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miércoles, 27 de febrero de 2013

Concierto Los Niños Imantados. Madrid (24-02-2013)

Se montó un buen revuelo en las pasadas semanas en ciertos lugares de la red con motivo del evento que se iba a dar lugar en la sala Penélope para este pasado domingo 24 de febrero de 2013. Dentro de un evento llamado como “Carnapop”, se incluía como grupo protagonista del espectáculo a una formación de nombre Los Niños Imantados, que se venían a definir como banda tributo a Love Of Lesbian. Entonces, los seguidores de Love Of Lesbian comenzaron a ponerse nerviosos sobre si en realidad se trataba de una banda tributo o los Love Of Lesbian enmascarados bajo un nombre ficticio derivado de tirar del hilo de una de sus canciones más celebradas del disco que editaron en 2007 “Cuentos Chinos Para Niños Del Japón”.
Personalmente, a mi me dio igual 8 como 80, como decía no sé qué banda en la letra de uno de sus temas tótem, y me parecía algo curioso a lo que asistir, fuera lo que fuera. El evento lo que solicitaba es que la gente fuera disfrazada al evento; nosotros no fuimos menos y fuimos disfrazados de periodistas, ya que al margen de la actividad en los medios que hace servidor, de formación universitaria soy otra cosa distinta a lo que se cursa en la facultad de Ciencias de la Información; intruso me llamarán y para nada voy a rebatir a quien quiera tildarme de esa manera.
Entre pelucas de colores, sombreros llamativos y algún que otro “amante guisante”, nos situamos en una zona de la Penélope donde pudiéramos ver la actuación de forma tranquilita pero intensa a la vez, justo delante de una de las columnas que se sitúan en un lugar que joderá mucho la visión a gente que no tenga la suerte de estar en las 10 primeras filas. El concierto en principio estaba fijado para que diera comienzo a las 21.30h, pero no sería hasta las 21.55h cuando saltaron a escena Los Niños Imantados, tras una dura preparación de papeles o set list (todo tendría su explicación después y se puede ver en la siguiente foto), por parte de los roaddies.
Este sexteto, al igual que tradicionalmente los Love Of Lesbian en sus últimos años, se presentaron todos ataviados con unas pelucas a lo The Cure. Su salida a las tablas me recordó mucho al inicio del video vhs que tengo por ahí del “The Cure In Orange” y pensé que harían algo como lo que hace Robert Smith al comienzo del video, tirando su peluca al aire, ya que en esos días el bueno de Smith se había dado un buen corte de pelo para temas judiciales que tenían pendientes los Cure por cosas derivadas de “Killing an arab” y su mala interpretación por parte de grupos radicales de extrema derecha. Y estos muchachotes empezaron diciendo que Love Of Lesbian habían teloneado en su día a The Cure y que ya era hora de devolverles el favor. Con algún patinazo lírico por parte de su cantante (entonces entendimos el tema de pegar tantos papeles bordeando el palo del micro del cantante, siendo chuletas de letras de canciones), sobre todo en la 2ª de las versiones, abrieron fuego con “Just like heaven” y posteriormente “Boys don’t cry”. Estaba visto que las versiones no iban a ser solamente de Love Of Lesbian; todo esto iba a completar un fin de semana personal de conciertos muy de versiones, ya que la noche anterior en la sala Rock And Roll Radio Club asistí a un conciertazo de Clase Y Criterio, donde nuestro colaborador radiofónico Eduardo de la Mata se sumó al grupo para ofrecer una excelente noche de sábado.
Tras esta apertura que tanto me agradó a un “thecureólogo” como es servidor, a pesar de los fallos líricos mencionados, Los Niños Imantados comenzaron a tributar a la banda por la que existen. Correctísimo dar paso a “Houston, tenemos un poema”, que además permitió que me sacara la espina de que los auténticos Love Of Lesbian no la tocaran en las actuaciones de Móstoles o La Riviera del pasado año. Esto nos hacía intuir que el repertorio escogido por esta banda tributo iba a ser del palo del sector más desenfadado y descarado de Love Of Lesbian, cosa que finalmente fue así, pero que me hizo dudar por un momento cuando luego se atrevieron con “Nadie por las calles” del último disco. Para esa ocasión y para una posterior versión con letra readaptada del “Como una ola” a “Se me va la olla”, subieron al escenario a otro componente que hizo las veces del presentador de uno de los programas matinales de Radio 3, con el que los auténticos Love Of Lesbian tienen muy buen rollo (las 2 fotos previas muestras esos momentos de colaboración).
Y en este apartado también se hizo el ilusionismo invitando a gente que parecía ser de Vetusta Morla, a un supuesto Iván Ferreiro disfrazado de cura (que guardaba un buen parecido con el original, salvo por el pelo algo más largo de lo habitual que lo lleva tradicionalmente el auténtico, y si no, vean la anterior foto) y a algún otro miembro eventual que hizo las veces de músico de directo de los Love Of Lesbian de hacía años. En esta mascarada hubo lugar como ven para muchas simulaciones.
Dentro de la fiesta hubo mucho cachondeo y desenfado. Véanse que Los Niños Imantados fueron sucediendo “Me amo”, “Pizzigatos”, “El amante guisante”, “667” (esta con una buena sesión de director de coro a cargo de su cantante con la sala), el disparate sublime de “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”, “Miau” o “Algunas plantas”. Lo más serio que sonó fue “Incendios de nieve”, quizás un poco fuera de lugar, ya que incluso “Club de fans de John Boy” la hicieron en una peculiar versión de tango bastante curiosa, cuando el cantante volvió a escena, ya desprovisto de su aspecto de Robert Smith, convertido en un gnomo de jardín, subido en su seta y todo; compruébenlo en la fotografía arriba de este párrafo. Lo que les dejamos insertado abajo es el video que pude grabar de la siempre efectiva “Miau”.
En el aspecto de los componentes poco pudimos verles bien la cara, pero atisbamos que estos Niños Imantados se lo curran, ya que en su formación tienen a un bajista con cabeza afeitada al estilo de Joanra Planell y a un guitarrista de tupidas barbas muy parecido a Julián Saldarriaga. El batería, que también sacaba fotos al estilo de lo que hace en Love Of Lesbian Uri Bonet, estuvo mutado en un supuesto Blas de “Barrio Sésamo” casi toda la actuación, con su consorte Epi en los teclados justo a su lado. El guitarrista que hace las veces de Jordi Roig, tras “descureizarse” se enfundó un traje de amante guisante y luego invitó a todas las féminas que iban de esa guisa vestidas a subir al escenario mientras que se atrevían con la citada canción. Los Niños Imantados explotaron el papel más desenfadado en el directo que tenían antaño Love Of Lesbian, llevándolo al extremo, ya que, como hemos comentado en las ocasiones que hemos visto a Love Of Lesbian, el grupo ya no hace tanto el chorra en sus actuaciones como por lo visto hacían hace un tiempo.
Se terminó con “Algunas plantas” y “Los toros en la Wii (fantástico)”, donde el cantante se hizo un lío en la letra mezclando los versos de 2 estrofas al inicio, demostrando que Los Niños Imantados saben quizás mejor que la banda a la que tributan como poner el broche de oro a un concierto; me refiero a que los Love Of Lesbian recelaron mucho de meter la canción de cierre de su último disco en la última gira durante buena parte del verano pasado. El niño imantado Saldarriaga aludió a una hora de toque de queda que marcan por lo visto las autoridades para justificar el final del concierto. Me pareció ver en un set list que pendía de su teclado que tras “Fantástico”, había sitio para 2 más, estando “Shiwa” entre ese par… Cuando vi que en efecto se ponía la música y las luces se encendían para que Los Niños Imantados no volvieran más, irremediablemente me vino a la mente la pertinaz nota de piano que da la melodía principal de “Los niños del mañana” al ver que “Shiwa” se nos había quedado en los labios. Como verán en la siguiente foto, todo curradísimo: realmente se parecía mucho a uno de los componentes de Vetusta Morla.
Antes hubo sitio, eso sí, para más versiones. El “Ni tú ni nadie” de Alaska Y Dinarama al que se sumó el citado Iván Ferreiro y un fabuloso atrevimiento con el “Psycho killer” de mis también adorados Talking Heads que interpretó de forma soberbia el imantado Saldarriaga. La sala estuvo a tope y la gente se lo pasó en grande. Fue una fiesta más que un concierto. Un carnaval pop, como bien nombraron Los Niños Imantados al evento, que destiló buen rollo y camaradería entre los artistas principales y los invitados que subieron a escena. Abajo una foto que muestra un instante de la interpretación del gran clásico de los Talking Heads.
Je, hubo un momento en el que, tonto de mí, me dije: “¡Coño! Entre tanta versión a ver si resulta que son Los Niños Imantados los que se atreven con hacer una cover del “Rincón exquisito” antes que los verdaderos Love Of Lesbian”. No. Está claro que Radio 3 siempre tirará más que Radio Universitaria de Alcalá de Henares. Siempre ha habido clases. Al margen de ese anhelo personal, que en su día propusimos al auténtico Santi Balmes en nuestro programa de radio, sí que eché de menos algo más del sector desparramado de Love Of Lesbian, faltándome por ejemplo la aludida “Los niños del mañana”, “Marlene la vecina del Ártico” o, reitero, “Shiwa”. En este concierto no había lugar para “Allí donde solíamos gritar”, “Universos infinitos” ni “1999”; ciertamente, no hubieran pegado ni con cola, porque ya de por sí chirrió algo “Nadie por las calles” y su épica dentro de tanto esparcimiento. ¿Han notado el cambio de estilismo de bajista y guitarrista de la foto anterior a esta siguiente?
El set list fue el siguiente: “Just like heaven (The Cure cover)”, “Boys don’t cry (The Cure cover)”, “Houston, tenemos un poema”, “Nadie por las calles”, “Me amo”, “Psycho killer (Talking Heads cover)”, “Club de fans de John Boy (version tango)”, “Se me va la olla (Readaptación del “Como una ola”)”, “Pizzigatos”, “Ni tú ni nadie (Alaska Y Dinarama cover)”, “Incendios de nieve”, “El amante guisante”, “667”, “Si tú me dices Ben, yo digo Affleck”, “Miau”, “Algunas plantas”, “Los toros en la Wii (fantástico)”. La siguiente imagen muestra el tramo final de la actuación, con una generosa dosis de confeti, aunque no al nivel de las que emplean ciertos peces gordos del estado en sus fiestas privadas...
De verdad, créanme: no sé por qué se montó tanto revuelo previo al concierto con el asunto de si iban a ser los auténticos Love Of Lesbian o una banda tributo los que el pasado domingo iban a plantarse sobre el escenario de la sala Penélope. Yo salí de la sala con la sensación de que durante buena parte de la actuación tenía enfrente al propio Santi Balmes, rodeado de Jordi Roig, Oriol Bonet, Julián Saldarriaga y Joanra Planell, dándolo todo una vez más. ¿Hubo alguien más que tuviera la misma impresión que yo? Termino agradeciendo a Carme Tasias de Music Bus sus labores para acreditarnos como medio y poder informarles de este buen concierto.
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sábado, 23 de febrero de 2013

