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sábado, 29 de enero de 2011

Pulp - Intro. The Gift Recordings (1993)

Hoy me traslado personalmente 12 años atrás y a ustedes les propongo viajar 18 años en el tiempo para situarnos justo al inicio del despegue mediático y de éxito de la banda liderada por Jarvis Cocker. Les aseguro que ha sido accidental y no buscado el que hayan coincidido 2 bandas enfrentadas como Wet Wet Wet y Pulp en 2 semanas consecutivas, debido a los malos rollos de Jarvis Cocker con los escoceses encabezados por Marti Pellow. No obstante, al final la cosa ha resultado así y no deja de parecerme curioso.

Y es que desde antes de las navidades tenía ya en mente homenajear a esta especie de recopilatorio, que yo considero disco de estudio como me sucede con el gemelo en concepción “Japanese Whispers” de The Cure, por estas fechas, debido a que me hice con él al precio de 1999 pesetas en enero de 1999 (otra coincidencia, en este caso numérica), en aquellos días en los que cursaba el extinto e intenso curso de C.O.U.. Eran mis días de instituto y Pulp tuvieron un protagonismo bastante importante en aquella temporada 98/99, en la que durante diciembre me hice con “This Is Hardcore” y “Different Class” (regalo de cumpleaños y regalo de navidad, respectivamente) y sería en las rebajas de enero cuando en una mañana de sábado de excursión al centro de Madrid con otros amiguetes de instituto, me hice con esta obra en cuestión.

Por aquellos días, también adquirí la biografía de la editorial La Máscara sobre Pulp y sabía que “Intro” había sido una piedra de toque muy importante, o mejor dicho lo habían sido sus singles en solitario, destacando sobre todo “Babies” o “Razzmatazz”. Pulp parecían haber ido dando tumbos según explicaba aquella biografía desde su debut discográfico en 1983, aunque personalmente estimo que “Freaks” de 1987 es una gran obra, que de haber tenido una mejor producción sería muchísimo mejor.

Parece ser que allá por 1992 Pulp ya se habían asentado como formación, tras varias entradas y salidas de componentes, y contaban con su quinteto clásico formado por Jarvis a las voces, Candida Doyle a los teclados, Russell Senior a las guitarras y violines ocasionales, Nick Banks a la batería y Steve Mackey al bajo.

“Space”, supone una introducción al disco latente y misteriosa, llena de programaciones electrónicas, con Jarvis narrando la letra en plan susurrante, en lugar de cantándola, característica muy presente en esta obra, que rompe con un chorro de intensidad a cargo de los teclados de Candida un poco antes de los 4 minutos de su duración. Antes de ese estallido, la canción ha ido lentamente y de forma casi imperceptible ganando intensidad hasta que los golpes de la batería de Nick nos van haciendo imaginar que se pudiera avecinar un final así. “O.U.”, siglas de “Open university”, es un tema pop interesante, inmediato y que mostraba una mayor perfección en las formas de la banda a la hora de dar forma a una canción. Reside su importancia en que fue el 1º de los singles de esta etapa y en consecuencia el primer sencillo editado de los que se recogen en este disco. Si queremos reflexionar en su sonido, podríamos advertir una especie de adelanto del posterior éxito del grupo “Do you remember the first time?” en esta “O.U.”. “Babies” puede ser considerado como el primer clásico de la historia de Pulp. Aquí el grupo sí que consigue rubricar una perfecta canción pop, por si acaso la gente no hubiera tenido suficiente con la más que aceptable “O.U.”, con una melodía muy rítmica, nada estridente, sino más bien todo lo contrario, consiguiendo aunar sobriedad y animosidad, en la que Jarvis nos narra una historia de líos de faldas con 2 hermanas, con sus dosis de voyeurismo. Fue tal la importancia de este tema, que hasta se grabaron 2 videoclips para el mismo, destacando especialmente uno con una sucesión de planos e imágenes tremendamente vertiginosa, que se ajusta de forma genial al sonido de esta gran canción. Una composición hipnótica a más no poder, con una presencia importantísima de Candida Doyle a los teclados, pero en la que no son menos importantes los circundantes acordes de las guitarras, aparte de los sintetizadores es “Styloroc (nites of Suburbia)”. Jarvis nuevamente en lugar de cantar, narra la letra de la pista, creando un fuerte contraste entre el acelerado y recargado componente musical y su oscura y grave muestra vocal. Otro single, menos inmediato, por tener un sonido menos animado y aportar un toque más agrio en su percepción fue “Razzmatazz”. Con el tiempo se le va cogiendo el punto, pero en comparación con otros temas como los otros singles “O.U.” y “Babies”, su alcance de primera mano es mucho más cuesta arriba.Más allá de los singles, “Intro” destaca por la serie de geniales composiciones que guarda en su interior, que comúnmente denomino “joyas ocultas”. La principal maravilla desconocida para el gran público es “Sheffield: sex city”. Con una melodía claramente heredera de los años 70, con un retazo de nocturnidad en su impresión, Jarvis narra una historia que circunda alrededor del sexo y que entre otras cosas cuenta como la ciudad al unísono llega a la culminación del acto en cierto momento de la madrugada. No menos curiosa resulta la introducción a cargo de Candida Doyle, en la que habla de sus sensaciones al oír a sus vecinos follar “un sonido maravilloso, pero no como en las películas…”. Durante gran parte de la canción Jarvis narra la historia, alternando partes cantadas de forma excelente y con un gran sentido del ritmo (como esos puntuales estribillos; lo de puntuales es debido a que coinciden en la melodía, porque la letra varía en algún momento). La música es hipnótica a ratos, íntima, nocturna y quizás la más elaborada de todas las canciones que la acompañan en esta obra. Jarvis proclama que “la ciudad es una mujer, más grande que cualquier otra; sofisticada señorita, quiero ser tu amante, no tu madre o tu hermano…”. Dejando de lado los singles, es de mis canciones favoritas de Pulp de toda su trayectoria, por lo que les recomiendo que no dejen de lado escucharla de la forma que puedan. En la parte final se dispone una pequeña suite pop dedicada en teoría a una ex de Jarvis. “Inside Susan: a story in 3 parts” es precisamente eso, una sucesión de 3 pistas relacionadas en las que se cuenta el devenir de la tal Susan. De estas partes destaco “Stacks” que es una canción pop directa, animada y estupenda. “Inside Susan” propiamente, la parte mediada de la suite, es un tema también muy animoso y acelerado en su melodía, pero que contrasta fuertemente con un Jarvis narrador de la letra, en lugar de ejercer como vocalista melódico. Contrasta con el toque más oscuro y obsesivo que tenían “Space” o “Styloroc (nites of Suburbia)”, al ser en este caso una melodía mucho más alegre y luminosa. Tampoco resulta manco el íntimo final de suite y a la postre del álbum “Intro” que nos aporta “59 Lyndhurst Grove”, con una de esas piezas de corte más personal y comedidas que Cocker sabe firmar de cuando en cuando y que es claramente un anticipo de otras gloriosas canciones posteriores de Pulp como son “Tv movie” o “Dishes” de “This Is Hardcore”, por citar algunos ejemplos. Según he leído por ahí, a la tal Susan, en teoría la exnovia de Jarvis (no sé si sería su verdadero nombre o para no ser tan evidente se cambió el nombre de la misma y posteriormente se diera por aludida), no le hizo nada de gracia la suite de marras. Normal, supongo.

