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viernes, 17 de octubre de 2025

Katy Perry - 143 (2024)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
La única vez que Katy pasó por aquí fue con el mayúsculo “Teenage Dream”, que incluso tuvo su programa de radio en nuestras primeras temporadas. Reconozco que a Katy le dejé de seguir la pista principal hace más de una década. Me quedé, si no recuerdo mal, en el “Chained to the rythm” de “Witness” de 2017 ni más ni menos. Sin embargo, cuando me enteré de que este año venía por Madrid y a falta de oportunidades con Lady Gaga, decidí animarme a intentar coger entrada y tuve suerte (que en los días actuales no es moco de pavo).

Por ello, en los últimos tiempos he intentado ponerme al día con la discografía de Katy Perry y he estado metido en “Smile” y “143”. Hablando de los antecedentes, “Smile” es un disco difícil para la artista, encuadrado en una época personal y general con muchas aristas. Sin embargo, creo que es un disco válido y que deja momentos reconocibles dentro de lo que es la obra de Katy, aunque a ratos se ve un punto de madurez en ciertos pasajes, lo cual deriva de lo explicado en lo personal y en aquellos días de pandemia dura.

Con el disco que hoy nos ocupa, último hasta la fecha y el que motiva el tour mundial al que asistiré el día 11 de noviembre de 2025 en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, Katy recupera más su sentido pop y lúdico, además arriesgando en ciertos episodios menos inmediatos a priori. Vamos con él.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Woman’s world”: El disco arranca con un tema potente. Uno de los singles, con llamativo videoclip de factura muy feminista. Me llama la atención que la factura de esta canción me evoca más a Lady Gaga que a la propia Katy. No sé si serán las bases o las notas del estribillo. La canción es rotunda y potente y muy pegadiza.

2. “Gimme gimme”: Llegamos a la primera pieza con tintes de neo rap y la primera colaboración, en este caso con 21 Savage. No está mal “Gimme gimme”, siendo una pieza claramente fácil de recordar incluso en la primera escucha. En el sentido pop no es que sea la canción más atinada, pero no es el terreno en el que se mueve.

3. “Gorgeous”: Ahora le toca un dueto con Kim Petras, no dejando de lado el sector más rapero de “143”. Resulta curiosa la canción, con un toque oscuro y farragoso. Sin ser el estilo musical que más me llame del álbum, he de reconocer que tras varias escuchas, no es una pieza que me moleste.

4. “I’m his, he’s mine”: Más colaboraciones, ahora con “Doechii”, y poco a poco se va alejando del rap, aunque no del todo y además más adelante se volverán a esas formas. Creo que este single es el más arriesgado de todos, más allá del llamativo videoclip con Katy volando y tumbada en el capó de un coche en movimiento. No siendo precisamente mi sencillo favorito de “143” está fuera de todo debate que es una canción llamativa y que no deja indiferente. Muchos no cogieron el punto a su cierto ritmo sincopado en la melodía vocal ni a sus tarareos.

5. “Crush”: La canción más disco de todo el álbum es “Crush”. Muy movida, rítmica, bailable y con unos tarareos nuevamente, al igual que pasó en la predecesora. Las bases son muy animadas y el estribillo es verdaderamente atinado, con Katy moviéndose en tonos agudos de su registro vocal.

6. “Lifetimes”: Creo que “Lifetimes” es de las mejores canciones del disco. Es una canción sin discusión, sencilla, con una estructura directa y un buen sentido del ritmo. Escogida como single, contó con un videoclip de esos que causan envidia, con Katy disfrutando de Ibiza y Formentera, bien sea en sus paradisiacas playas o en sus animados locales nocturnos. Lo de vomitar en los ferrys es algo que yo experimenté 10 años de lo que Katy muestra al acabar el videoclip. Creo que ya puede ser considerada como uno de los clásicos de la cantante que ha dejado este “143”.
7. “All the love”: Tema muy bailable este “All the love”, con un estribillo directo e impecable. Es de esas canciones que suelen agradarme dentro de los listados de los discos, es decir, de esas que no son singles, pero que tienen un cierto encanto. Una pequeña joya oculta, sin mayores pretensiones, pero que acierta en el ritmo y melodía.

8. “Nirvana”: Es curioso que a ratos “Nirvana” me evoca a “Paninaro” de Pet Shop Boys, ¡qué cosas! Es una de las canciones quizás más oscuras, aunque de factura pop, de “143”. No tiene una estructura fácil, con puentes que rompen mucho el ritmo y con otras partes donde las notas de base son rotundas y potentes. No es un mal complemento de disco para afrontar el tramo final.

9. “Artificial”: Llegamos a otro de esos capítulos de cierto toque de rap de los últimos tiempos que abundaron sobre todo en el arranque del disco y que precisamente no son los que más me enganchan por cuestión de gusto personal. Lo que más me gusta es el puente de la canción, lo demás no conecta demasiado conmigo, siendo el tema de este estilo que menos me llama la atención del lp. Otra de las colaboraciones del disco, en este caso con J.I.D

10. “Truth”: Mucho mejor me entra “Truth”. Empieza con el estribillo, donde destacan los coros agudos que le dan un punto muy acertado. “Truth” se sigue moviendo en este punto de cierta oscuridad que nos acompaña desde hace unas cuantas canciones y que muestra a “143” como un trabajo en parte más nocturno o sombrío. No obstante, si no han escuchado aún el disco, no se piensen que Katy Perry se ha marcado su “The Dreaming” de su tocaya Bush; por ahí no van los tiros. En definitiva, una canción digna que apuntala el conjunto del disco en su papel de canción gregaria que no es single.

11. “Wonder”: “143” acaba propiamente con “Wonder”. No me convence excesivamente este cierre por el giro repentino que pega el disco tras una parte más oscura que a ratos resulta muy interesante. Aquí nos metemos en una canción de corte emotivo, curiosamente con unas bases muy movidas. El estribillo es claro y de fácil memoria. Remata la canción y el minutaje principal del disco con la voz de Katy aniñándose. Bien es cierto que es una canción lógica de cierre, pero lo que no me cuadra es por la deriva que el disco había tomado tras “Lifetimes”. Hay bonus tracks por ahí que resultan bastante interesantes y que hubieran sido merecedores perfectamente de formar parte oficialmente de “143” y de su listado principal como la muy pop, ligera y luminosa “I woke up”, la sensual y relajada “Has a heart” (notable joya oculta, quizás mi preferida de los bonus), la llevadera y amable “No tears for New Years’” o la bullanguera y animada “Ok”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
El disco se presenta con una portada llamativa con Katy envuelta en transparencias plásticas y rodeada de una aureola rojiza. “143” no ha tenido un resultado como en su día “Teenage Dream” o “Prism”. Lejos de ello. De hecho, alguna crítica bastante feroz he visto en contra del disco. Creo que es un trabajo que está bien, más allá de que quizás ciertos riesgos no salgan del todo bien. Es una obra reconocible de Katy Perry, con un estilo en general que no se va mucho de su halo y que partiendo del transcendental “Smile”, busca a ratos divertirse dejando también espacio para partes más intrincadas.

Se compone de canciones en muchos casos inferiores a 3 minutos, con lo que es bastante inmediato en general incluso en los episodios menos directos. Además, ha dejado claramente canciones que ya son pequeños hits o clásicos dentro de la obra de Katy, como los singles “Woman’s world”, “I’m his, he’s mine” y para mí, sobre todo (no en vano da el nombre a la gira) “Lifetimes”.

Ahora nos queda ver qué tal está sobre el escenario Katy Perry y qué espectáculo nos tiene preparado. Veremos qué tal reacciona la masa de fans a las canciones de “143” y qué escrutinio de temas, además de los singles, incluye de las 11 canciones que lo forman.

