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viernes, 27 de septiembre de 2013

Temporada 5/ Programa 1: The Smiths y “Meat Is Murder” (1985)

Este sábado 28 de septiembre a las 16.00h en la sintonía de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH), tendrá lugar el inicio de la 5ª temporada en las ondas de “Discos, música y reflexiones”. Para ocasión tan singular, hemos escogido un disco y un grupo que estarán a la altura en lo que al contenido se refiere de los inicios de temporadas anteriores: “Meat Is Murder” de The Smiths.

Este disco de 1985 representa uno de los momentos más álgidos de los Morrissey, Marr, Joyce y Rourke. Hay mucho debate sobre qué disco es mejor, si este que escogemos o el “The Queen Is Dead” de 1986. Por supuesto que hablaremos de ello en el programa, además de comentar y escuchar íntegras varias de sus canciones.

Como siempre, este disco será excusa para que de pasada tratemos otros temas anexos a la historia del grupo anteriores o posteriores a este trabajo. Este fin de semana, como ya dijimos en el artículo que explicaba el nuevo funcionamiento de “Discos, música y reflexiones”, no habrá post de revisión de disco al uso. Toca escuchar el programa de radio. Estén presentes a las 16.00h en la emisión on-line de RUAH. Hasta las 17.00h tendrán ocasión de escuchar una hora repleta de buena música (eso lo garantizan The Smiths) y confiamos que aportaciones interesantes (que eso ya irá a cargo de los colaboradores que tomen parte del programa y servidor).

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: http://www.ruah.es/online.html
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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Discos, música y reflexiones estrena su 5ª temporada en la radio

Estamos encantados de comunicarles que este sábado 28 de septiembre a las 16.00h, tendrá lugar el inicio de nuestra 5ª (parece mentira) temporada de radio. Aún superando dificultades de todo índole, hemos conseguido continuar adelante y este sábado daremos la apertura de una nueva temporada en la que no están previstos muchos cambios respecto a la temporada anterior.

La periodicidad de nuestro programa continuará siendo cada 2 semanas, aunque en los primeros programas, por motivos personales, habrá nuevo programa en directo cada 3 en lugar de cada 2, siendo la emisión en directo los sábados a las 16.00h (la semana que no haya directo sonará programa en redifusión) y redifusiones los miércoles a las 23.00h. Todo ello en la sintonía de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) y probablemente en &radio. Aunque hasta noviembre no cojamos la velocidad de crucero de ser bisemanales, estimo que es necesario comenzar o dar por inaugurada la temporada este próximo sábado, tal como ya habíamos mencionado hace un tiempo.

Lo dicho, este sábado no se pierdan el inicio. Repasaremos un gran disco. De momento no les adelantamos nada, ya que como informamos en el artículo de hace unas semanas sobre el nuevo funcionamiento del blog, este viernes o sábado no habrá artículo de revisión de disco, sino un post en el que daremos promoción a lo que tendrá lugar este sábado en riguroso directo a las 16.00h hora peninsular de España. Esperamos que estén al otro lado de los receptores, ya que si no esto no tendría mucho sentido.
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sábado, 21 de septiembre de 2013

Orchestral Manoeuvres In The Dark - English Electric (2013)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Esta semana continuamos analizando la actualidad en lo que a nuevos lanzamientos de grupos consagrados se refieren dentro del género de la música electrónica. Llega el turno de Orchestral Manoeuvres In The Dark y su “English Electric”, flamante nuevo lp editado hace unos pocos meses, casi al mismo tiempo que el “Delta Machine” de Depeche Mode que analizamos la semana anterior.

OMD venían de un regreso discográfico de la formación clásica que dejó bastante buen sabor de boca. “History Of Modern” de 2010 demostró dignidad y buen hacer por parte de McCluskey, Humphreys, Holmes y Cooper. Su gira de presentación mantuvo la excelente aceptación que ya tuvo la gira previa, piedra de toque o chispa para que la maquinaria de OMD volviera a rodar, dedicada a recuperar “Architecture & Morality” en directo.

No mucho después de terminar con la gira de “History Of Modern” en alguna entrevista Andy McCluskey informó que ya se habían puesto manos a la obra para dar forma al siguiente disco e incluso nos adelantó el título final y definitivo, “English Electric”. Ya desde meses antes del lanzamiento, el grupo fue mostrando destellos por internet del trabajo y en las entrevistas contemporáneas dejaban entrever que tomaban de nuevo el prisma del trabajo realizado en sus primeros 4 discos, poniendo de relevancia su gusto por Kraftwerk y la influencia de los alemanes en OMD, pero adaptando el sonido a los nuevos tiempos.

Creo que no pudieron ser más sinceros en esas declaraciones. Pocos grupos se dedican a ser honestos poco antes de lanzar un nuevo disco; la mayoría se vanaglorian del resultado obtenido, siendo poco objetivos. OMD dijeron simplemente lo que habían realizado, sin necesidad de valorarlo. Si se cumplían los pronósticos, los fans del grupo sabíamos que la cosa valdría y mucho la pena. Por fortuna, así ha sido. Pasemos a analizar el contenido de “English Electric”.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Please remain seated”: A modo de una introducción experimental como aquella “Radio Prague” que abría “Dazzle Ships”, con “Please remain seated” nos dan la bienvenida a “English Electric”. Una robotizada voz de azafata nos da las pautas para adentrarnos en este nuevo disco de OMD. Hagan caso y por favor, permanezcan sentados.

2. “Metroland”: Andy, Paul y cia. no tardan en poner un peso fuerte sobre la mesa y “Metroland”, correcto 1er. single extraído del disco, se sitúa en 2º lugar del track list. Estamos claramente, no me lo negarán ustedes, ante una canción claramente heredera del sonido de Kraftwerk de su descomunal “Trans-Europe Express”. No solamente me baso en el sonido de sus teclados y su melodía, tan pareja a “Europe endless”, sino que hasta el guiño lo vemos en el título de la canción y el videoclip de animación (con tímida representación de los 4 miembros del grupo), con ese viaje en tren que se plasma. Dejando de lado las semejanzas o paralelismos, “Metroland” es una canción muy bonita y emotiva; sencilla y sentida. Cabe reseñar que ha tenido su cierta difusión en Kiss Tv en los meses de este verano de 2013 que ya agoniza.

