectiva, al menos a mí me da esa impresión. A finales de la última década del milenio pasado, la música moderna vivía un momento extraño.

No había grupo dominador claro. El género de moda era el trip-hop, que era un derivado muy elegante de la música electrónica, con un fuerte carácter nocturno. Los grandes buques insignia que habían dominado un par de años atrás, zozobraban (Blur, Oasis) y en consecuencia el brit pop se iba desmontando. Se podría decir que hasta muchas bandas válidas de aquellos días que empezaban a despuntar, parece que han seguido en un 2º plano debido a aquella convulsión; véase Travis. Digamos que la banda que aprovechó aquel desconcierto y revuelo, en el que hasta se torturaba a las vacas sagradas U2, Depeche Mode, The Cure etc., fue Radiohead y con merecimiento gracias a su innovador “Ok Computer”.

Podría afirmar que este jaleo y confusión no benefició a la banda que hoy homenajeamos: Matchbox 20. Este grupo, liderado por el guaperas Rob Thomas, surgió a mediados de los años 90 en Estados Unidos, lugar en el que todavía estaban con la resaca tan descomunal que dejó atrás el grunge (otro añadido más al clima raro musical de aquellos días).

Su carta de presentación a nivel mundial fue el single “Push”, perteneciente al disco “Yourself Or Someone Like You”, que revisaremos para esta semana, aunque dicha irrupción se produjo meses después del lanzamiento del lp. En aquellos días un servidor de ustedes tenía disponible a través del satélite televisivo comunitario la cadena Viva Zwei alemana, y he de decir que Rob Thomas y sus compañeros eran un grupo que tenía bastante difusión a través de dicho canal. También hay que puntualizar que los Matchbox 20 en España no terminaron nunca de calar muy profundo, pero sí que tuvieron más aceptación en centroeuropa como se puede ver con detalles como el descrito.

También hay que destacar la curiosidad de que el disco que les presentamos estuvo vivo, promocionalmente hablando, nada más ni nada menos que 2 años. Se editó en 1996, pero su promoción se alargó hasta bien avanzado 1998, que fue cuando terminó de eclosionar gracias a videos como los de “3 a.m.”, o primeramente “Push”. Por ello, podríamos decir que este disco es moralmente más bien de ese año que de 1996. De ahí su participación en esos días tan raros musicalmente hablando.

En aquellos días Rob Thomas, líder moral y principal compositor de la banda se rodeaba de Kyle Cook a la guitarra, Brian Yale al bajo, Paul Doucette a la batería y también estaba Adam Gaynor como guitarrista; éste último componente es el único que en la actualidad no sigue en la intermitente actualidad de Matchbox 20 al abandonar el grupo en 2005. Tras presentarles a la banda, pasemos a la música de hoy.

