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sábado, 31 de julio de 2010

Chris Rea - On The Beach (1986)

Durante las 3 próximas semanas, con total seguridad nos vamos a encargar de abordar la figura de 3 personajes individuales o artistas en solitario del mundo de la música. Salvo cambio de última hora, las próximas 3 entregas versarán sobre compositores e intérpretes en lugar de bandas o grupos. Hoy es la 1ª de esas 3 entregas.

Muchas veces ya se lo he dicho: siempre intento adecuar el disco de cada semana a la época del año que atravesamos. En esta ocasión, al menos por el título, no me dirán que no nos encontramos ante una obra apropiada para estas fechas. Y el caso es que el disco “On The Beach” del músico británico Chris Rea en tanto a concepción veraniega va más allá del nombre que tiene.

Poco puedo decirles del bueno de Chris, aparte de decirles que es un guitarrista y compositor británico, con una fuerte influencia de jazz y soul en su estilo, que destaca también por su voz ciertamente rasgada. No soy un erudito en la materia y tampoco voy a fusilarles lo que indique en la wikipedia. Solamente puedo introducirles hoy comentándoles la forma en la que conocí a Chris y alguna curiosidad, aparte de advertirles que además de su reconocido éxito personalizado en el álbum que les he seleccionado, Chris tiene una dilatada trayectoria musical. Recuerdo que sería hace unos 9 años en la cadena de tv Vh1, en el programa So 80’s cuando di con este guitarrista de cierto parecido físico con Andy Summers de The Police.

Como no, el contacto se produjo a través del estival videoclip de la canción que da título al disco que nos ocupa. Posteriormente, en verano de 2002 encontré al nada desdeñable precio de cinco euros el cd en la extinta serie media del Alcampo del Parque Corredor de Torrejón de Ardoz. Me hice con él y desde entonces he tenido una curiosa relación de escucha con el mismo, pues siempre que lo he recuperado ha sido en verano. No sé por qué mecanismo psicológico, no me ha dado por escucharlo, ni lo he considerado apropiado en otros momentos del año. Es un disco de agradable escucha y muy relajante. Procedamos a analizarlo.

Hay que puntualizar que la versión más pop de “On the beach” es la que se editó como single, siendo sustancialmente diferente a la que forma parte del lp y que a su vez es el tema de apertura. A priori, cuando compré el disco, me sentí algo defraudado por no encontrar la inmediatez de esos acordes pop de guitarra y darme de frente con una versión más virtuosa y casi chill-out a ratos. No obstante, y como casi siempre sucede, a la larga termina apreciándose más la versión del lp, pues envejece mejor su percepción auditiva que la mayor comercialidad de la versión single (caso que muchas veces ocurre con Depeche Mode). El clip que se grabó, con Chris tocando apoyado en las paredes de cal de una finca costera y la conjunción de imágenes del mar, de la playa y del faro, es sin duda alguna muy apropiado tanto por el título de la canción, como por el sonido de la misma. Y tras este inicio con uno de los temas más memorables de Rea, continuamos el tranquilo devenir por este disco tan relajante. De hecho, los efectos sonoros del comienzo de “Little blonde plaits” reportan una calma increíble. Tiene un sonido y melodía menos luminosa que “On the beach” y es de una inmediatez menor. “Giverny” abunda en la vertiente más sentida del disco, al tratarse de uno de los cortes más delicados que contiene. Se afronta en 4º lugar del disco un tema de sonido más desenfadado en el que Chris aboga por su día de suerte en “Lucky day”. Un ejemplo algo pachanguero, dentro de un disco tremendamente elegante y relajado. De hecho, retomamos la calma con “Just passing through”, dispuesta acto seguido, que cuenta con ciertas notas de piano muy interesantes, dispuestas sobre una sosegada base rítmica de origen jazzístico. En esta delicada y lenta pieza, también hay sitio para esos matices sonoros que nos encontrábamos al inicio de “Little blonde plaits”, que personalmente tanto me gustan. En mi modesta opinión, el 2º punto álgido destacado del disco tras la canción que lo titula, lo encontramos al enfilar la 2ª mitad de la obra, de la mano de “It’s all gone”. Aquí los sintetizadores y la energía (dentro de su contención y calma) que transmite Chris al cantar, como la melodía acompasada de todos los instrumentos, dan lugar al tema más pop de la obra. He aquí, una de las canciones que vengo a llamar joyas ocultas. Resulta igualmente interesante la parte final instrumental y más soul, una vez dejada la estructura pop más pura. Igualmente nos encontramos ante el tema más extenso, que supera los 7 minutos de duración. Tras este ejercicio de pop animado, alternado con soul, nos encontramos con otro ejemplo sentido de canción, tanto en lo sonoro, como en lo lírico, en la que Chris se dirige a un amigo del pasado titulada “Hello friend”. Quizás es el momento más emocional de Rea al micrófono a lo largo de la hora exacta de música que contiene “On The Beach”. En definitiva, pero con un sonido distinto, se vuelve a hablar de pérdidas, como también se hacía en la anterior canción de evidente título “It’s all gone”.“Two roads” comienza con una interesante y rítmica intro, con unos acertados acordes de guitarra, que a la larga dan paso a una luminosa y animada canción, en la que Chris medita sobre los diferentes caminos que el destino marca para 2 personas que por casualidad se conocen y coinciden en un puntual affaire. Destaca sobremanera la guitarra tan saltarina de Chris en esta pista. De lo movidito pasamos al extremo opuesto en otra pieza íntima titulada “Light of hope”, con una lenta cadencia de un sonido casi acústico. Después llegamos a “Auf immer und ewig”, una composición de sonido más electrónico y oscuro de lo más interesante, que forma parte de la banda sonora de una película del mismo título que desconozco, y que está compuesta en inglés con el único matiz en alemán de su título y la inserción del mismo en partes de la canción (de hecho Chris a ratos parece más bien alemán que británico por su aspecto). Los acordes de la guitarra al comienzo, dispuestos sobre la base sintética del principio es una auténtica maravilla, que por fortuna se repite cíclicamente a lo largo del corte. Abandonamos el cierto oscurantismo y mayor épica de “Auf immer und ewig”, para afrontar una canción de textura amable. “Freeway” nos abre el camino del final del disco, y aunque es una pieza agradable, no viene a aportar nada nuevo que Chris no nos haya mostrado ya a lo largo de las 11 canciones que ya llevamos de disco. En este aspecto, puede estar cercana a “Giverny”, o al menos así me lo parece. “Bless them all” es un tema instrumental, cortito de duración, de transición al final del disco. El cierre lo aporta “Crack that mould”, que tiene una inyección de ritmo contra todo pronóstico. Podríamos esperarnos que Chris nos quisiera dejar relajados con un tema de sonidos y matices suaves, pero aquí afrontamos una canción con una animada base rítmica y unas marcadas notas de piano que nos hacen movernos bastante en comparación con el resto de canciones que figuran en la 2ª mitad del disco tras “It’s all gone”. No está mal la canción, pero yo desde mi punto de vista hubiera rubricado el disco de otra forma.

“On The Beach”, y más que el lp si cabe la propia canción que lo titula en su versión single más pop, fue un notable éxito para Rea. Una aceptación de tal calibre que se puede dar el caso de que por esta obra a Chris se le pueda considerar un “one hit wonder”, cuando no es así, puesto que Chris Rea tiene una dilatada trayectoria musical desde finales de los 70; de hecho, por lo visto el maestro Ángel Álvarez en una de las promos que metía en su programa “Vuelo 605”, al hacer publicidad del recopilatorio de grandes éxitos de Chris decía “conoces muchas más canciones de las que crees”. Y así es, pero ya se sabe cómo funcionan los mecanismos de la memoria colectiva y esa percepción sobre Chris es un hecho.

En definitiva, y lo más importante, es que “On The Beach”, más allá de la obviedad de su título, es un disco perfecto para estas fechas. Es recomendable para escucharlo allá en sus destinos vacacionales. Hace 3 años hice la prueba de escucharlo en una cala de Mallorca, en la cual proliferaban los alemanes, y la verdad que la experiencia fue más que interesante. No es muy aconsejable para el trayecto si es que les toca conducir, pues es un disco que relaja y en ese aspecto podría no ser muy adecuado.

