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sábado, 26 de noviembre de 2011

New Order - Waiting For The Sirens’ Call (2005)

Sigo con la tradición de este otoño de hacer el post semanal sobre los discos que han ocupado fielmente mis escuchas en las últimas semanas. Es curioso en mi plano personal que me decidiera a rescatar el que fuera último disco de estudio de los de Manchester en unos tiempos (hace unas semanas) en los que se estaba fraguando una nueva recomposición de la banda, y que cuando volviera a darle unas pasadas musicales a este álbum de 2005 todavía no me hubiera enterado del regreso del grupo. Ese regreso no está exento de polémica al no incluirse en el mismo al bajista Peter Hook y darse el hecho de que éste además esté enfurecido y dispuesto a joder de cualquier forma posible el regreso de sus ex-compañeros. Luego, al final del post haré una reflexión sobre ello de pasada, pero ahora veamos cómo andaban estos muchachos antes de sacar su hasta ahora último disco de estudio.

2001 resultó un retorno glorioso de New Order, que no editaban lp desde “Republic” de 1993, un disco irregular en conjunto, aunque individualmente tenga momentos celebérrimos como “Spooky”, muy movidita, “Regret” o “World (Price of love)”. El regreso se concretó en el sobresaliente “Get Ready”, que ya se presentó con un fabuloso single llamado “Crystal”, que por otro lado incluye en su parte final unas notas que particularmente me recuerdan mucho a A forest de The Cure; nuevamente estamos ante el recurrente tema del seguimiento que realiza New Order a The Cure y The Cure a New Order desde el comienzo de sus trayectorias.

Este “Get Ready” se selló por parte de la formación completa de New Order, aquella formada por Stephen Morris a la batería, Peter Hook al bajo, Bernard Sumner a la voz y guitarras y Gillian Gilbert en los teclados. Sin embargo, Gilbert diría adiós al grupo tras la promoción correspondiente del disco y se reclutaría a Phil Cunningham para completar la formación. Este hecho para nada es irrelevante, ya que el enfoque del disco es radicalmente distinto al que probablemente hubiera tenido si Gillian hubiera estado en el ajo. Les anticipo antes de las conclusiones que les dejaré al final del artículo que “Waiting For The Sirens’ Call” cada vez me gusta más y que a día de hoy es uno de mis lps favoritos de la banda. Metámonos en el análisis de cada una de sus canciones sin más demora.

Hay que advertir (lo digo nuevamente) que la ausencia de Gillian Gilbert en New Order no es baladí en este caso, ya que en muchos de sus temas el disco tiene un fuerte carácter rockero, concediendo en la producción una mayor importancia a las líneas de guitarra y al bajo de Peter Hook, quedando los teclados en un 2º plano. Eso se puede apreciar en “Who’s Joe?”, glorioso inicio de intensa fuerza rockera, con un ritmo y melodía bastante seria y entregada. Sin dejar de lado la importancia de las guitarras e intentando sonar dentro del estilo del rock indie de la década donde se encuadra el disco, llega “Hey now what you doing”, quizás una de mis favoritas de la obra. Su sentir es mucho más luminoso o alegre que la sesuda “Who’s Joe?”, consiguiéndose un medio tiempo con matices rock muy acertado. El tridente de apertura me parece maravilloso, ya que el mismo se completa con la canción que concede el título al disco, que es una de las mejores composiciones de New Order de siempre. Poco a poco se va restando seriedad para en esta ocasión permutarla directamente por la emotividad, en la cual tiene mucho que ver la línea dibujada por Peter Hook y su bajo en esta ocasión. Ese toque de melancolía y esa parte final de la letra en la que Bernard se busca acompañamiento vocal femenino, son 2 de los principales activos de esta delicada y sentida composición que dignifica por sí sola el disco al que da título. Es curioso que el que fuera 1er. single del disco y que llega justo a continuación me produzca una cierta bajada de la emoción o de la percepción de excelencia sin reservas que experimento con las 3 primeras canciones. “Krafty” destaca por su inmediatez, y aquí sí que se da un mayor protagonismo a los teclados, con un recubrimiento muy poperito. No se hace para nada desagradable su escucha, pero está lejos de otros momentos parecidos de la historia de New Order como por ejemplo es la fabulosa “Bizarre love triangle”, composición de la que creo que viene la inspiración o al menos desde cuyo prisma se parte para haber dado lugar a “Krafty”. Con “I told you so” se pasa a un punto musical menos pop, menos luminoso y menos enérgico, buscando un medio tiempo electrónico, con una dosis generosa de adornos, entre los que destacan ciertos coros femeninos. Un ritmo frenético es el que muestra la nuevamente guitarrera de forma notable “Morning night and day”. New Order van reafirmando este sonido más rock en el disco y ya desde el título de esta canción se aprecia ese movimiento estresante al sucederse de forma muy rápida los distintos momentos del día.A continuación, “Dracula’s castle” muestra interesantes formas oscuras, en el corte menos evidente musicalmente del lp, destacando sobre todo esa misteriosa a la par que elegante introducción. Contrasta que después de este momento llegue el tema más superficial, pero en todo caso divertido y válido, de “Waiting For The Sirens’ Call”, que no es otro que el que fuera su 2º single “Jetstream”. Nadie puede negar que esos deletreos y la sencillez del estribillo, marca de la casa en varias de sus composiciones históricas, no se quedan grabados después de todo, aunque quizás de primeras escuchas no cause muy buena impresión. A esta “Jetstream” estimo que se le va cogiendo el punto con el paso de las escuchas, ya que en aquella primavera de 2005, cuando vio la luz con sencillo, no me llamaba mucho la atención. “Guilt is a useless emotion” es como coger el tema “I told you so” que hemos escuchado unos minutos antes, y darle una dosis mayor de ritmo y aceleración, con un enfoque o sensación más oscura. Quizás su estribillo resulte algo plano, pero el comienzo, con ese leve misterio presente en el poso que deja y los primeros versos tan interesantes que canta Bernard “otra semana en la ciudad, esperando que una oportunidad se presente delante de mí…”, ofrecen una apertura de tema notable cuanto menos. Es quizás el tema más nocturno y electrónico de la obra, personalmente me gusta mucho. Si queremos poner un ejemplo de género pop/rock para todos los públicos y con un sentir amable en las sensaciones que transmiten las cálidas líneas de guitarras de su instrumentación, es inevitable mencionar a “Turn”, la cual supone el penúltimo episodio de este interesante lp de New Order. Con una gran sencillez en su estribillo se consigue rubricar una pista notable y quizás la composición más pulida y menos agreste del disco para todo aquel que no sea seguidor de New Order o que no haya accedido a su obra aún; véase ese “aparta los ojos de mí”. Se termina con un tema rockero, el más rockero y contundente en su sonido del álbum. “Working overtime” al ser el fin de la obra, ayuda a dejarnos esa impresión de que New Order en su último trabajo ofrecieron una entrega principalmente dominada por las guitarras y el carácter más rock, dejando en un segundo plano los teclados y sintetizadores que les dieron la fama en su día. Como ya he mencionado varias veces en el post, la ausencia de Gillian Gilbert en este aspecto se ve claramente.

