Vuelta a los repasos de artistas nacionales y esta semana le toca el turno a uno de los grupos españoles de más éxito de todos los tiempos: Mecano. Otra vez proponemos desde “Discos, música y reflexiones” abordar un disco de la historia de un grupo que no es el que se considera tradicionalmente como el mejor de su trayectoria.El caso es que para dar la bienvenida al blog al grupo de los hermanos Cano y Ana Torroja, he tenido a bien seleccionar el que fuera su 3er. disco de estudio, el trabajo “Ya Viene El Sol” de 1984. Digamos que tras el lanzamiento de su primer disco, de mismo nombre que el de la banda, su 2º lanzamiento de larga duración, “¿Dónde Está El País De Las Hadas?”, no había satisfecho las expectativas de su discográfica.
A pesar de que la canción primeramente titulada “Yonki” (ahí es nada), posteriormente rematada en “Barco a Venus”, se considera un clásico dentro del repertorio, el resto del disco no pasa más allá de resultar un lp gracioso o simpático, pero poco consistente por otro lado. Canciones como “Focas” o “La fiesta nacional”, tienen un fuerte carácter paródico, que obliga a no tomarse muy en serio a la banda.
Por ello, en 1984 el grupo buscaba dar un giro más serio a sus composiciones y encauzar el rumbo del éxito descomunal logrado por su primer álbum y canciones como la mítica “Hoy no me puedo levantar” o “Maquillaje”. El peso compositivo de las canciones por aquellos días recaía principalmente en Nacho Cano, que era a quien tenían en mejor consideración en la casa de discos entre los 2 hermanos.
Sin embargo, serían las composiciones de José María las que reportarían el mayor triunfo al disco. No obstante, la discográfica no valoró correctamente el alcance de dichas canciones y de hecho en la biografía que se editó hace unos años del grupo, existe una anécdota muy graciosa con Joaquín Sabina en el despacho de los directivos, cuando estos reciben a José María Cano para decirle que “Aire” no era lo suficientemente comercial. En palabras textuales de José María, “a Sabina se le cayeron los cojones al suelo”. Más allá de estas consideraciones previas, pasemos al análisis de la obra.
El álbum abre con la simpática, bailable, reiterativa y contumaz “No pintamos nada”. Una pieza heredera del sonido del álbum de estudio predecesor de “Ya Viene El Sol”. Un tema ligerito, que por otro lado será de los más fácilmente olvidables de la obra cuando lleguemos al final, por algún motivo más que el hecho de estar situada la primera en el listado. Tras este inicio, se da paso a la canción título, que es un momento lento, con algunas notas de teclado de cierto sonido oriental, creo que en concordancia con el sol naciente, y el título del disco. Sin embargo, se alcanzan algunos niveles de intensidad en el estribillo, básicamente por la interpretación vocal de Ana, que hace de la canción una pista bastante atractiva. “La Estación” es un tema que curiosamente no me gustó tras escucharlo en su versión de estudio, pero que tras acceder a su versión en directo en el disco “En Concierto” de 1985 miro con muy buenos ojos y de hecho actualmente, y contra todo pronóstico primerizo, es una de mis canciones favoritas. Puede tratarse de una revisión o vuelta de tuerca a la letra de “Barco a Venus” o incluso “Perdido en mi habitación”, en el aspecto de estar referida a alguien algo inadaptado a la sociedad. Se ve en versos como “tan poco negocio, siempre dedicado al ocio. Si no vemos duros y tú no tienes futuro. En casa deciden que van a meter un huésped, dormirá en tu cama, vivirá en tu habitación”. Quizás el estribillo no lo entiendo del todo en esa frase de “todos los recuerdos de mi habitación, están escondidos al fondo de la estación”; aún así está muy bien esa mezcla de intensidad y melancolía que conjuga a la perfección. La canción que hizo remontar el vuelo a “Ya Viene El Sol” fue la divertida “Hawaii-Bombai”. Inolvidable resulta el clip grabado con esa especie de road-movie con la leyenda del motorista accidentado en mitad de un camino en plena noche y la banda de Ángeles del Infierno que le acompañan una vez que le quitas el casco. El sonido exótico y cálido, la convirtió en una canción estupenda para aquellos meses de verano y posicionó nuevamente al grupo en la primera línea de bandas del país, en los días en los que sus principales rivales musicales, Alaska y Dinarama vivían sus mayores momentos de gloria de la mano de su “Deseo Carnal”. “Ya Viene El Sol” contiene canciones muy agradables y otras curiosas y divertidas. En el 2º apartado destaca “Mosquito”, con ese petardeo sonoro brutal del inicio, con una voz acelerada en revoluciones de Nacho y con unos teclados más que incisivos. Todo ello se encuentra muy en contrapunto con la parte final en la que la canción suena mucho más ligera y suavecita, a pesar de frases hilarantes como “retumba la pared, retumba la ciudad”; esto puede evocar a cualquier historieta de cómic de El Botones Sacarino, que un servidor de ustedes leía en los días en los que el disco estaba de actualidad.
