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jueves, 12 de febrero de 2009

2002 Interpol - Turn On The Bright Lights

Con algo de antelación, les dejo el artículo de la presente semana, ya que este sábado no podré conectarme de forma habitual a internet, debido a un viaje que realizaré a Mallorca durante el fin de semana, para descansar de la rutina habitual.

Seguimos inmersos esta semana en los grupos actuales o, mejor dicho, surgidos en el presente siglo, para reconocer el primer disco de la banda neoyorkina Interpol. Creo que en alguna ocasión he mencionado mi trío de preferencias “clásicas” (The Cure, Depeche Mode y The Smiths) y por otro lado la tríada de favoritos actuales; bueno, pues en la terna de grupos jóvenes predilectos, al lado de The Killers y Editors, se encuentran Interpol.

Se da el caso hoy, de que nuevamente procedo a presentarles el primer trabajo de un grupo, con lo que poco les puedo contar de la historia del grupo que precede al lanzamiento del disco. Les diré que el grupo es un cuarteto liderado por el escocés Paul Banks encargado de la voz cantante y la guitarra, el bajista Carlos Dengler, el guitarrista Daniel Kessler y el batería Sam Fogarino.

El devenir del cantante le llevó a vivir previamente en el sur de España y fue en Nueva York cuando conoció al resto de componentes y se creo Interpol. El origen real del nombre de la banda no lo tengo claro, ya que hay varias elucubraciones por la red que vienen a decir una sarta de chorradas de esas tan graciosas que la gente cuela en portales como la wikipedia. Pues sin más dilación pasemos a lo que nos importa, el análisis de “Turn On The Bright Lights” editado en 2002.

“Untitled” es la canción elegida para abrir el disco, dándole de esta forma un halo de misterio, envuelto en una melodía de hipnotismo de guitarra y bajo, con una velada interpretación vocal, en lo que a su registro habitual se refiere, de Paul Banks. Tema que podría ambientar cualquier paseo nocturno de madrugada por las calles desiertas de cualquier ciudad, como a su vez nos lo proporcionará en unos minutos “Nyc”. Los latigazos de guitarra que periódicamente marcan el ritmo son otra de las características principales del corte. “Obstacle 1” es uno de los primeros himnos de la banda, que se abrieron paso en el mundo indie-underground al ser elegido como single. La cáustica pero rítmica melodía, y la interpretación de parar y arrancar de Banks, conforman una estructura de canción que sería calcada en la posterior “Evil” del siguiente disco “Antics”. Las 2 composiciones son igualmente magníficas, pero por original y estar en primer lugar, elegimos la presente. Lo relevante que aporta, es que conocemos el timbre habitual de la voz de Banks en las canciones, que tantas veces se ha equiparado al de Ian Curtis y que otras tantas Paul ha renegado de ello. El 3er. corte “Nyc”, es una de las piezas más emotivas, atmosféricas, nocturnas y melancólicas compuestas por la banda hasta la fecha. Lo atmosférico viene por el eco de la voz de Paul aportado en la producción. La desolación se ve desde el principio en la letra: “Tenía 7 caras, no sabía cual llevar. Pero estoy acabado, gastando estas noches en soledad, preparándome para no preocuparme… sé que me has apoyado durante mucho tiempo, de alguna forma no me sorprende”. Por lo visto después de todo “Nueva York se preocupa”, pero “tiene que haber algún otro cambio en mi vida” para que esto mejore. Los suaves acordes de guitarra apoyados en un lento bajo de la mano de Dengler y una sostenida batería de Fogarino, acompasan para que nos movamos dentro de ese ritmo pausado tan decadente. Excelente canción, perfecta para la escucha a altas horas de la madrugada, que curiosamente es la que da título al álbum, al estar incluido el título del mismo en la parte final de la letra. Igualmente que “Obstacle 1” nos recuerda a “Evil” de “Antics”, “Pda” me remite a la futura “Slow hands”. De la reflexión y decaimiento pasamos a una melodía más movidita, quizás la más animada del disco y de las que más hacen vibrar a la gente en los conciertos que da la banda. Tremendo protagonismo por parte de la guitarra de Kessler y del propio Banks. Sin compás de espera “Say hello to the angels”, comparada con “This charming man” de The Smiths por sus acordes iniciales, vuelve a irrumpir con fuerza y ánimo, para hacer que el disco siga moviéndose a estas alturas en lo animado y rítmico, al aprovechar el tirón de “Pda”. A continuación se produce un parón en lo que a la intensidad se refiere, para volver a otro tema de corte más oscuro, pausado y de cierto carácter hipnótico, en lo que a sus notas principales se refiere. “Hands away” es un corte prácticamente instrumental y que nos devuelve a la nocturnidad predominante en el disco.Con esas líneas de guitarras tan persistentes y marcadas, “Obstacle 2” entra con un ritmo ciertamente parecido a su primera parte “Obstacle 1”, aunque con un nivel de vertiginosidad menor que el de la canción citada. El siguiente tema “Stella was a diver and she was always down” es una desesperanzada y triste canción sobre la protagonista del título de la misma. Otra vez el oscurantismo y la melancolía son las principales tónicas del carácter de la canción. No deja de resultar curioso que la canción venga presentada por Banks como si de un concierto se tratara diciendo antes de nada: “Esta canción se llama “Stella era buceadora y siempre estaba sumergida””. Es reseñable la desesperación transmitida por Banks cuando grita “Stella… Stella te amo” a mitad de la canción. El corte termina de una forma sumamente decadente y sórdida; “el mar era tan hermético que se rompió” es la frase más repetida de la canción, que se nos queda clavada en la mente y el corazón como una dura estaca. “Roland” podría decirse que en su melodía e intensidad es un retorno a lo experimentado unas pistas atrás en “Pda”. Otra vez comprobamos en este caso la alternancia de las canciones sombrías con las animadas, intercalándose unas con otras. “The new”, sin ir más lejos vuelve a la decadencia, siendo uno de los instantes más íntimos y a la par relajados del álbum. El latente bajo de Dengler es lo que toma la principal atención de la canción en su primer parte hasta que los acordes tan característicos de Daniel Kessler le roban el primer plano. “Leif Erikson” prosigue en el lado oscuro, para que junto a “The new” permita cerrar el disco con un regusto sombrío que da el remate definitivo al carácter del álbum. Canción que puede recordarnos en su sonido o melodía, sin ir más lejos al “Seventeen seconds” de The Cure; podría tratarse del resultado de mezclar “At night” e “In your house” del citado álbum de la banda de Robert Smith.