Estamos ante esos casos de disco especial, ya que su cohesión como obra es algo menos consistente debido a que es una agrupación de singles editados previamente. Sin embargo, “Intro” sería muy importante ya que de aquí en adelante Jarvis y sus compañeros se convertirían en una banda de gran éxito a nivel británico e internacional. En las composiciones de “Intro” ya se ve una mayor madurez y destreza compositiva, pero también personalmente creo que las labores de producción mejoraron sustancialmente la cosa, porque reitero que “Freaks”, de haber sido mejor pulido, sería una gran obra.

De aquí en adelante comenzaría el reinado de Pulp, que no fue mayor a nivel mundial debido a aquella guerra acuciada por los medios de comunicación entre Blur y Oasis, que con igual merecimiento fueron los grandes grupos de mediados de los 90. Pulp, al igual que Suede, quedaron en un 2º nivel del escalafón debido a la mediática rivalidad entre Albarn y James como los hermanos Gallagher.

No obstante, dejando de lado agravios comparativos con los grupos abanderados escogidos por el Melody Maker o NME, Pulp editarían tras “Intro. The Gift Recordings” 3 álbumes sin desperdicio. La senda la abriría el monumental “His ’N’ Hers” de 1994, con clásicos de la talla del ya mencionado “Do you remember the first time?” o “Lipgloss”; un disco en el que curiosamente se metió con calzador nuevamente “Babies”, como si hiciera falta tirar de este temazo para apuntalar la obra en sí. “Different Class” sería la culminación de la trayectoria ascendente de Pulp y aunque “This Is Hardcore” de 1997 fue recibido en un principio de forma fría, el tiempo se ha encargado de ponerlo en su lugar. No hace falta hablar más de esta época de la 2ª mitad de los 90 en Pulp, puesto que para ello ya tienen el post que dedicamos a “This Is Hardcore” tiempo atrás.

Resumiendo, “Intro. The Gift Recordings” viene a suponer el inicio de una tetralogía de discos monumental (reitero que lo considero disco de estudio; yo y mis manías discográficas). Ya en la portada se veía una evolución de imagen, mostrándose los Pulp con su look de su era clásica de los años 90, fotografiados en mitad del Soho londinense, iluminados por los numerosos carteles de neón de la zona en mitad de la noche, aunque el climax nocturno de la obra se alcanza en otra ciudad, Sheffield, en la obra maestra “Sheffield: sex city”.

Regresaremos a Pulp, no lo duden. Mi grupo favorito de la década de los 90 (al menos porque en esta época fue cuando mayor éxito tuvieron), es siempre objeto de escuchas cíclicas en mi vida. Les confieso que ha sido una experiencia muy satisfactoria volver a escuchar los 9 temas que conforman “Intro. The Gift Recordings” esta semana tumbado en la cama de mi cuarto a eso de las 20 o 21h, al estilo de lo que hacía justo 12 años atrás. Una época personal que tuvo sus cosas buenas y otras menos agradables; hoy tampoco tengo ganas de aburrirles con mi vida privada, pero quiero terminar el post apuntando que las cosas malas, siempre que se superan y se ven atrás en el tiempo, no son vistas de tan mala manera, por el simple hecho de que has sobrevivido a ellas. Con ello “Intro. The Gift Recordings” es banda sonora de una época de la que no tengo mal recuerdo de mi vida. Ni mucho menos. Espero que les guste.

En el apartado de la radio, comentarles que este miércoles 2 de febrero a las 23.00h el programa versará sobre “Vauxhall And I” de Morrissey. Esta tarde a las 19.00h pueden escuchar la repetición del programa de este pasado miércoles dedicado a “The Pacific Age” de OMD. Y, con esto terminamos por hoy, informarles (aunque ya lo hice vía twitter hace un par de días) que ya está subido el audio del programa sobre “Brothers In Arms” de Dire Straits (“Dmr 2-13” en el reproductor de ivoox de la columna derecha del blog).
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sábado, 22 de enero de 2011

Wet Wet Wet - Popped In Souled Out (1987)

Uno de los grupos de los que erróneamente en nuestro país se tiende a pensar que son un fenómeno de un solo éxito es la banda escocesa Wet Wet Wet. En parte es cierto que su versión de la canción de The Troggs “Love is all around” para la banda sonora de “Cuatro Bodas Y Un Funeral” ha sido lo que más repercusión ha tenido en nuestro país y poco más, pero sin embargo en el Reino Unido esta banda llevaba teniendo un aceptable éxito desde la 2ª mitad de los 80.

Podríamos afirmar que Wet Wet Wet son un grupo algo parecido a otras bandas como New Order, The Lightning Seeds o Erasure, que en España a la mayoría del público suenan a chino (salvo por 2 o 3 canciones), pero que en lo que a las islas británicas se refiere y también a nivel mundial son más conocidas; ya se sabe que los Pirineos son un aislante sonoro en ambos sentidos de circulación demasiado importante.

Según he leído y he oído por ahí, Wet Wet Wet en sus inicios eran un grupo que se dedicaba a hacer versiones ni más ni menos que de los Clash del malogrado Joe Strummer. Escuchando posteriormente la romántica revisión de “Love is all around” e incluso su disco de debut, que es el que he escogido para esta semana, esta curiosidad de la banda encabezada por el cantante Marti Pellow puede parecer mentira. Junto a Pellow casi siempre han estado a su lado en el grupo Tommy Cunningham, batería y fundador real del grupo, Neil Mitchell a los teclados y Graeme Clark al bajo, que a su vez eran los componentes que daban forma al por entonces cuarteto oficial de Wet Wet Wet.