3. “Night cafe”: Me abstendré de hacer bromas facilonas con el título de la 3ª canción del disco. Con “Night cafe”, Orchestral Manoeuvres In The Dark nos presentan otro de los singles que de momento han salido de “English Electric”. Su sonido es más clásico y manierista que el patrón que marca en su melodía “Metroland”. No obstante, no se deja de lado el toque cristalino de las notas, aunque la producción les concede aquí una mayor pompa. Andy McCluskey se muestra más relajado al micrófono que en “Metroland”, donde había momentos de algún arrebato intenso al cantar, sobre todo en su estribillo. OMD claramente apuestan por un sonido delicado y frágil, al menos en estos primeros pasos, ya que a medida que avancemos por el disco habrá espacio para momentos más alocados o divertidos y más experimentalismo. En todo caso, bajo mi punto de vista “Night cafe” es otra gran canción que desprende dignidad compositiva por todos sus vértices.

4. “The future will be silent”: Tras 2 momentos pop tan bonitos hay que volver al experimentalismo. Con “The future will be silent”, OMD nos presentan una arriesgada pieza, con retorcidos y potentes sintetizadores alternados con otros sonidos más saltarines. Preguntas y respuestas en torno al título de la canción repitiendo el patrón de forma hipnótica, vocoders usados a la vieja usanza y un giro melódico interesante para la 2ª parte del tema, más atmosférica, es lo que define a grandes trazos a este tema, debido al cual y a otros tantos nos recuerda tanto a “Dazzle Ships” este nuevo “English Electric”.

5. “Helen of Troy”: Me van a permitir más que nunca los paralelismos en este artículo, pero es que “Helen of Troy” podría resultar fácilmente del resultado de restar la mitad de su vértigo a “Telegraph”. Andy, en otro claro guiño al pasado y composiciones previas, toma como prisma a otra musa (como ya hizo en su día con Juana de Arco y con la actriz de cine mudo Louise Brooks), en este caso a Helena de Troya, pero en esta ocasión la letra es menos complaciente que en ocasiones previas. Quizás no llega en la primera escucha, pero no tarda muchas más en convertirse en un momento agradable y ciertamente simpático de “English Electric”. Las bases son rotundas y potentes, sobre los que el grupo dispone unos sintetizadores que se alejan de la delicadeza del sonido de las notas de “Metroland” y “Night cafe”. Otra buena canción.

6. “Our system”: De sensaciones espaciales y con toques de grandiosidad en su melodía y en la producción, llega “Our system”. Los efectos ampulosos de los coros celestiales le conceden una notable solemnidad. OMD apuestan de nuevo por bases y notas sintéticas muy marcadas para esta lenta canción. Creo recordar que en “Dazzle Ships” también había algún tema de factura parecida a “Our system”, ¿no? Estoy seguro que ustedes sabrán decírmelo en sus comentarios al pie del post.
7. “Kissing the machine”: Por sus primeros segundos, podemos pensar que estamos ante otro tema experimental, pero no. Aquí vuelve a aparecer el influjo de Kraftwerk claramente en las sensaciones que nos evoca la melodía de esta “Kissing the machine”. ¿O es que acaso soy yo el único al que le viene a la mente “Neon lights” de los alemanes? Pero, cuidado, una cosa es que nos evoque su sonido y otra cosa que estemos hablando de plagios o cosas por el estilo. OMD toman como prisma, cosa que admitieron mucho antes de que el disco viera la luz, a Kraftwerk (siempre influjo para las composiciones del grupo) y de ahí dan forma a canciones realmente fabulosas. Con “Kissing the machine” el grupo presenta otra canción que anota alto en la melodía y su desarrollo. Prácticamente todas las canciones del disco terminan por llegar a agradar y ésta no es una excepción. La sencillez de los elementos, su elegancia y lo fresco y radiante que sentimos a Andy McCluskey al micrófono, son el compendio perfecto en la 7ª pista sonora de “English Electric”.

8. “Decimal”: Ahora sí que el grupo presenta otra pieza experimental. De hecho, “Decimal” fue uno de los aperitivos que el grupo publicó por Youtube antes de sacar el disco. Vocoder contando y sonidos de contestador automático componen este interludio o descanso que proponen Orchestral Manoeuvres In The Dark, muy a su vieja usanza.

9. “Stay with me”: Se echaba de menos escuchar a Paul Humphreys cantar una de las canciones del grupo, ya que en “History Of Modern” no tomó en ningún momento esa función. Con “Stay with me” el grupo toma como prisma a sí mismo, ya que aquí el referente claro es “Souvenir”. Sin llegar, ni mucho menos, a la gloria de aquel single de “Architecture & Morality”, se da lugar a una balada digna; esto opino yo, aunque fans reputados del grupo me han mostrado su animadversión por “Stay with me” en alguna tertulia informal que tuve este verano pasado. En lo instrumental el grupo retorna a los sonidos cristalinos y delicados de los primeros temas del disco, lo cual me hace pensar que quizás (también a la vieja usanza) le concedan a “Stay with me” el honor (quizás excesivo) de ser single y permitir que Paul se anote otro single cantado por él en la historia de OMD.

10. “Dresden”: Quizás en “Dresden” es donde más atronador escuchamos el potente bajo de Andy McCluskey. Se deja de lado el sentimentalismo de “Stay with me” para presentarnos la otra pieza desenfadada, e incluso alocada y acelerada, de “English Electric”. La canción es vertiginosa, enérgica y divertida, pero sin perder de vista el sonido y las pautas que “English Electric” ha dejado bastante claras desde sus primeros minutos. A buen seguro, si es que está incluida en el set list, “Dresden” funcionará muy bien en el directo, cuando el grupo retome la gira que han tenido que suspender de momento (hablaremos de esto en el final del post).

11. “Atomic ranch”: Me encanta el carácter crítico velado que tiene la última experimentalada del disco. En “Atomic ranch” podemos escuchar las ambiciones de clase media que más o menos cada hijo de vecino se monta llegada una edad. La música es inquietante y algo chirriante. Al fin y al cabo todos ansiamos una vida perfecta, tal como dicen las voces que aquí aparecen.