Espero que lo pasen bien de la mano de Chris. Yo tengo pendiente introducirme más a fondo en la trayectoria de este músico, pero reconozco que estoy muy orgulloso de haberme gastado aquellos 5 euros en adquirir este disco de portada igualmente tan veraniega, con esa foto de esa colorida sombrilla anclada en la fina arena.
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sábado, 24 de julio de 2010

Faith No More - King For A Day… Fool For A Lifetime (1995)

Como ven, éste es un blog de extremos: esta semana pasamos del pop ligero y amable de Nena Daconte a un grupo a ratos bastante contundente. Es difícil clasificar a Faith No More. Este grupo que retornó hace un poco tras su separación de varios años (como otros tantos), le he llegado a encuadrar dentro del heavy, dentro del metal, dentro del rock duro y creo que más bien ésta sería la etiqueta que mejor les vendría con matices del metal.

Existen 2 etapas diferenciadas en Faith No More, básicamente definidas por el cambio de vocalista. Personalmente soy seguidor de los años en los que Faith No More dispuso (y dispone en la actualidad) de Mike Patton como cantante. Este vocalista, que poco a poco fue refinando su aspecto, cortándose el pelo, y dejándose una fina perilla, acompañada por peinados engominados, muy al estilo de Falco, es un gran intérprete que terminó de conferir a Faith No More su salto cualitativo necesario para consagrarse como una de las bandas más apreciadas (aunque menos mediáticas) del género.

La canción “Epic” y su lp “The Real Thing” supusieron también un antes y un después dentro de la historia de la banda. Ya con Mike Patton al frente se afrontaría progresivamente el cambio de imagen de la banda, que al igual que otras bandas como Metallica, se fueron alejando de la imagen clásica del heavy metal de los ochenta. Sería con el fabuloso “Angel Dust” cuando la banda alcanzó un gran éxito, curiosamente gracias a la versión de “Easy” y otros temas tan rotundos y tan buenos como “A small victory”.

Llegaban de esta forma la mitad de los años 90, convulsos en el mundo de la música con la progresiva caída del grunge, debido al fallecimiento del líder de Nirvana Kurt Cobain, y a Faith No More se le planteaba la situación de rubricar el buen hacer que mostraron en “Angel Dust” con un nuevo álbum que estuviera a la altura de las expectativas. Y ese álbum es el que hemos escogido para el análisis de esta semana. Vino a llamarse “King For A Day… Fool For A Lifetime”, en lo que se puede ver una radicalización de aquel razonamiento Warhooliano de los llamados 15 minutos de fama.

En esos días, además del inestimable Mike Patton al micrófono, se encontraban dentro del grupo Billy Gould al bajo, Mike Bordin sentado a la batería, Roddy Bottum encargándose de los teclados, y ante la marcha del guitarra Jim Martin, para grabar el disco, según los créditos del libreto, se contrato a Trey Spruance. Se trata de un disco extenso en duración y listado de canciones. Intentaré sintetizar, hablando más a fondo de los mejores temas y mencionando de pasada los menos notables.

“Get out” comienza con una inmisericorde base potente de batería, tras la que entra Mike Patton junto a las guitarras y bajo. Patton en esta canción alterna momentos de rabia brutal al micrófono con otros de un mayor control vocal, que comienzan a dar señales dentro de este disco de su buena actitud vocal. Igualmente interesante es “Ricochet” dentro de su oscurantismo y ritmo menos alocado que con el que hemos abierto el disco proporcionado por “Get out”. “Ricochet” es una canción llena de rabia sobre todo en la parte inicial del estribillo. “Evidence” es la gran joya del disco. Un ejemplo de elegancia derivada del soul, demostrando la variedad estilística de la que Faith No More puede hacer gala si le viene en gana. Las notas de teclado, el sinuoso bajo, los elegantes acordes de guitarra y sobre todo la seductora voz del grandioso Mike Patton al micro hacen de esta canción una de las mejores piezas que vieron la luz en 1995. El clip que se grabó de la canción viene a sumar a la nocturnidad, elegancia etc. sobre todo en el elegante aspecto de Mike y sus sensuales juegos con las copas de cóctel; todo ello aderezado de lujuriosas y curiosas escenas colindantes. Uno de los mejores instantes globales en la historia del grupo. No perdamos la perspectiva, y aunque “Evidence” fue la pieza con la que a día de hoy sigo quedándome embriagado, tras haberla conocido allá por 1997 (2 años después de su edición) y con la que me inicié en Faith No More, el grupo regresa a su redil a continuación con una brutalidad/genialidad de canción titulada “The gentle art of making enemies”. Contundencia metalera de base y un Mike que a partes iguales descarga sutileza al micrófono y por otro lado desborde de energía visceral y en el estribillo también, pero de forma contenida y bien canalizada. Dentro de las curiosidades del disco de la presente semana tenemos el tema “Star A.D.”, en el que el grupo se hace valer de elementos de viento, para dar lugar a una canción bastante peculiar, que incluye ciertos cambios de ritmo muy interesantes. Después de la medio jazzy o soul “Star A.D.” llega el tema más agresivo con distancia del disco “Cuckoo for caca” es una de esas canciones que yo llamo del tipo “mecagoendios” en la que Mike se deja la garganta en un berreo monumental que pone los pelos de punta. No podemos obviar que Faith No More son principalmente un grupo de heavy metal en esencia, y de vez en cuando se les ven los colores. Solamente vemos a Mike en un estado igual de energía al final de “The gentle art of making enemies”. Nuevo cambio de tercio, al pasar a un tema que se abre paso de forma relajada, sensual e íntima como es “Caralho voador”. Digamos que es en parte como la continuación de “Evidence”, aunque con un nivel de excelencia instrumental algo menor a la magnánima 3ª canción del set list de la obra que hoy revisamos. El tono soul de esta pieza muestra una vez más el amplio abanico de estilos que dominaba Faith No More y con bastante maestría.Se da paso ahora a la oscura “Ugly in the morning” que destaca por las labores de producción que confieren a Mike Patton un brutal eco en su voz en el inicio de la canción. El estribillo vuelve a permitir a Mike desmelenarse y gritar como un poseso. Al hablar de “Cuckoo for caca” decía que era quizás el momento más bestia del disco (sin olvidar pasajes de la anterior “Ugly in the morning” u otras piezas)… Me olvidaba de la invitada a la escucha que viene ahora; “Digging the grave” es otro ejemplo de metal intenso y agresivo que asusta, en ciertos pasajes. Creo que con el título ya sacarán en conclusión de qué va y cómo sonará si es que ahora no están escuchando el disco a medida que leen esta crónica. Se cambia de estilo en la siguiente canción. Llegamos a “Take this bottle”, con su sonido amable, en el que Mike canta con aires de perdedor un tema de corte más clásico, siendo de los momentos más accesibles del disco. Destaca principalmente la melodía de piano que aparece de vez en cuando a lo largo de la canción. La, en parte, canción título “King for a day” se sitúa seguido a “Take this bottle”. Ésta es la composición más larga en duración de la obra, y ciertamente es bastante interesante, ya que alterna el misterio y sigilo de las partes prosaicas con cierto tono épico en los estribillos. “What a day” es una de esas piezas también influenciadas por otros estilos que entraban dentro del entramado metalero de Faith No More; se aprecian ciertos matices de hip hop. Esta pieza es otro ejemplo de oscuridad y contundencia gracias a las vigorosas cuerdas de los instrumentos que la componen. “The Last to know” tiene un ritmo más lento y a ratos algo épico, que muestra uno de los ejemplos más interesantes de la 2ª mitad del disco y quizás de la obra en general. Es una estupenda composición llena de emoción e intensidad metalera, pero sin necesidad de volverse visceral. El final llega de la mano de “Just a man”, un momento de lucimiento vocal para Patton, para poner la rúbrica perfecta y elegante a este disco que alterna a partes iguales ejemplos de canciones de heavy o rock metalero y piezas de otros estilos menos contundentes. Con muchos amigos de instituto, hará más de una década, charlábamos sobre Faith No More, pues había un sector importante del grupo que los admiraba, y normalmente siempre mencionábamos la perfección vocal de Patton. “Just a man” es un ejemplo de ello.

“King For A Day… Fool For A Lifetime” es un disco de contrastes, un disco de extremos, ya que a la dureza de canciones como “Cuckoo for caca” se contraponen bellas piezas como la elegante “Take this bottle”, de corte clásico y en la que Patton puede hacer gala de su buena voz o “Just a man” que sigue los mismos derroteros del sentido clásico y las características vocales casi de crooner de Mike.