“Popped In Souled Out”, en lo que su traducción algo macarrónica al español podría ser, significaría algo como “Dentro del pop, fuera del soul”. Esto en cierta forma es una medio broma o coña, ya que Wet Wet Wet es un grupo cuyo estilo pop y fresco en la mayoría de ocasiones está fuertemente impregnado de cierto soul blanco; según algunos como Jarvis Cocker un “falso soul horrible”. Luego les hablaré de esa polémica con el líder de Pulp, pero eso será en el apartado de conclusiones, después del análisis del disco.

El debut discográfico de larga duración de Wet Wet Wet se abre con la canción que terminó de llamarme la atención con respecto a la banda. “Wishing I was lucky” es un ejercicio pop muy rítmico, basado en unas notas de teclado muy marcadas a cargo de Neil, con una guitarra eléctrica dirigiendo la melodía de forma muy acertada en ciertas partes de su duración, destacando también el bajo tan vibrante del que se nutre. Algo que ayudó perfectamente a la canción fue el simpático videoclip que se grabó, en el que aparecían los 4 componentes del grupo viendo la tele y a medida que iban dando al mando a distancia se introducían en el aparato, saliendo en el programa que estaban viendo en cuestión. De mis canciones favoritas de Wet Wet Wet de siempre; al respecto de lo referente a mis parecidos razonables, es innegable la semejanza entre el cantante Marti Pellow y el presentador Jesús Vázquez en este videoclip. “East of the river” bebe de las canciones más pop y comerciales de décadas anteriores, con esos elementos clásicos y de viento que la adornan. Un tema orquestal a ratos, muy luminoso y lleno de vitalidad y buen ánimo. En lo lírico no es muy complicada, destacando ese estribillo cantando en un registro tan alto por Pellow. En parte, se puede establecer un tímido parecido musical con “Shout to the top” de los Style Council de Paul Weller y Mick Talbot. “I remember” toma el relevo, volviéndose algo más sensual en su sonido, restando algo de carácter hinchado, haciendo uso de una marcada base rítmica de percusión y bajo. Con un tema de este estilo, parece ser que los Wet Wet Wet quisieran tomar el relevo de unos Spandau Ballet en trayectoria descendiente por aquellos días. Un tema de este estilo no cuesta imaginárnoslo en la voz de Tony Hadley y con esos instrumentos y toques de viento y saxo a cargo de Steve Norman. Entre los 4 singles promocionales hubo lugar para 2 baladas. Quizás “Angel eyes (home and away)” es la más acertada de las 2. Su videoclip muestra al grupo vestidos con traje y corbata, siguiendo la estética de la portada de la obra, y también se escenifica a una orquesta tocando, que está directamente relacionada con ese aporte clásico del sonido de la canción. Tampoco es que se trate de una composición con un estribillo muy marcado. Quizás su mayor atractivo resida en ciertos adornos vocales que se marca Marti Pellow, demostrando ser un correctísimo cantante, dentro de lo que es un gran sonido romántico, dando lugar sin duda un clásico con mayúsculas dentro de la historia de esta formación escocesa. Puede que la canción que más éxito tuvo del disco fue “Sweet little mistery”. Después de “Love is all around”, fue la siguiente canción que conocí del grupo y aunque no suena mal, he de decir que jamás me ha llamado especialmente la atención. Era objeto de redifusión constante en el programa “So 80’s” de la Vh1 que veía frecuentemente allá por el 2000-2001. Aquí el grupo se marcó otro clip interesante, al menos por el hecho de rodarlo en Gambia. “I don’t believe (Sonny’s letter)” se sobrepasa en lo que a envoltura pastelera se refiere, excediéndose quizás en repeticiones líricas, que le restan interés y más aún cuando le dará el relevo otro sencillo y en todo caso una tremenda balada.“Temptation” fue el 4º single. Tiene un enfoque parecido a “Angel eyes (home and away)”. Lo único que aquí el estribillo es más claro que en la otra, y quizás por esa evidencia sonora es más fácilmente olvidable o, mejor dicho, no es recordada con tanta intensidad para los seguidores de la banda como sí sucede con “Angel eyes (home and away)”. En todo caso y dejando estos agravios comparativos respecto a “Angel eyes (home and away)”, “Temptation” es un corte muy correcto y que suele escucharse con agrado cuando llega su turno en el track list, que incluso incluye un interesante solo de guitarra eléctrica como preludio de su parte final. Un ejercicio pop notable, con una intensidad importante es “I can give you everything”. Particularmente me resulta muy interesante la versión en directo en el dvd “Playing Away At Home” que representa un concierto de los Wet Wet Wet en el estadio del Celtic de Glasgow completamente abarrotado. Después de este momento tan animado y genuinamente pop, da pereza meterse en una balada “souleada” como es “The moment you left me”, que en parte me recuerda a uno de los singles posteriores del grupo como fue “Hold back the river”. Algo mejor resulta “Words of wisdom”. Un ejercicio de pop con ciertos aires funkies, en lo referido a la línea del bajo, y cuya textura en parte nos podría recordar a ciertos retazos de los Level 42. En esta pieza aparecen algunas ayudas vocales, o mejor dicho adornos, en forma de coros femeninos, los cuales le dan un pequeño toque hedonista a esta pista. Abundando en el sector soul y romántico de la obra, Wet Wet Wet se marcan ahora una aceptable revisión de “Don’t let me be lonely tonight” de James Taylor, con una remarcable presencia en los instrumental de los elementos de viento y con Marti Pellow gustándose especialmente en las tareas vocales. Si no tenemos en cuenta la distinta versión de “Wishing I was lucky” que da final a la obra, esta banda escocesa pretende cerrar su disco de debut con la saltarina y animada “World in another”. Una maniobra pop que no desentona, pero que confirma algo que apuntaré a continuación en las reflexiones o conclusiones: la parte final del disco palidece respecto a la 1ª mitad. La distinta versión de “Wishing I was lucky” quizás tiene un mayor énfasis en los elementos de viento y resulta interesante sobre todo ver las variaciones de entonación que ofrece Marti al cantar respecto al single reconocido.

A nivel del Reino Unido sobre todo, “Popped In Souled Out” tuvo muy buena acogida. Ya lo he mencionado, pero hay que remarcar que Wet Wet Wet es un grupo que no ha tenido nunca una especial repercusión en España, más allá del éxito mundial del “Love is all around”. El grupo liderado por Marti Pellow era una banda de estética juvenil, con esa imagen de niños guapitos y buenos, algo pijos quizás, que hacen pop suavecito; estas características hacían que el grupo, como es habitual en estos casos, tuviera un amplio sector de fans entre el público femenino. La portada del disco, como han podido ver en mitad del artículo, puede representar perfectamente la elegancia sonora dentro del género pop que ofrece el álbum.

