ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
La banda madrileña Deniro han editado su último disco hasta la fecha hace muy poquito. Fue a finales de 2014 cuando “Sueño Que Arde” vio la luz. Un trabajo que desde su título muestra la ilusión de esta banda, que entre otros avatares ha tenido que lidiar con la papeleta de un cambio de cantante en su formación, con la complicación que ello supone.
Dave toma las riendas en lo vocal sustituyendo a William Miller. Junto a él continúan Nano Ruíz, como alma básica dentro del grupo en las guitarras, Niño Sánchez también en las guitarras, Johnny Sánchez al bajo y Óscar Sánchez en la batería. Este “Sueño Que Arde” es un disco directo. 35 minutos de música potente y enérgica, la que es marca de la casa de Deniro. El grupo se mueve dentro de su rock duro, dentro de cuyo sonido nos pueden venir numerosas referencias, pero con una marca principal que se hace distintiva.
Nos gusta mucho el carácter compacto del disco. Un lp a la medida. 9 canciones que cumplen sobradamente dentro de la obra y que tras sus precisas escuchas dan claramente un resultado altamente satisfactorio. Es un trabajo muy bien medido, aunque ese cálculo no emborrona un ápice la frescura, potencia y emoción de sus canciones. Metámonos con sus 9 temas sin más rollos previos.
ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Sueño que arde”: Buen riff de guitarra es el que acompañará en su duración a la canción de apertura. Deniro abre con la canción título, una composición enérgica y de mucha luz. Dave muestra sus credenciales vocales con solvencias, llevando al vértigo necesario su ritmo en el estribillo. “Que se acabe el mundo, que a mi me da igual” rubrica el estribillo de este notable inicio de obra.
2. “Entre tú y yo”: En la 2ª canción Deniro suben la rueda del ritmo para acelerarse más, ahondando en sus formas rockeras. “Entre tú y yo” es otra de las piezas destacables de “Sueño Que Arde” y sigue apuntalando un comienzo de disco muy llamativo. En su melodía, muy acertada en su gancho sonoro, se aprecia la dosis de épica que Deniro a veces aporta a sus composiciones.
3. “Haima de cristal”: Llegamos al single de relumbrón de “Sueño Que Arde”. “Haima de cristal” cuenta con una dosis muy emotiva y algo melancólica en su sonido, pero sin renunciar a la contundencia de la maquinaria sonora de Deniro. Los coros acompañan en esta ocasión a la línea vocal principal de Dave Gómez en los puentes de forma notable. El estribillo es claro y directo, donde la melodía se torna heroica, al igual que la letra. “Contigo lucharé” remarca Dave en el estribillo. Buenísima canción que cierra un primer tercio de obra incontestable.
4. “Cruce de caminos”: Con “Cruce de caminos” se aprecia un cambio de tercio. El sonido frunce el ceño y se pone más sesuda y con unas bases más marcadas y levemente metaleras. El trabajo de las guitarras de Nano y Niño juegan bien entre sí, sobre el poderío ejercido por esas notables bases de Johnny y Óscar. Un tema que apuesta por lo aguerrido y deja de lado la épica emocional que impregnaba en parte al terceto de apertura de “Sueño Que Arde”. No obstante, y a pesar de los matices, estamos ante un tema muy reconocible dentro de las maneras sonoras de Deniro.
5. “Éxodo”: Con “Éxodo” llega el momento menos evidente del disco en lo referido a su melodía y estructura. Es otra canción muy potente, donde Dave Gómez suelta su perfil vocal más metalero por momentos. “Éxodo” además resulta agria y poco amable, contrastando mucho con el sonido animoso y acelerado de los primeros pasajes de “Sueño Que Arde”. En esto se aprecia la destreza con la que los chicos de Deniro han elaborado este lp en lo referido a la variedad que se ofrece en sus 9 canciones.
6. “Tengo tu nombre”: El disco prosigue en su sector más duro y encendido. “Tengo tu nombre” es menos enrevesada que “Éxodo”, pero no rebaja un ápice su contundencia y mensaje directo. “Es la guerra” es lo que más se queda grabado a fuego de esta pieza. Y así es. Un tema que termina de golpe y sopetón y cierra este trío de arrojo y potencia de “Sueño Que Arde”.
