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miércoles, 29 de enero de 2014

Concierto Depeche Mode. Madrid (18-01-2014)

4ª vez que servidor de ustedes acudía a ver a Depeche Mode; en comparación con algunos seguidores de la banda, una minucia, y en comparación con otros, una cifra ya respetable. Con varios días de retraso (somos conscientes de ello), publicamos el presente post, debido a la poca disponibilidad de conexión a internet que tenemos y al trabajo que nos ha llevado elaborar esta extensa crónica. La experiencia del concierto, contra todo pronóstico, empezó para mí unas cuantas horas antes de lo que esperaba. Y es que tras salir de trabajar el viernes 17 a las 15.00h, tengo avisos de llamada perdida en el móvil de mi amigo y colaborador de nuestro programa de radio Alfredo Morales. Puntualizo, por si no se han fijado en el título y en la fecha, que yo asistía al concierto del sábado, el 2º de las 2 citas fijadas en Madrid (en 2006 escogí el 1º, pero esta vez, por ir con Mariano González, escogí el sábado para que tuviera más comodidad para asistir debido a su trabajo; luego comentaré algo sobre esto, cosa que muchos oyentes de nuestro programa de radio ya intuirán).
El caso es que llamo al bueno de Alfredo y me comenta que tiene 2 pases o invitaciones para la fiesta post-concierto del viernes en La Riviera, donde iba a pinchar ni más ni menos que… ¡Vince Clarke! Me lo pensé poco (a pesar de que el sábado me tenía que levantar a las 7.15h y la experiencia del concierto me podría dejar derengado para el día siguiente, pero la ocasión la pintaban calva). Sin pasar por casa tras salir de trabajar, haciendo una visita por su cumpleaños a su casa a Mariano González, del cual ya comento que no pudo asistir al concierto por culpa de su convalecencia física, quedé con Alfredo a eso de las 23.30h en Av. América para ir a la sala de marras y disfrutar de esa fiesta, sabiendo que (para dosificar mi aguante) no iba a poder quedarme hasta el final.
Llegamos de los primeros al recinto. Antes de Vince Clarke había lugar para un par de djs, y el primero de ellos nos recibió con “The sun and the rainfall” de “A Broken Frame” a medida que entrábamos en la sala. Personalmente fue el dj que más me gustó en su selección, ya que se encargó de poner una generosa ración de joyas ocultas (esos grandes temas perdidos en los discos que no fueron singles), con aciertos como “Here is the house” o “Lie to me”, por citar un par.
El 2º de los dj, también se atrevió con temas no evidentes, aunque también apostó por el sector de remixes. Sorprendió con “Flexible” o “Tora, tora, tora”, que al menos nos hizo gracia y que Alfredo y yo coreamos con el jocoso “tora, tora, torera”. El mejor momento de esa 2ª sesión quizás lo regaló “But not tonight”. Aunque en este kilométrico post no hemos llegado aún al concierto en sí, verán que ya les voy intercalando fotos del evento (ya que por lo sorpresivo e imprevisto de Vince Clarke fui desprovisto de cámara). Aquí abajo una muy chuleta pose que captamos de Dave.
Eran las 2.30h cuando Vince Clarke llegaba a la mesa de los platos, con su gorro de lana puesto disimulando su alopecia, y embruteciendo a la sala, que a esas alturas de la noche estaba a reventar. En las primeras filas la gente fumaba, de todo, y estaban hasta arriba de todo (a ratos me daba la sensación de estar rodeado de monos con un cuchillo en la mano). A Vince le escuché una mezcla de “Photographic” instrumental como pieza más destacable y cuando todavía le quedaría mucho recorrido al mentor de Depeche Mode en su primer disco, tuve que marcharme para poder coger el búho de las 4h en Av. América que tira para el Corredor del Henares. Aquí vino el capítulo 1 de soportar diluvios intensos durante ese fin de semana.
Como mi experiencia fue incompleta en la party post-concierto, les inserto a capón el texto que me ha pasado el otro corresponsal de “Discos, música y reflexiones” que acudió a La Riviera a ver a Vince Clarke pinchar y que sí podía permitirse el lujo de quedarse hasta el final, y gracias al cual, como ya he dicho, pude yo asistir (tanto por la invitación como por haberme avisado de ello): Alfredo Morales; las fotos también son cortesía suya, por supuesto (yo no me llevé cámara de fotos al ser todo muy imprevisto y además mi móvil, de cámara regulera, se quedó sin batería en la tarde del viernes).