Consideraciones comerciales o sociales aparte, y centrándonos en lo estrictamente musical, el debut de esta banda escocesa es un aceptable disco pop. Eso sí, dispone de lo que sería una “cara a” del vinilo de una muy alta exigencia, y por el contrario la 2ª parte del disco es mucho más anodina y con un gancho sonoro mucho menor en intensidad. Por ello, afirmo que este álbum, restando un par de temas de la parte final hubiera quedado mucho más redondo.

Tras este disco, Wet Wet Wet alcanzarían el nº 1 con un single benéfico para una fundación infantil con una versión de The Beatles de “With a little help from my friends” y continuarían una tradición de discos editados a finales de los 80 y comienzos de los 90, que en las islas británicas tuvieron un éxito comercial razonable, hasta que “Picture This” y su ya citado hit para “Cuatro Bodas Y Un Funeral” les proporcionara su momento de máximo esplendor. En aquellos días de tanto éxito fue cuando el cantante de Pulp, Jarvis Cocker salió en un programa de tv con una camiseta que ponía “Odio a Wet Wet Wet” y les tildó de “grupo de falso soul horrible”; lo he comentado varias veces respecto a otros piques o rivalidades dentro del mundo de la música: me encantan Pulp (mil veces más que Wet Wet Wet), pero por ejemplo escuchando este disco de Pellow y sus compañeros lo paso igualmente bien.

Sin embargo, el grupo no aprovechó el tirón en demasía, alargando demasiado lo que sería su siguiente obra, que pasaría bastante desapercibida a pesar de algún medio hit con algún single perdido. Luego llegaría la marcha de su fundador, el batería Tommy Cunningham, algún disco en solitario de Pellow y la final reunión hace un tiempo, con nada de repercusión o eco en los medios (al menos en lo que se refiere a nuestras tierras). “Popped In Souled Out” es un disco que les ayudará a sentirse animados, ya que destila alegría en muchos de sus cortes. Eso nunca viene mal. También tiene su dosis de baladas por si quieren hacer uso del mismo para algún otro momento. No creo que les disguste, siempre y cuando dejen las consideraciones peyorativas de la comercialidad a un lado y se centren en pasarlo bien.

En nuestro programa de radio en RUAH dedicaremos este próximo miércoles 26 de enero a las 23.00h el programa a Morrissey y su disco “Vauxhall And I”, pudiendo si lo desean esta tarde a las 19.00h escuchar la repetición del programa de este pasado miércoles, en el que estuvimos analizando la magna obra “Brothers In Arms” de Dire Straits. Como ya “twitteé” ayer, el audio del programa sobre “The Top” de The Cure ya está subido y disponible para que lo escuchen en el reproductor de la columna derecha del blog como “Dmr 2-12”.
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sábado, 15 de enero de 2011

Oberón - Insomnio De Una Noche De Verano (2010)

El año 2011 nos traerá nuevos discos de bandas internacionalmente tan importantes como U2, Coldplay y quizás The Killers entre otros, o de artistas de tanta dimensión mediática como la controvertida Lady Gaga. Sin embargo, hoy nos vamos a centrar en una novedad discográfica de un grupo nacional que ya han pasado por nuestro blog y programa de radio, al que siempre he considerado como una formación con una propuesta interesante y que suena realmente bien. Estoy hablándoles de la banda granadina Oberón, que a finales de 2010 ha lanzado al mundo su 2º trabajo discográfico de título “Insomnio De Una Noche De Verano”, un disco que moralmente se puede considerar prácticamente de 2011.

De forma exclusiva, y antes de que el disco estuviera disponible en las tiendas, hemos tenido acceso al mismo a través del contacto directo con el grupo, al que ya podemos considerar a todos los efectos como una banda amiga de “Discos, música y reflexiones”, por el trato que hemos tenido con algunos de sus miembros, con motivo sobre todo de la grabación del programa de radio en el que charlamos con su cantante Kike López, en aquel día sobre el prometedor debut de la formación “Meridiano Cero”.

Para este nuevo disco, la formación sigue siendo la misma. El quinteto que conforma Oberón sigue estando compuesto por Kike López como cantante, Paco Troya a la guitarra, Gregorio Torices al bajo, Raúl López a la batería y Paco Ortega como teclista. Algunos temas ya se pudieron ir escuchando poco a poco a lo largo del año pasado en el myspace del grupo; desde aquí, como es tradición, vamos a analizar al completo este 2º disco de este grupo de Alfacar, para que se vayan haciendo una idea de lo que van a poder encontrar.