Podríamos afirmar que esta obra supuso quizás el punto más álgido de la carrera de Faith No More, tras el ascenso iniciado en “The Real Thing” y que también se confirmó en “Angel Dust”. Su siguiente obra “Album Of The Year”, sin dejar de ser un interesante trabajo con temas como “Ashes to ashes” (no, no es una versión de Bowie) o “Last cup of sorrow” (que incluía un interesante clip homenaje a Hitchcock y su film “Vértigo”), estimo que está a un nivel menor que este conjunto de canciones de texturas y estilos tan variados.

Llegaría tras “Album Of The Year” la separación del grupo durante un largo periodo de tiempo, para reunificarse recientemente e incluso ser cabezas de cartel de un festival metalero llamado Sonisphere que se ha celebrado hace unas semanas en Getafe. Espero que aún así, Faith No More visite alguna sala para hacer un concierto individual, pues no estuve dispuesto a pagar el precio del festival ya que solamente me interesaban ellos.

Como anécdota, recuerdo que en su día en mis tiempos de universidad, tuvimos una conferencia de empresarios y creo recordar que vinieron algunos responsables de la cadena Hard Rock de restauración. Eran un hombre y una mujer y el hombre recuerdo que al citar su currículum destacó haber sido manager de gira de Faith No More. Posteriormente un profesor graciosete que teníamos, y que era el que movía el cotarro de mi carrera universitaria, soltó una chanza en clase diciendo que qué grupo era ese. Sobra decir que me indignó sobremanera.

Hay que reconocer que “King For A Day… Fool For A Lifetime” a ratos es agreste; casi tanto como la contundente portada con ese cubista dibujo en rojo y negro de un guardia de seguridad llevando un agresivo perro. No obstante, las 14 canciones que lo componen demuestran una gran variedad. Recuerdo que en su día lo tuve primero en cinta de casette, gracias como siempre en aquellos días a la inestimable colaboración del hermano mayor de un amigo de toda la vida, que escuché durante el verano de 1999 y un año más tarde me lo compré original en cd, no recuerdo bien si en El Corte Inglés de Preciados.

No podemos obviar que estamos ante un grupo heavy o metalero y que su estilo de origen es su estilo de origen. Sin embargo, en esta obra se atreven con piezas de corte radicalmente distinto, como también sucedió en el recopilatorio que sacó la banda posterior a “Album Of The Year”, titulado “Who Cares A Lot?” (haciendo un juego de palabras con su disco de debut), cuando se marcaron la sublime versión de “I started a joke”.

Es una pena que nos hayamos perdido más de 10 años de esta banda. Pero más pena hubiera sido que no se hubieran vuelto a juntar. En ese tiempo Mike Patton se dignó a colaborar con varios artistas, Bjork incluida en su disco “Medulla”. Canciones como “Evidence” les hará pasar unos siguientes 7 días agradables. Creo que es una obra apropiada para estas fechas, o al menos a mi me resultó muy adecuado en el verano de hace 11 años; prueba de ello es la calidez y sensualidad de los acordes de guitarras que hay en “Evidence”.

Como soy consciente, solamente a ratos, de que es bastante chunga para el pueblo medio la clase de escucha de música que propongo (embutirse un disco completo de un grupo), vuelvo a la recomendación que alguna vez les hago de primeramente hacer una cata o degustación en youtube. La sugerencia es que se echen un ojo al video de “Evidence” y se deleiten con la elegancia de la música y voz de Mike y también disfruten de la también elegancia, galantería y chulería que el frontman de la banda se gasta en el video. Merece la pena invertir unos minutos en ello.
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sábado, 17 de julio de 2010

Discos, música y reflexiones ganó el Concurso Post 2009 Yenodeblog en la categoría de música

Pensaba la pasada semana que el artículo especial de fin de temporada en Radio Universitaria de Alcalá de Henares iba a ser el último en un tiempo. No obstante, he considerado remarcar esto que aquí les expongo como algo muy importante. El caso es que habrán notado una imagen en el lateral izquierdo, que viene a condecorar a un post de este humilde blog como el más votado en el concurso organizado por el directorio de blogs Yenodeblog, en lo que es una interesante iniciativa que va a premiar los mejores post, en lugar del blog en conjunto.

El caso es que los participantes han tenido a bien votarme entre los que se presentaron a concurso, posibilitando que el artículo dedicado al concierto de Depeche Mode el 16 de noviembre de 2009 en el Palacio de los Deportes, quedara en primer lugar. Es una tremenda alegría, ya que es el primer premio que gana “Discos, música y reflexiones” en un concurso con votaciones, más allá de las también agradecidas menciones en cadenas de premios que amigos como Jairo de “Los Mundos De Jairo”, MFAL de “Any Other World” o Serreina de “Afición Por Y Para El Cine” han tenido para este trabajo.

Esperemos que sea el preludio de un buen papel en la V Edición de los Premios Blogs, en los que como habrán visto participamos. La victoria está difícil, pero esperemos tener suerte; la esperanza es lo último que se pierde. Quería simplemente agradecer este premio a todos los que me han votado y a los compañeros blogueros administradores de Yenodeblog Európides, Uve y JoséGDF, que hacen una estupenda labor y llevan a cabo iniciativas muy interesantes.

Todo esto ayuda a seguir adelante con esta tarea con más ilusión de la que de por sí ya tengo. Este premio es un honor, de verdad. Muchas gracias.
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Nena Daconte - He Perdido Los Zapatos (2006)‏

Cambiamos de tercio para estos próximos 7 días. Partamos de la base o premisa de que en un concurso musical tan artificial como OT no todo tiene que ser desdeñable o rechazable. Lo digo más que nada para que se quiten los prejuicios para esta semana, aquellos que renieguen de ese concurso de esta forma. Personalmente es un concurso que no me gusta, ni por lo general me gustan los artistas que han salido de allí; apoyo esto en el hecho de que por tradición a mi me gustan los compositores/intérpretes, es decir, la gente que se compone e interpreta su propia música. Pocos cantantes intérpretes, que se nutren de composiciones externas me gustan (aunque algunos ejemplos existen). Vamos, que aunque no comparto la emoción por este espacio, sí que respeto a los que viven tan intensamente el fenómeno fan derivado de esta fórmula.

Lo que pasa, es que a la gente hay que analizarla más allá de una participación en un espacio de estas características, en los que se busca dar forma a artistas estandarizados. Por eso es preciso, repito, que para esta semana se quiten los prejuicios, ya que Nena Daconte es un ejemplo distinto de lo que a priori pueden pensar. Aquí no nos encontramos ante un producto prefabricado. Simplemente se dio el caso de que una chica llamada Mai Meneses, que soñaba con vivir de la música, en un intento desesperado por abrirse camino, como muchos otros se metió en la academia de OT.

Es curioso que tuvo la suerte de pasar el corte, pero Mai más que en boga de una perfección vocal o una gran ejecutora de coreografías, es otro tipo de personaje dentro del mundo de la música: aquella clase de personas que gusta de interpretar lo que ella misma compone. Por ese motivo, Mai duró 2 telediarios dentro de la academia, para su propio beneficio. Pero, casualidades de la vida, con motivo de la gira promocional de aquella 2ª edición del concurso, dentro de los músicos que acompañaban a los cantantes por la geografía española se encontraba un chico llamado Kim Fanlo, con el que Mai conectaría en lo musical, y también en lo personal.

Y esta nueva pareja mixta de la música española se puso a trabajar en conjunto sobre las ideas que Mai llevaba almacenadas en su interior desde hace mucho tiempo. De hecho hasta dentro de la academia un día guitarra en mano se atrevió a cantar “Idiota”, con alguna variación lírica respecto a la versión definitiva. Los trabajos en equipo de Mai y Kim se concretaron en el grupo Nena Daconte (nombre extraído de un libro de Gª Márquez) y en su debut discográfico “He Perdido Los Zapatos”, que es el disco que vamos a analizar esta semana.