Hay que reconocer que Depeche Mode es mucho más que un grupo (al igual que el  Real Madrid es mucho más que un club, es un puticlub), lo que quiero decir es que DM no es solo el grupo y su discografía, sino que existe todo un universo paralelo relacionado con la banda que incluye discos de sus componentes en solitario, colaboraciones y por supuesto los proyectos de sus ex-miembros. 

De esto último me quedo sin duda con Vince Clarke, alma de grupos como los inolvidables Yazoo (junto a la cantante Alison Moyeto su grupo actual Erasure (con el cantante Andy Bell) con el que lleva desde el año 85. Vince y Erasure jamás se han prodigado mucho en nuestro país con lo cual, cuando llego a mis oídos que Vince estaría pinchando en el afterparty oficial al primer concierto de DM en Madrid el pasado día 17, no pude alegrarme más, pues era toda una oportunidad. Si a esto le sumas que gracias a un concurso de una web conseguí una entrada doble gratis, ¿pues que más se puede pedir? 

Me reuní con mi buen amigo Abacab y juntos nos dirigimos a la sala La Riviera donde tenía lugar el evento; sí, la famosa sala de la palmerita de las narices, afortunadamente no íbamos a ver ningún concierto. Poco a poco iba llegando gente que venía del concierto y eso se iba llenando. En mi ingenuidad, pedí una cerveza en la barra pensando que con la que está cayendo quizás se habrían moderado  con los precios; pues nada de eso: 7 euracos me cobraron por una birra de nada. Una y no más Santo Tomas; está claro que a estos sitios tienes que venir ya bebido y drogado, porque si no tu economía puede sufrir una hecatombe, así que decidí contener mis ansias alcohólicas el resto de la noche. 