El que ha sido el último trabajo de New Order hasta la fecha, y el cual parecía poner punto y final a su trayectoria musical, hasta que por el motivo que sea Bernard Sumner, Stephen Morris y Gillian Gilbert hayan decidido reunirse al margen de Peter Hook para seguir con la leyenda en activo, es una obra que tarda en entrar. De primeras choca, ya que el enfoque más guitarrero nos puede descolocar, incluso aunque no se haya perdido la óptica del enfoque que tenía el igualmente fenomenal trabajo previo “Get Ready” de 2001.

Es innegable la calidad de por ejemplo los 3 primeros cortes de la obra sobre todo, y también del resto de capítulos que poco a poco terminan por mostrar su potencial oculto con el paso de las escuchas y de producirse la lenta digestión del disco. Lo que no se puede esperar, o al menos en mi caso particular así ha sido, es que el disco termine ganando tantos y tantos enteros en el foro interno de cada uno. Me parece un dignísimo disco a las alturas en que la banda lo editaba y que demuestra que una banda tras más de 20 años en activo puede dar lugar a cosas bastante decentes y acertadas.

Tras la gira de presentación, la cual se extendió razonablemente a lo largo del tiempo, se produjo el anuncio de que el grupo se disolvía y no sé si propiciado por ello, al poco tiempo el bueno de Tony Wilson, defensor a muerte de Joy Division primero y luego de New Order fallecía. Luego comenzarían a venir los enfrentamientos clásicos que ya se han visto previamente en bandas del rock como Pink Floyd o del pop como Spandau Ballet, en los que Hook parecía ir en contra del resto.

Y en este punto están New Order, es decir, anunciando que van a publicar un nuevo disco con temas descartados de las sesiones de la obra que hoy hemos revisado y actuando en Bélgica y otras sedes sin la presencia de Hook y sus inmortales notas de bajo y la forma de ejecutarlas sobre las tablas. A falta de que se publique ese nuevo material, que a buen seguro será realmente interesante (básicamente por la exigencia del disco a cuyas sesiones pertenece, que no es otro que el hoy escogido para este post), no hay nada más apropiado para meterse con “Waiting For The Sirens’ Call” y darle unas nuevas pasadas. Durante mucho tiempo lo tuve apartado y descartado como un trabajo irregular, y es su recuperación lo que me ha hecho verlo con distintos ojos. Rectificar dicen que es cosa de sabios, ¿no?

Respecto a nuestro programa de radio, no se pierdan hoy a las 16.00h en la sintonía de &radio de Torrejón de Ardoz el especial coloquio que haremos sobre Queen y su disco “The Game”, lo cual nos permite rendir tributo a Freddie Mercury justo cuando se cumplen 20 años de su fallecimiento. El miércoles sonará el programa debate que dedicamos a Supertramp y a su “Crime Of The Century”, el cual estaba previsto que sonara este pasado miércoles, pero que por problemas técnicos no se escuchó ni en &radio ni en RUAH. Esto será el miércoles 30 a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH, pero lo primero es que esta tarde nos acompañen en directo. Además, si lo desean podrán participar telefónicamente, pues abriremos las líneas telefónicas por 1ª vez.
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sábado, 19 de noviembre de 2011

Pastora - Circuitos De Lujo (2008)

Siempre pensé que cuando el trío formado por Dolo Beltrán y lo hermanos Riba, Caïm y Pauet, desfilara por primera vez por el blog, lo harían de la mano de su primer disco, debido a que fue con la impagable “Lola” como les conocí, y porque en el mismo hay joyas intensas emocionalmente como “Lunes” y temas de un ritmo incontestable como “Mirona”, que hicieron desde un principio que me llamara la atención este trío.

Sin embargo, este otoño estoy siendo muy fiel a mis escuchas musicales del día a día a la hora de abordar los post de cada semana, cada sábado; es decir, en otras épocas el disco que publico poco tiene que ver con lo que ando entre oídos en esos días y solamente lo rescato para hablar del mismo y así de paso quitarle el polvo, pero no se da el caso de que esté obsesivamente con él en esos momentos. No obstante, con casi todos los discos desde septiembre hasta acá me ha sucedido que sí están de actualidad en mis escuchas en mis reproductores mp4 de ida y vuelta al currelo o en mis momentos solitarios de audiciones en mi cuarto.