La apertura del disco es un ejemplo de pop puro y vitalista, todo ello dispuesto en una canción de título “Pierdo el tiempo”. En su primera gira igualmente era el tema de inicio de los conciertos, con el que era fácil que la gente se metiera en el show. En parte, digamos que la futura “Tenía tanto que darte” quizás es heredera del sonido directo y pegadizo que tiene esta canción. Antes de escuchar al completo “He Perdido Los Zapatos” fui a un par de los conciertos de su gira veraniega de 2007 y éste fue uno de los temas que más me llamó la atención. Luego nos encontramos con “Si supieras”, una de las mejores composiciones del disco en el sentido de llegar bien al público. Es otro ejercicio de pop, pero mucho más relajado, con una letra sencilla y sentida. El 3er. sencillo del disco vino de la mano de “Marta”, que también se sitúa en el 3er. lugar del track list. Una lenta canción, muy bonita, de esas dedicadas a un personaje en particular y que contrasta con la melancolía intensa de “Idiota” o con la alegría pop de “En qué estrella estará”. También se grabó un clip para su promoción con Kim y Mai sentados en un coche descapotable. Se da paso acto seguido a “Idiota”, la canción más triste y angustiosa del disco, tanto en su melodía, como en su letra. Hay momentos de Mai al micrófono que son sublimes (quizás ahí sí que se note que su paso por la academia de OT valió para algo). Existe un remix posterior para conferirle un sonido más amable de por mediano a cargo de Carlos Jean, buscando una mayor repercusión comercial, y por otro lado la versión más clásica y orquestal que es la que nos encontramos aquí, que en un gran in-crescendo va ganando intensidad para terminar sin embargo de golpe (algo que se repetirá en otro momento notable del disco). Digamos que el remix de Jean desvirtúa el sentido real de esta canción, y le resta seriedad a lo dura que es la letra. Me quedo con la versión original con sus arreglos de corte más orquestal y su atmósfera tan épica y derrotista a la vez que crea; con motivo, en el sencillo pero efectista videoclip que se grabó, con planos fijos de los rostros del dúo, Kim suelta una lágrima al final del mismo al más puro estilo Sinèad O’Connor en “Nothing compares 2 u”. Este video es un ejemplo de lo fácil que es a veces realizar un videoclip apañado para una canción sin precisar grandes presupuestos. Después se da paso a la medio jazzística “No eres mi perro”, que demuestra la variedad del disco en lo que a sonidos se refiere. Aquí se ven parte de los gustos e influencias que tiene Mai. En esta pieza Mai Meneses se gusta al micrófono, se la ve disfrutar casi más que nunca, con esos tarareos de la parte final, algo que también veremos más adelante en “En qué estrella estará”.Después de este despiporre (en el buen sentido de la expresión) jazzy, se pasa a un tema de corte acústico titulado “Loco por mi”, de apenas 2 minutos y muy sentida. Un paso importante para la percepción social de Nena Daconte fue que se hicieran cargo de la sintonía de la Vuelta Ciclista a España de 2007 con el temazo pop “En qué estrella estará”. Trampolín para muchos y elemento revitalizador para otros, este evento regaló a Nena Daconte un gran apoyo mediático en forma de uno de sus mejores temas pop de su trayectoria. Esta canción es un tema que te engancha desde los primeros acordes acústicos de guitarra de Kim y que sigue cuando entra Mai al micro de forma muy seductora. Igualmente la fuerza instrumental del estribillo y la intensidad de Mai en dicho momento es excelente. Además dispuso de un clip en el que aparecen Mai, Kim y sus músicos habituales de su directo tocando en una habitación marrón, con no mucha luz, en el que Mai se muestra bastante sensual, a la par que elegante, pero sencilla, con un vestido corto ajustado oscuro, y con medias, pero sin zapatos, haciendo una especie de guiño al título de su disco de debut. Esta canción, al igual que sucede con “Idiota”, termina de golpe tras ese “quiero irme con él”. En lo lírico es una canción que circunda sobre las sensaciones que se experimentan al estar enamorado y las decepciones que a veces pueden ir asociadas a ello, por diferentes motivos; de hecho esa frase que en la que Mai se pregunta y dice “dime quién vendrá a ocupar su lugar, por qué mis sueños se rompen de golpe” es de los fragmentos mejores no solo de la canción, sino de la obra en general. También son interesantes los tarareos que Mai introduce a modo de pausas a lo largo de la canción. “En qué estrella estará” es una pista que alterna a la perfección el intimismo de las partes más prosaicas y la rotundidad y potencia pop de su estribillo. De las mejores canciones pop de la última década, y que a día de hoy figura eclipsada dentro de la trayectoria de Nena Daconte, debido al rotundo éxito de su posterior “Tenía tanto que darte” de su 2º disco. Es doloroso pasar a una canción tan dura, en la onda lírica de “Idiota”, titulada “Engáñame a mi también” que se sitúa detrás del sonido de “En qué estrella estará”, a pesar de que ésta última también tenga su punto agrio en el verso literal que he citado. La melodía de teclados y la dolida interpretación vocal de Mai de esos versos crean una pieza nuevamente con mucho sentimiento. Y el caso es que “He Perdido Los Zapatos” tiene pasajes líricos bastante amargos en su mensaje. El final sin embargo viene de la mano de una canción más alegre en su sonido como es “No paraba de llover”, que ayuda a dejarnos una sonrisa en nuestra cara tras escuchar el disco. No obstante, antes y en penúltimo lugar “No sé cómo decirte”, con una envoltura acústica, vuelve a sumar en el lado de la balanza de canciones con una letra poco alegre. En ediciones posteriores se finalizaba el disco de la mano del remix de Jean de “Idiota”, y en alguna se incluían temas como la versión de “The mighty queen”, que siempre me hizo mucha gracia como Mai la introducía en sus conciertos.

Nena Daconte con su debut se perfiló como la gran revelación de 2006 y la promoción de la obra si cabe fue más intensa en 2007. “He Perdido Los Zapatos” fue un gran éxito, sobre todo gracias a “En qué estrella estará” y su condición de sintonía de la Vuelta; en este aspecto hacía tiempo que no recordaba que una sintonía de la ronda ciclista reportara tanto éxito a un grupo.

Gracias a “He Perdido Los Zapatos” Kim y Mai no pararon de hacer conciertos durante el 2007, y de forma muy intensa en verano. Recuerdo que visitaron mi municipio en el siempre exitoso concierto del sábado de las fiestas populares del mes de junio, pero por casualidad de coincidir con la 1ª boda a la que asistía en mi vida, no pude acudir. Por lo visto cayó una chupa de agua interesante, pero que no provocó por fortuna para los asistentes la suspensión del espectáculo.Como me quedé con las ganas de ver el concierto, a los pocos días sí que pude asistir a un concierto que Nena Daconte dio en las fiestas del barrio de San Blas en el auditorio del parque del Ajofrín y más tarde el pleno mes de agosto en la Plaza de las Vistillas. El espectáculo fue más o menos el mismo (por no decir que fue el mismo) y además de repasar todas las canciones de “He Perdido Los Zapatos” (lo cual fue inmejorable a la hora de conocer el disco, ya que cuando me hice con él ya me eran familiares todas las canciones tras el 2º concierto) hubo espacio para versiones del ídolo de Mai Elvis Costello y hasta de “It’s the end of the world as we know it” de R.E.M.. Como curiosidad indicar que Mai Meneses estaba lesionada en el concierto de Las Vistillas y tuvo que actuar sufriendo un esguince de tobillo sentada en una banqueta. Lo cual no rebajó la calidad del concierto y sin duda fue un punto a su favor y un detalle no cancelar la actuación. Arriba de este párrafo pueden ver una foto del concierto de las fiestas de San Blas, y abajo otra del día de Las Vistillas.Con “Retales De Carnaval”, 2ª entrega del dúo, se hizo pública la relación que mantuvieron sentimental hasta entonces, con motivo de informar que ya no eran pareja (como si hubiera trascendido que antes lo fueran). El disco tuvo nuevamente una gran aceptación, sobre todo gracias a “Tenía tanto que darte”. No obstante, considero mucho mejor en conjunto a “He Perdido Los Zapatos”. En esta gira volvieron a pasar por Torrejón de Ardoz, en esta ocasión como concierto de apertura en el viernes de fiestas, y aquel día sí que pude asistir. Abajo Kim y Mai saludando al respetable al término de la actuación.Veremos cuál es el siguiente paso que dará Nena Daconte. Curiosamente se ha destacado como la participante de más éxito de la 2ª edición de OT, demostrando el “ojo clínico” que tienen en ese concurso, al echarla a la calle a las pocas semanas de comenzar la edición; digamos que en ese formato no se buscan artistas del estilo de Mai, sino otra clase de intérpretes vocales y que además sepan ejecutar coreografías. Mai Meneses es una chica con una sensibilidad especial. No creo que sea fachada, pero da la impresión de ser una chica con una humildad y bondad que te atrapa en sus actuaciones. Kim Fanlo juega un poco en parte el papel de lo que Juan Aguirre hace en Amaral, aunque con una expresión mucho más risueña cuando toca la guitarra que el denominado “seriote de Amaral” por los chicos de Muchachada Nui.