7. “Mi canción”: Cambio de tercio. “Mi canción” viene a relajar algo la escucha tras la mala leche y contundencia de las 3 canciones previas. Es la canción más bella formalmente del disco. Deniro no desentonan afrontando esta balada rock de nota alta. Buena ejecución, desde las estrofas a un estribillo que no cae en el ridículo en el que a veces se puede incurrir al hacer una pieza de esta textura una banda de rock. Creo que está bien situada en este momento del disco, cuando queda ya poco para terminar su intensa y variada escucha.
8. “Ésta no es tu piel”: En este tramo final “Ésta no es tu piel” sigue ofreciendo un capítulo de sonido más calmado. Melodía algo más relajada, aunque nos alejamos del género de la balada rock de “Mi canción”. Medio tiempo que ofrece su cierta intensidad en el estribillo cuando Dave sobre todo remarca ese “fuera de mi”.
9. “El luchador”: El trío de cierre no guarda la misma lógica de parecido que las canciones 1, 2 y 3 o las 4, 5 y 6. Aquí Deniro apuestan por volver a la fuerza. “El luchador”, canción que curiosamente abrió su concierto de presentación del disco en la sala We Rock, estaría situada entre la canción 3 y 4; es decir, es una pieza cañera, pero sin llegar a los extremos de contundencia del sector central del disco, pero que tampoco apuesta por la rítmica luminosa del trío de inicio. Hay épica, pero menos emocional, en el estribillo y destaca mucho la fuerza instrumental de ciertos momentos de las guitarras eléctricas. Deniro no querían cerrar el disco en un perfil bajo y por eso rompen con “El luchador” la posible lógica de grupos de 3 canciones consecutivas de parecidos registros que forman la obra. Creo que ha sido acertado y adecuado cerrar así, ya que este sonido que ofrece “El luchador” es una buena síntesis del sonido propio de Deniro y ayuda a terminar la escucha sabiendo bien a quien has escuchado.
RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Con “Sueño Que Arde” Deniro no solo han continuado su historia como banda, que no es poco siempre que se produce una alteración del cantante, sino que lo hacen con buen resultado. Este tercer disco muestra que el grupo tiene las ideas claras y sabe lo que quieren hacer. Se aprecia en, reitero, lo bien medido que está el álbum. 9 canciones para ofrecer al que lo escucha varios pasajes de ánimo y muchos matices dentro de un estilo que abunda en el rock duro.
A nivel de repercusión, Deniro han hecho varios conciertos presentando el disco por varios lugares y siguen con ello hasta la fecha. En Madrid presentaron el disco en noviembre en la céntrica sala We Rock y pudimos comprobar de primera mano que aquel evento fue un éxito. La sala estuvo prácticamente llena y la gente disfrutó mucho de las canciones del nuevo disco y otros temas antiguos que el grupo incluyó en el repertorio de aquella noche.
A nosotros nos ha gustado mucho “Sueño Que Arde”. Nos gustan mucho los discos directos, que no se andan por las ramas (a no ser que si se andan por las mismas lo hagan con gracia y destreza) y que apuestan por la calidad en lugar de por la cantidad. Este disco ofrece 9 canciones muy bien escogidas y con una buena distribución de las mismas, ya que si hubieran dispuesto un orden distinto quizás el resultado no hubiera sido el mismo. Y es que en “DMR” ya saben que una de nuestras proclamas o verdades que pregonamos es que en la música no hay propiedad conmutativa.
“Sueño Que Arde”, de portada curiosa (con los componentes de Deniro tapándose la cara con discos de vinilo que serán probablemente de sus gustos personales -si afinan la vista verán “Zenyatta Mondatta” de The Police entre otros), es accesible a todos los oídos. No han de ser devotos del rock duro para apreciarlo. Es un disco perfectamente aprovechable y que nos les chirriará. Desde aquí les recomendamos su escucha. Cuando quieran darse cuenta estarán escuchando los últimos acordes de “El luchador” y es más que probable que sientan la necesidad de volverlo a escuchar acto seguido de inicio a fin.
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