Katy sigue siendo una estrella mundial y con una repercusión enorme incluso a nivel publicitario, ya que más allá de haber anunciado alguna plataforma de comida a domicilio, es actualmente imagen de algún perfume, compitiendo en ese terreno con mi también admirada Dua Lipa. Habiéndome puesto al día con su discografía, creo que Katy no lleva una mala trayectoria discográfica, siendo bastante coherente con su trayectoria en general. Ahora me queda en poco menos de un mes poner remedio a que en junio de 2009 no me animara a ir al mismo recinto cuando giraba esta chica con su “One Of The Boys”.
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sábado, 11 de octubre de 2025

Aplazamiento programa Miguel Bosé "Bandido"

Por motivos personales que afectan a uno de nuestros colaboradores, tenemos que aplazar el programa previsto para hoy sobre "Bandido" de Miguel Bosé.

Confiamos llevarlo a cabo lo antes posible, una vez se solucione la situación actual. Hoy a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) podrán escuchar una vez más la repetición del último programa de la pasada temporada dedicado a The Smiths y su disco "The Queen Is Dead".
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viernes, 10 de octubre de 2025

Temporada 17/ Programa 1: Miguel Bosé y "Bandido" (1984)

Empezamos la temporada 17 por la puerta grande de la mano de un artista y un disco sin discusión. "Bandido" es el punto de arranque de un nuevo Miguel Bosé, más internacional y atrevido en su propuesta musical. Un disco excelente, apoyado en 2 canciones míticas, pero que ofrece mucho más.

La cita será este sábado 11 de octubre de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), nuevamente en riguroso directo. Está previsto que seamos más de 2 voces los que debatamos sobre Bosé y este notable ítem de su discografía.

No falten a la cita. Les esperamos.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: https://www.ruah.es/emision-online/
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lunes, 6 de octubre de 2025

DMR estrena su 17ª temporada en las ondas

De momento, continuamos. Una temporada más. Este próximo sábado 11 de octubre de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) empieza la 17ª temporada de radio de "Discos, música y reflexiones".

No hay novedades. El funcionamiento seguirá siendo el mismo. Cada 2 sábados un nuevo programa, con nuestros parones por Navidad y Semana Santa y llegando hasta comienzos de junio, dando lugar, salvo imprevistos, a entre 11 y 15 nuevos capítulos.

Las ganas están renovadas y nuestra ilusión por realizar esta altruista tarea de difusión cultural sigue en pie. Acompáñennos, pues tenemos en mente discos muy interesantes para analizar durante esta temporada. Les esperamos en el debut este sábado; en próximos días informaremos sobre qué disco hablaremos. No falten a la cita.
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viernes, 3 de octubre de 2025

David Bowie - Earthling (1997)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Los 90 fueron una década peculiar para David Bowie. Tras la experiencia de formar una banda, con el proyecto Tin Machine, su retorno en los años 90 no tuvo un éxito comercial notable, al menos en los resultados en listas. Desapercibido no pasó, porque eso sería poco menos que imposible, pero no tuvo un pelotazo como en los 70 o en los 80. O sea, a modo de ejemplo, un “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (1972) o “Lets Dance” (1983).

Ello no quiere decir que los noventa fueron una época yerma, o carente de interés. Al contrario, esta década tiene algo de fascinante, donde Bowie usa su innato sentido de la libertad para expandir más sus sonidos. Podemos comenzar mencionando “Black Tie White Noise” (1993), en general bien recibido y que era una mixtura de varios géneros, utilizando el cimiento de unir rock y electrónica, con excursiones al soul, hip hop o jazz. Su single principal “Jump they say” es un pequeño clásico y aún se recuerda como uno de los éxitos del Bowie de la época.

La cosa se puso más extraña con su siguiente disco, con un intento de banda sonora publicada como disco regular y una de las obras más ignotas del inglés. Se trata de “The Buddha Of Suburbia” (1993), que no tuvo mucho éxito o movimiento. Tras algún recopilatorio en 1995 llegó “Outside”, un disco con algo de kamikaze. No por nada significó el retorno de Brian Eno como colaborador y asociado artístico. Fue una inmersión profunda en la electrónica, de una manera más fiera y marciana, con bastantes toques industriales y vanguardistas.

Encima era un disco largo, de más de 70 minutos, y de carácter conceptual, siguiendo un hilo tan abstracto y distópico que cuesta encontrar sentido de la unidad. Pero es interesante y quedan momentos inspirados. Recuerden su dueto “Hallo spaceboy” con Pet Shop Boys (mucho más pop que la áspera versión del disco) y “The hearts filthy lesson”, que mostraba su lado más industrial y fue utilizada por David Fincher en los créditos finales de “Seven”.

Hablando ya de “Earthling”, es un disco que continúa la línea sonora de “Outside”, pero más focalizado y con una naturaleza más terrenal. A lo industrial y al drum and bass, se une por ejemple el jungle. No obstante, es un disco agreste, que juega bastante con la distorsión y tiene un enfoque del ritmo potente y peculiar. Creo que es una de las joyas escondidas de la discografía de Bowie. Es vanguardista sin ser obtuso, melódico sin caer en clichés, y con unas más que interesantes ideas donde también es partenaire Brian Eno y el guitarrista Reeves Gravels, (ahora en The Cure) Aprovechamos, pues, para ir desmenuzando la obra canción a canción.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Little wonder”: Inmejorable forma de comenzar un disco. Una canción galopante, enérgica, bailable y distorsionada. Las guitarras de Reeves Gabrels lanzan acordes ruidosos, la percusión es rapidísima y los acordes electrónicos son punzante. Eso sí, el estribillo es pura energía rock, permitiéndose incluso aumentar de intensidad en las diversas repeticiones. Tiene más partes instrumentales que la versión single, que constituyen una especie de trance bailable. El vídeo está dirigido por la siempre peculiar Floria Sigismondi. La letra es una especie de jueguecillo de fluir de conciencia donde Bowie mete a capón los nombres de los Siete Enanitos en diversos contextos.

2. “Looking for satellites”: Bajamos un poco las revoluciones en lo que al inicio parece una canción estrambótica, fumada y algo robótica. Luego entra un estribillo que le da vidilla, pero en general esta canción destaca sobre todo por su estructura extraña y su flirteo con la vanguardia. No hay más que fijarse en los extraños sonidos de guitarra de Reeves Gabrels, y en su solo final. Lo bueno es que según se avanzan las escuchas se van pillando más detalles.

3. “Battle for Britain (The letter)”: Ritmos jungle bastante ágiles y frenéticos. De hecho, los primeros momentos casi parecen un calco de “Little wonder”. Después se convierte en un rock electrónico, cosa nada extraña para la época, que se corona con un extribillo con un tono muy característico de Bowie. Por ahí en el medio hay un especie de improvisación pianística de jazz y otras lindezas que al final dejan la canción como un todo abigarrado y peculiar. Tiene algo como de nerviosos y psicótico. 

4. “Seven years in Tibet”: El patrón de percusión recuerda al de “Nightclubbing” de Iggy Pop”. Tiene arreglos muy familiares para Bowie, como esos saxofones oscilantes que aparecen de cuando en cuando. Es una canción, de hecho, con muchas coordenadas del británico. Ojo, a la furibunda entrada de guitarras y batería en el estribillo, momento en que la canción se convierte en un rock alternativo noventero, pero llevado al terreno Bowie. Interesante canción. Fue single, y se inspira en un libro del mismo nombre, en la que también se inspiró la película que casi se estrenó por aquellas fechas, interpretada por Brad Pitt, pero que no tienen nada que ver entre sí.

5. “Dead man walking”: Canción de potentes bases electrónicas y orientación dance, que se mezclan a las mil maravillas con las guitarras de Reeves Gabrels, que suenan casi industriales. Es uno de los momentos más lúdicos del disco; una canción contundente y divertida, con el toque marciano justo y una sensación menos laberíntica. Fue el tercer single del disco.
6. “Telling lies”: Las bases jungle, como en otros momentos del disco, dan un toque de rapidez algo paranoica. Esa sensación se intensifica más si cabo, con algunos de los efectos y ruidos que dibujan la canción. El estribillo es más o menos memorable, aunque la estructura del resto de la canción puede despistar un poco.

