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jueves, 28 de marzo de 2019

Concierto 40º aniversario El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados. Madrid (23-03-2019)

CRÓNICA POR MARIANO GÓNZALEZ:
No podía pasarnos desapercibido en “DMR” que Aviador Dro cumpliesen cuarenta años, siempre hemos sentido interés en su música. En primer término uno de los hitos de “DMR” fue entrevistar a Servando Carballar (aka Biovac), lo hizo Víctor Prats, para hablar de su clásico LP “Cromosomas Salvajes” (1985). Por otro lado hemos tenido ya ocasión de verlos en directo alguna vez (Víctor Prats más que yo) y sabemos del buen hacer de la banda madrileña.
Andan Aviador Dro últimamente muy festivos; si hace poco estuvieron actuando de pregoneros en el barrio de Prosperidad (zona iniciática del grupo) en esta ocasión se trató, ya decimos, de su cuadragésimo aniversario. El lugar adonde fuimos los celebrantes fue la Sala Changó, sitio que visité hace no mucho con ocasión del concierto de “The Coral”.
Poco después de abrirse las puertas quedamos en la entrada Víctor Prats, su novia Susana y servidor de ustedes. Hubo tiempo para una charleta previa búsqueda, eso sí, de un lugar donde pudiera aposentarme debido a mi consabido problema deambulatorio. La Sala Changó tiene una cualidad favorable para mis intereses; que haya sillones circundando todo el perímetro. No lo es tanto, sin embargo, que la disposición de las columnas me bloquease una parte de mi campo visual, aunque bien es cierto que nos situamos cerca del escenario.
Futurismo, ciencia ficción, anarquía, ciborgs y mutantes. Nada de esto puede faltar en un concierto de Aviador Dro. De todo eso y más salimos sobrados. La concurrencia fue abundante en cantidad y también en biodiversidad. En Sala Chango se concitaron veteranos, jóvenes, punks, cyber punks, parentela gótica y fans insobornables del techno.
Un poco después de las 21:00 la banda sale al escenario. La formación tuvo unos componentes fijos como los ya conocidos Biovac N (Servando Carballar), Arcoiris (Marta Cervera), Genocider F15 (Mario Gil), ATAT (Ismael contreras) y CTA 102 (Alejandro Sacristán). Luego aparecerían otros aviadores honorarios. Todos aparecieron ataviados con unos trajes anti radiación de un blanco impoluto dando un toque entre fantasmal y nuclear y, en realidad, parte de su imaginario.
¿Cómo empezar una revisión a cuarenta años de carreta? Pues por el principio, es decir, por “La Chica de plexiglás”, el primer single de la banda. Como la canción es animada fue un acierto, aparte de por coherencia cronológica, por meter al público fácilmente en el concierto. Todo fue movimiento, baile, energía cinética. Hubo clásicos de época temprana como “Rosemary”, “Programa en espiral”, “Obsesión”, o “Nuclear sí”. Con esta última canción los aviadores se quitaron sus atuendos anti radiaciones y se quedaron con una vestimenta más manejable, ligera, pero también idiosincrática; trajes negros bajo chalecos/plumas anaranjados. La versión de “Nuclear Sí” fue más larga y oscura de lo normal. En general las canciones sonaron más actualizadas y contundentes que las versiones originales, pero afortunadamente no se perdió nada en la transformación.
¿Cómo resistirse ante clásicos como “Selector de frecuencias” (acaso su tema más conocido), “La ciudad en movimiento o “Vórtex”? La respuesta del público siguió siendo entusiasta al cien por cien. Fue muy simpático y afortunado que incluyesen en el setlist “La televisión es nutritiva”, divertidísima, socarrona y muy cantable con ese estribillo alargado en el que el público participó potentemente. Otras alusiones curiosas fueron cinéfilas; así, por ejemplo recordaron que no solo ellos, sino también la película Alien, cumplían 40 años. Consecuencia: sonó “El intruso”.

Toda fiesta de cumpleaños que se precie ha de contar con invitados, y Aviador Dro supieron acompañarse de una selecta reserva de amigos. Nada más y nada menos que Julián Hernández de Siniestro Total se subió a las tablas para co-interpretar, en una curiosa versión, “Brigada de demolición”; canción harto oportuna dada la confluencia de espíritus punk que había en el escenario.
Otros amigos muy curiosos son L-Kan. No es la primera vez que les veo en directo, allá por finales de 2004 recuerdo haberlos visto, gracias a la invitación de una amiga, cuando presentaban “Discazo” en un evento al que también acudieron Jesús Ordovás y Nacho Canut. La canción que interpretaron en comandita fue “Corazón de batidora”, una descacharrante excentricidad a la que insuflaron, entre todos, nueva vida. Más presentaciones de postín: nada más y nada menos que Ana Curra. En este caso, además, la canción a interpretar fue “Unidos”, uno de los clásicos de Parálisis Permanente. Uno de los momentos salvajes y directos de la noche y, sin duda, una agradable sorpresa. A Ana Curra, por cierto, siempre la vemos los de “DMR” haciendo colaboraciones. Es de recordar el buen show al que asistimos (los mismos que ayer) en el Universimad de 2010 junto con Digital 21.

