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viernes, 21 de junio de 2019

Chvrches - Love Is Dead (2018)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Resulta que hace una semana Chvrches tocaron en Madrid; cosa que anhelaba, no se imaginan cuanto... Y yo en Japón. Lo peor y más gracioso en lo personal es que tenía planeado haber estado en Tokio en lugar de ahora para cuando el grupo tocó a finales de febrero y haberles visto en una sala llamada Toyosu Pit (hasta había visto el coste en yenes), pero por motivos ajenos a mí, la cosa me ha salido mal y descoordinada; así es la vida.

Bueno, el caso es que de alguna forma me quiero desquitar con este artículo en el que, tras casi un año de meditadas, repetidas y prolongadas escuchas, he podido asimilar definitivamente “Love Is Dead” y estoy en condiciones de poder emitir un juicio razonable sobre el hasta la fecha último disco de estudio del trío escocés.

Hablemos de los antecedentes. Tras el ya comentado por aquí (y con su programa de radio en la presente temporada) disco de debut, vino en 2015 el siguiente paso. “Every Open Eye” mantuvo el pulso y supuso un más que notable digno sucesor del “The Bones Of What You Believe”, pudiendo igualarle en conjunto. El disco mantenía la frescura del sonido del debut, pero se apreciaba una mayor sofisticación en el sonido, pero sin perder la esencia del halo del grupo.

En el conjunto de piezas que forman parte o derivan del 2º disco, hubo espacio para grandes hits como “Clearest blue” o “Leave a trace” y para joyas ocultas como la canción cantada por Martin “High enough to carry you over” e incluso rarezas en formato de bonus tracks como “Up in arms” (un descarte de lujo del track list principal) o “Get away”.

Pues para el 3er. disco el grupo formado por Iain Cook, Lauren Mayberry y Martin Doherty decide optar por un productor externo. Sonó incluso Dave Stewart de Eurythmics, pero finalmente fue Greg Kurstin quien tomara los mandos. El resultado es un sonido menos fresco o juvenil que en los 2 discos previos, pero no por ello estimo que se haya conseguido un resultado malo.

Sabrán ustedes que en los presentes tiempos, ya desde comienzos de milenio, para las nuevas bandas el 3er. disco es algo así como la prueba del algodón. En muchos casos, las bandas suelen recibir palos y con Churches ha habido lugar a críticas en contra de “Love Is Dead” y otras más tibias. Incluso Lauren Mayberry replicó con dureza a alguna revista por ahí, gracias a lo cual me hice eco del nuevo disco y me sumergí en él a partir del día que Kraftwerk tocaron en Madrid la última vez, fecha en la que me lo compré junto a “Wonderful Wonderful” de The Killers y “The Punishment Of Luxury” de OMD (no se imaginan ustedes que “3x2” más bien aprovechado).

Bien, así a modo de entrada les diré que “Love Is Dead” me gusta. Creo que es un trabajo disfrutable, y aunque su sonido o producción no me agrada tanto como los 2 discos anteriores, creo que el contenido en general es bueno y consolida a la banda como uno de los grupos de música electrónica de mejor gusto en la actualidad. Veamos las canciones que forman parte de este notable trabajo.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Graffiti”: En su crítica del disco en “Plásticos Y Decibelios”, Julián Ruiz, que apuesta por el “Love Is Dead” y lo valora muy en positivo, afirmó que “Graffiti” es su mejor canción hasta la fecha. Aunque con Julián muchas veces he estado en desacuerdo en preferencias de canciones dentro de un lp, en esta ocasión estoy con él a muerte. “Graffiti” recoge de alguna forma la fórmula de “The mother we share” y le da un toque algo más pomposo y melodramático. Lauren está gloriosa cantando y mejora la toma en directo, sobre todo cuando modula de forma distinta con un cierto adorno el último estribillo. Teclados y notas muy marcadas y una melodía realmente emocionante. Comienzo inmejorable. Ha sido 3er. single del disco con total merecimiento, pero se perdió la ocasión de hacer un grandísimo videoclip, optando por ofrecernos uno en el que el grupo no sale. Una pena.