12. “Final song”: Bueno, esto ya sí que serán cosas mías, pero “Final song”, el correcto final de “English Electric”, me recuerda en su melodía al “Charlie don’t surf” del “Sandinista!” de los The Clash. Aquí acompañan voces femeninas de forma decidida a un susurrante y tranquilo Andy McCluskey. Es un epílogo agradable, de sonido atmosférico o incluso estratosférico, que juega su papel de cara a no quitar protagonismo a piezas previas mejores, pero que pone el broche con la cabeza alta.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Por desgracia, una banda como OMD no lo volverán a petar (hablando un poquito en slang). Su época masiva pasó hace mucho mucho tiempo y solamente los fans somos los que nos enteramos de sus lanzamientos, los cuales celebramos con mucha animosidad, ya que tanto “History Of Modern” como este “English Electric” son como para que los que admiramos su historia y legado estemos muy orgullosos de ellos; ojalá Depeche Mode, dentro de su estilo particular, fueran capaces de entregar un disco al nivel de éste.

Es decir, que “English Electric” no ha estado sonando a tope en las emisoras como sí que en su día sonaban otros singles del grupo, pero sí que se ha visto el video de “Metroland” en Kiss Tv con bastante frecuencia, lo cual es un cierto logro. En el apartado de gira, el grupo (como ya mencioné antes) ha tenido que cancelarla debido a la salud del carismático batería Malcolm Holmes, al cual ha terminado pasando quizás factura su obesidad, ya que en mitad de un concierto le dio un ataque cardiaco; deseamos a Malcolm que se recupere lo antes posible y que el grupo retome el pulso al directo y de paso regresen por nuestras tierras, sobre todo visto el exitazo de su último concierto en Madrid.

Resultado comercial aparte, “English Electric” quizás sea el mejor disco que el grupo ha sellado desde 1983. En aquel año fue “Dazzle Ships”, un trabajo muy incomprendido en su día, la joya que selló el grupo y que a la larga puso punto y final a un inicio de discografía sin posibilidad de queja alguna. Luego el grupo viraría a lo comercial hasta su desmembración en 1988 y con McCluskey como único componente hubo resultados diversos en calidad.

History Of Modern” marcó el regreso del cuarteto clásico tras reunirse con notable éxito para la gira de celebración del 25º aniversario de “Architecture & Morality”. En este disco se apreciaba un sonido bastante maduro y un eclecticismo a ratos bastante interesante. Con “English Electric” Orchestral Manoeuvres In The Dark han conseguido la difícil tarea de aunar el sonido actual de “History Of Modern” con las pautas sonoras y de trabajo que el grupo decidió interrumpir, en pro de la comercialidad rápida, en 1983. Y es que afirmo que si metemos en una batidora a “History Of Modern” y “Dazzle Ships” nos daría como resultado el líquido que solidificado forma “English Electric”.

Personalmente me ha gustado mucho “English Electric”, un disco donde las portadas geométricas marca de la casa, prosiguen al igual que ya sucedió en el retorno con “History Of Modern”. OMD ya no nos van a descubrir América, o eso creo (nunca se sabe…) y además servidor de ustedes no soy de los que recriminan a las bandas que evolucionen. Me conformo con que un grupo haga lo que sabe hacer bien. Nunca hubiera apostado por un trabajo nuevo de OMD a estas alturas en el que se abordara de forma clara y decidida la experimentalidad y se tuviera tan presente a Kraftwerk y a su sonido para elaborar las canciones. Por ello, tras ver el resultado total de “English Electric” estoy tan satisfecho, aunque ya con los adelantos que iba sacando el grupo (“Decimal” y “Atomic ranch”) ya imaginaba por donde iban a ir los tiros.

Resumiendo, sobresaliente para Andy McCluskey, Paul Humphreys, Malcolm Holmes y Martin Cooper. Editar un disco así a estas alturas de su trayectoria musical y vida en general es todo un tanto a su favor. Veremos qué futuro nos plantearán Orchestral Manoeuvres In The Dark en sus próximos lanzamientos discográficos ahora que han decidido tomar la vía que dejaron muerta en 1983. No sé ustedes, pero yo estaré muy atento a ello.
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sábado, 14 de septiembre de 2013

Depeche Mode - Delta Machine (2013)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Que hace tiempo que no estoy muy emocionado ante un nuevo lanzamiento discográfico de mis queridos Depeche Mode es algo patente. Como fan de los de Basildon, podría esperarse que siempre estuviera subjetivamente positivado ante cualquier cosa que hicieran los Gahan, Gore y Fletcher, pero intento ser objetivo. Desde la marcha de Alan Wilder y el convulso 1995 en el que Dave se intentó suicidar además de la partida del 4º miembro del grupo, Depeche Mode lo más que han hecho son disco más o menos dignos, pero no buenos. Quizás el último realmente notable fue “Ultra” de 1997, aunque también tiene sus puntos débiles, los cuales le lacran de cara a estar al nivel de la tetralogía previa tan excelsa (“Black Celebration” “Music For The Masses”, “Violator” y “Songs Of Faith And Devotion”).

“Exciter” fue un desastre, a pesar de su buen sonido y producción. “Playing The Angel” de 2005, de alguna forma le pasó algo parecido a “Ultra”, es decir, que por detalles no pasa de ser un disco aceptable, en su caso, de forma más grave, por la producción. “Sounds Of The Universe”, el cual tuvo su reseña (que no post al uso, debido a que fue un artículo con motivo de un concurso de un diario gratuito) por aquí, no pasa de ser un disco cojo y soso.

De alguna forma, los nuevos lanzamientos de Depeche Mode (al igual que los de U2), son un motivo claro para hacer una gira mundial y echar más pasta a la hucha de la jubilación de estos 3 chicos que tanto admiramos muchos. Llega 2013 y se anuncia el lanzamiento de “Delta Machine”. El resultado no es malo, se deja escuchar, y aunque está por debajo de “Ultra” y también quizás de “Playing The Angel” supera claramente al insulso “Sounds Of The Universe” y al petardazo de “Exciter”.