El disco supuso a la banda la adquisición de un nombre y una reconocida reputación dentro del mundo del rock alternativo. La oscuridad de su sonido y en cierta medida el timbre de voz de Banks, han hecho que constantemente se hayan hecho comparaciones entre Interpol y los Joy Division de Ian Curtis. Comparación que no gusta para nada al grupo y yendo más lejos, han llegado a contrapreguntar en alguna entrevista: “¿Quiénes son Joy Division?”. Sin comentarios.

“Turn On The Bright Lights” puede considerarse como uno de los debuts más prometedores de lo que llevamos de siglo junto al “Hot Fuss” de sus compatriotas The Killers. El sumo decaimiento y la introspectiva de la mayoría de las canciones del disco son de una intensidad pasmosa. Hacía tiempo que no se recibía un disco con tanta carga emotiva tanto en sus letras como en su sonido. El hecho de que el disco también incluyera otras canciones de registro más animado y rítmico, hacía que el trabajo no cayera en la monotonía y la excesiva grandilocuencia, que pudiera haberlo hecho demasiado denso; de esta forma lo que se consigue es un trabajo trascendental en su sonido y abierto en su acogida. La portada con tonos rojizos sobre un fondo o predominio del color negro recrean a la perfección las atmósferas aportadas por las canciones que incluye.

En 2004 salió a la venta “Antics”, tras la edición intermedia de “The Black Ep”, una especie de maxisingle con distintas tomas de algunas canciones del primer disco y algún tema inédito. El disco igualmente raya a un alto nivel, aunque quizás menor que el primer trabajo de la banda y muestra un oscurantismo menor que el mismo. Destacan las ya citadas “Evil” y la publicitaria “Slow hands”. Un mayor ritmo en general que la lenta decadencia que regalaba el álbum hoy analizado.

Ya a nivel de estrellas internacionales, medio encabezando festivales, con giras mundiales (aunque todavía en salas, sin llegar a los Arena o estadios) y con cambio de discográfica incluido, en 2007 se abriría paso a “Our Love To Admire”. Nuevamente la canción elegida como primer sencillo “The Heinrich Maneuver” es un momento inolvidable y un tema impecable. En conjunto, el disco es el que más flojea de lo acontecido hasta la fecha en lanzamientos de lp’s por parte de la formación.