Quizás en este aspecto Nena Daconte puedan ser comparados a Amaral, e incluso puede sumarse en parte el componente cercano a Amistades Peligrosas, básicamente porque en los comienzos del grupo los 2 eran pareja sentimental y han seguido a la postre a la ruptura trabajando juntos; solamente espero que Mai y Kim no terminen como terminaron Comesaña y del Valle. Ahora les comentaré algo al final sobre Amistades Peligrosas, por cierto.

Quisiera terminar respondiendo a la pregunta que Mai se hace en “¿En qué estrella estará?”: Estará en la estrella que a partir de ahora figurará en la cumbre del escudo de la Federación Española de fútbol en la roja camiseta de la selección. Desde aquí quisiera dedicar el artículo de la presente semana a todo el combinado nacional, que nos dio la mayor alegría futbolera de nuestra historia el pasado domingo (y durante gran parte de las semanas anteriores, a excepción del día de Suiza). Gracias a todos los jugadores, desde Casillas, hasta Valdés, pasando por Xavi, Iniesta, Ramos, Puyol, Llorente, Torres etc. No creo que ningún jugador lea o dé accidentalmente con éste blog, pero bueno, aquí queda este homenaje. Entre el título europeo de mi Atleti y el mundial de España, y estando todavía en julio, puedo afirmar que 2010 ha sido un gran año en lo futbolero.

Tras esta divagación off-topic, decirles que la próxima semana nos volvemos a ver, cambiando nuevamente de forma radical de estilo. Para estos días espero que lo pasen bien de la mano de Mai y Kim, de Nena Daconte, pues este disco es perfecto para los meses de verano; quizás lo vea así por aquello de que en verano de 2007 lo tuve muy presente, o no… ¡Qué más da!

AVISO IMPORTANTE: ya tienen disponible el audio de nuestro programa especial de fin de temporada en el que entrevistamos a Alberto Comesaña en representación de Amistades Peligrosas y en el que repasamos con Alberto el disco “La Profecía” de 1996. Lo destaco con letras mayúsculas ya que ha habido varias dudas y preguntas en el blog y en la página web de RUAH sobre cuándo estaría disponible el audio; incluso personas allegadas que no pudieron estar en la emisión on-line, lo estaban esperando como agua de mayo. Pues ahí lo tienen, el “Dmr 1-24”. Más que nunca, espero que les guste.
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sábado, 10 de julio de 2010

Discos, música y reflexiones finalizó su 1ª temporada en la radio

El pasado miércoles día 30 de junio a las 22.00h en el 107.4 FM, si resides en Alcalá de Henares, o en http://www.ruah.es/ se pudo escuchar el último programa de la primera temporada radiofónica de “Discos, música y reflexiones” en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH). He querido hacer este post especial de síntesis para hoy, que a su vez será el último en un tiempo, tras 3 semanas en las que se han dado 3 acontecimientos especiales: nuestro 2º aniversario, la entrevista con Alberto Comesaña de Amistades Peligrosas y la finalización de nuestra 1ª temporada en RUAH. Con éste último, han sido 24 programas dentro de los cuáles hemos podido escuchar varios discos que ya habíamos comentado por escrito en el blog, facilitándoles la escucha de los mismos.

Además, en algunas ocasiones, hemos contado con la participación de la banda que nos ocupara, a través de la presencia en los estudios o a través del teléfono de uno de sus componentes. Second, Dr. Sapo y Oberón han sido los grupos que han accedido amablemente a concedernos su tiempo y poder disponer de ellos en nuestro programa. Seguiremos en la 2ª temporada intentando traerles más invitados especiales, aunque he de decir que ciertos managers o jefes de comunicación no nos lo ponen nada fácil a la hora de acometer estas empresas. No en todos los casos es así, por fortuna y también en otros casos la atención por parte de los responsables de comunicación de las bandas ha sido exquisita y muy atenta.

Debido a que llegábamos al final les preparé la sorpresa de entrevistar a Alberto Comesaña en representación de Amistades Peligrosas, para hablar de su disco “La Profecía”, como última entrega hasta en principio el 22 de septiembre, que es la fecha que barajamos para el inicio de la 2ª temporada.

Esta entrevista que hicimos con Alberto Comesaña, espero que haya sido de su agrado, ya que para mi es muy especial y un motivo de satisfacción haberles proporcionado este pequeño regalo para rubricar de forma perfecta esta interesante 1ª temporada en Radio Universitaria de Alcalá de Henares. Para quien no lo escuchó en directo, indicar que el audio ya estará disponible como “Dmr 1-24” en el reproductor lateral del blog en los próximos días, pero creo que esta tarde a las 19h se procederá a su redifusión que la pasada semana se perdió debido a los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, en los que España jugó y ganó a Paraguay.

Desde aquí quisiera dar las gracias a Daniel Martín y Emilio Rodríguez, responsables de RUAH, que dieron el visto bueno a este proyecto que comenzamos en septiembre de 2009, a Daniel Fernández, nuestro inestimable técnico que siempre ha estado ahí dando forma a los programas y aportando también sus ideas a la rúbrica de los mismos, y muy especialmente a Juan Ceñal/Ordago13 de “10 Historias, 10 Canciones”, ya que fue quien nos dio la oportunidad de formar parte de la familia de la RUAH. A todos los citados y al resto de compañeros de RUAH, lo dicho, muchas gracias.

Y a ustedes, los seguidores ocasionales, habituales o gente que haya dado hoy con el blog por 1ª vez, os invito a estar en http://www.ruah.es/ el próximo mes de septiembre para el inicio de nuestra 2ª temporada. Para finalizar, a continuación les dejo el listado de programas, indicando a qué disco estuvo dedicado cada uno, y el link a nuestro perfil de ivoox, donde podrán localizar todos los programas para que los puedan escuchar cuando lo deseen (en el reproductor lateral del blog, igualmente tienen acceso a los 6 últimos). Como digo al final de cada uno de nuestros programas: hasta septiembre, sean buenos y disfruten de la música.

1ª temporada “Discos, música y reflexiones” en Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH):
Dmr 1-1: 1985 The Cure - “The Head On The Door”.
Dmr 1-2: 1986 The Smiths - “The Queen Is Dead”.
Dmr 1-3: 1981 Phil Collins - “Face Value”.
Dmr 1-4: 1986 Depeche Mode - “Black Celebration”.
Dmr 1-5: 1986 Spandau Ballet - “Through The Barricades”.
Dmr 1-6: 1986 Ultravox - “U-Vox”.
Dmr 1-7: 1986 Miguel Bosé - “Salamandra”.
*Discos, música y reflexiones/Dmr 1-8: 1985 Falco - “Falco 3”.
Dmr 1-9: 1984 Talk Talk - “It’s My Life”.
Dmr 1-10: 2009 Second - “Fracciones De Un Segundo” (Entrevista a Sean Frutos).
Dmr 1-11: 2004 The Killers - “Hot Fuss”.
Dmr 1-12: 1983 Billy Idol - “Rebel Yell”.
Dmr 1-13: 1982 The Clash - “Combat Rock”.
Dmr 1-14: 2010 Dr. Sapo - “No Hay Fronteras” (Entrevista a Miguel De Lucas).
Dmr 1-15: 1982 Daryl Hall & John Oates - “H2O”.
Dmr 1-16: 2009 Oberón - “Meridiano Cero” (Entrevista a Kike López).
Dmr 1-17: 1984 Madonna - “Like A Virgin”.
Dmr 1-18: 2005 Simple Minds - “Black & White 050505”.
Dmr 1-19: 1984 Thomas Dolby - “The Flat Earth”.
Dmr 1-20: 2006 Keane - “Under The Iron Sea”.
Dmr 1-21: 1993 U2 - “Zooropa”.
Dmr 1-22: 1998 Wolfsheim - “Spectators”.
Dmr 1-23: 1982 ABC - “The Lexicon Of Love”.
Dmr 1-24 (pendiente de subir a fecha 10/07/2010): 1996 Amistades Peligrosas - “La Profecía” (Entrevista a Alberto Comesaña).

