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miércoles, 31 de mayo de 2023

DMR cubrirá el concierto en Madrid de La Broma Negra (02-06-2023)

Casi conmemorando los 12 años que tenemos de relación con La Broma Negra desde que los conocimos en directo en la sala Cats, este viernes 2 de junio de 2023 les veremos una nueva vez en concierto en una sala que para nosotros es inédita (la sala BarCo).

Un buen plan de fin de semana, viernes noche, de música para todo aquel que guste y a un precio asequible (12 euros), oferta llamativa para una propuesta más llamativa aún si cabe, que es la que siempre ofrece en sus actuaciones La Broma Negra.

Agradecemos nuevamente al grupo que se acuerde de DMR para contar de sus actuaciones, cosa que haremos a posteriori, tan pronto nos sea posible.
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viernes, 26 de mayo de 2023

Oingo Boingo - Nothing To Fear (1982)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Así, de buenas a primeras, quizá el nombre de Oingo Boingo no les acabe de sonar demasiado. Sin embargo, si decimos que su líder y cantante fue Danny Elfman la cosa cambia un poco. No por nada es un afamado compositor de bandas sonoras, destacando sus colaboraciones con Tim Burton, y el autor de una de las melodías más famosas del planeta: la sintonía de inicio de los Simpson.

El éxito del Elfman compositor de bandas sonoras ha opacado los orígenes del músico, que vienen ligados a una banda ciertamente particular, excéntrica y puntualmente polémica. Las letras del grupo tienen algo que bascula entre el punk y el surrealismo, con un ánimo principal de epatar, y quizá provocar, pero también de satirizar.

El aspecto de Danny Elfman en vídeos, fotos, actuaciones, etc, aumenta la sensación de excentricidad, luciendo como un pelirrojo zumbado aquejado de locurón. Esto, yendo a lo musical, se nota en su forma de cantar, que es casi una especie de gimnasia vocal capaz de pasar de un voz sobria y profunda, a rugir como un tigre de Bengala.

Pero quedarse en eso sería dar una imagen parcial. Oingo Boingo hacen canciones perfectamente pegadizas y accesibles, con un alto grado de diversión. Esencialmente no deja de ser un grupo pop, remozado con el estilismo de la new wave, el punk e incluso el ska. Esto último es relevante porque el grupo posee una importante sección de viento, que, aunque no siempre está presente, cuando lo hace, lo hace con contundencia. Para este disco cuentan con dos saxofones y una trompeta.

El disco que nos ocupa es el segundo de la banda tras “Only A Lad” (1981), sin contar un EP homónimo de 1980. “Nothing To Fear” añade al sonido new wave unas guitarras más agresivas y una percusión más contundente, además de una mayor variedad en arreglos. Y en verdad es un disco con una buena producción, contundente pero también elegante. Las letras según el propio el propio Elffmas tienen el objetivo de “cabrear y mantener el sentido del humor”, siendo además narraciones escritas desde el punto de vista de personajes inventados.

He elegido comentar este disco porque es la síntesis perfecta entre las variadas virtudes de Oingo Boingo: melodía, contundencia y locura. Con el paso de los años el último componente de la formula iría difuminándose y, por otra parte, el disco debut lo veo menos pulido. De tal modo que me quedo con el compensado “Nothing To Fear”. En ese momento la formación la constituían: Danny Elfman (voz, guitarra rítmica, compositor), Steve Bartek (guitarra principal), Richard Gibbs (sintetizadores, teclados), Kerry Hatch (bajo), Johnny “Vatos” Hernández (Batería), Sam “Sluggo” Phipps (saxo tenor y saxo soprano), Leon Schneiderman (saxo barítono, saxo alto),y Dale Turner (trompeta y trombón).