Discos, música y reflexiones cubrirá el concierto en Madrid de Los Niños Imantados (24-02-2013)

Nos ha llamado la atención el evento que tendrá lugar mañana domingo 24 de febrero en la sala Penélope. Un grupo de nombre Los Niños Imantados se va a presentar en escena para afrontar un repertorio lleno de versiones del grupo Love Of Lesbian. No hace falta ser demasiado experto en el grupo catalán para enterarse de dónde han sacado su nombre esta banda tributo.

Como suponemos que será una forma curiosa de terminar con buen sabor la semana, allí iremos a comprobar cómo emulan al original. Tal ha sido la expectación que al menos en ese apartado igualan a la banda a la que tributan, habiendo agotado las entradas en poco tiempo. Todo lo que suene a Love Of Lesbian se demuestra que hoy por hoy tiene mucho tirón. Ya les contaremos qué tal va el evento. Agradecemos a Carme Tasias de Musicbus sus gestiones para acreditarnos como medio para informar de este particular concierto.
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Manic Street Preachers - The Holy Bible (1994)

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES.
Quizás “The Holy Bible” sea el disco más rockero e intenso de la trayectoria de Manic Street Preachers. En todo caso, uno de los más contundentes sí que lo es sin duda alguna. En su 3er. trabajo el grupo comandado por James Bradfield dio un golpe en la mesa en los días en los que el grunge dominaba las tendencias. La verdad es que no les quedó mal.

Bien es cierto que los Manics donde más rockeros se mostraron fue en sus 3 primeros discos, ya que “Generation Terrorists” y “God Against The Soul” tenían su dosis generosa de guitarras, pero en su 3er. álbum lo que cambió fue que se introdujo un toque a las canciones de mayor contundencia y melodías con más mala leche.

Es importante mencionar el dato de que este sería el último disco que el grupo editó en su formación de cuarteto, antes de la desaparición de una pieza clave en la composición dentro de Manic Street Preachers como era Richey Edwards. Completaban el cuarteto, como ya sabrán, Sean Moore a la batería y Nicky Wire al bajo.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Yes”: El disco comienza con sonidos más del estilo medio, con una buena pieza en el sentido rítmico. “Yes” no desentona dentro del repertorio de clásicos del grupo. Tiene un desarrollo o puente hacia el estribillo con un punto muy bueno. Las guitarras suenan a rock sin más y aunque la intensidad del tema está por debajo de otros momentos del disco, salvo en sus últimos segundos, supone una directa y acertada apertura de disco. De hecho es de mis favoritas.

2. “Ifwhiteamericatoldthethruthforonedayit’sworldwouldfallapart”: Si se toman la molestia de separar las palabras que forman parte del todo del título de la siguiente canción y lo traducen, verán que a los Manics les daba lo mismo que en América no les miraran con buenos ojos. Con un ritmo y melodía que toma notas por todos conocidos en el estribillo, para remarcar en la letra “no hay color negro en la bandera de la Union Jack, hay mucho blanco en las barras y estrellas”; chúpate esa. El tema desprende intensidad, denuncia y, claramente, valentía. Se van viendo de paso las formas potentes de este “The Holy Bible” en “Ifwhiteamericatoldthethruthforonedayit’sworldwouldfallapart”.