Mientras se esperaba la llegada de Clarke, un par de djs iban poniendo música de DM y algún que otro tema de Yazoo y Erasure. Si bien la mayoría de los temas estaban bien elegidos, otros eran completamente inexplicables y supongo que corresponderían a un gusto muy personal del dj (pinchar “Tora Tora Tora... Como que no).  La media de edad del público que fue a este evento estaba en los 40 y muchos, aunque también había gente joven, pero eran los menos. Lo que más se veía era tíos en plan siniestro que me recordaban al personaje de Cheyenne (magníficamente interpretado por Sean Penn) en “Un Lugar Donde Quedarse”. Mucho más agradables a la vista eran algunas radiantes y eufóricas MILF góticas. 
Con el ambiente ya bien caliente y a unas horas inhumanassalió Vince Clarke ataviado con un gorrito y ropa deportiva, la sesión comenzó con “Chorus” de Erasure, un tema ideal para dar el pistoletazo de salida. Eso , en una versión completamente remezclada, algo que sería común a toda la sesión que destacaría por un sonido de techno muy machacón, dirigido a las pistas de baile actuales. Vamos, que los que pensaban que Vince se limitaría a pinchar unos cuantos temas de sus grupos en sus versiones originales, seguramente salieron decepcionados por la sesión tan cañera de Clarke. 
Vince nos sorprendería con una estupenda nueva versión instrumental de “Photographic”,  muy intensa y bailable, sin duda mi tema favorito del “Speak & Spell. También sonaría la remezcla que realizó de “Behind the wheel” hace un par de años, un remix bastante original que aunque suene diferente, conserva ese concepto de melodía cíclicaos lo recomiendo totalmente. Hay que decir que Vince lleva desde principios de los 90 metido en el mundo de las remezclas para otros artistas, así podemos encontrar trabajos para: Sparks, Franz Ferdinand, RammsteinDidoGoldfrappHappy Mondays o la propia Alison Moyet. Y hablando de Moyet, estaba claro que algo de Yazoo tenía que sonar y así fue con versiones bastante aceleradas de “Don’t go”, “State farm” y “Situation, que son por otra parte los temas más dance del dúo. También el proyecto de Clarke con Martin Gore VCMG tuvo su hueco y pude intuir una remezcla del tema “Aftermaths” que no estaba mal pero yo hubiese preferido “Single blip. 
Se ve que Vince está contento con los últimos trabajos de su banda Erasure, ya que sonaron los singles “When I start to break it all down” y “Bwith you” procedentes del álbum  Tomorrow’s World” (2011), su último trabajo si obviamos el disco navideño que sacaron a finales del año pasado; y sinceramente, mejor obviarlo. También nos ofreció un remix de “Always” y otro de “A little respect”, este último muy celebrado por el público. Hay que decir que Vince parecía pasárselo muy bien y se movía más que los precios, algo poco usual en el estático Vince que el único movimiento que suele hacer en los conciertos es desplazar su dedo hacia el botón que dispara la música desde su mac. 
En uno de estos momentos de euforia, Clarke decidió hacer un Morrissey y si bien Moz tiene el ritual de descamisarse y lanza la prenda al público, a Vince le dio por quitarse su gorro y tirarlo al respetable dejando a la vista su cráneo totalmente afeitado. Como tenía intención de sacar algunas fotos del evento, me fui acercando a la primera fila del escenario, suponiendo que allí estarían los más fanáticos. Cual sería mi sorpresa cuando empezaron a ofrecerme todo tipo de drogas desde todas las direcciones, llegando a la conclusión de que esa primera fila estaba ocupada por los camellos del lugar, que desde luego harían el agosto ese día, dado toda la gente que había y el estado tan lamentable en el que se encontraban. 
La sesión acabaría de la mejor forma posible con un remix de “Just can’t get enough” como fin de fiesta que dejó a todo el mundo encantado. A mi desde luego me sorprendió muy positivamente esta sesión que, aunque machacona, fue original. Yo me esperaba algo mucho más convencional en plan Dj Fletch, pero no fue así. Lo que terminé preguntándome es por qué a estas alturas le ha dado a Vince por ejercer de Dj celebrity con el historial de remezclas que tiene a sus espaldas. En fin, supongo que su amigo Fletch le contaría las bondades de sacarse unos buenos duros apretando botones mientras suenan tus éxitos y los de otros. 

