
La primera música que se oyó en el Palacio de Vistalegre fue de viento. No, no había ninguna sección de trompetas, saxos o flautines; sencillamente pasaban veinte minutos de la hora prevista de inicio y la gente silbaba. Por un lado normal, si pensamos en el inquietante antecedente del Mad Cool del año pasado. Sin embargo, que nosotros...