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sábado, 4 de abril de 2009

1996 Los Sencillos - Los Sencillos

Con el consecuente cansancio proveniente del concierto de Franz Ferdinand de hace unas escasas horas, aquí llego a nuestra cita habitual. Evidentemente, la crónica del espectáculo que acabo de vivir se publicará la siguiente semana, con lo que pasemos a centrarnos en la obra que rescatamos hoy. Eso sí, les anticipo que lo que se vivió en el Palacio de los Deportes anoche fue apabullante; en breve les hablaré de ello. A lo que vamos, hace ya un tiempo que tenemos bastante abandonado el panorama patrio, con lo que hoy analizaremos un disco de un grupo español.

El grupo que escogemos para esta semana, es la formación que lideraba Miqui Puig. Los Sencillos eran un grupo de 5 chavales de Barcelona que surgieron a finales de los 80. El primer disco que editaron allá por 1990 tuvo ya una buena recepción. Se titulaba “De Placer!” e incluía clásicos como “Mala mujer” o “No, por eso no”, recordada por su videoclip, que a la par que nos mostraba a Miqui Puig, como mod que es, montado en una scooter, también contaba con la aparición de un joven Javier Bardem.

No obstante, el verdadero éxito de Los Sencillos lo reportaría el disco “Encasadenadie”, editado en 1992 y que contenía el verdadero inmortal del grupo: “Bonito es”. Es probable que ésta sea la única canción que muchos ustedes conozcan de la banda o, mejor dicho, que asocien a la banda. Sin embargo otras canciones como las citadas del primer disco o “Buena puntería” del álbum “Seres Positivos”, también les sonarán perfectamente.

He escogido de la carrera de Los Sencillos su disco homónimo del año 1996 y que por otro lado, sería el último que grabarían los componentes originales de la banda; es decir, Francesc Pascua encargado de los teclados, Albert Mallorca a la batería, Maria Roch al bajo, Germán Ycobalzeta a la guitarra y Miqui Puig como líder y cantante.

El disco abre con “Se fuerza la máquina”. Un homenaje al esfuerzo y trabajo que se esconde detrás de la actividad de un apasionado grupo musical, eso sí, llevado al extremo: “Se fuerza la máquina, de noche y de día y el cantante con los músicos se juega la vida…”. En lo instrumental, destacan los primeros acordes de sonido rumbero, para luego progresar hacia un sonido que te transporta a finales de los 70. “Poco loco” deja de un lado el ritmo bailable de la primera pista. Es un tema mucho más relajado, en el que Miqui se gusta especialmente al micrófono; a ratos alcanza matices sensuales y galantes, como por ejemplo cuando dice “puedo ser drácula para Winona, un cohete para Tintín…”. “Rómpelo” adopta nuevamente un enfoque más desenfadado y animado. Los Sencillos recuperan aquí esos coros que tan bien les habían funcionado en tiempos pasados como por ejemplo en “No, por eso no”. Se establece un diálogo entre Miqui y los coros. La letra va por los derroteros habituales que utiliza Miqui derivados de las dificultades y las turbulencias de las relaciones amorosas. “Nada es como lo ves” fue un single adelantado varios meses a la publicación del disco, si no recuerdo mal. Un tema funk muy interesante, oscilante, bailable y delicioso. Las secciones de metales de vientos utilizados y los teclados setenteros que lo acompañan consiguen una melodía muy pegadiza. Miqui se relaja y se recrea a lo largo de toda la canción. No sé porqué me gusta especialmente la frase “sé que entiendo suelo cada vez que dices miedo”. Quizás sea uno de los mejores instantes del disco, aunque se recuerde más “Abre tu mente” que esta canción a nivel colectivo, a pesar de su condición de single de aperitivo. Los Sencillos nos quieren hacer bailar, pero como se demuestra en el sonido de esta canción, no están dispuesto a conseguirlo a cualquier precio, sino utilizando un sonido exquisito y muy elaborado. Tras tanto ritmo, se llega a “2 minutos de gloria”, que cambia de tercio para afrontar un sonido más pausado, todavía haciendo uso de ciertos arreglos de viento. “Cada día es su día” es mi preferida de largo del disco. De sonido nocturno y serio, con una acertada guitarra eléctrica y Puig en su mejor momento vocal de todo el disco, esta canción tiene un estribillo juguetón: “Hoy, ayer, mañana; cada día es su día y cada día un día más… Ooooootra vez”. Viene a poner de manifiesto que, dejando de lado el lado amable y alegre que solían aplicar, Los Sencillos si querían ponerse más serios y reflexivos lo sabían hacer magistralmente. “Mi amiga la sirena” como dice la misma canción “vuelve a la orilla” en la que solía moverse el grupo. Quizás por la letra y en parte por su sonido, es la pista más veraniega de todo el disco, sobre todo por la percusión utilizada en la misma. “Mediodía en la tierra” es una canción de sabor gamberro, sobre todo por la entonación chulesca que utiliza Miqui. Los coros infantiles en plan coral que tiene, le dan un toque muy peculiar. De los instantes más cercanos al sonido “Madchester” y los Happy Mondays del disco. Una de las acertadas influencias y ecos que desprende el disco “Los Sencillos”, aquí y en la canción de cierre “Abre tu mente”, aunque yo creo que en “Mediodía en la tierra” se ve de forma más clara. “Spiderman” es una simpática canción con una disparatada letra en homenaje al personaje de cómic, y me quedo con el sonido grave del “Yo quiero ser, yo quiero ser, yo quiero ser” del estribillo que desemboca en un “¡Spiderman!” desaforado de Miqui. En lo sonoro, la canción destaca por sus teclados setenteros y la guitarra de corte funky que recorre casi toda su duración. “Abre tu mente” es la elegida para dar carpetazo al disco. Está inteligentemente colocada para dejar un buen sabor de boca y de resonancia, ya que la canción es quizás el single más recordado del álbum. Nuevamente asociada al sonido de Manchester de finales de los 80 y comienzos de los 90, el video que se grabó para la ocasión es reminiscente del “Give it away” de Red Hot Chili Peppers y vemos a Miqui con una imposible peluca en la cabeza y con los ojos pintados en los párpados.

