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martes, 3 de marzo de 2015

Concierto Band Of Skulls. Madrid (27-02-2015)

El trio británico compuesto por Russell Marsden, Emma Richardson y Matt Hayward, Band Of Skulls, venían de nuevo a Madrid a afianzar la presentación en directo de “Himalayan”, su tercer disco de estudio. El grupo había estado meses atrás en un festival, pero ahora era el turno de la actuación de verdad, en la que ellos lideraban el cartel de la velada.
Y no es baladí, ni mucho menos, el otro grupo que como teloneros de lujo acompañarían a los Band Of Skulls. Zeno And The Stoics son una banda de largo bagaje y a los que recordábamos con cariño y buen sabor de boca de su actuación en el Pepeworld Festival de un 12 de junio de 2007 donde estos chicos formaron parte del cartel de lujo en Las Ventas junto a Smashing Pumpkins y unos The Killers que comenzaban a vivir sus momentos de máximo esplendor. Junto a los interesantes Kasabian y los llamativos Triángulo De Amor Bizarro, Zeno And The Stoics tocaron todavía en unas horas en las que el sol de junio pegaba a base de bien en el ruedo y defendieron su repertorio con solvencia. A modo de “remember”, insertamos una foto que sacamos tirando de zoom desde el tendido madrileño.
Serían las 20.30h pasadas cuando Zeno And The Stoics pisaron las tablas de una sala La Riviera, que olía bastante fuerte a pintura o barniz al entrar, aún a medio gas de gente, la cual estaba dispersa tomándose compas en las diversas barras. Consiguieron con su presencia que la gente se fuera poniendo en “modo concierto” y se arremolinaran frente al escenario.
Recordábamos a Zeno And The Stoics como un grupo de pop/rock con cierto tinte ochentero en su sonido, recordando a los U2 de sus 3 primeros discos. Nos sorprendió la fuerza con la que comenzaron su show en La Riviera como artista invitado de Band Of Skulls. Zeno And The Stoics comenzaron con mucha potencia y también terminaron su repertorio de 45 minutos con sobrada fuerza. Fue en la parte media donde reconocimos las texturas sonoras que más nos llamaron la atención casi ya 8 años atrás (8 años de aquel día… ¡Madre mía! Cómo pasa el tiempo…). Por ahí se anotaron una versión notable del “Across the universe” con mezcla o híbrido (que ellos pusieron así en su set list) de Beatles con Pixies que abrió ese sector más pop.
Dentro de su repertorio propio brilló “Elixir”, dedicada a alguien que cumplía años entre el público. Invitaron a bailar a la gente con “Ladies on the dance floor”. Zeno And The Stoics aceleraron nuevamente en el tramo final de su actuación, terminando con un trallazo como “Jordan”, para dejar con el poso adecuado para recibir la intensidad de Band Of Skulls. Supieron aprovechar sus minutos en escena, bromeando bastante con el público su cantante Jaime Fraile (diciendo en un momento que eran una banda de Nueva York que habían aprendido inglés en esa semana y cuando soltó que se iban a despedir… Con 7 canciones más; cuando realmente quedaban 2) y respondieron nuevamente con solvencia en su cometido. ¿Pasarán otros 8 años hasta que les volvamos a ver? Esperemos que no.
Serían las 21.45h cuando las luces volvieron a apagarse, para dejar iluminado de forma tenue el escenario de La Riviera más aséptico en set que he visto en esa sala en mi vida. Y es que Band Of Skulls no necesita de más que su música y su presencia para llenar un escenario tan generoso en superficie. Y allí se presentaban en efecto el trío, con poco efectismo, pero con muchas ganas de darle a los instrumentos, que al fin y al cabo es de lo que se trata. En Band Of Skulls llama mucho la atención el contrapunto de mesura que supone la bajista y cantante Emma Richardson con respecto a Matt Hayward en la batería y Russell Marsden, guitarrista y también cantante de Band Of Skulls. Por todo, ya que Emma aparte de ser una tía altísima, endulza en parte el aspecto del grupo con su figura y su forma tan elegante de tocar frente a la rudeza de las formas sonoras y de aspecto de Russell y Matt.
El grupo comenzó con arrojo, como por otro lado no podía ser de otra manera, pero con medida. En los primeros compases sonaron por ejemplo el tema que da nombre a su tercer disco “Himalayan”, eligiendo para comenzar con “Light of the morning”. Band Of Skulls fueron testando a la gente que selló un digno aforo de La Riviera que rebasaría los 3 cuartos de entrada y poco a poco los británicos fueron subiendo la ruedecita de la intensidad. A nosotros nos gustó por ejemplo mucho en el tramo inicial del show la alternancia de mesura e intensidad que alterna en sus partes “Bruises” de su 2º disco “Sweet Sour”. Justo después brilló con intensidad el protagonismo vocal de Emma Richardson, que se anotó un triunfo interpretando “Patterns” con mucha fuerza vocal y de su bajo. Abajo Emma a las voces arreando a su bajo, vestida con americana abierta y camisa blanca, pantalón pitillo negro y sus inseparables botines de cowboy.
