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viernes, 30 de septiembre de 2016

Stromae - Cheese (2010)

ANTECEDENTES E INTRODUCCIÓN.
Paul Van Haver, más conocido como Stromae, es la última sensación de la música popular francófona. Este belga lleva ya vendidos millones de álbumes y sus giras recorren todo el planeta sin tenerse que someter a la dictadura de tener que cantar en inglés para introducirse masivamente en otros mercados. Stromae piensa acertadamente que la música puede hablar por sí misma más allá de la lengua en la que se cante.

Stromae es, sin lugar a dudas, un artista completo que va mucho más allá del simple músico; de hecho él parece burlarse de esta condición con sus famosas “lecciones” donde enseña como con un simple mac y un pequeño teclado se pueden hacer auténticas maravillas lowcost.

A pesar de su humildad, a nadie se le escapa la ambición de nuestro protagonista en ser un artista realmente completo: vestuario extravagante, videoclips originales y muy cuidados, al igual que todo el aspecto estético de sus lanzamientos discográficos, por no hablar de unos conciertos que no pueden dejar a nadie indiferente. A Stromae hay que descubrirlo para darse cuenta de lo inclasificable que es: ¿es rapero?, ¿es cantante pop?, ¿es simplemente música dance? Todo esto es Stromae y muchas cosas más, aunque sin duda su gran virtud es dotar a una música de baile destinada al gran público de textos muy poco convencionales en este tipo de género musical, hablando del abandono de un padre, del racismo, o del maltrato infantil bajo un ritmo dance, recogiendo así la tradición de grupos como Pet Shop Boys o New Order de dotar a la música de baile de un trasfondo más intelectual o social.

En esta ocasión empezaremos con su álbum de debut “Cheese” (2010), su segundo y último álbum “Racine Carré” (2013) nos lo guardamos para más adelante, aunque no tardaremos mucho en hablar de él.

“Cheese” es el debut de nuestro protagonista donde enseñaba todo su universo únicamente ataviado de un ordenador portátil con el que hacia música gracias a varios programas virtuales. De ahí salió el éxito internacional “Alors on dance” que hasta en España llego a conseguir un buen puesto en la lista de singles. Podemos decir que toda Europa bailó este single y que la expectación sobre el que sería el debut del artista estaba realmente alta, así que cuando por fin se publicó “Cheese”, fue la confirmación de estar ante un artista con muchísimo que decir y no simplemente un one-hit-wonder.

ANÁLISIS DEL ÁLBUM.
1. “Bienvenue chez moi”: El álbum empieza con un tema que es la perfecta introducción al universo de Stromae. Bajo un ligero sonido electro mitad bailable, Stromae nos hace una descripción de su rincón de creación donde existe cabida para “el humor amargo, humor vulgar, humor profundo” al igual que no le hace ningún asco a diferentes referencias musicales “a la vez rock, a la vez jazz o electro”. Aunque a decir verdad, tanto ésta como el resto de canciones del álbum tienen un sonido electro muy claro. Sin duda estamos ante una excelente presentación, totalmente original, no es normal que un artista haga un tema sobre su propio universo a la hora de componer, sobre la composición en sí misma, y es que a Stromae no le preocupa en absoluto destripar los entresijos de la composición musical como demostró más de una vez enseñándonos como se podían crear absolutos hits con un simple portátil.

2. “Te quiero”: Muy curiosa esta canción con titulo en español, aunque solo es el titulo porque el tema al completo es en frances pero es cierto que la sonoridad de las palabras “te quiero” en el estribillo consiguen un efecto mucho más pegadizo e interesante que el que podría conseguir un “je t’aime” o un “i love you”. Es como si Stromae se hubiese percatado de la más fuerte sonoridad del castellano y en consecuencia la hubiese utilizado como el que utiliza un sampler. Sin duda estamos ante uno de los mejores temas del álbum y del propio Stromae. La letra describe la rutina de las relaciones cuando comienzan y poco a poco van evolucionando, pero dado el fatalismo propio del autor esta evolución desemboca irremediablemente en hijos, divorcio y juez. En el estribillo podemos remarcar la contradicción de querer a alguien y al mismo tiempo no soportarla: “me gustaria ser su sombra, pero la odio”. La frase “la amo a muerte” se interpreta como un amor profundo, pero dado el dramatismo del autor y la propia performance de la canción también se puede interpretar como “la amare hasta la muerte” considerando la muerte propia (o la de ella) la solución al conflicto. La grandeza de Stromae es poder plantear una canción tan dura como ésta bajo ritmos houseros hechos para no parar de bailar y que la gente se lo pase en grande mientras suena una historia tan triste.

3. “Peace or violence”: Una de las grandes influencias de Stromae es el eurodance de los 90; de hecho es la máxima influencia en este álbum. Lo demuestra claramente en este tema aunque convenientemente actualizando los sonidos. En “Peace or violence” el cantante se interroga sobre qué significa realmente el signo V que se hace habitualmente con los dedos índice y corazón, si bien es la V de violencia o un signo de paz. Al igual que en “Te quiero” juega con las palabras peace y violence en inglés, pero la canción entera es en francés. Nuevamente vuelve a crear un sonido más remarcable en el estribillo gracias a esta mezcla.

4. “Rail de musique”: Al igual que en “Bienvenue chez moi”, aquí tenemos otra canción que trata exclusivamente sobre la forma de componer de Stromae. “Escribo, compongo, me alimento de los sonidos de la caja de ritmo”. También está el concepto de la música como droga; Stromae considera su música “mi coca, mi speed, mi crack, mi música”. Nos encontramos ante un tema simple de música dance que anticipa perfectamente el hit absoluto del álbum.