Tras esta paranoia se da paso a la pasiva “Busco algo barato”, que comienza con un registro vocal de Torroja extremadamente agudo. Una canción que me recuerda bastante al “No pintamos nada” inicial. Supone el relato de algo tan sencillo como irse a las rebajas. Apropiada canción supongo en aquellos días para ir a las rebajas a la sección de oportunidades de “Galerías Preciados”. De una canción poco consistente, aunque de sonido amable, pasamos a una pieza clave del disco. “Aire” es una obra monumental que se convirtió en un clásico de la banda y muy aceptado por los fans. Personalmente y cuando era pequeño, al oír el estribillo de la canción, el significado total de la letra pensaba que se refería a alguien que estuviera en un ambiente asfixiante como en una discoteca llena de humo y que por un momento le llegara un ráfaga de aire fresco; todo ello deriva de ese estribillo entonado de forma tan trágica por Torroja “Aire, soñé por un momento que era aire…”. Pues eso, que soñaba que lo que respiraba era aire fresco y no humo. Evidentemente estaba muy equivocado, ya que la letra cuenta la historia de un hombre que se convierte en aire mientras duerme, para posteriormente volver a su forma humana cuando se ha lanzado al vacío. José María describe en la letra las experiencias y sensaciones que experimenta el protagonista de forma más que acertada en partes como “como yo soy muy consciente hasta en esta situación, decidí ser consecuente con mi nueva condición, y probé a ser respirado por la que duerme a mi lado, sin entrar en pormenores, yo sé hacer cosas mejores. Como no me satisfizo la experiencia sexual…”. Lo que sucede es que, como ya he mencionado, la CBS no valoró mucho la canción, hecho que dolió a José María especialmente. Turno ahora para otra locura, patinazo o chiste más o menos gracioso, ya desde el título de la canción con “Me río de Janeiro”. Un ejercicio medio techno-pop acelerado y con una letra algo hilarante. Supongo que por el título ya intuyen lo suficiente. De seguido nos encontramos con el primer sencillo extraído de “Ya Viene El Sol”, que fue la industrial y electrónica “Japón”. Incluso se grabó un video bastante majete para aquellos días. No obstante, aquí vino el primer patinazo comercial del disco, ya que la canción no terminó de calar. Quizás el sentido paródico seguía muy presente en las letras, a pesar de la mejora en lo instrumental. Frases como “no son rubios, no son altos, son tipo reloj” y otras lindezas, haciendo mías las palabras de un amigo mío, resultan algo “pepineras”. Personalmente no me disgusta, pero sí que me sucede como a la memoria colectiva del público, que es de las canciones más fácilmente olvidables de las que han tenido el honor de ser single dentro de la carrera de Mecano. Dentro de las composiciones serias, mencionar la bonita y emotiva baladita “El mapa de tu corazón”, que es la acertada forma con la que se termina el disco. Quizás es de las canciones más ñoñas de la historia de la banda, pero no se llegan a alcanzar momentos ridículos en la misma, manteniendo una línea bastante decente. Una de las más bonitas sorpresas que incluye el disco, como siempre digo, una joya oculta y advertir igualmente que es una de las preferidas de Ana Torroja de la obra.“Ya Viene El Sol” fue un disco que reportó a Mecano unas victorias parciales, pero que en su conjunto no llegó al nivel de éxito de otras obras contemporáneas como “La Ley Del Desierto, La Ley Del Mar” de Radio Futura o, sobre todo, “Deseo Carnal” de Alaska y Dinarama. No obstante, y a pesar de los desplantes de la discográfica a José María, este disco supondría que el mayor de los hermanos Cano, cogiera la confianza suficiente para componer en los siguientes años canciones excelentes que catapultarían a Mecano a la primerísima línea de la actualidad musical del país.