Como último apunte introductorio, cabe decir que el origen de la banda está en un grupo de teatro alternativo fundado por Richard Elfma, el hermano de Danny, llamado The Mighty Knights of the Oingo Boingo. De tal modo, que ese puntito algo loco está desde el inicio de la banda, como parte de su adn.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Grey matter”: Comenzamos a toda leche. Tras unos acordes de sintetizador entran de forma galopante tanto la batería como la guitarra, a ritmo casi de punk. Eventualmente incluso se escucha un xilófono. La voz de Danny Elfman es vehemente, poderosa, y también teatral (basta con escuchar la sección media). Una pequeña y enérgica locura y una buena forma de empezar el disco. Ojo a las guitarras del propio Elfman y las de Steven Bartek. La letra habla de la ¿inexistente? materia gris de alguien alienado y que hace todo lo que le incitan a hacer. Fue doble single junto con la canción título.

2. “Insects”: Y aquí hace aparición la sección de vientos tan proclive a Oingo Boingo en determinados momentos. Antes hay un pequeña intro a base de unos extraños efectos de sonido, junto con unas potentes guitarras afiladas, casi de hard rock. Y luego los estupendos saxofones y trompetas de Sam Phipps, Leon Schneiderman y Dale Turner. El estribillo es un cambio de ritmo radical, hacia un funk bailable y divertido mucho más ligero que las estrofas. Realmente divertida. Y con Danny Elfman jugando a poner diversos tonos de voz. La letra es una pura paranoia, donde alguien ve constantemente insectos alrededor que a la vez le irritan y le dan ganas ponerse a bailar. ¿Serviría de inspiración lírica para Mecano y su canción “Mosquito”?

3. “Private life”: No hay tiempo para el descanso. Llega la canción más conocida del disco, un tema trotón, potente y divertido. En las estrofas la canción es muy pop, para luego venirse arriba en el estribillo, con el subrayado de los instrumentos de viento que pueden sonar medio ska, medio mariachis. Buena elección como single. La canción define bien a la contradicción de Oingo Boingo. Canción saltarina, fondo oscuro. La “vida privada” del título es un eufemismo de la soledad y el aislamiento. Hay que ver el vídeo, con Danny Elfman con camiseta estilo imperio y cara de loco, enseñándonos su cuchitril de vivienda y clamando “Ven y sácame de aqui”.

4. “Wild sex (in the working class)”: Una canción de ritmo peculiar y divertido en las estrofas y que se vuelve más rock en el estribillo. La interpretación de Danny Elfman se parece a la de un Elvis zumbón y procaz hablando, efectivamente sobre el sexo salvaje en la clase obrera. Las guitarras son casi hard roqueras y el sentimiento de la canción no puede ser más pegadizo. La letra nos habla de un trabajador que fantasea con que lleguen las cinco de la tarde, salir de la fábrica y practicar sexo. ¿Una canción sobre la alienación de la clase obrera? ¿Una canción sobre mentes calenturientas? Quién sabe.

5. “Running on a treadmill”: La canción más popera de lo que llevamos hasta ahora, Canción llevadera, divertida, incluso agradable. Los vientos dan un toque de distinción y el estribillo es casi sesentero. Los desmanes vocales de Elfman también son menores. Hay confusas referencias en la letra a una cinta de correr y un hombre perdiendo la cabeza por una relación.
6. “Whole day off”: La canción baja un poco de revoluciones, incluso tiene un inicio levemente oscuro. Poco a poco la melodía vuelve a ser pegadiza y melódica. Si bien todo suena más moderado, más serio. Los subrayados de guitarras son buenos, y dan un toquero más cercano al rock de medio tiempo que al pop. La letra es más bien extraña, con imágenes casi surreales. Una inquietante línea dice: “Quizá esto sea un mal sueño y me despierte pronto, pero no creo que sea tan afortunado”.

7. “Nothing to fear (but fear itself)”: Y volvemos a subir las revoluciones hasta llegar a la canción más loca del disco. Si ya las estrofas son rítmicas, con riffs guitarras sincopados, el estribillo es un trallazo punk bastante rápido donde la voz de Danny Elfman, los coros de la banda y las guitarras se desbocan de forma trepidante. Y ahí están los toques de arreglos de viento para dejar también su toque. Todo un chute de energía. En la letra se da la impresión de reflejar irónicamente la paranoia en torno a la Guerra Fría y la amenaza nuclear. Un hombre clama que los rusos están a punto de pulverizarnos; después parece querer buscar sexo (con una jovencita) ante tan funesto panorama, y, ya puesto, un poco de cocaína. Muy Oingo Boingo eso de no saber si tomarte las letras en serio o no. 