Hace tiempo, cuando estaba empezando a conocer el trabajo de Oberón, recuerdo que entré en su myspace y me encontré con un adelanto de lo que sería su 2º álbum, el cuál finalmente ha terminado por ser el primer single y además el tema que da comienzo a la obra y de paso lo titula. Por tanto, la pista “Insomnio de una noche de verano” no es para nada baladí dentro de este lp. Estamos ante una composición tremendamente vital, acelerada, rítmica, alegre y vertiginosa. Un comienzo de disco que desborda buen ánimo y que a buen seguro pondrá el patio patas arriba cuando suene en los conciertos de la banda de aquí en adelante. Además, se ha grabado un acertado y sencillo videoclip del grupo tocando rodeados de fans y amigos, muy en concordancia con el sonido de esta canción, la cuál nos habla de una historia desbordante en ganas de vivir el momento y pasarlo bien. Se cambia de tercio en el 2º paso que damos en el disco, ya que “Éramos dos” tiene un regusto más agrio, melancólico y es que ya desde el propio título nos imaginamos que la historia trata sobre el fin del amor y la separación de quien quieres. Este tema va ganando una intensidad increíble, terminando en una atmósfera fuertemente emotiva en la que te dejas llevar completamente por los coros finales de Kike al micro. Por lo general este nuevo lp de Oberón va a tener un enfoque menos pop y más rock e indie en su sonido respecto a “Meridiano Cero”. En ese sector se encuentra la reflexiva y nocturna “La cruz”, que en su día di con ella en la página de RTVE, con la que el grupo tentaba nuevamente para representar a España en Eurovisión. Además, en la web del ente público televisivo estaba acompañada la misma con un videoclip bastante apañado, en el que veíamos a los componentes del grupo enfrascados en el estudio, inmersos en sus tareas instrumentales o vocales, que por desgracia a día de hoy no aparece por youtube (o al menos yo no he conseguido volverlo a ver). En el plano instrumental es genial la melodía de la guitarra eléctrica y toda la base latente que sostiene su dirección. “Ahora” abunda en el sector rock, dando nuevo protagonismo a las cuerdas, las cuales a ratos son de una notable intensidad, destacando el vibrante bajo de Gregorio al conferirle parte importante al ritmo de este tema. Con unos interesantes acordes se presenta “Maestros” que vuelve a conceder un papel notable a los teclados a cargo de Paco Ortega, los cuales le dan una envoltura más pop y fantasiosa sobre todo en el estribillo tan emotivo que contiene esta canción; creo, y si no lo intentaré hablar con Kike o cualquier otro miembro de Oberón en un programa que estoy gestionando grabar con el grupo para esta 2ª temporada de nuestro espacio de radio, que es un tema muy personal para el cantante de Oberón Kike López, el cuál aparte de ser un excelente vocalista y compositor, también es maestro de primaria. Supongo que tras escuchar la canción, sabiendo esto último que les apunto, sabrán muy bien de qué les hablo. Reitero, es un tema muy intenso en el plano emocional, que nos da paso a “Un salto a mejor”, que regala nuevamente una generosa dosis de ritmo de cuerdas en gran parte de su metraje, pero que a la par ofrece unos interesantes cambios de ritmo, con sus correspondientes paradas; recuerden que en el primer disco de “Oberón” había lugar para piezas muy interesantes en lo que a la estructura se refiere como era la gloriosa “El lugar”.Si hablamos de intensidad quizás uno de los momentos más claros y más rockeros de esta 2ª obra de Oberón es “El bosque de Cebrián”. En “Insomnio De Una Noche de Verano” uno de los puntos más claros es que se define mucho más claramente el sonido del disco, en lo referido a las vigorosas guitarras eléctricas, siendo quizás paradigmática “El bosque de Cebrián”, que vagamente nos puede evocar a “Rencor” del primer trabajo del grupo para que se puedan hacer una idea. “Caída sin red” retorna a los parajes más suaves y ligeros que Oberón ofrece de cuando en cuando, asociados en lo lírico al final de las historias de amor, reflejado en este caso en la citada “caída sin red” a la que evoca esta canción. “Tu nombre” da una vuelta de tuerca en lo que a melancolía se refiere respecto a la canción que le antecede, no solo en el sonido de la pieza, algo más oscuro en las partes fuera del estribillo, sino también en la letra, ya que aquí los recuerdos no son amables como sí lo eran en “Caída sin red”. Una de las grandes joyas ocultas es “Parar el tiempo”, situada en la parte final del disco. Estructuralmente es una canción interesante, con una melodía realmente luminosa y llena de vitalismo, que incluye ciertos matices rítmicos que para nada la hacen monótona y que incluso en algunos momentos me evoca a algún guiño de “Turning japanese” de The Vapors. Una gran pieza, y de mis favoritas de “Insomnio De Una Noche De Verano”. “Nada en esta calle” no es para nada un mal final de disco. Tiene una melodía más marcada a ratos y contundente, pero en todo caso creo que aporta la intensidad y emoción necesaria para conferir un cierre adecuado y acorde con lo que Oberón ha dispuesto en esta su 2ª entrega discográfica, ya que nuevamente la complejidad de la estructura de la canción permite ofrecernos distintos fragmentos con segundos notablemente distintos en su sonido y ánimo.

Oberón con “Insomnio De Una Noche De Verano” han venido a confirmar que son un grupo que hay que tener muy en cuenta. Sus canciones disponen melodías realmente interesantes, llevaderas y todo ello está inconfundiblemente mezclado con el sentimiento que estos 5 muchachos ponen a la hora de componer su música y de grabarla en el estudio.

El sonido que se dispone es menos inmediato que el que se ponía sobre la mesa en “Meridiano Cero”. Quizás las canciones que más fácilmente puedan entrar a cualquiera son las 3 primeras y el resto de las composiciones requieren un tiempo mayor para conseguir disfrutarlas como se merecen. Es el caso por ejemplo de las 2 últimas canciones del disco, que con el tiempo estoy seguro que al igual que a mi me sucede, se convertirán en algunas de sus favoritas. Continuando con el análisis meramente instrumental, he de decir que me ha dado algo de lástima no poder escuchar a Paco Ortega y sus siempre interesantes notas de saxofón, que tanta personalidad dieron al grupo en temas como “Pretty song” de “Meridiano Cero”; Kike al respecto ya me comentó en la entrevista que le realizamos, que Paco no veía muy claro introducir el saxofón en las composiciones, a pesar de los ánimos que le daban el resto de los componentes de Oberón para que accediera a ello. No obstante, aquí el enfoque es distinto. Por lo general “Insomnio De Una Noche De Verano” es un disco más rock y contundente que “Meridiano Cero”, a pesar de que la ópera prima de Oberón incluyera trallazos realmente intensos puntuales como “Mundo desquiciado” o “Rencor”.

El disco, sin embargo muestra una portada estrictamente pop, con ese dibujo de los componentes del grupo, con un fuerte colorido, lo cuál puede llevarnos a engaños. Esta primavera Oberón comenzará a defender su nuevo disco en directo. Por los alrededores de Madrid ya estamos deseando volver a verles con un repertorio mucho más amplio derivado de sus 2 discos ya editados y en el que podremos alternar esas tremendas composiciones que formaban parte de “Meridiano Cero” con estas otras igualmente acertadas que les han tomado el relevo.

No hay duda de que este 2011 discos como “Born This Way” de Lady Gaga y el esperado nuevo trabajo de Coldplay serán los que marquen el ritmo discográfico del año. Pretender que “Insomnio De Una Noche De Verano” les haga sombra quizás sea algo exagerado, pero sí que es imprescindible que le hagan un hueco en sus rincones musicales, ya que Oberón es un grupo que siempre reporta unos buenos minutos sonoros cuando pones a reproducir alguno de sus discos.

Quizás de “Insomnio De Una Noche De Verano” hay que esperar algo más asequible como sea el hecho de que siga permitiendo a Oberón escalar dentro del panorama musical nacional, como por ejemplo que el videoclip de la canción que da título al disco y es el primer single se vea con regularidad en Kiss Tv, que es lo único de televisión musical que nos queda a nivel nacional.

