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viernes, 29 de noviembre de 2019

Of Monsters And Men - Fever Dream (2019)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Si bien tengo pendiente de adquirir este disco en formato físico (cosa decidida para el mes de diciembre), tras haberlo escuchado varias veces en Youtube antes de asistir al concierto de hace unos días en Copenhague, creo que ya estoy en condiciones de poder hablarles de “Fever Dream”. Y así de paso comento un disco del año en curso, que creo que en este 2019 aún no lo había hecho (llego justito para ello). De entrada les afirmaré que es un disco que está perfectamente al nivel de los 2 discos anteriores. Me gusta mucho.

El 3er. trabajo de estudio de los islandeses, tiene unas ligeras variaciones en los matices sonoros estilísticos, que en parte justifican que muchas de las nuevas piezas me gusten mucho; no me había percatado de ello, pero al leer críticas en otros sites, he visto que lo que hay es menos folk y más toques derivados de los años 80. Normal en mi caso entonces.

Al quinteto formado por Nanna, Ragnar o Raggi, Arnar, Kristján y Brynjar, “Beneath The Skin” les supuso una confirmación de las buenas pautas mostradas en su debut. No pudimos verles en aquella gira en directo por Madrid, pero el disco nos gustó bastante y ya le hicimos su correspondiente crónica y programa de radio.

Cuando ya suponía que al grupo le iría tocando editar nuevo material, ¡bingo! Me llega, no recuerdo a través de qué medio, una notificación del nuevo single “Alligator”. Canción rotunda, contundente y potente, que por otro lado no sirve para hacerse una idea del contenido del disco en general.

Puede llevar a engaños, pensando en que el grupo ha radicalizado algo más su sonido, pero dentro de “Fever Dream” no deja de ser una rara avis, ya que el carácter general del disco a ratos es bastante cercano al medio tiempo y a veces a la melancolía e introspección. No en vano, “Alligator” en directo, cuando la experimentamos en directo, no la tocan de forma tan arrolladora como su toma de estudio. En cualquier caso es una gran canción que nos aventuraba que los OMAM no iban a dar un paso en falso en el disco de “la prueba del algodón” en los últimos tiempos, es decir, el 3º.

Después escuché otros adelantos como “Wars” con Raggi tomando buena parte del protagonismo vocal o “Wild roses”, con Nanna comandando una canción que podría ser el mejor ejemplo del carácter que transmite en general “Fever Dream”. Como ven, ya estoy hablando mucho de las canciones, con lo que mejor entonces pasemos al análisis de ellas una a una.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Alligator”: Ya lo he mencionado en la intro, “Alligator” es un trueno. Estamos ante una de las canciones más enérgicas y fuertes de la discografía del grupo. Las bases son duras, Nanna y los efectos sobre su voz suenan exagerados; todo ayuda a una sensación de potencia subida al máximo (dentro de lo que OMAM nos han ofrecido en su trayectoria vital hasta la fecha). El estribillo acierta, incluyendo además parte del título de la obra, siendo quizás el más pegadizo de “Fever Dream”. El videoclip es un poco raruno, con pesadillas sufridas por Nanna que recrean por un lado bien las sensaciones que transmiten la letra y melodía. Gran single, claramente quedará como un clásico del grupo como un “Crystals” o un “Mountain sound” por ejemplo.

2. “Ahay”: Ya en la 2ª canción del disco se aprecia el cambio sonoro y nos enfrentamos a “Ahay”, una composición más representativa del conjunto de “Fever Dream”. Raggi se suma con decisión a las voces, y Nanna da las réplicas adecuadas y puntuales, cantando a dúo el estribillo. Paradas melódicas y reinicios marcan el devenir de este medio tiempo delicioso de muy buen gusto. Decidieron excluirla curiosamente a partir de nuestro concierto danés, pero la cambiaron por la siguiente canción del disco, que nos gusta algo más si cabe.