2. “Get out”: Con un inicio de sonidos nerviosos y acelerados, llega “Get out”. Primer single del disco, adelanto en sí de la obra, dispuso de un videoclip donde se ve a los miembros del grupo grabados en acción por distintas cámaras de seguridad (no muy currado, la verdad). Esta canción podría decirse que es un “grower”, ya que en las primeras escuchas no me captó, pero a día de hoy me agrada mucho escucharla. Su estribillo es de fácil memoria y los cambios de ritmo con esos sonidos obsesivos e hipnóticos funcionan bien en las partes más prosaicas. La producción confiere a Lauren una especie de eco, reverb o profundidad en la voz que le confiere solemnidad y que funciona bien.

3. “Deliverance”: El inicio de la obra es intachable. 3 aciertos en fila. Ahora llegamos a una joya oculta (ya que probablemente no será single tardío de la obra). “Deliverance” es la canción más sofisticada y elegante en su sonido del disco. Sobria e incluso hedonista (sobre todo en el tramo final que canta Lauren), sigue aprovechando los efectos de repetición vocal (ya vistos en “Get out) y da en la diana. Quizás esta pieza marcaría un futuro del grupo más que interesante si ahondasen más en estas texturas. Veremos si en siguientes discos nos encontramos ejemplos de este perfil, ya que personalmente es de mis predilectas, cosa que ya comentamos en nuestras redes sociales en el verano pasado cuando le dábamos al disco sus primeras pasadas.

4. “My enemy (feat. Matt Berninger)”: “My enemy”, junto al cantante de The National, supone un primer punto reflexivo en el disco. Pasamos del brío de las 3 primeras canciones a este pasaje lento y de sonido algo decadente. No queda mal del todo el dueto de Lauren y Matt, pero quizás muchos se esperaban un tema de más alta exigencia. Sin ser una mala canción, ciertamente queda oscurecida por otros pasajes más destacables como los 3 primeros. No obstante, cumple su papel dentro del disco. Personalmente no me sobra.

5. “Forever”: Regresamos al brío con “Forever”, donde su punto más fuerte está en ese estribillo de afirmaciones tan rencorosas cantadas por Lauren. Se siguen dibujando bien las pautas sonoras principales de “Love Is Dead” gracias a piezas como esta: unas notas sintéticas muy ampulosas y pop, de mucha potencia. Desprende energía, pero sin recordarnos a sonidos más ochenteros como sucedía por ejemplo en el disco de debut. A “Forever” se le va cogiendo el punto con el paso de las escuchas.

6. “Never say die”: Sin dejar de lado el sonido principal del disco, “Never say die” apuesta por un sonido más melancólico dentro de su potencia instrumental. También podemos apreciar el recurso estilístico vocal de Lauren de la repetición de palabras, otra característica notable de “Love Is Dead”. Considero que el puente al estribillo es la sección más destacable de esta pieza.

7. “Miracle”: Segundo single del disco, con un videoclip en el que al fin vemos a los componentes del grupo sufriendo a pasear entre tumultos y revueltas callejeras, “Miracle” es una canción que en algún lado vi que era criticada porque al redactor le recordaba al estilo de Imagine Dragons; se ve que no le gustaba ese grupo. A mí, a día de hoy, Imagine Dragons ni frío ni calor, pero “Miracle” de Chvrches no me disgusta. Está bien ese contraste entre lo sugerente y sigiloso y la contundencia épica de ese estribillo que creo que acierta: “no me hagas preguntas y no te responderé mentiras. No pido un milagro”. Hace unos meses el grupo hizo una versión orquestada en la BBC que resulta bastante curiosa.
8. “Graves”: Retornamos al sonido acelerado y animoso de “Love Is Dead” con “Graves”. Siendo claramente uno de los temas que representa más claramente el sonido medio del álbum, no es quizás el que más me guste en este sentido. No obstante, hay que reconocer que es de las canciones que más brío y energía transmiten del lp.