3. “Of walking abortion”: Se sigue recrudeciendo el sonido en “Of walking abortion”. Además, podemos comprobar en la canción que las letras no quieren sonar huecas. Bradfield canta con fuerza y bastante entrega, lo cual ha ido en aumento desde la primera canción. El sentido de “Of walking abortion” es agrio y ya casi de forma definitiva nos hemos podido generar la idea de contundencia que en general va a desprender el álbum al que pertenece.

4. “She is suffering”: Es necesario levantar el pie del pedal de la intensidad y agresividad, y por ello ahora Manic Street Preachers intercalan el medio tiempo que supone “She is suffering”, que no por ello tiene un sentido o enfoque más luminoso. Es una canción que desprende cierta melancolía, por lo que su título no lleva a engaños.

5. “Archives of pain”: El sonido de “Archives of pain” es claramente heavy o metalero en ciertos detalles que podemos escuchar desde sus primeros segundos. Luego, la canción atraviesa momentos de potencia y otros pasajes de parada. Las guitarras eléctricas se ven que están muy afiladas y las bases rítmicas muestran a partes iguales contundencia en el sector del estribillo con mala leche subliminal en las estrofas. Como pueden ver, más y más bilis e intensidad. Para terminar con “Archives of pain”, quiero destacar un solo de guitarra muy bueno que hay en el tramo final.

6. “Revol”: Comienza “Revol” con un bajo que casi me recuerda a “A forest” de The Cure. Lo que pasa es que luego cambia la cosa. El sentir que transmite es más luminoso, dentro de la intensidad instrumental que no se deja de lado. Aquí también hay sitio para el contenido político en la letra, en la que no podemos pasar por alto que Lenin y Stalin tienen sus menciones. “Revol” suena juvenil y enérgica. Perfecta para captar a cualquier adolescente inconformista.

7. “4st 7lb”: “4st 7lb” muestra cierta rudeza en algunos pasajes, pero realmente no destaca particularmente dentro de “The Holy Bible”, siendo mucho más memorables otros momentos del disco. Quizás sea que no es de los temas más intensos, por mucho que si la insertáramos en “This Is My TruthTell Me Yours” nos sonara incluso brutal.
8. “Mausoleum”: En sus primeros momentos “Mausoleum” suena amenazante. La 8ª canción del álbum utiliza la reiteración en su estribillo para dar sensación de fuerza y contudencia, que ya de por sí tiene sin necesidad de más artificios. La distorsión se utiliza de forma hipnótica en ciertos instantes de este otro ejemplo de rock intenso y directo con el que Manic Street Preachers decidieron apuntalar su 3er. disco.

9. “Faster”: Parecida a la anterior “Revol”, llega “Faster”, siendo una canción que tampoco engaña en su título, ya que es realmente acelerada. También destaca por ser una de las piezas que se sitúan en el sector de sonido más optimista del disco. También hay que decir que “Faster” tiene su encanto por la emotividad que transmite en su estribillo.

10. “This is yesterday”: Llega la canción más tibia y sosegada del disco. “This is yesterday” puede ofrecernos una pista o antecedente de lo que Manic Street Preachers desarrollarían en discos posteriores. Choca realmente dentro de “The Holy Bible”, pero quizás por eso destaca y llama mucho la atención, dejando de lado que también es una pieza bonita y llevadera.

11. “Die in the summertime”: Ahora es el turno de mi canción preferida de “The Holy Bible”. La épica domina a “Die in the summertime” y ya saben que a servidor ese aspecto, bien llevado, en una canción me hace rendirme. Y es que básicamente la épica e intensidad es el encanto de esta canción. El giro melódico que se produce en el comienzo del estribillo y en el puente previo, es una genialidad. Podemos apreciar una fuerte diferencia en las estrofas, realmente metaleras y desaforadas y el estribillo, más rockero en el sentido clásico. Gran canción y uno de los activos individuales más claros de “The Holy Bible” junto a “Yes”.

12. “The intense humming of evil”: “The intense humming of evil” empieza con un sector experimental, que va abriéndose camino hacia lúgubres melodías. Tiene un cierto siniestrismo y mal rollo, pero será un caso de latente tensión que no romperá en muros de guitarras. Podríamos definir a “The intense humming of evil” como un medio tiempo de carácter poco amable.

13. “P.C.P.”: Manic Street Preachers decide finalizar con ritmo e intensidad, pero sin mal rollo o acritud. “P.C.P.” es otra sacudida rítmica, pero en su tarea no busca dejarnos una mala cara. En todo caso, el carácter de “The Holy Bible” ya lo hemos podido experimentar a estas alturas y si acaso “P.C.P.” lo que hace es quitar algo de hierro al asunto en tanto a la mala leche que a ratos tiene el disco.

Bonus tracks.
14. “Drug drug druggy (live)”: El añadido a la edición que tengo es un compendio de temas en directo que abre con “Drug drug druggy”, interpretada por Bradfield de forma algo arrastrada o fatigosa, pero que con todo funciona bastante bien.

15. “Roses in the hospital (live)”: Se escogieron buenos temas en directo para el añadido, ya que “Roses in the hospital”, también del “God Against The Soul”,queda bastante bien tras escuchar “The Holy Bible”. En esta versión podemos apreciar sin duda la valía de este tema. Aquí James se aplica más que en la anterior toma de “Drug drug druggy”, regalándonos algún pasaje memorable en su proceder a las voces y a la hora de hacer enloquecer a una audiencia.

16. “You love us (live)”: Los chicos no quisieron dejar pasar por alto meter “You love us” del “Generation Terrorists”, que, aunque más buenrollera, tampoco desentona como propina en directo a incluir tras un disco como el que hoy nos ha ocupado.

17. “New art riot (live)”: Y para finalizar con la propina en directo, más rock e intensidad con “New art riot”, con sus interesantes paradas y arranques, en la que destaca la velocidad a la que se interpreta en la toma que se nos incluye.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Para poder calibrar la repercusión de “The Holy Bible”, apuntaré que algunas personas me han comentando alguna vez con motivo de hablar sobre Manic Street Preachers que este disco es su trabajo favorito de la banda. Ya saben que yo no soy muy duro de gustos, pero aprecio el potencial y las intenciones de este disco. Hay unas cuantas canciones realmente buenas, conformando auténticos clásicos del repertorio de los galeses.

Sería “Everything Must Go”, el disco de la resaca emocional tras el varapalo de la desaparición de Richey Edwards, y “This Is My Truth Tell Me Yours”, los discos que más éxito reportarían a la banda. Si el grupo hasta “The Holy Bible” había ido encrudeciendo y enrudeciendo su sonido, tras el 3er. disco decidieron levantar el pie del acelerador para meterse en tiempos más relajados que les acercarían al público más generalista.

En los últimos discos el grupo ha intentado retomar las formas más rockeras, pero no en el sentido tan agrio y contundente que ofrecía este “The Holy Bible”, disco de portada con orondas modelos femeninas, sino moviéndose en terrenos y texturas más parecidos a “Generation Terrorists”. No sé si el grupo sacará un disco tan potente como éste en el futuro; quizás ni les pegue por la edad de sus componentes. Como ítem erosivo dentro de la trayectoria discográfica de Manic Street Preachers tiene mucha importancia y merece la pena dejarse sacudir por sus melodías de cuando en cuando. Muy útil para escucharlo por las mañanas para ir al trabajo, si lo que buscan es espabilarse.