Otro momento que es necesario destacar es cuando se unió “un aviador en la reserva”, como le denominó Biovac”, para interpretar “Radiante”. Nos referimos a Nexus, al que pudimos ver en la percusión electrónica siendo éste un momento casi nostálgico, pues Nexus formó parte de la banda unos años.
¿Hubo más compañeros de viaje? Sí. Un avance de los que será su próximo disco, “Technotitlán”, trajo consigo a los mexicanos Ford Proco. “Technotitlán”, por lo que explicó Biovac, será conceptualmente una ucronía donde son los aztecas los que conquistan Europa. El caso es que con la presencia de Ford Proco pudimos escuchar un prometedor avance a base de una canción larga, sinuosa y sugerente.
Más curiosidades; una canción inédita (al menos para mí) fue “Estrella de Youtube” y dada la mención de Biovac a Mario Gil y que oí la palabra “soplapollas” supongo que se referiría a Rudy Soplapollas, proyecto primerizo de Mario. Desde mi posición no oía casi ninguna de las alocuciones de Biovac pero me supongo que irían por ahí los tiros. El caso es que “Estrella de Youtube” sonó divertida y venenosa, en el mejor sentido de la palabra.
Una agradable sorpresa fue “Aracne”, single ya de los dos miles, y que me resulta muy simpática de escuchar. Las canciones de diversas épocas se iban entreverando; temas más clásicos como “Antimateria” y otros más recientes como la propia “Aracne” o “Yo, cyborg” armonizaron perfectamente. Según nos aproximamos al final del concierto sonaron temas de “Trance” como el vigoroso rap de “Vivir para Morir” o la hipnótica canción título.

El interludio de los bises no duró demasiado y pronto tuvimos a los aviadores sobre el escenario. Sin embargo Biovac ya nos avisó de que se les echaba el tiempo encima y que iban a ser breves. Solo hubo una canción extra pero dejó el concierto por todo lo alto. La apabullante, gritona y épica “El Retorno de Godzilla” nos soliviantó gozosamente a todos mientras gritábamos a pleno pulmón. No faltó ni siquiera el mismísimo Godzilla, que se paseó por el escenario para deleite de todos nosotros. Aviador Dro se encuentran en plena forma. En lo musical han conseguido adaptar sus clásicos a las usanzas actuales sin perder ni un átomo de fuerza. La estilística además fue variada, desde el techno puro hasta momentos cercanos al EBM o la música industrial. Lo más llamativo sobre el escenario fue la entrega de Biovac como maestro de ceremonias y los inenarrables bailes de CTA 102. Hubo detrás del grupo una pantalla donde se pudieron ver vídeos musicales, actuaciones añejas e imágenes preparadas para la música. Además Aviador Dro siempre añaden alguna simpática performance en forma, sobre todo, de lanzamiento de pasquines o de blandir de banderas con simbología del grupo. Tampoco faltó Metalina 2 (toda una clásica) manejándose con probetas y potingues que generosamente distribuía entre el público adyacente al escenario.
Para Aviador Dro ser modernos no es una pose o un mero seguidismo gregario de una moda, es algo indisoluble de su adn, de sus cromosomas salvajes. En “DMR” fuimos testigos de ello. Me pregunto cuántos grupos actuales seguirán con esta vitalidad dentro de 40 años. Felicidades aviadores.