Hay que resaltar el enorme poder de convocatoria que tienen DM que incluso en algo tan banal como el afterparty descrito. Consiguieron meter una enorme cantidad de gente en La Riviera (cerca de 2000 personas); vamos, estoy seguro que viene a actuar Erasure y no va ni la cuarta parte. Como cumplí mi objetivo de no beber más esa noche, debido a los precios desorbitados, me quedo dinero suficiente para volver en taxi como un señor. Sin duda un evento, este de Clarke, ideal para después del concierto de DM o como en el caso de Abacab, como aperitivo al concierto de los británicos el día siguiente, concierto que Abacab,  dueño y señor de esta bitácora, os va a contar a continuación.
Tras la inestimable narración de Alfredo Morales y su visión de la fiesta post-concierto del primero de los que DM daban en Madrid en este tour (por cierto, él declinó sacarse la entrada al ver el precio solicitado), retomo el hilo argumental de mi “experiencia Depeche Mode” de esta gira. El sábado, tras el madrugón deportivo, retorné a casa y me eché una siesta de 3 horas para poder estar lo más fresco posible. A las 17.30h salí para Madrid, escuchando en el radiocasette de mi coche vintage el “101” a todo trapo. Aparqué en la zona de Alfonso XIII y allí cogí la línea 4 a Goya. Je, al salir de la boca del metro: diluvio habemus capítulo 2. Me había previsto estar una media hora antes de la apertura de puertas y desde las 18.30h hasta las 19h. Fue una media hora interminable de sufrir un aguacero inmisericorde. Suerte que ya no hago como en 2006, cuando en el 1er. concierto de los 2 en Madrid del “Touring The Angel” me estuve en la cola desde las 16h. Una vez en el interior, se produciría el efecto de secado, para luego empaparme nuevamente, pero esta vez de sudor, puesto que las apreturas eran tales que no me pude ni quitar el abrigo y cuando terminó el concierto salí completamente encharcado.
Me situé más o menos donde la vez previa de 2009, en una fila 10-12 a la izquierda frente al escenario, justo en línea recta frente a la posición de Martin Gore. De los teloneros no me informé previamente. Me sorprendió mucho ver a 4 muchachas más un chico a la batería, todas ellas bastante resultonas, que destilaban un pop a ratos bastante bailable. Su nombre era Feathers, anunciaron que eran de Austin, Texas, y destacaba mucho su cantante, con un leve parecido en la cara con Bjork, y también en su vestido algo peculiar que llevaba. Personalmente me quedo con la teclista, que era una especie de Ana Morgade, pero sin gafas. Sonaron bien, cumplieron con su tarea de entretener a la gente durante poco más de media hora. Cuando tenga algo de rato, buscaré información sobre Feathers; creo que se ganaron ese favor por mi parte. Una de las mejores imágenes de Feathers que conseguí es la que figura arriba de este párrafo.
La puntualidad se respetó en todo momento. Igualmente que las puertas se abrieron a las 19.00h (para no joder más al personal que soportaba el tiempo insufrible de esa tarde de sábado), Feathers salieron a las 20.15h más o menos y Depeche Mode se presentaban en escena pasado un minuto de las 21.30h. La intro hacía prever un comienzo con “Welcome to my world”, primera canción del último trabajo “Delta Machine” y así fue (tengan en cuenta que desde 2006 que viví el “Touring The Angel” de forma descafeinada al saberme el set list de pe a pa, salvo los temas variables de Martin a las voces, no miro los set list para llevarme las mayores sorpresas posibles, yendo a los conciertos con una ignorancia supina de lo que podrá oírse).
Poco a poco, con los acordes de “Welcome to my world” (la penúltima foto ilustra uno de sus momentos de evidente proyección de fondo) fueron saliendo los “3 más 2” que son Depeche Mode en escena, es decir, los miembros oficiales Martin Lee Gore, Andrew Fletcher y David Gahan y por otro lado sus ya habituales músicos de directo, el teclista Peter Gordeno y el batería Christian Eigner. El último en aparecer en escena, para delirio completo del Palacio de los Deportes, fue Dave Gahan (arriba con americana de lamé plateado), el cual mantiene un estado de forma envidiable. Me sorprendió mucho el maquillaje que llevaba encima, el cual poco a poco se le fue yendo al garete, derivado de su entrega en el escenario y la consecuente sudoración.