8. “Why’d we come”: El inicio de la canción se basa en la atmósfera y resulta misterioso, para luego ceder a un riff de guitarra bastante potente que casi recuerda a Black Sabbath (salvando las distancias). Es una canción más sinuosa y menos directa, como una mezcla entre rock duro y pop en que ambos estilos se suceden y se entrelazan. La canción ofrece una imagen negativa del ser humano, que a pesar de los avances científicos es incapaz de vivir en paz.

9. “Islands”: Definitivamente este final de disco es menos directo que los trallazos iniciales. Esta canción no es particularmente pegadiza y el tono el más bien oscuro, casi agobiante a ratos. La banda lo secunda con toda su fuerza instrumental, con buenos punteos de guitarra, arreglos de viento, etc. Pero el conjunto es más sombrío. No está mal que el disco incluya estas exploraciones y recovecos. La letra de la canción vuelve a un tema que aparece en varias canciones de la banda: la soledad, el aislamiento y la monotonía. “Las islas en medio del mar se parecen mucho a mí, ellas nunca cambian”, canta Danny Elfman.

10. “Reptiles and samurai”: Y el final es nuevamente retorcido, esta vez más por la parte excéntrica. Los sintetizadores dan paso a un tema techno al que se añaden potentes guitarras y una voz de Danny Elfman que muta con una facilidad pasmosa. EL histrionismo de la canción es grande y apenas tiene estribillo. Es más un fin de fiesta excéntrico, imprevisible y relativamente complejo que una canción al uso. La verdad es que a uno se le queda una sensación extraña al acabar el disco con estos arreglos. Y más viendo la letra, que es una caída sin paliativos en la locura, con frases como ésta: “Reptiles y samuráis habitan en mi cabeza, invaden mis sueños, duermen en mi cama, batallan pero nunca mueren”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Oingo Boingo nunca han tenido demasiada relevancia, ni han llegado a mucha gente. Su mayor proeza ha sido conseguir un puesto 45 en el Billboard con la canción “Weird science”, y un 85 con el single “Just another day”, a mediados de los 80. Gran parte de su popularidad se ceñía a California y alrededores. Tampoco diría que con el tiempo se hayan convertido en un grupo de culto. Pero de todos modos, es un grupo con la suficiente enjundia, personalidad y buenas canciones como para tenerlo en cuenta. Su sonido no está nada estandarizado, pueden sonar alegres, airados, locos… Juegan con una imaginería extraña, cerca de los macabro a veces (que Elfman luego se hiciera amigo de Tim Burton es por algo).

Oingo Boingo siguieron juntos hasta 1995, y continuaron sacando música interesante. Tenemos, por ejemplo, a discos como “Good For Your Soul” (1983), “Dead Mans’s Party” (1985) o “Dark At The End Of The Tunnel” (1990). En cuanto a canciones ahí quedan: “Wake up (it’s 1984), “Stay” o “No spill blood”. Poco a poco, el grupo iba sonando más contenido, y aunque seguía siendo potente, la sensación de locura iba reduciéndose. Además, al irse implicando cada vez más Danny Elfman en las bandas sonoras, el grupo se fue quedando relegado poco a poco. Puede que el grupo en sí mismo sea una joya a descubrir, pero en cualquier caso al menos merece la pena darse un garbeo por su música.

Texto: Mariano González.
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domingo, 21 de mayo de 2023

Programa Echo & The Bunnymen “Crocodiles” (Temporada 14/ Programa 9)

Consideramos relevante este programa que dedicamos al debut de una banda de culto como es Echo & The Bunnymen. Y motivamos esa relevancia con la percepción que tenemos de que quizás a fecha de hoy no estén muy en la memoria de grandes colectivos, cuando su trayectoria incluye discos más que relevantes.