“Los Sencillos” podría decirse que fuera el último trabajo de Los Sencillos propiamente dicho. Me explico. A pesar de que en 1997 viera la luz “Bultacos Y Montesas” y que en 1999 se editara “Colección De Favoritas”, sería este trabajo el que supondría el punto y final a la actividad conjunta de la formación completa y clásica de los Sencillos; es decir, la compuesta por Puig, Ycobalzeta, Mallorca, Pascua y Roch. En “Bultacos Y Montesas” ya solo quedaría de los miembros originales junto a Puig (y tampoco estoy seguro al 100%) Albert Mallorca.

El siguiente lp tendría otro éxito en formato de single, claramente oportunista, que viene a demostrar la inteligencia de Puig. Me refiero al tema “Phutbol” en claro homenaje a la fiebre que existía en aquella época por el deporte rey en nuestro país, que incluso llevaba a tener jornada de liga los lunes por la noche de forma televisada.

Tras este punto, el éxito comercial de Los Sencillos vendría decayendo, a pesar de que el nivel de las composiciones que conforman “Colección De Favoritas” raya a un altísimo nivel. Sin ir más lejos cito “Todo va bien” o “Drama” como ejemplos inmediatos. Esta edición ya se podría considerar el primer disco en solitario de Puig, aunque todavía acuñara el término de Los Sencillos.

En 2002 se hizo tristemente oficial la separación del grupo y Miqui continuó su carrera en solitario con 2 discos de estudio igualmente apañados como fue “Casualidades” de 2004 e “Impar” del pasado año, del que destaco animosamente la canción “Miqui contra el mundo”. También hubo tiempo para que en 2007 se editara en formato cd y dvd un concierto conmemorativo de la trayectoria musical de Puig titulado “Miope”.