Pastora me ha acompañado con su 3er. trabajo “Circuitos De Lujo” durante varios domingos anteriores (los que nos sigan en Twitter, Facebook o Tuenti lo sabrán por varias actualizaciones de estado) y en días que no han sido domingos, por lo que lo tengo calentito y con muchas ganas de reflexionar sobre el mismo. Este disco hay que decir que lo tenía hace mucho tiempo en cola de espera, y que ya en su día cuando vio la luz me llamó mucho la atención sobre todo debido a “Cuánta vida”, que fue un tema notorio debido a su uso en la campaña publicitaria de una operadora de telefonía, creo recordar.

Cierto es que Pastora son un grupo que no es fácilmente comprensible para el público de a pie. Su propuesta va más allá de lo sonoro y se extiende a lo visual, apartado en el que Pauet Riba tiene mucha responsabilidad con sus proyecciones que acompañan las composiciones musicales creadas por su hermano Caïm y las letras tan personales que firma Dolo y que a su vez interpreta con ese regusto de acento andaluz en su música vocal al micrófono. Quizás nuestro país no esté preparado para darle a un proyecto como éste la importancia que se merece.

Cierto es que en 2004 fue cuando “Lola”, y ese juego de palabras con su propio nombre (“No me llames Dolores, llámame Lola”) en la letra puso a Pastora en la primera plana del aburrido panorama musical. Era un soplo de aire fresco, con esa sutil electrónica en sus formas instrumentales y ese deje andaluz de la propia Dolo Beltrán al cantar. El videoclip era sumamente gracioso, representando una de esas fiestas en casa de alguien que terminan de irse de las manos. Fue compañero este tema de mis vivencias personales en aquellos días, unos días que recuerdo con mucho cariño y supongo que en el plano personal eso tendría mucho que ver para que Pastora quede en mi retina como banda sonora de unos tiempos felices (la música muchas veces es eso para cada uno, ¿no?). No obstante, en lo puramente musical, el siguiente single “Mirona”, por sus rítmicas bases, de toque leve funky terminó de unirme a este trío catalán.

Es curioso que con “La Vida Moderna” y con la elección de “Desolado” como single promocional, Pastora girara tanto en el lado promocional del grupo, al elegir esta pieza tan triste, delicada e íntima. Supongo que parte del motivo que llevó a editar como sencillos más destacados del disco protagonista del post de hoy a “Cuánta vida” y “Grandes despedidas”, resida en que el grupo intentara retomar ese lado más movido y vibrante y en estos 2 temas el gran ritmo es el denominado común de ambos. Metámonos de lleno en el disco, el cual no es cortito, ya que tiene 13 temas de marras para descubrir.

