Considero que es hora de retomar el techno-pop británico de la década de los 80, que de vez en cuando vamos revisando, como hicimos ya con Ultravox, Depeche Mode... Ahora acabo de caer en la cuenta que curiosamente, y sin ser de forma intencionada, he optado por los discos que estas bandas editaron en 1986 (ya que lo de “Sounds Of The Universe” de Depeche Mode no lo considero un artículo tradicional de los que suelo hacer). El caso es que creo que hubo años más gloriosos para el pop de sintetizadores, pero bueno, la cosa ha salido así casualmente.
No obstante, no se crean que para esta semana no he estado un largo rato meditando qué álbum de la notable discografía de las Maniobras Orquestales En La Oscuridad rescatar para la ocasión. El principal conflicto se ha dado entre “The Pacific Age”, quien se ha llevado finalmente el gato al agua, y el claramente heredero de Kraftwerk (véase si no “Radio Prague”) “Dazzle Ships” de 1983.
A medida que tecleo las primeras palabras de la crónica, siguen surgiéndome dudas de si cambiar y retomar “Dazzle Ships”, pero ya que he empezado continuaré hasta el final. De hecho, y cuando propiamente empecemos a revisitar grupos, ya habrá momento para recuperar esa pequeña joya de portada cubista, que este entrañable grupo lanzó en plena explosión neorromántica.
Esta semana viajamos en el tiempo para visitar la época madura de OMD en la 2ª mitad de los años 80. El motivo por el que he dudado si escoger “Dazzle Ships”, es porque esta obra supone un antes y un después en la trayectoria de OMD. Sostengo esa idea debido a que dicho trabajo fue el último momento con un enfoque experimental y poco accesible de la formación. A partir de su edición, el grupo adoptó un tono más comercial y descarado. Este viraje se ve claramente en la edición como 1er. single del siguiente disco “Junk Culture” de la alocada “Tesla girls”.
Tras el lanzamiento del lp “Crush” de 1985, un trabajo romántico desde la imagen de la portada hasta los emotivos singles “Secret” y la desgarradora y soberbia “So in love”, el grupo había confirmado esa nueva tendencia a complicarse menos la vida y también a los fans del grupo y posibles futuros oyentes de su música. Este hecho decepcionó a los más puristas, que admiraban los experimentos y vanguardia que se veía en mayor o menor medida en la primera etapa de la banda y sus primeras 4 obras.
La formación se había estabilizado desde hacía varios años atrás y tras unos primeros pasos con idas y venidas y diversos proyectos, se había consolidado con Andy McCluskey al bajo y voz, Paul Humphreys a los teclados y voz, Malcolm Holmes a la batería y Martin Cooper también como teclista. De siempre las cabezas visibles fueron McCluskey y Humphreys, con eso de alternarse las tareas de cantante. McCluskey suponía la interpretación más exagerada, dolida, sentimental y a ratos exagerada al micrófono. Por otro lado, Humphreys aportaba una mayor mesura y relax que el retorcimiento que a veces transmitía Andy.
La banda confirmaría con “The Pacific Age” la madurez compositiva que alcanzan la inmensa mayoría de los grupos. Es decir, que las bandas comienzan su trayectoria con unas composiciones más radicales, encuadradas dentro del género o preferencias musicales que tienen, y posteriormente se van abriendo al gran público ajustando su sonido a la media. El punto de inflexión, como ya lo he comentado antes, se dio en 1983-1984 y la tendencia no se vería modificada en esta ocasión.
