¿Es posible que vaya por ahí alardeando que The Killers
es uno de mis grupos favoritos actuales y que solamente hayan pasado por aquí
un par de veces, y solamente haya revisado uno de sus discos? Aunque los de Las
Vegas solamente tienen 3 discos en el mercado, si dejamos de lado el disco en
directo en el Royal Albert Hall y el recopilatorio de rarezas y caras “b”
“Sawdust”, estimo que es muy poca relevancia para Brandon Flowers, Dave
Keuning, Mark Stoermer y Ronnie Vannucci en esta bitácora.
Por ello me decanto esta semana por meterle mano al
controvertido último disco de estudio que sacó la banda antes de que hicieran
caja con el disco en directo mencionado y se dieran un respiro unos de otros
con aventuras en solitario más o menos relevantes o exitosas. Y es que “Day &
Age”, editado a finales de 2008, no deja de ser un disco realmente
controvertido, ya que es el álbum orquilla que supone pasar a ser un grupo
masivo y a la par que los indies que les defendieron en sus inicios, les
empiecen a dar palos (¡qué típica historieta!).
Y es que creo que hay que ser justos con “Day & Age” y
muy escrupuloso, ya que puede que sea el disco más flojo de los que la banda ha
sacado hasta la fecha, pero tampoco es tan horrible como para exorcizarlo de la
forma que algunos han hecho. Tiene sus partes aprovechables y sus partes
mejorables, tal y como pasaré a desgranarles en unas líneas. No perdamos la
óptica que el grupo venía de dar un giro importante en su anterior disco, en el
que americanizaron su imagen y sonido, claramente influido por el Springsteen
más rockero y genuino, para sellar un trabajo tan interesante y épico como fue
“Sam’s Town”.
No obstante, la rudeza se dejó de lado y Brandon decidió
afeitarse el mostacho que llevó en los días promocionales de “Sam’s Town” para
impregnarse de cierto glam, algo desfasado, con esas hombreras plumíferas que
se puso para este disco que hoy nos ocupa. Además el arrollador y masivo single
“Human” de claras inquietudes techno pop, hacia ver que el carácter rockero
probablemente se dejara al menos en parte de lado en lo siguiente que nos
entregarían Flowers y sus 3 compañeros.
No obstante, la apertura no deja de lado el enfoque rockero
y ni mucho menos la épica, ya que “Losing touch” es brutal en su estribillo, y
sobre todo en su parte final, con ese solo a cargo de Dave Keuning. Fue
imperdonable que el grupo la escatimara en el concierto de 2009 en el Palacio de los Deportes y una sorpresa que Brandon la recuperara a su manera para su actuación en La Riviera en otoño de 2010. Me atrevo a decir, con un par de bemoles, que es la mejor
canción que han hecho The Killers. Sí, así, tal cual. Me parece que es una
composición épica y arrolladora que parte de las fenomenales bases sentadas por
composiciones como “Smile like you mean it” del primer disco, basada en la
melancolía de las palabras escritas y fenomenalmente cantadas por Flowers. Una
gloria y una forma inmejorable de comenzar un disco. En 2º paso nos damos de
frente con el tsunami mainstream que supuso para la formación “Human”. Una
composición claramente pop, electrónica y bailable, cuya presencia se alargaría
con la misma fuerza hasta verano de 2010, cuando Telecinco decidió que fuera la
banda sonora de los días de mayor gloria vividos por nuestra selección de fútbol
cuando se conquistó el mundial de Sudáfrica. El tema tiene cierta tristeza no
obstante en algunas partes de sus letras (no obviemos ese “estoy de rodillas
buscando la respuesta” que suelta Brandon) y también mucha emotividad en sus
melodías. El grupo se mostró en el videoclip tocando en el desierto, con
animalitos salvajes merodeando por la zona, y Brandon haciendo gala de esas
controvertidas hombreras ya comentadas antes. “Human” abrió la popularidad del
grupo y les permitió hacerse con un nombre clarísimo en el panorama
internacional. Algunos se rasgaron las vestiduras con este tema y el disco en
su totalidad, pero como dirían en la tierra del grupo, eso son “daños
colaterales” de la búsqueda del éxito comercial. No se escatima en el orden del
track list y se llega a la acelerada y excesiva (quizás) “Spaceman”, segundo
single del disco. El videoclip, con Brandon disfrazado con ropas cósmicas
interestelares de tonos rojizos, va subiendo una estructura de torre algo rara
en la noche, en la que se suceden cosas igual de raras, en un videoclip que por
luces e imágenes hasta me recuerda a aquel de “It’s called a heart” de Depeche
Mode. Al tema se le va cogiendo el punto, pero sus excesivas ganas de ímpetu,
vistas claramente en esos coros que protagonizan o acaparan la principal
atención de la composición, de primeras echan algo para atrás. No obstante,
visto lo que vendrá justo a continuación, es una maravilla. Y es que a mi
“Joyride”, directamente no me gusta. Es pachanguera, rimbombante y se me antoja
como banda sonora de la película de animación “Madagascar” (no me pregunten muy
bien el por qué). Es una especie de guiño a los ritmos cálidos a medio tiempo,
con coros algo saltarines acompañando a Brandon, envueltos en un instante pop
que sí que deja en fuera de juego claramente a todo aquel que seguía el grupo
desde entonces. Demasiado hedonismo estimo, pero mal enfocado; Brandon, por el
contrario conseguiría adaptarse mejor a estos tiempos en su disco en solitario. Llega el turno de la dolida y sentida balada “A dustland
fairytale”, que además se ganó los galones de sencillo extraído de “Day &
Age”, con un videoclip de historieta un poco a lo que sucedió con “When you
were young” del anterior disco. Brandon nos ofrece un momento épico que va ganando
intensidad hasta terminar en una explosión de emotividad que arrolla a
cualquiera. Se pueden atisbar retazos o restos del “Sam’s Town”, pero solamente
si estás lo suficientemente atento.