Un tema que te calará tras 3 o 4 escuchas es el inicial “Paseo encendido”. Y es que aunque tiene un cierto tono amargo en su melodía, el ritmo y energía están más que presentes en esta apertura vigorosa. Uno de los singles, más concretamente el 2º del disco, se dispone igualmente en el 2º lugar del set list. “Grandes despedidas” es un tema pop, muy rápido y acelerado, que ejerce correctísimamente como embajador de la obra en su papel de single, ya que ofrece pistas sonoras muy claras de por dónde van a ir los tiros en varios momentos de “Circuitos De Lujo”. “1000 kilómetros” es un corte con una leve melancolía, un medio tiempo muy acorde con estos días de otoño que nos ocupan, en el que Dolo plantea esa ausencia sentimental que tan mal cuerpo nos deja. La línea de guitarra ofrece un cálido colchón a esta bonita pieza. La siguiente pieza “Domingo de resaca” podría justificar con su título el hecho de que haya concedido a “Circuitos De Lujo” de forma totalmente accidental varias escuchas en domingos anteriores recientes. Este tema es uno de los ejemplos más placenteros, melódicos y relajantes del disco. Es una maravilla sonora que te permite mecerte como si estuvieras tumbado en una hamaca, acústica y sonoramente hablando. En algún que otro momento se mete la correcta intensidad con la batería y guitarras rompiendo solamente parte de la mesura de esta joya en forma de canción. Pero el hecho de que cambiemos rotundamente de palo en el 5º corte, de la mano de otro single del álbum (y a día de hoy mi tema favorito de los que contiene) no nos va a suponer ningún trauma, sino una experiencia muy satisfactoria. Y es que “Cósmica” tiene un encanto muy especial. Su estribillo, el cual acapara la mayor intensidad electrónica de sus partes, es sumamente pegadizo, con unas partes líricas fenomenales ejecutadas a la perfección por Dolo: “No descansa, va y te atrapa, tiene el don de la facilidad. Siempre alergia a la primavera, se vuelve lúdica, cósmica”. Una pista más eléctrica que electrónica (aunque por su ritmo pueda parecer lo contrario), con sus inicio lleno de una base de programaciones nerviosas sobre la que se disponen esas notas de teclado tan cristalinas. El videoclip de estética y fondos futuristas, nos muestra a Pauet cómodamente sentado en su silla con su portátil al mando de las proyecciones, un Caïm dándolo todo a la guitarra eléctrica y a una bellísima y sensual Dolo Beltrán. Y es que aunque en su día “Cuánta vida” me llamó mucha la atención y sigo considerando que es un tema notable y muy vivo y animado, tras conocer posteriormente “Cósmica” y más cuando se sitúa previa en el orden del disco, a día de hoy me parece poca cosa. Intentando dejar de lado agravios comparativos entre canciones, a “Cuánta vida” hay que concederle el mérito de poner a “Circuitos De Lujo” en primer plano del panorama musical, debido a su utilización en campañas publicitarias, lo cual permitió a Pastora exponerse mucho en televisión y llamar la atención a mucha gente. En lo formal es un tema más electrónico que “Cósmica”, sobre todo más allá del estribillo, en el que las formas guitarreras toman un mayor protagonismo. También fue single “Me tienes contenta”, 7º corte de la obra, la cual es bastante luminosa, llena de energía y entusiasmo. La línea de batería es interesantísima, muy en la onda de un “Speed of sound” de Coldplay, y este tema en todo caso nos puede evocar mucho a las formas más puras del sonido Pastora, residiendo ahí su mayor activo: representar a la perfección las formas estilísticas sonoras del grupo y el poso que transmiten sus canciones.“Bolero falaz” en parte sigue la estela que ha dibujado “Me tienes contenta”, aunque con una estructura menos electrónica, acercándose más al pop tradicional. Estamos ante otra canción vital, alegre, aunque en la letra Dolo se queje de cierta actitud desconcertante por parte de esa media naranja que protagoniza la misma; supongo que en casos como los que describe Dolo, “que si vengo, que no voy, que si estoy, que me pierdo…”, lo mejor es tomárselo con un ánimo semejante al que transmite esta composición; de lo contrario, estamos perdidos. “Cosas malas”, sobre todo por la línea rítmica rotunda de su bajo, nos puede evocar vagamente a “Mirona” del primer lp del grupo. El aspecto de esta canción es más sombrío que el de los últimos temas que la han precedido, una especie de medio tiempo que viene bien para afrontar el, para mi gusto, otro gran momento del disco, y ante el papel de “Cósmica” como single, la verdadera joya oculta de “Circuitos De Lujo”. Y es que el carácter épico o trágico en ciertas partes que tiene “Cuerpo transparente”, al describir ese anonimato, o transparencia social, como cuando Dolo dice eso de “No tengo carisma”, es un placer para los oídos en el sentido melódico. Un tema vibrante, rítmico, que puede ser la horma del zapato de “Cósmica”, con la diferencia que a la hora de hablar de una especie de antihéroe en la letra en “Cuerpo transparente” se hace en 1ª persona, y que en todo caso supone uno de los puntos destacables de una obra notable, más que notable. Con esta factura rítmica Pastora consigue crear temas bailables, que para nada caen en lo anodino o vacuo. Lo curioso es que el inicio no nos hace pensar que el tema adquiera ese ritmo a medida que va avanzando y sobre todo cuando llega el estribillo, con una electrónica intensa y sublime. Todo un temazo este “Cuerpo transparente” y en definitiva una alegría que nos damos para afrontar la parte final del álbum. “Parece que viene” rompe de golpe con el barroquismo rítmico de “Cuerpo transparente” con un comienzo acústico y una envoltura melancólica, que se acrecienta cuando entra el cuerpo sonoro ambiental y de matices orquestales que tiene esta pieza, la cual nos ofrece variedad al conjunto de temas que ofrece “Circuitos De Lujo”. La parte instrumental final es de una belleza formal apabullante y Dolo Beltrán se ajusta a la perfección a la exigencia que supone una parte musical como esa, alcanzando no solo en esta parte de la canción, sino en anteriores también, un registro de interpretación realmente sentido y emocionante. Para nada es un tema inmediato, y más aún al situarse en la parte final, pero irán apreciando su valía, que es mucha, con el paso de las escuchas. “Decibelios”, penúltimo capítulo del disco, ofrece una candencia de programaciones pausada y una envoltura sinuosa, sugerente y levemente misteriosa. No obstante, el tema más nocturno, heredero del mejor trip hop de finales de los 80 es la canción título, que cierra formalmente el disco. Es una forma inmejorable de rubricar un disco que nos ha ofrecido varios pasajes y momentos emocionales a través de la música. “Soy una máquina” se empeña en repetir una y otra vez Dolo en la canción, que por otro lado es la de mayor duración del disco, superando los 5 minutos. Es común el añadido que supone “Extrarradio”, si cabe mucho más desnuda, con leves apuntes sonoros programados, que dejan el protagonismo principal a Dolo a la voz. Resulta muy emotiva y especial su disposición como epílogo y rubrica una parte final que nos envuelve en un mundo onírico y de ensoñación, que no en vano nos hace creer que el ritmo electrónico vivido en pasajes anteriores de “Circuitos De Lujo” sea objeto de nuestra imaginación.

Rara concepción sin duda, o al menos quizás más propia de otras épocas anteriores, la que se empleó para la promoción de “Circuitos De Lujo”, puesto que “Cuánta vida” salió con bastante tiempo de antelación respecto al lp, o al menos esa es la percepción que yo tengo como seguidor del grupo en los medios. Eso propició que no se aprovechara el tirón que este pegadizo tema tenía y otorgó cuando vio la luz y se asoció a la ya mencionada de forma reiterada campaña publicitaria.

“Grandes despedidas” tuvo hueco aún en los medios y emisoras, pero de forma más que injusta, debido a su brutal pegada, “Cósmica” pasó inadvertida y no es hasta hace relativamente poco tiempo cuando he podido descubrir a esta joyita. No obstante, aunque “Circuitos De Lujo” podría haber tenido una mayor repercusión, estimo que salvó la papeleta para Pastora, ya que el trabajo individual de sus 2 primeros singles fue inestimable.