Mariano González y Víctor Prats hablamos sobre “Crocodiles” de 1980, trabajo con el que la banda se hizo conocer. Pusimos varias de sus canciones, hablamos del entorno histórico del disco y también recordamos nuestra experiencia viendo en directo al grupo en noviembre de 2005 en la extinta sala Arena.

El programa se celebró el pasado sábado 6 de mayo de 2023 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). Hubo redifusiones los 2 miércoles siguientes a las 23.00h y al sábado siguiente a las 16.00h en el mismo dial. Por si no escucharon ni el directo ni sus redifusiones, les insertamos aquí el reproductor para su escucha y también link al alojamiento del podcast en Ivoox por si optan por su descarga: https://www.ivoox.com/dmr-14-9-audios-mp3_rf_108647638_1.html
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viernes, 19 de mayo de 2023

Temporada 14/ Programa 10: Falco y “Out Of The Dark (Into The Light)” (1998)

Volvemos a prestar atención a la figura del austriaco Falco, artista de clara referencia en “DMR”. La última vez que debatimos sobre un disco suyo fue justo antes del estallido de la pandemia, a comienzos de 2020. Pasados más de 3 años, creemos que es momento para volver a él y una de sus obras, y no será la última vez.

En esta ocasión, el protagonista será su disco póstumo, publicado poco después de su fallecimiento. Es sin duda, uno de sus discos más relevantes y que por un lado nos da especial lástima, ya que demostraba que Falco volvía a estar inspirado especialmente en tareas de composición.

La cita será este sábado 20 de mayo de 2023 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). No falten a la ocasión, les esperamos.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: http://www.ruah.es/emision-online/
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viernes, 12 de mayo de 2023

Stromae - Multitude (2022)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
La carrera del belga Paul van Haver, mejor conocido como Stromae es una de las más curiosas del panorama musical francófono y también internacional puesto que es uno de los pocos artistas que cantan en francés que se exportan a todo el mundo y además con un éxito muy notable.

El comienzo de su carrera fue fulgurante con el megaéxito en Europa que supuso el tema “Alors on danse” y su primer álbum “Cheese” (2010) que incluía ademas otros éxitos como “Te quiero” o “Peace and violence”. Stromae utilizaba un estilo de música de baile claramente influenciada por el eurodance de los 90 y lo mezclaba con textos serios, irónicos y a veces tremendamente tristes donde se trataban temas como el odio, la depresión o la violencia familiar.

Su siguiente paso fue el álbum “Racine Carrée” (2013) donde partiendo de los mismos elementos amplía su paleta de sonidos. La música de baile sigue estando muy presente, pero hay otras influencias de música africana, por ejemplo, que se notan mucho en el uso más intenso de las percusiones. Se incluyen algunos instrumentos acústicos como ukeleles y sin dejar de ser un disco muy electrónico tiene un carácter más orgánico y menos programado que su debut. El éxito de este álbum desbordó al artista: los singles “Papaoutai” y “Formidable” le dieron una enorme notoriedad y se embarcaría en una interminable gira que le iba a pasar factura.

Después de dos años de gira agotadores con más de 200 conciertos, comete la irresponsabilidad de llevarse su gira a Africa donde el objetivo era una amplia gira que recorriese multitud de países. Lamentablemente, algunos países africanos no tienen unas condiciones sanitarias como las que estamos habituados en Europa y otros lugares y finalmente Stomae se contagió de malaria teniendo que suspender la gira.

Posteriormente decidió retormarla, pero los efectos secundarios de la medicación que tuvo que tomar contra la malaria le jugaron una mala pasada y se tuvo que suspender todo.

Finalmente Stromae anuncia su retirada provisional del mundo de la música o más bien de la primera línea. A partir de aquí se dedicaría a su empresa Mosaert que está involucrada en proyectos que tienen que ver con la moda, la imagen y la música. Así en todos esos años de silencio entre 2015 y 2022 Mosaert ha presentado varias líneas de ropa (y Stromae haría la música que acompañarían los desfiles) o se harían cargo de videoclips de artistas como Dua Lipa o Billie Eilish.