El grupo prosiguió con “Angel”, tal como reza el comienzo de “Delta Machine”, cosa que parecía que iba a entibiar a la audiencia, pero inteligentemente situaron el primer clásico en el 3er. lugar. Llegó pues “Walking in my shoes” para poner al Palacio de los Deportes por 1ª vez a los pies de los 3 de Basildon y sus compañeros de directo. Fue muy gracioso el divagar vocal de Dave en el estribillo final al entonar “shoes”, recreándose en exceso. Un clásico moderno de Depeche Mode, quizás su último gran single desde hace mucho tiempo, es “Precious” y tomó el relevo del 2º single de “Songs Of Faith And Devotion”. Con una proyección de perros sobre el fondo, que quedó algo irrisoria, el grupo hizo frente a 2 fallos de sonido con interferencias de las fases izquierdas de bafles y sacó con solvencia este destacado pasaje del disco “Playing The Angel”. Abajo precisamente les dejamos a un amenazante husky siberiano en plena “Precious”.
Siempre me había quejado que en las 2 primeras veces que vi a Depeche Mode en directo, el grupo me puteó soberanamente a la hora de decidir no incluir a “Stripped”. Fue en “Tour Of The Universe” cuando me quité la espina, sufriendo por ello hasta los bises. Bien, pues en esta ocasión, ese gran clásico y quizás mi canción favorita del grupo, no se hizo esperar y se presentó en 5º lugar del set list, a medida que los focos superiores del escenario bajaban con una iluminación tenue para ambientar esta pieza inmortal. Destaco muy favorablemente a Dave en esta canción, la cual cantó con una corrección extrema, en un tono muy sobrio, grave y serio, sin alardes, y además cantando el estribillo del sector final tras muchos años, ya que era habitual que se lo saltara y dejara a Martin en solitario en los coros. Un gran momento, pero que quizás me hubiera gustado que lo hubieran sacado más adelante. Nota: mi alivio viene al comprobar en la página de Setlist Fm que el grupo es la primera vez de la gira que tocaba “Stripped”, permutándola en esta ocasión por “Black celebration”. Me pregunto yo si no caben las 2 en un mismo set list actual de DM. Y ni me imagino la cara que hubiera puesto si hubiera ido al concierto del viernes y luego me hubiera enterado que el sábado es cuando la tocan… Aquí les dejo insertado un fragmento de “Stripped”, de la mitad hasta el final, con la siempre irrisoria calidad de audio e imagen de los videos que graba mi misérrima cámara de fotos.
Bueno, tampoco me voy a poner a contar el concierto de forma lineal, ya que puede resultar algo coñazo, por si a alguno no le es ya suficiente tostón con toda mi experiencia personal (repito que esto es un blog, no es ni la “Rolling Stone”, ni “Mondosonoro”, ni siquiera “Muzikalia”; si algún día me profesionalizo, ya haré crónicas más profesionales y sintéticas). Luego les dejo el set list ordenado para que se hagan una idea y mucho mejor. Miren, esta es la imagen que el grupo dejó de telón de fondo en el descanso que se tomaron para afrontar con fuerza los bises.
Vamos a comentar las sorpresas de la noche… Emmm, pues a ver, con Depeche Mode no estamos ante una banda que se arriesgue mucho. Tras 4 giras, me doy cuenta que tienen una parte muy troncal en los repertorios, sobre todo apoyada en los trallazos en forma de single del 86 al 98, olvidando o desechando la parte inicial de su trayectoria. Esto lo comentaba en la fiesta post-concierto con Alfredo Morales la noche anterior y que en ese sentido los que también somos fanáticos de The Cure, vemos muy clara la diferencia entre un grupo y el otro, ya que el señor Robert Smith es capaz de tocar cualquier canción que forma parte de la discografía de The Cure, cosa que los Depeche Mode no son capaces de rescatar si quiera “Everything counts” (esto en particular lo considero un crimen contra la humanidad, o al menos contra los fans del grupo).
Sorpresa encontrada fue “Halo”. Lo de “encontrada” viene por el hecho de que este temazo de “Violator”, que se incluyó ya en los bises, la hicieron en una versión totalmente descafeinada (creo que es el remix que hizo Goldfrapp; no les puedo confirmar, ya que no hago mucho caso a los discos de remixes del grupo), que le quita la magia y ampulosidad del original. Un patinazo considero. Hay temas como “Rush” o éste, que si suenan han de sonar con su energía total.
Algo parecido sucedió con “Judas”. Martin se atrevió con ella en el sector como protagonista principal, en el que antes cantó la correcta “The child inside” del último disco, pero la hicieron en una versión acústica y además entonada de una forma un poco churra por este genio al que tanto debemos musicalmente muchos. El “si quieres mi amor” de la letra de “Judas” retumbó en el recinto, con el público totalmente entregado acompañando a Gore; precisamente, vean a Martin en la siguiente foto en plena “Judas”, en una de las pocas veces que hizo uso de la pasarela.