Peor han ido las cosas con la última entrega de Pastora “U.V.E.N.” (Un Viaje En Noria), el cual sí que ha pasado bastante más desapercibido y del que no he tenido noticias hasta que he retornado al grupo con motivo de recuperar las escuchas de sus 3 primeros discos, y principalmente la de este “Circuitos De Lujo”, que hoy nos ocupa. Sobra decir que lo antes que pueda me haré con él, para ver qué nos ofrecen este grupo que tanto admiro en su 4ª entrega, si no contamos con el disco de remixes que medió entre “Circuitos De Lujo” y esta última obra.

El que fuera el 3er. disco de Pastora es válido para todos los públicos. Su electrónica no es inaccesible o cargante, para nada. Pastora destaca por hacer una música de baile muy elegante, y que se acompaña de esa sensual forma de cantar de Dolo Beltrán, lo que termina por darle una personalidad clarísima al proyecto, sumada a las proyecciones visuales de Pauet. Este disco, con ese predominante rojo en su portada, con las líneas negras que hacen de trazado de esos mencionados circuitos, y con esa clavija sonora, es de notable o notable alto si lo vemos con buenos ojos. Espero que le saquen provecho, o al menos a algunos de sus temas, aunque ya saben que desde aquí defendemos la escucha completa de los discos. Cada cual después ya que haga lo que quiera. Espero que Pastora dure mucho y sigan entregándonos periódicamente discos tan buenos como sus 3 primeros trabajos. De momento aún tengo el 4º pendiente de escuchar, y creo que ya estoy tardando. Hoy les dejo a ustedes con el 3º, que no es moco de pavo.

Respecto de nuestro programa de radio, informarles que este próximo miércoles a las 21.00h en &radio de Torrejón de Ardoz y a las 23.00h en Radio Universitaria de Alcalá de Henares, podrán escuchar el estreno oficial del coloquio que hace ya varias semanas dedicamos a Supertramp y su disco “Crime Of The Century”. Además, varios de los colaboradores de este programa que podrán escuchar este miércoles, tomarán parte del especial que dedicaremos a “The Game” de Queen el próximo sábado 26 de noviembre, prácticamente coincidiendo con el 20º aniversario de su muerte. No se pierdan ninguna de las 2 citas, ni la del miércoles, ni la del sábado 26 en &radio de Torrejón de Ardoz a las 16.00h.
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lunes, 14 de noviembre de 2011

Discos, música y reflexiones entrevistó a La Broma Negra

Ya advertimos en su día en la crónica del concierto de Oberón en la sala Cats el pasado 28 de mayo del presente año, que habíamos conocido a una banda de proyecto musical realmente interesante. Igualmente, de La Broma Negra ya les acercamos más recientemente la revisión del último de sus discos “Joyas De Princesas Muertas”. Bien, pues este miércoles son los protagonistas de nuestro programa semanal en RUAH e &radio, el 6º de nuestra 3ª temporada en las ondas.

Carlos Caballero y Alex Gómez, cantante y guitarrista de la formación respectivamente, se desplazaron hasta los estudios de Radio Universitaria de Alcalá de Henares (RUAH) para llevar a cabo un programa de una hora de duración en el que hablamos sobre el disco “Joyas De Princesas Muertas”, obra protagonista del programa en cuestión, y también sobre la trayectoria del grupo en general.

Además, también hubo lugar para que Alex y Carlos interpretaran un par de temas en formato acústico, que a decirles verdad sonaron realmente interesantes en ese formato. Creo que quedó un buen programa, con lo que les invitamos a que este miércoles 16 de noviembre de 2011, en nuestro horario habitual, es decir, a las 21.00h en la sintonía de &radio de Torrejón de Ardoz y en Radio Universitaria de Alcalá de Henares a las 23.00h, no se pierdan la hora de radio que compartimos con La Broma Negra y su música.

Los 2 links dispuestos en el anterior párrafo corresponde a las emisiones on-line de ambas radios donde emitimos, pero si residen en Alcalá de Henares pueden sintonizar el 107.4 Fm para escuchar RUAH y si viven en Torrejón de Ardoz pueden hacer lo mismo con &radio en el 92.2 Fm en las mismas horas indicadas. Arriba del artículo les dejamos una fotografía que nos sacamos con el grupo en el estudio.
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sábado, 12 de noviembre de 2011

Pink Floyd - Animals (1977)

Sigo regateando la responsabilidad a la hora de abordar a los gigantes del rock y de la música en general Pink Floyd de afrontar el análisis de sus consideradas 3 grandes obras (véanse “The Wall”, “Dark Side Of The Moon” y “Wish You Were Here”). Si el primer post que concedí a los Waters, Gilmour y cía. correspondió a un disco infravalorado o traspapelado dentro de su discografía como es el fabuloso “Meddle”, hoy al menos sí que tomo por banda uno de los que sí están enmarcados en su era grande y no en vano se sitúa entre los 3 trabajos que he mencionado entre paréntesis, siendo de alguna forma el 4º lp más valorado, al menos si no contamos la era Barrett.

Y es que “Animals” es emblemático desde su portada, quizás la más fácilmente recordada del grupo o la más espectacular por el despliegue que supuso. No me negarán ustedes que atar a un cerdo hinchable gigante en una de las descomunales chimeneas de la tétrica, siniestra, mastodóntica y lúgubre Battersea Power Station (en activo aún en aquellos días) y sacar una instantánea global no tiene mérito y que además el resultado es fabuloso. Puede resultar minimalista el significado del prisma de “Dark Side Of The Moon”, o los sencillos ladrillos blancos de “The Wall”, incluso choca mucho detenerse a ver ese acalorado saludo de “Wish You Were Here”, pero la portada de “Animals” representa ambición en proporción tal como el del tamaño del edificio que refleja.