Me atrevería a decir que este disco, de portada (eso sí) lamentable/mejorable (¿dónde están los tiempos de aquellas grandes portadas icónicas?) podría ser la cara “b” total del “Songs Of Faith And Devotion”; no en vano, creo que se ha recuperado algún descarte de la época para incluirlo en el setlist. Quizás peque algo de excesivo en duración o número de canciones, pero tras un generoso número de escuchas prolongadas en el tiempo (quiero decir, escúchenlo durante 3 semanas 1 vez cada 2 días), le sabrán ver el lado bueno. Pasemos a su contenido, a ver qué es lo que contiene.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Welcome to my world”: Normalmente, casi todos los últimos discos de Depeche Mode han dispuesto un tema potente en su inicio. Con “Delta Machine” el grupo no abandona la tradición y abre con un tema que avanza en un in crescendo de intensidad que rompe en el estribillo, consistente en el título de la canción “Welcome to my world”, donde Dave y Martin a dúo ponen toda la carne en el asador. No es un mal comienzo, pero ni mucho menos es memorable. Aceptable sin más.

2. “Angel”: El sonido se ensucia claramente en “Angel”. La 2ª canción del disco ofrece a un Dave Gahan muy rockero, con la voz áspera. Dentro de su estructura destacan los parones de intensidad, de sonido atmosférico, que sirven de pausa a esta canción por lo general corrosiva y farragosa en su sonido.

3. “Heaven”: Desde la 1ª vez que escuché “Heaven” se me antojó como una canción más propia de la voz de Martin Gore que de Dave. En todo caso, creo que esta canción lenta y de blues electrónico, no pega ni con cola como 1er. single del disco. En su sonido o producción busca recordarnos al último single glorioso del grupo, aquel “Precious” de “Playing The Angel”. Sin ser un mal tema, le ha caído un marrón y hubiera resultado mejor dejarlo sin la responsabilidad de representar en solitario al disco, quedando como una canción interna y mucho mejor si Martin se hubiera puesto él solito (no solo para los coros) al micrófono. El videoclip tampoco está a la altura de lo que DM han hecho en su historia, haciendo solamente algo de gracia ver a Dave con bigotito parecido a aquel que lucía en los segundos finales del clip de “Behind the wheel”.

4. “Secret to the end”: Con “Secret to the end” estamos ante un claro ejemplo de sonido “Songs Of Faith And Devotion”. Sería una especie de hermana menor de “Rush”. No está mal en su conjunto, pero estimo que remata muy mal el estribillo. Las estrofas y el puente son realmente acertados, quizás de los mejores pasajes de “Delta Machine”, pero el estribillo, aparte de tener poca chicha, se carga la canción. Su sonido oscuro y lleno de potencia en un punto a su favor, pero es una pena que esta canción no la hayan sabido perfilar mejor en su totalidad, ya que podríamos estar ante un temazo y nos quedamos en un tema que simplemente destaca dentro de este disco al que pertenece.

5. “My little universe”: A día de hoy, quizás mi favorita del disco sea la sencilla, minimalista y orgánica “My little universe”. Me gusta mucho porque Depeche Mode aquí se dejan de recargar su sonido y apuestan por lo reducido e íntimo. Igual que a muchos les gustó en su día “World in my eyes” por sus ciertos sonidos o notas directas algo retro (a pesar de sus arreglos solemnes puntuales), “My little universe” destaca claramente por su raquítica instrumentación. Con lo justo, Depeche Mode sellan una canción curiosa, algo hipnótica y que demuestran que aún son capaces de sorprender (hacía tiempo que no nos entregaban algo así).

6. “Slow”: Lo que no podemos negar a “Slow” es que su título le va que ni pintado a su sentir. Esta canción, lenta, en una vuelta al blues electrónico que ya hemos vivido en “Heaven”, media el disco con desgana, vaga sensualidad (transmitida en vano por David al micro) y nos emplaza para una 2ª mitad donde sobre todo al término del disco la cosa va a repuntar más de lo que hasta el momento nos podríamos imaginar. “Slow” es un tema prescindible que en otros tiempos hubiera sido cara “b” del 3er. o 4º single extraído de los discos de los años de gloria. No es un caso de sonido ridículo (como sí sucedía con alguna canción en “Exciter”), pero a una formación con Depeche Mode, con un tío que ha demostrado ser tan brillante componiendo como Martin Gore, hay que exigirla más.

7. “Broken”: “Broken” mejora algo el legado que ha dejado su predecesora “Slow”, pero muy levemente. En el apartado vocal, aunque Dave se muestra a ratos gravísimo en sus registros (cosa que me gusta) no es muy memorable, pero hay algún detalle en el apartado instrumental que sí considero válido. El cambio al estribillo no me gusta mucho, la verdad, ya que se transmite una cierta luminosidad que contrasta de forma algo chocante con el resto de la canción.
8. “The child inside”: Con “The child inside” Martin se anota un buen tema para su interpretación vocal. Mejora en este apartado a aquellas 2 piezas que Gore cantó en “Playing The Angel”, por lo que en este apartado “Delta Machine” se anota un tanto. No llegamos al nivel de una “Home”, el último gran momento de Martin como voz principal, pero la canción es muy digna. Agrada sin más y se le puede considerar un correcto tema interno de disco, no siendo un relleno sin más. Por otro lado, “The child inside” nos abre el camino a un tramo final del disco que es bastante aceptable.

9. “Soft touch/raw nerve”: De las canciones sucias e intensas del disco, mi favorita es “Soft touch/raw nerve”. Nadie puede negar que Depeche Mode en la última década han tenido gusto por virar al sonido rockero con tintes electrónicos, con algunos momentos que no han sido del todo acertados. Sin embargo, en esta sucia y agria canción, me gusta mucho el malditismo que transmite Dave al micrófono, el cual creo que modula su voz en distintos tonos a lo largo de su duración de forma magistral. Sin ser nada del otro mundo, siendo objetivo, me gusta y mucho. Una de mis favoritas del disco en estos momentos en los que escribo este post. Quizás el sonido retro de algunas de sus bases jueguen su papel favorable en mi subconsciente para escuchar a esta canción con buenos oídos.

10. “Should be higher”: Tras un cierto número de escuchas también me ha terminado por agradar “Should be higher”. Reconozco que me gusta mucho su estribillo, de intensidad notable, con Dave en unos registros vocales elevadísimos, casi inéditos en su trayectoria como cantante. Al contrario que le pasaba a “Secret to the end”, aquí considero más flojas las estrofas y puentes. El estribillo es quizás uno de los mejores en su apartado del disco; transmite oscuridad y melancolía a partes iguales. De primeras, ya les he dicho, quizás no les llegue, pero con el tiempo descubrirán sus partes buenas.