7. “The last thing you should do”: Es una canción que se reconvierte, comenzando como un tema dance, elegante, misterioso, para luego pasar a convertirse en un trallazo de rock industrial de guitarras abrasadoras, transformarse en una especie jugueteo con beats, y acabar rescatando la parte inicial. A esta canción se le va cogiendo la gracia, aunque al principio sea algo áspera y tenga esa estructura peculiar que tienen muchas de las canciones de “Earthling”.

8. “I’m afraid of americans”: La canción más directa del disco, y uno de sus momentos más recordados. Entre el techno y el rock industrial. Tenemos entre manos un pelotazo de unas estrofas tranquilas, pero algo inquietantes y un estribillo arrollador y enérgico que es casi una catarsis. La letra es una sátira de algunos aspectos de EE.UU a través del dibujo del personaje de un tal Jonny. Se nota que Bowie frecuentaba a Trent Reznor, líder de los Nine Inch Nails (habrá que hablar de ellos algún día), pues la canción tiene un deje que puede recordar a la banda señera del rock industrial. Además, el propio Reznor hizo seis remezclas distintas de la canción y a aparece en el vídeo musical aterrorizando al pobre Bowie. Existe una versión previa que entró en la banda sonora de “Showgirls”.

9. “Law (Earthlings on fire): El colofón del disco apela a su faceta bailable, con bases electrónicas contundentes y filigranas de guitarras distorsionadas por encima. Puede resultar algo machacona, pero mete un chute de adrenalina notable. Así debe entenderse, para que cobre más sentido; es una canción como de garito chungo, una despedida sudorosa y cinética, aunque no sea particularmente suntuosa.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Earthling” puede llamarse, sin lugar a duda, como una joya escondida dentro de la discografía de Bowie. No se trata de una referencia demasiado esotérica o ignota, pero son muchos los títulos míticos de Bowie que pueden opacar a este disco., y es refrescante perderse en la discografía de ciertos artistas. La recompensa es encontrarse con un disco algo marciano y notablemente peculiar, pero contundente, y nunca aburrido. Combina perfectamente la tendencia de mezclar rock y electrónica de la época, y añade un estimulante toque de vanguardia.

Más normalillo es el siguiente disco, “Hours” (1999), dentro de lo que cabe. Fue el primer disco que estuvo enteramente disponible para descargárselo (legalmente, se entiende) antes de la salida en formato físico. También influye en el sonido del disco el que primariamente fuera banda sonora de un videojuego. A destacar “Thursday child” o “Something in the air”, que quedaba muy bien en los créditos finales de “Memento”.

El siguiente álbum trajo unas críticas bastante buenas, y una resonancia en Estados Unidos como hacia ya tiempo que no tenía. Hablamos de “Heathen” (2002) al que suele vinculársele la etiqueta de disco “post 11-S”, si bien tan triste acontecimiento en principio no fue una inspiración directa. En este disco ya no estaba Gabrels, volvió Tony Visconti a la producción, y en consecuencia todo parecía más clásico. Se dejó sentir en las radios “Slow burn” y algo menos “Everyone says Hi”.

“Reality” (2003) llegó casi acto seguido, con un sonido directo y buenos momentos de rock. Acaso su desempeño comercial pudo ser mejor si la elección de singles hubiera sido más amplia. “New killer star” solo salió en DVD y “Never get older” lo hizo solamente en Japón. Lo que siguió a esto fue un hiato musical de 10 años, al que puso fin “The Next Day” (2013), tras no pocos rumores sobre su retirada de la música. El disco fue grabado en secreto, incluyendo acuerdos de confidencialidad, y obtuvo unos resultados de ventas bastante buenos, además del beneplácito de la crítica. Sorprendió un poco la melancolía y la nostalgia del single “Where are we now?”, contrarrestada por otros momentos más movidos como la canción título.

La historia de “Blackstar” es triste, ya que como recordarán coincidió con la muerte del propio Bowie. De ahí que el single “Lazarus” resulte estremecedor. Es difícil glosar la carrera o la grandeza de David Bowie en un solo artículo. Es tan inabarcable en su genialidad que podría estudiarse su música durante décadas y quedarse corto. De momento aquí nos hemos centrado en un disco relativamente poco conocido, pero con muchos detalles a disfrutar. No dejen de escuchar a Bowie. Nunca.

Texto: Mariano González.
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viernes, 26 de septiembre de 2025

Concierto Fangoria. Torrejón de Ardoz (21-06-2025)

Ya me cuesta llevar la cuenta de cuántas veces he visto a Fangoria en las fiestas populares de Torrejón; de memoria: ¿2007, 2011, 2015, 2019 y la que nos acontece? Revisaré, porque no estoy seguro. Esto pone de manifiesto que Alaska y Nacho Canut no aburren y que siempre apetece verles una vez más; de lo contrario, no hubiera hecho el esfuerzo de acudir (cuando llevas vida de familia con niños de 2 y 4 años, los planes nocturnos se hacen cuesta arriba).
El concierto empezó con 25 minutos de retraso, cosa extraña en las fiestas de Torrejón, y el motivo era el riesgo de fuerte tormenta que había; finalmente la cosa quedó en un poco de lluvia, pero el viento tampoco se pasó de vueltas, con lo que no hubo problemas durante la hora y media de show de Fangoria.
Fue un repertorio en el que el grupo no se dejó ninguno de los temas potentes y que también apostó por lo más relevante del repertorio de Alaska Y Dinarama/Los Pegamoides. Sorpresas fueron por ejemplo “Hombres” del “Naturaleza Muerta” de 2001, un tema muy destacable, pero que no siempre se incluye en las giras de la formación.
Lo demás abarcó desde hits más recientes como “Dramas y comedias” o “Absolutamente” hasta ejemplos de ya una cierta antigüedad como “Retorciendo palabras”, quizás mi favorita de la discografía de Fangoria.
La sorpresa fue para mí que hicieran una versión de “Historias de amor” de OBK, que no les quedó mal. Del repertorio ochentero destacó mucho “Rey del glam”, que me evocó a mi admirado Tino Casal (se suele comentar que la canción está dedicada a él) y “¿Cómo pudiste hacerme esto a mí?”, mi mayor debilidad de Dinarama. También me gustó mucho escuchar otra vez “Perlas ensangrentadas” (cuyo vídeo hemos situado arriba de este párrafo), que no es tan evidente en un setlist de Fangoria como sí lo son “Ni tú ni nadie” o “¿A quién le importa?”, que, lógicamente, tampoco faltaron a la cita.

Buen espectáculo en general. Nacho Canut, como siempre, discreto desde sus teclados, Rafa Spunky con un mayor protagonismo en instrumentos que en giras pretéritas y Alaska bien en las voces y siguiendo las coreografías del notable cuerpo de baile que les acompañan. No podemos obviar a la artista invitada Tavi Gallart, que acompañó a Fangoria al saxofón, lo que dio mucho lustre a la interpretación de “Perlas ensangrentadas”, y que también dispuso de unos minutos de protagonismo que aprovechó para ofrecernos su tema “La rara eres tú”.
Se llegó al final. Olvido nos emplazó a comernos patatas en su nombre en la feria y unos minutos después de hacer caso a Alaska y comernos un bocadillo para cenar dentro del recinto, vi a mi amigo David con quien incluso pudimos hacernos una foto con una de las bailarinas del cuerpo de baile de Fangoria.
No sé si habrá más ocasiones de Fangoria en Torrejón de Ardoz, pero si se da la circunstancia, no me importará seguir sumando experiencias de concierto con ellos, ya que estamos ante una apuesta segura.

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martes, 12 de agosto de 2025

DMR finalizó su 16ª temporada en la radio

El pasado sábado 7 de junio de 2025 a las 17.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) finalizó la emisión en directo que había arrancado a las 16.00h habituales de nuestro último programa de radio dedicado a “The Queen Is Dead” de The Smiths, lo que suponía a la vez el final de la 16ª temporada de radio.

