Con unos días de adelanto en el día habitual de la subida de los artículos, aquí nos encontramos para un nuevo análisis de un disco y la importancia dentro de la historia del artista o banda que se trate. He de decirles que bastante tiempo he tardado en revisar el disco del que cojo prestado el nick que utilizo en el presente blog. No obstante, a pesar de la obviedad de este aspecto, dando a entender que tarde o temprano llegaría su revisión, he preferido esperar el tiempo necesario a la época del año que considero más adecuada para su escucha. Creo que en alguna ocasión les habré hecho alguna apreciación sobre momentos idóneos para la audición de los álbumes que reviso. Manías que tiene uno. Igualmente, y ya rizando el rizo, les diré que es propicio de escucha de lunes a viernes sobre las 20.30h, una vez que ya ha anochecido y, sobre todo si tienen la suerte de encontrarse en casa, claro. Para cerrar este aspecto, decirles que me pasa lo mismo con todo lo relacionado con Phil Collins de por medio editado entre 1980 y 1983.
Llegado el año 1981, Genesis parecían haber logrado la estabilidad que daba la impresión que habían perdido desde el convulso abandono de la nave por parte del genial Peter Gabriel. Desde 1975, se tuvieron que adaptar de tal manera que Phil Collins avanzara desde la batería hasta la voz cantante y unos años después afrontar la marcha del guitarrista Steve Hackett, que dejó en cuadro (mejor dicho en trío) a la formación. Musicalmente, la banda había ido alejándose poco a poco del rock progresivo/sinfónico que profesaron en la 1ª etapa de su trayectoria con Gabriel como líder visible, hasta aproximarse a un sonido más cercano al pop de grandes masas.
1980 había visto la consagración del éxito del trío resultante con la edición del pluscuamperfecto “Duke”. Primer disco del grupo que llegó al nº1 en la lista de ventas del Reino Unido, que incluía una gran variedad de palos tocados: desde la balada “Missunderstanding”, hasta el vivaz pop/rock de “Turn it on again”, pasando por la descomunal y elaboradísima “Duchess”, la cual formaba parte de una especia de suite velada junto a otras 2 pistas del disco.
Igualmente, a los pocos meses, y con su primer matrimonio finiquitado, Phil Collins se había recluido en solitario para componer canciones. Este proceso desembocó en el primer disco en solitario del cantante y batería de la banda, “Face Value”, con el himno “In the air tonight” como canción bandera. Dicho tema como single había llegado más alto que cualquier otro sencillo editado hasta la fecha del grupo. Este hecho no dejó indiferentes al resto de miembros restantes de Genesis, sobre todo al teclista Tony Banks, el cual veía esta situación con cierto recelo.
Aún así, este hecho no supuso la partida de Phil Collins de Genesis y a lo largo de los 80 mantuvo sendas trayectorias de forma paralela, con sus giras independientes incluídas y con tremendo éxito en ambas. El inicio de todo esto, se ve en la grabación del disco que hoy analizamos. Abacab, en comparativa con el disco de Queen analizado la semana anterior, puede equipararse al tratarse de un disco bastante acertado, pero a la sombra de otras obras de la banda. En lo que a su extensión se refiere, supuso una reducción respecto a “Duke”, tanto en duración total como en el número de pistas incluidas.