El grupo estaba inmerso en sus años de más gloria y con la formación más memorable en pleno rendimiento, aquella compuesta por David Gilmour como vocalista y guitarrista, Roger Waters al bajo y voces, Nick Mason como batería y Rick Wright en los teclados. La resaca de “Wish You Were Here” todavía duraba en aquellos días en los que el grupo comenzó a dar forma a Animals. El disco se comenzó a gestar en la gira anterior y la inercia de Pink Floyd en aquellos momentos era inmejorable. El resultado fue una gran obra conceptual, con un corto listado de temas, pero de duración kilométrica en algunos casos (marca de la casa), que pasamos a analizar sin más demora.

La 1ª composición es la 1ª parte de “Pigs on the wing”, que ofrece un carácter acústico y relajado, con un leve poso de melancolía, que al fin y al cabo no es más que una introducción a la primera de las obras maestras que tiene el disco y que son las 3 composiciones centrales. Y es que “Dogs” es una pieza de 17 minutos de duración, muy del estilo y gusto de Pink Floyd, al estilo de esas composiciones gigantes tipo Echoes de Meddle, que ya comentamos hace un tiempo, y en el que la canción evoluciona y ofrece numerosas partes muy interesantes, tanto líricas como instrumentales. Ciertas partes de la letra son incisivas a más no poder como cuando Gilmour dice eso de que “…tienes que transmitir confianza a la gente que mientes y cuando ellos te den la espalda tienes la posibilidad de clavarles el cuchillo”. La melodía quizás más recordada es esa que ofrece unos acordes tan claros de guitarra eléctrica, demostrando el virtuosismo del grupo y en especial de Gilmour. Aunque la presencia de los teclados de Wright tiene sus retoques o añadidos que son inestimables, lo cierto es que “Dogs” es más bien recordada por sus guitarras y estructura de rock clásico.“Pigs (three different ones)” me llama la atención principalmente por la interpretación vocal en este caso de Roger Waters con esa especie de risa o repetición que hace en una parte de la letra oída en el comienzo de la pista. Es una pista más desenfadada que la sesuda “Dogs”, con un carácter levemente hipnótico en las melodías que entrelaza. Con “Sheep”, que fue el único corte de la obra incluido en el recopilatorio “Echoes”, el grupo gira un poco más la rueda de graduación de intensidad rockera de “Animals”. El tema es un auténtico trueno en varias de sus partes y un ejemplo del sector más abrasivo de Pink Floyd. Igual que la 1ª parte de “Pigs on the wing” era una intro a la obra, la 2ª parte es una especie de epílogo o cierre, que da carácter global o conceptual a la obra, rubricando su envoltura correctamente.

La lástima principal de “Animals” no reside en sus resultados comerciales, los cuales fueron notables, o su calidad, la cual es indiscutible, sino en el hecho de que en su proceso de creación, desde que comenzó su génesis, se produjeron las primeras grietas incurables en el seno de la banda, las cuales se fueron acrecentando en los siguientes años y desembocarían en el desmantelamiento de la banda en los años 80, o mejor dicho en su reconversión.

¿Quién fue el culpable? Pues sí, el malo de la película parece que está aceptado de forma generalizada que es el amigo Roger Waters, al cual no le vamos a discutir en ningún momento su nivel como músico y compositor, pero al que sí reprocharemos su actitud con sus compañeros, especialmente con Mason y sobre todo con Wright. El hecho de que los teclados de Richard sean sibilinos y secundarios en la producción no es fruto de la casualidad o despiste, sino que fue el inicio de un mobbing claro hacia el teclista de la formación por parte del cada vez más autoproclamado líder Roger Waters, el cual consideraba a Wright un vago.

Con “The Wall” y su gran éxito, Waters terminó de convencerse de sus ansias de dominar en exclusiva Pink Floyd, con la única salvedad de mantener a Gilmour y para “The Final Cut” Richard Wright ya no era parte del grupo. Luego vendrían peleas legales, más peleas legales, malas formas en las entrevistas con recaditos al rojo vivo de unos a otros componentes, etc. Es una pena que esta obra conceptual, que se basa en el libro de Orwell “Rebelión En La Granja”, y su estratificación social a través de los grupos formados por los animales que protagonizan las canciones del disco, supusiera el comienzo del fin de Pink Floyd. No obstante, dejando esas leves consideraciones al margen de la música en sí, estamos ante una de las grandes joyas en forma de lp que editó el cuarteto clásico de Pink Floyd en los años 70. Aprovechen su recuperación o escucha como se merece.

Respecto a nuestro programa de radio, avisar que ya está subido el programa nº 4 de esta temporada sobre 10cc y su “Deceptive Bends”. Esta semana lo estará con gran seguridad el 5º sobre R.E.M. y “Automatic For The People”. Muy importante es informarles que hoy a las 16.00h en la sintonía de &radio podrán escuchar el especial que dedicaremos a Lady Gaga y su “Born This Way”. Del programa de estreno de este miércoles a las 21.00h en &radio y a las 23.00h en RUAH… Bueno, esta semana haré un post especial al respecto y les cuento más a fondo. De momento, esta tarde estén ahí a las 16.00h en la emisión on-line de &radio de Torrejón de Ardoz.
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sábado, 5 de noviembre de 2011

Golpes Bajos - Devocionario (1985)

Ya estamos nuevamente a vueltas con el asunto o debate tan manido en esta bitácora de los “mini-lps” y considerar a un disco como trabajo discográfico principal dentro de una discografía oficial de un grupo o no por el hecho de que incluya menos de 8 canciones. Considero a los 3 ítems discográficos de los 80 de Golpes Bajos discos a todos los efectos y ya está. Esta es mi posición y con su última entrega antes de su disolución me pasa lo mismo.