En la radio esta tarde tenemos a las 16.00h, en breves minutos, programa en directo sobre el disco “Construction Time Again” de Depeche Mode. Sintonicen a la hora indicada RUAH en su emisión on-line. Este miércoles próximo (y al siguiente) a las 23.00h y el siguiente sábado a las 16.00h podrán escuchar el programa sobre Tears For Fears y su “Songs From The Big Chair”, pudiéndolo también escuchar en &radio. El programa de Eurythmics y “Revenge” se subirá lo antes que podamos a nuestro perfil de Ivoox.
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sábado, 16 de febrero de 2013

Gary Numan - The Pleasure Principle (1979)

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES.
Se da el caso nuevamente, como sucedió hace unos días con Frankie Goes To Hollywood, que de Gary Numan no es que yo sea un experto en la materia. Con esto, no va a darse el caso de que les haga aquí reseñas a la vida y milagros de este artista, ni a comentarles qué hizo antes de editar el disco que he escogido de su trayectoria para esta semana. De su grupo Tubeway Army no he escuchado nada, así que huelga que haga más que esta breve mención a ese proyecto previo de Numan a su trayectoria en solitario.

Lo que sí les puedo apuntar, es que Numan es una de esas figuras básicas a la hora de democratizar de alguna manera el techno pop y la música electrónica en los últimos 70 y primeros 80. Partiendo de las pautas marcadas desde Alemania por Kraftwerk, Gary Numan desarrolló un enfoque más pop y accesible que lo que hacían Hutter, Schneider y demás, pero sin dejar de lado el carácter frío y algo oscuro en las formas.

He escogido “The Pleasure Principle”, disco de 1979 de este artista, el cual era el disco destacado en la selección de 1001 discos que hay que escuchar en vida, que constan en un libro que me regalaron hace tiempo. No en vano, en esta obra podemos encontrar la canción más clásica de Gary Numan, el tema “Cars”. Veamos qué contiene este disco de portada con una inquietante imagen de Numan, sentado en una mesa, mirando atentamente a una pirámide roja.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Airlanes”: Abrimos boca con una buena pista instrumental. “Airlanes” tiene una melodía continua muy llevadera, que quizás no sirva para hacernos una idea de lo que vamos a poder escuchar a lo largo de la obra, todo más sincopado y frío, pero al margen de eso, su papel agrada.

2. “Metal”: Llega el turno de escuchar la fría voz de Numan y además en una canción que sí es paradigmática del sonido medio que transmite el disco “The Pleasure Principle”. El ritmo es mucho más trabado que en la instrumental “Airlanes”, con algunos sintetizadores más notorios, que marcan los momentos notables de la pista.

3. “Complex”: Casi recordándome en sus formas a la contemporánea “Life in a day” de los Simple Minds, pero con 2 o 3 marchas menos de velocidad en su ritmo, se presenta la 3ª canción “Complex”. El sonido electrónico nos evoca una sensación más clásica en sus melodías y la canción tiene una leve melancolía y decadencia que le da cierto encanto.

4. “Films”: El sonido turbio y oscuro de los sintetizadores es lo que más queda de muchas canciones del disco que hoy analizamos. “Films”, 4ª canción de “The Pleasure Principle” ofrece una melodía inquietante, sobre todo en sus tramos instrumentales, que solamente se ve sosegada por Numan, que le quita algo de hierro al asunto cuando entra su voz al micrófono.

5. “M.E.”: “M.E.”, queriendo dar la impresión de acercarse más al rock, debido a su marcada base de percusión y ese sintetizador que podría parecer una guitarra eléctrica en continua línea de distorsión, busca dar variedad sonora al conjunto. Sin embargo, las pautas sonoras melódicas de los teclados a ratos son muy parecidas al resto de la obra. Numan canta de forma casi telegráfica en la escasa parte lírica de la pista.
6. “Tracks”: Ahora “Tracks” parece que en su primer medio minuto nos va a llevar por un camino distinto, moviéndose en notas de piano clásico, pero el viraje, que igualmente se produce, será por otro lado. Es una canción con una mayor continuidad melódica en su estructura, de los momentos más pop, en el sentido de la cierta alegría que transmite, de “The Pleasure Principle”. Numan incluso canta en un registro más alto, lo cual ayuda a esa sensación de buen ánimo que transmite esta concisa canción inferior a los 3 minutos de duración.

7. “Observer”: También dura menos de 3 minutos la siguiente “Observer”, ofreciendo notas combinadas de sintetizador en su melodía, unas confusas y distorsionadas y otras más atmosféricas, dándole estas últimas un toque de misterio necesario para que suba enteros la pista.

8. “Conversation”: Llega el turno de la canción más extensa del disco. “Conversation” supera los 7 minutos, y en parte supone un ensayo previo en su sonido al clásico “Cars” que le sucederá en la escucha. Los sintetizadores suenan enrevesados y distorsionados, y Numan canta de forma bastante despegada. En su generosa duración, hay lugar para algunos arreglos o adornos acertados en el apartado de los sintetizadores, que ayudan bastante a la canción.

9. “Cars”: Fue single y con razón, ya que aunque su sonido es muy parejo, aunque con una ingeniería instrumental más recargada, a todo lo que Gary Numan expone en “The Pleasure Principle”, valiéndose de la incipiente y limitada tecnología que había en aquellos días, es la pista con más gancho del álbum. Sirve perfectamente para hacerse una idea del trabajo instrumental remarcado por Numan en el disco. El hieratismo vocal en el proceder de Gary Numan al cantar también es marca de la casa en esta composición. Es a la vez un clásico dentro de la historia del techno pop, al nivel de lo que podría ser un “Fade to grey” de Visage o un “Don’t you want me” de The Human League.

10. “Engineers”: Dotándose de una base que nos puede recordar al “Trans-Europe express” de Kraftwerk entra “Engineers”. Aquí Numan nos dispone unas notas que destilan cierta luminosidad, lo cual sumado al también mayor ánimo en las voces, dibuja una de las canciones más alegres del disco, aunque tenga esa base machacona e insistente y también se busque enrevesar algo su sonido con algunos adornos o matices añadidos de forma dispersa. Por cierto, despídanse de la parca interpretación vocal de Gary, durante un rato, porque en los bonus tracks incluidos en la edición que les comento hoy, los 3 primeros temas son instrumentales. Eso sí, el disco formalmente en sí ya ha terminado.

Bonus tracks.
11. “Random”: La primera sección de los bonus tracks del disco se dota de 3 canciones instrumentales en forma de suite. Se abrió con una pista instrumental y empezamos las propinas con 3. “Random” comienza con un nivel fuerte de experimentalismo en su primer minuto, hasta que se suman las bases rítmicas para llevar a buen puerto a esas notas algo psicodélicas sintéticas, a las que luego se añadirá otra melodía del tipo medio de sonido que propone “The Pleasure Principle”. No me disgusta “Random”, principalmente por su carácter algo retorcido.