Y la otra sorpresa, sobre todo por el asunto de lo que les resbala a Depeche Mode su repertorio del 81 al 85, fue “Just can’t get enough”; un tema que no es tan evidente que el grupo meta en sus directos (en mi caso lo he escuchado en un 50% de las veces). Sonó bastante bien y puso al público patas arribas en el tramo final del concierto, en mitad de los bises. Y, pocas más sorpresas, la verdad. Muchos seguimos preguntándonos dónde quedan cosas como “Strangelove”, “People are people”, “Everything counts” o “Shake the disease” y “Leave in silence” (estas 2 últimas en sus versiones intensas, no en versiones que readapte acústicas Martin; que eso no es). Pero bueno, prosigamos; por cierto, abajo Dave cerca de nuestra posición en mitad de “Just can’t get enough”.
Hemos hablado de Martin y sus momentos de protagonismo vocal. Completemos este apartado diciendo que no faltó, muy acertadamente, “Home”, que fue la encargada de abrir los bises. Fue en versión acústica, ya que la ampulosidad y carácter orquestal de la versión de estudio se prescinde en la actualidad por parte del grupo. Como en las otras piezas, Martin solamente se acompañó de Gordeno en escena y aquí sí que consiguió derretir al público, que coreó la melodía final de la pieza de forma increíble durante más de 2 minutos tras terminar la canción. Martin hizo de director del coro yendo de lado al lado del escenario y hasta a Dave le dio tiempo a tomar el relevo en ese papel, ya que el público no se cansaba de corear esas notas de “Home”. Abajo, Martin en pleno esfuerzo vocal en “Home”.
Claro, hubo lugar para lo troncal o previsible. No faltaron ni “Personal Jesus”, tema con el que el grupo cerró antes de tomarse un descanso y retornar a los bises, ni “I feel you”, situada en los bises tras “Just can’t get enough”. Fue quizás algo sorpresivo que “Enjoy the silence” sonara más bien pronto en el show. Se situó a mitad de actuación, buscando levantar el ánimo tras un sector de algo menos intensidad. En el meollo de la actuación estuvieron presentes las intensas “A question of time” y “Behind the wheel”, que se vivieron con mucha intensidad.
Y del escrutinio de temas de “Delta Machine” que DM seleccionaron para el concierto, me chocó, por su ausencia, “Soothe my soul”, 2º single del disco, que el grupo declinó incluir en el set list y también “Alone”, uno de los temas del disco más valorados en general. Aparte de los 2 primeros temas como inicio del show, sí sonó “Heaven” (la imagen sobre este párrafo pertenece a dicho momento) o “Should be higher”, siendo esta última quizás la composición que mejor sonó del último trabajo de Depeche Mode; recordemos que Martin también se encargó de “The child inside”. De los últimos discos de Depeche Mode, digamos los que han venido tras “Ultra”, hubo poca selección. De “Sounds Of The Universe” y “Exciter” no hubo ni rastro (ni falta que hacía, la verdad), siendo recompensado y valorado “Playing The Angel”, con la ya comentada “Precious” y una revisión muy acertada (mejor que la del disco; creo que es un remix de Jacques Lu Cont) de “A pain that I’m used to”, mucho más rítmica y bailable. Aquí abajo un primer plano de Dave en las pantallas gigantes en mitad de las propinas.
Depeche Mode sí que decidieron terminar por todo lo alto con el clímax que provoca “Never let me down again”. Ajustada a los cánones sonoros originales, el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid se volvió a convertir en un metafórico campo de trigo con los brazos de todos los asistentes yendo de lado a lado en el tramo instrumental final (véanlo en la imagen de debajo de este párrafo que sacamos a las pantallas gigantes cuando enfocaban dicho efecto de la audiencia). Parecía que podría haber un 2º bis; de hecho, con la tardanza en encenderse las luces generales del recinto, al menos 2 minutos, fantaseé con que Depeche Mode salieran otra vez a escena para un par de temas más, quizás rubricando con “Everything counts”. No obstante, la duración clavada a las 2 horas exactas hacía pensar que eso no iba a ocurrir y las luces al encenderse así nos lo confirmaron.