El año pasado Stromae anuncia un nuevo single “Santé” y la llegada, por fin, de nueva música a través de un nuevo álbum “Multitude” que ha causado muchísima expectación dejando claro que ni mucho menos el público había olvidado al artista. ¿Habrá merecido la pena este regreso? Pasamos a analizar el disco.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Invancu”: Es un buen comienzo que marca un poco el tono del álbum con esas potentes percusiones y los coros africanos, todo envuelto con unos sintetizadores que nos anuncian que por fin Stromae ha vuelto y que ahora se siente invencible después de todo lo pasado. Es un tema corto que sirve de perfecta introducción al álbum.

2. “Santé”: Stromae nos sorprende a ritmo de cumbia que es uno de los pocos momentos hasta cierto punto bailables del álbum, incluso hay un pequeño homenaje a “Alors on dance” pues utiliza el mismo efecto de ladrido de perro sintetizado, aunque hay que estar atento para darse cuenta de este pequeño detalle. El texto es un sincero homenaje a todos aquellos trabajadores que, aunque minusvalorados son fundamentales para nuestro día a día como camareros, albañiles, etc. y que muchas veces reciben nuestra injusta ira cuando un plato o una bebida no llega a tiempo cuando normalmente no es culpa suya.

3. “La solassitude”: El álbum continúa con este agradable medio tiempo que esconde uno de los textos más duros del álbum. Arropado por momentos por unas cuerdas, Stromae realiza una reflexión sobre el hecho de estar en pareja y el inconformismo del ser humano que nos lleva a aborrecer la solteria porque nos sentimos solos y al mismo tiempo rechazar la sensación de rutina inevitable que se instala cuando las parejas llevan mucho tiempo juntas. La canción está llena de frases lapidarias como “te sigo queriendo pero de otra forma” o “¿y si encontraras un amante?”, con las que consigue hacer una reflexión sobre un tema incomodo, no será la única.

4. “Fils de joie”: Esta es una de las más complejas y mejores canciones del álbum, musicalmente puede recordar ligeramente a “Ave Cesaria” de su segundo disco, aunque en este caso la melodía no sea tan amable. La canción trata de la prostitución desde diferentes puntos de vista, es por eso que Stromae interpreta diferentes personajes dentro de la canción: desde el consumidor de prostitución, pasando por el dueño de un prostíbulo, un policía o incluso el hijo de una prostituta, todo esto es una auténtica reflexión con mucha ironía y sátira donde están representados todos los puntos de vista así como la hipocresía de la sociedad. Para su promoción esta canción contó con un grandioso video donde se escenifica el entierro de una prostituta con todos los honores de un jefe de estado o más bien de un dictador; el propio Stromae viste como el típico dictador de alguna república bananera. Un gran video que merece la pena.

5. “L’enfer”: Es la canción más dura del álbum y a la vez sin duda la más lograda donde con el acompañamiento de un piano y unos incisivos toques de dub-step crean una atmósfera realmente oscura y hasta tétrica. Si encima le sumamos esos coros que actúan como las voces que escucha el protagonista en su cabeza y de las cuales no puede desprenderse, podemos decir que estamos ante una performance perfecta. El tema cuenta con un video clip muy simple donde Stromae hace una interpretación bastante lograda pero mucho más famosa fue la interpretación que hizo en el plato de un informativo francés cuando al ser preguntado por el problema de las tendencias suicidas interpretó esta canción. Bien es cierto que todo estaba preparado pero fue una forma muy original de hablar del tema y a la vez promocionarse.

6. “C’est que du bonheur”: Después de un tema tan tremendamente duro como el anterior, tenemos un poco de humor con una melodía juguetona y un falsete burlón para describirnos la alegría de ser padre, porque en todo este tiempo que el artista ha estado ausente le ha dado tiempo a ser padre, con todo lo que eso conlleva; es decir, con “los pañales, el pis, la caca y todo lo demás”, como dice la canción. En definitiva, estamos ante una humorada del artista, no exenta de esa incertidumbre de un padre sobre el devenir de su hijo.
7. “Pas vraiment”: Un tema muy minimalista donde destaca la melodía con que arranca la canción y ejecutada con un instrumento viento que se va repitiendo de forma incisiva. Aquí se trata un poco de poner de manifiesto las relaciones falsas, sobre todo aquellas que utilizan las redes sociales para demostrar al mundo entero lo bien que les va cuando la realidad es más bien la contraria.