Hace ya tiempo que revisamos “A Santa Compaña”, que es el único considerado lp como tal de forma global. Llegado 1985 Golpes Bajos estaban considerados como una formación consolidada dentro del panorama musical emergente español asociado a La Movida, aunque la formación tuviera sus raíces en Vigo y no en Madrid. “Malos tiempos para la lírica” funcionó bien como tema extraíble, y no en vano es el tema que ha quedado para el recuerdo de la formación.

No podemos obviar que en 1985, tras haberse alcanzado el climax musical y cultural en el año anterior, con la edición simultánea de los considerados mejores discos de los grupos abanderados de esa escena underground española, comenzaba el lento declive que fue devorando a los grupos poco a poco. Golpes Bajos fueron pioneros en el campo de las disoluciones tras “Devocionario”, en dura lucha temporal con Derribos Arias, que estimo se fueron al garete en los mismos días que los Coppini, Cardalda, García y Novoa.

Antes, lo que fue su última propuesta en forma de disco lo considero un gran trabajo. Un conjunto excelente de 6 canciones que, enfrentado a mi postura de defensa de la obra, en los pocos portales donde está analizado, está tildado de pedante y elitista. A mi me gusta mucho, y en el post de hoy, en estos días en los que considero muy adecuada su escucha, voy a abogar por su defensa a ultranza. No es irrelevante el hecho de que a Golpes Bajos les descubriera de forma definitiva a través de “Desconocido” y aunque ya sabía de la existencia de “Malos tiempos para la lírica”, éste tema fue el que me animó a acercarme al grupo.

La apertura con esa instrumentación misteriosa, delicada y muy rica en matices de la mano de “Prólogo”, sienta las bases del sentido conceptual de la obra, ya que el tema que en parte ofrece el título al disco, “Santos de devocionario”, retornará a las estupendas formas sonoras de este primer paso de la obra, en la que la insinuación instrumental es lo más reseñable y en el que Germán Coppini sencillamente ofrece unos coros que si cabe suman más al maravilloso misterio que tiene este cortito tema de introducción. No obstante, esta elegancia manierista no se pierde en la ya mencionada “Desconocido”, 2º corte de la obra, que en parte ofrecía un marco de lo que podría ser quizás ahora la distancia entre las 2 cabezas visibles de Golpes Bajos, es decir, Cardalda y Coppini. Esa magistral letra en la que se esboza el recuerdo de una estrecha amistad y los reproches posteriores al término de la misma “no me llames de amigo si me vas a dejar dolido, mi amigo”, es uno de los mejores ejercicios líricos de la historia de Golpes Bajos, quizás a la altura de la excelente “Tendré que salir algún día” de su primer disco. Recuerdo que en 2003 conocí este tema gracias al especial de “Acordes en espiral” de los volúmenes en dvd de “La Bola De Cristal”. En esos días, los cuáles a pesar de ciertos retazos amargos, recuerdo con especial cariño, un servidor de ustedes trabajaba en el departamento de discos de la gran empresa de nuestro país de grandes almacenes. En nuestra zona podíamos poner a modo de marketing en una pantalla dvds musicales y yo opté un día por poner éste de “La Bola De Cristal”. Mientras estaba atendiendo a la gente y cobrando algún que otro cd que se vendiera, recuerdo que los sonidos de la parte instrumental del inicio, con ese aire de ensoñación y que, por otro lado, supone un ejercicio de mesura y sosiego increíble, me llamó especialmente la atención. A día de hoy, sobra decir que este dvd (solamente ese) de “La Bola De Cristal” obra en mi poder, puesto que en junio de 2004, cuando ya no trabajaba en esa empresa, me lo compré aprovechando los descuentos habituales del día de la música del día 21. Los ejercicios de suave electrónica a cargo de Cardalda, alejándose del estruendoso fairlight, tan en boga en aquellos días, son lo que más personalidad da al corte. Es una notable experiencia escuchar este tema con la luz de otoño de las 5 de la tarde de fondo, mientras que te relajas a la hora de la siesta. Como casi todo el mundo en este país (“tan bien organizado” laboralmente hablando) a esas horas está en la oficina de lunes a viernes, prueben a hacer el experimento un sábado o domingo; pero eso sí, en días no lluviosos, en los que el cielo esté despejado. Como ven, yo sigo intentando transmitirles mi forma tan personal de escuchar y experimentar la música que tengo. Una genial locura es el tercer tema titulado “La virgen loca”. No es ni más ni menos que darle una pequeña vuelta de tuerca a “Escenas olvidadas” del anterior disco y contar con un desgañitado Coppini, que poco a poco irá cogiendo arrestos en el disco. Aquí se marca Germán algún que otro grito desgarrado interesantísimo y alguna interpretación melódica vocal graciosa como cuando dice aquello de “Jesús, María y Jose” (con el “Jose” sin acentuar la 2ª sílaba), dándole un enfoque menos solemne al trío de personajes que menciona. Más deternillante es ese pasaje de “… y pobre del que yo vea correr, ni tan tocaros siquiera, porque probaréis de mi zapatilla durmiendo calientes la noche entera…” o el “¡No me peque usted madre!” que también hay perdido por ahí. En todo caso, “La virgen loca” es otro tema notable del disco, que escucho con júbilo cuando le llega el turno cada vez que me pongo con este álbum.Se da un giro más a la intensidad del disco en el siguiente pasaje, para que luego de ahí al final poco a poco se retorne a la calma y reposo que transmitía el prólogo de la 1ª pista. Llega “Ayes”, con un ejercicio instrumental acelerado y Coppini perfectamente sincronizado con la música. Esos “Ayes de sacrílego” suponen otro acierto más del disco, hasta ahora sin mácula. Es curioso que con esos portales en los que se ha comentado y criticado el disco, no comparta el gusto por las “Travesuras de Till”, el único tema al que salvan de la quema en esos artículos. Me parece algo sosa en lo instrumental, aunque en la letra no deja de ser interesante escuchar esas historias derivadas del género literario de la novela picaresca que se nos presentan. Mejor me parece “Santos de devocionario” que da el fin a la obra, con ese toque conceptual al retornar a las formas del inicio, ya que no es más que el desarrollo formal del “Prólogo”. La letra choca, pero el sentir con el que la interpreta Coppini y sobre todo esa instrumentación tan elegante y excelsa es una delicia para los oídos. En el recopilatorio que incluía toda la obra de Golpes Bajos, se metía otra versión alternativa de “Travesuras de Till” a modo de cierre, pero personalmente tampoco estimo que difiera mucho de la primera toma y me parece mucho mejor cerrar con esta “Santos de devocionario”.