3. “Róróró”: No les voy a negar que me sacó una leve risa leer el título de esta canción. “Róróró” es un ejercicio de exquisitez dentro de “Fever Dream”. El estribillo no es nada evidente, pero es un ejemplo de maestría vocal por parte de Nanna que es la que se encarga de la voz. La melodía de piano es cristalina y notable. Canción de sensaciones dolidas y emotivas, pero sin caer en la lágrima fácil. Fue un tremendo gustazo vivirla en directo. Es una de las joyas ocultas de “Fever Dream” a la presente fecha, ya que no ha sido single ni tampoco creo que lo sea lamentablemente, ya que en sentires parecidos se le ha adelantado la también correcta “Wild roses”, de la que hablaremos un poquito más adelante.

4. “Waiting for the snow”: Llegamos a otra delicia musical, en este caso con el capítulo más recogido e íntimo del disco. Con poquísimos elementos instrumentales, apenas una melodía de piano de sonidos engravecidos, leves aportes sintéticos y algunos retoques de autotune que modifican la voz, Nanna se vale de sobra para ponernos el vello de punta con “Waiting for the snow”. Canción realmente emotiva, sentida, bonita, preciosa y también dolida. Es de las que primero pueden entrar, y es curioso, ya que sus texturas no son de un pop animado ni mucho menos, pero destaca sobremanera dentro del conjunto. Como ven, otra pieza a altísimo nivel que sigue subiendo la nota a “Fever Dream”. Maravillosa.

5. “Vulture, vulture”: El grupo es consciente que quizás nos hemos movido en terrenos demasiado quietos, y por ello ahora es momento de retomar el mayor brío. Lo hacen con “Vulture, vulture”, con un dueto perfecto de Raggi y Nanna, con estribillo directo y acertado. Es una canción perfecta para el directo, pero curiosamente ni en Copenhague ni en los últimos shows la han metido. Buena pieza que nos permite retomar el pulso tras los momentos íntimos encadenados previamente.

6. “Wild roses”: Llega el turno del 2º single del disco, con un videoclip protagonizada por una Nanna llamativa (sin maquillaje alguno), bailando sobre agua. Esta canción es quizás el mejor compendio de lo que es “Fever Dream”, ya que aúna emotividad con intensidad y cierta épica/potencia (sobre todo en su tramo final). El in crescendo que ofrece “Wild roses” es tremendo. Hay lugar para arreglos manieristas y para otros de corte más monumental en el sector final que le confieren grandeza. Buena canción sin lugar a dudas y acierto en formato single.
7. “Stuck in gravity”: He aquí uno de los capítulos más recogidos y sentidos que se anota Ragnar a las voces. Si bien “Stuck in gravity” es una canción más que válida, es personalmente de las que menos me llenan, por lo que la considero como una transición a otras pistas. Transición que no me molesta ni mucho menos, pero que tampoco me llega, aunque los empeños (sobre todo en el tramo final muy arriba) y el buen hacer de Raggi en las voces logran resultados.

8. “Sleepwalker”: Ahora nos encontramos con otra de mis favoritas de “Fever Dream”. Fue reconfortante escuchar “Sleepwalker” en directo en Copenhague, ya que además no me la esperaba. Lo que más me gusta de esta pieza es el estribillo, protagonizado por la voz de Nanna y unos coros que funcionan bastante bien. Según otras webs, debo ir contracorriente, ya que en algunos de esos sitios consideraban a esta pieza de lo más prescindible de “Fever Dream”, cosa con la que no estoy de acuerdo; la considero una joyita oculta.

9. “Wars”: Otro momento destacable es “Wars” (de las pocas que ha tenido el lujo de disponer de un lyric video de OMAM, cosa común para todas las canciones de los 2 discos anteriores). Es una canción pop llevadera, bien construida, con un acertado sentido del ritmo y fácil de recordar. El estribillo a dúo entre Raggi y Nanna es directo y efectista. Ragnar lo definió en Copenhague como un momento bailable, y razón no le falta.