Dicen que el éxito trabajado es el más duradero, y quizás hagan falta 4 discos, como sucedió con otra gran banda como Second, para que Oberón comience a tener una difusión acorde con la calidad musical de sus composiciones. Yo confío en que el grupo siga trabajando y poco a poco vayan ampliando fronteras. Desde mi humilde blog y programa de radio de tan corto alcance en Radio Universitaria de Alcalá de Henares siempre tendrán mi apoyo; por fortuna, hay otras figuras y periodistas en medios con más posibles y difusión que también abogan por la música de Oberón, lo cuáles podrán hacer más que un servidor por la causa.

En breve intentaremos tener de nuevo a este grupo en nuestro programa de radio, a la par que repasaremos varias canciones de este disco. De momento, este miércoles podrán escuchar un programa dedicado al inmortal “Brothers In Arms” de Dire Straits, que en parte viene a cumplir con la petición de uno de los seguidores habituales del blog y programa, el gran Serreina autor del sobresaliente blog sobre el 7º arte “Afición Por Y Para El Cine”. ¡Ah! Y esta tarde a las 19.00h la redifusión del programa dedicado a “The Top” de The Cure.
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sábado, 8 de enero de 2011

Roxy Music - Stranded (1973)

El público general que no conozca demasiado a fondo la trayectoria musical de Roxy Music, puede tener una idea algo sesgada de su estilo. Comúnmente se tiende a pensar que la banda liderada por el dandy Brian Ferry se movió siempre en los derroteros elegantes, refinados y románticos de su última obra de estudio “Avalon”, por otro lado, quizás su momento de mayor éxito. Y pensar eso es un error.

El motivo estriba en que esta banda en la que se reunieron varios genios musicales como Brian Eno, Phil Manzanera, el propio Ferry y otros más, comenzaron su andadura allá por comienzos de los años 70, en los que la psicodelia y el glam campaban a sus anchas. Y Roxy Music no eran una excepción a esas corrientes, y más aún si tenemos en cuenta que en sus primeros días se encontraba en sus filas el peculiar Brian Eno aportando su granito de arena.

Uno de mis discos favoritos de Roxy Music precisamente es el primero que editaron tras la marcha de Brian Eno, que comenzaría en esos días a labrar su leyenda como productor de gran éxito. Les hablo del lp “Stranded” de 1973, el protagonista de esta semana. Este disco muestra el giro estilístico que poco a poco iría afrontando Roxy Music durante la década en activo que les quedaba por delante, pero por otro lado se ven en la superficie las aludidas formas musicales asociadas a las modas sonoras imperantes en la época en cuestión.

En el plano de la formación de Roxy Music, destacamos lo ya indicado de que “Stranded” sería el primer lp que editó el grupo sin Eno en la formación. Los Roxy se componían de Ferry a la voz, Phil Manzanera la guitarra, Paul Thompson a la batería (de mismo nombre y función que el de Franz Ferdinand), John Gustafson al bajo y Andy Mackay y Eddie Jobson encargándose de instrumentos de viento y sintetizadores.

El comienzo con la apabullante y bullanguera “Street life”, no deja de ser una celebración con varios elementos psicodélicos, con un Brian Ferry realmente rimbombante a las voces, convirtiéndose en la canción más alegre de “Stranded”. En el 2º lugar en el track list, “Just like you” nos permite relajarnos tras el vibrante inicio de disco. Confirma la sección tranquila de Roxy Music y en parte nos encontraremos con una canción bastante parecida como final del disco. Existen piezas de orden exótico y con un toque muy sensual como “Amazona”, que a la par tiene una parte central psicodélica instrumental de lo más interesante. “Psalm” destaca por su melodía de piano y las notas de saxofón, y esa especie de sermón que nos suelta Brian durante casi toda la extensión de la letra.Tras ella, “Serenade” ofrece uno de los momentos animados del disco, con esa melodía de bombo y platillo, pero de una forma más sobria y elegante que la enrevesada y divertida “Street life” que dio comienzo al álbum. Un punto que no deja indiferente a nadie nos lo encontraremos a continuación. “A song for Europe” es una canción de corte clásico instrumental, regusto amargo, que nos enfrenta a un Brian Ferry casi trágico en sus tareas vocales, lo cuál sorprende sobremanera en la parte final de esta pista. Tras esta exageración vocal de Ferry, Roxy Music dispone una composición compleja titulada “Mother of pearl”, con unos primeros compases endiablados y llenos de rabia, ritmo e intensidad, para posteriormente desembocar en una canción de tiempo medio y sonido más amable y llevadero, entre cuyos versos podemos escuchar nombres como Zarathustra ni más ni menos. Para el final se nos dispone una pieza íntima y preciosa titulada “Sunset”, que tras tanta combinación de emociones como las que Roxy disponen sobre este disco, no viene nada mal para ir haciendo balance a la par que escuchas una melodía relajada y relajante.

Ni mucho menos “Stranded” es el disco de mayor éxito y repercusión de Roxy Music de su historia. Sin embargo, hay varios críticos que aplauden a esta obra y yo en este sentido no les voy a quitar la razón. Tras esta obra Roxy Music continuarían una exitosa trayectoria con reconocidas obras de gran éxito como “Country Life” o el ya mencionado “Avalon” en los años ochenta, tras el cual el grupo se separó hasta que hace unos años regresaran en cierta manera a la actividad.

A su favor está que su líder o cabeza visible es una de las grandes figuras del pop/rock de todos los tiempos, siendo considerado como uno de los cantantes más elegantes de la música moderna. “Stranded” no es una excepción en lo que a las portadas tradicionales de Roxy Music se refiere, con una foto de una preciosa mujer en la misma, que en este caso no es ni más ni menos que una conejita de “Playboy” de la época, tumbada sobre el suelo de lo que puede ser una selva o bosque.

Quizás sea un poco arriesgado comenzar con “Stranded” para hablar por 1ª vez de Roxy Music en el blog. Si a ustedes les da por escuchar los discos que propongo en los sistemas actuales de escucha de música on-line y tal, no sé si hubiera sido más apropiado tomar a “Avalon” como piedra de toque. En todo caso, a mi me gusta el riesgo y hay que decir que una vez que le coges el punto a “Stranded” descubres que se trata de un álbum muy entretenido y nada monótono de escuchar. Además, una banda cuyo cantante es el gran vocalista Brian Ferry, es difícil que suene mal. Como pasará con casi todos los grupos que han pasado y pasarán por el blog, en el futuro ya volveremos a la obra de Roxy Music, los cuales, como ya he mencionado, siguen en activo y llevan cierto tiempo coqueteando con volver a editar nuevo material, habiendo estado intermitentemente de gira en los últimos años.