Han sido 11 programas de radio los que hemos podido realizar desde que arrancamos en el mes de octubre de 2024 esta temporada. En la gran mayoría las voces que opinaron solamente fueron las de Mariano González y Víctor Prats, solamente apoyadas por la de Julián Fernández en el inicio de temporada y por la de Carlos Caballero en el final de temporada.

La nueva dirección que parece adoptar la Universidad de Alcalá de Henares con respecto a su radio, hace que a la presente fecha nuestro futuro sea incierto. La intención es la de continuar ad infinitum mientras que tengamos una emisora en la que grabar y emitir, pero eso no está del todo en nuestra mano. Con un poco de suerte, nos volveremos a escuchar en octubre y si no… Pues esto habrá sido todo.

Les dejamos el link de nuestro perfil en Ivoox donde podrán encontrar todos nuestros programas y también el listado concerniente a nuestra 16ª temporada a continuación: http://www.ivoox.com/escuchar-audios-abacab_al_7681_1.html

DMR 16-1: La Unión - “El Maldito Viento” (1985).
DMR 16-2: Fleetwood Mac - “Tango In The Night” (1987).
DMR 16-3: Especial DMR en directo (junio-octubre 2024).
DMR 16-4: Javiera Mena - “Otra Era” (2014). DMR 16-5: Chvrches - “Screen Violence” (2021).
DMR 16-6: Manel - “10 Milles Per Veure Una Bona Armadura” (2011).
DMR 16-7: Russian Red - “Agent Cooper” (2014).
DMR 16-8: La Orquesta Mondragón - “Bésame, Tonta (B.S.O.)” (1982).
DMR 16-9: Pulp - “His ‘N’ Hers” (1994).
DMR 16-10: Roxy Music - “Avalon” (1982).
DMR 16-11: The Smiths - “The Queen Is Dead” (1986).
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viernes, 25 de julio de 2025

Programa The Smiths “The Queen Is Dead” (Temporada 16/ Programa 11)


Llegamos al final de nuestra 16ª temporada y quién sabe si de nuestro proyecto radiofónico. Ante la incertidumbre, la intención era cerrar con un programa grande y qué mejor forma que de la mano de un disco tan monumental como el 3er. lp de estudio de The Smiths.

De última hora se sumó Carlos Caballero, líder de La Broma Negra, quien vía telefónica acompañó a Mariano González y Víctor Prats en el coloquio que se llevó a cabo en riguroso directo el pasado sábado 7 de junio de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH).

Fue un programa de buena música y de varias muestras de pasión y reverencia ante este disco tan fabuloso. Por si no pudieron escuchar el directo ni las redifusiones posteriores en el mismo dial, aquí les insertamos el reproductor para su escucha directa y el enlace a su alojamiento en Ivoox por si prefieren optar por su libre descarga: https://www.ivoox.com/dmr-16-11-the-smiths-the-queen-is-audios-mp3_rf_153778358_1.html
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sábado, 28 de junio de 2025

DMR cumple 17 años

A un año de la mayoría de edad. Desde que arrancamos en junio de 2008, aunque suene a tópico, no nos planteábamos llegar hasta aquí. Realmente nuestro funcionamiento habitual, por motivos personales o familiares, resulta difícil de mantener y cada vez más. La novedad última al respecto es que las crónicas de eventos ya son caso sustitutorio de artículo semanal para las revisiones de disco, cuando hasta este último año eran artículos extra o añadidos. La vida no nos da.

La temporada de radio pudo superar la cifra mínima aceptable (salvo pandemia de por medio) de 10 programas, si bien no hemos podido llegar a los 15 deseados.

Aunque nuestro proyecto radiofónico está en el aire, la actividad del blog como tal esperamos mantenerla, por mínima que sea la misma. Así que a celebrar un año más de difusión cultural por nuestra parte, de forma totalmente altruista y desinteresada. Esperemos que sigan acompañándonos como hasta ahora. La foto del presente post conmemorativo, utilizando la portada de un single de Eurythmics que nos viene muy al pelo, la verdad.
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viernes, 20 de junio de 2025

DMR cierra por vacaciones 2025

Salvo algún artículo excepcional de balance de la temporada de radio y el correspondiente a la subida del último programa de la misma sobre “The Queen Is Dead” de The Smiths, que aún está pendiente, nos toca descansar durante 3 mesecitos que nos vienen muy bien para atender otros aspectos más personales y así retomar la actividad a finales de septiembre o comienzos de octubre con muchas más ganas y fuerzas renovadas.

Disfruten del verano, de la buena música y, a recomendación muy particular, no duden en recuperar en formato podcast los programas de nuestra 16ª temporada de radio, los cuales vienen muy bien para la hora de la siesta o antes de dormirte por la noche (de hecho, incluso les puede ayudar a conciliar mejor el sueño).

Retornaremos a finales de septiembre o comienzos de octubre. Les deseamos un muy buen verano. Yo estoy deseando pisar la playa de la foto que encabeza este post...
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viernes, 13 de junio de 2025

Mike Oldfield - Discovery (1984)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Mike Oldfield, a principios de los años 80, había encontrado una fórmula para sus discos, que era una especie de convenio entre su discográfica, Virgin, y el propio artista. En estas obras seguiría habiendo largos desarrollos instrumentales y secciones de rock progresivo, pero también canciones pop perfectamente aptas para sonar en las radios.

“QE2” (1980) era algo distinto, pero a partir de “Five Miles Out” (1982) comenzaría este proceder, y podíamos encontrar una canción de casi 25 minutos como “Taurus II” y temas pop como “Family man” que podría pasar por ser el primer clásico pop-rock de Mike Oldfield (si bien es justo decir que la canción es recordada por la excelente versión de Hall & Oates), Con “Crises” (1983), de nuevo vuelve una cara completa instrumental, pero el lado pop surge con una fuerza enorme. “Moonlight shadow” se convirtió en un éxito internacional y aún hoy suena con bastante frecuencia en las emisoras “remember”. La angelical voz de Maggie Reilly era uno de los elementos característicos de estos singles.

En “Discovery” (1984), la plantilla es muy similar, solo que la parte instrumental se reduce a “solamente” doce minutos y pico, y hay algo más de hueco para el pop. También hubo razonable éxito para el single “To France”. Poco a poco Virgin con Richard Branson a la cabeza presionaría a Oldfield para centrarse cada vez más en lo pop y menos en lo instrumental, lo que derivó en grandes fricciones entre el sello y el artista, que acabaron en ruptura total.

“Discovery” tiene una producción estupenda, a cargo del propio Oldfield y de Simon Phillips quien también toca la batería en el álbum, y sigue sonado elegante, atmosférico y, a ratos, misterioso. A pesar de sus reticencias, que cada vez irían a más, a las canciones pop rock de formato convencional, el músico inglés tiene pericia para componerlas y un buen puñado de ellas suenan bastante bien. “Discovery” es precisamente un botón de muestra. Más allá de la conocida “To France”, hay elementos de gran interés en este aspecto. Y no olvidemos la parte instrumental con “The lake”. El disco está grabado en Suiza, con el Mont Blanc a la vista, y cuyo ambiente parece influir en algunos aspectos de sonido del LP.

Los músicos para la grabación de “Discovery” fueron Mike Oldfield (que toca todos los instrumentos excepto la batería), Simon Phillips en la batería, y Maggie Reilly y Barry Palmer en las voces.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “To France”: El gran éxito del disco, y una afiliada habitual a las radiofórmulas, lo cual no es algo que juegue en contra. Sería fácil mirar por encima del hombro a la canción, pero no sería justo. El engarce entre lo acústico, el punteo eléctrico del final, las sutiles pero sofisticadas bases sintetizadas, y la voz de Maggie Reilly dan como resultado una muy buena canción. Le puede restar un poco de magia que ya la hayamos escuchado un montón de veces, pero su mérito original permanece intacto. ¿La letra podría hablar de María Estuardo?