El disco abre con la canción título. Uno de los temas más electrónicos de Genesis de todos los tiempos con unos hipnóticos teclados de Tony Banks sosteniendo gran parte de la canción. La interpretación vocal de Phil es rabiosa y entusiasta como pocas en el disco, acompañándose de coros sumamente agudos en la parte del estribillo. Probablemente, muchos de ustedes conocerán la versión acortada de los recopilatorios. Una de las bondades de este disco es poder escuchar la parte instrumental del final de la pista, con unas excelentes notas de guitarra eléctrica por parte de Mike Rutherford, junto a los mareantes teclados de Banks. “No reply at all” es mi favorita por antonomasia, aunque con el paso del tiempo otras, que a continuación analizaremos, hayan ido ganando enteros. “No reply at all” cuenta con la inestimable colaboración a los metales de viento por parte de varios miembros de Earth, Wind & Fire. A parte de este característica en el sonido, que tanta personalidad aporta al tema, muy importantes son los teclados de Tony Banks, los cuales son juguetones, fantasiosos y muy elaborados. Esta canción es bastante representativa dentro del sonido que adoptaría Phil Collins en sus 3 primeros discos en solitario, en lo que a la ayuda de las secciones de viento se refiere; si no, atrévanse a establecer un paralelismo de este corte con “I missed again” o “It don’t matter to me” de su discografía en solitario. Letrísticamente es una canción que habla de la incomunicación y el amor no correspondido, pero tratado desde un tono irónico y con una actitud de reirse de uno mismo por el sonido alegre que le da su instrumentación. Phil se pone derrotista en partes como “háblame, nunca me hablas. Parece que puedo hablar, pero puedo escuchar que mi voz se pierde y no hay respuesta”. Una canción alegre y movidita que te puede alegrar el final de un día triste, si es que así fue la jornada que se trate. Es curioso como conocí esta canción. Fue viendo el video en los créditos finales de los valiosos documentales del canal Vh1 “Behind the music” y, claro, no venía cuál era el título de la canción. En aquella época me estaba iniciando en Genesis y tuve que tirar de la letra para posteriormente ir a Fnac y en los libros con las letras de Genesis ir mirando con cuál se correspondía. ¡Qué cosas!, ¿verdad? Por cierto, del videoclip, el cual simplemente recrea al grupo en un plató tocando, resulta muy gracioso cuando los tres componentes del grupo se ponen con los instrumentos de viento a tocar las correspondientes notas. Videoclip igualmente muy parecido al de “I missed again” de Collins en solitario. A continuación nos encontramos con una bizarra (en el sentido anglosajón del término “bizarre”, traducido como extraña) composición de Tony Banks. “Me & Sarah Jane” es una rimbombante canción en lo que a su ritmo se refiere. Nuevamente nos encontramos con otro tema de amor fracasado y una exposición de lo que fueron los tiempos felices al lado de la susodicha Sarah Jane con la que “teníamos algo especial que marchaba”. Si antes les confesé mi debilidad por “No reply at all” y les dije que había algún que otro tema que se iba acercando al puesto de preferida de “Abacab”, una de ellas es la siguiente canción que nos encontramos al escuchar el disco. “Keep it dark” está compuesta por unos estruendosos teclados de Tony Banks, una cálida guitarra de Mike y una nerviosa percusión. Una canción llena de optimismo traducido en partes como “me gustaría poder contarte todas las cosas que me pasaron y todo lo que he visto. Un mundo lleno de gente con corazones alegres, ciudades iluminadas sin miedo a la guerra. Miles de criaturas con vidas felices y sueños de un futuro con sentido y sin necesidad de mentir, de odiar, o esconder”. Al final, todo esto para “Guardarlo en secreto”. Lástima, ¿no? En el estribillo traducido, el videoclip se compone de imágenes del grupo en mitad de una pradera verde con trajes blancos representando esa idealidad descrita. El resto del clip se compone de los chicos de la banda tocando por una oscura ciudad inglesa con sus instrumentos venidos a menos y abrigados por unas taciturnas gabardinas. No sé por qué, pero me gusta mucho dicho video. Tras este acertado tema de corte electrónico, nos damos de frente con el experimentalismo que aporta “Abacab”, de acuerdo con la historia o tradición de Genesis: “Dodo/Lurker”. Concebida como 2 canciones unidas en una, los teclados de Tony vuelven a ser chocantes y el ritmo cambiante. En la parte correspondiente a “Dodo” se producen divagaciones sobre el extinto dodo, sobre el papel del sol, peces y otras cosas. La parte de “Lurker” se inicia con una introducción vocal con algo de misterio en su entonación para decir “2 ojos miraron para ver lo que era y entonces algo habló y esto es lo que me dijo…” y a continuación surge unas chirriantes y casi cómicas notas de teclado de Banks a modo de respuesta. A continuación Phil se pone épico en la interpretación, acompañado por la parte instrumental para dar fin a esta enrevesada composición. Bueno, pues si esta canción o dupla de canciones en una sola les ha resultado complicada, ¿qué decirles de “Who dunnit?”