5. “Alors on dance”: Fue uno de los mayores éxitos en Europa en el año 2010 y su éxito continuó en 2011, ¿Quién no la ha oído? ¿Quién no la ha bailado? Sin duda el último gran triunfo de la música francófona, porque se puede hablar de artistas franceses que han vendido millones de discos en los últimos tiempos. A todos nos viene a la cabeza los Daft Punk o Justice, pero estos grupos y otros han tenido que claudicar y hacer sus canciones en inglés para adaptarse al mercado mundial. El belga Stromae no; él juega con sus propias reglas y de momento no le ha podido ir mejor, opina que no tiene por qué traducir sus canciones al inglés para ser disfrutadas en otros países. “Alors on dance” es una absoluta genialidad, no porque musicalmente sea una maravilla. Es un tema de dance noventero original con ese saxo sintetizado que parece un pato enfermo o los ladridos de perro en el estribillo, pero lo que realmente hace grande a este tema y la razón principal de su enorme éxito es el contraste entre unos versos absolutamente deprimentes “quien dice estudios dice trabajo, quien dice trabajo dice dinero, quien dice dinero dice gastos/ quien dice amor, dice hijos, dice para siempre y dice divorcio”, con un estribillo que estalla en una absoluta celebración “para olvidar todos los problemas bailemos”. Stromae simplemente dió en esta canción con ese sentimiento tan humano que es aparcar por un momento las preocupaciones y dedicarse a acciones más hedonistas, por eso mismo fue un éxito tan rotundo, porque conectaba con todo el mundo.

6. “Summertime”: Se trata de un tema más suave que pareciera la continuación de “Alors on dance”, como si el protagonista ahora se fuera de vacaciones y no quisiera por nada del mundo que nadie se las fastidiase. Otro tema claramente dirigido a la pista de baile con una letra simple y ritmos repetitivos; quizás Stromae quería ofrecernos algo ligero antes del trallazo que viene a continuación.
7. “Dodo”: Esta canción que comienza con suaves sonidos sintetizados, que bien podrían considerarse como una nana, podría tener claramente la famosa pegatina “parental advisory”. Stromae canta en tono de nana como un niño tiene que soportar como su padre agrede a su madre y no solo eso, sino que procede a cometer abusos sexuales sobre el niño protagonista de la canción. Para poner las cosas aun peor el nuevo novio/marido de la madre no es mucho mejor que su padre y vuelve a sufrir maltratos. La manera de interpretar la canción, en forma de nana, da un tono burlón a una letra de las más duras que jamás se hallan hecho en un contexto pop. Este tono hace todavía el tema más hiriente, aún más con los ritmos de música de baile incorporados en el estribillo y que posibilitan el estar bailando mientras suena la historia de un maltrato infantil. Al final el tono de la canción cambia hacia una interpretación más exaltada que luego da un nuevo giro donde el autor desea al niño un profundo sueño tras el cual pueda olvidar todo lo que le ha pasado.

8. “Silence”: Se trata de un tema instrumental que solo incluye la palabra “silence”. En él destacan las fuertes percusiones sintetizadas y un sonido más techno. Una dura base va marcando el ritmo durante toda la canción creando un ambiente de discoteca de los 90.

9. “Je cours”: El baile no para y aquí tenemos otro tema más para seguir en la pista. En él Stromae reflexiona sobre su propia carrera como artista que acaba de nacer, de plegarse a las exigencias de todos los que te rodean. La sensación que da el autor es el de no estar preparado para la vorágine de éxito que se le estaba viniendo encima, algo que se mantiene de forma aún más exagerada en la actualidad. “Je cours” es una forma de decir que a veces tienes ganas de correr, escapar y refugiarte en ti mismo u en otra gente de confianza.

10. “House’llelujah”: Nos encontramos ante otra genialidad de Stromae, frívola sí, pero genialidad. A Stromae se le ocurre crear una oración, una plegaria religiosa, basándose en la música house “en nombre del ritmo y la vox, yo grito House’llelujah, bendita sea la música y House’llelujah”. Se trata de una oración alternativa al dios House, ya que el real es demasiado viejo y demasiado rico para escucharnos según dice el artista. Un auténtico himno que deja patente la originalidad del autor a la hora de buscar conceptos para ilustrar sus canciones.

11. “Cheese”: Stromae se despide después de un álbum prácticamente entero dedicado a la música de baile con una balada en toda regla donde por un lado podemos apreciar la técnica para componer de Stromae con su mac, creando esos toques totalmente artificiales de piano y por otro una forma de interpretar sincera que da otra dimensión a los textos. En este caso la incomprensión, el inconformismo y los usos y costumbres parecen ser los temas principales; en todo caso nos encontramos ante un tema triste por mucho que al final Stromae nos diga “yo sonreiré”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
“Cheese” es un debut más que notable que tuvo tanto éxito que hizo que la fama de este chico se disparase hasta niveles que en la música francófona no se conocían desde el fenómeno Mylene Farmer. Muchos lo han calificado del Jacques Brell pasado por el electro; esto es simplemente absurdo, Stromae tiene un estilo muy propio mezcla del dance de los años 90 actualizado con letras difíciles de digerir, letras crudas que te hacen cuestionarte cosas, a mi desde luego son las letras que me parecen más interesantes.

En “Cheese” está todo el potencial que finalmente será desarrollado en total plenitud en “Racine Carrée” donde perfeccionaría aún más su fórmula de música de baile y textos duros, como hemos dicho pronto ese segundo y hasta ahora último disco de estudio pasara por aquí.

Texto: Alfredo Morales.

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