“Stay” con su complemento “The black rose and the universal wheel” en el encabezamiento, irrumpe con fuerza e intensidad. Para ello se dispone a un animoso y entregado McCluskey al frente de la voz. De hecho, este prometedor inicio era una de las canciones preferidas por los componentes de OMD para que se editara como sencillo; por lo visto en Virgin pensaban distinto y los galones se los acabó agenciando la posterior en el track list “Shame” como tercer single. La desesperada plegaria de Andy, rogando “quédate, ¿Por qué no te quedas? ¡Huye! Como una rosa negra” es lo más fácilmente recordable de la pista. Según explicaciones de la propia banda, la citada “rosa negra” simboliza un amor acabado; poético a la par que evidente. En lo instrumental destacan los potentes teclados, siendo también dignos de mención los coros femeninos que acompañan a Andy. La canción destila una cierta melancolía en algunas melodías de teclado que confrontan con algunas partes que desprenden un vitalismo arrollador. Correcta apertura de disco. Si esta pista de inicio supuso un single frustrado, ahora sí llega la ocasión de escuchar una de las canciones a las que se les concedió el honor de su edición en solitario. “Forever live and die” comienza con un lejano órgano a modo de intro casi religiosa y posteriormente aporta los 3 minutos y medio más relajados y menos frenéticos de la historia de OMD. Destacan las inocentes notas de teclado y el marcado bajo de McCluskey, junto a ciertas atmósferas etéreas creadas por otros sintetizadores, que sustentan al siempre más comedido Humphreys en las labores vocales. Es una canción por otro lado que, aunque parezca contradictorio, desprende un extraño halo de vitalismo. El estribillo se pega a tu mente de forma rápida: “nunca sé, nunca sé, nunca sé porque me haces llorar…”. El tema se acompañó de un teatral videoclip con la banda tocando en un escenario de un teatro vacío, que no resulta muy memorable. Tras una de las canciones que sitúan a “The Pacific Age” en el mapa de la discografía de OMD, se presenta la melancolía contenida de la canción que le da nombre. Por lo visto, el título del disco deriva del sentimiento que algunos componentes del grupo tenían sobre la expansión económica de los llamados tigres asiáticos y el incipiente dominio mundial por parte de Japón, Hong Kong y otros países emergentes. Instrumentalmente se vale de unas notas fantasiosas de teclado de inicio, que a la larga suponen la base de la canción, y posteriormente de la superposición de unos teclados de sonido más hinchado. McCluskey toma nuevamente las riendas de la voz para alertar sobre esa nueva revolución: “La era del Pacífico se acerca como un diluvio, empapándonos de arriba abajo una y otra vez, se está extendiendo desde el este como un tren a toda velocidad, a medida que las ruedas se van parando y perdemos la partida”. Este estribillo, con esta letra y esa melodía con ese cierto regusto triste no sé cómo se lo tomaría el siempre interesante mercado japonés desde el punto de vista musical/comercial… La banda lo enfoca como si fuera el fin del mundo. Consideraciones políticas/económicas aparte, se trata de una bonita canción. “The dead girls” contiene una introducción instrumental de más de un minuto de carácter solemne, al igual que el componente de percusión que acompaña la melodía durante todo el metraje. Andy canta con tono desesperanzado y el conjunto de características reseñadas hace que la canción nos dibuje una imagen crepuscular en nuestras mentes tras su escucha. “Shame” fue el single de la polémica. Como ya les he referido, las preferencias de los miembros del grupo era para que “Stay” se llevara la distinción como canción promocional; sin embargo, fue la frágil y delicada balada de desamor la que a instancias de Virgin se ganó el premio. Acompañada de un bucólico videoclip rodado en un bosque con la pareja visible y líder de OMD, Humphreys y McCluskey, “Shame” es por otro lado el tema más sentido en el aspecto lírico del álbum. El estribillo “Llévate tu beso de mi boca, llévate tu corazón de mi corazón, esto no volverá a suceder. Sabes que tus promesas no durarán ni un solo día. Dios sabe que es un pena, pero es la única solución” habla por si sólo, es tierno sin necesidad de caer en lo empalagoso. Curiosamente en el posterior recopilatorio de OMD de 1988 “The Best Of”, “Shame” quedó excluída. No sé si tratará de una venganza del grupo hacía una de sus creaciones, a la que hubieran