CRÓNICA POR VÍCTOR PRATS:
Sabía del riesgo en lo personal, pero aún así, no podía perderme la ocasión. Y es que se da el caso de que el pasado sábado 23 de marzo era una fecha señalada para mí, donde tenía lugar algo clave en mi vida. La cosa podía no salir bien, y así fue desgraciadamente. No obstante, semanas antes, a riesgo de no estar para muchas juergas en la noche del pasado sábado, compré mi entrada, porque, estuviera como estuviera, esa noche había que estar en la sala Changó para asistir al concierto 40º aniversario de El Aviador Dro Y Sus Obreros Especializados, grupo de alguna manera amigo de “DMR”, ya que entrevistamos a Biovac N hace ya mucho mucho mucho tiempo (parece mentira el tiempo que ha pasado ya).
Las entradas se agotaron, dimos fe de ello cuando en la puerta, cuando íbamos a acceder, a 2 chicas les dijeron que si no tenían entrada que se olvidasen. Entramos al recinto a eso de las 20.30h y la sala ya estaba prácticamente a reventar. Nos situamos en el lateral izquierdo, casi en paralelo a la línea del escenario, intentando evitar las columnas de la sala en nuestra perspectiva.
Fueron bastante puntuales los obreros especializados y con su gurú Biovac N (Servando Carballar, Vandi según Fernández Abel de Alphaville –una vez que tuvimos una velada con este referente de nuestro pop-) a la cabeza se plantaron a interpretar una animosa “Chica de plexiglás” que fue la mejor forma de comenzar con 2 horas de historia de nuestro pop electrónico. Con sus sintes antiguos, se hicieron con esta pieza primigenia de su repertorio y luego con “Láser”, que ya contó con las performances de Metalina 2 (María Jesús) y CTA 102 (Alejandro), que se sumaron a los ya presentes en escena Arcoiris (Marta), Genocider F15 (Mario) y ATAT (Ismael).
De “Alas Sobre El Mundo”, su primer lp hubo un generoso escrutinio de los temas. “Obsesión” fue la primera en desfilar, pero tampoco faltaría “Brigada de demolición”, que a falta de Poch, buena invitación estelar fue la de Julián Hernández de Siniestro Total (el cual se merodeó por nuestra zona un rato antes) para darle un punto a este tema. “Selector de frecuencias” se incorporó también a la fiesta y nuestra predilecta “La televisión es nutritiva”, en una versión bastante actualizada.

Con recuerdo al también 40º aniversario de “Alien, El 8ª Pasajero”, también cayó “El intruso”, a la que quizás le faltaron sus vocoders con esos repetitivos “alerta” de la versión de estudio que tan curiosos quedan.
El grupo no se detuvo solamente en lo más antiguo, donde también apareció, muy acertadamente “Antimateria” por continuar citando momentos, sino que miraron al presente y tiempos menos lejanos. Sorprendió la bailable “Aracne” de “Confía En Tus Máquinas”. Hubo varios invitados de relumbrón como el mencionado Julián de Siniestro (por cierto, en la foto de debajo de este párrafo) o Ana Curra, y muchos más como la gente de L-Kan, los mexicanos Ford Proco (con los que nos ofrecieron una pieza de su próximo trabajo que sonó realmente prometedora), antiguos componentes del grupo y muchos más.
En el tramo final no podía faltar el desparrame de “El retorno de Godzilla”, cuyo anticipo vivimos unas semanas antes en el Carnaval de La Prospe. Y, esta pieza, no olvidemos que se incluía en el maxisingle de “Nuclear sí”, que no se podía obviar y se incluyó en el tramo inicial del concierto, además con interpretación doble: toma original y toma actualizada. Para entonces el grupo iban con sus máscaras protectoras y los monos desechables blancos encima. Luego se quedaron con sus chalecos rojos acolchados (que en ellos no tenían para nada la connotación política que a prendas parecidas se les da últimamente) sobre indumentaria negra.
Del set list hubo varias sorpresas agradables, si bien también hubo ausencias notables para la ocasión (“Himno aéreo” o “Amor industrial” quizás las más echadas en falta). Y es que por ejemplo la también antigua “Rosemary” no dejó de sorprenderme en el tramo inicial del show. También estuvo muy bien recuperar “Vivir para morir”, apertura de “Trance” de 1991, que supuso un chute de adrenalina en el sector avanzado de la noche. Más esperada podría ser “Vórtex”, pero no por ello no dejó de ser uno de mis capítulos favoritos de la velada, junto a la inestimable “Programa en espiral”, que nuevamente me conquistó con su bonita melodía; ahí les dejo el vídeo.

Comentando algo del espectáculo al margen de la música, en la pantalla de fondo estuvieron muy bien las proyecciones del grupo interpretando las canciones en vídeos antiguos de actuaciones en tv. No era preciso un despliegue mayor para causar el efecto deseado en una noche y fecha tan señalada. La sala estaba a reventar y la gente estuvo muy intensamente metida en el concierto de principio a fin. La comunión entre entrega de banda y público fue perfecta.
Al terminar nos tomamos algo en una terraza al lado del local y Servando al rato también salió y se quedó en el mismo sitio, pero unas mesas más abajo que la nuestra. Salimos satisfechos de lo visto y ciertamente el concierto me ayudó a llevar mejor las penas del duro momento, así que, gracias Obreros, ha sido un placer asistir a vuestra fiesta.

4 comentarios:

Jose Miguel dijo...

Crónica milimétrica. De arriba abajo.
Super like.

Abacab dijo...

CANAL PIRATA RIOJA SPORT, celebramos que te haya gustado!

Gracias por escribir.

Unknown dijo...

Esperando al 20 de septiembre para verles en las palmas, can't wait!!!

Abacab dijo...

Unknown, una oportunidad única. No hay que desaprovecharla!

Gracias por escribir.