Curiosa resulta el medio tiempo que es “This is your life”.
No está mal, quizás no es muy del estilo de The Killers, pero en todo caso la
afrontan mucho mejor que otros campos o terrenos por los que el grupo no se
haya movido hasta la fecha, como por ejemplo pasa en la siguiente “I can’t
stay”. Un tema quizás demasiado soso y que junto a “Joy ride” estimo que son los
mayores patinazos de la obra y los que la lacran claramente. Se repunta en el
tramo final gracias a 3 buenos temas. El primero que nos encontraremos es “Neon
tiger”, que más que por su conjunto en global, gusta por ciertos pasajes o
cambios de ritmo que tiene en su estructura. The Killers en esta pieza vuelven
a ponerse ciertamente contundentes y eso siempre se agradece. Un gran tema pop
es el 4º single del disco “The world we live in”. No llegaré al punto de
afirmar, como hizo en su día Julián Ruiz (amigo del programa, por el simple hecho de que participara en nuestro Especial Casal del inicio de nuestra 3ª temporada), que es la mejor canción del disco y quizás de la discografía del
grupo, pero sí que me posicionaré a su favor. Es un tema luminoso, vitalista
(aunque ciertamente conformista en su letra, como pueden comprobar) que tiene
la pompa suficiente y deja un buen sabor de boca al escucharlo. Su videoclip,
con el grupo andando por parajes desolados, bosques nevados, márgenes de ríos,
etc., no es de mucho relumbrón, pero hasta queda bien para la ocasión. Se
termina con la oscura y casi me atrevería a decir deprimente “Goodnight, travel
well”, en la que se siente el dolor que transmite Brandon cuando con tanta
desesperanza entona en esa turbia melodía ese “no hay nada que pueda decir, nada que pueda hacer ahora”. Un final
controvertido para un disco que, como habrán podido comprobar, es cuanto menos
ecléctico.
Pues es curioso, ya que aunque “Day & Age”, sin ser un
mal disco, sí que es el más flojo o menos consistente de los trabajos de
estudio de The Killers, ha sido el que más éxito comercial ha tenido para la
formación y el que permitió a la formación, sobre todo gracias a “Human”,
alcanzar la cima de la música moderna actual y ponerse al nivel de los Coldplay
de Chris Martin.
La gira fue un exitazo y como muestra un botón: echen un ojo
pinchando aquí a la crónica del concierto que el grupo dio en Madrid en
primavera de 2009. Además, recuerdo que fueron cabeza de cartel en el FIB de
aquel año, en dura lucha o pugna por los arrolladores Franz Ferdinand. No
obstante, tanto éxito, tanta promoción y tanto de todo, hizo que el grupo se
tomara un respiro por 1ª vez desde que iniciaron su andadura y que de esa forma
rompieran con su tradición de entregar un disco nuevo de estudio cada 2 años
(“Hot Fuss” 2004, “Sam’s Town” 2006, “Day & Age” 2008). Parece ser que en
este 2012 el grupo sacará su nuevo disco y además estamos de enhorabuena, ya
que vendrán a un festival que se celebra en Madrid en septiembre a tocar al
recinto deportivo de la Universidad
Complutense (me encanta ese lugar para ver un concierto, se
lo confieso).
“Day & Age”, de colorida portada, reitero, es irregular y a pesar de
solamente ser 10 canciones, carece de empaque o consistencia, y más aún si lo
comparamos con su predecesor “Sam’s Town”, el cual tenía una estructura muy
bien construida a prueba de bombas. Aseguro que si se hubieran permutado
“Joyride” y “I can’t stay” por las caras b “A cripping blow” y “Forget about what
I said”, incluidas en la edición japonesa, el resultado hubiera sido mucho
mejor. No obstante, por cosas como “Human” (mal que le pese a algún gafapasta
fundamentalista), “The world we live in” y sobre todo “Losing touch”, siempre
merece la pena escucharlo de cuando en cuando. Veremos si el grupo sube el
listón en su nueva entrega, ya que si lo bajan será sin duda una mala señal.
El miércoles a las 23.00h en RUAH y una hora después en
&radio, programa especial de entrevista. Habrá post mañana o el lunes sobre
ello, ahí les detallaré. De momento esta tarde a las 16.00h en &radio, en
unos pocos minutos, en directo tendremos el último coloquio radiofónico de la
temporada sobre Vangelis y la banda sonora de “Blade Runner”. Serán 2 horas de
programa, pásense un rato al menos.
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