12. “Oceans”: No es manca tampoco “Oceans”, penúltima pista y 2ª instrumental de este tramo final, que destaca por sus notas agudas y estratosféricas puntuales que dispone sobre esa base tan calmada de factura vagamente clásica. Es de los pasajes más melódicos y bellos que ofrece “The Pleasure Principle”, que no abandona la vanguardia por esos apuntes en forma de notas agudas disonantes que incluye. Otro acierto.

13. “Asylum”: No obstante, la cosa no puede quedar así. “The Pleasure Principle” es un disco que destila un sonido de carácter oscuro, y por eso Gary Numan decide cerrar esta sección instrumental de los bonus con “Asylum”, una pista de melodía bastante siniestra e inquietante, que nos borra de un bofetón la amabilidad y calma de la previa “Oceans”. Es normal que cada una de las 2 últimas pistas tengan un enfoque u otro en su sensación a transmitir, sobre todo si buscamos hacer un ejercicio de psicoanálisis con lo que nos puede evocar su título si nos imaginamos una melodía. Inquietante, sobre todo por ese repiqueteo de notas del tramo final, digna de banda sonora de una película de terror.

14. “Me! I disconnect from you”: A continuación se incluye un live bootleg de 4 temas, que marca distancia con el resto del disco, al menos en tanto a los títulos, ya que “The Pleasure Principle”, no sé si han dado cuenta, al estilo del “Brilliant” de Ultravox, se dota de canciones con título compuesto por una sola palabra. Primero entra “Me! I disconnect from you”, con una fuerte sensación de directo, notándose más beats por segundo que lo escuchado en el disco que se anexa. Creo que este tema es parte del repertorio de la banda previa que tenía Numan Tubeway Army.

15. “Bombers”: Las 3 siguientes canciones comparten una misma base rítmica. Primero llega la manierista “Bombers”, con sonidos clásicos en sus notas, que nos podrían evocar a cualquier composición de Midge Ure, ya fuera en Ultravox o Visage. Me gusta mucho esta versión de “Bombers” en directo.

16. “Remember I was vapour”: Sin desconexión sonora llega “Remember I was vapour”, con menos adorno y complejidad que “Bombers”. Numan canta con dejadez y a la par con un leve deje glam. Formalmente se incluiría en el siguiente disco de Numan en solitario.

17. “On Broadway”: El añadido en directo termina con la versión curiosa “On Broadway”, destacando ciertas partes melódicas medio oscuras y melancólicas realmente buenas, escuchándose al fin los aplausos del público a su término. No queda mal esta propina en directo añadida a “The Pleasure Principle”. Se valora y se agradece.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
De acuerdo, a muchos les habrá parecido un disco monolítico y poco variado. Puede ser. La interpretación vocal tan hierática y fría de Numan, sumado a las ya mencionadas limitaciones tecnológicas de la época, incipiente a la hora de nuevos sintetizadores, pueden darnos esa sensación. Sin embargo, la importancia de “The Pleasure Principle” es como Gary Numan, mezclando algo del glam con las formas electrónicas de Kraftwerk, mostró el camino a muchos artistas que perfeccionarían el resultado.

“The Pleasure Principle” muestra su influencia en el no muy posterior “Metamatic” de John Foxx, donde ya podemos apreciar la evolución de los nuevos instrumentos sintéticos musicales y también es ejemplo de esa corriente techno pop inglesa de sus primeros pasos, donde la frialdad era la nota principal, como se puede ver en el caso de The Human League y sus 2 primeros trabajos.

Numan desarrolló una interesante carrera y de hecho creo que sigue en la actualidad. A día de hoy solamente he reparado en este disco y su resultado, como persona que aprecia el techno pop, me inquieta y me parece más que excelente, teniendo en cuenta el año en que se editó. A buen seguro me meteré más a fondo en la historia de Gary Numan y su obra, pero a día de hoy, poco más puedo comentarles de él, ya que sería impostar mis conocimientos, más allá de haberles expuesto aquí mi análisis a fondo de su “The Pleasure Principle” y sobre todo dejar patente la relevancia de esta obra dentro del mundo de la música electrónica, más allá de que a día de hoy nos parezca algo limitado. Mucho hizo Gary, créanme.

De nuestro programa de radio, hoy podrán escuchar a las 16.00h en &radio y en RUAH el programa sobre Eurythmics y “Revenge”, cosa que también podrán hacer el próximo miércoles a las 23.00h en las mismas emisoras. El próximo sábado 23 de febrero a las 16.00h retornaremos al directo de la mano de Depeche Mode y un debate/coloquio sobre su “Construction Time Again”.
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sábado, 9 de febrero de 2013

Rod Stewart - Blondes Have More Fun (1978)

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES.
El otro clásico que pasa por 1ª vez por “Discos, música y reflexiones”, tras cumplir la semana pasada con el vacío de Elton John, es Rod Stewart. Estamos ante un artista con una dilatadísima carrera, al igual que el caso de John, pero tradicionalmente más asociado al sector más rock que al pop, por mucho que en la actualidad se haya reconvertido al estilo crooner con los volúmenes de grandes canciones americanas.

Viajamos hasta finales de los 70, cuando Rod Stewart era un perfecto crápula y un icono del rock; no hace más falta que echar un ojo a la portada del disco que nos va a ocupar y como entre sus amistades se podía ver a gente como el salvaje George Best, futbolista genial, pero alocado en lo personal de los años 70 (tengo por ahí una foto de Rod y Georgie, que da temor de imaginar lo que estos 2 pájaros podrían hacer sueltos en la noche).

Si en esos días los Bee Gees se hicieron discotequeros con la banda sonora de “Fiebre Del Sábado Noche”, Stewart parece que quiso darles réplica, sobre todo por el sonido funky y bailable de su canción insignia del disco que nos va a ocupar, la inmortal “Da ya think I’m sexy?”.

No obstante, no conviene despistarse, ya que el disco no va a ser un ejemplo de cabo a rabo de sonidos dance y discotequeros y más bien este single y gran éxito de Rod en formato individual, es casi el único ejemplo de ese estilo del disco, quizás junto a otra canción únicamente. “Blondes Have More Fun” es muy ecléctico, reportando un abanico muy amplio de géneros en las 10 canciones que lo forman.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Da ya think I’m sexy?”: “Blondes Have More Fun” comienza por todo lo grande, poniéndonos en el primer lugar su tema icono. Recuerdo que la primera vez que me hice eco de su melodía de teclados tan característica no fue escuchando el original, sino una canción a base de samplers que mi padre utilizó en su programa “Micrófono Abierto Al Fútbol Base” en la extinta emisora Frecuencia Torrejón, que se llamaba “Intro disco”, de no sé qué grupo o disc jockey, cuyo vinilo original, por desgracia, se extravió para siempre. Uno de los sonidos que utilizaba el tema era el de la melodía de este “Da ya think I’m sexy?”, que luego descubrí y que desde el primer momento te engancha. La voz rasgada de Rod pocas veces ha sonado mejor en una canción y más ajustada en sus texturas a lo que dice la letra. En efecto, suena sexy e irresistible, con un cierto poso trasnochado en las últimas partes vocales de la pista. Es una canción que al igual que “Stayin’ alive” de los Bee Gees es banda sonora de aquellos días donde las bolas giratorias de las discotecas vivían sus días de mayor gloria.