Link a perfil Ivoox: http://www.ivoox.com/escuchar-audios-abacab_al_7681_1.html

*Figura como “Discos, música y reflexiones” y no como “Dmr 1-8”, ya que fue el primer audio que se subió a ivoox, al tratarse del último programa piloto que grabamos. Fue una especie de adelanto para que los escucharán los seguidores del blog, pero al final decidimos hacerle un hueco en la temporada al estimar que no nos quedó tan mal, aunque fuera un piloto.
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Visage - Visage (1980)

Siguiendo con la tradición de repaso a bandas de música electrónica de los años 80 que iniciamos hace ya unas semanas, y que de forma salteada vamos introduciendo, llega el turno de una de las formaciones consideradas como un fenómeno “one hit wonder”. La canción estrella en cuestión es la bizarra y vanguardista “Fade to grey” y el grupo fue la unión de varios personajes con mucha inquietud musical en su interior, liderada por el carismático Steve Strange, la banda Visage.

En torno a este personaje del mundo nocturno londinense, que había sido incluso gerente de varios clubes nocturnos y cabarets, se reunieron gente tan válida como el componente de Ultravox! Billy Currie, que tras la marcha del cantante de su formación John Foxx andaba dando vueltas por ahí, el ex-Thin Lizzy Midge Ure (a la larga líder de los renovados Ultravox) y otra gente como Barry Adamson al bajo, Rusty Egan a la batería, el músico de peculiar nombre Dave Formula y el guitarrista John McGeoch.

Iremos a analizar el debut de esta formación, exitoso al calor principalmente de “Fade to grey” como hemos referido, que sería el primero de los 3 discos que acumularon en su trayectoria que se extendió hasta 1984. Con una estética neorromántica, con unos maquillajes exagerados y casi derivados de los mimos por parte de Steve Strange y con elementos ciertamente innovadores como introducir frases en francés en sus canciones, Visage se presentaba como un interesante proyecto musical. Tras esta introducción breve, pasemos a introducirnos en el primer disco de esta formación, a día de hoy olvidada dentro de la historia de la música moderna.

La canción que concede su nombre tanto al disco, como a la banda, es de las composiciones más interesantes del debut, siendo además la que se nos presenta en 1er. lugar. Un sonido más cercano a la nueva ola, derivado de mezclar melodías de sintetizador con guitarras eléctricas muy enérgicas y una tremenda vitalidad no solo en su música, sino en su interpretación vocal. También puede recordar en parte a ciertas piezas de Ultravox; el sello de Ure y Currie está presente. Es ciertamente desconocido el clip de la canción Visage, el cual viene a recrear el ambiente nocturno por el que Strange se movía como pez en el agua. No en vano, el Blitz londinense regentado por Steve Strange sale en primera plana del video y de forma expresa. “Blocks on blocks” es de las piezas elaboradas de forma más sintética del debut de Visage. Tras las mezcla de guitarras y sintetizadores del comienzo, aquí pasamos a una melodía más deshumanizada, en la que destaca la robotizada voz de Strange y también el bajo de Adamson, que suena muy sintetizado. Las guitarras aquí se dejan de lado. “The dancer” es una instrumental bastante enérgica, de la que a veces se ha valido Midge Ure en su carrera en solitario para sus conciertos, que está unida umbilicalmente a “Blocks on blocks” por una salida e intro a cargo de la percusión de Rusty Egan. Será uno de los 3 temas instrumentales que Visage ofrecerán en este su disco de debut. “Tar” tiene de peculiaridad la robotizada voz de Strange. El ritmo de la canción es atropellado, muy vanguardista y heredero del sonido que comenzaron los Kraftwerk y que en el mismo Reino Unido desarrollaban muy bien en aquellos meses gente como Gary Numan o precisamente el ex-Ultravox! John Foxx con su debut “Metamatic”. Son interesantes los matices sonoros que asemejan los sonidos de viento que aparecen en ciertas partes de la canción. Con una intro muy electrónica, se da paso a la oscura y exitosa “Fade to grey”. Los sintetizadores y las bases de la canción son increíbles para la época y esas primeras frases ya mencionadas en francés por una voz femenina, dan paso a la mayor gloria cantada por Strange al micrófono. Esta canción tiene en mi opinión una fuerte carga siniestra en su sonido y melodía. Las melodías de teclado y los diversos sintetizadores que se entrecruzan en esta pista dan forma a un clásico sin dudas de la música electrónica. El clip grabado es otro ejemplo perfecto de la nueva ola y el movimiento neorromántico, en el que vemos a Strange en proceso de caracterización, maquillado a tope, a ratos sin ningún rastro de maquillaje y en otras ocasiones alucinando de ver como su cuerpo se le recubre de una franja de escamas rosadas que le invaden el torso. Mencionar que este estático videoclip fue una de las primeras joyas audiovisuales creadas por el tándem ex-10CC Godley & Creme.
“Malpaso man” es de los momentos más graciosos del disco, básicamente por los coros que entonan el nombre de la canción. Aporta cierta contundencia al disco por su instrumentación y me recuerda algo a “Western promise” del “Vienna” de Ultravox (claro, con Currie y Ure por aquí es normal). Otra pista destacable del disco de presentación en sociedad de Visage es “Mind of a toy”. Vuelve a estar unida a su predecesora con continuidad sonora, como sucede en gran parte del disco, y con un sonido que se mueve entre lo inocente y lo siniestro, esta pieza es otro ejemplo del vanguardismo del proyecto liderado por Strange. En su textura y melodía se aprecia un sentido muy distinto al de otras canciones de la época. No estamos pues ante un ejemplo claro de techno pop. “Mind of a toy” dispuso de un tétrico videoclip a base de marionetas, con un final un tanto siniestro con ese incendio de una casa de muñecas al pie de las escaleras dispuestas en un oscuro plató, sobre cuyos escalones está sentado Steve; siempre me ha dado por pensar si Ridley Scott se inspiró en este videoclip para recrear la vida del ingeniero genético Sebastian en “Bladerunner”. “Moon over Moscow” es la 2ª instrumental que nos encontramos y quizás sea una pieza algo reiterativa en su melodía. Continuando su melodía se da paso a un nuevo juego de palabras con el nombre del grupo, que da lugar al tema “Visa-age”. Ésta es sin duda de las piezas más interesantes de la parte final del disco, con su tono casi amenazante y sus diversos matices electrónicos, sin obviar la última canción, y por consiguiente última instrumental de las 3 que contiene el disco, titulada “The steps”. Para el cierre se dispone una composición fuertemente siniestra y que para mi gusto influye de forma decisiva en la percepción del disco.

Visage tuvo una buena aceptación con su debut, como ya hemos referido gracias a “Fade to grey”, que a la par ha sido el tema que les ha permitido pasar a la historia de la música y también formar parte de innumerables recopilatorios de los grandes éxitos de los ochenta, de música electrónica, de techno pop, etc. La portada, de fuerte regusto neorromántico y manierista, muestra un paso de baile con esos atuendos y maquillajes tan característicos de Strange en aquellos días. Ese momento parece que Steve está tocando el violín con el cuerpo de su acompañante y personalmente se me evocó en una situación delirante una noche de juerga cuando un colega se enrollaba con una tía en un bar, allá por diciembre de 2003 (no hagan especialmente caso a esto; es una de tantas chorradas que introduzco por acá ocasionalmente que no sabrán entender lógicamente).

Para el siguiente disco, titulado “The Anvil”, Visage se mantuvo en pie creo que con casi todos los componentes que integraban el grupo en el disco de debut que hemos analizado. Todo ello a pesar de que por ejemplo la dupla formada por Currie y Ure ya había reformado Ultravox con un notable éxito. Canciones como “Night train”, la íntima y preciosa instrumental “Whispers” y algunos otros ejemplos como “The damned don't cry” dieron forma a un aceptable disco de continuación, pero que carecía de algún tema con el gancho de “Fade to grey”.

La desbandada en el siguiente trabajo, el cual tardaría en editarse hasta 1984, ya fue generalizada y a cambio entraron gente como Gary Barnacle para secundar a un Steve Strange que vería como la crítica y el público ignoraron quizás de forma algo exagerada al aceptable “Beat Boy”. Y digo que quizás este disco no se mereciera un desprecio tan acusado, ya que incluía canciones interesantes como la que le concede el nombre o la estupenda composición pop (con matices de saxofón muy elegantes y emotivos) “Love glove”, la cual además dispuso de un videoclip grabado en Egipto bastante decente.

No obstante, el rechazo fue como ya he referido bastante notable y Visage no tenía el peso suficiente (a pesar de “Fade to grey”) como para aguantar un ninguneo de esta talla, y más tras la discreta edición de su 2º disco “The Anvil”. Con ello Visage terminó por disolverse. Pero lo peor no fue eso, lo peor vino cuando Steve Strange se hundió personalmente y se vio arruinado y obligado incluso a robar en alguna tienda, con lo que llegó a ser arrestado. Steve más recientemente ha sido partícipe de algún reality de tv de famosos en el Reino Unido (no sé qué sera peor), y de forma más digna reformó Visage en Visage Mk II, aunque su actividad a día de hoy no es muy frenética que se diga.