Para finalizar por esta semana, comentarles que este miércoles retomamos la 2ª temporada de “Discos, música y reflexiones” en Radio Universitaria de Alcalá de Henares. En nuestra emisión on-line (puesto que no sé si tendremos muchos seguidores en el área metropolitana de Alcalá de Henares que cojan nuestro dial… Digan “hola” los aludidos) podrán escuchar el programa que esta temporada he dedicado a mi banda favorita de siempre The Cure, en este caso analizando su criticada e infravalorada obra “The Top” de 1984. Espero que les guste el programa. Esta tarde a las 19.00h sonará la repetición del programa dedicado a Angelik Acid, con entrevista incluida a Raúl y Jordi, dos de sus componentes. Por cierto, el audio del programa de The Cabriolets lo subiré de aquí al miércoles en cuanto pueda; la demora a la hora de subirlo a nuestro perfil de ivoox en tanto a la fecha en la que fue emitido, ya comienza a ser importante, por lo que pido disculpas si alguien lo está esperando.

Por cierto, ¿qué prefieren ustedes? ¿Las revisiones largas o algo más cortito como el artículo que hoy he dedicado a “Stranded” de Roxy Music? Espero sus opiniones al respecto.
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sábado, 1 de enero de 2011

Manic Street Preachers - This Is My Truth Tell Me Yours (1998)

Los Manic Street Preachers es un grupo que no sabría muy bien dónde encajar. Esta banda de Gales, son un ejemplo raro en nuestro país, ya que su éxito masivo no es que sea demasiado grande y podrían abanderar quizás la vertiente indie del pop/rock internacional que ha desembarcado en nuestras fronteras. Sin embargo, el disco que es protagonista del blog para esta semana, es algo que nos hace dudar, ya que en su día fue un tremendo éxito comercial y tuvo una repercusión muy importante en España. Quizás sea el punto más álgido a nivel de alcance de los Manic en nuestro territorio, aunque existan obras (sobre todo anteriores, como “Everything Must Go”) que estén mejor valoradas en lo que a calidad musical se refiere por la crítica; no obstante, “This Is My Truth Tell Me Yours” no es un disco flojo. Su éxito se fundamenta en unas composiciones de alto nivel.

En parte, este disco es una continuación del sonido marcado en el previo “Everything Must Go”. Un disco en el que se incluían clásicos de la discografía de la banda en forma de canción, como es el caso de “A design for life”. En lo que a la formación se refiere, se confirmaba el trío tras la ya permanente por aquellos días desaparición de Richey Edwards, siguiendo James Bradfield como voz y guitarrista, Sean Moore a la batería y Nicky Wire como bajista.

La trayectoria de Manic Street Preachers se podía considerar sólida por aquellos días de 1998, pero sin embargo, daba la impresión de que estos galeses estaban uno o dos escalones por debajo, en lo que a repercusión mediática y conocimiento general por parte de la gente se refiere, respecto a bandas contemporáneas como Blur u Oasis, al menos en nuestro país; sin embargo, a pesar de ser compañeros de quinta, no veo clara la inclusión de Manic Street Preachers dentro de la hornada de grupos asociados al brit pop de los 90 como tal.

Por otro lado, y dejando de lado las evidentes diferencias de estilo musical, podríamos establecer un tímido paralelismo con OBK, protagonistas del post de la pasada semana, al afirmar que “Antropop” dentro de la discografía de Jordi y Miguel y “This Is My Truth Tell Me Yours” dentro de la trayectoria de Bradfield y sus compañeros, supone su momento de máximo esplendor y éxito comercial, continuando la senda iniciada en “Everything Must Go”.

Quedaban lejos los tiempos más cañeros de los Manic, y esto se viene a demostrar en el reflexivo tema de apertura de título “The everlasting”. Para nada nos encontramos ante un tema inmediato. Estamos ante una composición con un leve poso melancólico en ciertas partes, y con un James Bradfield sensacional al micrófono. “The everlasting” es una canción que de primeras no te conquista, pero que con el paso de las escuchas se puede convertir en tu favorita del disco, como quizás me sucede a mi a estas alturas de la película y tras varias escuchas de la obra. El single más recordado a nivel histórico, no solo dentro de este disco, de Manic Street Preachers es aquel memorable “If you tolerate this your children will be next”, basado en nuestra cruel guerra civil, con un videoclip que en algunas ocasiones daba algo de grima (en lo referido a los personajes con la boca y los ojos sellados), con esos tonos azules intensos y las blancas vestimentas de los miembros de la banda. En el video aparecía algún periódico de la época a la que alude la canción, en la que se veía el nombre de Azaña en la portada. En lo instrumental es una canción ciertamente emotiva, con una orquestación muy efectista y ambiental, que crea una atmósfera envolvente y compacta. Que se dispongan 3 singles seguidos, nos puede evocar en parte a “The Joshua Tree” de U2; este hecho siempre hace que la segunda parte de un disco sea más agreste de escuchar y tarde más en ser asimilada, pero en todo caso aquí se presenta uno de los momentos más contundentes del álbum, gracias a “You stole the sun from my heart”. Un poco de intensidad y arrojo no viene mal, tras tanta carga emotiva, crepuscular y melancólica, y tanto Bradfield a las voces, como él mismo y sus compañeros a los instrumentos se encargan de ofrecer algo más de rock. “Ready for drowning” mantiene de forma digna la intensidad vivida en “You stole the sun from my heart”, al menos en lo que a las guitarras se refiere. Ciertos matices de órganos, no dejan de resultar interesantes por otro lado en este tema. “Tsunami” aporta unos minutos exóticos, con matices orientales en su sonido, en lo que es una composición pop moderadamente alegre. No sé el efecto que causará esta canción si se escucha en alguna radiofórmula de Tailandia a día de hoy… Probablemente esté prohibida por decreto estatal o algo así. Como curiosidad hay que apuntar que “Tsunami” también se ganó los honores de ser single en los días de promoción de “This Is My Thruth Tell Me Yours”. “My little empire” es el momento más sombrío que nos han presentado en lo que llevamos de disco los Manic Street Preachers. Peca algo de monotonía y nos sirve para descargar algo de tensión tras los 4 singles del disco, más “Ready for drowning” que estaba colada entre medias.“I’m not working” resulta atractiva, sobre todo en sus partes más lánguidas, que son las que se alejan del punto álgido que supone el estribillo. Poco a poco se recupera el ritmo, ya que “You’re tender and you’re tired” gana en desarrollo sonoro, con una base de piano bastante animosa y con una producción que concede un efecto de eco ciertamente especial a la voz de Bradfield. Es una canción de pop/rock muy correcta en las formas, que tiene un estribillo con un cierto gancho y unas partes prosaicas que no desentonan. “Born a girl” aporta otros minutos de calma y de una pausada belleza casi acústica, en la que James nos dice que “hubiera deseado nacer como chica y no como este desastre de hombre”; en este penitente estribillo se alcanzan unos instantes de una delicadeza y sentimiento muy especiales. “Be natural” realmente es de los temas menos impactantes o memorables de la parte final. No viene a aportarnos nada nuevo, al menos en el plano estrictamente instrumental, que no nos haya reportado ya “I’m not working”. Un tema pasable en comparación con 2 joyas ocultas que nos encontraremos entre las 3 piezas que cierran el disco. La primera de ellas no se hace esperar y se presenta en la forma de la orquestal y luminosa “Black dog on my shoulder”. Un tema que desprende una gran alegría y optimismo, vestido de tintes clásicos instrumentales y un cierto aire folk y acústico. Un acierto y en definitiva una pieza que viene a restar melancolía a este “This Is My Truth Tell Me Yours”, que por lo general se mueve en esos derroteros reflexivos, tanto en lo musical como en lo que a la letra se refiere, como estarán pudiendo comprobar. Esta “Black dog on my shoulder” tiene una parte final instrumental sencillamente deliciosa e irresistible. La siguiente joya oculta será la que cierre el disco, pero hay que dejar claro que “Nobody loved you” tampoco es manca. Nos enfrentamos a una canción de las del sector rockero más intenso del disco, que precederá a la también intensa, pero más bien en el plano sentimental y emotivo, “S.Y.M.M.”. Otra gran joya oculta es este cierre, con un ambiental estribillo, con una estructura que llega a tocar la fibra sensible, y con un James Bradfield sensacional al micrófono, controlando a la perfección las subidas y bajadas de tonos vocales y las entonaciones que la canción precisa. Sublime final para un disco que supera de sobra la nota de un 7,5 sobre 10.