2. “Dirty weekend”: Recordándome en parte a la música que le pusieron a Rod cuando se mofaron de él en “South Park”, se presenta la guitarrera y muy rockera “Dirty weekend”, que nos pone en evidencia que el Rod más rockero sigue ahí y que el inicio discotequero nos puede llevar a engaños. Tema rock, desgañitado, con mucho morro y descaro, que no queda mal.

3. “Ain’t love a bitch”: El estilo de leve balada con apoyo primordial en cuerdas acústicas está presente en “Blondes Have More Fun” y lo vemos en “Ain’t love a bitch”, que en 3er. lugar del set list no se va a situar tan lejos del sonido que otros temas de Rod como “Maggie May” ofrecen. Como ven, ya habido lugar para baile, rock y sentimentalismo.

4. “The best days of my life”: En 4º lugar se presenta la también emotiva y sentida “The best days of my life”, que da una vuelta más a la tuerca de la emotividad y lo sentido en el disco. Comienza con unos acordes acústicos, que a la larga será casi el único escudo instrumental que acompañará a la rasgada, y más desnuda que nunca en el disco, voz de Stewart. Se van incluyendo leves ayudas de teclados sensibleros y leves arreglos orquestales elegantes a esta baladita tan bonita.

5. “Is that the thanks I get?”: La otra pregunta que Rod se hace en el disco, aparte de la que nos hace a nosotros preguntando por su sex appeal, es si esos son los agradecimientos que se merece. Una pista que tiene una curiosa evolución desde su cierta rabia y sonido rock muy setentero, hasta los compases más disolutos, desenfadados y hasta levemente pachangueros de su tramo final, con alguna carcajada incluida, donde la repetición del título de la canción es lo que protagoniza esos instantes. Un tema con cierta pretenciosidad y ambición, en el que Rod se vale en ocasiones de ciertos coros ornamentales que no desentonan.
6. “Attractive female wanted”: Uno de los momentos más crápulas y descarados (vean si no el título) es “Attractive female wanted”, en cuya letra, para más INRI, se menciona a Mr. Playboy Hugh Heffner. El ritmo es a base de tirones en su base y desde la forma de cantar, hasta el sonido y el regusto que dejan los acordes eléctricos de las guitarras, se puede apreciar el poso canalla del tema, al que ayuda también el embriagador solo de saxofón que hay mediada la canción.

7. “Blondes (have more fun)”: No hay descanso entre “Attractive female wanted” y la canción que cede el título al disco. Ahora el ritmo cobra un lógico aceleramiento en una pieza de carácter claramente pop rock de la década que nos ocupa o incluso reminiscente de años anteriores. Vean las líneas cardiacas de piano, los sonidos de viento y como la estructura no está muy alejada de un tema que un Elvis en su día podría habernos firmado. Tema alocado, acelerado, muy alegre y desenfadado el que da nombre a la obra.

8. “Last summer”: Tras el vértigo rock clásico que Rod nos ha ofertado en el último pasaje, el artista se toma unas vacaciones figuradas en el track list del disco de la mano de la ya de por sí evidente en su título “Last summer”. Es una canción de sonidos suaves de viento y acordes cálidos de guitarra, sobre una base rítmica de medio tiempo, que nos puede trasladar mentalmente a cualquier playa caribeña e imaginarnos que estamos en una tumbona con un refresco en la mano (de hecho en la letra algo de eso creo que se menciona).

9. “Standin’ in the shadows of love”: Tras el descanso que ha supuesto “Last summer”, llegamos al otro ejemplo que podría ser en parte algo discotequera en su melodía, aunque de manera mucho menos evidente que “Da ya think I’m sexy?”. “Standin’ in the shadows of love”, única pista que no firma o co-firma Rod Stewart, tiene un poso de cierto baile, pero el componente es mucho más rockero en su estructura, y si no, presten atención a sus instrumentos. Sin embargo es su melodía tan directa la que nos puede recordar algo a la canción tan famosa que abre “Blondes Have More Fun”, considerándola la hermana menor de gustos rockeros de la misma. Para mi gusto es otro de los momentos más memorables del disco y con una melodía muy directa, aprovechable, con gancho y acertada.

10. “Scarred and scared”: Se termina con una canción de esas perfectas para liquidar un álbum. El efecto sentimental ya se consigue de forma instantánea con la efectiva melodía de armónicas de los primeros segundos. “Scarred and scared” es una sentida balada que sirve para poner el punto y final a un disco al que muchos que no hayan accedido, como me sucedió a mí en su día, tendrán por impresión de que se trate de un disco dance y discotequero por el papel de su canción más reconocida, cosa que como habrán podido escuchar, no es así. Con este leve poso americano en sus texturas y con su generosa dosis de sentimentalismo, “Scarred and scared” pone el cierre correcto a este disco clásico del señor Stewart dentro de su obra.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Como tantas otras veces, nos encontramos ante un ejemplo de disco deslumbrado en su conjunto por el éxito descomunal de uno de sus temas en formato single. Aquí, como ya he dicho en varias ocasiones en el artículo, tenemos el caso de que “Da ya think I’m sexy?” puede hacernos pensar en un lp de contenido muy diferente al que realmente tiene. Podríamos pensar que Rod ofreciera un contenido discotequero para aprovechar el tirón de formaciones como Boney M y éxitos de gente como los Bee Gees para lanzar un disco completo de ese estilo, pero no fue así.

“Da ya think I’m sexy?” tan solo (como si eso fuera poco) es la punta del iceberg de una obra variadísima en sus 10 canciones. Rod se muestra rockero, tanto contemporáneo a esos días como más clásico, canalla, sentimental en sus baladas y a ratos hasta pachanguero, pero con clase.

Quizás junto a “Tonight I’m Yours” y otros de comienzos de los 70 como “Every Picture Tells A Story”, sea de los álbumes más reconocidos de Rod Stewart de toda su discografía, aunque también haya mucho crítico musical que reniegue ya del Rod Stewart de finales de los 70 en adelante, considerando solamente lo que hizo en sus primeros años en solitario y en The Faces. Lo que sí resultó interesante asociado a este álbum fue de cara a ver el Rod que nos encontraríamos de aquí en adelante, con el citado “Tonight I’m yours” y otros discos que viraron al pop con maestría y permitieron al artista incluso anotarse en su día ser el artista con el concierto más multitudinario ofrecido en la historia en la playa de Copacabana.

Este “Blondes Have More Fun”, con portada y contraportada socarrona y muy característica de lo que Rod haría en aquellos días, nos ofrece una colección de canciones variadas, reportando una escucha bastante entretenida, habiendo lugar para todos los momentos que nos podamos imaginar, dándose el hecho de que casi ni te enteras cuando ya estás escuchando esas últimos sonidos de armónica de “Scarred and scared” que dan fin al disco. No está nada mal, pero como ya comenté con el caso de Elton John la semana pasada, Rod Stewart es un artista que por el motivo que sea (quizás muchas veces por su voz tan rasgada) puede que no les entre. Si tienen la suficiente tolerancia al estilo de Rod, sin necesidad de ser fan, sabrán sacarle partido a este “Blondes Have More Fun”, donde no todo lo que reluce son las bolas de cristales giratorias de discoteca.

