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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Concierto Loquillo. La Elipa (17-09-2011)

La ocasión era especial y Loquillo así lo sentía y exteriorizaba. El Loco se presentaba en mitad de la gira de celebración de sus 3 décadas en el mundo de la música ni más ni menos que en el barrio madrileño de La Elipa, asunto este para nada baladí. Y es que La Elipa es la patria chica de los inmortales Burning, banda a la que Loquillo desde sus inicios profesó clara admiración y con cuyos miembros o componentes históricos ha tenido una férrea amistad. No en vano, el espíritu del malogrado Pepe Risi estuvo muy presente la noche del pasado sábado a las puertas del cementerio de La Almudena, que fue donde se celebró el concierto.A eso de las 22.10h, previsto el inicio para las 22.30h, no cabía ni un jodido alfiler en el recinto callejero. De malas formas conseguimos situarnos en 6ª fila, muy ladeados a la derecha del escenario según estás mirándolo; con todo, no me libré de algún que otro impertinente, que en un para nada privilegiado emplazamiento, se quejaba de que no le dejaba ver. En consecuencia las fotos son horrorosas, pero bueno, esto es lo que hay. De hecho, aquí se aprecia que La Elipa conoce bien a Loquillo y se le tiene en mucha estima, de ahí esta admirable expectación, que honra y mucho a José Mª Sanz, y que ya supuso un punto distintivo respecto a aquel concierto en el que vi a Loquillo el 11 de octubre del pasado año en Leganés, donde la audiencia era notable, pero no había lugar a apreturas, cosa que aquí sí sucedió.El set list apenas supuso variaciones sobre lo que pudimos escuchar hace poco menos de un año en tierras pepineras. Loquillo sigue sintiéndose a gusto con el repertorio de la década de los años 2000, y ofreció nuevamente serias y potentes interpretaciones de composiciones notables como “Línea clara”, “Rock and roll actitud” o “Memoria de jóvenes airados”. No obstante, sí que hubo puntos de variación, como el hecho de que salvo “Las calles de Madrid”, perteneciente al disco “¿Dónde Estabas Tú En El 77?” y que inició el concierto (primer momento de presencia, en este caso en la letra, de Pepe Risi) y “El rompeolas”, el resto de temas clásicos los dispuso Loquillo aglutinados en un final de concierto y notable bis que dejaron al público acojonado de la emoción y potencia.Primero, antes de marcharse para ofrecer 5 temazos, dispuso “Carne para Linda”, en una interpretación realmente abrasiva e intensa y aquella obra magistral que Sabino se sacó en sus últimos días junto a Loquillo titulada “Todo el mundo ama a Isabel”, dispuesta en el mítico “Morir En Primavera”. Esos riffs de guitarras maravillosos, llevados a cabo por los actuales escuderos de lujo del Loco, Jaime Stinus e Igor Paskual, encandilaron a todas las almas que nos juntamos el sábado por la noche en esa zona.Pero si ya les digo que tras marcharse y salir por última vez a escena, Loquillo sirvió en bandeja de plata la versión de “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, “La mataré”, “Feo, fuerte y formal”, “El ritmo del garaje”, “Rock and roll star” y “Cadillac solitario”, ¿qué quieren que les diga? Sobran las palabras. Ya nada más retornar, de forma muy emotiva dedicó el tema inmortal de los Burning a todos los que allí estábamos y a Pepe Risi en especial; por todo el mundo fue muy celebrado que sonara esa pieza tan canalla del rock de nuestro país, por motivos lógicos. También tuvo Loquillo su punto emotivo en otro momento cuando recordó la 1ª vez que pisó La Elipa en compañía de Pepe y Johnny Cifuentes, puntualizando que visitó “unos bares de rock buenísimos”. El Loco tenía al público en la palma de la mano ya sin haber salido a escena, pero se esmeró en cada momento de que esa sensación fuera real y no premeditada, ganándoselo a pulso con detalles personalizados como los descritos y, cómo no, con su entrega, poses, gestos y movimientos irresistibles en el escenario.Para colmo Loquillo tuvo a bien meter el trallazo de “La mataré” tras cantar esos versos de “Mujer fatal, siempre con problemas…”. Por si no lo estaba ya, la histeria se desató completamente y el público coreó a pulmón vivo esos coros que incluye en las partes instrumentales este temazo rock derivado de una rumba. Ese “¡Uuuuh! ¡Por favor! ¡Uuuuh! Sólo quiero matarla. ¡Uuuuh! A punta de navaja, besándola una vez más” retumbó desde el escenario hasta el callejón más recóndito del barrio, debido a que todo el público siguió la interpretación vocal de Loquillo; todos menos yo, que estuve aquejado todo el fin de semana de una afonía, de la cual estuve cuidándome mucho para no tener que estar de baja laboral la presente semana.Se celebró también “Feo, fuerte y formal”, pero más si cabe “El ritmo del garaje”. Con todo, lo mejor del concierto estaba por llegar. En antepenúltimo lugar del set list estaba presente el primer éxito de Loquillo, en aquellos días aún con Los Intocables. Y es que “Rock and roll star” no faltó a la cita, para que Loquillo nos trasladara a todos a los primeros pasos de su carrera. Sin embargo, el postre, cosa que nos faltó en Leganés hace un año debido a unos problemas que tuvo Loquillo en aquel concierto, lo supondría “Cadillac solitario”. Este tema emblemático de los días de mayor gloria del Loco, aquellos que se correspondían con los tiempos de “¡A Por Ellos…! Que Son Pocos Y Cobardes”, pero que sin embargo pertenece a su 2º disco “El Ritmo Del Garaje” supuso el broche de oro a una actuación de Loquillo que se recordará durante mucho tiempo en Madrid por todos aquellos que asistimos al evento. Los desgarradores gritos de “¡Nena!” de la parte final de la canción despertaron hasta al último muerto de los que descansan en los terrenos cercanos al lugar donde se celebró el concierto y nos puso el vello de punta a todos los que estábamos allí.El recuerdo y la emotividad por un lado, y por el otro la actitud rockera y la intensidad se aunaron de forma excepcional en la actuación que Loquillo y su banda actual ofrecieron en el barrio de La Elipa este pasado 17 de septiembre de 2011. Y es que en verdad siempre es un placer y un privilegio poder contemplar un concierto de Loquillo. Si no han asistido nunca a un concierto suyo y no me creen, hagan la prueba. Sí, siempre tendré muchas y muchas peticiones para el set list de los conciertos actuales de Loquillo que no se me van a satisfacer (“Chanel, cocaína y Don Perignon”, “Los ojos vendados”, “Treinta y tantos”, etc.), pero si el Loco ofrece un espectáculo a la altura del que llevó a cabo el sábado pasado en La Elipa, tengan por seguro que no me quejaré al respecto de forma muy airada. Grande Loquillo.