Aquí a continuación les dejo el set list en orden para el que quiera echarle un vistazo: “Welcome to my world”, “Angel”, “Walking in my shoes”, “Precious”, “Stripped”, “Should be higher”, “In your room”, “The child inside”, “Judas”, “Heaven”, “Behind the wheel”, “A pain that I’m used to”, “A question of time”, “Enjoy the silence”, “Personal Jesus”. BIS: “Home”, “Halo”, “Just can’t get enough”, “I feel you”, “Never let me down again”.
Nada más terminar, me acerqué a la 1ª fila donde había visto que estaba el mítico Richard, fan de toda la vida de Depeche Mode, al que conozco desde el primero de los conciertos en Madrid de DM de 2006. Me comentó que éste era el mejor concierto que había visto al grupo entre lo de Barcelona y el del día anterior en Madrid y que había pasado noche en la puerta del Palacio de los Deportes, tras asistir a la fiesta donde pinchaba Vince Clarke, donde consiguió hacerse una foto con él. Salí por el lateral contrario a la plaza de Felipe II (donde me había puesto tibio de agua antes de acceder) y no di con un amigo que venía en sustitución de Mariano González, el cual llegó tras la apertura de puertas y se situó 10 filas más atrás, aunque más centrado respecto al escenario. No pudimos repetir la experiencia de la gira anterior, en la que vimos juntos el concierto. Una pena.
Analizando el papel de los 3 miembros de Depeche Mode, del bueno de Fletch (de espaldas en la imagen superior de este párrafo), no puedo decir mucho. Me cogía en el lado contrario a su situación en el escenario y salvo un par de veces que reparé en él, en las que Andrew estaba agitando al público con sus brazos en alto, no le vi mucho más. A Martin le tuve enfrente y pude ver bien su proceder con las diversas guitarras, destacando una rectangular y en los sintetizadores. Sus momentos vocales estuvo muy bien, salvo en “Judas”, una pena, ya que esa canción podría haber brillado mucho más; lo que no sé es si la culpa fue de Martin o de la nueva versión. A continuación, una fotografía de Martin Gore y Peter Gordeno en sus sintetizadores.
Pero, sin desmerecer a Andrew Fletcher y, ni mucho menos, a Martin L. Gore, si hablamos de Depeche Mode en directo, hay que hablar sí o sí de Dave Gahan. El cantante del grupo se mantiene muy bien en todos los aspectos. Creo que vocalmente fue el concierto más completo que le he visto. Cantó realmente bien. Estuvo descomunal en lo vocal, sin alardes y adornos fuera de sitio (salvo las divagaciones algo graciosas que hacía en el tramo final de “Walking in my shoes”). Eso sí, le noté que bajó mucho su intensidad en el terreno de animar al público con gritos intercalados en las estrofas respecto a giras anteriores; pero, por Dios, no faltó el mítico y desgarrado saludo de “good evening Madrid” al terminar “Angel”. Hay que destacar que se centró mucho en cantar muy correctamente y prueba de ello es que se aplicara en el tramo final de “Stripped”, como ya he comentado. Sus giros sobre su eje, con el palo del micro, siguen a buen ritmo y quizás no se valió mucho de la pasarela que se adentraba en la audiencia, solamente utilizándola en un par de ocasiones (más otras 2 en las que Martin hizo uso de la misma). La siguiente foto muestra un buen primer plano de perfil que le cogimos al gran David Gahan.
Vayamos resumiendo y concluyendo. Mi 4º concierto de Depeche Mode fue una experiencia satisfactoria, pero no excesivamente emocionante. Al día de mierda que hizo, y que provocó que la espera en la cola en el exterior fuera poco menos que una tortura china con semejante diluvio, hay que sumarle que, a pesar de estar rodeado de cuarentones y como muy jóvenes gente de treinta y muchos, mi situación dentro del Palacio de los Deportes era asfixiante. No había posibilidad apenas de moverse y estabas apretujado entre la gente. Cualquiera que pasaba para ir y volver del servicio (que ya tiene huevos la gente en arriesgarse a eso), suponía poco menos que un parto a la hora de volver a encajonarse entre la peña que te rodeaba una vez que el meón o meona de turno habían pasado. Oigan, buena foto la siguiente: coge al trío formado por Gahan al micro, Gordeno a la guitarra (algo oscurecida su silueta) y Fletcher al fondo en sus teclados.