8. “Riez”: El minimalismo sigue en esta canción que posee una excelente melodia y los toques justos de cuerdas para insuflarle dramatismo cuando Stromae canta eso de “ríanse solamente ríanse”. Sin duda es una canción muy emotiva sobre alguien que suena realmente con ser rico y famoso y paso a paso va haciéndose su cuento de la lechera para finalmente concluir que se conforma con tener sus papeles en regla (aquí Stromae se pone en el papel de un inmigrante) y disfrutar de su esposa. Es realmente impresionante los giros argumentales que puede realizar Stromae en sus canciones y este es un buen ejemplo.

9. “Mon amour”: Estamos ante una de las canciones más divertidas del álbum donde tenemos al personaje principal que es el perfecto infiel con multitud de amantes que con todo y con eso se desvive en declaraciones de amor ante su mujer, dejando claro hasta qué punto el ser humano puede llegar a unos niveles de falsedad auténticamente remarcables. Es una canción muy sencilla donde los instrumentos de cuerda como guitarra y ukelele están muy presentes, además de unos coros que hacen el tema todavía más divertido. Para su edición en single Stromae realizo una colaboración con Camila Cabello, que no es la edición del álbum y que contó con un videoclip que parodia los reality shows donde los protagonistas son gente con cuerpos perfectos que solo piensan en acostarse los unos con los otros con el objetivo de ganar notoriedad. Nuevamente Stromae demuestra que es mucho más que música y que la parte visual está muy presente.

10. “Déclaration”: Como su propio nombre indica, es toda una declaración en este caso a favor de las mujeres y el feminismo donde si bien por un lado el intérprete reconoce que el feminismo se ha convertido en una moda, por otra pone de manifiesto que aún queda camino por recorrer para conseguir la igualdad efectiva. Destaca el falsete en el estribillo, un recurso que como vemos ha tenido bien a utilizar en este álbum.

11. “Mauvaise journée”: En las dos últimas canciones del álbum Stromae realiza un juego en el que en primer lugar tiene lo que llamaríamos un “día de mierda” y la palabra “mierda” aparece varias veces reseñada en la canción. Stromae consigue con esta simple canción crear una especie de opereta donde todo le sale mal, pero con todo tiene su aspecto humorístico, algo a lo que ayuda esos toques de trombón que dan un toque burlón a la canción.

12. “Bonne journée”: Y llegamos al final del disco y a la otra cara de la moneda de la canción anterior. Una canción optimista donde al protagonista todo le sale bien y tiene ganas de bailar “el baile de la felicidad” y hasta podemos oír pajaritos cantando de manera dulce y agradable, además de unos coros que aunque diferentes conectan con el primer tema del disco. Al igual que con el tema anterior hay una dosis de ironía y humor importantes; es como si en realidad el personaje no se tomase a sí mismo en serio, pero es sin duda una forma muy original de terminar el álbum.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Lanzar un disco 9 años después del anterior después de un largo y voluntario retiro, después de alcanzar la cumbre, es algo poco habitual en el mundo de la música popular. Un terreno donde lo habitual es aprovechar el momento de aceptación masiva para lanzar nuevas canciones o álbumes con los que exprimir la formula.

Por todo esto, Stromae es una rara avis como artista, pues ha seguido un camino completamente diferente al habitual, pero claro, no es nada fácil volver de un retiro tan prologando con otra propuesta. Nuevamente Stromae ha elegido un camino más complicado realizando un álbum donde se sumerge en la música de diferentes culturas para incorporarlas a sus canciones. Stromae sigue en ese punto medio en el que no se sabe muy bien si es un cantante o un rapero; ese es un recurso que ha explotado a la perfección desde los comienzos y que se ha convertido en algo que lo identifica totalmente y también que lo diferencia.