Asociada a esa gira, se celebró un concierto el 8 de noviembre de 2007 en mi “adorada” sala La Riviera, en la que Interpol ofreció un más que aceptable espectáculo, únicamente emborronado por los hijos de su madre de los empleados de seguridad gorilones, que estaban allí aquel día, a los que les iba la vida en impedir una puta foto de mala calidad para recuerdo personal; especifico lo de que nos tocaron aquel día, porque esos tipejos no tenían nada que ver con un compañero de ellos que tuvimos en la sala Joy Eslava unas semanas después en el concierto de Editors en Wintercase ’07. No sé también si el carácter huraño de los chicos de la banda hizo que dieran instrucciones a su manager para que a su vez este aleccionara a la seguridad del recinto para que no se tomaran imágenes. No sé. En todo caso, y por el lado amable, un servidor tiene en su poder la púa del bajo de Carlos Dengler que este mismo tiró al aire al finalizar el concierto y que pude coger al vuelo. Un aceptable souvenir, ¿no?

Por cierto, para dar algo de razón a la actitud hitleriana de los gorilones de la Riviera de aquel día, les dejo 2 imágenes de dicho concierto para que ustedes las disfruten; de otra forma quizás no lo hubiera hecho, pero con tanta represión, se lo han ganado a pulso. Por otro lado, de esta forma inauguramos en el blog la subida o el añadido de imágenes que mucha gente me recomendó que incluyera. Espero que les gusten.
Dejando de lado estas anécdotas personales y tras este mini reportaje fotográfico, pasemos a la reflexión principal que les quiero dejar hoy, en asociación al momento actual del grupo. En la actualidad, la creación y el lanzamiento del tercer disco en un grupo es sumamente importante, de cara a confirmar si la banda va en serio o no. Digamos que tal como está el panorama discográfico, las largas trayectorias con una medio repercusión, pero sin un bombazo discográfico ya no se respaldan. ¿Qué hubiera sido de Simple Minds, U2, Depeche Mode o The Cure en los tiempos actuales que en los años 80 alcanzaron su gran éxito comercial con trabajos posteriores a su 4ª entrega…? El caso es que tras trabajos tan prometedores como primer disco, da la impresión de que los grupos van perdiendo fuerza como la gaseosa.

Veamos el caso de Coldplay, que tras 2 primeros discos excepcionales, ya mostró signos de flaqueza en “X & Y” y que se han venido a confirmar en el, en mi opinión, flojo “Viva La Vida Or Death And All Her Friends”. Tengo una fuerte curiosidad por ver con qué nos sorprenderán Interpol, ya que en mayor o menor medida “Our Love To Admire” tiene un fuerte paralelismo con el citado 3er. disco de Chris Martin y sus acólitos. Espero que esa similitud, por el bien de Interpol, se pierda en su siguiente lanzamiento y estos muchachos nos entreguen una buena obra. El tiempo nos lo dirá, tampoco habrá que esperar mucho. Hoy simplemente encendamos las luces brillantes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito por tu blog, me he leído los posts de The Killers, Franz Ferdinand, Editors, The Cure e Interpol y me han parecido muy acertados... supongo que también por tener gustos bastante similares, jeje. ;-)

El parecido de Leif Erikson=At Night+In Your House no se me había ocurrido, pero me he puesto a escuchar los 3 temas y sí... se parecen!!. :D

Agregado quedas en mi google reader!

Abacab dijo...

Felicitarte a ti también por tu exquisito gusto (desde mi punto de vista). Por otro lado, agradecer sinceramente tus alabanzas; leer posts como el tuyo animan mucho a un servidor a seguir semana tras semana. También me alegra que haya gente que se pare a analizar esas reflexiones que meto y a las que se hace referencia en el título del blog. Es un honor que mi bitácora forme parte de tu google reader. Gracias por escribir.

Chuzz dijo...

Qué bueno era el primero!!

Abacab dijo...

Sin palabra Chuso, no se puede ser más conciso: era una obra de arte.

No obstante, cada vez encuentro más bondades en "Our Love To Admire".

Veremos el nuevo proyecto de Paul Banks, reconvertido en Julian Plenty al margen de la banda... a saber! Gracias por escribir.

seeyouinthenextlife dijo...

El our love to admire tiene lo mejor de Interpol con ese disco llegaron a ser lo que hoy son, pero se necesita ese tercer disco para saber que van a por todo.

Abacab dijo...

Excelente disco sin duda "Our Love To Admire". Como el buen vino, con el tiempo va a más. Gracias por escribir.