Hablar de calma dentro de Band Of Skulls suena a chiste. El grupo es más o menos intenso en sus temas. En el sector de potencia más controlada tocaba tras “Patters” turno de “I guess I know you fairly well” y es que tras el lucimiento de Emma, tocaba que Russell se hiciera notar al micrófono, sobre todo en las estrofas, ya que en el estribillo Emma entró con corrección apoyando desde su posición a las voces. Russell en la lejanía y oscuridad en la siguiente imagen.
Para nosotros hubo un punto clave donde ya no hubo retorno que fue la canción que da título al 2º disco de Band Of Skulls “Sweet sour”. Con este clásico del repertorio de Band Of Skulls, el trío terminó de imprimir el ritmo necesario a la gente de las primeras filas. Nosotros ya habíamos hecho nuestro viaje de ida y vuelta al foso de fotógrafos, por primera vez en nuestra vida (tanto para Zeno And The Stoics como para Band Of Skulls) donde, con 2 cojones bien puesto, ahí estuvimos con nuestra birriosa cámara Olympus compacta del año 2006 entre fotógrafos profesionales de otros medios. Oigan, es lo que hay. Tenemos medios limitados y lo hacemos lo mejor que podemos. Con todo, la foto de Matt en la batería de aquí abajo es muy mala, lo sabemos.
Bueno, centrémonos en el show más allá de nuestros aspectos personales. Estábamos en que con “Sweet sour” Band Of Skulls dieron el golpe definitivo sobre el escenario con los riffs de tanto gancho de esta pieza que ejecutó bien Russell y donde comenzaron un camino hasta el final del concierto donde no hubo lugar para momentos anodinos. También se notó que el sonido mejoró mucho para esas alturas, ya que el mismo jugó algo en su contra en los 3 primeros temas, donde las voces de Russell y Emma apenas se distinguían. En la llamativa canción “Himalayan” por ejemplo fue desastroso. Menos mal que la cosa se solventó y no lacró el resto de la actuación. Aunque ya hemos hablado de ella unas líneas más atrás, aquí les insertamos el horrible (por su sonido y mala imagen, solamente achacable a nuestro humilde teléfono móvil) video que grabamos de “Patterns”.
En la 2ª mitad del show fue donde empezaron a caer los pesos pesados. “Sleep at the wheel” sonó contundente y fue recibida con mucha ganas por lógica por parte del público. No obstante, funcionó muy bien justo antes “Brothers and sisters”, muy coreada por el público en su efectivo estribillo que invita a sumarse a la fiesta sin necesidad de mucho. Antes de los bises Band Of Skulls lo dieron todo sin misericordia de nadie que no pudiera seguir el ritmo. Lo hizo con un triplete endiablado (muy al pelo la expresión por el título de uno de los temas) con “Death by diamonds and pearls”, “The devil takes care of his own” y “I know what I am”, donde nuevamente deslumbró Emma Richardson llevando las voces principales. Abajo Emma de cerca.
Baste un detalle para ver lo metida que estaba la gente en el show y las ganas de más: cuandod terminó “I know what I am” y el grupo se metió a los camerinos, gran parte de la sala empezó a corear “otra, otra”, como si no hubiera mañana o como si no tuvieran la certeza de que por lógica había más. En los bises el grupo escatimó algún tema que tenían previsto tocar por lo visto. Se compuso solamente de 2 temas, el primero de ellos otro clásico del grupo como es “Hoochie coochie” y el segundo “Hollywood bowl” del disco de debut de la banda “Baby Darling Doll Face Honey”, con el pusieron punto y final a su actuación. Pensé que “Nightmares” también la incluirían para no dejarse nada en el tintero (alguno más que estaba por mi zona lo iba comentando cuando ya se encendieron las luces de la sala invitándonos a marcharnos), pero parece ser que se la reservarían para la siguiente visita.
Band Of Skulls ofrecieron un espectáculo de rock potente clásico. No precisaron más que del juego de luces básico y se ahorraron soltar chapas al público entre canción y canción (solamente Russell se dirigió en 2 veces al público) para ofrecer una hora y 20 minutos de concierto sin apenas fisuras. Derrocharon energía con su formación clásica de guitarra, bajo y batería y alternancia vocal entre la bajista Emma Richardson y el guitarrista Russell Marsden. Al iluminarse las luces se palpaba satisfacción en general entre la gente. Band Of Skulls no engañan nadie y fueron honestos en su actuación. Su actitud es clara: “ésta es nuestra música y hemos venido a tocarla. A nada más”. Sobra y basta, como diría Fernando Arrabal. Fue un buen plan para una noche de viernes calmada, en el que la intensidad se vivió sin excesos y sin derrapes. Cada mochuelo tiró hacia su olivo y suponemos que las 2 bandas protagonistas se irían a celebrarlo como se merecía. Agradecemos a Mónica Caballero de Promociones Sin Fronteras que contara con nosotros para poder informar sobre este interesante y buen concierto.

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