10. “Under a dome”: Dentro de los capítulos introspectivos que tiene Ragnar en las voces, me quedo más con “Under a dome” que con “Stuck in gravity”. En esta pieza, estamos ante una pieza más oscura y decadente. Además es que también es un acierto la aparición de Nanna cuando toca. Como pasó en “Waiting for the snow”, en la producción se hace uso de efectos vocales para crear una sensación de cierto desasosiego que funciona de forma correcta.

11. “Soothsayer”: Cosa común a los discos de Of Monsters And Men, bajo mi punto de vista, es que acaban con auténticos temazos. Si previamente “We sink” y “Yellow light”, cada una de su padre y de su madre, me parecieron 2 tremendos triunfos para rubricar “Beneath The Skin” y “My Head Is An Animal” respectivamente, aquí “Soothsayer” continúa la tradición. Nanna es la encargada de las voces. En general es una canción de músculo eléctrico en las guitarras, siendo uno de los momentos más destacables para Brynjar en el disco, y con un estribillo atinado con Nanna haciendo alguna variación aguda que le va muy bien. Quizás sea algo repetitiva, pero como me gusta mucho su estribillo, podría estar escuchándola fácilmente en un extended mix incluso. Eché de menos que no la tocaran en directo. Final de obra magistral.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Creo que Of Monsters And Men han pasado con nota la prueba del 3er. disco. El tercer lp para muchos grupos en los últimos tiempos ha supuesto el comienzo del declive. Yo considero que los OMAM con este trabajo no deberían iniciar ningún camino descendente. Han variado de forma sutil sus formas más folk para afrontar cambios en su sonido que les dan un mayor espectro musical.

Las críticas en general son positivas. De aprobado solvente. Aquí, como han podido leer, somos más entusiastas e incluso me atrevería a decir que este disco de portada rosada en lienzo con ese ojo tan inquietante en el centro, pudiera convertirse fácilmente en mi favorito del grupo hasta la fecha (cosa nada fácil viendo los 2 precedentes).

Ojo, advertencia: no es un disco inmediato. Fue a partir de la 4ª escucha cuando empecé a caer en los matices y detalles que hacen de “Fever Dream” una gran obra. Recuerdo hacer su primera escucha un domingo por la mañana y darme la impresión de que no sonaba mal, pero no emocionarme especialmente. Por eso, concédanle tiempo y escúchenlo espaciado. Si no les llega en la 1ª o 2ª escucha, dejen unos días o semanas y retómenlo un par de escuchas más pasado ese tiempo. Quizás, como a mí me sucedió, noten el cambio. No se hace nada pesado.

Son 11 canciones, no llega ni a 3 cuartos de hora, con lo que en duración es más que adecuado para dejarte con esa sensación de quedarte con ganas de más.

La aceptación y repercusión del grupo a nivel internacional sigue patente. Han agotado entradas en muchos sitios europeos (en Copenhague no agotaron, pero la sensación fue de lleno absoluto), lo cual es indicativo de que el grupo sigue teniendo tirón.

Debido al cierto giro estilístico, no radical, que ofrecen Of Monsters And Men en este disco, quedo con una ardiente curiosidad con lo que la banda nos ofrecerá allá por 2022 (supongo que por ahí es cuando vería la luz lo que sería su 4º lp). De momento estoy con muchas ganas de hacerme con este disco en formato físico (no tardaré muchas semanas en darme el paseo que tengo programado para hacer una ligera remesa de adquisición de cds originales). Siempre además le tendré un cariño especial a “Fever Dream”, ya que por primera vez (y espero que no por última) fue en su gira cuando vi a OMAM en directo. Y además en Copenhague. Eso siempre sumará.

Supongo que en la presente temporada 11 de radio le intentaremos hacer hueco, con lo que desde aquí conmino a mi amigo y colaborador Mariano González que comience a hacer los deberes por si llega la ocasión. Estén atentos, les mantendremos informados. De momento, OMAM es de las pocas bandas que llevamos al día, al haber revisado en este blog todos sus discos editados hasta la fecha. Por algo serán uno de mis grupos favoritos actuales y ya puedo decir de la historia de la música moderna en general.

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