Miqui desde los últimos coletazos de Los Sencillos ya ha venido colaborando de distintas formas en los medios, desde su aparición en el jurado de las primeras ediciones de “Lluvia de estrellas” en Antena 3 Tv cuando lo presentaba Bertín Osborne, hasta sus recientes participaciones como jurado en varios talent shows como “Factor X” o “Tienes talento”, dando rienda suelta a su lado más crítico, ácido y menos amable. Digo esto porque he tenido ocasión de hablar en 2 ocasiones con Miqui, una en un previo de concierto y otra en un post concierto, y es un tipo muy cercano, simpático y amable.

Vamos al apartado de conclusiones o reflexiones, que siempre me gusta dejarles, más allá de la exposición o presentación del disco. El propio título del blog lo indica; aquí busco que a parte de que se deleiten con la música, les dé algo para pensar y exprimirla al máximo. La idea que les planteo hoy, va relacionada con la posición que ocupaban Los Sencillos a nivel nacional dentro de la música. Me da por pensar que es un grupo que era demasiado indie para ser comercial y que a su vez era demasiado comercial para ser indie.

Con esta percepción, Los Sencillos estaban en un territorio de nadie, en el que su posición no se consiguió afianzar lo suficiente, como sí que pasó por ejemplo con La Unión a nivel más comercial o como sucede con Sr. Chinarro a nivel más underground e independiente. Sin embargo, Miqui, como él mismo afirma, igual que es odiado por muchos, también es admirado por bastantes que han sido víctimas de su carisma.

En la actualidad Puig sigue con su carrera en solitario y del resto de la formación clásica, según me pudo contar el propio Miqui ante mi curiosidad, ninguno sigue en el mundo de la música. En sus repertorios de conciertos, la última vez que vi pude hablar con Miqui al final de su concierto de la Sala Galileo, me comentó que estaba pensando en cambiar radicalmente el set list de sus conciertos y que algunas de las canciones que venía tocando últimamente, quizás no las volviera a tocar. Recientemente he tenido noticias de que se planea la reedición de todos los discos de Los Sencillos. Será una suerte, porque el disco hoy expuesto está descatalogado y no sé muy bien como podrán dar con él.

Además de su carrera de cantante, y sus colaboraciones televisivas, Miqui es un reputadísimo Dj y ha llegado a ser el encargado de pinchar discos en fiestas bastante selectas. Lo que hoy hemos abordado, es uno de los excelentes discos que editó al frente de Los Sencillos en los años 90, y por otro lado la banda sonora perfecta de la Barcelona de mediados de la pasada década, al menos para mi por los viajes que realicé a la Ciudad Condal en aquella época. Supone un cambio respecto al sonido que Los Sencillos habían desarrollado en sus 3 primeras entregas, girando hacia unas influencias más propias de la década de los 70, que de los años 60. Termino hoy con un juego de palabras muy venido al caso: abran su mente a Los Sencillos, porque nada es como lo ven.

3 comentarios:

Grobeto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Grobeto dijo...

Decía Rosendo Mercado: "En el mundo de la música no hay para todos y hay grandísimos músicos que, lamentablemente, se quedan en el camino". Pues bien, éste no es el caso de Miqui Puig y Los Sencillos, cuyos discos duermen merecidamente el sueño de los justos.

Por lo que recuerdo de ellos ("Mala mujer", "Bonito es", "Se fuerza la máquina" o "El bar de Lis") poco o nada han aportado al panorama musical patrio. Los arreglos son comerciales a más no poder y las letras, estúpidas hasta la náusea. Sólo se salva, a mi jucio, "Se fuerza la máquina" y más por la energía de la canción original de Gato Pérez que por la calidad de la versión del grupo catalán.

En resumen, que si no fuera por la popularidad adquirida recientemente por Miqui gracias a su aparición como jurado en diversos concursos, nadie se acordaría de Los Sencillos más allá de como grupo de una sola canción, como The Refrescos (sic) y nos habríamos ahorrado el tener que ver al Sr. Puig arrastrádose con más pena que gloria por los escenarios de diversos festivales con su "Conjunto Eléctrico".

Abacab dijo...

Bueno, es evidente que Los Sencillos no son santo de tu devoción. Aún así, creo que la exposición de tu postura opuesta la has expresado de una forma bastante respetuosa. Espero que futuras entregas a publicar sean más de tu agrada. Gracias por escribir.