11. “Alone”: Entre los fans casi está consensuado que “Alone” es una de las mejores cosas que nos ha regalado “Delta Machine”. No se asusten, no voy a ir en contra de las mayorías. “Alone” también me gusta. Es contundente, rotunda y oscura. La letra no está nada mal. El halo derrotista que transmite es ciertamente encantador y aunque su atmósfera resulta claramente opresiva, es claro que en sus objetivos ha conseguido un éxito notable. Esta canción produce una sacudida clara y tiene trazas de gran canción. Sería un clásico de Depeche Mode si se hubiera arreglado o pulido algo mejor, pero ya en su forma en la que ha sido editada es notable. No me negarán ustedes la herencia del sonido que “Songs Of Faith And Devotion” ofreció en 1993, ¿verdad?

12. “Soothe my soul”: “Soothe my soul” ha sido escogida como 2º single. Personalmente me recuerda mucho al sonido de “Personal Jesus”, aunque un buen amigo me comentó que a él le recordaba a “Just can’t get enough”. Esta canción supuso un buen momento de risas en una velada urbana nocturna de mediados de agosto y ya solamente por eso, ya que pasé un buen rato, le tengo algo de cariño (en aquellos momentos me dio por imitar de forma muy arrastrada y rasgada el estribillo de la canción). La considero un single aceptable, mejor que “Heaven”. No podemos negar que es directa y de mensaje sencillo. El videoclip, en blanco y negro, también mejora al de “Heaven” y ha tenido su difusión más o menos razonable en Kiss Tv, prácticamente uno de los pocos referentes audiovisuales que tenemos a día de hoy más allá de internet. Lo que nadie puede negar es que en directo “Soothe my soul” funcionará y bien. Yo, personalmente, lo comprobaré el próximo 18 de enero de 2014 en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Ya les contaré. De momento, su versión estudio no me disgusta.

13. “Goodbye”: Tras 5 canciones más o menos válidas, el grupo termina con “Goodbye”. Una canción con título de perogrullo para finalizar con “Delta Machine”, que resulta algo estridente en su estribillo, con unos desaforados coros de Martin (marca reconocible de la obra en muchas de sus canciones, cosa que comentaré a continuación en las conclusiones). Estamos ante un tema de esos que no molestan, pero que no emocionan en demasía y más tras haber vivido unos pasajes bastante mejores durante los últimos minutos. Y aquí termina “Delta Machine”. ¿Qué les ha parecido? Yo ahora les dejaré mis conclusiones en la 3ª y última parte del artículo, aunque básicamente abundaré en lo que ya les he apuntado en la introducción con alguna cosilla más a escudriñar.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
En el plano comercial y de repercusión, quizás “Delta Machine” sea el disco que menos eco ha producido de los últimos lanzamientos de Depeche Mode; menos incluso que el tibio recibimiento que tuvo “Sounds Of The Universe”. Como ya he apuntado, los discos de Depeche Mode ofrecen su punto más positivo en el hecho de que conllevan gira mundial para poder verles en directo, más allá de que haya piezas que puedan merecer la pena. Quizás “Heaven” como 1er. single haya sido una opción errónea. “Soothe my soul” es más directa y hubiera funcionado mucho mejor.

En el plano musical, chirrían algo la presencia tan notoria de los coros de Martin. Estimo que hubiera sido mejor concederle la interpretación de “Heaven” en solitario y dejar hacer a Dave su trabajo bien hecho, salvo en ocasiones puntuales, ya que los coros de Martin normalmente han funcionado bien, lo que pasa es que en este disco se ha pasado un poquito.

Destaca también que el disco no incluye instrumentales prescindibles como en anteriores entregas, cosa que se agradece. Sin embargo, a pesar de que la producción es ligeramente mejor, creo que se podrían haber pulido mejor las composiciones. Ello sumado a un número algo más reducido, es decir, una criba un poco más exigente, hubiera dado lugar a un disco que podría ser al menos medio punto mejor. Por cierto, tengo la edición normal, por lo que no les puedo hablar de los bonus tracks.

Depeche Mode han buscado recuperar parte del sonido intenso de “Songs Of Faith And Devotion” en la mayoría de espacios de “Delta Machine”; a ratos lo han conseguido, pero en el conjunto global este nuevo disco está muy lejos de aquel incomprendido (en su día) trabajo de 1993. Con “Delta Machine” nos seguimos haciendo las preguntas de qué hubiera pasado con este material de contar con otro productor y estar aún Alan Wilder en el ajo y esto es indicativo de que el resultado no nos hechiza como sí lo hicieron trabajos anteriores. Veremos cómo funciona en directo el contenido de este álbum, yo me atrevo a pronosticar que bien, pero ya habrá turno para comentarlo más adelante. “Delta Machine”, al igual que Sick Boy decía de Lou Reed en solitario en “Trainspotting”, no está mal, pero tampoco está que te cagas. Pues eso.
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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Concierto Fangoria. Alcorcón (06-09-2013)