cogido manía por esa polémica con la discográfica y el lugar que ellos pensaban que tenía que haber ocupado en la planificación de “The Pacific Age”. Si me tengo que pronunciar acerca de la polémica entre “Stay” y “Shame”, decirles que desde su primera escucha “Stay” me pareció una canción evidente para ser editada como single, pero también reconozco que tras unas cuentas escuchas “Shame” ha llegado a calarme igual de hondo, aunque evidentemente de distinta forma, al tratarse de canciones de estilos diferentes.De la canción más lenta y cristalina tanto en lo lírico como en sus tecladitos, se pasa a la mayor experimentación que incluye el lp. “Southern” es una pista instrumental con algunos sampleados de voces (al estilo de lo que hizo David Byrne y Brian Eno en “My Life In The Bush Of Ghosts”). No obstante, este retazo es un vestigio aislado de los experimentos que OMD hacía unos años atrás. Aún así, la melodía es bastante evidente y se aleja mucho de ejemplos anteriores como “ABC auto-industry”, constituyendo el elemento más arriesgado los sampleados mencionados. “Flame of hope” vuelve a los caminos habituales por los que se mueve “The Pacific Age”. Se trata de una canción muy sencilla, pero que con un estribillo bastante esquelético y una intencionada melodía de teclado, conforma una composición ligera (menos de 3 minutos) a la par que notable. Nuevamente se transmite una sensación de lejanía y cierta tristeza. “Goddess of love” abre un combo de 2 canciones de cierto tono alegre y que irá en sentido creciente, ya que “We love you”, rutilante single del álbum, la supera en intensidad y sonido alegre. Tras un listado de temas que nos han reportado tanta carga emotiva y melancólica, ahora es turno de disfrutar un poco y para ello OMD se ponen manos a la obra de forma más que acertada. Quizás “Goddess of love” y “We love you” son algo repetitivas, pero en mi caso, “We love you” actualmente es una de mis canciones preferidas del grupo de todos los tiempos. Con un videoclip al estilo de los de Queen, con una fingida actuación en directo, la canción es una celebración en toda regla. Desprende alegría desde el primer segundo. Un exacerbado optimismo y vitalidad y en parte, me da por pensar, un agradecimiento a sus seguidores. Supongo que McCluskey al cantar el tema en directo reportaría una agradable sensación a los seguidores al escuchar “Os amamos, moriríamos por vosotros, os necesitamos todos los días”. Y qué verdad, porque sin los fans los grupos no son nada. Sin duda, se trata de una de las canciones pop en el sentido más estricto que compuso Orchestral Manoeuvres In The Dark en toda su historia. Sobresaliente composición, a pesar de su repetición vocal. En el posterior recopilatorio se incluyó un remix de 12 pulgadas en lugar del “single edit” al uso. “Watch us fall” supone el cierre de disco. Contrasta los teclados petarderos que destacan en lo instrumental con la calma, fuera de lo que en él es habitual, de Andy en la voz, máxime tras el frenesí de “We love you”. En parte puede suponer como un análisis de la historia del grupo en partes como “vamos para arriba y nos venimos abajo otra vez…”. El caso es que la trayectoria de OMD, para bien o para mal, era descendente en nivel comparativo. A continuación les hablaré de ello para que me entiendan. Creo que nuevamente está bien escogido el tema para echar el telón, ya que tiene un cierto toque electro-acústico y no se trata de una pista agitada que te deje convulso, sino de un medio tiempo que como siempre te permite quedarte pensando en qué has descubierto tras la escucha seguida de todos los temas.
Bueno, pues “The Pacific Age” para nada se trató del disco más celebrado de la historia de OMD. A pesar de que “Forever live and die” consiguió un más que discreto puesto en la lista de sencillos llegando a entrar en el top 20, la edición del disco no supuso o aportó en realidad nada nuevo a la historia de la banda. Se confirmaba la tendencia de los últimos tiempos del grupo, en los cuales se había ajustado a la media global su sonido y se habían dejado a un lado las inquietudes y los ejercicios experimentales de unos años atrás. También de alguna manera, el carácter oscuro que tenían las canciones de OMD en los primeros discos, se abandona y hasta podrían haberse cambiado el nombre a Orchestral Manoeuvres In The Light, haciendo un juego de palabras algo facilón, por la nueva textura y sensación que sus canciones dejaban a partir de 1984.