3 comentarios:

el gato kilo dijo...

Vaya tela y yo bien jodido por la boda y encima terminando en un estado mas que lamentable como no puede ser de otra manera cuando vas a un evento de estos y encima ni cocaina ni dom perignon, estos tiempos de austeridad son terribles.

Me alegro de que lo pasastes tan bien en el concierto, otra vez sera para mi, encima una compañera del curro es de la elipa y no fue al concierto, la tia quejandose del ruido y tal pero sí que fue a las jornadas del papa, ver para creer, que poca actitud rock & roll.

Un abrazo!

Deckard dijo...

A raíz de esta crónica, he vuelto a escuchar temas de Loquillo que tenía cási olvidados en lo profundo de mi recuerdo, La mataré es un tema tremendo, no sólo musicalmente hablando, es imposible no sentirse en parte identificado con la letra, y con unos sentimientos de desamor que en alguna manera casi todos hemos vivido en alguna ocación...

Abacab dijo...

El gato kilo, vaya malditismo llevas este año con las ausencias a conciertos por culpa de bodas! A ver si a la próxima no te lo pierdes, ya que ver al Loco merece la pena (y mucho). Vaya telita lo de tu compañera de trabajo... Un abrazo.

Deckard, Loquillo tiene una discografía tan amplia y tan buena que es razonable cada cierto tiempo retornar a su figura y a la escucha de sus discos. "La mataré" es sencillamente uno de los mejores temas de su historia.

A los 2, gracias por escribir.