Casi podría afirmar rotundamente que para mí es tradición que comienzos de septiembre en los últimos años traiga asociado vivencias de conciertos especiales. Lo de “especial” viene asociado principalmente a que me suponen un desplazamiento mayor del habitual (ir a Madrid ciudad) y el ir acompañado de gente algo particular. Para esta ocasión, se me presentó la oportunidad de acudir por primera vez a un concierto en fiestas de Alcorcón (en ese municipio ya vi a Revólver en julio de 2005 en un centro comercial que a día de hoy debe de estar medio muerto).
Alfredo Morales, amigo y colaborador del programa de radio de “Discos, música y reflexiones”, fan de Fangoria y todo lo que le rodea, me comentó que este pasado viernes 6 de septiembre actuaban en esta ciudad del sur de Madrid. Si el año pasado él y yo, junto a algún invitado de excepción más, fuimos casi en la misma fecha a Móstoles a ver a Ana Torroja, un año más tarde tocaba la réplica de Alaska y su séquito en el pueblo de al lado.
También me suponía la 3ª vez que vería a Fangoria tras sendas actuaciones en Torrejón, donde resido todavía, en 2007 y 2011. El peregrinaje en transporte público (como en muchos de estos conciertos a municipios que me cogen a paso cambiado de donde vivo, teniendo en cuenta que no nos cortaríamos a la hora de consumir bebidas alegres antes y durante el show), tuvo su aquel. Quedamos a las 21.30h en Príncipe Pío tras llegar allí en Renfe, para coger la línea 511, que según unas compañeras de curro nos dejaba al lado del recinto. Llegamos bien a Alcorcón, sobre las 22.15h, con el tiempo suficiente para ir a buscar hielo y vasos para disponer adecuadamente el “vodkate” que uno de nuestros acompañantes había comprado en un supermercado, el cual hizo sus estragos unas horas después en los trayectos en búho para volver a casa tras la velada.
Tras preguntar a varias “alegres y simpáticas Jessis”, como diría Alfredo Morales, dimos con una tienda de chinos donde proveernos de lo necesario (hielos, vasos y algunos aperitivos con decoración manchega en la bolsa bastante curiosos que no estaban mal del todo) y tiramos para el anfiteatro donde se celebraba el espectáculo. Cuando llegamos, 15 minutos antes de las 23.00h, hora de comienzo del show, estaba el graderío a reventar y nos situamos moderadamente cerca del escenario a la izquierda según miras al mismo, bordeando al gentío, ya que el acceso era desde la parte derecha. No sé cómo David y Sergio, los 2 que completaban este peculiar “cuarteto de la muerte”, consiguieron colar las bebidas y todo el material que llevamos; supongo que las aglomeraciones y la candidez de estos 2 amiguetes nuestros hicieron lo suyo al efecto (total, no supusimos ningún peligro para la integridad del resto, aunque a primera vista pudiera dar otra impresión).
Unos pocos minutos pasadas las 23h salieron a escena Fangoria con su formación actual, esa en la que Rafa Spunky y la bellísima guitarrista Ikerne, ya tienen casi tanto protagonismo o carisma como Nacho Canut e incluso la propia Alaska para los que seguimos al grupo. La apertura del show fue espectacular, con una interpretación de “Perlas ensangrentadas” que buscó, con éxito, meterse a la numerosa audiencia que poblaba el recinto en el bolsillo. Hablando del recinto, en 2004 o así recuerdo que pasé por Alcorcón en fechas cercanas a las fiestas y creía que los conciertos se celebraban en los campos de fútbol del polígono Urtinsa, con lo que esto debe haberse cambiado de lugar de celebración hace pocos años, supongo.
Este concierto está incluido dentro de la gira larguísima de presentación del bien aceptado “Cuatricomía”. Sonaron con fuerza, más bien en el tramo medio y final del concierto los 2 primeros singles del disco, “Dramas y comedias” y “Desfachatez”, y se incluyeron alguna que otra canción más que aún no tengo controladas. En el tramo inicial recuerdo (me van a disculpar que no tenga una visión o recuerdo muy claro del concierto; échenle la culpa al “vodkate”) que sonó “Miro la vida pasar”, un gran clásico del repertorio de Fangoria. Ya para esas alturas los bailarines que acompañan a Fangoria, encabezados como siempre por la espectacular Susana Reche, se habían sumado al espectáculo de coreografías. Buen encuadre el de la siguiente imagen: las vedettes, Ikerne y Alaska, aunque esta última algo cortada en la foto por el frenesí de las coreografías.
Quizás contra todo pronóstico, sonaron muy temprano en el orden del set list “Bailando”, en una versión algo actualizada/modernizada y la siempre sublime “¿Cómo pudiste hacerme esto a mi?”, que sonó bastante ajustada a su sonido orquestal gracias a las programaciones oportunas. Tras un breve parón que se realizó, el cual derivó en un paréntesis de techno duro, resultó un momento notable de la noche que se siguiera el concierto con “Retorciendo palabras”, sin duda otro de los grandes temas de Fangoria, perteneciente a su periodo clave de paso del underground al mainstream.
El tramo final contó con “Ni tú ni nadie”, que trajo al recinto un clímax muy especial de comunión entre espectáculo y público. Cuando parecía que todo iba a terminar, se hizo un guiño por parte de Alaska a su marido Mario Vaquerizo, invitando a las Nancys Rubias al escenario para interpretar su último single “Me encanta”. También hay que decir que Juanpe, la “Nancy travesti”, no se encontraba en escena, apareciendo junto a Mario “la Favor” y la guapísima Marta Vaquerizo. Con este final de fiesta, totalmente desparramado, se puso punto y final a casi 2 horas de show. Vean en la siguiente foto a Mario en plena pose y éxtasis en mitad de su aparición al final del concierto.
Hay que destacar que Fangoria llevan un espectáculo notable en sus giras, gracias a su espectáculo de bailarines y a un repertorio de temas siempre solvente, que se va renovando, incorporando los nuevos temas de turno y recuperando de cuando en cuando rarezas del pasado. Alaska sigue a sus 50 años muy digna en escena, tanto en movimientos, como en físico, como en voz y Nacho… Bueno, Nacho Canut ya sabemos que no destaca por ser muy expresivo desde sus teclados, siendo claro candidato a opositar para incorporarse algún día como miembro de pleno derecho de Kraftwerk. Spunky y sus coros (aunque de cuando en cuando también se encarga de las guitarras) tienen su gancho a estas alturas (alguno sé que va a ver a Fangoria principalmente por él… Sí, sí, así es, créanme) e Ikerne desempeña el lado rockero, tanto por sus acordes eléctricos de guitarra, como por su look, que alterna dureza y sensualidad a partes iguales. La siguiente foto muestra un duelo de bellezas al rojo vivo, cada una a su estilo: Ikerne vs. Susana Reche.
De las 3 veces que he visto a Fangoria, no ha superado esta ocasión a la actuación dentro de la gira de “El Transcendental Paso De La Astracanada Al Vodevil” en Torrejón de Ardoz en 2011, pero sí que superó a aquella de 2007 que ya comenté en su día me dejó algo frío. Fue un buen espectáculo, gracias a un set list que compensó bien lo nuevo del grupo con las etapas anteriores de Fangoria y de formaciones previas. Además, dejando de lado la gratuidad del evento, fue un éxito total de público, quedándose mucha gente fuera del recinto (pudimos ver que en un momento determinado se cerraron los accesos y nadie más pudo meterse en la zona interior del anfiteatro del Recinto Ferial de Alcorcón).
Con nuestra leve borrachera y ánimo, nos quedamos por ahí merodeando tras el final del concierto para ver si podíamos interactuar con el grupo. Tras un generoso rato de espera, vimos que Rafa Spunky e Ikerne se marchaban junto a más componentes del staff en una furgoneta enorme de color rojo. Alguno de nuestros compañeros comenzó a llamar la atención de Spunky, pero fue Ikerne, muy simpática y guapísima, la que se acercó a los que estábamos allí para hacerse algunas fotos. Spunky se nos escapó. Un rato más tarde sería el grupo de bailarines quienes fueron saliendo, pudiendo Alfredo Morales anotarse su tanto personal de la noche al hacerse una buena foto con la exuberante Susana Reche. Abajo de este párrafo el triunfo personal de Alfredo en la noche del pasado viernes y arriba el de Sergio, nuestro amiguete que dispuso el “vodkate”, y servidor de ustedes con la bella Ikerne.
Viendo que nos iban a dar las mil y el núcleo duro no aparecía por allí, decidimos a las 2.30h desistir en nuestra espera y comenzar el largo peregrinar hacia Torrejón de Ardoz, cosa que no se nos dio mal del todo, teniendo en cuenta que teníamos que coger 3 autobuses. A las 3.15h estábamos en Príncipe Pío y a las 3.50h en Av. América listos para coger el bus de las 4h (teniendo en cuenta que los buses del Corredor del Henares a Alcalá/Torrejón de Ardoz pasan cada hora; ¡qué vergüenza y qué envidia respecto a Alcorcón/Móstoles, que pasan cada 30 minutos!). En esos trayectos, con tantos giros y glorietas el “vodkate” hizo estragos y me dejó un mal cuerpo de aúpa, cosa que no había sufrido hasta entonces.
En resumidas cuentas, lo pasamos bastante bien y mereció la pena. Hubo lugar para varias anécdotas hilarantes al margen del show que no voy a contar por aquí, ya que sería meterme demasiado en el plano personal; seguro que algún blog por ahí comentará esas cosas. Fangoria goza de un momento envidiable de fama y éxito, consecuencia de mucho más que la buena aceptación del reality televisivo protagonizado por Alaska y Mario, ya que desde 2004, cuando comenzaron a expandir su propuesta musical, la cosa ha ido en progresión geométrica. Conciertos como éste, del cual hemos descrito nuestra experiencia personal, ponen de manifiesto esa ideal situación.
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viernes, 6 de septiembre de 2013