La portada del disco es una colorista composición, con un dibujo de 2 caras puestas de espaldas una a la otra, simbolizando una el día y otra la noche. Por los bordes se dispone el nombre de la formación y del disco y todo ello salteado con vivos colores azules, morados, rojos, rosas, amarillos, etc. No sé por qué, pero en parte me recuerda a algunas toallas de playa que veo por ahí en verano… ¿no les da a ustedes la misma impresión?
Un aspecto o mejor dicho, una impresión que siempre he tenido, es el relevo que se produjo a mediados de los 80 en lo que al liderato del techno pop se refiere. Orchestral Manoeuvres In The Dark, junto a Ultravox, reinaron en la primera mitad de los años 80, pero a partir de 1984, cedieron su trono a bandas emergentes como Pet Shop Boys o Erasure y a otras que iban consolidando su producto y ganando en seriedad como Depeche Mode.
El caso es que tras la publicación de “The Pacific Age”, la banda se enroló en una larga gira mundial e incluso por Estados Unidos estuvieron mano a mano con Depeche Mode en algunos shows. Tras esto, la banda hizo balance de su historia hasta la época sacando al mercado su “The Best Of”. En este caso, se trata de un excelente recopilatorio y a través del cual accedí a conocer a McCluskey y cia., posteriormente entrando en cada uno de los lps individualmente.
He de reconocer que hacía muchos años que conocía a OMD de nombre, pero sin haber entrado en su discografía y sin tener un solo ítem en mi fondo de discos. Un servidor conocía “Enola gay”, “Electricity” y “Walking on the milky way” de los posteriores 90 y nada más. Gracias a un compañero de trabajo, que me prestó el cd recopilatorio mencionado allá por el mes de noviembre del año pasado, poco a poco he ido adentrándome en la obra de esta fenomenal formación techno. Tras haber indagado en el esqueleto de su historia, he de reconocer que de “The Pacific Age” no me esperaba gran cosa. Los motivos eran que se trataba de su último disco de su primera etapa, algo así como la puesta de sol de la banda, antes de su separación formal, por mucho que Andy continuara con el nombre en los 90.
No sé si será por las pocas expectativas que tenía, pero el caso es que me llevé una tremenda alegría tras escuchar el conjunto global de la obra. Personalmente me gusta bastante más que “Junk Culture”, que fue el trabajo que inició la nueva era en la dirección musical de la banda. Ya sabía que el disco incluía “We love you” por su conocimiento previo a través del recopilatorio, pero la sorpresa vino de la mano de canciones como “Stay”, “Shame” o “Watch us fall”. No voy a plantear la defensa de “The Pacific Age” diciendo que se trate del disco más celebrado de OMD, pero sí hay que reconocer que con eso de tratarse del último trabajo que editó la formación clásica, tiene un carácter muy entrañable y un regusto ciertamente triste y melancólico al suponer el fin de una era.
No hará mucho tiempo que lo ví en Fnac Callao de Madrid al precio amigo de 5,95 eur., al igual que la mayoría de la discografía de la banda. Se lo recomiendo, sobra decirlo. Fue el lp que puso punto y final a la primera etapa de la historia de la formación, por mucho que dicha era se pueda dividir en 2 subetapas por la mayor experimentación de los primeros discos y el sonido más pop de los 3 últimos. Tras esto Andy se fue quedando progresivamente solo al frente de OMD e iniciaría un camino con 3 discos en los años 90, que dignamente le reportó algún tibio medio éxito.
Para terminar esta semana, ya al margen del artículo de OMD, pero relacionado con el mismo por el género musical, decirles que Depeche Mode finalmente han puesto fecha en Madrid dentro de su gira Tour Of The Universe para el próximo 16 de noviembre en el Palacio de los Deportes. El 28 de mayo salen las entradas a la venta y aunque ya son 2 las ocasiones en las que he visto a este trío, intentaré que no haya 2 sin 3. Parece que mis quejas al viento de las pasadas semanas de algún extraño modo se han visto finalmente saciadas. De igual manera, Spandau Ballet, anunciada su milagrosa reunificación hace unos meses, también pisarán la capital 4 días antes de que lo hagan los de Basildon. Las entradas salen a la venta el 4 de junio y la cita será en el Palacio Vistalegre. ¡Buen mes de noviembre nos espera!
