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sábado, 21 de abril de 2012

Editors - In This Light And On This Evening (2009)

Algunos discos, muchos de hecho, son como el buen vino; es decir, que hay que dejarles que reposen un tiempo para saber apreciar su calado. El que fuera el 3er. disco de Tom Smith, Chris Urbanowicz y cia. es uno de esos casos. He de reconocer que de primeras, salvo su primer single “Papillon”, y el que a la postre iba a ser el 2º, pero que al final no fue, “Bricks and mortar”, no me llamó en exceso la atención. Pero, ya desde esos primeros saboreos, algo dentro de mi me hacía intuir que pasado un tiempo lo valoraría más y lo apreciaría en su justa medida, como al final ha sido. Decidí recuperarlo hace cosa de mes y medio para mis escuchas de reproductor mp3 en mis idas y venidas del trabajo y, aunque ese ámbito no es el mejor para escuchar y disfrutar de una obra, la cosa ha terminado por resultar.

Poniéndonos en antecedentes, Editors venían de 2 primeros discos con los que habían llamado mucho la atención, al mostrar oscurantismo, ritmo y vitalidad a partes iguales, con regustos a Joy Division, que no se encargaban de tirar por tierra como sí que hacían compañeros de género como los neoyorkinos Interpol. La potente voz de su cantante, guitarrista y teclista Tom Smith es uno de los principales símbolos de la formación y tras un prometedor debut, el grupo siguió el buen camino con el espectacular “An End Has A Start”, segundo trabajo de la banda, que no hace ya un tiempo revisamos por aquí.

En 2007 pudimos verles en su arrolladora actuación de la sala Joy Eslava, dentro de aquel Wintercase y el grupo ha estado casi siempre de gira desde entonces, ya que prácticamente no habrían terminado con la presentación de su anterior disco y sacaron su 3er. trabajo que hoy nos ocupa y se pusieron de nuevo en la carretera. Es una disco directo, que en muchos momentos se vale de un mayor apoyo electrónico en sus composiciones y que busca ser conciso: 9 canciones; personalmente, ya se lo he dicho muchas veces, prefiero un disco con 9 canciones que uno con 16. Tanto track list invita a la dispersión y lo que está claro es que en este post a Editors no les acusaremos de ello. Pasemos a analizar someramente esos 9 temas.

La apertura del disco, con la canción que otorga el título al mismo, con esa latente melodía y Tom Smith cantando en unos registros que se mueven entre sus registros más graves y el susurro, parece hacernos intuir que terminará en un estallido, que efectivamente se produce, pero solamente en lo instrumental, con una batería muy potente. Londres se ha convertido en la cosa más bonita que he visto dice Tom al final de las estrofas que estructuran este prometedor comienzo. Más reconocible dentro del estilo de Editors, pero con ese apunte electrónico mayor que hay en esta obra, el cual les acerca en muchos momentos a Depeche Mode, es “Bricks and mortar”, que además es de las piezas más válidas del conjunto. En lo vocal estamos ante un tema que alcanza una fuerte intensidad por parte de Smith y en el apartado de lo meramente instrumental, destacan esas notas sintéticas tan marcadas, que rompen con la melodía de continuidad. Una joya oculta, puesto que no fue elegida como single, aunque todo apuntaba en su día a que lo sería. La que sí fue single, y de hecho el adelanto de la obra fue la rotunda y electrónica “Papillon”. Una clara melodía de teclados y una fuerte base rítmica sientan las bases para que Tom Smith se muestre bastante enérgico en las voces. El estribillo alcanza unos niveles muy altos de intensidad y en definitiva estamos ante un tema que sin duda será un éxito en las giras del grupo cuando le llegue su momento en los conciertos. El videoclip, impersonal, ya que no aparece el grupo (a no ser que sean algunos de los que salen por ahí corriendo), refleja por un lado el carácter nocturno que siempre ha tenido el grupo y la dosis de adrenalina y catarsis, con esa carrera de noche desaforada por las calles de una ciudad desierta. Sí fue single “You don’t know love”, que es curiosa, ya que estimo que esta composición flojea en su estribillo, pero se le termina cogiendo el punto en ciertos momentos prosaicos o estrofas que hay intercaladas en su duración. En el videoclip sí que aparece en algún momento el grupo, pero se centra en un ejercicio de baile que genera algo de tensión. Uno de los momentos más rockeros del disco llega con “The big exit” con esas distorsiones de primera mano, la clara línea marcada por la batería y las notas eléctricas de la guitarra. Los teclados quedan en un 2º plano, como un acompañamiento o más bien creando atmósfera. Tom se lamenta en la letra con ese reiterativo “cogieron lo que una vez fue nuestro”. Un poco de intensidad rockera no viene mal.
Contrasta mucho “The big exit” con la siguiente canción “The boxer”, muy melancólica, sentida, sellando un medio tiempo de esos en los que Editors se suelen mover muy bien. Tom Smith está particularmente bien a la voz y en parte no deja de ser curioso esas notas sintéticas inocentes que permanecen durante toda la canción, mientras que son otros instrumentos los que le dan en ciertos momentos una fuerte solemnidad al tema. “The boxer” es en definitiva uno de esos temas que no son para nada inmediatos, pero que si le dejan tiempo al disco y lo escuchan con paciencia terminarán de reconocer como uno de sus pasajes más válidos y elaborados; vamos, una joya oculta como suelo decir. No obstante, la verdadera joya oculta es “Like treasure”. Resulta más movida que la lánguida “The boxer”. En “Like treasure”, dentro de un cierto tono vagamente épico, Editors se muestran con gancho en uno de las piezas que con el paso del tiempo le dan valor al 3er. disco de los británicos. Las notas de teclado no se meten a troche y moche buscando el ritmo pegadizo simple, sino que llegan en los momentos adecuados y dejan el camino libre a las guitarras, batería, bajo y sobre todo a Smith cuando se precisa. Un temazo en toda regla, al menos para mi gusto personal, y quizás a día de hoy mi canción favorita del disco. Peor, mucho peor que “Like treasure” me resulta la ya bizarra en título “Eat raw deal = blood drool”. Curiosamente fue escogida como single y aunque es un momento exótico y claramente diferenciable dentro del conjunto de 9 canciones de “In This Light And On This Evening”, no me termina de convencer con el ritmo contumaz y repiqueteante que ofrece; no obstante, para gustos los colores y está claro que en la discográfica del grupo o en el seno interno de la formación, esta “Eat raw deal = blood Drool” gusta, ya que de lo contrario no hubiera sido editada como sencillo. Mucho mejor resulta el majestuoso, casi sacro o derivado lejanamente de una balada gospel “Walk the fleet road”. Esta última canción pone el broche de oro al disco, con un Tom Smith sirviéndose de sus momentos más graves en las voces y con una orquestación realmente bella. Sin duda alguna esta composición es un tremendo acierto y es un bonito lazo para sellar el paquete. Pocas veces la electrónica suena tan orquestal y ambiciosa como lo hace en los últimos segundos del disco de esta semana.