2. “Poison arrows”: Unos sonidos sintetizados sirven de puente entre “To France” y esta canción. Y ese tono misterioso se mantiene al inicio intacto con la añadidura de unos interesantes redobles de batería. De improviso estalla el rock, con un inesperado punteo de guitarra de Mike Oldfield, casi bordeando el rock duro. La canción entonces coge una fuerza de la que ya no descansa, ofreciéndonos una razonable cantidad de intensidad. Muy buen tema, donde tampoco desentona la voz del cantante británico. Barry Palmer.

3. “Crystal gazing”: Su melodía se construye principalmente por la unión de una producción ambiental y la voz angelical de Maggie Reilly. Diría que tiene alguna remembranza de “Foreign affair, del disco anterior, pero incluso más ligera. Ambientes muy cuidados y unas pocas, pero adecuadas notas de guitarra de Mike Oldfield.

4. “Tricks of the light”: La canción más leve, saltarina y pop del disco. En realidad es un dueto en el que participan las dos contribuciones vocales de “Discovery”, Barry Palmer y Maggie Reilly. Las estrofas las domina un riff de guitarra modificada que casi parece un teclado. La voz que Maggie Reilly es tan excelente como siempre, Barry Palmer cumple su parte, y al final tenemos un pop sencillito y al pie. Que no es tan fácil como parece. Fue el segundo single del disco.
5. “Discovery”: Como contrapunto, este tema es el más áspero y roquero del disco. Se trata de una incursión en el hard rock, cosa, más o menos normal en el Mike Oldfield de la época, recordemos “Shadow on the Wall” en “Crises”, su disco anterior No llega al nivel de ésta, aunque tiene algunos punteos de guitarra nada desdeñables. Barry Palmer se esfuerza poniendo una voz lo más aguerrida posible, y la batería de Simon Phillips golpea con fuerza. No es el punto fuerte del disco, pero aporta variedad al conjunto.

6. “Talk about your life”: Nuevo giro estilístico, en esta ocasión hacia terrenos reposados, atmosféricos y delicados. Es la balada del disco, y no queda nada mal. La producción está enfocada a resaltar los encantos vocales de Maggie Reilly, adornados de una ligera melancolía. Así como quien no quiere la cosa, Mike Oldfield introduce algunos acordes de “To France”, quizá para un efecto de continuidad o de simulación de una suite.” Es una canción realmente bonita y a reivindicar.

7. “Saved by a bell”: El comienzo tiene también tono de balada, pero coge más músculo en el estribillo casi a modo de medio tiempo. La mezcla entre estrofas reposadas y estribillos vehementes marca todo el tono del tema. Menos eficiente que la canción anterior cuando trata de emocionar, es una muestra aceptable, aunque algo genérica.

8. “The lake”: Esta última canción recoge las querencias progresivas e instrumentales de Oldfield. Aunque es casi la mitad de larga que sus émulos en discos anteriores, sigue asomando la patita el talento del británico para los largos pasajes instrumentales. Y bueno, doce minutos tampoco son moco de pavo. Comienza con suaves ráfagas de sintetizador, creando un ambiente casi onírico para dar pie a un breve piano que ejerce de puentes hacia un segmento dominado por unas guitarras eléctricas galopantes. A continuación, llega una sutil melodía de corte casi oriental, para dar un poco de reflexión. Y así, se van sucediendo paisajes tranquilos y otros más tormentosos. Instrumentalmente gana presencia sobre los demás instrumentos la guitarra eléctrica, pero los guiños sintetizados, con Fairlight incluido, quedan bastante bien. La canción trata de capturar las sensaciones que en Oldfield causó la contemplación del Lago Lemán, que se encontraba cerca del estudio de grabación.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Fue una época laboriosa para Mike Oldfield, que poco antes de ponerse con “Discovery”, tuvo que terminar con prisa la banda sonora, posteriormente nominada al Óscar, de “Los Gritos Del Silencio”. En el disco que nos ocupa la producción, y la ingeniería de sonido son los propios de un disco excelente, obteniendo un sonido nítido y sugerente. Las canciones pop-rock funcionan bien en su mayoría, no hay un punto flojo claro y en sus mejores momentos “Discovery” es capaz de brillar.

El encono entre Virgin y Mike Oldfield aumentaría con el paso de los discos. Su siguiente álbum de estudio, “Islands” (1987), supone un cierto bajón. Tiene predicamento la canción homónima, cantada por Bonnie Tyler (que a mí me parece un tema bastante mediano), pero en general es un disco que causó indiferencia. Si acaso podemos destacar alguna sorpresa como “North point” o el largo instrumenta dividido en dos partes “The wind chimes”, que de nuevo vuelve a superar la veintena de minutos, lo que a Richard Branson debió de sentar más bien regular.

Su siguiente referencia fue quizá el disco más denostado de Mike Oldfield, incluso por él mismo: “Earth Moving” (1989). Ni una canción instrumental, ni rastro de rock progresivo salvo quizá el detalle de “enlazar” dos canciones independientes: “Nothing but/Bridge to paradise”. Richard Branson tuvo su “álbum pop” finalmente, pero también muy flojillo.

Mike Oldfield tendría su venganza con el extrañísimo, y cada vez más valorado, “Amarok” (1990). 60 minutos justos, completamente instrumentales (salvo coros, etc) reunidos en una sola pista. Como botón de muestra se puede escuchar el fragmento del recopilatorio “Elements” (1993), y su música extravagante, imprevisible y algo marciana. Las pullas de Mike Oldfield a Richard Branson están disimuladas, pero son vehementes. Así, por ejemplo, hay un mensaje en morse que decía “Fuck off, RB” (imaginen quién es RB).

Su disco de 1991, “Heaven’s Open”, volvía a la forma de canciones cortas junto con otra de casi 20 minutos, la tirando a experimental “Music from the balcony”. Este disco sería su última referencia con Virgin, y hay un sentir liberatorio en las letras. Si acaso, ha quedado la canción título, cantada por el propio Oldfield, y que aparecía en el recopilatorio “Elements”. Por cierto, es el único disco de la carrera del británico que firma con el nombre de Michael Oldfield (no Mike).

Es demasiado extenso repasar la carrera de Mike Oldfield. Añadiremos que ya con Warner sacó “Tubular Bells II”, y desde entonces ha sacado obras inspiradas por el folk celta, los sonidos dance baleáricos, o incluso por libros de ciencia ficción, entre otros estilos y temáticas. Una carrera sin duda interesante.

Texto: Mariano González.
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sábado, 7 de junio de 2025

Programa Roxy Music "Avalon" (Temporada 16/ Programa 10)

Llevábamos mucho tiempo detrás de hacer este programa y finalmente pudimos llevarlo a cabo. Fue el pasado sábado 24 de mayo de 2025 a las 16.00h en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) y estuvimos presentes Mariano González y Víctor Prats.

Fue una hora de programa en la que pudimos poner en valía el último trabajo de estudio de Roxy Music, poniendo en primer plano varias de sus notables composiciones que se alternaron con nuestras humildes opiniones.

Si no pudieron escuchar el directo ni las redifusiones posteriores en el mismo dial, aquí les insertamos el reproductor para se escucha y también les dejamos enlace a su alojamiento en Ivoox para su libre descarga: https://www.ivoox.com/dmr-16-10-roxy-music-avalon-1982-audios-mp3_rf_149708200_1.html
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viernes, 6 de junio de 2025

Temporada 16/ Programa 11: The Smiths y “The Queen Is Dead” (1986)

Acabaremos la temporada llevando a coloquio un programa que ya hicimos hace tiempo en formato locutado. Y ante la incertidumbre de si habrá una temporada 17, queríamos terminar la presente temporada por todo lo alto, por lo que pudiera pasar.

Por ello, “The Queen Is Dead” es una de las mejores opciones que tenemos para poder cerrar la presente temporada. Poder hablar de The Smiths y la que por muchos está considerada como su mejor obra, es todo un gusto para nosotros y espero que lo sea para ustedes el escucharnos debatir sobre el disco y escuchar varias de sus canciones en primer plano.