Es curioso que ahora que Mecano se ha puesto de actualidad con otro recopilatorio de sus grandes éxitos y la visión de la luz de una nueva canción, abordemos la revisión del grupo. Créanme o no, pero les aseguro que antes de que se anunciara el regreso de Mecano de la forma descrita, ya había comenzado a escribir el artículo, aunque aún no lo hubiera terminado. Precisamente lo que me quedaba por escribir es lo que queda de aquí al final, más la revisión global o corrección del artículo. Además, por aquello de la difusión histórica en Tve del concierto de Segovia el día de Navidad de 1985, quería reservar el artículo especialmente para esta semana.
Pocos grupos en España se han mantenido al estilo de los grandes grupos de los 80 británicos como Simple Minds, Depeche Mode, U2, The Cure, alargando su actividad hasta los presentes días. Únicamente me vienen a la mente La Unión y Danza Invisible (una suerte disponer aún de ellos). Otros grupos como los citados en párrafos anteriores: Radio Futura, Alaska Y Dinarama, Gabinete Caligari, La Mode etc. sucumbieron a su propia historia a partir de mediados de los 80, llegando en el mejor de los casos a los primeros 90.
Mecano sería uno de los segundos casos. Se alargaría su actividad hasta 1992 con la promoción de su disco “Aidalai”. La importancia de “Ya Viene El Sol”, reside en que en los 8 años que hay entre medias, el grupo de los hermanos Cano y Ana Torroja, vivirían sus años más exitosos y felices. A raíz de “Entre El Cielo Y El Suelo”, se produciría un fenómeno masivo que creo que no ha vuelto a conocer un ejemplo parecido desde entonces; ni siquiera se puede equiparar El Canto Del Loco a ello, mal que les pese a Dani Martín y sus compañeros.
Mecano pasaron a estar hasta en la sopa. En los supermercados te regalaban posters promocionales del grupo con la compra de lotes de refrescos y otras cosas, las actuaciones en tv y la difusión de sus clips era casi continua. Disfrutaban también de reportajes en casi todos los suplementos de los domingos de los diarios... y así una larga retahíla de acciones que hicieron de Mecano algo más que un grupo de música.
Quizás “Ya Viene El Sol”, junto a su predecesor “¿Dónde Está El País De Las Hadas?”, es la obra más desconocida y olvidada de Mecano. El éxito tan arrollador de posteriores canciones como “Un año más”, “Una rosa es una rosa”, “El 7 de septiembre”, “Cruz de navajas”, eclipsaría a una canción muy popular en su día como “Hawaii-Bombai”.
En estos días, la imagen del grupo también fue la más arriesgada y cercana al punk, al llevar Ana Torroja un pelo rizado rubio, con un flequillo bastante largo y cardado hacia un lateral, y los hermanos Cano, llevaban un atuendo más moderno en sus conciertos, aunque en las promociones parecía que iban vestidos como empleados de estación de tren de la Renfe (quizás un guiño a la canción que contenía el disco). La portada del álbum, sin embargo se trata de un dibujo-boceto de los tres componentes al pie de una colina, mirando al sol. Le confiere un sentido inofensivo al disco, y quizás se trate de una de las portadas más apañadas de la historia del grupo.