Uno de los principales éxitos del disco, aparte de las mencionadas “Push” y “3 a.m.”, fue “Real world”. Quizás sea mi canción favorita del disco y para empezar la obra no concibo mejor forma de abrir fuego que con un tema tan emocionante y rítmico. También se dispuso de un clip bastante chocante, del que quedó para la historia ese paseo de Rob Thomas atravesando las pistas de una bolera, llevando de una cuerda a un camello. La letra divaga sobre la disconformidad con el mundo que nos toca vivir y el eterno debate de si se puede hacer algo al respecto. Digamos que la letra no es el mayor valor de esta canción, sino más bien su melodía y lo bien que lleva Rob la parte vocal. Tras este gran tema, nos enfrentamos al primer single de la obra, la más rockera “Long day”. Aquí nos encontramos con un igual de enérgico quizás que la apertura de “Real world”, pero que no tiene ese componente emotivo que su predecesora en el disco desprende en sus notas. Rock independiente americano de finales/mediados de los 90 en estado puro en todo caso. “3 a.m.” es inaugura el lado más sentimental del disco, con un sonido más acústico. Preciosa pieza con un estupendo estribillo, sumamente pegadizo: “ella me dijo: son las 3 de la madrugada, y debo estar sola…”.Al fin y al cabo, lo que se ve en sus versos son las dificultades y vicisitudes de las historias de amor, que hacen que todo termine, simplemente termine. Sencilla, pero de enorme pegada y de lo mejor que han hecho los Matchbox no solo en este disco, sino en su toda su trayectoria. Se sigue sin levantar el pie del acelerador, pues ahora se dispone el punto de partida del éxito global de la banda en forma de “Push”. Una canción que en su estribillo alcanza una buena intensidad, aunque en sus otras partes, sobre todo al comienzo, se presenta más suave. Un estribillo más fácil y ramplón que el de “Real world” o “3 a.m.”, pero en definitiva eso es lo que se buscaba, que una canción del grupo pudiera establecerse fácilmente en la memoria del público. Y funcionó. También se grabó su video, con un Rob Thomas muy entregado y dándolo todo en su interpretación, para acompasar correctamente a ese estribillo con ese medio tono heroico. Se termina en un in-crescendo que ayuda a darle a la canción un remate final muy bueno. No es de mis favoritas, quizás debido a que estuvo sobreexpuesta en aquellos días, pero no se da el caso de que la odie ni nada por el estilo; sería un actitud tonta por mi parte. De la entrega y quizás ese toque menos alegre de “Push”, con esa rabia que se intuye en el estribillo, se pasa al corte más alegre hasta el momento “Girl like that”. Se trata de un tema rítmico, melódico, luminoso y que ayuda a la diversidad de sonido del disco: hasta el momento 2 momentos emotivos (“Push” y “Real Word”), una balada (“3 a.m.”) y un tema rock “Long day”. Pues ahora lo dicho, un medio tiempo pop/rock llevadero para incluso animarnos a bailar. Después de “Girl like that”, es turno para una joya oculta, como suelo decir. “Back 2 good” alterna parte de fuerte carga emocional en su melodía y otra más acústica y relajada. Rob Thomas a ratos resulta desgarrador al micrófono, como sucede a los 3 minutos y medio de duración. Se trata de uno de esos momentos perdidos en el grueso de los discos, que si no escuchan en su totalidad, se perderán; y una y otra vez les digo lo mismo: sería una verdadera pena. Por ayudar a dar a conocer canciones tan buenas como ésta existe “Discos, música y reflexiones”, tanto en su versión escrita como radiofónica, aparte de por otros motivos, claro. Los matices sonoros, como algunas leves notas de teclado suaves, por mínimo y casi insignificantes que puedan parecer, suman de forma inestimable a la canción.Vuelta a la misma historia de siempre… ahora me pregunto si “Damn” es la canción menos acertada de la obra, o si influye mucho el hecho de situarse a continuación de la excelente “Back 2 good” y en definitiva del núcleo tan brutal de las 6 primeras canciones. No sé, les dejo a ustedes que decidan y paso a la siguiente. En todo caso, su estribillo siempre me ha resultado quizás algo plano. “Argue” se mueve dentro de los terrenos más rockeros, como hizo en su momento “Long day”. Mucha intensidad y guitarra para cargar de intensidad los siguientes minutos. Supone igualmente un repunte respecto a “Damn”. “Kody” retorna a la parte más sentida de la obra. Rob y la máquina de sonido de Matchbox 20 se pone muy sentimental en esta delicada pieza, que contrasta más si cabe tras la potente “Argue”. Podría tratarse de la 2ª parte de “3 a.m.”, subiendo un par de niveles en la escala melancólica sonora. Otra vez fuerte contraste con la sucia y acelerada “Busted”. No obstante, este tema me gusta. Un poco de suciedad y un rock con ciertas notas glam se agradece. Existen hasta efectos sonoros como de predicadores por ahí que le dan cierto exotismo al corte. “Shame” vuelve al lado acústico y sentido de Matchbox 20. Rob Thomas y sus compañeros demostraron saber moverse muy bien en este disco en los medios tiempos de sonido melancólico y junto a “Shame” ya hemos visto hasta ahora unos cuantos buenos ejemplos. De hecho, el fin de obra es otra genialidad del sector emotivo del grupo. “Hang” en efecto se trata del momento más “desenchufado” de la obra. Un bonito epílogo, que destaca por los acertados sostenidos vocales de Thomas en el estribillo cuando dice “y siempre decimos, estaría bien marcharse algún día, pero si no hay nada que haga que cambien las cosas, si a ti te da igual, yo esperaré”.