Este disco de debut que hemos presentado, tras escucharlo varias veces, me deja un regusto oscuro y algo siniestro. Principalmente creo que esa percepción se basa en el protagonismo de sus singles “Fade to grey” y “Mind of a toy” (con sus respectivos clips promocionales) y también a otras piezas como el cierre de “The steps”. No obstante, creo que su carácter es mucho más abierto, ya que otras piezas son de corte enérgico como la propia “Visage” y otros temas como “Tar” o “Blocks on blocks” son de textura más amable.

Visage es un perfecto desconocido para casi todo el mundo. Algunos, tras escuchar “Fade to grey”, les sonará de algo la canción, con esa textura algo oscura y tan rotunda. Resulta interesante, a nivel de investigación, meterse en aventuras musicales como ésta y descubrir más sobre grupos que aparentemente solamente editaron una canción. Quizás esta obra sea más apropiada para los meses de invierno, pero como hemos iniciado hace unas semanas la revisión de obras del techno-pop y la new wave ochentera, creo que les había llegado la hora. ¿Alguna sugerencia para la revisión de las próximas semanas? En la medida de lo que ustedes propongan, veré qué puedo hacer.
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sábado, 3 de julio de 2010

Discos, música y reflexiones entrevistó a Amistades Peligrosas

Sí, para aquellos que estuvieron en la emisión de Radio Universitaria de Alcalá de Henares del pasado miércoles 30 de junio a las 22.00h escuchando nuestro programa, dispusimos de la presencia a través del teléfono de Alberto Comesaña para analizar lo que fue el 3er. disco que editaron Amistades Peligrosas en 1996, “La Profecía”.

Quisiera aclarar que en estas entradas o posts especiales que hago sobre nuestras entrevistas en RUAH, pongo el nombre del grupo o banda en cuestión en el título. Por ejemplo, el día de Second no entrevistamos a toda la banda sino únicamente a Sean Frutos, por ejemplo. No obstante, los programas están dedicados al grupo y como por motivos lógicos es difícil de disponer de toda la banda, por eso entrevistamos a un único componente, aunque el título de este artículo ponga el nombre completo del grupo. En resumidas cuentas, que el invitado representa a la banda y de ahí que lo titule así.

Personalmente, me ha hecho mucha ilusión poder cerrar la 1ª temporada en RUAH con la presencia de Alberto Comesaña, puesto que Amistades Peligrosas, como ya comenté en el artículo escrito que les dedicamos hace unas semanas, forman parte de recuerdos muy felices de mi adolescencia. Aparte de ello, es un grupo al que siempre admiré.

Alberto se mostró simpático, abierto y con mucha buena disposición, como es habitual en él y durante la hora y algunos minutos más de lo habitual que duró el espacio pasamos un rato muy agradable, hablando sobre el disco que repasábamos, varios aspectos de Amistades Peligrosas y también del presente y futuro musical de Alberto Comesaña en particular, que ahora está ligado a la cantante Yolanda Yone en Nuevas Amistades. La entrevista en sí fue bastante interesante, con ciertos momentos en los que Alberto nos narró aspectos del funcionamiento interno de Amistades Peligrosas que no tienen desperdicio. Espero que les haya gustado y si todavía no lo han escuchado, que les guste.

Les iba a decir que esta tarde tenían la oportunidad de volver a escuchar el programa a las 19.00h en http://www.ruah.es/. Lo que pasa es que debido a la retransmisión por parte del equipo de deportes de RUAH del Paraguay-España del Mundial de Sudáfrica 2010, no será así. De aquí hasta que iniciemos la 2ª temporada a finales de septiembre, se irán repitiendo los programas de esta 1ª temporada que ya hemos finalizado. Con ello, decirles que el presente programa dedicado a Amistades Peligrosas que compartimos con Alberto Comesaña será el primero que se repita. No me atrevo a decirles que será este miércoles próximo, debido a que quizás nuestra selección de fútbol juegue las semifinales del mundial y entonces nuevamente tendría que atrasarse. En la medida que pueda les mantendré informados.

La próxima semana, dispondrán de un artículo que rubrica el final de nuestra 1ª temporada, haciendo un resumen de la misma y especificándoles la lista de nuestros programas y el link a la escucha de cada uno de ellos, para que los recuperen en la medida que lo deseen. Al respecto decirles que lo antes que pueda subiré el audio de nuestro último programa. Esta semana subí el del penúltimo espacio que dedicamos a ABC y su disco “The Lexicon Of Love”. Como comprobarán, ya tienen el primero de la lista el “Dmr 1-23”. Nada más, que ya es suficiente por hoy. Hasta la próxima semana.
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The Cure - The Top (1984)

Esta semana sí. Esta semana sí que damos tratamiento a un disco que responde de forma más fidedigna al target de álbumes que solemos analizar en este blog. Una obra que en su día, y también en la actualidad, no fue bien vista por la crítica, los seguidores de la banda e incluso por su creador principal al poco tiempo de haberse editado. Además, éste es uno de los discos que tenía en mente revisar desde el primer momento que creé el blog.

Procedemos a analizar por 3ª vez en la historia del blog un álbum de la que ha sido mi banda favorita de siempre: The Cure. La última vez que reparamos en Robert Smith y los suyos fue precisamente con el disco posterior al que hoy vamos a revisar, “The Head On The Door” de 1985. Digamos que a efectos de popularidad son como la noche y el día, es decir, discos radicalmente opuestos ante la percepción de la masa social que circunda alrededor de The Cure.

Y es que “The Top”, editado en 1984 está considerado como uno de los discos más débiles de la trayectoria de The Cure. ¿Hace falta que les diga que no estoy de acuerdo? Creo que no; éste es otro de esos ejemplos en los que estimo que un disco ha sido y es tratado de forma injusta. Poco a poco les iré exponiendo los motivos.

En los días en los que se dio forma a “The Top”, The Cure estaba aún en proceso de recomposición tras el estallido que supuso “Pornography” y su gira de presentación. Smith había estado sumido en un proceso de autodestrucción personal, en la que alternaba hiperactividad musical y una intensa vida nocturna, aderezada de un excesivo consumo de alcohol y drogas. En estas se encontraba Robert cuando se puso manos a la obra a componer las canciones que formarían parte de “The Top”.

The Cure había experimentado un pequeño resurgir o renacimiento gracias al éxito de los singles “The walk” y “The lovecats”, que formarían parte de la agradable recopilación de singles del momento “Japanese Whispers”, que yo por mi parte siempre he considerado un disco propiamente de estudio. Estas canciones, cercanas al techno pop y en todo caso con un carácter amable y alegre, se alejaban del choque y aspereza sonora de la trilogía siniestra de The Cure formada por “Seventeen Seconds”, “Faith” y “Pornography”.

Básicamente en aquellos días The Cure eran Robert Smith a la guitarra, voz y también bajo, Lol Tolhurst al teclado (ya había dejado la batería en lo que fue el comienzo del triste proceso degenerativo de Lol como músico en The Cure). Para la promoción de “The Top” y su tour, se reclutó a Porl Thompson que había sido guitarrista en los tiempos de Easy Cure, para encargarse además de los teclados y del saxo, el batería de color Andy Anderson, y el productor Phil Thornalley como bajista.