Como últimas reflexiones por esta semana, decirles que este disco es bastante llevadero. Seguramente los 3 siguientes trabajos del grupo, contengan individualmente mejores canciones, pero en su conjunto pueden llegar a hacerse algo indigestos. Tras haber escuchado toda la discografía de Mecano, me atrevo a afirmarles que “Ya Viene El Sol” es mi favorito.
Quizás el hecho de tratarse de la última obra del grupo, de la época de cuando eran una banda más, le da ese carácter romántico que tanto me gusta. Lo que vendría después, reitero por última vez, será de una brutal calidad, pero ahí el grupo ya sería algo más que música: un fenómeno de masas nacional que llegaría a llenar la Plaza de Toros de Las Ventas 3 días consecutivos (la hubieran llenado hasta 7, me atrevería a decir).
También es un disco muy apropiado para estas fechas, como ya he mencionado antes, debido a que de la gira que hizo el grupo, se retransmitió en navidades de 1985 un concierto grabado en Segovia, en el que participó en algunos temas el batería de Ultravox Warren Cann como estrella invitada, a la par que el músico Hans Zimmer. Por decirlo de alguna forma, hoy les propongo que se sumerjan en los Mecano más íntimos y entrañables que nos podemos encontrar en los 10 años, más o menos que estuvieron de seguido en activo.
Y terminamos por hoy, aprovecho para felicitarles las pascuas (la Navidad con unas horas de retraso, por cierto) y desearles que el próximo año 2010 les traiga buenos momentos. Nosotros procuraremos seguir aquí semana tras semana haciéndoles propuestas musicales. 2009 ha sido un año bastante aceptable para “Discos, música y reflexiones”. Tengo curiosidad por lo que nos deparará el 2010; a bote pronto, una de las cosas podría ser que tras haber quedado en 6º lugar este año, ganásemos en la Categoría de Mejor Blog de Música de la 5ª edición de los Premios 20Blogs. ¿Por qué no? Por pedir que no quede.

“Overpowered by funk” no deja de ser una declaración de principios sobre la nueva dirección del grupo desde hacía un tiempo y una contestación pública a la legión punk que seguía al grupo desde sus inicios. Efectivamente es una canción muy rítmica y rimbombante, aunque de maneras algo rudas, y con una ayuda algo histriónica de la electrónica. Ciertamente un cambio respecto a los Clash primerizos. “Atom tan” vuelve a matices punk debido a los coros que escudan a Strummer al inicio; no obstante, el ritmo es lento y poco acelerado. Otro aspecto que nos recuerda al enfoque punk es la duración del corte, apenas 2 minutos, aunque eso sí, aquí no nos hemos encontrado un ritmo endiablado como suele suceder en el punk. “Sean Flynn” es una canción esquelética sonoramente hablando, que se vale de sonidos de saxofón, elementos de viento (como flautines) y que la producción hace que nos lleguen en forma de eco, dándole una envoltura de cierto misterio. “Ghetto defendant” nos muestra una pista nuevamente curiosa, con esa intro de voz grave. Con un carácter derrotista, abunda en la mayor calma que tiene la 2ª parte de la obra, valiéndose ciertos retazos vagos de reggae en la guitarra. “Inoculated city”, nos muestra a unos Clash cantando al unísono; otra canción de sonido amable. La cara b del vinilo de turno, venía a poner de manifiesto como estarán comprobando, una banda muy mansa y poco agresiva. “Inoculated city” vuelve a suponer una canción breve de menos de 3 minutos de duración. El final de la obra que nos proporciona “Death is a star”, es otra pieza que nos descuadra. Con un sonido fuertemente clásico, nos hace frotarnos definitivamente los oídos para terminar de creer que lo que estamos escuchando es la misma banda que grabó “Give’ Em Enough Rope”. Quizás si “Combat Rock” hubiera dispuesto su duración total con canciones del corte de la 1ª parte, hubiera contrariado menos a la gente. Aún así, si se le coge el punto, tampoco está mal ver a esta banda moverse en territorios distintos a los que habían sido los habituales.