? Personalmente la considero la más floja del disco hoy analizado. Resulta ciertamente cargante, simple y ramplona. La música es monótona, hueca y el disco rallado de Phil Collins en ciertos momentos vocales se hace algo insufrible. A parte de todo esto, la letra bastante repetitiva se basa casi completamente en lo siguiente: “¿fuiste tú o fui yo? ¿Fue ella o fue él? ¿Fue A o fue B? ¿O fue X o fue Y?... pero lo sabemos, lo sabemos… si, no lo sabemos, no lo sabemos… todos lo sabemos, todos lo sabemos”. Da la impresión de que Genesis querían ponerse graciositos. A veces pasa que cuentas un chiste y no hace gracia a nadie, ¿no? Pues eso mismo. Pasemos a cosa más serias. Después del despropósito de “Who dunnit?”, se nos presenta la balada por excelencia del álbum: “Man on the corner”. De un evidente intimismo y muy sentida en la interpretación de Phil, se compone de unos cálidos teclados por parte de Tony, aunque éste no renuncie a cierto enrevesamiento en la estructura de los mismos en la parte final, pero eso sí, en esta ocasión de una forma velada y muy ajustada. La letra es bastante correcta y acertada con partes como el comienzo: “mira al hombre solitario ahí en la esquina, ¿a qué está esperando?, no lo sé. Pero está ahí esperando todos los días. Debe estar esperando que pase algo. Nadie lo conoce, y nadie se preocupa, porque no hay lugar para esconderse, no hay sitio donde esconderse para ti”. Es un ejercicio previo personal de Phil Collins en un tributo a los vagabundos, como concretaría en un futuro en la mundialmente conocida “Another day in paradise” de su carrera independiente de Genesis. Alguien ha dicho alguna vez, que es una de esas baladas que han hecho que Phil Collins cogiera mala fama. Supongo que si dejamos consideraciones externas de lado, podremos disfrutar tan sólo del conjunto global de la canción y apreciar su belleza. Hagamos un esfuerzo pues. Es una canción de ambiente nocturno y cuyo videoclip ayuda a dicha percepción. Tras una composición en solitario de Collins, ya iba siendo hora de que hiciera acto de presencia alguna firmada en solitario por el guitarrista de la banda, el sr. Mike Rutherford. De “Like it or not”, precisamente lo único reseñable que tiene son ciertas notas de guitarra (qué extraño), ya que considero que Phil no se entrega lo suficiente, dando la impresión de que haya quedado agotado del desgañitamiento final que se marcaba al final de su “Man on the corner”. Para terminar el disco se nos coloca un medio tiempo titulado “Another record” que tampoco aporta nada nuevo y que resulta algo sosa o descafeinada.
Quizás el hecho de incluir estas 2 piezas al final del disco, hace que no te quede una percepción general tan buena como se merecería la media del disco. No obstante, hay que tener en cuenta que de un disco de 9 canciones, que solo 3 de ellas sean fácilmente olvidables y que de las aceptables 6 restantes, 4 de ellas sean sencillamente excelentes, es un resultado más que notable. El fallo podría estar en la distribución de las canciones, no obstante tampoco es un ejemplo tan garrafal en dicho aspecto; se me ocurren muchos otros discos que están mucho peor estructurados. Quizás hasta el momento no haya hecho muchos comentarios, por no decir ninguno, sobre este aspecto en la elaboración de un disco, pero supongo que un futuro podré exponerles algún caso más determinante para ver como un correcto orden de las canciones puede resultar clave para que un disco en su conjunto resulte.
La portada y contraportada de “Abacab” es insultantemente simple y se compone básicamente de un fondo blanco y unas manchas de colores superpuestas sobre el mismo. En este momento Genesis ya estaban consagrados como una de las bandas más importantes del mundo y el disco fue un éxito en ventas llegando como su predecesor al nº1 de ventas en el Reino Unido, al igual que harían sus discos posteriores.
A pesar de todo esto, a día de hoy “Abacab”, no me refiero a la canción título, sino al disco, está ciertamente olvidado. La verdad es que se encuentra “escoltado” en la discografía de Genesis por el monumental “Duke” (obra maestra desde mi punto de vista de la etapa Collins) y por su disco gemelo “Genesis”, que aunque estructuralmente se asemejan mucho, el hecho de que este disco incluyera canciones como “Mama” o “That’s all” hace que tenga una mejor reputación generalista que el álbum hoy analizado.
Genesis siguió su reinado en los años 80 con el citado disco “Genesis” y el superventas “Invisible touch”. Paralelamente en el tiempo, Phil Collins también reinó en su carrera en solitario con la edición de discos tan memorables como “… But Seriously” o “No Jacket Required” y diversificando su vida al iniciar sus pinitos como actor. Igualmente, el guitarrista Mike Rutherford no quiso ser menos y fundó su grupo paralelo “Mike & the mechanics” con Paul Carrack como vocalista, consiguiendo igualmente un importante éxito y aceptación, eso sí, inferior a la alcanzada por su compañero en Genesis Phil Collins.