El disco abre con una canción que podría recordarnos a los tiempos de Pornography titulada “Shake dog shake”. Lo que pasa es que aquí el matiz está más bien dirigido a la textura sonora sucia y rockera, más que a la vertiente siniestra. La marea del sonido de las guitarras y el arrojo con el que canta Smith son las marcas principales de este inicio de disco. La letra es contundente en partes como “me levanto en la oscuridad y el regusto de la rabia en el fondo de mi boca, escupo en la pared... y me destrozo la cara con cuchillas de afeitar, maquillándome con sangre nueva intentando mejorar mi aspecto”; sobran las palabras. Durante mucho tiempo se perfiló como la pieza más interpretada en directo del disco en las giras y hasta en el año 2000, cuando aquel lunes 27 de marzo vi por 1ª vez a The Cure en La Riviera, también cayó. De esta contundencia y agresividad, pasamos a la ligereza y hedonismo pop que desprende la deliciosa “Birdmad girl”. Esta canción me tuvo atrapado completamente durante el invierno de 1997 cuando escuchaba por primera vez los discos más antiguos de The Cure. Recuerdo que “The Top” lo tenía confeccionado en 2 fragmentos en la parte final de la cara “a” y “b” de una cinta de cassette completando el hueco que dejaban tras de sí “Seventeen Seconds” y “Faith”. Era muy común que rebobinara constantemente la cinta para deleitarme con esa guitarra pop tan elegante, con algún que otro matiz oriental en su sonido y con un Robert estupendo al micrófono. Los tarareos que introduce a ratos Smith son muy acertados y líricamente es una canción pop en sentido estricto. Destaca también la línea de bajo que contiene. Quizás las 2 lacras que acepto que contiene “The Top” y en las que creo que se fundamenta la crítica negativa generalista hacia el disco, vienen seguidas ahora. Hablamos de “Wailing wall” en primer término y “Give me it” en 2º. “Wailing wall” no tiene ni pizca de gracia. Es una canción siniestra, lenta, pero sin la gracia y el malditismo de discos anteriores en esa onda, como las canciones que formaban parte del asfixiante “Faith” (recuerden “The funeral party” de “Faith”, por ej.). Los efectos sonoros son demasiado evidentes y la melodía muy plana. “Give me it” te la puedes tomar a broma, ya que tanta mala leche puede ser interpretada así. A veces se ha dicho que la potencia sin control no sirve de nada o algo así, ¿no? Pues “Give me it” se puede aplicar dicha sentencia perfectamente. El saxo del reintegrado Porl Thompson es lo que más personalidad concede a la canción. Tras este combo de las 2 canciones más flojas del disco, se remonta con alegría de la mano de 3 aciertos consecutivos de corte pop. Entre ellos se incluye lo que hubiera sido con total seguridad el 2º single (si The Cure en aquellos días hubiera editado más de un sencillo por disco, cosa que no sucedería hasta el siguiente “The Head On The Door”, ya revisado hace unos meses) “Dressing up”. Robert aquí afronta describir las sensaciones que experimenta antes de subir al escenario, puesto que por ejemplo en la mítica entrevista concedida en primavera de 2000 al programa de tv Lo+Plus, al día siguiente del concierto en que vi a la banda por 1ª vez y unas horas antes de repetir actuación en La Riviera, respondió ante Máximo Pradera y Fernando Schwartz que lo que le gustaba hacer antes de actuar era vestirse; no se imaginan el consecuente cachondeo que provocó la respuesta, lo que pasa es que Robert se refería a que le gusta prepararse bien y vestirse correctamente para darlo todo en escena. No se refería a simplemente evitar salir en pelotas a las tablas, como es lógico. Esta pieza tiene un enfoque lisérgico, hedonista y Robert casi canta de forma que parece estar completamente colocado o alucinando. A este efecto alucinógeno contribuyen también las melodías de teclado y las guitarras de la pieza.Después llega el florido single (sobre todo en lo que al videoclip grabado en un invernadero se refiere) “The caterpillar”, que fue recibido con bastante buena aceptación y que a más de uno descuadró a la hora de luego valorar el disco completo; cosa que por otro lado a mi no me sucede, pues repito otra vez (y no será la última en el artículo) que no considero a “The Top” un mal disco. Los psicodélicos teclados, los sonidos de matices orientales y la melodía tan alegre y amable ayudan a elaborar una buena canción, a día de hoy olvidada en la historia de The Cure, incluyendo los set lists de sus giras. No obstante, este “gusanito” en su día gustó bastante. Se abandona en el 3er. acierto pop esa envoltura de fantasía delirante de “Dressing up” y la amabilidad sonora de “The caterpillar”, para entrar en “Piggy in the mirror”, la cual tiene partes muy acertadas en el comienzo. Me gustan particularmente ciertas notas de teclado y también la melodía vocal que supone la interpretación de Robert al micro. Especialmente recomendable es la interpretación de la misma en el concierto editado en su día en vhs “The Cure In Orange”, que creo que en breve iba a ser editado en dvd. Quizás esta canción falla algo en el remate final, pero aún así el resultado global es satisfactorio. En la parte final de la obra hay sitio para una pieza de cierto sonido militar o casi de marcha de soldaditos de plomo, titulada “The empty world”, con una letra que estaba dedicada con muy mala leche por parte de Robert a su antiguo amigo y bajista de la banda Simon Gallup. “Él hablaba de su mundo acabado con los ojos como 2 pájaros envenenados” dice Smith en la letra. Lo que no se sabía en ese momento es que a los pocos meses se fumó la pipa de la paz y Gallup retornó gloriosamente al redil. Si hemos hablado de delirio en “Dressing up”, pero más bien un delirio relajado, en “Bananafishbones” llega el desenfreno, el desafine, los teclados agudos creando efectos de viento y también cierta rotundidad en el estribillo. Una pieza heredera de las aventuras de Smith junto a Steve Severin en el proyecto del grupo The Glove, que también recuerda en parte a la quizás más acertada cara “b” “Throw your foot”. No obstante, “Bananafishbones” a mi no me desagrada y también me gustaría mencionar que también facilitó su nombre a una interesante formación alemana de rock surgida a finales de los 90 (recomendable especialmente su disco “Viva Computa”; algún día quizás hablemos de ellos). Se llega al final con la tradición de los 4 primeros discos de The Cure que suponía dejar la canción título para la última pista de la obra. “The top” es el tema más lento y que emana un cierto siniestrismo lejano, pero más bien cercano al pesimismo que al terror causado por piezas de álbumes anteriores de la banda. Si Robert dedicaba con resquemor “The empty world” a Gallup, aquí parece que está pidiendo que regrese en ese “por favor, regresa” que grita al final de la canción. O quizás lo que pida es que regrese la inspiración que hasta él suponía perdida en este disco, o la vida más tranquila y alejada de tanto exceso, o quizás problemas con su novia Mary Poole... ¿quién sabe? El caso es que como hace Robert en todos sus discos, la última canción siempre deja un mensaje inquietante que da que pensar sobre la situación que atraviesa el grupo y principalmente el líder de la banda.

“The Top” fue grabado y compuesto casi en su totalidad por Smith, que se encargo de casi todos los instrumentos y salvo un par de temas compuestos a medias por Tolhurst, también se apuntó la autoría de todas las canciones. El disco fue un desastre en conjunto a pesar del mediano éxito de “The caterpillar” por su cuenta como single. El contrapunto curioso es que los conciertos de esta gira de The Cure quizás sean de los más intensos y rotundos que he escuchado de toda su trayectoria. Prueba de ellos es el disco en directo “Concert. The Cure Live”, en el que por ejemplo “The hanging garden” suena atronadora, sobre todo en la intro de batería tan acelerada a cargo de Andy Anderson.

Robert tuvo que abandonar a los Banshees con los que había estado como miembro oficial desde 1983 y hasta recluirse en una clínica de reposo durante un tiempecito para recuperar el pulso. Ese ligero parón le sirvió a Smith para retornar con las ideas más claras y poder enfocar el inicio del ascenso definitivo de The Cure a la cima del pop de la mano de sus discos, afrontando sus años más gloriosos hasta mitad de los 90.

Después de “The Top”, llegaría el ya revisado “The Head On The Door” que tanto éxito y buenas críticas reportó a la banda. Tras la gira de presentación del disco de hoy, se marcharon Phil Thornalley y Andy Anderson, produciéndose el regreso del bajista Simon Gallup y la entrada del batería Boris Williams, completando la que ha venido a denominarse formación clásica de The Cure.

Me mantengo firme en mi sentencia que este disco de difusa y colorida portada, no es una mala obra. Es una colección de canciones que no siguen un hilo argumental o una idea, como sucedía desde el 2º disco de la banda, suponiendo en parte una vuelta a “Three Imaginary Boys”. Canciones como “Birdmad girl”, “The caterpillar” o “Piggy in the mirror” las considero muy válidas. Los únicos patinazos sonoros desde mi óptica personal los suponen “Wailing wall” y “Give me it”.

Me gustará ver por aquí las opiniones de los seguidores acérrimos de The Cure (que me consta que algunos seguidores habituales del blog lo son) sobre este disco y también de aquellos que no hayan entrado todavía en él. No sé si habrá alguien más junto a mi que lo defienda. Como reza el título de un disco en directo de Radiohead “puede que esté equivocado”, pero a día de hoy, y tras mucho tiempo de haber escuchado este disco, no lo creo así. En la medida que sea, que lo disfruten.
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