Najwa - Walkabout (2006)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Regresamos definitivamente tras el necesario periodo vacacional, solamente interrumpido para avisar del nuevo funcionamiento del blog y del intercambio de colaboraciones con “Atrocidades Del Pop Español”. ¿Qué tal su verano? ¿Bien? El nuestro ha sido el más soso y lineal en muchos años, pero las necesidades obligan en ocasiones. En todo caso, volvemos con ganas renovadas, las suficientes para retomar el pulso bloggero con cierta ilusión y más haciéndolo de la mano de nuestra admirada Najwa.

El que fuera su 3er. disco en solitario editado en 2006 y de nombre “Walkabout”, es un disco que llevo escuchando periódicamente casi desde su publicación. En estos días he llegado a plantearme que incluso puede que me guste más que “Mayday”, al cual consideraba de forma consciente como mi obra favorita de esta cantante y actriz, aunque tras reflexionar a fondo el subconsciente creo que ha hecho en este tiempo su labor a favor del protagonista de este post de reencuentro.

Najwa se tomó con cierta calma la buena acogida de “Mayday” de 2003 y tardó 3 años en editar un nuevo disco. Suponemos que su actividad dentro del 7º arte y el querer afianzar su buen rumbo en el apartado musical hicieron que hasta 2006 no llegara el alumbramiento de “Walkabout”.

Recuerdo que de forma aséptica y resumida, en la prensa de aquellos días se citaba este disco como un viraje de Najwa hacia lo acústico. En realidad, en ciertos arreglos, sí que se puede apreciar ese toque más orgánico, pero la electrónica de buen gusto y refinada, de retazos de trip hop, género que siempre le ha venido muy bien a Najwa, sigue teniendo el papel principal.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “I’ll wait for us”: Lo del carácter acústico se aprecia sobre todo en la primera canción y sobre todo en su primera mitad; esto nos puede hacer pensar que más de un crítico elaboraría su reseña tras escuchar apenas los 2 primeros minutos de “Walkabout”. Quizás “I’ll wait for us” sea la mejor canción de apertura de todos los discos en solitario de Najwa Nimri. Desde su primera mitad a base de sonidos de guitarra acústica hasta el momento en el que entran las programaciones, es realmente aprovechable. Es un tema de cierta longitud, muy sentido, que a la par estaría quizás entre las 3 o 4 mejores canciones del disco. Comienzo formidable.

2. “So often”: Menos sentimental, algo más turbia u oscura, resulta “So often”, donde además no hay mucho atisbo del componente acústico tan cacareado en su día que incluye “Walkabout”. Siendo una canción que está dentro de la media de nivel de exigencia que tiene este disco, no resulta muy destacable, salvo por el cierto trance que suponen los coros del estribillo, realmente remarcables (ahí se alcaza un ritmo muy válido). Quizás podría haber formado parte en su día sin mayor problema de acople en “Mayday”.

3. “Just in case”: Najwa nos pide en “Just in case” “abróchate de nuevo el cinturón de seguridad”. Esta 3ª pista de “Walkabout” sí que destaca por su sonido acústico y orgánico, donde lo electrónico simplemente nos aporta leves matices. Estamos con “Just in case” ante uno de los momentos más delicados de la obra; se trata de una pieza muy bonita.