El paso a la década de los 90 vió como tras la edición y correspondiente gira mundial de “We Can Dance”, Phil Collins decidiera abandonar la banda. Los 2 restantes miembros, Mike Rutherford y Tony Banks, no se resignaron a priori a renunciar a Genesis y enterrar definitivamente al grupo. Iniciaron pruebas nuevamente de cantantes para reclutar finalmente al rockero Ray Wilson con el que grabaron “Calling All Stations”. Haciendo una ácida broma con el título de dicho álbum, nadie respondió a la llamada y el proyecto se vió inviable.
Contra todo pronóstico y tras alguna reunión puntual en estudio para corregir o revisar algún tema antiguo, incluso con Gabriel incluido, en 2007 el grupo decidió reunirse para volver a la carretera. Los problemas auditivos de Phil Collins que hicieron que declinara hacer más giras en solitario, propiciaron que se tentara a Peter Gabriel para que llevara la voz cantante en dicha gira. Peter declinó la oferta y Phil tuvo que hacer el esfuerzo de ponerse nuevamente al frente, para rememorar nuevamente las multitudinarias giras que protagonizó junto a Mike y Tony en los 80 y comienzos de los 90. Desde aquí les quiero dar las gracias personalmente por haber incluido un concierto en Madrid en el estadio Vicente Calderón como antaño… ¡qué más hubiéramos querido!
No sé muy bien cuáles son los planes de futuro de la banda y si se meterán a estudio a grabar un nuevo disco tras más de 15 años de silencio en común (sin contar la “etapa” Wilson). Hoy les dejo en compañía de uno de los discos más llevaderos y de fácil escucha dentro de la dilatada trayectoria de Genesis, sin que esa característica menoscabe lo más mínimo su calidad. Disfrútenlo.
5 comentarios:
Totalmente de acuerdo con que este es un gran disco, a la par que menospreciado. Si hubieran prescindido de "Who dunnit" y hubieran incluido "You might recall"(paradójicamente así lo quería el grupo,pero un mandamás de la compañía opinó lo contrario)el disco hubiera ganado mucho.Respecto al vídeo de "Keep it dark" creo que está rodado en Amsterdam,donde a su vez fue grabado el disco.Me alegro de que haya gente que aprecia este tipo de música.
Anónimo, qué razón tienes en lo de "You might recall". Buen apunte sobre el excelente clip de "Keep it dark". Yo también me alegro de ver que haya otra gente que valore este disco como se merece.
Gracias por escribir.
a mis 47 recuerdo aquellas tiendas rebosantes de vinilos con las portadas de GENESIS y, yo adolescente, preguntándome el porque de su éxito. afortunadamente mi familia compró algunos casetes y vinilos -caros entonces y más caros hoy- y hoy lo veo clarísimo. no ataqueis la portada de ABACAB -recordaremos que para el rock progresivo -quizá sea éste el adjetivo más que sinfónico- lo importante no era el músico -de ahí que nunca saliera retratado- ni lo compareis con DUKE. (hasta uno de aquellos fanzines musicales los llamaba marujas) uno es alegre y el otro grande. según una de esas bonitas obras sobre imprescindibles, phil collins es una voz lívida pero con alma. me interesa mucho el análisis tanto que me gustaría saber si os han hecho una entrevista. saludos. alex, alicante. fanzine INTERCAMBIO DE REVISTAS
cartatradicional(at)gmail.com
Anónimo o Alex, bueno, no sé, personalmente "Abacab" me gusta muchísimo (no sé si habrás visto mi nick), pero su portada es simple (o al menos así la veo yo) y es inevitable hacer comparaciones con el disco anterior, aunque el enfoque de ambos, como bien comentas, es totalmente distinto, ya que uno es ambicioso y el otro busca divertir y ser ligero.
Entrevistas me han hecho que yo recuerde un par, una en el radioblog "Luz De Gas" y otra en el programa "Jotacé Y Cia." de &radio de Torrejón de Ardoz. Nada más hasta la fecha.
Saludos y gracias por escribir.
You Might Recall entraba bien en Duke, pero no en Abacab. Who Dunnit? se pudo haber reemplazado por Naminanu, un gran instrumental con onda Brand X. Es cierto, el disco termina débil, quizá, la canción de cierre debió haber sido keep it Dark. Pese a estas críticas, creo que Abacab es un gran disco.
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