Sí, de acuerdo, “In This Light And On This Evening” fue nº 1 en la lista de álbumes más vendidos del Reino Unido, pero estimo que el éxito del disco ha sido relativo y el grupo ha perdido la oportunidad de dar un salto cualitativo mayor, que consolidara el ascenso que mostraban con “An End Has AStart”. Y es que el disco es notable, está muy bien, pero se le tarda en coger el punto y eso, aunque el tiempo termine por ponerle en su lugar, puede ser jodido para la proyección de un grupo.

Para colmo, y nuevamente sin saber de ello, ya que antes de enterarme había dispuesto que iba a escribir sobre este disco, el lunes se anunció la marcha del grupo de Chris Urbanowicz por diferencias irreconciliables en el terreno de lo musical y la idea que tenía el guitarrista del grupo para el futuro del mismo. Veremos cuál es el siguiente paso que dan Editors, con esta baja que resquebraja su formación hasta ahora a prueba de bombas y cómo les va en su siguiente entrega.

De momento les sugiero que le den tiempo a “In This Light And On This Evening”, un disco con una curiosa portada de colores vivos, pero sobre el que predomina el fondo negro (en parte una buena metáfora de que el disco aunque incluya más notas sintéticas, el carácter del grupo sigue siendo de tintes oscuros musicales). Si ya lo escucharon en su día y no les hizo mucho tilín, cójanlo nuevamente por banda y si saben de él por 1ª vez, escúchenlo, pero no se dejen llevar por las primeras impresiones que les surjan derivadas de las primeras pasadas que le den. Realmente vale mucho más la pena de lo que a priori parece.

Esta tarde a las 16.00h en &radio de Torrejón de Ardoz, no se pierdan el Especial The Cure que haremos sobre “Pornography” y que de paso sirve como particular fiesta de cumpleaños que le organizamos a Robert Smith, hoy en el día de su cumpleaños; ¡felicidades Robert! Esperamos que te guste nuestro particular regalo. El miércoles a las 23.00h en RUAH y una hora más tarde en &radio, dedicaremos nuestro espacio a desgranar el “Last Of The Independents” de Pretenders. Disco de título premonitorio, ya que puede ser el último programa de “Discos, música y reflexiones” que haga yo exclusivamente en solitario, algo así como el último que hago independiente… ¡Qué cosas!

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