Por otro lado, también resta satisfacción (de ahí lo del “no excesivamente emocionante” que citaba en el párrafo anterior) el poco riesgo que asumen Depeche Mode a la hora de confeccionar sus listados de canciones a interpretar. Ya saben que es un clásico de nuestras “Crónicas De Eventos” mis reproches a los set list y mis quejas respecto a temas que no se tocaran. Las mayores sorpresas en los repertorios de Depeche Mode vienen derivadas de que incluyan, si es que les da por ahí, “World in my eyes” o “Policy of truth”, dando a estas alturas de la historia del grupo por enterrada su gloriosa discografía previa a “Black Celebration” de 1986. Luego, ya habiendo asistido al concierto, me dio por ver los set list de conciertos anteriores de la gira y tuve nuevamente sensaciones encontradas. Me jodió sobremanera ver que en el tramo inicial del tour se atrevían con “Barrel of a gun” y me tocó las narices, como ya he comentado, que no sea posible, según DM, meter a día de hoy en el mismo concierto tanto a “Black celebration” como a “Stripped”, pareciendo ser piezas a alternar.
También al revisar los set list de conciertos anteriores pude ver, con convulsión en primera instancia, que en la noche anterior de Madrid tocaron, ni más ni menos que “But not tonight” y “Shake the disease”. Luego vino lo “encontrado”, al ver que fueron en versión acústica de Martin. Ya en 2006 pude ver la versión de “Shake the disease” de Martin, y, bueno, mal no va a estar, pero, que levante la mano (que deje comentario respondiendo a la votación, quiero decir) todo aquel que prefiera escuchar estos 2 temas tocados de forma clásica, con David a pleno pulmón y Martin en sus coros. Yo ya he levantado mi mano. Aquí abajo, Dave y Fletch.
Introduzco aquí una reflexión en el apartado de las versiones. De forma genérica, si una canción es muy buena, es fácil que con una toma alternativa la cagues (como considero que es la óptica de Goldfrapp para “Halo” que incluyeron DM en esta ocasión), sin embargo, si la cosa es mejorable (“A pain that I’m used to” es muy mejorable), la cosa puede funcionar como sucedió con el remix de Jacques Lu Cont de uno de los singles de “Playing The Angel”.
No obstante, por muy bonito que cante Martin y muy sentido que le quede, reitero que prefiero escuchar los temas en su máximo apogeo, y si es David quien lo cantó originalmente, que así se queden las cosas (será porque Martin no tiene grandes temas a su cargo dentro de la discografía del grupo… ¡Qué va! Apenas). Todo esto dicho desde el mucho respeto que tengo al señor Martin Lee Gore; que esto quede muy claro. A continuación una foto de David Gahan en su retorno a los bises para entonar la controvertida versión de “Halo”.
No obstante, como comenté a muchos a la hora de pagar el quizás algo excesivo precio final de 60 euros por la entrada a pie de pista, Depeche Mode son como un viejo amigo que vive fuera y con el que quedas si es que viene por Madrid. Supongo que si al grupo le quedan más giras, volveré a asistir, aún sabiendo lo que nos espera (me sorprendería mucho que el grupo decidiera en futuras ocasiones incluir cosas como “Master and servant” o “It’s called a heart” en sus repertorios… ¿Cómo mucho en versión acústica cantada por Martin?). No obstante, siempre es garantía de éxito para un grupo tener a un tío como Dave Gahan como frontman y a alguien como Martin Gore con tanto carisma sobre las tablas. Incluso Fletch también suma al factor emocional; lástima que no esté Alan.
El 2º concierto de Depeche Mode en Madrid fue un éxito en el sentido de ver un Palacio de los Deportes hasta los topes con las entradas agotadas (al igual que el día antes), cosa que dudé durante mucho tiempo que sucediera, ya que pasaron varios meses hasta que se agotaron definitivamente. También fue un éxito al comprobar que el grupo sigue a buen nivel en escena. Quizás lo de las quejas de selección de canciones sea cosa mía, con lo que no me hagan mucho caso. Depeche Mode siempre merecen la pena.

2 comentarios:

Enzo dijo...

Hola! yo asistí al segundo concierto y si que fue un aluvión esperar en la puerta con la que cayó. No tenía grandes expectativas la verdad, pero me sorprendió mucho la entrega de la banda. Muy buen show, salí contentísimo.
Les sigo desde el 101 y tengo todos los discos y rarezas (menos las remezclas, coincido en que se pierde toda esencia) y que temas como "But not tonight" debieron haber sido tocadas como fueron grabadas originalmente. Un saludo!
http://elhabitaculosubterraneo.blogspot.com.es/

Abacab dijo...

Enzo, primero de todo, disculpas por la tardanza en responder.

Nos cayó una buena chupa de agua, sí. Estuvo bien, pero muy predecible casi todo. Celebro que haya más gente como yo que opine que las tomas originales son las mejores. Suele molestar esa variación y más cuando se retoma un tema que no es habitual en las giras.

Visitaré tu blog cuando tenga algo de tiempo.

Saludos y gracias por escribir.