El resto del disco se sigue moviendo en un techno pop muy suave o normalizado con canciones más calmadas como la melancólica “Are you ever coming back?” u otras más animadas como el también single “I need your loving”, que son las 2 siguientes pistas que nos disponen Oakey y compañía. “Party” es uno de los ejemplos de música más sintética de la obra. Personalmente no me disgusta la saltarina “Love on the run”, que prosigue tras “Party”. Es quizás la canción que dispone de un estribillo más pegadizo de todo el álbum, una vez que la has escuchado un par de veces. “The real thing” destaca por los distintos tonos vocales de Oakey, en plan falsete y en plan grave, suponiendo sus propios coros en la apertura de la canción. Luego, lo que es el cuerpo principal de la letra, Phil lo aborda de la forma que suele hacer normalmente al micrófono; no sé, esos falsetes, aderezados con otras voces muy graves, son bastante graciosos. En definitiva, es otra canción muy juguetona, que deja de lado prácticamente totalmente a las chicas (simplemente escudan en la retaguardia a Oakey en un par de frases, de forma casi imperceptible). Otra vez estamos ante un disco con un estupendo cierre. Es el proporcionado por “Love is all that matters”. No me digan por qué, pero la veo como una canción de fuerte sonido navideño, inmejorable para las siguientes semanas. Esa repetición vocal por parte de las chicas, muy presente en el inicio y final de la canción, en la que el acompañamiento lo supone Phil, es muy emocionante. Hasta la intro instrumental de un minuto, que empieza de forma muy intrigante e íntima, me parece sublime en el apartado estrictamente musical. La entonación y el ritmo vocal de la canción también es con total seguridad de lo más granado que nos ofrece “Crash”. Inmejorable forma de cerrar el disco, yo creo que con mucha intención.
“Heart of stone” nos devuelve el acompañamiento vocal de Andy, haciendo gala de ciertos gorgoritos de esos tan habituales en él. Una canción bastante normalita, y que sin ser un error, sí que se muestra inferior en nivel a las canciones de la primera parte del disco. “Yahoo!”, tiene especialmente gracia (aparte de su nombre de buscador de internet), en el estribillo con ese “Higher” repetido hasta la saciedad. Vuelve a acercarse a los niveles de calidad de las primeras canciones de la obra. “Imagination” dispone de una base muy marcada de sintetizador analógico, que se adueña de la melodía principal de la canción. Nos recuerdan fácilmente a los Erasure de los primeros días, de aquel lp de debut titulado “Wonderland”. “Witch in the ditch” es una de las canciones más manieristas de la obra, demostrado en lo barroco de su melodía y la oscilación que tiene y que tan bien lleva Andy a la voz. También es otra de las composiciones con un sonido más endulzado del álbum. Llegamos al final formal de la obra, que lo supone “Weight of the world”, que es una de las canciones más normalizadas en su sonido, y menos recargadas sintéticamente del álbum. Aporta un final bastante medido y muy aceptable. No obstante, en la remasterización que existía como última edición de la obra hasta hace unos días, se incluían 2 propinas muy buenas. Destacaré principalmente “When I needed you (melancholic remix)”. Me dirán ustedes que es otro tema pastelero (quizás más acusado que ninguno) sin mayor gracia. Pues, ¿qué quieren que les diga? Me parece que la melodía que tiene es muy agradable y nos muestra al Andy más sentido de toda la obra, quizás junto a “Ship of fools”. El estribillo, cantado por Andy apoyado en coros, es estupendo. Un tema electroacústico, sí, muy ñoño, pero igualmente válido. Andy se pregunta en el estribillo “¿dónde, dónde, dónde estabas tú cuando te necesitaba más, cuando necesitaba un amigo?”. La otra propina, la supone “River deep, mountain high (Private dance mix)”, que también es acertada, aunque es radicalmente distinta a la otra que la acompaña como tema extra.