9. “Heaven/hell”: De estructura algo parecida a “Miracle”, por lo de tener fuerte contraste entre sus partes, “Heaven/hell” nos devuelve a las texturas más reconocibles del disco en sus notas. Lauren quizás alcanza en esta canción los registros más altos del disco en el estribillo.

10. “God’s plan”: Lo que nadie puede negar a Martin Doherty es que escoja malos temas para sus momentos vocales. Luego ya su voz puede gustar más o menos. El caso es que “God’s plan” es uno de los mejores capítulos del disco. Resulta hipnótica y obsesiva y sirve a la perfección a ese registro algo apagado de Martin al micrófono. Va en un in crescendo, con Lauren en los coros, que remata bien en el fin de la canción. Sin duda uno de mis momentos favoritos del disco.

11. “Really gone”: No son necesarios los fastos excesivos para lograr emocionar. Ejemplo de ello, “Really gone” nos ofrece el capítulo más sentido de “Love Is Dead”. Sobre una leve melodía, Lauren es la que resulta la protagonista absoluta en esta canción en la que la letra versa sobre lo que parece ser el punto de ruptura de una relación (por ello resulta algo dolida). Lo dicho, emocionante sin más efectos especiales y con una Lauren Mayberry superlativa al micrófono.

12. “II”: “II” es una especie de interludio al último tema del disco, que resulta algo siniestro en sus sonidos, pero que tampoco pasa de resultar meramente anecdótico.

13. “Wonderland”: Algo que no le podemos echar en cara a “Love Is Dead” es que no cierre con un sonido representativo de lo que expuesto en conjunto. “Wonderland” es ambiciosa y potente en sus notas instrumentales, como muchos de los episodios más representativos del álbum. Suena quizás algo más trascendental en su estribillo, con esas preguntas tan directas lanzadas por Lauren. Considero que es una buena canción y que pone el correcto punto y final al 3er. disco de Chvrches.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Realmente “Love Is Dead” no ha recibido críticas favorables tan unánimes como los dos trabajos anteriores. Hay sites por ahí que han sido más o menos negativos en sus impresiones y son pocos los lugares realmente entusiastas con el disco. Quizás nosotros estemos más a favor que en contra de “Love Is Dead”.

Personalmente considero a “Love Is Dead” un buen disco. Disfrutable y aprovechable para los fans de Chvrches que vengan de atrás. Si bien hay que advertir que la producción es lo que provoca un punto de distancia respecto a lo anterior. Si en lugar de Kurstin hubieran realizado la producción Iain, Martin y Lauren, seguro que el resultado hubiera sido muy distinto y muy probablemente más del gusto de los fans que han sido críticos con el disco.

Sin embargo, el grupo buscaba avanzar. Mirar más allá. De ahí la elección del nuevo productor y el nuevo envoltorio al disco. Veremos qué sucede con el planteamiento del 4º lp. De momento “Love Is Dead” no deja de ser un disco que consolida a Chvrches como una de las bandas destacables de la música pop electrónica actual. El grupo ha realizado una gira amplia desde que el disco vio la luz, pasando por multitud de países y festivales. Una pena que no me haya casado la vida con sus fechas para verles, como ya he referido al comienzo del artículo; no obstante, espero que en próximas ocasiones consiga verles en directo, ya que sin duda son una de mis cuentas pendientes de ver en concierto.

Yo estoy deseando ya tener en mis manos el que sea el 4º disco de estudio de Chvrches. ¿Y ustedes? De momento sigamos disfrutando de los 3 grandes discos (y todas las canciones inéditas o bonus tracks anexos) que tienen hasta la fecha, que siempre nos reportarán muy buenas sesiones de escuchas musicales.

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