Esta tarde a las 16.00h en RUAH, programa en directo sobre Faith No More y su “King For A Day… Fool For A Lifetime”. Este próximo miércoles a las 23.00h en RUAH y en &radio (y también al siguiente) y el siguiente sábado a las 16.00h en las mismas sintonías, podrán escuchar el programa sobre “Revenge” de Eurythimcs. Por cierto, el programa de The Killers y su “Day & Age” ya lo subimos a Ivoox. Y en último lugar, decir que no hemos sido seleccionados por el jurado de los Premios 20Blogs como finalistas de la categoría de música. Agradecemos nuevamente a todos los que nos apoyaron y que propició que quedáramos en 4º lugar en la votación popular.
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sábado, 2 de febrero de 2013

Elton John - Made In England (1995)

INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES.
Primero de todo, informar que el plazo de votaciones del concurso Premios 20Blogs del diario 20 Minutos ya ha finalizado. En esta ocasión hemos quedado en 4º lugar en la categoría de mejor blog músical, bajando un puesto respecto a las 2 anteriores ediciones, pero teniendo en cuenta que la competición este año era mucho más dura, con una posibilidad de promocionar más las candidaturas de los blogs y con el voto abierto a todo usuario/internauta que se registrara en la web del periódico; mencionar que en la categoría de multimedia y microblogs hemos quedado en el puesto nº 34 con nuestro twitter. Eso sí, el ganador de cada categoría y del concurso en general lo elige un jurado experto entre todos los blogs. Primero determinarán los finalistas y en la ceremonia dirán quién gana en cada apartado. Si somos agraciados ya sea como finalistas o ganador de nuestra categoría, informaremos por aquí. De momento, tan solo dar las gracias a todos los que se han tomado la molestia de votarnos. Y ahora, al contenido en sí del blog.

Durante las 2 próximas semanas, daré entrada en el blog a un par de artistas individuales que aún no han pasado por “Discos, música y reflexiones”, de la mano de sendos discos de ambos que tengo escuchados desde hace mucho mucho tiempo. Vamos a ir por partes y hoy en primer lugar le daremos tratamiento por primera vez en el blog al gran Reginald Dwight, digamos Elton John para el pueblo llano.

Hace mucho tiempo que comencé el artículo sobre el disco “Made In England” de sir Elton John, creo que comencé su escritura allá por comienzos de verano de 2001, y hasta hoy no le ha llegado el turno de publicación. Supuso uno de los últimos trabajos en general de Elton John y además tuvo una relativa buena acogida a mitad de los años 90.

Llegamos al que quizás fue el canto del cisne del éxito de Elton John en lo que a discos de larga duración se refiere, ya que “Made In England” de 1995 fue el último lp que realmente consiguió ganarse una buena acogida. En tierra de nadie se quedaría “Songs From The West Coast” de unos años más tarde, al menos en los días de su lanzamiento, ya que con el tiempo se le ha ido considerando algo más. Y claro, después de este disco vino el éxito en single de “Candle in the wind” con motivo del fallecimiento de la princesa Diana de Gales, buena amiga de Elton.

Pero bueno, vamos a centrarnos en este disco de mitad de la década de los 90, que vendría a confirmar la definitiva madurez de Elton John, no solo por su edad, sino por el tipo de disco sellado. Gran parte de la aceptación vendría de la mano de la animada canción que le concede el título, que también tenía un simpático videoclip, pero estimo que el disco no se queda ahí, y los singles tampoco, puesto que estimo que “Please”, single tardío del disco, es una fabulosa canción que además ha formado parte de la música de fondo de nuestra 2ª temporada en las ondas.

Atrás quedaban los años de excesos de los 70 y su resurgir en los 80 con clásicos de la talla de “I’m still standing” (claramente reivindicativa en su día) o “Nikita”. Moderadamente también había pasado ya un tiempo del lavado de cara al que sometió a “Don’t let the sun go down on me” del disco “Caribou” con su por entonces amigo George Michael. En estos días de mitad de la última década de siglo Elton John lucía sobrio, sin excesos (ni siquiera en sus gafas), aportando una mesura que se extendía incluso a la portada del disco que nos ocupa. Como ya he dicho, el contenido en general es satisfactorio, singles al margen. Pasemos al análisis formal del disco canción a canción.

ANÁLISIS DEL DISCO.
1. “Believe”: El disco abre con una de las canciones más rotundas e importantes. Una canción de rabia y entrega, en la que Elton se empecina al micrófono al proclamar que cree en el amor en el estribillo. Un tema fastuoso, potente y grandilocuente para comenzar con muy buen pie este “Made In England”. Un tema donde la guitarra eléctrica más vigorosa, el piano y los arreglos clásicos se mezclan de manera acertada.

2. “Made in England”: Este trabajo de Elton John empieza con muy buen pie, ya que para completar la apertura, en 2º lugar en el track list llega el turno de la canción título. Quizás sea el single más recordado de este álbum. El videoclip fue bastante gracioso y con su cierta ironía, disfrutando de una rotación bastante elevada en los programas musicales de aquellos días, desafiando al brit pop noventero de las bandas más juveniles. Ahí estaba sir Elton John con este alegato inglés en toda regla, que es una canción vitalista, luminosa, alegre y de las más pop en el sentido estricto del disco al que concede título. El estribillo es más sencillo imposible, con la simple afirmación, con coro incluido, “Oh oh oh, soy hecho en Inglaterra”, como un Cortina (coche de la marca Ford) azul, que dice Elton. Quizás le sobra el tramo final, donde se pierde un poco la olla y la composición divaga hasta que el fade out decide poner el final. Salvo por eso, es una buena canción y uno de los grandes clásicos de Elton John, firmados en el tramo final de su carrera.

3. “House”: En la tercera composición de “Made In England” Elton cambia de texturas nuevamente. Tras un tema potente y lleno de rabia, y otro de factura pop, muy desenfadado, es hora de poner un capítulo emotivo. Y ese carácter emotivo se lo concede a “House” su lenta cadencia melódica sustentada principalmente en el piano. La línea de la melodía, en la que los sonidos orquestales no faltan, se mantiene inmutable en cuanto a ritmo durante todo su metraje. Un tema de factura sentimental, que sin ser una mala composición, igualmente no será de los temas más memorables del disco.

4. “Cold”: En “Cold” Elton decide quitar carácter almibarado en la melodía y dar un toque más solemne y en parte coral. Ciertamente “Cold” me gusta principalmente en el desarrollo del sector de su estribillo, el cual no es para nada vulgar. Tiene sus giros melódicos interesantes, dentro de una estructura instrumental que abunda en el cliché principal de “Made In England” y por extensión de gran parte de la obra de Elton John, es decir, la combinación de piano y arreglos clásicos.

5. “Pain”: Con mucha fuerza y vitalismo que imprime su destacable guitarra, se presenta “Pain”. Es otro de los temas que se sitúan en el sector pop y en sus formas podríamos apreciar un parentesco no muy lejano a la canción “Made in England”. No obstante, en “Pain”, por exigencias del guión, o, más bien, por exigencias de diferenciar en el reparto a quién es el actor principal y quienes son los actores secundarios o de reparto, en su melodía no hay tanta ambición y recargo sonoro como en la canción título. Con todo, esta pieza es suficientemente alegre y animada como para dejarnos un buen sabor de boca a medida que vamos llegando al ecuador del álbum.