17 comentarios:
Excelente análisis de un gran grupo, siempre me ha gustado su estilo de música. Un saludo!
Celebro que te haya gustado la revisión y que tengas presente a OMD en tus preferencias. Gracias por escribir.
yo debo ser de los puristas de la primera etapa, me encantan los 4 primeros discos, me parecen imprescindibles y mi favorito es dazzle ships, luego de los tres siguientes destacaria crush pero ninguno termina de convencerme, demasiado inseguros y comerciales, canciones como we love you o shame me parecen insoportables aunque forever live and die me encanta, ¿los viste en el summercase?
http://elgatokilo.blogspot.com/2007/07/summercase-madrid-2007.html
El gato kilo, efectivamente es un claro descaro comercial, pero no sé, a mi me gustan "We love you" y "Shame". Cosas inexplicables que tiene la música, supongo. Lo que es irrefutable y que apuntas, es que sus 4 primeros discos son monumentales.
Ójala les hubiera podido ver en el Summercase... Está difícil volver a verles por Madrid. Echaré un ojo a ese link que me has dejado.
Por cierto, estos días de vacaciones en Marruecos vi en un canal francés de arte, un especial sobre música electrónica de la new wave. Me llamó principalmente la atención que salía Paul Humphreys, algo mayor y con bastantes claros en pelo rubio, hablando de sintetizadores y de cómo funcionaba OMD en sus inicios.
Por otro lado, y como apuntas bien, Humphreys en la entrevista aceptaba el hecho que la 2ª mitad de los 80 no les fue amable y perdieron mucho atractivo.
Gracias por escribir.
Basicamente en la segunda mitad de los 80 empezaron a gustar bastante en USA y a dismunuir su exito en Europa, supongo que algo tenia que ver discos como crush o pacific age que tiene un sonido que tira al pop americano de la epoca y la accesibilidad de temas como "so in love" o "dreaming" que fueron exitos alli mientras que en Europa pasarian bastante desapercibidos.
Tampoco es que deteste la segunda epoca de OMD, hay canciones muy buenas pero ya no percibo el concepto tan fuerte de album que habia en la primera etapa, en la segunda etapa hay canciones mejores y peores pero no veo esa unidad.
Por cierto que la etapa en solitario de los 90 no esta nada mal, sobretodo "sugartax" pero esa es otra historia.
Aqui escribi un par de miniarticulos sobre ellos con motivo de la publicacion de la recopilacion "messages"
http://elgatokilo.blogspot.com/2008/10/omd-messages-omd-greatest-hits.html
y del video de la gira repasando "architecture and morality"
http://elgatokilo.blogspot.com/2008/10/omd-architecture-morality-and-more.html
El gato kilo, efectivamente hay un antes y un después de "Dazzle Ships", como ya referí en la revisión.
2 etapas claramente diferenciadas. A mi me gustan las 2, pero es muy normal que mucha gente purista de la buena electrónica, le diera alguna que otra patada en el estómago esos 3 discos posteriores.
Me han parecido excelentes las revisiones de tu blog. Haces un buen trabajo.
Gracias por escribir.
hay una entrevista a paul hecha por un fan en el que este le manifiesta su predileccion por the pacific age a lo que paul parece sorprenderse pues segun el fue un disco que se hizo en circunstancias muy dificiles por problemas internos de la banda.
Hace poco estuve en paris y alli hay una tienda de discos bastante maja, tenia en mis manos el single en vinilo de "secret" y el single de new order "world, the price of love" al final como solo podia coger uno me hice con el de omd, me gustan mucho new order pero republic no es de mis discos favoritos.
a todo esto me has hecho desempolvar mi viejo vinilo de the pacific age jejeje.
El gato kilo, ya si me dices eso de la entrevista de Humphreys, tendré que sumar "The Pacific Age" a esa lista de obras de las que reniegan sus creadores, pero que sin embargo a mi me gustan, como es el caso de "The Top" de The Cure.