“This Is My Truth Tell Me Yours” llegó en un momento en el que el brit pop decaía y los últimos trabajos de Blur, Oasis o Pulp no fueron recibidos con demasiado entusiasmo. En aquellos momentos hubo bandas que aprovecharon el momento para despuntar, sobre todo los Radiohead de Thom Yorke con su obra maestra “Ok Computer” y otras bandas como los Travis de Fran Healy, los Placebo de Brian Molko y los Manic se llevaron parte del pastel de los últimos años de la década de los 90.

James Dean Bradfield y sus compañeros Moore y Wire se ganaron con justicia esa porción de éxito, ya que esta obra que hemos revisado y editaron en 1998 es un disco notable. Su portada, por su fondo azul y las vestimentas claras con las que aparecen los 3 componentes de la banda, nos puede evocar fácilmente al videoclip de “If you tolerate this your children will be next”. Quizás este lp peca de ser algo extenso, tanto en la longitud de los temas (casi ninguno baja de los 4 minutos largos de duración) y en el listado de temas (13 en total). Esos fueron los días de mayor apogeo de los Manic, no solo a nivel de España, sino internacional. En nuestro país recuerdo que con la compra del disco en algunas tiendas, te regalaban una entrada para su concierto en la sala La Riviera… ¡Qué tiempos aquellos! “If you tolerate this your children will be next” recuerdo que fue banda sonora de anuncios publicitarios, con la consecuente difusión o extensión del conocimiento de la misma dentro del público generalista. Por otro lado me acuerdo muy bien de que tanto el clip de esta canción, como los de “You stole the sun from my heart” y “Tsunami” fueron notablemente emitidos en los programas de los 40 Principales de Canal + de aquellos días.

Sin embargo, creo que los Manic no aprovecharon bien este empujón comercial y en la pasada década que acabamos de abandonar, no les fue todo lo bien que hubiera cabido esperar tras este “This Is My Truth Tell Me Yours”. Ni “Know Your Enemy”, ni “Lifeblood”, ni “Send Away The Tigers”, ni “Journal For Plague Lovers” han conseguido un impacto tan potente como la obra que hoy hemos revisado. De hecho, quizás la banda tardó mucho en editar el posterior “Know Your Enemy” y eso quizás propició que se enfriara considerablemente la moda o fiebre de los Manic Street Preachers.

No obstante, cabe lugar para la esperanza, puesto que el último disco que han editado los galeses (no me pregunten por qué motivo durante mucho tiempo pensé que los Manic eran franceses… Quizás sería por el video de “Motorcycle emptyness”) este 2010 “Postcards From A Young Man” ha conseguido hacerse con una críticas excelentes y uno de sus singles abanderados “(It’s not war) Just the end of love” está teniendo en la actualidad una fuerte difusión en canales como Kiss Tv de la mano de un excelente videoclip rodado en plano secuencia y a cámara lenta, el cual representa una partida de ajedrez que termina de la forma más inesperada. Es de una belleza plástica brutal y acompaña correctísimamente a un temazo en toda regla, en la vertiente más rock de los Manic Street Preachers, y que quizás puede suponer un punto de inflexión a favor de Bradfield y cia., lo cual puede que les devuelva a los niveles de popularidad de los finales de los 90 que hoy hemos analizado. Yo, visto lo visto, he de hacerme con este último trabajo “Postcards From A Young Man”, vistas las excelentes críticas que le sitúan como uno de los grandes trabajos del ya año pasado y visto el potencial de “(It’s not war) Just the end of love”, un tema que por otro lado me encanta. No obstante, la propuesta de hoy es echar la vista atrás 13 años. A ver qué les parece como piedra de toque de este 2011.

Por cierto, que tengan ustedes un feliz año nuevo; ya saben que esta semana no ha habido programa nuevo en la radio y estamos con redifusiones de los mejores momentos de la 2ª temporada. No sé si esta tarde a las 19.00h les ayudará a llevar la resaca de anoche escuchar en http://www.ruah.es/online.html la emisión del programa en el que entrevistamos a Javier Ojeda de Danza Invisible y en el que repasamos el disco “Música De Contrabando” de esta banda malagueña. Si alguno hace la prueba, ya me contará.
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