6. “Belfast”: De una de las canciones más breves del disco, pasamos a la más larga. No obstante, no se confundan, que por longitud no estamos hablando de que “Belfast” se nos vaya a hacer larga. Es quizás en el apartado técnico y formal una de las mejores piezas de “Made In England”. En su estructura destaca una intro solemne, que posteriormente deja su espacio a un desarrollo más suave, igualmente clásico, que desembocará en el comienzo de la parte vocal, cantada por Elton John con un tremendo aplomo, apoyándose en sus primeras estrofas únicamente en su piano clásico. Poco a poco se le van sumando los arreglos clásicos, de forma casi imperceptible, y se termina en un decaer con otros sonidos y elementos de sonido reminiscente de Irlanda.
7. “Latitude”: Valiéndose de unos acordes acústicos de guitarra, que tanta luz conceden a la melodía, se presenta “Latitude”. Es quizás la pieza más coral del disco y que suma también al sector más alegre de la obra. Una de las 3 canciones de “Made In England” que baja de los 4 minutos de duración, siendo de hecho la más corta. No se hace pesada y aunque no destaca en las primeras escuchas, con el paso de tiempo notarán su contraste al escucharla tras la solemnidad y seriedad de “Belfast”.

8. “Please”: En su día la recuerdo como single tardío, con un videoclip que ha envejecido muy mal (que tengo por ahí grabado en cinta de vhs de comienzos de 1996 de la televisión), y el caso es que me sigue gustando como el primer día. “Please” es otra de las piezas más pop del disco, pero en ese sector destaca por ser la más emotiva, no solo por su estribillo donde John nos ruega “déjame envejecer contigo”. Para aquellos seguidores de nuestro programa de radio, podrán recordar que la utilizamos como música de fondo en nuestra 2ª temporada de radio, en aquellos programas que aún realizaba yo en solitario, cuando el formato coloquio dominante actual era solamente una eventualidad y una ocasión especial (ahora aunque sea el formato tipo, no por ello deja de ser algo especial para mi poder reunirme con tan buenos entendidos de música y que antes que nada son amigos). Sus notas de guitarra y su sonido es claramente pop y lo clásico y orquestal es discreto, quedando en un 2º plano, concediéndole la elegancia justa y necesaria a una canción que está injustamente bastante olvidada por otro lado en el imaginario colectivo a la hora de hacer balance de la carrera de Elton John. Por ello, aunque fue single, la tildaré de joya oculta. Muy buena, quizás mi preferida del disco… Bueno, quiten el “quizás” directamente.

9. “Man”: Gana enteros cada día que escucho el disco, año tras año, “Man”. Es una canción sesuda, en cuyo estribillo se acaba añadiendo un carácter coral, que a medida que la canción se va desarrollando, le añade fastuosidad. “Man” va ganando intensidad y carga instrumental, terminando en todo lo alto. Es otra de las joyas ocultas de la obra que hoy nos ocupa y sin duda otra de las piezas que suman a la hora de quedarnos con un feeling de buen rollo asociado a este “Made In England”. Es claramente otro acierto incluido en el track list del disco.

10. “Lies”: Sorprende mucho el ritmo endiablado y tan acelerado con el que “Lies” irrumpe en sus primeros segundos. Es una composición pop, aunque con un rictus algo serio en su melodía. Sería como sumarle más ritmo al enfoque de “Believe”, pero sin dejar de lado la cierta solemnidad que sobre todo Elton John demuestra al cantar. Lo que no podemos negarle a “Lies” es que es otro ejemplo de que John y su inseparable compositor Bernie Taupin son arquitectos de canciones de estructuras firmes y muy clásicos; es decir, tiene sus estrofas más prosaicas y un estribillo muy directo, valiéndose de la figura de la repetición del título de la canción, que es muy efectista. Te puede gustar más o menos, pero creo que este último apunte nadie le podría poner alguna pega.

11. “Blessed”: Se da el cierre a “Made In England” con una de las piezas más ligeras y relajadas de la obra; de hecho, creo que es la canción más relajada del disco. Tras el ritmo, sentimiento y demás estados que Elton John ha mostrado en el disco, en el último capítulo nos bendice con esta canción de formas preciosistas. Permite relajarnos y deleitarnos con sus formas suaves y el cantar ajustado a las mismas que ofrece Elton John. Creo que es un correcto final para este “Made In England”.

RESULTADO, CONCLUSIONES Y REFLEXIONES.
Digamos que como disco de larga duración, “Made In England” fue el último realmente exitoso de Elton John. Matizo que “Songs From The West Coast” también tuvo su repercusión mediática (¿quién no recuerda el videoclip de “I want love” protagonizado por Robert Downey Jr.?), pero su sonido más clásico no cuajó tanto como el carácter más pop desenfadado que por norma general dejó en su día “Made In England” por su canción título.

La sensación que te deja “Made In England” es de luminosidad, de vitalismo. Es cierto que hay piezas que juegan en territorio distinto, pero el regusto que te queda está claramente copado por ejemplos como la canción título o piezas como “Latitude” o Man”. No obstante, en este álbum hemos podido comprobar variedad y un reparto de las formas a lo largo del listado de temas y su ordenación que responden a una lógica aplastante. Muchas veces he criticado el orden de los temas a la hora de sellar un disco; “Made In England” es el caso contrario y estoy totalmente de acuerdo con su estructura formal.

Poco más que comentar de lo que hizo Elton John después que no haya mencionado ya en la introducción. El caso es que tras “Songs From The West Coast” prometió que no iba a editar más discos y pasados ya 10 años podemos dar fe que ha cumplido su palabra. Ahora Elton dedica su vida a su marido David Furnish y el hijo de ambos, mientras que sigue presente en la vida social, teniendo amistades tan interesantes (y envidiables en mi caso) como Lady Gaga y soportando de cuando en cuando a alguna petarda como Lilly Allen, que le hizo pasar un mal rato presentando una ceremonia de entrega de premios.

Nada más. “Made In England” es un digno disco de la era tardía de Elton John. Un trabajo hecho con mucha cabeza y acierto junto a Bernie Taupin, que se puede escuchar de cabo a rabo sin pasar mal rato. Algunos podrán acusar a Elton John de ser algo peñazo y aburrido en su sonido. Si son de esos, “Made In England”, salvo sus 2 o 3 momentos pop, no les gustará, pero eso ya será cuestión de los gustos o preferencias personales de cada uno. A mi me gusta y como dijo en su día Víctor Hugo Sánchez Salamanca tras terminar su introducción sobre “Duke” en el programa que dedicamos a ese disco de Genesis en nuestra presente 4ª temporada de radio: “… y tengo poco más que decir”.

Precisamente, como siempre, terminamos con el asunto radiofónico. Esta semana podrán seguir escuchando el programa sobre U2 y “War” a las 16.00h hoy sábado y a las 23.00h el próximo miércoles en RUAH y en &radio. En breve subiremos el programa sobre “Day & Age” de The Killers a Ivoox. El próximo sábado, ya avisamos la anterior semana en el programa sobre “Reggatta De Blanc” de The Police, nuestro directo versará sobre “King For A Day... Fool For A Lifetime” de Faith No More; pero para eso aún quedan 7 días.
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