Estoy de acuerdo contigo en que esa 2ª etapa que se marca a partir de "Junk Culture", es menos acertada que la anterior. "Junk Culture" precisamente, me parece algo soso. Pero es quizás ese el motivo por el que me esperaba más bien poco de "The Pacific Age" y de ahí que me sorprendiera tan gratamente, al ver que no estaba tan mal.
Coincido por otro lado contigo en que "Republic" no es mi disco favorito de New Order (y quizás de los que menos me gustan) a pesar de "World" o "Spooky".
Celebro que hayas rescatado tu vinilo de "The Pacific Age". Ese es uno de los propósitos que sigo con mi trabajo: que la gente recupere discos enterrados en el olvido.
Gracias por escribir.
No hay duda de que el video musical de "so in love" esta grabado en españa, tiene toda la pinta de ser Almeria. Älguien lo puede confirmar?
Anónimo, creo que así es. Provincia de Almería en efecto. Según he leído en algún portal creo que concretamente está rodado en el municipio de Alhabia.
Gracias por escribir.
Anda que contento me tienes, tanta danza invisible y tanta leche y que haces que no dices nada del nuevo album de OMD?? pa matarte vamos jeeje.
un abrazo
El gato kilo, te recojo el guante. Antes de final de año tendrás aquí la revisión de "History Of Modern" de Orchestral Manoeuvres In The Dark.
Un abrazo y gracias por escribir.
Hola: Soy de Almería y lo confirmo. Las imágenes de pueblo blanco y plaza de Iglesia son de Alhabia. El cementerio es de Alboloduy. También hay una escena en la ciudad de Almería.
Saludos.
Anónimo, gracias por confirmar esos aspectos del estupendo video de la canción "So in love". Si hago un viaje por la zona, prometo visitar los lugares que aparecen en el clip.
Saludos y gracias por escribir.
Estoy de acuerdo con lo dicho. Sus primeros 4 discos son los OMD que adoro. El "Junk Culture" (pese a "Tesla girls") es soso, "Crash" pese a los dos singles potables me parece el disco más flojo de su carrera, en "Pacific age" remontan el vuelo pero de forma aún algo tímido, excepción del soberbio "Forever" y tal vez "Shame". Luego sí me gusta bastante el single del Best of "Dreaming"; pero coincido que OMD tenía que cambiar sus últimos discos en palabras quizá un tanto exigente, de A.McCluskey no habían sido buenos, el "Sugar tax" su primer disco en "solitario" con el nombre de OMD es muy, muy bueno, y es difícil porque en realidad se adecua a los 90 con un disco de baile, pero de una calidad tremenda, recuerda eso sí -y no le hizo gracia que se lo diijeran algunos medios de comunicación- al sonido más bailable de Pet Shop Boys; para mi el "Liberator" es como una segunda parte de "Sugar tax" algo inferior, pero nada mala en absoluto, y ya con "Universal", McCluskey mezcla un poco su sonido con el britpop, y sale un disco muy irregular, salvando por el single "Walking on a milky way"y algún otro tema.
Lo que sucede es que OMD vuelve a estar para mí en el olimpo de los más grandes del tecnopop de todos los tiempos por la inteligente revisión que en cierta medida hacen de su propio sonido con auténticos temazos -si ya se que suenan parecidos a sus clásicos inmortales- pero me encantan temas como "Sister Mary says","H.of modern", "Dresden", la kraftwerkiana "Metroland" o la balada cantada por Paul "Stay with me".
Reconozco que de todos los retornos de dinosaurios del pop electrónico, el que más me ha flipado ha sido el de OMD, por hacer lo que mejor saben, su sonido primigenio adaptándolo pero tampoco en exceso a la época actual.
cvb, la verdad es que nadie esperaba un retorno del cuarteto clásico tan bueno como el que han protagonizado. 2 discos muy muy buenos. De lo que comentas de Andy él solito al frente de OMD, en "Universal" también es muy destacable el tema que le da el título. Gracias a su vuelta pude verles en un concierto brutal en 2011 y en otro muy especial a finales de 2010 en los estudios de M80.
Gracias por escribir.
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