La cita será este sábado 7 de junio de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). Les esperamos.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: https://www.ruah.es/emision-online/
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viernes, 30 de mayo de 2025

Concierto La Orquesta Mondragón. Madrid (15-05-2025)

La Orquesta Mondragón es uno de esos grupos que siempre que se pone a tiro intento ir a sus conciertos. La última vez fue hace algo menos de 2 años en una breve actuación en Torrejón de Ardoz y en esta ocasión fue donde les había visto 10 años atrás, en las fiestas de San Isidro en la Plaza Mayor de Madrid.
Con algo de lluvia en el arranque, Javier Gurruchaga y su grupo salieron puntuales a las 21.30h para empezar con su hora y media de repertorio propio y varias versiones. Empezaron con “Garras humanas”, siempre celebrada por mi parte, ya que valoro mucho la banda sonora de “Bésame, tonta” y también en esos primeros pasos sonó “Corazón de neón”, con su mención a los funcionarios en la letra, más en boga particular que nunca, ya que acudí al concierto con 2 buenos amigos que también, como yo, son funcionarios.
En estos días La Orquesta Mondragón está de celebración de su mítico directo de 1985 “Rock And Roll Circus” y sus 40 años. Con motivo de ello, se han recuperado a la canción que da título a la obra y también “Rufián”, que formaba parte del track list de ese lp en directo. Una lástima que en este sentido no hayan recuperado “Feliz Navidad”.
Por lo demás, el repertorio propio se basó en los pesos potentes, con “Caperucita feroz” muy temprana en aparecer. “Ponte peluca” fue de las primeras de la 2ª mitad y en el final del show disfrutamos de “Viaje con nosotros”, en versión larga y muy festiva. Insertamos su vídeo a continuación.
Que La Orquesta Mondragón puede dar 2 horas de concierto (o más) con composiciones propias efectivas, es algo que los que conocen bien al grupo saben de sobra. “Ellos las prefieren gordas”, “Estoy harto de ti, muñeca”, “Feliz Navidad”, “Bésame, tonta”… Pero a Javier siempre le ha gustado revisar canciones de su gusto y es parte importante de los repertorios en directo de la banda. Pudimos escuchar versiones muy válidas de “Anda suelto Satanás” de Aute, alguna pieza de Elvis y la imprescindible “Imagine” de John Lennon.
Cuando parecía que el grupo se iba, salieron a escena para tocar una última versión de los Doors y con eso completaron un concierto sin peros. 90 minutos de buena música, ya que hay que poner en valía que La Orquesta Mondragón tiene muy buenos intérpretes cada uno a su instrumento y Javier Gurruchaga en un estado de forma envidiable. Le vi mejor que en ocasiones anteriores, diría yo. Vocalmente sigue bien, sin fisuras notables ante el micrófono, y de actitud impecable, en esta cita con menor discurso político, pero con mucha acción de cara a animar y conectar con el público.
Siempre merece la pena ir a ver a La Orquesta Mondragón y aunque yo preferiría que el porcentaje de versiones se viera reducido a favor de piezas propias del grupo, el espectáculo ofrecido es altamente satisfactorio. Que sigan mucho tiempo en el escenario. El día que nos falte Javier Gurruchaga, que esperemos sea dentro de varias décadas, le echaremos mucho de menos.
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sábado, 24 de mayo de 2025

Programa Pulp "His 'N' Hers" (Temporada 16/ Programa 9)

El pasado sábado 26 de abril de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) llevamos a cabo un programa dedicado a uno de los grandes discos de la historia de Pulp. "His 'N' Hers" fue de hecho el primero de los relevantes del grupo liderado por Jarvis Cocker.

Sirvió también de homenaje póstumo al bajista de la banda Steve Mackey, fallecido en 2023. El programa estuvo lleno de buenísimas canciones a las que acompañamos de nuestras opiniones sobre la obra y aquellos días de la banda.

Por si no escucharon las redifusiones posteriores en el mismo dial, les dejamos enlace a su alojamiento en Ivoox para su libre descarga e incluso el reproductor aquí insertado para que lo escuchen directamente sin mayores complicaciones: https://www.ivoox.com/dmr-16-9-pulp-his-n-hers-1994-audios-mp3_rf_148391903_1.html
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viernes, 23 de mayo de 2025

Realización programa Roxy Music “Avalon”

Tras el aplazamiento de la emisión en directo del programa prevista para el pasado sábado día 10 de mayo de 2025 a las 16.00h, mañana, sábado 24 de mayo de 2025 a la misma hora y en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) será cuando intentaremos llevar a cabo el coloquio previsto. 

Les dejamos el link al evento que creamos en su día en Facebook, del cual ya modificamos la fecha de celebración: https://www.facebook.com/events/654637177376621
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viernes, 16 de mayo de 2025

Concierto Amistades Peligrosas. Madrid (10-05-2025)