En “Multitude” las letras son más crudas, se nota que Stromae ya no es un veinteañero y se tratan ciertos temas desde una perspectiva más adulta, aunque eso no significa que falte el humor. En “Multitude” hay mucho humor negro, irreverente y también mucha ironía, pero también temas como “L’enfer” que no admiten ninguna lectura amable y que quizás sea lo más duro que ha escrito en toda su carrera.

Musicalmente Stromae ha dejado en parte al lado la electrónica para estudiar y realizar una autentica inmersión en músicas de procedencia andina, africana, etc. Para algunos un ejercicio de estilo, a algunos les podrá padecer una especie de gabacho-world music. A mí, sin embargo, me parece una aproximación completamente respetuosa y honesta. Se pensó en algún momento reproducir esta serie de instrumentos a través de sintetizadores y ordenadores, pero al final se llegó a la conclusión de que el efecto conseguido no era plenamente satisfactorio.

La reacción comercial a la nueva propuesta del músico no ha podido ser mejor y demuestra el poso que habían dejado sus dos primeros álbumes y el hecho de que su público no le había abandonado ni muchísimo menos, debutando en el número uno en Francia, Suiza y Bélgica, pero realmente lo que tiene más mérito es el número 1 en Holanda, el 2 en Austria y ser top 10 en las listas de álbumes de Dinamarca, Alemania o Italia, países donde no se habla una palabra de francés. En nuestro país el álbum se posicionó en el numero 6 nada menos, todo un logro en un país donde la música francófona apenas tiene espacio.

Como era de esperar la demanda de conciertos no se ha hecho esperar y Stromae se embarcó en una gira interminable que nuevamente le ha vuelto a traer malas consecuencias. A principios del mes pasado se comunicaba que la gira quedaba suspendida por motivos de salud. Lo cual nos ha dejado a la espera de nuevas noticias sobre la reanudación de la gira, pues esta tenía previsto durar hasta el 2024. Deseamos que Stromae tenga una pronta recuperación y poder disfrutarle pronto en directo.

Texto: Alfredo Morales.
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domingo, 7 de mayo de 2023

Programa Simply Red "Life" (Temporada 14/ Programa 8)

Después del primer parón por periodo de descanso de 2ª paternidad de nuestro director, el pasado 22 de abril de 2023 a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) retornaba la actividad regular de DMR con un nuevo programa de radio de la temporada 14.

El disco elegido para la ocasión fue el elegante y siempre agradable "Life" de Simply Red. En este episodio, Mariano González y Víctor Prats nos trasladaron al año 1995 para analizar uno de los momentos de mayor éxito del grupo liderado por Mick Hucknall.

Si se lo perdieron en su estreno o en las redifusiones de posteriores días (miércoles a las 23.00h y sábado siguiente a las 16.00h), pueden escuchar aquí mismo el programa. También les dejamos link a su alojamiento en Ivoox para su descarga si lo desean: https://www.ivoox.com/dmr-14-8-audios-mp3_rf_107706449_1.html
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viernes, 5 de mayo de 2023

Temporada 14/ Programa 9: Echo & The Bunnymen y "Crocodiles" (1980)

Consideramos un reto bonito el de afrontar en el programa del siguiente sábado 6 de mayo de 2023 el análisis del disco de debut de una de las bandas ya consideradas de culto surgidas en la nueva ola de la década de los 80 del siglo pasado. Echo & The Bunnymen en sus primeros trabajos nos dejaron un surtido de temas y lps más que llamativos.

"Crocodiles" fue el disco con el que los de Ian McCulloch se hicieron notar y se presentaron en sociedad. Tiene un encanto especial, sin lugar a dudas. Intentaremos desentrañar su contenido y valorarlo en su justa medida.

La cita será a las 16.00h en el dial de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) y será un nuevo mano a mano entre Mariano González y Víctor Prats. No se lo pierdan.

Links de interés:
Emisión on-line RUAH: http://www.ruah.es/emision-online/
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