Dejando a nuestro país de lado, “Yourself Or Someone Like You” fue un gran éxito internacional para la banda. Un excelente comienzo, que precisamente por ser promocionado en esos momentos convulsos de cambio e incertidumbre, en los que todo el mundo parecía estar perdido en el panorama musical, sin saber a dónde agarrarse, ha quedado enterrado en el olvido. De verdad, ¿nunca se han planteado echar un ojo atrás y ver el ambiente tan raro musicalmente hablando de aquellos días? Recuperar esta obra, me ha hecho ver las cosas con perspectiva y así lo creo. Aquella época la viví con plenitud de razón y conocimiento, y esta sensación que me queda a día de hoy.

Matchbox 20 editó 2 discos más, hasta que tras su disco “More Than You Think You Are”, sin que mediase separación oficial, la actividad conjunta de la banda remitiera considerablemente. Desde entonces tuvo lugar la marcha de Adam Gaynor, Rob Thomas ha volado por libre con algún disco en solitario, con un estilo mucho más impersonal que el que profesa con Matchbox 20 y se han producido pocos lanzamientos del grupo, más allá de algún recopilatorio con algún tema inédito que pasó de puntillas sin hacer nada de ruido.

Rob Thomas incluso con sus declaraciones me dio a entender en más de una ocasión que Matchbox 20 ya formaba parte de la historia y que el grupo estaba disuelto. Esta impresión estriba en que Thomas ha dicho en ocasiones cosas como que en los tiempos del disco que hemos revisado, estaba tan hasta arriba de todo que no recuerda nada de entonces y otras frases que destilan un mal recuerdo por parte del cantante de su pasado con la banda.

Para contradecir estas sensaciones y con motivo de confirmar si había mediado separación oficial del grupo, he visto que la banda anda trabajando conjunta para editar un nuevo disco este año. Sorprendente. Confío en que su nuevo trabajo de estudio, el primero desde 2002 con aquel “More than you…” que nos regaló alguna bonita pieza como “Unwell”, esté al nivel de sus 3 discos anteriores de estudio.

“Yourself Or Someone Like You” es un gran disco de la segunda mitad de los 90. Injustamente olvidado por la memoria colectiva, proponemos desde aquí esta semana que lo rescaten y pasen estupendos minutos de la mano de canciones tan buenas como “3 a.m.” o “Back 2 good”. Este trabajo, al igual que dispuso del chocante clip de “Real world”, también tiene una portada algo inusual con la fotografía de un orondo personaje con gafas y gorro para la lluvia en blanco y negro y en primer plano.

Quizás Matchbox 20 se hubieran merecido una mayor atención. O quizás no. Ustedes tendrán su propio juicio al respecto. Yo soy de la primera opinión. Cuando surgieron me llamaron la atención y siempre que veía en el precedente de Cuatro Tv, el antiguo Canal+, en sus espacios de los 40 Principales, los clips de nuevos singles de la banda, siempre eran motivo de satisfacción para mi.

Este álbum les supondrá una variedad de estados de ánimo y facturas sonoras que para nada les hará la escucha pesada. Disco fácil de encontrar a precio amigo. En mi día yo me hice con él en el extinto y mítico “Madrid Rock” por creo recordar 1295 ptas. de la época (hace ya un tiempo que lo tengo en mi apreciada colección de cds). Creo que no les decepcionará si se da el caso de que no lo conozcan a fondo. También me atrevo a afirmar que para aquellos que como yo lo tenían aparcado hace ya un tiempo, les gustará rescatarlo y pasar 3 cuartos de hora en compañía de Rob Thomas y sus compañeros.

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