Fue a mediados de junio de 1994 cuando tuve la ocasión de ver a un grupo en su época más álgida. En uno de los conciertos de las fiestas populares de Torrejón de Ardoz, que por entonces aún se celebraban en el campo de fútbol de Las Veredillas, se presentaron Amistades Peligrosas para ofrecer un concierto dentro de su gira de presentación del disco “La Última Tentación”.
Con 12 años y medio de edad acudí en compañía de mi madre y nos quedó un grato recuerdo de aquella cita, con un show impecable, lleno de buenas canciones y con un dúo que tenía una química muy buena en el escenario, la cual se palpaba incluso en la distancia de la tribuna del campo, desde la que vimos aquel concierto.
Ya saben la historia de Cristina del Valle y Alberto Comesaña. Enfados, desencuentros, idas, venidas… Es decir, que desde 1998 en adelante, la actividad de los 2 como Amistades Peligrosas se ha producido a “modo Guadiana”, apareciendo y desapareciendo. Todavía en plena pandemia, de forma valiente, se anuncia una nueva reunión de los 2 para afrontar nuevos conciertos. Y de momento siguen unidos, por fortuna de los que les admiramos. Por mis paternidades, no tuve ocasión de moverme para un concierto desde entonces, hasta que vi opciones de este pasado viernes 10 de mayo de 2025 desplazarme hasta la Plaza Mayor de Madrid para verles actuar dentro del programa de las fiestas de San Isidro.
Llegué con 40 minutos de antelación al céntrico emplazamiento madrileño y pude ver el final del concierto de Ángeles Toledano, a quien no conocía, y he de reconocer que su flamenco con fusión a ratos de elementos tan inicialmente opuestos como bases de drum ‘n’ bass, resultaba llamativo y muy atractivo de ver y escuchar, ya que también desprendía buen desempeño vocal.
Conseguí situarme en primera fila ladeado cuando acabó el concierto de Ángeles Toledano para el arranque de la actuación de Amistades Peligrosas. Entre el público, yo era de los más jóvenes, primando la cincuentena entre los asistentes. Puntualmente a las 21.30h empezó la música y pocos segundos después, tras la intro, aparecieron Cristina y Alberto para empezar por todo lo alto con “Me quedaré solo”. Fue un riesgo empezar con una pieza que creo que es de las que más entrega y precisión vocal exige de su repertorio, y algo se notó que evidentemente las voces de los 2 todavía no habían calentado lo suficiente; luego, ya pudimos escuchar las mejores versiones al micrófono tanto de Alberto como de Cristina.
Fue un concierto en el que no faltó nada de lo relevante. Solamente, en el plano de lo más exigente, quizás podrían haber incluido “¿Está yayo?” o “La larga espera”, que en sus respectivos momentos sonaron lo suyo (la primera incluso fue entradilla de uno de los Tour de France que ganó Induráin) y también quizás hubiera estado bien alguna más de “La Profecía” como “Será” o “Pasos en el túnel”. Pero insisto que esto es ponerse muy exquisito.
En el primer sector del concierto aparecieron unidas “Esto es peligroso” y “Sacrifícate”, que sirvieron para seguir caldeando el ambiente. Fueron desfilando algunas covers como por ejemplo “A medio gas”, que es una adaptación libre de “One headlight” de The Wallflowers (el grupo liderado por Jacob Dylan, hijo de Bob), situada en el tramo inicial del concierto y más tarde la curiosa “Soy humano”, versión del “Human” de The Killers. Siendo versiones muy dignas, ya saben que yo siempre prefiero que el grupo me toque una de su repertorio propio, pero bueno.
Estuvo muy bien, sin duda, uno de los pasajes para mí principales del concierto, la mítica “Estoy por ti”. Fabulosa y que volvió a sonar en versión karaoke para el público ya terminada la actuación propiamente. No se la guardaron para el final, el tramo último de la actuación contó con sus éxitos “Casi nunca bailáis” y mi predilecta “Africanos en Madrid”.
Apareció “Nada que perder” de “Nueva Era” en el tramo final del concierto, buscando colaboración coros del público. En lo personal me gustó mucho escuchar “Angelus”, single de “La Profecía” y que quizás en su día hubiera merecido una mayor promoción, al nivel de la que tuvo “Me quedaré solo”. Muy bien ejecutada, aunque fue en versión corta, es decir, la parte final de la canción quedó reducida, siendo una pena, ya que ese sector es tan maravilloso como el resto de la canción.
Cristina estuvo reivindicativa al micrófono entre canción y canción, con sus ideas y principios de siempre, con una voz excelente en el discurso. Tuvo su momento de reivindicación en solitario animándose con “Quítame este velo” de “Nueva Era”.
Alberto, que recuerden que hace 15 años fue entrevistado por mí en nuestro programa de radio dentro de nuestra 1ª temporada, también tuvo sus momentos de soledad en el escenario, destacando la ya mencionada versión de The Killers. Ya sabemos que Alberto es amigo de revisiones; no me he olvidado de aquella “Ni en broma”, versión de “Your woman” de White Town, que evidentemente, con el buen rollo que tienen ahora entre Alberto y Cristina no tocaba que sonase, ya que siempre se interpretó había un mensaje envenenado a Cristina en la letra readaptada.
La química entre ellos es buena. Parece que han dejado de lado sus diferencias y lo que interactuaban entre tema y tema destilaba buen rollo entre ellos. En el apartado de sorpresas, no me esperaba que sonase “Génesis”, que fue curiosamente una de las canciones, sino la que más, que más recuerdo del concierto de 1994.
Desde mi posición veía un reloj lateral en el escenario que iba cuenta atrás, con lo que aprecié que la actuación no pasaría de hora y media. Por eso, a las 22.55h, tras los momentos de fiesta con el público con el modo karaoke de “Estoy por ti” y “Me haces tanto bien” (este clásico tampoco faltó en formato normal en el tramo inicial de la actuación) se puso el punto y final a este buen concierto de Amistades Peligrosas.
Me considero muy fan del grupo. Desde que los conocí con la sensual “Estoy por ti” a comienzos de los 90, es un grupo que me gustó mucho y sentí mucho sus separaciones, al igual que me alegré mucho de sus vueltas. Perdí ocasiones de verles en estas mismas fiestas y otras de distritos de la ciudad en años previos por lo ya comentado de mi vida familiar actual, pero en esta ocasión no podía desaprovecharla. Me encantó ver un directo del grupo después de tanto tiempo, con una buena afluencia de gente en la Plaza Mayor de Madrid y comprobando además que tanto Alberto como Cristina están en muy buena forma física y vocal; en particular, es admirable lo bien que se conserva físicamente Cristina del Valle.
¿Quién sabe? Espero que no vuelvan a discutir entre los 2 y en un tiempo prudencial pueda tener otra ocasión de volver a ver a este dúo imprescindible de nuestro pop patrio. Por el historial del blog, se puede ver que he estado en centenares de conciertos, pero este en particular tuvo para mí un sabor muy especial. Así que, Cristina y Alberto, muchas gracias y, por favor, seguid llevándoos bien.
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sábado, 10 de mayo de 2025

Aplazamiento programa Roxy Music “Avalon”

Por motivos personales que afectan a uno de nuestros colaboradores, tenemos que aplazar el programa previsto para hoy sobre "Avalon" de Roxy Music.

Confiamos llevarlo a cabo lo antes posible, una vez se solucione la situación actual. Mañana a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) podrán escuchar una vez más la repetición del programa dedicado a Pulp y su disco “His ‘N’ Hers”.
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viernes, 9 de mayo de 2025

Temporada 16/ Programa 10: Roxy Music y “Avalon” (1982)

A título personal, queremos en “DMR” curar el malditismo que tenemos con este disco tan relevante de Roxy Music. La explicación reside en que lleva en nuestra lista de discos pendientes de comentar mucho tiempo y ante los tiempos venideros de incertidumbre en lo que se refiere a la continuación de nuestra vertiente radiofónica, ha llegado el momento de sacar adelante este programa, caiga quien caiga.

Fue una forma inmejorable de cerrar la historia discográfica de la banda en 1982. Un hecho valiente, sin duda, debido al éxito que tuvo el disco en sí y en formato single “More than this”.

Esperamos que nos acompañen este sábado 10 de mayo de 2025 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) para rendir tributo a Ferry, Manzanera, Mackay y compañía.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: https://www.ruah.es/emision-online/
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viernes, 2 de mayo de 2025

The Libertines - Up The Bracket (2002)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Allá, a principios de siglo, hubo un resurgimiento del indie de guitarras. En Estados Unidos se notó en grupos como The Strokes o White Stripes; en Europa uno de estos grupos era de The Libertines. De hecho, puede establecerse una conexión entre las bandas lideradas por Casablancas y Doherty. Si The Strokes no disimulaban un árbol genealógico con ramas tan frondosas como Ramones, Televisión o The Velvet Underground, The Libertines un año más tarde hacían lo propio con The Clash, The Jam o Buzzcocks.

Más allá de esta menestra de estirpes y linajes estilísticos conviene resaltar que sus herederos sonoros han hecho carrera en base a sus propios talentos y canciones, cogiendo legítimamente algunos rasgos propios de sus ancestros y adaptándolos a su propia gramática.

A lo que vamos. The Libertines huelen a pinta de birra, a pub humeante y a jaleo de chicos malos y díscolos. Musicalmente ciertamente recuerdan a los primeros compases de The Clash, antes de que Joe Strummer y los suyos optaran por una variedad estilística con la que The Libertinas, seamos sinceros, solo pueden soñar. Parecido pasa con los primeros discos de The Jam. Hablamos de punk, pop, garage y tradición británica como The Kinks, y voz algo borrachuza.

Lo importante de todo es que sus melodías tienen mérito, son divertidas y están revestidas de un regusto ligeramente salvaje que energiza al más pintado. No hay trampa ni cartón. Voz, bajo, guitarra y batería. Y canciones de tres minutos, si es que llegan. Lo bueno es que no renuncian tampoco a una naturaleza pop que hace que, después de todo, sus temas no resulten demasiado agrestes. Solo hay que aceptar cierta sensación de desorden, de indisciplina. Detalle éste que no benefició demasiado al grupo.

Pete Doherty, es un tarambana que tiene una biografía muy similar a un historial delictivo. En 2003 fue detenido por entrar a robar en casa de su compañero de grupo Carl Bârat. El muchacho había sustraído un ordenador, un reproductor de cd, y enseres varios. Del mismo modo ha llegado a ser detenido 2 veces en un fin de semana. Su flirteo con las sustancias y el alcohol también está bastante sostenido y documentado. Se trata, en fin, de una especie de imagen de músico bohemos, o artista maldito (y delincuente), que tanto emociona a muchos “fans” de los autores hechos polvo.

También era conocido por otros ámbitos. Su relación con la modelo de Kate Moss dio mucho de qué hablar a la prensa sensacionales y/o rosa. Los tabloides se relamían de gusto con algunos escándalos poco menos que inevitables.

Lo mejor es mirar con una óptica puramente musical, sin ceder a otras perspectivas más grotescas. Al menos a la hora de analizar un disco y su música. La banda en este primer disco es: Pete Doherty (voces, guitarra), Carl Barât (guitarras, voces), John Hassall (bajo, voces secundarias) y Gary Powell (Batería y percusión).