4. “Capable”: “Capable” fue el primer single de “Walkabout”. Fue una canción que tuvo un gancho comercial notable en su día. Recuerdo que hasta fue sintonía de un reality show basado en el mundo de las modelos que una cadena privada emitió en aquellos días. El videoclip, muy sencillo con Najwa apareciendo muchas veces en pantalla, grabado sobre fondo negro, se puso bastante en los programas musicales que aún existían en aquellos días en televisión. Es la canción pop por excelencia, donde lo acústico no se ve muy claramente, y donde la electrónica también es suave; de hecho, destacan mucho los arreglos orquestales que se incluyen. Estamos ante una composición que como single podría engañar algo, ya que su patrón está muy cercano a las formas de “Mayday”, cosa que se puede comprobar, al escuchar “Walkabout” al completo, que no es así. En todo caso, “Capable” es una muy buena canción y de esas que los fans añoran que sonaran en los exclusivos conciertos que Najwa ofrece en sus giras, donde solamente los temas del último disco son los que suenan.

5. “Push it”: Tras el single que muchos recordarán llega una canción que quizás de primeras les pueda parecer que desmerezca, pero no se dejen llevar por las primeras impresiones, ya que “Push it” es una de esas composiciones que con el paso de las escuchas termina por agradar, y mucho; al menos a mí me ha sucedido así. Los matices acústicos y electrónicos coexisten de forma sorprendentemente armónica y Najwa canta en un registro algo más alegre y luminoso de lo habitual. El principal problema de “Push it” es que se sitúa entre las 2 canciones más destacables del disco.
6. “Le tien, le mien”: “Capable”, aparte de ser un tema pop con mucho gancho, destaca por ser el primer single y su repercusión en su día, sin embargo, estimo que “Le tien, le mien” destaca simple y llanamente por ser la mejor canción del disco. Se puso de relevancia en su momento que en “Walkabout”, aparte de lo acústico de su sonido, se incluía un tema en francés, saliéndose Najwa de su habitual inglés. La jugada le salió brutal. “Le tien, le mien” ofrece un ritmo muy bueno en su estribillo. La instrumentación abunda en lo orquestal en plena simbiosis con lo electrónico. Suena solemne, pero sin embargo su carácter es íntimo a la par. Sentida, bonita, delicada, “Le tien, le mien” también tiene unos coros agudos que ayudan mucho al sentir que transmite. No sé si objetivamente será la mejor canción del disco, pero sí que les puedo decir que es mi canción favorita de “Walkabout” con casi toda seguridad.

7. “I like it”: Con “I like it” y su ritmo pausado Najwa nos saca de la intensidad que ofreció la previa “Le tien, le mien”, pero esto principalmente en sus primeros instantes, ya que en el estribillo el ritmo se vuelve más acusado y marcado. Lo acústico, orquestal y electrónico coinciden en “I like it”, una pieza que tiene un leve carácter más oscuro y amargo.

8. “Sexy light”: Sinuosa y encantadora es “Sexy light”. Ahora Najwa apuesta claramente por una pista orgánica y sencilla que hasta Carla Bruni se podría haber agenciado para alguno de sus discos. Es momento de relajarse, ya que las 2 canciones anteriores, de una u otra manera, nos han generado emociones notables.

9. “One of those days”: Afrontamos el tramo final con la controvertida “One of those days”. Lo de controvertida lo digo porque es una canción que ofrece unos cambios de ritmo algo chocantes y una electrónica que chirría algo en ocasiones. Quizás con unos arreglos distintos estaríamos ante una canción potencialmente mejor. Con todo, no desmerece dentro de “Walkabout”; de alguna forma, cumple con un papel de canción de esparcimiento o un momento de divertimento que Najwa se anota en el álbum.

10. “Being safe”: El final lo supone “Being safe”, que destaca en su letra por esa paradoja que Najwa nos plantea con “estar seguro no es estar vivo” (de alguna forma eso marca la actitud y el devenir de ella y su carrera; luego explico esto más a fondo en las reflexiones finales del post). En una canción con aires de grandeza al apoyarse en solemnes arreglos orquestales. Aun así, transmite un aire vitalista y luminoso, con el que se consigue sellar el disco bastante bien. Creo que es otra de las canciones muy destacables del disco.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
El 3er. disco en solitario de Najwa mantuvo el pulso o la buena inercia que generó el anterior “Mayday”. Este “Walkabout”, de portada floreada en tonos pasteles, con foto de Najwa incluida, supondría un paréntesis de 4 años hasta que Najwa volara otra vez en solitario. En 2008 decidió volver con Carlos Jean para editar un nuevo disco bajo el nombre de Najwajean, titulado “Till It Breaks”, disco que funcionó bien, pero no tanto como aquel “No Blood” de finales de milenio.

Al comentar “Being safe” decía que eso que dice Najwa en la letra de “estar seguro no es estar vivo” es muy aplicable a su trayectoria. Me apoyo en el hecho de que Najwa al pasarse al español, comenzó a firmar obras mucho más inquietantes y a priori menos accesibles. Podría haber optado por seguir ofreciendo esa electrónica sutil, de sonidos suaves y armoniosos, ya fuera en castellano o en inglés, pero no. Najwa optó por oscurecer su sonido en “El Último Primate” de 2010 y por enrevesarlo más aún en el no muy lejano “Donde Rugen Los Volcanes”.

A Najwa no se le puede acusar de inmovilista por tanto. Hasta que vea la luz su siguiente paso y comprobar con qué nos sorprende esta chica, seguiremos desquitándonos de nuestra espera para algún día poder conseguir entrevistar a Najwa en nuestro programa de radio (cosa que hemos intentado en varias ocasiones sin éxito por el motivo que fuera) revisando alguno de sus discos; ahora me doy cuenta que Najwa es quizás uno de los 10 artistas que más veces ha pasado por “Discos, música y reflexiones” hasta la fecha entre revisiones de discos, crónicas de conciertos y artículos de otras cosas. Sin embargo, en lo que a la radio se refiere (y haciendo un juego de palabras con la primera canción de este disco) seguimos esperando por Najwa.

Terminamos por esta semana. “Walkabout” de Najwa es fabuloso (como todos sus discos, según mi opinión) y también accesible (no tantos los 2 últimos en castellano; no se lleven a engaños pensando que porque les suene todo más cercano en su lengua materna vaya a ser más fácil de escuchar). Escúchenlo lo antes que puedan si no lo conocen aún o recupérenlo si hace ya tiempo que lo tienen acumulando polvo.
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