El problema de Golpes Bajos fue el espíritu inquieto de Coppini, lo cual llevó a la disolución del grupo tras este “Devocionario” que hoy hemos analizado. Germán en aquellos días, y en su vida en general, es un culo de mal asiento. Recordemos que antes ya estuvo en otro gran grupo como Siniestro Total, y en 1985 ya se había cansado de Golpes Bajos.

Supongo que Germán Coppini se marcharía con un deje parecido al que se representaba en el elegante videoclip grabado para “La Bola De Cristal” de “Desconocido”, en el que en un café del estilo de escritores, Germán salía por la puerta mirando atrás a un Teo Cardalda sentado con algo de resquemor en la barra de la cafetería. Ese videoclip es excelente y en el mismo aparecen 3 de los componentes del grupo (creo que falta Pablo Novoa), representando los tiempos felices y dando la impresión de que la situación posterior, quizás tras alguna guerra, ha separado los mundos en su día unidos de las personalidades representadas en la historia. Es impagable el momento en el que Teo sale tocando el piano y señala un periódico en el que pone “Por la República”.

Germán me da la impresión de que es un tío complicado. Personalmente tuve un leve encontronazo, no directo, en una entrevista que se le realizó en el notable radioblog “Luz De Gas” a cargo de su titular Juan Duque. Me parece que es una personalidad complicada, y en todo, aunque no llegó a la altura de un Fernando Fernán Gómez y su mítico “¡A la mierda!”, sí que no me dejó un buen sabor de boca, a alguien que en definitiva es un admirador de su obra, no solo en Golpes Bajos, sino de otras cosas de su etapa en solitario o en su actual proyecto Lemuripop junto a Alex Brujas. En parte y como él dice en “Desconocido”, me dejó dolido.

No obstante, haré el ejercicio de diferenciar entre persona y artista; sigo pensando que Coppini es un maestro, aunque en lo poco que indirectamente he tratado con él (ya que la movida personal no fue más que una apreciación que hizo a una pregunta que le dejé por escrito en “Luz De Gas”) no haya tenido una experiencia satisfactoria. El retorno en 1998 de Golpes Bajos fue a destiempo y mal enfocado, aunque el propio Germán en aquella entrevista en “Luz De Gas” aún defendía la propuesta. Personalmente creo que fue un patinazo, pero errores cometemos todos.

Golpes Bajos cerraron su andadura a mitad de la década de los 80, al margen de esa desacertada o, mejor dicho, mal planteada reunión de 1998, con un trabajo digno y con una elegancia en sus formas increíble. A pesar de su corta duración y de su carácter refinado y excelso, también hay lugar en “Devocionario” para algún momento sumamente animado como “La virgen loca” o aceleraciones rítmicas tales como “Ayes”. Yo me quedo sobre todo con “Desconocido”, la cual a día de hoy y tras 8 años cumplidos de haberla conocido y escuchado intensamente, me sigue produciendo la misma emoción y buenas sensaciones que el primer día. Y esto que he apuntado es algo difícil cuando sobrexpones una canción a muchas escuchas, ya que en estos casos lo más sencillo es que termines quemándola.

La controvertida portada, con esa imagen de procesión religiosa, que en parte nos evoca a esa España profunda que muchos grupos musicales comenzaban a tener presente en aquellos días (Gabinete Caligari, Radio Futura) en sus composiciones, cuadra correctamente con el contenido. El misterio musical y esas sensaciones planteadas sobre todo en “Prólogo” y “Santos de devocionario” nos pueden trasladar fácilmente a algún monte perdido y boscoso, por el que a medianoche desfile la santa compaña, a la que el grupo aludía en su trabajo anterior. Golpes Bajos regalaron 3 discos estupendos en los años 80 y opino vehementemente que “Devocionario” no palidece para nada frente a “Golpes Bajos” o “A Santa Compaña”. Cada cual que piense u opine lo que quiera. Esta es mi postura.

En tanto a nuestro programa de radio, este pasado miércoles por fallos técnicos personales (en esta caso quiero dejar claro que no fueron inherentes a ninguna de las 2 radios donde se emite nuestro espacio) no se pudo emitir el programa nº 5 de la temporada sobre “Automatic For The People” de R.E.M.. En consecuencia, ese será el programa que podrán escuchar este próximo miércoles a las 21.00h en &radio de Torrejón de Ardoz y a las 23.00h en Radio Universitaria de Alcalá de Henares. El audio del programa nº 4 sobre 10cc y “Deceptive Bends” aún estoy pendiente de subirlo a nuestro perfil de Ivoox.
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