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Vertigo”: Un comienzo muy british, rítmico y saltarín. Las guitarras de Bârat y Doherty se entrelazan de forma sencilla pero efectiva, aunque es una canción más del primero que del segundo. Un sonido tirando a clásico, que pudiera recordar un poco a los Kinks, pero con un sentido del desorden peculiar y hasta divertido. No es un pepinazo pero cumple como inicio.

2. “Death on the stairs”:Puro indie británico, no muy distinto de la primera canción, con la que comparte un sentido lúdico y de tempo rápido. Las voces de Doherty y de Bârat se intercambian a su estilo. Tiene incluso un pequeño interludio instrumental. Sigue una senda todavía clásica, pero algo más rápida, frisando con ese punk pop marca de la casa. Se nota que unos imberbes Arctic Monkeys se estudiaron este disco. La letra se inspira en una pesadilla de Carl Bârat.

3. “Horror show”: Se acabaron las contemplaciones. Esto empieza a sonar bastante punk. Una canción vertiginosa, fulgurante, de ritmo casi cazurro, pero que se las apaña para introducir un estribillo de lo más resultón, que recitado a semejante velocidad casi parece un trabalenguas. Un poco básica, pero si te pilla con la disposición adecuada dan unas ganas locas de hacer pogo. El parecido con los Clash más directos viene de canciones como ésta. Hay que recordar que el productor del disco el Mick Jones, guitarra de los míticos autores de “London calling”. La letra hablaría sobre la adicción a la heroína y el descenso al abismo posterior.


4. “Time for heroes”: Mucho más pop es esta canción, de melodía más serena y ciertamente pegadiza, con buen sentido del ritmo y una musicalidad algo etílica pero bien construida. Muy britpopera en el fondo, incluso hay un divertido jueguecillo entre guitarras por ahí en medio. Una de las canciones más conocida de The Libertines. Para el NME fue la segunda mejor canción de la década tras “Last nite” de The Strokes. Por algún motivo el vídeo está rodado en Madrid. En el metro y en la Plaza de Colón. La letra habla de unos disturbios ocurridos en Reino Unido en el año 2000, y se refiere, por ejemplo, a la brutalidad policial. Fue el segundo single del disco.

5. “Boys in the band”: Un medio tiempo con brío; es como una canción sesentera con un poco más de mala leche. El estribillo casi aparece de repente tras un breve puente. La voz cantante la lleva Carl Bârat, con los coros ocasionales de Pete Doherty. En la parte final se subraya vocal e instrumentalmente. En consonancia con algún tema de los Mando Diao más garajeros.

6. “Radio America”: Cambio total. Una balada acústica, suave y hasta cierto punto delicada. El estilo es desnudo, suave, a base de guitarras acústicas y una sección rítmica leve. Acaba siendo la canción más larga del disco, aunque no llega a los cuatro minutos. El mayor interés es escuchar a la banda en un registro insólito.
7. “Up the bracket”: La canción título es el otro gran clásico del disco. Punk, pop y garaje, en una mezcla terriblemente pegadiza y divertida. Una de las canciones en las que aflora el talento melódico de la banda. De mis favoritas. Quizá por esa mezcla de guitarras afiladas, tempo rápido y melodía juguetona, La letra narra la historia de una persona acosada por dos miembros de una banda para conseguir información. En el vídeo lo mismo aparecen haciendo el cabra por la calle que vestidos con un uniforme rojo casi estilo Beatles (aparece un disco suyo en algún fotograma) mientras ¿trolean a unas góticas?

8. “Tell the king”: Tiene muchos matices de pop británico, siendo esencialmente melódica, sin recurrir a la velocidad y la rudeza de otros temas. Doherty y Bârat cantan con convicción y sin salirse mucho del perfil. Las guitarras a veces parecen incluso un poco Johny Marr. La letra es una especie de discusión entre Pete y Carl y parece reflejar el clima algo turbio en el que estaba ya metido el grupo. Cada estrofa cantada por uno de ellos, es un reproche hacia el otro.

9. “The boy looked at Johnny”: Se acabó la calma. Al menos en el inicio de la canción, que es cuando Pete grita exactamente el título de la canción, que así recitada parece que va a ser el inicio de una movida en un garito o algo así, si bien no parece que los tiros vayan en esa dirección. El caso es que la canción combina el registro vehemente de The Libertines con su faceta más melódica, incluyendo un desenfadado estribillo donde me los imagino un poco perjudicados (impresión exclusivamente mía).

10. “Begging”: El inicio es misterioso, incluso un poco post punk, pero pronto entran unas guitarras tremendamente roqueras junto con la voz de Carl. No es tan veloz como otras, pero las guitarras son más broncas. Otro pequeño giro es la parte final con otro jugueteo instrumental entre las guitarras de Pete Doherty y Carl Bârat, con momentos algo ruidosos. Quizá la canción con la estructura más curiosa del disco.

11. “The good old days” Rocosa canción, con alternancia de momentos roqueros y otros calmados, acompasados al bajo y la batería. Tiene un toque algo más oscuro en base a los coros de determinados momentos y al toque más derrotista de la canción. Hay algo de solemnidad, sin pasarse, que aporta un poco de variedad.

12. “I get along”: Junto con “Horror show” es lo más punk del disco. Un buen chute de energía eléctrica, a buena velocidad, y una melodía repetitiva. Curioso que opte por una canción tan directa y veloz en lugar de escoger la anterior, de todo punto más solemne, decisión que suele ser más usual. Es una canción más de Carl Bârat que de su partenaire. Existe otra versión de la canción, producida por el excomponente de Suede, Bernard Butler, y que fue la cara b del primer single de la banda: “What a waster”, lanzado antes de su primer LP y que se incluye en algunas reediciones posteriores de “Up The Bracket”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Up The Bracket” condensa 12 canciones en 36 minutos, es decir, las melodías son directas y pretende tener una buena pegada sin recurrir a excesivas sofisticaciones. Recupera el espíritu algo punk de finales de los 70, algo de la melodía de los 60, y una sensibilidad no lejana del brit pop de los noventa. Desde luego el disco no aburre y se consume con facilidad, llegando a ser bastante placentero si logras conectar con la propuesta.

Ya las relaciones entre Pete Doherty y Carl Barat eran complicadas, y la incursión autodestructiva del primero en las drogas acabó llevando las cosas al límite. Lo cual no fue obstáculo para que en agosto de 2003 lanzasen “Don’t look back into the sun”, single de gran éxito y todo un clásico de The Libertines.

Un año después, en agosto de 2004, la banda lanza su segundo disco, “The Libertines”,que en gran parte recoge la desafección que existía entre Bârat y Doherty. Como botón de muestra, el single “Can’t stand me now”. A partir de ahí, ruptura y proyectos divergentes. Pete Doherty se entrega a The Babyshmbles con los que lanza varios discos, alguno de ellos de éxito. Destacan “Down In Albion” en 2005y “Shotters Nation” en 2007. Algunas canciones tuvieron buena acogida, como “Fuck forever” y “Delivery”.

Incluso en 2009 editó un trabajo en solitario llamado “Grace/Wastelands”, con un tono más acústico, y la colaboración de Graham Coxon, guitarrista de Blur. Lo que es el recopetín es que en 2019 formara otro proyecto llamado Pete Doherty and The Puta Madres, que parece más el nombre de un proyecto paralelo de Manu Chao o algo así. Sacaron un disco de escaso recorrido.

Carl Bârat formó Dirty Pretty Things, con un par discos en general bien recibidos: “Waterloo to Anywhere” (2006) y “Romance at Short Notice” (2008). Con el curso del tiempo llegó una esperada reunión de The Libertines en 2010 para algunos conciertos.

Lo que fue gratamente sorprendente es que a la banda aún le quedasen dos discos más, “Anthems For A Doomed Youth” (2015) y “All Quiet In The Eastern Esplanade (2024), de buena recepción, pero sin el punto de expectación que causaban a principios de siglo Así, que ya ven que es un grupo guadianesco, pero de difícil extinción, afortunadamente.

Texto: Mariano González.
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